La doctrina del bombardeo estratégico

Eriol · Mensaje por **Eriol** » Dom Jun 26, 2011 2:32 am

Hola!!

Pongo ejemplo ,por que a mi me costo pillarlo ,aunque siempre es lo que habia hecho para subir las fotos xD.

Para subir una foto de otro foro,u otra pagina, que nos pueda servir aqui habria que copiar la foto en nuestro pc y desde alli subirla.Asi la misma foto estara 2 veces subida en el portal que usemos,o en distintos portales:uno para el otro foro,o pagina donde este la imagen,y otro para la foto que subimos aqui.Subiendola asi no robaremos el ancho de banda que decia Jose Luis.

Saludos

gerkamp · Mensaje por **gerkamp** » Dom Jun 26, 2011 2:47 am

Pero supongo que eso es lo que yo hago. Copio la imagen de la página y la subo a Imageshak, y despues pongo el ink de la página de donde la saque. Creo que es eso lo que dice Jose Luis.

Eriol, lo que pasa es que pby5 puso que había que poner el enlace directo, cuando las nuevas normas dicen que no hay que hacerlo.

Saludos

Eriol · Mensaje por **Eriol** » Dom Jun 26, 2011 1:48 pm

gerkamp escribió:Eriol, lo que pasa es que pby5 puso que había que poner el enlace directo, cuando las nuevas normas dicen que no hay que hacerlo.

Si si....tienes que poner el enlace directo PERO DE LA PAGINA de donde sacas la foto NO de la foto que esta en esa pagina.

Vamos asi lo veo yo...

Mensaje por **pby5** » Dom Jun 26, 2011 11:57 pm

gerkamp escribió:Pero no entiendo, no se puso una regla nueva?
viewtopic.php?f=15&t=14701" onclick="window.open(this.href);return false;

y lo que digo n ocontradice la regla.

Una cosa es la foto, no se debe hacer hotlink. Otra cosa es documentar las fuentes del articulo o de la foto. Debe ponerse enlace al articulo.

gerkamp · Mensaje por **gerkamp** » Lun Jun 27, 2011 12:12 am

pby5 escribió:
gerkamp escribió:Pero no entiendo, no se puso una regla nueva?
viewtopic.php?f=15&t=14701" onclick="window.open(this.href);return false;
y lo que digo n ocontradice la regla.

Una cosa es la foto, no se debe hacer hotlink. Otra cosa es documentar las fuentes del articulo o de la foto. Debe ponerse enlace al articulo.

Ya lo he entendido. Disculpa el malentendido, tienes toda la razon.

Saludos

gerkamp · Mensaje por **gerkamp** » Lun Jun 27, 2011 12:13 am

PARTE VI
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http://foro.elgrancapitan.org/viewtopic ... 52&t=17924" onclick="window.open(this.href);return false;

Harris, a quien se había presionado desde hacía mucho tiempo para que bombardeara Schweinfurt, siempre se había opuesto a esa idea basandose en lo que le sucedió a la Octava Fuerza Aerea. A pesar de haber anticipado hasta que punto los alemanes erían capaces de recuperarse del bombardeo de Schweinfurt, y hasta que punto los servicios de inteligencia aliados habrían exagerado la importancia de este objetivo especifico, los puntos de vista de Harris no agradaban al Estado Mayor del Aire, en especial a su jefe: Charles Portal. Se presionó aun mas al Mando de Bombardeo con el fin de que lanzara un gran ataque por zonas sobre Schweinfurt. Es decir, o asi lo parecía, que los britanicos tenían que acudir a sacarles las castañas del fuego a los estadounidenses.

En realidad, la cuestion era mas complicada que todo eso. La necesidad de enfrentarse a la superioridad aerea alemana en su propio territorio surgía, no solo por las necesidades de las formaciones americanas de bombardeo diurno, sino tambien porque estaba muy relacionada con la próxima invasion de Normandía por los ejercitos aliados, que habría de tener lugar en junio de 1944.

Harris pensaba que podía mejorar la situacion en forma definitiva llevando la ofensiva aerea nocturna a su punto culminante en la batalla aerea de Berlin. Le dijo al Primer Ministro: ''Si los americanos participan, Berlín podrá ser destruido de un extremo al otro en noviembre de 1943. Nos costara de 400 a 500 aviones, pero a los alemanes les costará la guerra''. Tambien Portal pensaba que la batalla aerea de Berlín haría progresar la causa aliada, pero no creía que lo hiciera en forma tan decisiva. Creía que el Mando de Bombardeo debía contribuir a la debilitacion del poderío aereo alemán, bombardeando Schweinfurt y otras ciudades relacionadas con la fabricación de aviones de caza, lo que era vital para ayudar a los programas de bombardeo diurno americanos y a la invasión de Normandía. Consideraba esta tarea como una distraccion necesaria de la ofensiva general por zonas y de los ataques al mismo Berlín. Entretanto, los americanos, obligados a una inactividad relativa en cuanto a la ofensiva se refiere, habían dedicado su atencion a la creacion de aparatos de caza de largo alcance; creacion, en realidad, de maquinas con un rendimiento parecido al de los Spitfire y radio de acción equivalente al de las Fortalezas Volantes B-17.

La noche del 18 de noviembre de 1943, Arthur Harris envió 444 aparatos del Mando de Bombardeo sobre Berlín. Solo 9 de ellos no regresaron. Asi era de prometedor el primer asalto del mas ingente bombardeo de los conocidos hasta entonces, llevado a cabo sobre un único objetivo. Entre aquella noche y la del 24 de marzo de 1944, el Mando de Bombardeo realizó quince grandes ataques contra Berlín. Estas operaciones implicaron el despacho de 9.111 vuelos, 7.256 de los cuales se hicieron con Lancasters, 1.643 con Halifaxes, 162 con Mosquitos y 50 con Stirlings. De todos los aparatos enviados, 492 no pudieron regresar, 95 se estrellaron a su regreso sobre las costas de Inglaterra y 895 volvieron a sus bases con averías. Ademas de estos 16 ataques, hubo otros 16 de menor importancia contra el mismo Berlín, realizados como acciones de hostigamiento, en los que se despacharon 186 vuelos con Mosquitos y 22 con Lancasters. Cuando la batalla se acercaba a su fin, sucedió algo que era imposible de saber cuando se atacó Schweinfurt en octubre de 1943; los americanos se unieron a la lucha. En su primer ataque, realizado el 4 de marzo, solo unos pocos de sus aviones de bombardeo consiguieron llegar a Berlín, pero en el segundo ataque, hecho el 6 del mismo mes, pudieron llegar mas de 600. El 8 de marzo volvieron sobre la capital alemana otros 500 aparatos estadounidenses, y el 22 la Octava Fuerza Aerea envió otros 600.

Este asalto sin precedentes, hecho contra Berlín por fuerzas predominantemente británicas, alcanzó las proporciones que había dichi Harris al Primer Ministro que harían falta para destruirla de punta a punta. A fines de marzo de 1944, Berlín, sin embargo, no había sido destruida por completo, aunque si severamente castigada. Efectivamente, se habían perdido de 400 a 500 bombarderos pero, contra lo que Harris esperaba, Alemania todavía no había perdido la guerra. Muy al contrario, continuaba luchando en el Frente Oriental contra los rusos, en Italia contra británicos y americanos, y todavía iba a ofrecer dura resistencia a la gran invasion aliada de Francia y a la de su propio territorio durante casi un año despues del desembarco en Normandía. Su producción bélica continuó aumentando hasta julio del '44, mes en el cual se hizo el famoso pro ineficaz atentado contra Hitler, luego del cual la mayoría del pueblo alemán aun le siguió respaldando en su lucha hasta el final.

El Mando de Bombardeo, por otra parte, salió tan mal parado de la batalla aerea de Berlín que se impusieron cambios de rumbo tanto en su tactica como en su estrategia. Por eso, el 30 de marzo de 1944, despues del ataque a Nuremberg, no hubo mas remedio que dejar de seguir el camino emprendido el 18 de noviembre de 1943. Parecía pues que todo el desarrollo táctico, el incremento de poderío y la concentracion de esfuerzos conseguidos despues de las contrariedades de noviembre de 1941, habían sido un completo fracaso.

La noche del 30 de marzo, en la que se enviaron 795 aviones contra Nuremberg, 94 de ellos no regresaron, 12 se perdieron al estrellarse en el camino de regreso, y 59 más volvieron de la mision seriamente averíados. Ello significaba un índice de pérdidas del 11,8% y una proporcion total de accidentes del 20,8%. Aunque no tan malo como lo sucedido a los americanos en Schweinfurt, en lo que se refiere a las cifras, estos hechos, en su más amplio significado, produjeron efectos igualmente importantes. Representaron, al igual que en Schweinfurt, una gran victoria para las defensas antiaereas alemanas.

El contexto principal de la operación sobre Nuremberg era la batalla aerea de Berlín que, al igual que las batallas aereas del Ruhr y de Hamburgo, abarcaba no solo el centro de la acción bélica sino tambien todos los ataques a gran escala que llevó a cabo el Mando de Bombardeo contra Alemania en esta fase de las operaciones. En este sentido, la batalla aerea de Berlín no consistió solo en los 16 ataques principales, sino tambien en otros 19 importantes ataques sobre Ludwigshafen, Leverkusen, Frankfurt (4 ataques), Stuttgart (4 ataques), Leipzig (2 ataques), Stettin, Brunswick, Magdeburgo, Schweinfurt, Augsburg, Essen y Nuremberg. Todas estas operaciones tuvieron lugar entre el 18 de noviembre de 1943 y el 31 de marzo de 1944. En total se realizaron 20.224 vuelos. Unos 1.047 bombarderos no regresaron a sus bases, y 1.682 lo hicieron seriamente averíados, algunos sin reparacion posible. De todas formas, durante la batalla aerea de Berlin, la linea de ataque del Mando de Bombardeo, si la representamos por el promedio mensual de aviones disponibles para sus operaciones, jamas alcanzó las mil unidades. Mas del equivalente a la linea de ataque se quedó sobre tierra germana o bien en el fondo del mar.

Varios de los ataques causaron grandes estragos. El mariscal de campo Milch, jefe de la produccion aeronautica, dijo a sus ayudantes en febrero de 1944 que Berlín no estaba preparada para resistir semejante castigo indefinidamente. Temía que cuando acabaran con las grandes ciudades, les llegara el turno a las pequeñas, y ciertamente, el rumbo devastador que estaba marcando el Mando de Bombardeo por entre los principales centros de poblacion, hacía posible ese temor por parte de los habitantes de dichos centros. De todos modos, durante la batalla aerea de Berlín, no se alcanzó en ningun momento, ni siquiera por asomo, el grado de devastacion y perdida de vidas producido en Hamburgo en los meses de julio y agosto de 1943. Bombardeos tan precisos y concentrados como los que llevaron al caos y la ruina a Hamburgo, ya no volverían a ser conseguidos por el Mando de Bombardeo en ningun momento de la batalla aerea de Berlín.

Al contrario que en la batalla del Ruhr, que comenzó poco despues de la puesta en servicio de los Mosquitos equipados con Oboe, y que en la batalla de Hamburgo, que vió por primera vez el uso del Window y que ofreció al sistema HºS una oportunidad única, la batalla aerea de Berlín comenzó sin ningun tipo de ventajas por parte del Mando de Bombardeo. Las limitaciones que tenía el HºS para con el cometido de señalar a ciegas, no habían podido ser superadas. El alcance del Oboe aun no había podido extenderse hasta Berlín u otras ciudades mas alla del Ruhr. Los alemanes estaban ya familiarizados con el Window. El alcance de los ataques, generalmente largo, daba a los cazas alemanes mucho tiempo para reaccionar, y la concentracion del bombardeo sobre Berlín tambien les proporcionaba una pista obvia de hacia donde dirigirse. Ademas, Berlín era un objetivo especialmente incompatible a los efectos del HºS, pues por su tamaño, se salía de la pantalla y, ademas, naturalmente, estaba cubierto de defensas antiaereas y de reflectores. A pesar de las tacticas de simulacion y los ingeniosos metodos para confundir la recepcion por radio, los alemanes conseguían, casi siempre con exito, infiltrar sus cazas nocturnos en las densas oleadas de aparatos del Mando de Bombardeo, cuando iban de camino a sus objetivos o cuando regresaban. Una vez establecido el contacto la lucha era desigual. Los bombarderos británicos, como es lógico, no podían compararse con los cazas alemanes en su capacidad de maniobra, y ademas eran inferiores en cuanto a cantidad de armamento. Una vez que los bombarderos quedaban al alcance de los cazas enemigos, tenían pocas esperanzas de salvacion, a no ser que los pilotos germanos cometieran algun error. Los bombarderos llevaban cargas considerables de gasolina de 100 octanos, de bombas altamente explosivas e incendiarias, ademas de los recipientes de oxigeno, poco menos peligrosos y necesarios para mantener a las tripulaciones conscientes. La combinacion de explosivos e inflamables les daba un caracter de autenticos mecheros. Si bien algunas de sus tripulaciones sufrieron lentas muertes de varios minutos de duracion, otras, en cambio, probablemente se desintegraron antes de saber lo que les había sucedido. No cabe duda de que para los 1.047 bombarderos derribados en la batalla aerea de Berlín, los verdaderos verdugos fueron los cazas nocturnos germanos.

A veces se conseguía engañarles. Por ejemplo: en la noche del 5 de febrero de 1944 el objetivo del Mando de Bombardeo era Stettin. Los 358 bombarderos que se enviaron a atacarla fueron dirigidos de tal forma que en la ultima etapa del viaje apuntaban, no solo a Stettin, sino tambien a Berlín. Alrededor de veinte minutos antes de la hora cero, en relacion con Stettin, unos cuantos Mosquitos llegaron sobre Berlín y dejaron caer señales como si el ataque principal estuviera a punto de llegar. Los encargados del control de los cazas alemanes concentraron sus fuerzas sobre Berlín, donde se dispusieron vanos pasillos luminosos para poner de manifiesto a los bombaderos pesados ante la aviacion de caza alemana; pero mientras esto sucedía, los bombarderos efectuaban sus pasadas sobre Stettin. Tambien se practicaron otras formas de de simulacion y desorientacion del enemigo, incluso el uso de la longitud de onda empleada por los cazas alemanes para radiar instrucciones falsas a sus pilotos. A pesar de todo, y con mayor frecuencia cada vez, los cazas germanos conseguían hacer contacto con la fuerza de bombardeo. Cuanto mas duraba la batalla aerea de Berlín, mayor era el numero de bajas sufridas. Es mas, ello sucedía a pesar de que en las posimetrías de la batalla, el Mando de Bombardeo concentró sus esfuerzos en menor medida sobre Berlín, en un intento de diseminar las defensas alemanas con sus constantes cambios de objetivos para sus ataques.

Todas estas innovaciones tácticas y otras medidas, no cabe duda que retrasaron e hicieron mas dificil el éxito a ultranza de los cazas nocturnos alemanes. Per no pudieron evitarlo y, a principios de abril de 1944, Harris advirtió al Estado Mayor del Aire que urgía adoptar alguna acción radical de ''tipo terapeutico''. Creía que el Mando de Bombardeo necesitaba ingentemente el apoyo de aviones de caza nocturna.

Asi que, en lugar de terminar la guerra con la ofensiva sobre Berlín, el Mando de Bombardeo, a pesar de su enorme esfuerzo, su doloroso empeño y su valiente sacrificio, obtuvo resultados totalmente distintos. Ademas, el ampararse en la oscuridad no le sirvió de mucho. Al principio, el Mando de Bombardeo recurrió a ese sistema para escapar de los cazas alemanes pero, en cambio, se dió cuenta de que le era muy dificil hallar los objetivos. Los métodos puestos en practica para poder hallar los objetivos en la oscuridad les decubrían ante los cazas enemigos, así que ya ni de los cazas nocturnos se podían escapar. De modo que, para poder concentrar sus ataques por un período suficientemente largo sobre objetivos importantes de los que pudiera esperarse resultados decisivos, el Mando de Bombardeo tuvo que exponerse al riesgo de sufrir un nivel de pérdidas superior a su capaciad de resistencia y al tamaño de sus recursos. En la ofensiva aerea sobre Berlín, el Mando de Bombardeo llegó a ese nivel inaceptable de pérdidas, pero, en cambio, los efectos producidos por el bombardeo no tuvieron, ni por asomo, un caracter decisivo, por dolorosos y devastadores que fueran para Alemania.

