A partir del mayo de 1942, los alemanes se comenzaron a preparar para su gran ofensiva de verano (Fall Blau, Catarata Azul), con la que pretendían la captura de Voronezh, en elDon, una ampia maniobra en torno a Stalingrado (no se pensaba en su toma), y la penetración hacia Maikopv.
La Lutflotte IV, que estaba al mando desde el 19 de Julio, de Wolfram Freiherr von Richthofen, se reforzó con los IV y VIII Fliegerkorps, que recibieron la misión de apoyar al Fall Blau.
Estabilizada la situación en el Mediterráneo, a comienzos de 1942, gracias a la ofensiva del II Fliegerkorps sobre Malta, se pudieron trasladar unidades desde este teatro de operaciones hasta la URSS. Por tal motivo, para Fall Blau se pudo contar con unos 2.750 aviones (para mayo), repartidos en los Grupos de Ejércitos Norte, Centro y Sur. De ellos, unos 1500 se encontraban en el cruce Cáucaso-Don a las órdenes de la Lufwaffekomando Ost.
Contra esta fuerza, el 12 de julio de 1942, se constituyo el nuevo frente de Stalingrado (mariscal Timoshenko), que incluía al Octavo Vozduzhnaya Armiya del general T.T. Khryukin, con apenas 300 aviones. Pero pronto comenzó a reforzarse con unos 200 Ilyushin Il-4, Petlyakopv Pe-2 y unos pocos Pe-8 de la ADD, además con unos 60 I-16, Yak-1 y LaGG-3 de la 102 IAD. El 5 de agosto de constituyo la 16 VA del general P.S Stepanov para apoyar al Frente de Stalingrado.
En definitiva, la proporción de aviones era 3:1 a favor de los alemanes.
El Grupo de Ejércitos Sur fue dividido por Hitler (tras la tardanza en Voronezh) en Grupo de Ejércitos A (que iría hacia el Caucaso directo), y el Grupo de Ejércitos B que cubriría su flanco, pasando pos Stalingrado. Esta decisión de Hitler fue muy criticada por los militares, ya que significaba una dispersión del esfuezo, en vez de concentrarlo. Apoyado principalmente por los Stuka los aviones de ataque terrestre del VIII Fliegerkorps, el IV Ejército Panzer de Hoth avanzaron hacia Voronezh y el Don. El IV Ejército y el Sexto (de von Paulus), seguían el curso del río Don, hacia Stalingrado. Pero el 23 de Julio, Hoth recibió la orden de ir al sur, a apoyar el avance del Grupo de Ejércitos A, mientras que el VI Ejército de Paulus avanzaba solo hasta Satlingrado, donde arriba el 19 de Agosto. Este día, ni siquiera el amplio apoyo de aéreo del VIII Fliegerkorps, que operaba desde los aeródromos de Morozovks, consiguió alterar la situación en tierra.
Tras el exitoso avance del Grupo de Ejércitos A hacia el Sur, Hitler decide desviar buena parte del apoyo aéreo de List, para apoyar al Sexto Ejército en Stalingrado. Al mismo tiempo, ordenó al IV Ejército volver a apoyar al Grupo de Ejércitos B, hacia Stalingrado...esto condenó definitivamente el avance hacia el Caucaso, para siempre.
Los primeros ataques masivos de la Luftwaffe a Stalingrado, que la dejaron toda en ruinas, se realizaron la noche del 23 al 24 de agosto, contndo con el apoyo de I, IV, y VIII Fliegerkorps, gracias a los explosivos de alta potencia y a las bombas incendiarias.
TÁCTICA ANTI LUFTWAFFE DE LOS RUSOS:
La campaña aérea alemana seguía, como siempre, los principios básicos del envolvimiento (Kesselschlacht, mejor conocido hoy como Blitzkrieg) , ataque aéreo, generalmente por los Ju 87 Stuka de ataque en picado, para que los tanques , en dos pinzas, norte sur, cercaran al enemigo. Fue asi como los ejércitos 62 y 64, son empujados hasta los suburbios de Stalingrado, pero justo aquí, la táctica Blitzkrieg alemana fracasa....que sucedió.
Simplemente, la Wehrchmat no estaba preparada para la guerra en una zona altamente urbanizada. Y el general Chuikov aprovechó esta ventaja, de la siguiente manera:
1