No se puede saber lo que le hubiera sucedido a Alemania si el Mando de Bombardeo no hubiera organizado su gran ofensiva aerea por zonas, que tuvo su punto culminante en la batalla aerea de Berlín. Nadie puede decir tampoco cual hubiera sido el desarrollo de Alemania si no hubiera tenido que sufrir este castigo, ni tampoco nadie puede saber hasta que punto ese castigo le dió vigor para resistir un esfuerzo bélico superior a cualquier expectativa razonable. En cualquier caso, esta claro que la ofensiva sobre Berlín y todo lo anterior distó mucho de alcanzar los resultados menos optimistas que predijo Charles Portal; pero claro esta, tampoco alcanzó los grandes resultados que esperaba Harris.

Sin embargo, la ofensiva aerea sobre Berlín fue para los bombarderos aliados la semilla del triunfo, y para Alemania, la de la ruina. Sabemos que en los ultimos momentos, los americanos habían hecho su aparicion sobre Berlín en cuatro ocasiones, y no como lo habían hecho antes, con la esperanza vana de evitar el combate con las defensas aereas, sino al contrario, buscando la lucha. Los bombarderos estadounidenses ya no iban solos. Iban escoltados por una cobertura de caza compuesta de aparatos P-51 Mustang de la Octava Fuerza Aerea con base en Inglaterra, al igual que los bombarderos.

Ya antes de la guerra, los americanos habían pensado bastante en la necesidad de producir un avion de caza de largo alcance capaz de recorrer las mismas distancias que lo bombarderos. Pero cuando llegó el momento de entrar en acción, la USAAF aun no contaba con ningun caza de largo alcance. La dificultad para conseguir tal aparato, unida a la realidad de la impresionante capacidad de fuego de las Fortalezas Volantes B-17, llevaron a la conclusion de que, a pesar de las experiencias británicas y alemanas de 1930 y 1940, se podrían hacer bombardeos diurnos sin cobertura de caza. Despues de los primeros experimentos hechos sobre Francia en 1942 a plena luz del día, los americanos se vieron, cada vez mas, victimas de su propia propaganda. Las vanaglorias exageradas sobre lo conseguido por las Fortalezas Volantes y el hecho de que los primeros objetivos atacados no estaban muy bien defendidos por los alemanes, fueron dos factores causantes de que la opinion de Portal fuera rechazada: esta opinion era que las formaciones autodefensivas de bombardeo no tendrían exito. Cuando su idea fue rechazada, Portal cambió de opinion. Se dió cuenta de que los americanos solo estaban dispuestos a hacer bombardeos diurnos y nada más. Hacia 1943, la Octava Fuerza Aerea sencillamente no pudo tomar parte en la ofensiva aerea sobre la base de una efectividad y continuidad sostenidas. Los generales, especialmente Eaker, comandante de la Octava Fuerza Aerea, insistían en que la razon principal era la falta de refuerzos. Decían, hasta cierto punto con razon, que las defensas de las formaciones autosuficientes dependían de la potencia de fuego masiva, posible de generar solo por grandes formaciones. De todas formas, esta no era la causa real ni principal del problema. Los alemanes conseguían romper las formaciones arrojando sobre ellas cohetes desde sus cazas pesados, a los que llamaban Zerstörer o destructores, y entonces se lanzaban a un ataque cerrado con las ametralladoras y los cañones automaticos. Estos acontecimientos no tuvieron respuesta por parte del alto mando del USAAF, ni les afectaron lo suficiente como para acelerar la produccion de cazas de largo alcance, aun cuando apareciera el caza de radio medio Thunderbolt P-47. Aunque parezca mentira, fue un civil el que cambió la linea de acción.

En el verano de 1943, Robert Lovett, que era el subsecretario americano del aire, visitó las bases de bombarderos de la Octava Fuerza Aerea en Inglaterra. Lo que vió y oyó allí evidentemente le causó una profunda impresion, ya que cuando regreso a EEUU, presionó al general Arnold sobre la urgencia de la puesta en funcionamiento de aviones de caza de largo alcance, si es que se quería salvar a los grandes bombarderos. Sugirió que se colocaran tanques de combustible adicionales en los Thunderbolts, y dijo que tambien iban a ser necesarios los Lightnings y Mustangs. En julio de 1943, Arnold dijo a Lovett que la mejor solucion estaba en el Mustang, para ser mas preciso, en su modelo P-51B. De todas formas, solo se mandaron 180 unidades a Inglaterra.

Los aviones son maquinas sorprendentes, y las diferencias entre ellos que les hacen tener grandes exitos, o por el contrario, evidentes fracasos, son, con frecuencia, dificiles de apreciar y de predecir. Por eso, las modificaciones y cambios en la construccion producen, a veces, los resultados mas sorprendentes e imprevistos. En este sentido y en otros, es posible que, al menos en la II Guerra Mundial, el Mustang P-51 norteamericano pueda ser considerado como unico en su clase. Su origen data de 1940, cuando EEUU todavía era neutral y las comisiones de compra británicas estaban ansiosas, por razones evidentes, de adquirir cualquier clase de avion. Buscando una posibilidad para cumplir su cometido, hicieron un encargo de aviones de caza Curtiss a la ''North American Aviation Inc''. La compañia prefirió ofrecer otro modelo y, previa consulta con los británicos, se construyó en 18 semanas el prototipo North American Mustang. El USAAC (Cuerpo Aereo del Ejercito de EEUU), como se llamaba entonces, probó dos modelos de este aparato, pero ninguno les causó buena impresion y no encargó ninguno; en cambio, la necesitada Royal Air Force inmediatamente hizo su encargo. Se comenzó la producción en serie, y en noviembre de 1941 la RAF recibió sus primeros Mustangs. En aquel momento dió la sensacion de que el USAAC había tenido razón. EL Mustang desarrollaba una velocidad máxima de 585 kilometros por hora a 4.500 metros de altura. No era lo suficientemente bueno para servir como refuerzo de los Spitfire del Mando de Caza. Considerado como el patito feo de la RAF, fue vendido al Mando de Cooperacion del Ejercito. Asi era considerado cuando fue usado por los britanicos en la incursion de comandos sobre Dieppe, en el verano de 1942.

En octubre de 1942 se hizo el siguiente experimento en 5 Mustangs: sus motores Allison fueron sustituidos por motores Merlin, fabricados por Rolls Royce. Los primeros resultados no fueron buenos, pero modificaciones posteriores dieron lugar a la version P-51B, que tenía armazon distinto y un nuevo motor Packard-Merlin (motor Merlin Rolls Royce fabricado con licencia por la Packard en los EEUU). Con estos cambios, el Mustang saltó a los primeros planos como caza interceptor. Su velocidad mejoró hasta alcanzar los 600 kilometros por hora a 1.500 metros, 728 kph a 9.000 metros, y 704 kph a 10.500 metros. Era mucho mejor, a cualquier altura, que sus equivalentes alemanes: el Focke-Wulf 190 y el Messerschmitt 109G. Ademas, el Mustang era tambien superior a los cazas alemanes en capacidad de maniobra y en casi todos los aspectos como picado, viraje, etc... con la excepcion del ''tonneau'' (girar sobre su eje) em cuya maniobra el Focke-Wulf 190 era mejor. Todo ello era solo una parte de sus ventajas. El Mustang, al contrario que el Spitfire, podía llevar con gran facilidad tanques adicionales desechables y continuar teniendo un muy alto rendimiento. Con dos de estos tanques adosados a las alas, podia volar a una distancia total de 2.400 kilometros, y solo perdía alrededor de 56 kilometros por hora de velocidad. Contando con arrojar los tanques adicionales antes del combate y con el consumo de combustible durante él, los Mustangs todavía podían volar, en operaciones de escolta de bombarderos, hasta a 960 kilometros de la base. Lo que quiere decir que podían llegar perfectamente hasta Berlín y casi 16 kilometros mas alla de Schweinfurt. Estas cualidades se manifestaron hacia septiembre de 1943, pero hasta despues del desastre de Schweinfurt, no se hizo nada definitivo que las hiciera evidentes. Los americanos no se equivocaron esta vez. Hacia el final de la guerra habían sido ya construidos 14.000 Mustangs. Entraron en servicion con la Octava Fuerza Aerea en diciembre de 1943, y para marzo de 1944 habían conseguido suficiente alcance que les permitiera cubrir a los bombarderos en sus ataques diurnos a Berlín.

P-51 Mustang escoltando bombardero B-17
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http://www.aviadores.eu/mustangvsme109.html" onclick="window.open(this.href);return false;

El poderío aereo americano se recupero con creces. En noviembre de 1943, una nueva seccion estrategica de la Fuerza Aerea Americana había sido creada, situando sus bases en Italia. Su papel era el de continuar con las operaciones llevadas previamente a cabo por fuerzas aereas de orden tactico, en apoyo de las acciones militares en Italia. Pero el proposito principal de su creacion era el de iniciar el bombardeo estratégico de objetivos situados en el sur de Europa, como por ejemplo, las plantas petrolíferas de Ploesti, en Rumania, y las fábricas de aviones de Wiener-Neustadt que estaban fuera del alcance de las bases británicas. El 1º de enero de 1944 esta nueva seccion de la Fuerza Aerea, junto con la Octava Fuerza Aerea, situada en Inglaterra, se colocó bajo el mando supremo y único del general Carl Spaatz, formando conjuntamente las Fuerzas Aereas Estrategicas de EEUU en Europa (USSTAF).

El 20 de febrero de 1944, Spaatz lanzó una serie de ataques aereos masivos que se conocieron como ''Big Week'' o ''Gran Semana''. En el primer ataque se enviaron mas de 1.000 bombarderos junto con grandes cantidades de cazas de largo, medio y corto alcance. El objeto de estos ataques era mantener a la Luftwaffe en lucha permanente; tanto en tierra, por medio de bombardeos a las fabricas, como en el aire, interceptando la accion de sus aviones. Por fin, los americanos habían conseguido tener medios suficientes para realizar estos objetivos. El cambio de situacion queda reflejado perfectamente por el hecho de que, de toda esta enorme fuerza de bombardeo, solo 21 aparatos pesados no regresaron.

A veces se produjeron pérdidas mucho peores que las mencionadas. Por ejemplo, de los 430 bombarderos que llegaron hasta sus objetivos el 22 de febrero, 41 fueron derribados. En esta ocasion, los alemanes actuaron por sorpresa. Antes de que los Mustangs fuerna puestos en servicio, los alemanes generalmente se mantenían inactivos hasta que los bombarderos sobrepasaban el limite del alcance de sus cazas de cobertura. Ahora ya no podían hacer lo mismo, y repentinamente, decidieron atacar poco despues de que la fuerza americana levantara el vuelo. Aunque se apuntaron un gran exito, tambien pusieron en evidencia defectos propios. Ya no contaban con zonas seguras en las cual pudieran interceptar a las Fortalezas. Ahora tenían que atacar donde y como pudieran, pues los Mustangs les obligaban a ello. Como consecuencia de todo esto, el resto de cazas britanicos y americanos (Lightnings, Thunderbolts, Spitfires), empezaron a tener oportunidad de hacer frente a los alemanes.

En estas tremendas batallas de febrero de 1944, provocadas por los bombarderos de la Octava y Decimoquinta Fuerzas Aereas, desde Inglaterra e Italia, se bombardearon objetivos de toda Alemania y Austria, desde Steyr, Augsburg, Stuttgart y Regensburg en el sur; Schweinfurt, Gotha y Leipzig en el centro, hasta Brunswick, Diepholz y Rostock en el norte. Se produjeron grandes perdidas al enemigo tanto en numero de aparatos como por los daños ocasionados a las fábricas de rodamientos y de otros tipos; pero, de todo ello, lo mas importante fue que los americanos empezaron a llevar la voz cantante en su lucha con los cazas alemanes. Tanto es asi que, a partir de marzo, Spaatz adoptó, cada vez mas, la tactica de forzar a la accion a la Luftwafe, en lugar de, como habían hecho anteriormente, tratar de infiltrarse sigilosamente en territorio enemigo, evitando todo posible contacto con sus defensas aereas. Asi que el dominio del aire en las acciones diurnas sobre Alemania, en febrero y marzo de 1944, empezó a pasar en forma decisiva de manos alemanas a estadounidenses. Lo malo para los alemanes era que, de una proporcion de perdidas que llegó a ser del 9,1% en octubre de 1943, los bombarderos americanos, en sus muy profundas penetraciones dentro de Alemania dia tras dia, en el mes de marzo de 1944, solo tuvieron un indice de bajas del 3,5%, de entre todo el numero que consiguió abrirse camino hacia los objetivos.

Estos adelantos cambiaron las perspectivas no solo de la guerra aerea, sino tambien de la guerra en general. No libraron al Mando de Bombardeo de sus tribulaciones en la ofensiva nocturna, pero, en combinacion con otros factores, iban a ser muy pronto de gran alivio para ese problema tambien.

CONTINUA

gerkamp · Mensaje por **gerkamp** » Vie Jul 01, 2011 8:26 pm

BOMBARDEO Y VICTORIA: MARZO DE 1944 - MAYO DE 1945

PARTE I
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En marzo de 1944, mientras la batalla aerea de Berlín se acercaba a su trágica y costosa culminacion, y como contraste, mientras la ofensiva diurna de bombardeo americana era reemprendida con cobertura de cazas de largo alcance, la atención del Primer Ministro y del presidente, de sus gobiernos y de sus Estados Mayores Militares, se concentraban en otro aspecto de la ''Gran Estrategia de la Guerra'': la Operacion Overlord. Este era el plan de invasion de Europa por los aliados entrando por el norte de Francia, que sería el precedente a la derrota de los ejercitos alemanes en el frente, y el de la ocupacion de Alemania Occidental por los EEUU, Gran Bretaña y la Francia Libre.

El general Eisenhower fue nombrado comandante supremo de las fuerzas expedicionarias aliadas. Montgomery había regresado de sus brillantes victorias en el norte de Africa y Sicilia para, a las ordenes de Eisenhower, ponerse al mando de las fuerzas de asalto hasta que estas estuvieran bien establecidas y afirmadas; y una vez conseguido esto, se pondría al frente del 21º Grupo de Ejercito. El almirante Ramsay, que habia estado al mando de las fuerzas navales en Dunkerque, habría de encargarse ahora de dirigir las fuerzas navales en la Operacion Overlord, y el mariscal jefe del aire Sir Trafford Leigh-Mallory fue nombrado comandante en jefe de las Fuerzas Aereas Expedicionarias Aliadas.

De todos los problemas con que se enfrentaban estos altos mandos, los que afectaban a Leigh-Mallory eran los menos manejables, y la posicion ocupada por él la menos envidiable. El papel a desempeñar por las fuerzas aereas en la Operación Overlord no estaba todavía definido, y las conversaciones en las que se trataba de ver cual pudiera ser su mejor definicion, rara vez dejaron de convertirse en disputas. En cualquier caso, aunque el cometido del ejercito del aire fuera discutible, la invasion fracasaría con toda seguridad a no ser que ese cometido pudiera, fuese como fuese, ser llevado a la practica con eficacia.

Los principales peligros que habrían de afrontar los invasores anglo-americanos iban a ser estos: en primer lugar, los ejercitos habrían de embarcar, ser transportados por mar, desembarcar, y entonces reunirse con sus equipos (carros de combate, artullería) y suministros (comida, combustible y municion). Durante todas estas operaciones los soldados serían en extremo vulnerables, y si los alemanes supieran atacar eficazmente desde el aire en los momentos oportunos, los resultados para británicos y americanos bien podrían ser desastrosos. El segundo peligro derivaría del hecho de que, para salir de sus cabezas de puente iniciales y comenzar el avance por el continente, los aliados tendrían primero que lograr superioridad local sobre los defensores alemanes. Los britanicos y americanos tenían que cruzar el Canal de la Mancha; los alemanes, en cambio, podían moverse sobre tierra con ayuda del ferrocarril y de las carreteras, de cuyos medios tanto Alemania como Francia estaban profusamente provistas. ¿Como podían esperar los aliados poder concentrarse en los pintos vitales mas rapidamente que los alemanes? ¿Como iban a poder impedir que los alemanes se concentraran tan deprisa que, ''antes de haberse secado las botas'', los aliados se vieran de nuevo expulsados hacia el mar?

La respuesta a ambos problemas era el aire. Leigh-Mallory elaboró planes que harían posible el dominio del aire sobre el canal y las playas de invasion, de forma que el riesgo de que los alemanes atacaran con sus fuerzas aereas quedara eliminado. Tambien presentó un plan para atacar las bases aereas alemanas de Francia y para desarticular los ferrocarriles franceses, bombardeandolos tambien. Este plan habría de llevarse a cabo antes de comenzar la invasion. De este modo, la accion aerea alemana a partir del Dia D en adelante se vería entorpecida; ademas, su ejercito se vería incapaz de poder contar con sus lineas de comunicacion, o al menos una parte importante de ellas, y por lo tanto, imposibilitado para concentrarse contra las fuerzas de invasion del general Eisenhower.

La dificultad residía en que las fuerzas aereas asignadas a la Operacion Overlord, puestas bajo el mando de Leigh-Mallory en las Fuerzas Aereas Expedicionarias Aliadas, eran inadecuadas, en cuanto a numero, para hacerse cargo de todas estas tareas. Algunas de estas, especialmente las fases preparatorias del plan de destruccion de los ferrocarriles, iban a requerir intenso bombardeo. Las Fuerzas Aereas Expedicionarias Aliadas (FAEFA) no tenían en realidad autentica capacidad para el bombardeo pesado, pues estaban constituidas por aviones de bombardeo de la Novena Fuerza Aerea de EEUU y de la Segunda de la RAF, que eran grupos tacticos; tambien estaban constituidas por algunos cazas encargados de la defensa aerea de Gran Bretaña y por unos pocos aviones de transporte. Leigh-Mallory esperaba que, tanto Spaatz como Harris, harían algo por mejorar la situacion, pero ninguno de los dos parecía tener prisa por hacerlo.

Spaatz estaba decidido a que la ofensiva diurna contra Alemania se continuara, y en ese sentido, argumentaba que los objetivos principales deberían ser las plantas de petróleo sintético. Creía que los alemanes defenderían aquellas fábricas a toda costa y, por lo tanto, si los bombarderos americanos las atacaban, los cazas alemanes tendrían que elevarse para tratar de impedirlo, ofreciendo entonces muy buenas perspectivas de cacería a sus aviones de escolta. Esperaba poder establecer, cada vez con mas firmeza, el dominio aliado del aire, pues creía que de esa forma sería posible inflingir golpes mortales a la economía bélica alemana. La escasez de combustible afectaría a los transportes, la industria y, en el momento critico, incluso a las fuerzas armadas, especialmente a sus elementos mas mecanizados, como la Luftwaffe y las divisiones Panzer. Spaatz no solo creía sino que tambien insistía en que la posibilidad de llevar a cabo lo antes mencionado sería una contribucion mucho mas util a la Operacion Overlord que los bombardeos de los ferrocarroles franceses o cosas semejantes. Tambien Harris dudaba del interes que pudiera tener el plan del bombardeo de los ferrocarriles, y dijo al jefe de Estado Mayor del Aire que, en cualquier caso, sus bombarderos eran incapaces de lograr la precision necesaria en el ataque como para realizarlo.

En el fondo, tanto Spaatz como Harris estaban convencidos de que el verdadero papel de los bombarderos pesados era el de atacar los puntos vitales de Alemania; no deseaban, de ninguna manera, que sus tropas se entretuvieran en operaciones militares en la periferia de la Europa de Hitler. Spaatz deseaba comenzar la ofensiva del petroleo y mantener el contacto con las fuerzas de caza alemanas; Harris quería completar el gran ataque por zonas contra las ciudades germanas, que había ordenado emprender nada mas hacerse cargo del mando en febrero de 1942. Ninguno de los dos estaba dispuesto a conceder muvha atencion a Leigh-Mallory que, segun ellos, no era mas que un simple jefe de caza sin conocimiento real del sentido que tenían los bombardeos.

El desenlace se produjo en marzo. En respuesta a la firme insistencia de Portal sobre la cuestion, Harris ordenó una serie de ataques, inicialmente experimentales, que habría de hacer el Mando de Bombardeo sobre los centros franceses de aprovisionamiento y distribucion de suministros. El primero tuvo lugar la noche del 6 de marzo al ser enviados contra Trappes 261 Halifax y 6 Mosquitos. El resultado fue que los ataques fueron mucho mas precisos de lo que había predicho el comandante en jefe. El plan de bombardeo de los ferrocarriles demostraba ser un acto bélico factible.

A pesar de todo, todavía había quien se oponía al plan, y no solo el general Spaatz. Para muchos el bombardeo de los ferrocarriles no era rentable; si una linea quedaba cortada se podía usar otra, y los inconvenientes y perjuicios que se podían causar en Francia, ya se asegurarían los alemanes de que fueran los galos los primeros en recibirlos y no ellos. Winston Churchill estaba profundamente preocupado por la perdida de vidas francesas, que se produciría inevitablemente en el bombardeo de los centros de ferrocarriles por mucho cuidado que se pusiera en el ataque o por muy preciso que este fuera.

Todas estas cuestiones constituyeron la preocupacion particular del segundo comandante supremo, Sir Arthur Tedder, cuya experiencia en el mando de fuerzas aereas en Oriente Medio y en las invasiones de Sicilia e Italia, le daba titulos unicos para juzgarlas. Tedder era un convencido partidario del plan de bombardeo de los ferrocarriles. No era solo cuestion de cortar lineas y descoyuntar ramificaciones, lo que podía ser reparado tacticamente; la cuestion era la destruccion sistematica, mediante intenso bombardeo, de los nervios centrales e instalaciones de reparacion del sistema. Si esto se podía conseguir, entonces si que el cortar lineas y destruir trenes sería eficaz, porque la capacidad normal de reorganizacion y reparacion habría sido eliminada. Asi, los bombardeos pesados con sus ataques de preparacion abrirían el camino de las operaciones tacticas, hechas una vez comenzada la invasion por bombarderos ligeros y aviones de caza con capacidad para lanzar cohetes. De esa forma, se eliminaría la ventaja potencial que pudieran tener los alemanes operando sobre lineas internas de comunicacion.

Estas consideraciones, al ser respaldadas por el general Eisenhower, garantizaban el futuro del plan de ataque a los ferrocarriles. La responsabilidad de su ejecucion cayó sobre el Mando de Bombardeo, a quien fueron asignados mas de la mitad del total de objetivos que habrían de ser atacados en la fase pre-invasion. El resto de los objetivos se repartieron entre las Fuerzas Aereas Expedicionarias Aliadas de Leigh-Mallory y la Octava Fuerza Aerea de Spaatz. Estos importantes ataques produjeron la creciente paralizacion de los ferrocarriles en el norte de Francia, lo que tuvo el efecto rapido de retrasar las contramedidas con que Rommel contaba para poder rechazar los desembarcos aliados en la costa. Ademas, tuvo el efecto de sobrecargar todo el sistema de transportes hasta tal punto que, como había sido previsto, pudieran ser destruido sus puntos vitales durante la batalla de desembarco que siguió al Dia D.

La campaña de bombardeo de los ferrocarriles tuvo otra consecuencia de gran importancia: la de estimular el desarrollo de nuevas tecnicas de bombardeo nocturno. En los primeros ataques, entre el 6 de marzo y el 10 de abril, los bombarderos pesados fueron enviados a atacar 11 centros de aprovisionamiento y distribucion de material. Se hicieron mas de 2.500 vuelos, y el metodo general de bombardeo fue el de apuntar desde media altura, entre 2.500 y 4.000 metros, a las señales dejadas sobre los objetivos por los Mosquitos de la ''Pathfinder Force'' que operaban a gran altura bajo las indicaciones de su sistema Oboe. Todo esto dió como resultado que mas de la mitad de los aviones enviados arrojaran sus bombas a menos de 700 metros de distancia de los blancos. Aunque ello constituía una notable hazaña, algunos pensaban que no era lo suficientemente preciso, particularmente el comandante de ala Cheshire, que era ahora quien mandaba la escuadrilla de ''Dambusters'' (rompepresas), y que estaba poniendo en practica un atrevido sistema de puesta de señales en picado. La noche del 5 de abril, pilotando un Mosquito, dio una asombrosa demostracion de lo que se podía conseguir. Picando hasta una altura de menos de 300 metros sobre una fábrica de aviones en Toulouse, y con la ayuda de una mira de ametralladora, Cheshire escogió su blanco visualmente y colocó sobre él una señal roja en llamas. Con el fin de reforzar esta primera señal, se arrojaron mas, esta vez en forma convencional y desde alturas mas comodas. Luego llegaron los 140 Lancasters del Grupo 5, y con un blanco absolutamente claro, devastaron la fábrica.

Este metodo, que se mejoró aun más, aumentaba enormemente la precision de los ataques nocturnos, como se pudo comprobar, por ejemplo, en los centros de aprovisionamiento y distribucion de suministros de Tours y Juvisy-Sur-Orge. En realidad redujo el error promedio de blanco, que hasta entonces había sido de aproximadamente 700 metros para la mitad de las fuerzas enviadas (considerando que la otra mitad había cometido errores mucho mayores), a algo menos de 300 metros para el total de las fuerzas. Esta tecnica no solo ayudaba al plan de bombardeo de los ferrocarriles, a la campaña contra los proyectiles V y a todas las demas empresas que el Mando de Bombardeo tenía a su cargo sobre Francia; se descubrió, con la ayuda del sereno valor del comandante de ala Cheshire, que tambien era ventajosamente aplicable sobre objetivos alemanes mejor defendidos. Un ejemplo notable fue el ataque hecho contra Munich en la noche del 24 de abril, despues del cual, se condecoró a Cheshire con la Cruz Victoria.

En realidad, el Mando de Bombardeo estaba desarrollando sistemas que hacían sus operaciones nocturnas mas eficaces y precisas que sus equivalentes diurnas hechas por los americanos. Esta tendencia, combinada a lo que los americanos habían conseguido contra las fuerzas de caza diurna alemanas y lo que estaban a punto de iniciar contra las plantas petrolíferas, marcó el principio del fin de la Alemania de Hitler. Era el presagio de lo que sería la destruccion total del nucleo de una nacion que ya estaba amenazada en sus fronteras por los ejercitos de Stalin en el este, por los del general Alexander al sur y por los del general Eisenhower en el oeste.

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gerkamp · Mensaje por **gerkamp** » Dom Jul 03, 2011 5:10 am

PARTE II
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El 12 de mayo de 1944, alrededor de 935 bombarderos pesados de la Octava Fuerza Aerea, acompañados por un verdadero ejercito de cazas anglo-americanos, iniciaron su camino hacia las plantas de petroleo sintetico de Zwickau, Merseburg-Leuna, Brux, Lützkendorf, Böhlen y otras. Se libró una dura batalla en la cual los aliados perdieron 46 bombarderos y 10 cazas, y los alemanes, probablemente mas de 50 aviones de caza. Todas las plantas de petroleo atacadas sufrieron desperfectos, algunas hasta tal punto que quedaron temporalmente fuera de servicio. Ademas, como investigaciones hechas despues de la guerra probaron, estos ataques produjeron dividendos inesperados; un edificio, de los que resultaron afectados por el bombardeo de Merseburg-Leuna, era aquel en que se llevaba a cabo experimentos con agua pesada relacionados con los intereses alemanes en la bomba atómica. Entretanto, la Decimoquinta Fuerza Aerea se ocupaba de la ofensiva contra las refinerías de petróleo de Ploesti, en Rumania, que eran las unicas por cuyo medio Alemania podía conseguir suministros considerables de petróleo natural. Estos golpes iniciales dados por los americanos a la produccion y al suministro de petroleo alemanes no solo continuaron, sino que fueron en aumento, y que el Mando de Bombardeo se unió a ellos, pocas noches despues del Dia D, lanzando varios ataques contra las plantas petrolíferas de Gelsenkirchen, Sterkrade, Wesseling y Scholven.

Podían llevarse a cabo ahora, bien conjuntamente o en competencia entre ellas, tres variantes estrategicas principales de la ofensiva aerea. Una era la recientemente comenzada campaña del petróleo. Otra era la expansion de la campaña contra los ferrocarriles para transformarla en otra contra los transportes alemanes en general, y que hiciera en Alemania lo mismo que había causado ya en el norte de Francia. La tercera era la reanudacion, a escala masiva, de la ofensiva por zonas contra las ciudades germanas.

El gran exito de los primeros ataques americanos sobre plantas de petróleo alemanas vino a poner en claro de forma impresionante uno de los nuevos factores ahora presentes en la ofensiva aerea: los americanos, aunque logicamente, no sin perdidas, conseguían forzar su camino hasta los objetivos escogidos de forma que el precio pagado por el enemigo, tratando de detenerlos, era mayor que el pagado por ellos mismos, y ademas, una vez conseguido el proposito de atravesar las lineas enemigas, conseguían tambien un gran efecto destructivo sobre sus objetivos; en este caso, las mencionadas plantas de petroleo. Todo esto quería decir que los americanos no solo empezaban a lograr sus objetivos estrategicos, es decir, la destruccion de elementos vitales para la economía de guerra alemana, sino que tambien iban aumentando paso a paso la magnitud de su superioridad aerea.

Las limitaciones que todavía afectaban a la eficacia de la contribucion americana en la ofensiva aerea, era un simple reflejo de las cualidades que produjeron su exito. Las formaciones de bombardeo diurno debían ser muy densas y dispuestas tacticamente de forma que les permitiera abrirse paso hacia los objetivos; ademas, tenían que operar a grandes alturas para evitar el peligro de ser destruidas por los proyectiles antiaereos. Esta tactica hacía imposibles los ataques individuales. Cuando el jefe de formación daba la señal, todos los bombarderos dejaban caer sus bombas, que llegaban tierra mediante el mismo patron que formaban los aviones al momento de arrojarlas. Esta forma de bombardeo no era tan precisa en sus resultados como podrían serlo una serie de ataques individuales, tales que para arrojar cada bomba, el bombardero pudiera ver el objetivo y apuntar hacia él. La necesidad de volar a gran altura hacía que los ataques tuvieran que hacerse por encima de las nubes, guiandose los aviones por radar; esa necesidad influyó en la construcción de la Fortaleza Volante B-17 en el sentido de proporcionarle mas capacidad de vuelo a grandes alturas que capacidad de carga. Asi que la carga de bombas por aparato era menor en los aviones estadounidenses que en los británicos y, lo que es mas importante, las grandes bombas inglesas de 4 o 6 toneladas no podían ser transportadas por las Fortalezas. Por esta razón, los daños producidos por los americanos en las plantas de petróleo mostraron ser mucho mas faciles de reparar que los producidos por los británicos.

El segundo factor que influyó en la ofensiva fue el desarrollo de las tecnicas británicas de ataque nocturno que hicieron posible para el Mando de Bombardeo, no solo unirse al asalto americano a las plantas petroliferas y otros objetivos que exigían precision en el ataque, sino tambien obtener resultados que, con frecuencia, eran mas precisos que los obtenidos a la luz del día. De esta forma, el mayor poder destructivo del Mando de Bombardeo pudo estar disponible para las operaciones que requerían mayor exactitud, las cuales, en gran medida, habían sido hasta entonces monopolio de los norteamericanos.

La unica limitacion que quedaba era el alto precio que se seguían cobrando las operaciones nocturnas. La fuerza de caza nocturna alemana no había sido obligada a la acción ni llevada a la derrota como lo fue la fuerza de caza diurna. Aunque los cazas nocturnos de largo alcance, Beaufighters y Mosquitos, equipados con complicados sistemas de radar, tuvieron ciertos exitos en la persecucion de los cazas nocturnos alemanes, no pudieron ni por asomo, aproximarse a los logros conseguidos por los cazas diurnos, pues conseguir de noche los mismos resultados que de día, era practicamente imposible. El resultado de todo esto era que los Lancasters y Halifaxes del Mando de Bombardeo sufrían mas por la noche que las Fortalezas y Liberators por el día. De los 832 aparatos enviados por el Mando de Bombardeo en sus primeras operaciones contra las plantas de petroleo en el mes de junio, 93 no regresaron. Esta era un numero dos veces mayor que el de las pérdidas sufridas por una fuerza de bombardeo mas grande atacando objetivos mas dificiles, como lo fue la de los americanos en sus ataques diurnos contra las plantas petrolíferas en mayo.

Las continuas pérdidas en los ataques nocturnos llevaron al Mando de Bombardeo a reconsiderar los bombardeos durante el día. Las tripulaciones británicas, con su experiencia nocturna, no podían intentar volar siguiendo las complicadas formaciones tacticas de los americanos, ni tampoco sus aviones podían prestarse a ello. De todas formas, los ataques hechos durante el día contra Francia por los Lancasters y Halifaxes, operando en bandada, con cobertura de caza, durante los meses de junio, julio y agosto, no tuvieron grandes pérdidas. El 27 de agosto se intentó una maniobra mas ambiciosa. Se enviaron, durante el día, mas de 200 Halifaxes a bombardear la planta petrolífera de Homberg. El Mando de Caza envió como escolta 200 Spitfires. Las nubes impidieron la perfecta precision del ataque, pero, en cambio, todos los bombarderos regresaron a la base sin daños. El unico aparato aleman divisado fue un Me-110 al cual los Spitfires ahuyentaron con rapidez.

El hecho de que los Spitfires pudieran ya acompañar a los bombarderos durante todo el vuelo hasta el Ruhr provenia de que las tropas de la Operacion Overlord, al mando de Eisenhower, ya habían logrado salir de sus cabezas de puente en Normandía y avanzar a traves de Francia hacia la frontera alemana. Tras los frentes, los aliados construían u ocupaban aeropuertos e instalaban transmisores de radar. Asi se amplió el alcance de los cazas en Alemania, asi como tambien se extendió el alcance del sistema de radar que ayudaba a los bombarderos a buscar los objetivos y a engañar y quebrantar la caza nocturna alemana. En una misma operacion, las fuerzas de caza alemanas perdieron todas sus instalaciones de alerta inmediata y sus bases avanzadas de Francia. Estos factores, unidos a la campaña del petróleo, que, ya hacia agosto, había hecho sentir sus efectos, trajeron consigo el virtual derrumbamiento de las fuerzas de caza alemanas y un mayor aumento del dominio aereo anglo-americano, lo que pronto se reflejó en la precipitada disminucion de las bajas del Mando de Bombardeo. En junio de 1944, el Mando de Bombardeo perdió el 11% de los bombarderos pesados enviados a atacar objetivos alemanes. En agosto, el numero había bajado al 3,7%. En septiembre bajó aun mas, y en todo este período las perdidas producidas al Mando en sus operaciones diurnas nunca alcanzaron magnitudes serias, aunque sus tacticas habían sido, hasta cierto punto, improvisadas apresuradamente. A pesar de todo esto, la iniciacion de los ataques diurnos por parte del Mando de Bombardeo, al principio significó poco mas que el reparto de gafas ahumadas y la orden a las tripulaciones de mantenerse agrupadas.

Por todas estas causas, la enorme potencia destructiva de la ofensiva de bombardeo anglo-americana se veía, cada vez mas, libre de oposicion. Los adelantos tecnicos de armas y aviones y la reduccion de las fuerzas enemigas no solo hicieron aumentar la precision y versatilidad de la ofensiva aerea; tambien aumentaron su magnitud considerablemente. En julio y agosto de 1944 el Mando de Bombardeo arrojó mas de 120.000 toneladas de bombas, en contraste con las 37.000 arrojadas en los mismos meses de 1943. En julio y agosto de 1944 la Octava Fuerza Aerea de EEUU arrojó 85.000 toneladas de bombas, en vez de las 7.500 de julio y agosto del año anterior, a cuyo numero hay que añadir la cantidad, mucho mas pequeña, pero no insignificante, arrojada por la Decimoquinta Fuerza Aerea desde Italia.

Los problemas de busca de objetivos y de precision al arrojar las bombas sobre el blanco, asi como los de eficacia destructiva, estaban siendo reducidos con gran rapidez por la introduccion de tecnicas cada vez mas eficaces, el desarrollo de nuevos sistemas de ayuda en vuelo y la produccion de bombas cada vez mas poderosas, que llegaban incluso hasta la ''Tallboy'' de 6 toneladas y la ''Grand Slam'' de 10 toneladas, diseñadas por el Dr. Barnes Wallis, con un potencial de destruccion sin precedentes. La Europa ocupada por Alemania se había convertido ahora en un area mucho menor, con lo que se reducían tanto el problema de alcance como el de concentracion geografica de los bombardeos. Hasta las fuerzas aereas tacticas, en su apoyo al avance de los ejercitos, sin darse cuenta, empezaron tambien a contribuir al bombardeo estrategico de Alemania.

Esta ultima consideracion fue un punto que hizo particular impresion al segundo Comandante Supremo, Tedder. En su intento de formular proyectos de como utilizar la aviacion en la fase final de la guerra, Tedder se fijó especialmente en la importancia que tenía el encontrar formulas que pudieran ser aplicables a toda clase de aviacion, tactica o estrategica, de corto o largo alcance. Buscaba tambien la formula que pudiera aplicarse, en general, a todas las necesidades basicas, y especialmente a aquellas que surgían, por un lado, de la idea de una ofensiva aerea estrategica independiente contra los organos vitales de Alemania y, por el otro, de la obligacion que el avance de los ejercitos imponía tanto de preparacion aerea previa como de apoyo posterior. Esta concepcion tan amplia y de tanto alcance fue llamada por Tedder como la ''estrategia del comun denominador''. Desde su punto de vista, la politica que cumplía todos los requisitos era la de atacar al sistema de transportes. Sus objetivos: ferrocarriles, canales y carreteras, y todas sus instalaciones de apoyo, que ofrecían blanco a cualquier clase de ataque, desde el cohete lanzado desde los aviones de caza hasta el bombardeo desde los aparatos pesados, ya que volaban sobre todo el territorio enemigo. Tal politica cumpliría tambien, desde el punto de vista de Tedder, el requisito dual que planeaba el avance del ejercito, pues la dislocacion sistematica del sistema de transportes aleman impediría a su ejercito entrar en accion contra el avance aliado. Tambien impediría la normal actividad industrial alemana, y de esa forma conseguiría ser de gran eficacia como expresion de la ofensiva aerea estrategica.

Estas ideas, sin embargo, no daban la debida importancia a las perspectivas tan atractivas de la ofensiva del petróleo, punto particularmente evidente no solo para Spaatz, a cuyo esfuerzo y determinacion debía tanto la campaña del petroleo, sino tambien al jefe del Estado Mayor del Aire británico, Charles Portal. Al llegar el mes de agosto, empezó a verse con gran claridad que los ataques llevados a cabo contra las plantas petroliferas, desde mayo, estaban teniendo efectos considerables. Los alemanes, que habian perdido ya sus grandes fuentes naturales de petróleo en Rumania y sus pequeñas en Polonia a manos de los rusos, se veían obligados a depender casi exclusivamente de la produccion de petroleo sintetico de sus fabricas en el interior del pais.

CONTINUA

gerkamp · Mensaje por **gerkamp** » Lun Jul 04, 2011 10:22 pm

PARTE III
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La determinacion que Portal y Spaatz tenían de continuar con la ofensiva del petróleo se basaba en los informes entregados por los servicios de inteligencia, y estos motivos se hubieran visto extremadamente reforzados si les hubiera sido posible ver los informes secretos que Speer estaba dando a Hitler. El 30 de agosto, por ejemplo, Speer escribió a Hitler diciendole que las plantas de hidrogenación de petróleo de Leuna, Brux y Poelitz habían sido totalmente paralizadas. La producción de toda clase de combustible (gasolina, aceite pesado, gasolina de aviacion, etc) había bajado. La gasolina de aviación se producía, antes de que empezaran los bombardeos, a un ritmo de 175.000 toneladas al mes; en agosto solo se produjeron 120.000 toneladas. Otros combustibles, de los que antes salían alrededor de 37.000 toneladas al mes, bajaron en agosto a 3.000 toneladas. El aceite pesado, producido antes de los bombardeos en un orden aproximado de 90.000 toneladas al mes, bajó en agosto a 65.000 toneladas. La gasolina bajó de una cifra de 125.000 toneladas a una de 60.000 en agosto.

Esta dramática caida en la producción, causada por los bombardeos, ponía a Alemania frente a un sombrío panorama. Speer advirtió a Hitler que las operaciones militares planeadas para octubre habrían de ser restringidas para ahorrar combustible y que, a no ser que las defensas antiaereas pudieran ahuyentar a los bombarderos aliados, o bien que estos mismos, creyendo que ya habían producido suficiente daño en las plantas petroliferas, decidieran dedicarse a otros objetivos, dando tiempo a los alemanes para reparar los desperfectos, preveía las mas grave crisis, tanto para la industria como para las fuerzas armadas.

Nadie conocía la verdadera posicion de la economía de guerra alemana tan bien como Albert Speer, y entre todos los documentos sacados a la luz despues de la guerra, ninguno mostraba con tanta claridad, como sus informes a Hitler, el gran éxito que la campaña aliada del petróleo había conseguido, y lo equivocados que estuvieron tanto los britanicos como los americanos en no concentrar aun mas sus esfuerzos sobre ella a la vista de los exitos iniciales de mayo y junio de 1944.

De todas formas, en aquel momento parecía que había otras muchas y muy prometedoras actividades en que emplear los bombardeos. El comandante en jefe del Mando de Bombardeo era esceptico respecto a la campaña del petroleo, a la cual le dió el mismo mote que le había dado a muchos otros planes de bombardeo selectivo de industrias especificas como la de rodamientos, transportes, etc. Ese mote era el de ''pregonero de panaceas''. En todo caso, estaba comprometido a realizar grandes esfuerzos para apoyar directamente a los ejercitos, y esperaba que con los recursos sobrantes se pudiera reanudar el bombardeo general por zonas de las ciudades alemanas mas importantes que no hubieran sido destruidas todavía, o de aquellas que se hubieran recuperado ya de ataques anteriores.

La teoría de Harris era que las apreciaciones de los servicios de inteligencia, que mostraban puntos vulnerables de la economía bélica alemana, tal como la producción de petróleo sintetico, con frecuencia terminaban por ser defectuosas. Creía que, despues de llevados a cabo los ataques, algo hacía pensar casi siempre que, o bien los alemanes no tenían tanta dependencia como la que se suponía en tal complejo, o bien que podían obtener sustitutos adecuados de los productos que salían de esos complejos. Ademas, con frecuencia, en anteriores ocasiones había sido efectivamente asi, como por ejemplo en el caso de los rodamientos. Sin embargo, era una pena que Harris extendiera su opinion sobre estos asuntos a la campaña del petróleo, pues en este caso, como pudo comprobarse, estaba equivocado. En el verano de 1944 tomó forma un plan para atcar al pueblo aleman directamente en sus ciudades, lo que habría de producir importantes resultados. Este plan, conocido posteriormente como ''Thunderclap'', consistía en darles a los alemanes el golpe de gracia para que la guerra terminara cuando aun era posible que continuara. Las condiciones supuestamente necesarias para esto eran aquellas en que, si bien los ejercitos germanos estaban practicamente derrotados, todavía persistirían movimientos clandestinos de resistencia o guerrillas. En tales circunstancias, un bombardeo masivo de Berlín o alguna otra ciudad, o al menos asi se pensaba, convencería a los alemanes de una vez por todas de que no tenían mas salida que la rendicion.

Si tal posibilidad era un camino deseable y necesario o no, fue tema de discusion en las reuniones de los jefes de Estado Mayor britanicos y americanos, aun cuando los jefes de Estado Mayor del Aire británicos no estaban muy impresionados con la idea. Mientras tanto, el bombardeo por zonas de las ciudades alemanas continuó significando gran parte de la vigente politica de ofensiva aerea. La creciente diferencia de opiniones entre Portal y Harris no se debía a la conveniencia de bombardear las ciudades, pues segun las condiciones atmosfericas, a veces era lo unico que quedaba por hacer; se debía a si la prioridad tenía que darse al ataque de estas o al bombardeo de objetivos petrolíferos.

Esta divergencia de opinion y la existente entre Portal, Harris y Tedder sobre que politica de bombardeo debía de seguirse, no se resolvieron con la misma rapidez con que los problemas tacticos y tecnicos lo estaban haciendo ahora. En resumen, el sistema director de la ofensiva de bombardeo se estaba mostrando inferior al sistema ejecutor.

Hacia septiembre de 1944 parecía que la victoria se concretaría hacia navidad. Los rusos se acercaban a las fronteras orientales de Alemania, los aliados anglo-americanos avanzaban sobre Italia, y las fuerzas de Eisenhower, una vez liberada Francia, se cerraban sobre el Rhin. Alemania padecía una escasez de combustible que amenazaba con inmovilizar tanto su industria como sus fuerzas armadas. Ahora la cuestion era saber cual habría de ser la causa operativa inmediata de la desaparicion del Tercer Reich, si el bombardeo estrategico o la ocupacion militar.

Las disponibilidades, en forma de efectivos de bombardeo, que había para lograr el primer objetivo, o para cooperar en el segundo, eran amplias. En los ultimos tres meses de 1944 el Mando de Bombardeo arrojó nada menos que 163.000 toneladas de bombas, en contraste con las 40.000 y las 8.000 toneladas que fueron arrojadas en los mismos períodos respectivos de 1943 y 1942. Solo contra la ciudad de Duisburg, el Mando de Bombardeo arrojó, en 24 horas, el mismo peso de bombas que los alemanes habían dejado caer sobre Londres en toda la guerra. Tal era el aumento en la contribucion britanica a la ofensiva combinada de bombardeo.

Tambien la contribucion americana estaba creciendo hasta proporciones formidables con la acción de la Octava Fuerza Aerea desde Inglaterra y la Decimoquinta desde Italia. Un elemento de juicio dramatico y revelador lo proporciona la consideracion británica del tonelaje de bombas arrojado por las tres fuerzas durante los meses de octubre y noviembre de 1944, a pesar de que, como recordaremos, las operaciones fueron frecuentemente restringidas por el mal tiempo. Los mencionados tonelajes fueron:
Mando de Bombardeo: 114.226 toneladas
Octava Fuerza Aerea: 75.033 toneladas
Decimoquinta Fuerza Aerea: 24.899 toneladas

No solo perduró el problema de concentrar el esfuerzo sobre los objetivos mas ventajosos, sino que tambien aumentó por dos principales razones. En primer lugar estaba la dificultad de decidir que objetivos eran los mas ventajosos, lo que, en ese momento, produjo un violento desacuerdo entre el jefe del Estado Mayor del Aire británico, Portal, y el comandante en jefe del Mando de Bombardeo, Harris. Y en segundo lugar, las condiciones atmosfericas invernales interponían obstaculos entre el objetivo y sus atacantes, especialmente en el caso de los americanos, que volaban a grandes alturas.

Durante los ultimos tres meses de 1944 el Mando de Bombardeo dedicó el 53% del tonelaje de bombas arrojado a los bombardeos por zonas de las grandes ciudades alemanas, el 15% a ferrocarriles y canales, el 14% a plantas petrolíferas, el 13% a objetivos militares tacticos como apoyo de las fuerzas de tierra, y un 5% a objetivos navales y a otros. La concentración en el bombardeo de ciudades, cada vez mayor, supuso los 2/3 de la totalidad del esfuerzo realizado por el Mando en el mes de octubre, mientras que la concentracion sobre los objetivos petrolíferos era todavía menor, solo del 6%. Esto tensó la discusion entre Portal y Harris. Portal expresó su firme conviccion de que los ataques a los objetivos petrolíferos tenían la capacidad de provocar el pronto fin de la guerra, y tambien sus dudas sobre la eficacia que, desde ese punto de vista, pudieran tener los bombardeos por zonas. Repetidamente exigía a Harris dedicar mas esfuerzos a la campaña del petróleo y menos al bombardeo de las ciudades. A pesar de que Harris no estaba de acuerdo con todo esto, en noviembre hubo un fuerte resurgir de los ataques a los objetivos petrolíferos. Aparatos pesados del Mando de Bombardeo atacaron, de día y de noche, las plantas de Nordstern, Scholven, Wesseling, Homberg, Wanne-Eickel, Sterkrade, Castrop, Kamen, Bottrop y Dortmund. Estas operaciones consumieron alrededor de 13.000 toneladas de bombas, lo que supuso el 24% de la totalidad empleada en el mes.

El esfuerzo de la Octava Fuerza Aerea fue todavía mayor. Sus Fortalezas y Liberators arrojaron 14.000 toneladas de bombas, un 39% de su esfuerzo total de noviembre, contra las plantas de Gelsenkirchen, Merseburg-Leuna, Gastrop, Sterkrade, Hannover, Hamburgo, Harburg, Bottrop, Misburg, Bohlen, Zeitz, Lützendorf y otras. La Decimoquinta Fuerza Aerea tambien incrementó el numero de sus ataques contra objetivos petrolíferos y, llegando a veces a operar hasta con 500 aviones, atacó varias plantas del sur incluyendo las de Floridsdorf, Moosbierbaum, Blechhammer South, Korneuburg, Viena y Linz.

Como Spaatz y Portal esperaban, estos ataques fueron muy eficaces. Mientras Portal y Harris continuaban escribiendose mutuamente sobre los meritos y deméritos del caso, Speer continuaba informando secretamente a Hitler. En uno de estos informes, con fecha del 19 de enero de 1945, expresaba que en el mes de diciembre del '44 solo se habian producido un total de 151.000 toneladas de gasolina de aviacion, gasolina normal y aceite pesado, en vez de las 284.000 toneladas que se habrían producido en condiciones normales. Era particularmente chocante la insuficiencia en la produccion de gasolina de aviacion; si la producción total debía de haber alcanzado las 107.000 toneladas, la real fue de solo 25.000. Las reservas se estaban agotando y Speer era cada vez menos optimista en cuanto a las posibilidades de reparar los daños producidos en las plantas. Hizo resaltar que las bombas mas pesadas, usadas en los ataques nocturnos, y que, segun decía, caían sobre sus objetivos con extraordinaria precision, producían daños mas duraderos y dificiles de reparar que las bombas ligeras arrojadas en los ataques diurnos. A pesar de todo, Speer tenía la esperanza de que pudiera llevarse a cabo la recuperacion hacia el mes de abril, siempre y cuando los ataques cesaran o disminuyeran.

Tal y como estaban las cosas, la situacion de Alemania era grave. Verdaderamente no hay duda de que hubiera podido ser, ya por entonces, fatal si los britanicos y americanos, de junio a diciembre de 1944, hubieran concentrado sus ataques en forma mas exclusiva y persistente sobre los objetivos del petroleo. A pesar de que Portal estaba en lo cierto, por ese entonces no tenía medios para saber con certeza quien tenía razon.

Portal no era, en absoluto, el unico en expresar su insatisfaccion por el rumbo que estaba tomando la ofensiva de bombardeo. Tedder, que tenía un punto de vista parecido al de Eisenhower, tampoco estaba satisfecho. Su teoría sobre una estrategia aerea con un comun denominador no estaba encontrando su perfecta expresion, por lo que en octubre redactó un memo en el que pretendía reunir en un solo patron todos los elementos dispares de la politica aerea. Los objetivos principales de este patron eran el sistema de transportes de Alemania y su enfoque particular, que segun él, debía de ser el Ruhr. Lo que ahora buscaba Tedder era aislar el Ruhr, lo que ciertamente constituía un objetivo con un denominador comun, ya que todos los elementos de la fuerza aerea podrían contribuir a su consecucion, y ademas su ejecucion sería compatible tanto con el deseo de de debilitar la industria alemana como el de ayudar a Eisenhower en las operaciones militares con las que ahora amenazaba al Ruhr.

Es posible que, en realidad, Tedder no fuera mas que una victima de su propia autopropaganda en el sentido de que el entusiasmo que sentía por la simetría y la lógica de su argumentacion afectó su capacidad para darse cuenta de la realidad de una situacion en la que, por un lado, Spaatz y Portal estaban convencidos de que el camino hacia la victoria era el bombardeo de objetivos petrolíferos, y por otro Harris continuaba decidido a completar su ofensiva general por zonas, que había costado a traves de los años tantos recursos y tanta sangre. De todas formas, las ideas de Tedder iban encontrando cada vez mayor expresion en las operaciones del Mando de Bombardeo, de la Octava Fuerza Aerea y de las Fuerzas Aereas Tacticas.

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gerkamp · Mensaje por **gerkamp** » Sab Jul 09, 2011 6:50 am

PARTE IV
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El 11 de noviembre de 1944 Speer informó a Hitler que la situacion en el Ruhr había llegado a un momento crítico. Speer ya había tomado medidas en su intento de normalizar la situacion: 50.000 trabajadores extranjeros anteriormente dedicados a la construccion de barricadas fueron puestos a trabajar en la reparación del sistema de transportes del Ruhr y sus alrededores; 30.000 mas iban a ser destinados a la reparacion de los daños producidos en las industrias del Ruhr, sacandolos de las industrias dedicadas a la produccion de armamentos. Se iban tambien a tomar medidas para restaurar los caminos fluviales y reforzar las defensas antiaereas. Sin embargo, Speer admitía que en realidad estas medidas poco podrían influir en la situacion, concretamente en el hecho de que el Ruhr podía darse por perdido para la economía bélica alemana. No era solo que las industrias del Ruhr se estaban desmoronando como consecuencia de los daños producidos en ellas directamente, sino que, ademas, durante las seis semanas anteriores, toda la zona había quedado progresivamente aislada de aquellas zonas donde su produccion era necesaria.

Esto constituía, como lo hicieron la campaña contra los ferrocarriles franceses (marzo - junio de 1944) y la del petróleo (mayo - diciembre de 1944), un tercer caso claro de gran exito comprobable a cuenta de la ofensiva aerea estrategica, exito que se debe observar medido sobre la base de testimonios alemanes de primera mano, no por calculos hechos por los aliados y basados principalmente en suposiciones y buenos deseos.

Aunque ello no podía saberse con certeza, en aquel tiempo, ni en Gran Bretaña ni en EEUU empezaba a quedar claro que los resultados mas eficaces conseguidos por los bombardeos procedían de operaciones selectivas contra las comunicaciones y las plantas petrolíferas, no de los ataques generales a las grandes ciudades. De todas formas, hay que reconocer que la efectividad de los planes de bombardeo selectivo debía mucho a los ataques generales, que continuaron haciendose y que, ciertamente, fueron lo mas importante del esfuerzo que el Mando de Bombardeo realizó durante los ultimos tres meses de 1944.

Durante este período el Mando de Bombardeo lanzó ataques por zonas contra 16 ciudades del Ruhr, 11 del sur y del sudoeste, y 5 en la zona norte-centro de Alemania. Los ataques mas fuertes se hicieron contra Duisburg, Essen, Colonia y Dusseldorf, sobre las que se dejaron caer mas de 38.000 toneladas de bombas. Desde principios de octubre hasta finales de diciembre el Mando de Bombardeo dejó caer sobre el Ruhr, o al menos lo intentó, alrededor de 60.830 toneladas de bombas. Por otras zonas, los ataques se llevaron a cabo contra Ulm, Stuttgart, Karlsruhe, Heilbronn, Freiburg, Ludvishafen, Saarbrucken, Nuremberg, Munich, Bonn, Coblenza, Bremen, Wilhelmshaven, Brunswick, Osnabruck y Giessen.

En mucho de estos ataques, especialmente aquellos hechos contra el Ruhr, la mayor parte de las bombas arrojadas eran de explosivos de gran potencia, en contraste con la politica anterior de arrojar primordialmente bombas incendiarias. Todo iba dirigido a aumentar los daños estructurales y a hacer que sus efectos fueran mas duraderos. Por otra parte, muchos de los daños causados en ciudades alemanas por ataques de los americanos se debían a que, por la gran altura a que tenían que volar desde la cual arrojaban las bombas, con frecuencia éstas, en lugar de caer en objetivos selectos como plantas de petroleo o centros de distribucion de materiales, caían en los centros de población.

Aunque la opinion de Harris, de que la politica de bombardeos selectivos se basaba siempre en premisas falsas y de que la unica forma de inflingir verdaderos daños al enemigo era llevando a cabo los ataques por zonas, demostró ser erronea, especialmente en lo que se refiere a las campañas del petróleo y de los transportes, no hay duda, sin embargo, de que tanto la una como la otra debían parte de su exito a las operaciones de Harris. La situacion en la que se encontraba el Ruhr, descrita a Hitler por Speer en noviembre de 1944, se debía a los bombardeos por zonas de Harris. Otro factor no tan importante como el anterior era el hecho de que las pequeñas plantas de benzol alemanas, que con su producto contribuían al aprovisionamiento de petroleo, se encontraban frecuentemente en areas industriales y en lugares desconocidos por los servicios de inteligencia aliados. Un sin numero de ellas fue totalmente destruido debido a ataques generales por zonas tanto en el Ruhr como en otros lugares.

La politica de bombardeo por zonas, a la que el Mando de Bombardeo se adhirió con tanta persistencia, produjo resultados cada vez mas eficaces, no solo por la potencia cada vez mayor con que se realizaba, sino tambien porque se hacía cada vez con mayor precision y mayor concentracion sobre el objetivo. Las tecnicas de bombardeo nocturno o diurno, en lo que se refiere a precisión, tambien se desarrollaron rapidamente. Y, ademas, el armamento necesario para hacer juego con estas tecnicas estaba en camino. El Mando de Bombardeo comenzó a realizar operaciones contra el acorazado alemán Tirpitz, uno de los buques de guerra mas poderosos y modernos del momento, y que había sido durante largo tiempo una espina clavada en los Estados Mayores Navales aliados. Situado en una base noruega, tenía capacidad, aunque rara vez la usara, para salir y amenazar las lineas de comunicacion maritimas británicas con Rusia o America. Su simple existencia obligaba a los británicos a mantener una flota de guerra preparada para entrar en combate con él, flota que, de no ser por el Tirpitz, podría emplearse en otros lugares, como por ejemplo el Pacifico. No es sorprendente, por lo tanto, que de vez en cuando se intentara destruirlo o, al menos, desmantelarlo. Un ataque verdaderamente épico realizado por submarinos de bolsillo en septiembre de 1943 le produjo considerables daños. Las reparaciones que se le hicieron al navío aleman fueron parcialmente deshechas debido a un ataque efectuado en marzo del '44 por las Fuerzas Aereas de la Armada. En el verano, llegó el momento de volver a atacar. El acorazado estaba anclado, en ese momento, en el fiordo Alten, casi en el extremo norte de la larga costa noruega. Allí quedaba fuera del alcance de los Lancasters con base en Inglaterra, ya que estos no contaban con el suficiente radio de acción para ir y volver. Se decidió hacer el ataque desde la base rusa de Yagodnik, ubicada en el Óblast de Arjángelsk. En consecuencia, la tarde del 11 de septiembre salieron hacia Rusia unos 38 Lancasters armados con bombas anti-buques, entre ellas las ''Talboy'' de 6.000 kilos. Uno de los bombarderos perdió su carga en el camino y tuvo que regresar. 6 más se estrellaron en Rusia al serles imposible encontrar o hacer contacto con Yagodnik. Otros 2 llegaron allí averíados, mientras que 27 pudieron llegar a la base sovietica en perfectas condiciones para comenzar con la mision. 2 Liberators transportaron el personal de tierra, un Mosquito llegó para hacer los vuelos de reconocimiento atmosferico sobre el fiordo, y otro Lancaster se envió para filmar la ación.

El 15 de septiembre, despues de algunas estrafalarias experiencias con sus anfitriones rusos, quienes, por cierto, les cobraron 9.239 rublos por el hospedaje; y despues de un vuelo de reconocimiento del Mosquito, los 27 aviones destinados a la operacion y el Lancaster enviado para filmar, despegaron con rumbo al fiordo Alten. Llegaron allí poco antes de las 13:00 horas; había muy pocas nubes y el Tirpitz, aparentemente, no se había percatado de su llegada. En menos de un minuto cayeron 5 bombas Tallboy, pero antes de que se pudieran conocer los resultados o llevar a cabo el resto del ataque, el area quedó cubierta de una pantalla de humo. El Lancaster dedicado a la observacion hubo de regresar a Wahington con evidencias poco concluyentes. Los otros aparatos atacantes regresaron a Yagodnik y luego a su base. Dos horas despues de la incursion, el Mosquito volvió sobre el fiordo para ver que había pasado, pero el piloto solo pudo ver que el buque seguía allí. Una fotografía tomada cinco días despues mostró que el navío había sido averíado pero sin indicar, en forma alguna, hasta que punto.

La realidad era que el Tirpitz había sido gravemente dañado en esta tan brillante y complicada operación. Los alemanes estimaron que se necesitarían por lo menos 9 meses para repararlo, y decidieron no hacerlo. En lugar de eso, le llevaron a una penosa marcha de 6 a 7 nudos, de Alten a Tromsó, lo que le ponía al alcance de los Lancaster modificados con base en Lossiemouth. Desde allí despegaron 31 Lancasters pertenecientes a las escuadrillas 617 y 9, y se dirigieron hacia el Tirpitz el 12 de noviembre de 1944. Le atacaron desde alturas comprendidas entre los 3.600 y 5.000 metros, y cuando viraron para regresar, el acorazado ya estaba escorado. Poco despues se dió la vuelta completa y enseñó la quilla. De los 1.900 hombres a bordo, 1.000 murieron o resultaron heridos. El Mando de Bombardeo no sufrió ni una sola baja.

Ni este triunfo tan espectacular ni la enorme, aunque no muy bien coordinada ofensiva de bombardeo, ni siquiera las vastas operaciones militares de americanos, británicos y rusos consiguieron, sin embargo, poner de rodillas a los indomables alemanes y a su poseso lider. Por el contrario, hacia fines de año, cuando parecía que la guerra debía de haberse acabado, los alemanes lanzaron la contraofensiva de las Ardenas.

El 14 de enero de 1945 el comandante general de las Fuerzas Aereas de Ejercito de EEUU, general Arnold, escribió a su jefe, el comandante en jefe de las operaciones, general Carl Spaatz:

''Nuestra superioridad sobre Alemania es ahora, como minimo, de 5 a 1, pero a pesar de nuestra esperanzas, sueños y planes, todavía no hemos podido sacar de ello el partido que debiéramos. Aunque no podamos obligar a capitular a los alemanes con nuestros ataques aereos, me parece, sin embargo, que este poderío tan tremendo debería proporcionarnos resultados mucho mejores y mucho mas decisivos que los que obtenemos. Esto no supone critica por mi parte, pues, francamente, no conozco la solucion del problema, asi que lo que estoy haciendo ahora es dejarme llevar por mis pensamientos en la esperanza de que ello nos pueda inspirar de alguna forma que nos ayude a terminar esta guerra lo antes posible.''

Esta reveladora confesión del general Arnold muestra la frustracion y, hasta la melancolía que presidían las conferencias aliadas en aquellos momentos. La ofensiva de las Ardenas, que había desviado completamente de su camino a las Fuerzas Aereas aliadas y que había retrasado los planes de Eisenhower de un avance hacia el interior de Alemania, tardó poco en contenerse, pero proporcionó la triste evidencia de que el poder de recuperacion de los germanos seguía allí. Parecía que la guerra no se iba a terminar nunca, pero ademas, esta estaba entrando peligrosamente en un nuevo y alarmante período de desarrollo de nuevas armas. La bomba atómica era ya una posibilidad. Los alemanes habían construido e incluso lanzado los primeros misiles de crucero V-1 y los mas avanzados cohetes parcialmente dirigidos V-2. En ese momento demostraban llevar clara ventaja a los aliados en el desarrollo de vuelos tripulados a altas velocidades. Ya tenía un buen numero de cazas a reacción en servicio. Ademas, los alemanes habían adaptado a sus submarinos unos respiraderos, conocidos como ''Schnorkels'', lo que les permitía permanecer sumergidos mucho mas tiempo, haciendo su persecucion mucho mas dificil. El dominio aereo por el que tan penosamente se luchó y que definitivamente se consiguió en 1944, ¿iba a ser invertido en 1945? ¿Podría ser vencida Alemania y derrocado Hitler en ese año? ¿Cuanto tiempo se podría hacer durar el esfuerzo bélico aliado? En ese momentos los rusos se lanzaron al ataque y reanudaron su rápido avance hacia las fronteras orientales de Alemania.

Esta situacion creó, dentro del campo aliado occidental, una serie de factores nuevos que afectaban a la orientación de las fuerzas de bombardeo anglo-americanas. Primero, existía la consideracion defensiva de que, ademas del gran esfuerzo dedicado por las fuerzas aereas en diciembre de 1944 y enero del '45 al restablecimiento de la situacion militar que siguió a la ofensiva de las Ardenas, habría que reanudar los ataques contra la industria alemana de produccion de aviones de caza y contra los submarinos. En segundo lugar, se tenía la impresion de que el que se pudiera o no terminar pronto la guerra dependía, sobre todo, del avance ruso y, por lo tanto, se hacía necesario el crear los medios para ayudar al Ejercito Rojo por medio de bombardeos. En tercer lugar, daba la sensacion, apuntada timidamente por el general Arnold y puesta de manifiesto por el jefe de Estado Mayor del Ejercito de EEUU, general Marshall, de que urgía la busqieda de nuevos sistemas, a ser posible decisivos y dramaticos, para los bombardeos pesados, con el fin de intentar despejar los contratiempos de diciembre y enero. En cuarto lugar, Portal y Tedder continuaban firmemente convencidos de que a pesar de lo confuso de la situacion, debía seguirse dando prioridad a los planes, todavía vivos, del petróleo y de los transportes, ya que pensaban que esa era la mejor forma de dejar que los bombarderos decidieran el fin de la guerra.

El ''tremendo poderío'' al que se refería Arnold en su carta a Spaatz llegaba ahora, sin incluir las numerosas fuerzas aereas tacticas, a una fuerza operativa de poco menos de 4.000 bombarderos. En enero de 1945 la Octava Fuerza Aerea enviaba con frecuencia 1.500 bombarderos en operaciones de un solo día; la Decimoquinta, aunque más pequeña, tenía en cambio un grado de precision mayor que la Octava. Sin embargo, ninguna de las dos había conseguido acostumbrarse al clima de Europa, especialmente al que prevalecía en los meses de invierno. Por ejemplo, durante el mes de enero, el 80% de los ataques realizados por la Octava y Decimoquinta Fuerzas Aereas se hicieron, siguiendo indicaciones de radar, volando por encima de las nubes. El promedio de error circular de la Octava Fuerza Aerea en estos ataques fue de alrededor de 3 kilometros de diametro, y el de la Decimoquinta, de 1,5 aproximadamente.

El mando de bombardeo generalmente alcanzaba mejores resultados, independientemente de las condiciones climatologicas. Apoyandose menos en tacticas de formacion, las cuales, en cualquier caso, no tenía la suficiente habilidad para manejar en forma conveniente, el Mando de Bombardeo poseía, en cambio, tanto en ataques por zonas como de precision, mas inspiracion individual y menos patrones de bombardeo a seguir, aunque estos ultimos eran usados a veces por los británicos en ataques diurnos guiados por Oboe y por un nuevo sistema de radar llamado ''GH''. El Mando de Bombardeo continuaba, asimismo, llevando mucha mayor carga de bombas que las Fortalezas y Liberators americanos. No era solo que el promedio de bombas transportadas en los aparatos británicos, un peso aproximado de 4 toneladas, fuera mas del doble del promedio americano, sino que, ademas, llevaban las grandes bombas, como la ''Grand Slam'' de 10 toneladas, que eran de especial importancia en las empresas mas dificiles, como el desmantelar permanentemente plantas petrolíferas, la destruccion de grandes viaductos como el de Bielefeld, la rotura de los diques en los canales, el hundimiento de de acorazados, y la perforacion de tuneles de ferrocarriles o de refugios para submarinos reforzados con hormigon.

Sin embargo, el Mando de Bombardeo era ahora substancialmente inferior en numero a las fuerzas americanas. En enero de 1945 el promedio diario de fuerzas listas para la acción del Mando de Bombardeo era de 1.420 unidades. Para el mes de abril ese numero había subido a 1.609. A pesar de todo, las fuerzas britanicas arrojaron en el año 1945, mes a mes, aproximadamente el mismo tonelaje de bombas que la Octava Fuerza Aerea. Entre enero y mayo el Mando de Bombardeo arrojó 181.740 toneladas por 188.573 de los americanos, aunque hay que hacer notar que estos totales son el resultado de la suma exacta de cifras necesariamente aproximadas.

De todas formas, el Mando de Bombardeo siguió en deuda con EEUU en lo referente a sus operaciones. Y no solo porque gran parte de los motores Merlin que propulsaban la mayoría de sus Lancasters, a muchos de sus Halifaxes y a todos sus Mosquitos, estuvieran construidos bajo licencia en EEUU, sino tambien porque el bajo numero de perdidas que ahora se producían eran testimonio constante de la eficacia del dominio aereo, que por encima de toda consideracion, se debía a las Fortalezas americanas, a sus bombarderos Liberator y a sus cazas P-51 Mustang, Thunderbolt y Lightning. De los 67.483 vuelos realizados por el Mando de Bombardeo en 1945, solo 608 no regresaron.

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gerkamp · Mensaje por **gerkamp** » Dom Jul 10, 2011 12:57 am

PARTE V
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El total del esfuerzo realizado por el Mando de Bombardeo, en lo que se refiere a tonelaje de bombas arrojado, se distribuía así: un 30% dedicado al bombardeo por zonas de las ciudades, un 25% a objetivos petrolíferos, alrededor del 15% a objetivos del sistema de transportes, un 14% a bombardeos de objetivos militares directos (fortificaciones y tropas), un 6% a objetivos navales, y el 1% restante a objetivos diversos. La tarea desempeñada por los americanos ponía de manifiesto una mayor concentracion en el bombardeo del sistema de transportes y menor en el de las ciudades, aunque estas no eran denominadas asi por los americanos en su clasificacion de objetivos; pero, en conjunto, la distribucion de su tarea correspondía a la del Mando de Bombardeo llenando los huecos que esta dejaba en la ofensiva, y asi, en esta fase final, las operaciones entraban mas dentro de la categoría de una ofensiva de bombardeo combinada.

A pesar de sus perturbaciones, cambios y vaguedades que se habían producido, hubo una real y efectiva concentracion de esfuerzo en la campaña del petróleo, la que hacia abril llegó a su total madurez. La Octava Fuerza Aerea hizo una gran contribucion, al principio, atacando Ploesti, y despues, concentrando sus ataques sobre objetivos austriacos, hungaros y del sur de Alemania. Desde luego lo mas importante de la campaña cayó sobre los hombros de la Octava Fuerza Aerea y del Mando de Bombardeo, y, por supuesto, los objetivos mas importantes fueron las plantas de obtencion de petroleo sintetico. Entre mayo de 1944 y abril de 1945 el Mando de Bombardeo, en estas operaciones, atacó 42 plantas, sobre las que arrojó mas de 63.000 toneladas de bombas. Esos ataques fueron compartidos con la Octava Fuerza Aerea que, a su vez, arrojó sobre las plantas de petróleo 45.000 toneladas de bombas.

Hacia marzo del '45 habían sido destruidas casi todas las plantas petrolíferas, quedando solo unas pocas y pequeñas fábricas de benzol como suplemento de los suministros, cada vez menores, del petroleo natural húngaro. El ejercito aleman y sus fuerzas aereas se veían ahora obligados a depender del combustible que quedaba almacenado en los pocos depositos que todavía no habían sido bombardeados. A partir de abril, debido a la escasez de combustible, Alemania quedó totalmente imposibilitada para llevar a cabo ningun tipo de operación militar a gran escala. Si bien tardó en llegar, el resultado, por sus efectos, fue, al fin, completamente decisivo.

Los efectos producidos por el bombardeo sobre el sistema de transportes no fueron mucho menos decisivos. Hacia el 24 de marzo de 1945, el Ruhr había sido ya completamente incomunicado del resto de Alemania por una campaña de bombardeos en la que las fuerzas aereas tacticas británicas y americanas colaboraron en gran manera al esfuerzo de los bombarderos pesados. A pesar de ello, esta empresa solo pudo lograrse una semana antes de que el area fuera completamente cercada por los ejercitos aliados. Aun asi, la industria alemana ya había sufrido enormemente los efectos del anterior aislamiento parcial del Ruhr, y, cuando este se perdió, el ataques general sobre las comunicaciones ya estaba produciendo cierta paralizacion industrial, militar e incluso administrativa en muchas partes de la nación.

Al igual que en el caso de la campaña del petróleo, los resultados absolutos del bombardeo fueron alcanzados casi al mismo tiempo que el avance de los ejercitos aliados tanto por el oeste como por el este, pero, por supuesto, este avance se debía en gran parte a las campañas aereas estrategicas contra los transportes y el mencionado petróleo. Sin embargo, los Estados Mayores del Aire británicos y americanos buscaron ademas otros medios de acelerar la victoria militar. Particularmente, a principios de año, cuando, debido al sentido de frustracion que se tenía y a la creencia de que la unica esperanza de una pronta victoria residía en la ayuda que se le diera a la ofensiva rusa que había comenzado en enero, se prestó atencion para ayudar a los rusos por medio de los bombardeos. Asi, el antiguo plan, conocido como ''Thunderclap'', dió lugar a una nueva aplicacion. Como se recordará, el plan Thunderclap se refería al momento en que los ejercitos alemanes estuvieran ya practicamente derrotados en los campos de batalla, y los aliados no estuvieran seguros de si iban a tener que enfrentarse a la posibilidad de una rendicion organizada o a la explosion de movimientos clandestinos y a la anarquía. Se pensó que, en tal situacion, un demoledor y repentino ataque desde el aire, probablemente contra Berlín, podría producir en las autoridades alemanas un estado de animo adecuado para hacer la rendicion en forma organizada, y en el pueblo aleman la disposicion para aceptarla.

Hacia finales de enero surgió la idea de que este plan, combinado con ataques a las comunicaciones alemanas detras de sus lineas en el frente oriental, podría ser un camino eficaz para hacer posible la contribucion de los bombarderos a la aceleracion del avance ruso. Los ataques a Berlín se proyectarían con el fin de convencer a los alemanes de que toda resistencia futura sería muy costosa y sin esperanzas. Los ataques sobre las comunicaciones tendrían como objetivo el retrasar la llegada de tropas germanas a los puntos de avance ruso. Se esperaba asimismo que Berlín se hallara lleno de refugiados que huían del avance sovietico y, en consecuencia, que un fuerte bombardeo en el momento crítico produjera graves problemas administrativos a los alemanes. Finalmente, era tambien creencia general que sería deseable demostrar a los rusos que britanicos y americanos tenían la capacidad y la voluntad de proporcionarles asistencia activa en sus operaciones militares.

Todo esto estaba claro, y daba expresion a un sentimiento pronunciado de que algo drástico y fuera de lo comun se debía de emprender con el fin de activar la guerra y acercarla a su final. De aqui en adelante, sin embargo, la historia se hace un poco mas confusa, y puesto que los ultimos desarrollos y ejecuciones del plan han dejado sus dudas, sobre todo en algunos, sobre la conducta de británicos y americanos, será interesante describirlo con cierto detalle.

En la tarde del 25 de enero de 1945, el segundo al mando del Estado Mayor del Aire, Norman Bottomly, telefoneó a Harris para informarle del desarrollo de los acontecimientos y planes, y para discutirlos con él. Harris le dijo que él ya tenía la idea de atacar Berlín y sugirió que esta acción se debería complementar haciendo ataques similares y simultaneos contra Chemnitz, Leipzig y Dresden. Al igual que Berlín, podría ser que estas ciudades estuvieran tambien repletas de refugiados del avance ruso, y ademas eran puntos centrales en el sistema de comunicaciones alemán del frente oriental. Al día siguiente, Bottomly informó de esta conversacion a su jefe, Portal, e indicó que, si los ataques a Berlín iban a hacerse a tan gran escala, debía de solicitarse la colaboración de las fuerzas del general Spaatz.

En ese momento, Portal estaba preparandose para acompañar al Primer Ministro a Malta, camino de la conferencia que se iba a celebrar en Yalta bajo el auspicio de los rusos, y ademas, ya tenía otra razon urgente para considerar como se debía adaptar, en caso de que se llevara a cabo, la politica de bombardeos de forma que estos ayudaran a los sovieticos. La tarde anterior, Churchill, que probablemente tenía en la cabeza la preocupacion de como se desarrollarían sus conversaciones con Stalin, preguntó al Ministro del Aire, Archibald Sinclair, por los planes que hubiese dirigidos a atacar desde el aire a los alemanes durante su retirada de Breslau. Al menos, eso es lo que Sinclair creyó que le habían preguntado.

Asi que el 26 de enero, Portal dió su opinion en cuanto a que debía de hacerse. Se proclamó en contra de cualquier operacion masiva sobre Berlín. Creía que los resultados no serían totalmente decisivos, y temía que el numero de bombarderos perdidos fuera demasiado grande. Tampoco se mostraba favorable a cualquier distraccion de las tareas de bombardeo hacia el sistema de comunicaciones del frente oriental. Creía que no valdría la pena. Estimaba mucho mas conveniente seguir dando la máxima prioridad a los ataques contra la producción alemana del petróleo. De tods maneras, pensaba que sería deseable hacer un fuerte ataque contra Berlín y tambien bombardear Dresde, Leipzig, Chemnitz, ''o cualquier otra ciudad en la que un fuerte bombardeo causara no solo confusion entre los evacuados del este, sino que tambien entorpeciera el movimiento de tropas prevenientes del oeste''.

Por consiguiente, el mismo 26 de enero Sinclair dirigió una nota al Primer Ministro, en la que trataba sobre la informacion pedida la tarde anterior. Decía que los blancos ofrecidos por los alemanes en retirada masiva hacia Berlín y Dresden serían mejor aprovechados por fuerzas aereas tacticas, y que esa posibilidad debía ser explotada por aviones de caza rusos volando al ras de la tierra. Veía pocas posibilidades en una intervencion de los bombarderos pesados británicos y americanos en acciones tácticas de este tipo, especialmente, porque no tendrían medios para saber exactamente los lugares donde terminaban los alemanes y empezaban los rusos. Expuso tambien el punto de vista de que el mejor empleo que se podía dar a los bombarderos pesados era el de mantener la campaña del petroleo, pues esto beneficiaría no solo a los aliados occidentales, sino que a los sovieticos tambien. En todo caso, cuando el tiempo no estuviera en condiciones para operaciones de la campaña petrolífera, ese sería el momento, según Sinclair, de bombardear Berlín ''y otras ciudades de Alemania oriental como Leipzig, Dresden y Chemnitz, que no solo eran los centros de control administrativo de los movimientos tanto civiles como militares, sino tambien los principales centros de comunicacion a traves de los cuales pasaba el grueso de los movimientos de tráfico''. La nota enviada por Sinclair terminaba diciendo que la posibilidad de llevar a cabo tales ataques a escala suficiente para que tuvieran efectos criticos sobre la situacion en Alemania oriental, ''se estaba considerando''.

Esto no era bastante para el Primer Ministro, quien naturalmente pensaba que había llegado el momento, no de proseguir las discusiones, sino de actuar inmediatamente. Dijo a Sinclair que el hostigamiento tactico de los alemanes en su retirada del frente oriental le tenía sin cuidado; lo que quería saber era ''si Berlín y, sin duda, otras grandes ciudades del este de Alemania, no deberían ser consideradas como objetivos especialmente interesantes''. Se alegraba de que esta cuestion ''se estuviera considerando'', pero concluía, ''le ruego me informe mañana sobre aquello que vaya a hacerse''.

Asi, la situacion, una vez mas, quedaba clara. El 27 de enero, sin ir mas lejos, Bottomly, oficialmente en nombre del Estado Mayor del Aire, ordenó a Harris que, tan pronto como la luna y las condiciones atmosfericas lo permitieran, ''hiciera un fuerte ataque contra Berlín y otros parecidos contra Dresden, Leipzig, Chemnitz, y otras ciudades convenientes''. Sinclair informó en seguida a Churchill sobre esto. Añadió que Harris se había comprometido a intentar realizar estas operaciones tan pronto como la luna empezara a menguar y el tiempo fuera bueno. Sinclair advirtió al Primer Ministro que ello probablemente no sucedería antes del 4 de febrero. Antes de salir para Malta, Portal y Bottomly discutieron con Spaatz sobre la cuestion de las prioridades, y, poco despues, Bottomly y Spaatz se reunieron con Tedder. El 31 de enero Bottomly estaba en condiciones de hacer saber a Portal, que se encontraba entonces en Malta, que habían llegado a un acuerdo y que el orden de prioridad aceptado era:
1º: Campaña del petróleo
2º: Bombardeo de Berlín, Leipzig, Dresden y otras ciudades
3º: Comunicaciones del frente oriental
4º: Fábricas de aviones de propulsion a chorro
5º: Fábricas de carros de combate

Spaatz ya había dado ordenes a la Octava Fuerza Aerea para comenzar el plan con el ataque a Berlín. En vista de la rapidez del avance ruso, se creyó conveniente informarles sobre estos planes.

En Yalta, efectivamente, se discutieron estas cuestiones. En un memo presentado el 4 de febrero por el segundo al mando del Estado Mayor del Ejercito Rojo, los rusos pedían a sus aliados occidentales que evitaran el movimiento de tropas alemanas desde el frente occidental, desde Noruega o desde Italia, a su propio frente ''por medio de ataques aereos contra los sistemas de comunicaciones'', y, en particular, pedían que ''los centros de Berlín y Leipzig fueran paralizados'' por medio de bombardeos.

Mientras tanto, el 3 de febrero el plan había entrado en acción. Casi 1.000 Fortalezas de la Octava Fuerza Aerea se presentaron en Berlín con condiciones atmosfericas favorables a una altura de 8.000 a 9.000 metros, y llevaron a cabo un ataque enormemente destructivo sobre los centros administrativos de la ciudad. Las bajas sufridas por los berlineses fueron extraordinariamente altas, y es posible que murieran alrededor de 25.000 personas. El 6 de febrero, la Octava Fuerza Aerea arrojó un total de 1.600 toneladas de bombas sobre las ciudades de Magdeburg y Chemnitz. La noche del 13 de febrero, el Mando de Bombardeo envió, en dos oleadas, mas de 800 aparatos sobre Dresden. Las condiciones de vuelo fueron magnificas. La oposicion alemana tanto en ruta como sobre el objetivo fue nula. La concentracion y precision del ataque fue excepcional, y los daños inflingidos no tuvieron precedentes. El 14 de febrero, a la luz del día, 400 aparatos de la Octava bombardearon la ya completamente devastada ciudad, y esa misma noche el Mando de Bombardeo atacó Chemnitz en lo que resultó ser una operacion mucho menos efectiva. La Octava Fuerza Aerea continuó llevando el plan adelante con ataques diurnos aun mas fuertes, incluyendo otro sobre Berlín el 26 de febrero y dos mas sobre Dresden el 2 de marzo y el 17 de abril.

Se produjo una enorme y terrible desruccion. El castigo mayor, por gran diferencia, cayó sobre Dresden durante el ataque nocturno del Mando de Bombardeo, el cual produjo tormentas de fuego, ruina y muerte en una escala que recordaba los sucedido a Hamburgo en 1943, y anticipaba los que sobrevendría contra Tokio a consecuencia de las bombas incendiarias y contra Hiroshima y Nagasaki a causa de las bombas atómicas.

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gerkamp · Mensaje por **gerkamp** » Mié Jul 13, 2011 6:09 pm

REPASO DE CIUDADES AFECTADAS

Para terminar, haré un repaso de ciudades europeas bombardeadas durante la guerra, independientemente de lo fuerte que fueron castigadas. Esas ciudades abarcan los países: Alemania, Holanda, Rumania, Francia y Republica Checa.

Los ataques que repaso aquí, son en general ataques selectivos a fábricas, excepto algunas ciudades que fueron victimas de ataques por zonas. La mayor parte de los raids fueron dirigidos hacia las fábricas de aviones, aunque tambien hay muchas empresas encargadas de fabricar productos quimicos que sufrieron castigos.

Veamos. La ciudad de Auschwitz, que ademas de su infame campo de exterminio, alojaba factorías de carburantes químicos de la empresa IG.Farben. No hubo ataques importantes a esa ciudad. Una ciudad que a menudo se menciona en los anteriores capitulos de este hilo es Augsburgo, atacada no sin razon, ya que allí se encontraban dos importantes fábricas. Una que fabricaba aviones, de la Messerschmitt, y la otra una fabrica de motores de aviacion, a cargo de la empresa MAN. Otra ciudad alemana, Aschersleben, no se salvó del castigo aliado. Del 20 al 27 de febrero de 1944 sufrió varios ataques contra su importante fabrica de la Junkers.

Una ciudad impensada, curiosamente sufrió bombardeos a manos de ambos contendientes de esta guerra que nos ocupa. Si señores, estamos hablando de Rotterdam. Primero atacada para forzar la rendicion de un país, y luego para desbaratar la maquina de guerra germana. Contaba con dos famosas fábricas de aviones, de la Fokker y de Aviolanda. Otra ciudad mencionada anteriormente, Bochum, alojaba una fábrica de la empresa Opel, famosa por su construccion de vehiculos.

Budapest pensó que su lejanía la salvaba de las garras de las Fuerzas Aereas Estrategicas con base en Inglaterra. Pero no se salvó de la Decimoquinta norteamericana con base en Italia. Las afectadas fueron dos fábricas, otra vez, de aviones. Corrían a cargo de las empresas Donauflug y Gyor. Una empresa muy conocida actualmente, la Renault, que en la II Guerra Mundial proveyó de vehiculos y otros materiales de guerra al Ejercito Frances, tambien fue severamente castigada. Su verdugo, el Mando de Bombardeo, que atacó el 3 de marzo de 1942 sus instalaciones de la ciudad de Billancourt.

Una ciudad muy apetitosa para los aparatos pesados aliados. La gran Berlín. Protegida por reflectores, y fuertes defensas, terrestres y aereas, resultaba un blanco dificil de doblegar. Ademas de ser la gran capital alemana, lo que implicaba un gran impacto en la moral, contaba con innumerable cantidad de fábricas, como fábricas quimicas y de vehiculos. Una filial de la IG.Farben tenía sus factorías allí, al igual que la fabrica Opel y la Alkett, esta ultima fabricante de los cañones de asalto Stugg III. Otra cosa que tenía era un gran centro ferroviario, que si era atacado, podía paralizar buena parte de los transportes. Recien fue atacada a fines de 1943 por vez primera.

Otra ciudad atacada en el '42 por los británicos. La ciudad de Bremen alojaba astilleros y fábricas de aviones. Como pueden ver, Gran Bretaña atacaba, en un principio, objetivos selectos. En este caso, la ciudad de francesa de Brest, muy famosa por ser una de las bases de la flota alemana. Fue atacada mas de tres veces en 1941.

Una ciudad que seguramente sufrió efectos colaterales, refiriendonos a la matanza innecesaria de civiles. Colonia alojaba fabricas quimicas, de metal, de caucho y de complementos submarinos, y a la vez, contaba con una gran densidad de poblacion. El Mando de Bombardeo la atacó con fuerza el 30 de mayo de 1942. La ciudad portuaria de Danzig, anexionada en 1939 por los alemanes, fue atacada debido a sus astilleros.

La ciudad mas castigada durante la guerra. Dresden, ademas de gran densidad de poblacion y un gran centro ferroviario, contaba con industrias quimicas, opticas, de material electronico, acerías, fabricas de maquinaria pesada, de blindaje, de armamento y de aviones; ademas de industrias madereras. Todo esto, sumado a condiciones favorables dieron paso a una destruccion sin precedentes.

Las ciudades de Duisburgo, Dortmund y Dusseldorf, no contaban con industrias importantes. Se podría decir que fueron bombardeadas como castigo por los fuertes ataques cometidos sobre suelo britanico. No hace falta ampliar sobre la ciudad de Essen, famosa por sus factorias de Krupp, y que resultó muy dificil de bombardear.

La ciudad de Friedrichshafen tenía fábricas de aviones, de motores para los cohetes V-2, de radares antiaereos, de partes de vehiculos y de motores de tanques. Fue un acierto bombardearla. La ciudad de Gotha, famosa porque en la I Guerra Mundial construyo los aparatos que llevan su nombre, alojaba instalaciones de Messerschmitt. Fue atacada del 20 al 27 de febrero de 1944.

La ciudad costera de Kiel, cuyos astilleros fueron su delator, fue blanco de muchos ataques. La ciudad checa de Praga tenía bastantes fabricas de aviones, entre las que se pueden contar la BMM, la Aero, la Lavia y la Letoc. Aunque no lo crea, tambien Paris fue atacada. Alojaba fabricas de aviones Caudron y Amion.

Y como olvidar Peenemunde con sus centros de investigacion de los V-1 y V-2. O ploesti, con sus ricos campos petrolíferos. La empresa Focke Wulf tenía varias fabricas en la ciudad de Oschersleben. Tambien resulto atacada. St. Nazaire, con su bases de submarino y sus fabricas de aviones, no resulto inmune a los encantos de los bombardeos estrategicos.

Sttutgart, Regensburg, Warnemude y Russelshein, fueron condenadas por su fabricas de aviones. Y Wilhelmshaven, con su puerto y sus astilleros na hace falta decir que pasó.

Como se puede ver, no solo Alemania recibió el castigo desde el cielo, sino tambien ciudades impensadas como Paris o Rotterdam. Es interesante ver como Inglaterra atacaba las ciudades de su antiguo aliado, Francia, con tal de desbaratar la produccion alemana. Hace recordar, inevitablemente, el ataque a la flota gala anclada en Mers-el-Kebir.

Agradezco sinceramente al compañero Eriol, que me facilitó toda al informacion, y que sin él, este capitulo no hubiera sido posible. Hago un reconocimiento en la labor que se tomó al recopilar toda esta info para poder compartirla con todos ustedes.

Fuentes:
“El petroleo y la guerra” R.Goralski y R.W.Freeburg ediciones ejercito
“La guerra aérea en Europa” Time Life Folio
http://www.elgrancapitan.org/foro/viewt ... 52&t=18728" onclick="window.open(this.href);return false;
“Dresde:el bombardeo mas controvertido de la 2GM” Frederick Taylor

CONTINUA

gerkamp · Mensaje por **gerkamp** » Mié Jul 13, 2011 6:11 pm

SUMARIO Y VEREDICTO
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Al final de la guerra la opinion pública le volvió la espalda a la politica de bombardeo, especialmente en Gran Bretaña, donde tan fuertemente había sido apoyada. No era solo que la gente estuviera harta de guerra y asqueada de sus horrores. Parecía existir un sentimiento especial de horror frente a los bombardeos; y, aun un cuarto de siglo despues, son las tragedias y los sufrimientos producidos por los bombardeos lo que parece ofender el recuerdo y haber quedado grabado en la gente mas que otras atrocidades cometidas en el siglo XX, como por ejemplo, los campos de concentracion alemanes, la matanza de infantería en la I Guerra Mundial, o el destino de los prisioneros que cayeron en manos niponas en la segunda.

El bombardeo estrategico, que por su misma naturaleza debe ser realizado contra el centro vital de las naciones, es, ciertamente, algo terrible de padecer y aun de contemplar, y la ampliacion de su potencia al introducirse el uso de armas atomicas en los ultimos momentos de la guerra contra el Japón hace de su aplicacion futura una perspectiva inconcebible. Pero sea lo que sea lo que reserve el futuro, no podra cambiar lo sucedido en el pasado, y la importancia que tuvo el bombardeo estrategico en la II Guerra Mundial merece ser juzgada fríamente.

El mayor peso de los bombardeos en la II Guerra Mundial fue sufrido por las naciones agresoras, Alemania y Japón; agresoras en el sentido de que, sean las que sean las discusiones y los argumentos, fueron ellas, y no los británicos, los franceses, los americanos o los rusos, las que provocaron la guerra. Desde luego hubiera sido mucho mejor para alemanes y japoneses que el bombardeo se hubiera visto reducido a esferas tacticas y empleado solamente como apoyo directo de ejercitos y flotas. Si hubiera sido asi, sus naciones habrían escapado de la terrible destrucción que cayó sobre ellas, y sus fuerzas, inicialmente muy superiores, hubieran tenido, al menos, perspectivas mas risueñas de ganar la guerra.

Cuando los alemanes llegaron a la costa del Canal en 1940, no había en Inglaterra muchos escrupulos en lo que se refiere a bombardear sus ciudades. Despues de que los japoneses atacaran la flota anclada en Pearl Harbor, en el año 1941, no había muchos americanos que hubieran retirado el saludo al general Doolittle, que fue quien dirigió el primer bombardeo de Tokio. Mientras luchaban en las cercanías de Moscú, Leningrado o Stalingrado por su supervivencia, seguramente no muchos rusos habrían condenado a Stalin por aplaudir los ataques zonales británicos contra Berlín. El primer y esencial paso que hay que dar para enjuiciar fríamente el bombardeo, es aceptarlo en su verdadero contexto histórico.

Existe, sin embargo, la consideracion que han producido diversas valoraciones del bombardeo estrategico en el sentido de que fue ineficaz y, por lo tanto, y en ese mismo sentido, injustificable, puesto que causó sufrimiento y muerte sin contribuir a la victoria. Se oye con frecuencia, tanto en Gran Bretaña como en EEUU, que hubiera sido mejor, en lugar de desarrollar una campaña de bombardeo de largo alcance, dedicar el potencial aereo a la guerra maritima o a la terrestre. Mejor no solo estrategicamente, sino tambien moralmente. Una variante algo mas tolerante del mismo argumento, que tambien se presenta con frecuencia, es que el bombardeo estrategico no fue imperdonable por si mismo, sino por los casos en que se aplicó. Particularmente se sugiere a veces que los bombardeos se debían de haber limitado a ''objetivos militares''. Las poblaciones civiles no debieron de haber sido atacadas. Es decir, que se podían haber asegurado las virtudes del bombardeo en cuanto su influencia en ganar la guerra, y evitado sus implicaciones morales.

En verdad, si Gran Bretaña y EEUU no hubieran construido sus fuerzas de bombardeo estrategico y hubieran dedicado todos sus esfuerzos a objetivos militares y maritimos, se puede argumentar que sus bictorias en el norte de Africa posiblemente hubieran llegado mas facilmente, o que su victoria en la batalla del Atlantico hubiera venido un poco antes y en forma mas convincente. Sin embargo, ninguna de estas tesis se puede probar. El hecho de que los aliados no hubieran tenido el Mando de Bombardeo y las Fuerzas Aereas Estrategicas de EEUU en Europa, no quiere decir, de ninguna manera, que hubieran necesariamente estado en posesion de fuerzas aereas militares y maritimas mas efectivas. En cualquier caso, tanto el Mando de Bombardeo como las Fuerzas Aereas Estrategicas americanas contribuyeron enormemente a la batalla terrestre y a la guerra en el mar. Ademas, si estas fuerzas no hubieran sido creadas, puede afirmarse categoricamente que al esfuerzo bélico contra Alemania le hubieran faltado tres valiosos elementos. Primero, despues de Dunkerque Gran Bretaña se hubiera visto sin medio alguno de hacer sentir la guerra directamente en Alemania, a no ser que hubiera estado preparada para desembarcar unidades comando en territorio germano. En tales condiciones, podemos preguntar si la moral de lucha británica hubiera podido ser mantenida. En realidad, el Mando de Bombardeo, continuando sus ataques sobre Alemania desde mayo de 1940 hasta mayo de 1945, proporcionó el elemento necesario de ataque directo y la esperanza de resultados decisivos a lo largo de la guerra.

En segundo lugar, hay que admitir que, sin la ofensiva aerea estrategica, la batalla por el dominio del aire, que fue llevada a cabo y ganada gracias a la accion de los bombarderos y cazas de largo alcance usados por los americanos en sus ataques diurnos en febrero y marzo de 1944, no podría haberse realizado y conseguido sobre Alemania, como lo fue. Como no puede haber duda de que esta batalla por el dominio del aire fue una de las mas decisivas de la guerra, pues hizo posible el desembarco de Normandía y la fase efectiva de la ofensiva aerea estrategica, los resultados de no haberla ganado hubieran sido incalculables. Probablemente hubieran cambiado el curso y la duracion de la guerra.

En tercer lugar, si al paso de los años no se hubiera montado la ofensiva aerea estrategica como tal instrumento de destruccion, hasta el punto que llegó a serlo hacia 1944, ni la campaña de los ferrocarriles franceses, ni la campaña del petroleo, ni la campaña de los transportes hubieran podido emprenderse. En tales circunstancias, es perfectamente razonable preguntarse si los ejercitos de Eisenhower, que ya encontraron su avance lo suficientemente lento y dificil, hubieran podido jamas afirmarse en las playas y avanzar hacial el interior de Normandía, y si hubieran podido atravesar Francia y haber llegado hasta el corazon de Alemania.

Tan decisivas operaciones de la Fuerza Aerea Estrategica fueron, sin embargo, todas de naturaleza selectiva. La batalla por la superioridad aerea sobre Alemania se libró por encima de los bombarderos, mientros estos atacaban objetivos elegidos de la economía de guerra germana, principalmente la industria aeronautica. Las campañas de los ferrocarriles, del petróleo y de los transportes tabien fueron selectivas en el sentido de que no se ocupaban de objetivos extensos. Todas llevaban consigo el ataque a las ciudades y, por tanto, a los civiles, ya que los centros de aprovisionamiento y distribucion de materiales y las fáricas de petroleo, estaban emplazadas frecuentemente en areas urbanas; pero aun asi, los ataques se hicieron contra las instalaciones, no contra el pueblo. Los ciudadanos que perecieron lo fueron debido a efectos colaterales, y no a proposito. De los ataques contra los centros de las principales ciudades alemanas, no se puede decir los mismo. En este caso, se escogían blancos cuyo bombardeo produjera la mayor dislocacion general posible. El objetivo buscado era el de dejar a la gente sin casas y el de destruir los lugares de recreo y los servicios publicos, como el agua, el gas, la electricidad y los transportes. Inevitablemente, esto llevaba consigo el atacar tambien a los habitantes. El bombardeo por zonas fue un ataque directo contra el pueblo alemán.

Las fuerzas de bombardeo estadounidenses nunca adoptaron, abiertamente, una politica de bombardeo general por zonas contra Alemania, si bien a veces, llevaron a cabo ataques por zonas contra ciudades como Berlín y Dresden. Siempre afirmaban, en su punto de vista, de que sus objetivos eran las zonas de distribucion de materiales y las fábricas, las que, casualmente, estaban situadas en el interior de las ciudades. La aceptacion manifiesta de una politica de bombardeos por zonas de Alemania fue, por tanto, de propiedad británica, y surgió y se mantuvo por dos principales razones. En primer lugar, durante las etapas iniciales de la campaña, llegó a ser probable y despues seguro que aun en el ataques mas preciso que fuera capaz de realizar, el Mando de Bombardeo no podría, en circunstancias normales, concentrar sus ataques en ningun objetivo mas pequeño que el centro de una ciudad. En otras palabras, si se escogiera como bojetivo del ataque algo situado en el mar o en campo abierto, la mayor parte del esfuerzo se desperdiciaría en forma inofensiva en el agua o en pleno campo desierto. Si, por otra parte, el blanco scogido fuera el centro de las ciudades, la mayor parte de los explosivos producirían estragos de toda índole sobre Alemania. En los momentos en que esta era la unica posibilidad, al alcance de la mano, para producir daños en Alemania, estas consideraciones tenían un atractivo bastante lógico, especialmente teniendo en cuenta que, quiza en forma menos excusable, los alemanes tambien habían adoptado la misma politica atacando Londres, Coventry, Birmingham, Manchester, Hull, Glasgow, Plymouth, y otras ciudades británicas.

La segunda razón para apoyar la idea del bombardeo por zonas, era la fiabilidad evidente de los servicios de inteligencia. Ataques sobre determinados objetivos, como los realizados contra las plantas de rodamientos a bolas de Schweinfurt, las presa de Möhne, y otros, podían perfectamente producir resultados muy desalentadores, no porque fracasaran, sino porque el esfuerzo bélico aleman no dependía tanto de ellos como se había supuesto. El ataque generalizado no basaba su exito en la exactitud de los informes de los servicios de inteligencia en tan gran medida como lo hacía la politica de ataque selectivo. Este fue un argumento que conservó su vigor al pasar el tiempo, cuando, en 1944, en muchas ocasiones, el Mando de Bombardeo tuvo la posibilidad operativa de escoger entre los ataques por zonas y los de precision; esto empezo a ocurrir a partir del desarrollo de las nuevas tecnicas, y luego de que se asegurar el dominio del aire, dando asi la capacidad para bombardear en forma precisas no solo ciudades, sino tambien instalaciones determinadas. Este fue el origen del desacuerdo entre Portal y Harris, que se hizo tan pronunciado en octubre de 1944 y en los meses siguientes. Aun asi hubo muchas otras ocasiones en las que aquellos quienes dirigían la estrategia de la guerra consideraban que la mejor politica a mano todavía parecía ser la de los grandes ataques por zonas. Una ocasion de este tipo fue la que llevó a la destruccion de Dresden, en febrero de 1945.

Los bombardeos por zonas en general, y los ataques contra Dresden en particular, a la luz de las investigaciones de posguerra, han tenido muy mala prensa. Ello, sin duda, se debe en gran medida al hecho de que los bombardeos por zonas producían resultados marcadamente menos eficaces que los ataques selectivos, y a que la destruccion de Dresden fue no solo excesiva, sino tambien, posiblemente por el momento en que ocurrió, innecesaria.

Esto no quiere decir, ni mucho menos, que, como se ha proclamado a menudo, el bombardeo por zonas fuera completamente ineficaz. Lo que si puede afirmarse es esto: a pesar de los bombardeos por zonas, la produccion alemana de armamentos de todo tipo continuó subiendo hasta marzo de 1945, y esta producción era suficiente para sostener operaciones de guerra verdaderamente formidables en Rusia, Oriente Medio, Italia y Francia. Ademas, por deprimido, alarmado o aterrorizado que estuviera el pueblo aleman a causa de los ataques a los que era sometido, su moral de nacion y obediencia civica se mantuvo ampliamente, y Hitler, casi hasta el final, continuo contando con la fanatica lealtad de las masas. Tambien se puede decir que los bombardeos por zonas, al contrario que los ataques americanos, no condujeron a ninguna batalla decisiva con la fuerza aerea alemana y, por tanto, no contribuyeron a lograr el dominio del aire. Esto era asi porque el bombardeo por zonas dependía de la ausencia de fuerzas aereas enemigas, pero no ofrecía ninguna contribucion para destruirlas. Los bombarderos nocturnos, si tenían mucha suerte, podían derribar de vez en cuando algun caza nocturno, pero la norma era que sucediera al reves, y la principal esperanza de sobrevivr de los bombarderos residía en quedar apartados, dentro de lo posible, de las fuerzas enemigas. Esto constituía una notable diferencia con las posibilidades que, con el tiempo, llegaron a tener los bombarderos diurnos de las fuerzas americans del general Spaatz. Su objetivo era provocar a los cazas alemanes con el fin de que los cazas propios pudieran entablar combate con ellos. Finalmente, hay que tener en cuenta que el relativo fracaso de los bombardeos por zonas, comparados con otras formas de ataque, no se debió al simple fracaso en concentrar suficientemente su esfuerzo y en mantenerlo durante el tiempo suficiente. Los bombardeos de area dependían, al menos por parte británica, del exito de las medidas evasivas, y, por el lado aleman, del poder de recuperacion, reparacion, rescate y reconstruccion. Asi que la lucha fluctuaba con la aparicion de cualquier innovacion tecnica como, por ejemplo, Window, que ayudo a los bombarderos a escapar de los cazas, o como el sistema de ''instrucciones sobre la marcha'', que daba la posibilidad a los cazas alemanes de neutralizar una buena parte del Window. Tambien, el fracaso dependía de los adelantos en las medidas de socorro en las ciudades alemanas. En el conjunto de la campaña se hace evidente que la capacidad alemana para absorber la creciente destruccion que les produjo el Mando de Bombardeo, aumentó en mayores proporciones que la habilidad de este ultimo para disminuir las bajas que se le inflingían, principalmente, por las fuerzas de caza nocturna alemana. Los resultados de la ofensiva aerea sobre Berlín, en marzo de 1944, hacen evidente que una intensificacion posterior de tal campaña hubiera arruinado no a Alemania, sino al Mando de Bombardeo.

Es decir, que hay bases para pensar que los bombardeos por zonas, considerados en forma relativa, eran ineficaces. Sin embargo, no lo eran completamente, y si había la necesidad de mantener una ofensiva de bombardeo, ni americanos ni británicos tenían otras alternativas. Ademas, lo conseguido por las fuerzas de bombardeo al final de la guerra no hubiera sido posible sin lo emprendido anteriormente. Las fuerzas armadas de gran capacidad no pueden hacerse surgir por arte de magia en el momento que se las necesita si no existen bases previas de experiencia operativa y moral de lucha. En lo que se refiere al ataque a Dresden, solo se puede decir que fue hecho en proporcion excesiva y demasiado tarde. Cuando se planeó, había solidas y convincentes razones para llevarlo a cabo. Pero cuando se hizo, esas razones ya no eran tan poderosas. Pero esto en aquel momento no estaba tan claro. El error de dar por sentado que la guerra estaba a punto de ganarse se había cometido con anterioridad, y la consecuencia fue la ofensiva de las Ardenas. En todo caso, los ataques realizados, y particularmente la operacion nocturna llevada a cabo por el Mando de Bombardeo, constituía una gran exceso en el bombardeo. Sin embargo, esto tampoco se podían anticipar entonces. Una fuerza de 800 bombarderos jamas había producido, en una sola noche, los efectos que produjo en Dresden. Ciertamente, una noche despues una fuerza similar operando dentro de la misma area de Alemania produjo resultados muchisimo menos impresionantes. Lo que le ocurrió a Dresden fue el resultado de una combinacion de condiciones atmosfericas y visibilidad perfectas y de la curiosa circunstancia de que los alemanes no ofrecieran oposicion alguna.

Aunque hay quien ha presumido de conocer el numero exacto de hombres, mujeres y niños muertos en este ataque a Dresden, el hecho es que es imposible establecerlo con certeza alguna. Incluso los calculos considerados mas como historicos que como histericos son revisados a menudo y no se apoyan en ninguna evidencia historica. La verdad es que lo unico que se puede decir es que las bajas fueron enormes, y que muy facilmente pudieron sobrepasar los casi 50.000 muertos de los bombardeos de Hamburgo.

Por horrible que esto fuera y por mas terrible que le parezca en estos momentos a un mundo que atraviesa por un período mas tranquilo en el que Hitler ya no es mas que un triste recuerdo, hay que reconocer que el ataque a Dresden y lo que siguió, trataba de ser un golpe demoledor de efectos asoladores y consecuencias desmoralizantes para cualesquiera fueren los planes bélicos que aun alentaban en Alemania. Es dificil de creer e imposible de probar que el bombardeo de Dresden no tuviera efectos marcados sobre la velocidad de desintegracion de la resistencia alemana. En el peor de los casos no fue mas que un medio para aliviar a las naciones aliadas, asqueadas de la guerra, del molesto compromiso militar que Alemania les había obligado a aceptar.

En resumen, puede decirse que la ofensiva aerea estrategica fue un éxito, teniendo en cuenta su contribucion decisiva e indispensable a la victoria. Fue decisiva en el sentido de que desempeño un papel de vital importancia en la consecucion del dominio del aire. Y esto, a su vez, dió lugar a un cambio en el curso de la guerra, y gracias a ello, y con la destruccion de los sistemas de comunicacion en Francia, hizo tal contribucion a la Operacion Overlord, que, posiblemente, sin ella tal empresa hubiera fracasado. Mas aun, en la fase final de la guerra, principalmente con las campañas del petroleo y de los transportes, pero tambien parcialmente con los ataques por zonas contra las ciudades, dio como resultado la paralisis de las bases administrativas e industriales germanas y facilitó la derrota alemana en todos los frentes. Estos resultados eran indispensables teniendo en cuenta que sin ellos el curso de la guerra hubiera sido diferente, pero lo mas importante es que, estas tareas solo podían ser llevadas a cabo por fuerzas estrategicas y no por otras, como las tacticas.

Por importantes e impresionantes que fueron estos resultados, no lo fueron tanto como se hubiera esperado. El hecho de que los bombardeos estrategicos, durante la mayor parte de la guerra, se quedaran cortos, se debió principalmente a dos deficiencias: la falta de potencia destructiva y la falta de dominio en el aire. La potencia destructiva necesaria para conseguir resultados decisivos demostró ser muchisimo mayor de lo que se había calculado previamente. Ello se debía, entre otras razones, a la extraordinaria lealtad, estoicismo y capacidad de trabajo, aun bajo fuego enemigo, del pueblo aleman, y en parte, tambien, a la gran dificultad, tambien mucho mas grande lo previsto, de efectuar bombardeos precisos en plena situacion bélica. Esta ultima dificultad surgía directamente de la falta de dominio de aire que caracterizó, durante la mayor parte de la guerra, a la ofensiva aerea estrategica. Los cazas alemanes hicieron imposible el bombardeo masivo planeado por el Mando de Bombardeo hasta la segunda mitad de 1944, creandoles el problema de tener que dirigirse de noche a los objetivos; y a la Octava Fuerza Aerea la obligaron a adoptar la tactica de formaciones masivas, que solo permitía realizar los bombardeos bajo el sistema de patrones. Ademas, las fuerzas de caza alemanas impusieron otro critico impedimento; evitaban la concentracion sistematica y la repeticion de los bombardeos sobre los objetivos primordiales. El unico medio que tenían los bombarderos para diseminar las defensas enemigas, era diseminar sus propios ataques. Eso se puso de manifiesto particularmente en las visperas del ataque americano de octubre de 1943 contra las fabricas de rodamientos de Schweinfurt y en las etapas finales de la batalla aerea de Berlín, entre febrero y marzo de 1944. Una vez conseguido el dominio del aire entre abril y agosto de 1944, los unicos factores limitantes que quedaban eran las condiciones atmosfericas, las defensas de tierra alemanas y los defectos en los propios sistemas del Alto Mando. De todos estos, el mas serio y a la vez el mas facil de evitar era el ultimo.

De las dos fuerzas principales que tomaron parte en la campaña, el Mando de Bombardeo británico no solo fue quien lucho mas tiempo, sino tambien quien genero la mayor potencia destructiva. Sin embargo, la Octava Fuerza Aerea americana fue la que aportó mayor contribucion en la tarea de de apoderarse del dominio del aire. El comandante en jefe del Mando de Bombardeo, Harris, pasará probablemente a la historia como un gigante entre los lideres de hombres. Dió al Mando de Bombardeo el valor para sobreponerse a su castigo, a Churchill la razon para mantenerlo en existencia, y proporcionó a Arnold las pruebas que necesitaba para que sus deseos de realizar una ofensiva aerea estrategica americana fueran aceptados. A Spaatz, comandante de las Fuerzas Aereas Estrategicas de los EEUU en Europa, le esta reservado un premio diferente. Él, mas que ningun otro jefe de las Fuerzas Aereas, supo ver la necesidad, y el metodo para alcanzarla, de lograr el dominio del aire. Él colocó a sus fuerzas en posiciones de acción criticas y, por encima de ordenes y perturbaciones, las mantuvo en su puesto hasta que se consiguió un resultado decisivo. No cabe duda de que en lo conseguido por Spaatz tuvieron gran influencia oportunidades imprevistas. No cabe duda de su deuda para con los magnificos subordinados que tenía, especialmente el general Kepner, del Octavo Mando de Caza; pero el credito principal de la victoria debe de ir al maximo jefe, en este caso Spaatz. En la guerra, que no es una partida de ajedrez, la argumentacion intelectual no debe ser considerado como lo mas importante, ni siquiera en los mas altos jefes de batalla; la intuicion, o como hubiera dicho Napoleon, la suerte, es una cualidad mucho mas importante.

FIN
Fuente Imagen: http://www.taringa.net/posts/imagenes/3 ... ados-.html" onclick="window.open(this.href);return false;

Saludos cordiales

Eriol · Mensaje por **Eriol** » Mié Jul 13, 2011 8:59 pm

Hola!!

gerkamp escribió: Agradezco sinceramente al compañero Eriol, que me facilitó toda al informacion, y que sin él, este capitulo no hubiera sido posible. Hago un reconocimiento en la labor que se tomó al recopilar toda esta info para poder compartirla con todos ustedes.

De nada compañero.

Por lo demas te felicito por tu analisis de la campaña de bombardeo sobre Europa.Un trabajo excelente

Saludos

Mensaje por **Audie Murphy** » Vie Oct 26, 2012 7:19 pm

Un vídeo curioso. Cómo evitar ser derribado por la Flak germana

dossier en inglés sobre la lucha entre la Flakwfaffe germana y los aparatos de la Octava Fuerza Aérea americana
https://www.docdroid.net/7Hth8cU/eight- ... 092022-pdf

entre julio 42 y abril 45 los cañones antiaéreos en la defensa de los territorios del Reich derribaron 1798 bombarderos yanquis de la Octava Fuerza, también dañaron a 54539 bombarderos!!

base de datos sobre las bombas lanzadas por los aparatos americanos durante la guerra
http://afri.au.af.mil/thor/download.asp

THOR provides a quick and reliable way to view past airstrike data, and provide a historical summary. Additionally, by using Google Earth, this information can be presented graphically, and allow for time series presentations.

un proyecto del Air Force Research Institute

Foro Segunda Guerra Mundial

La doctrina del bombardeo estratégico

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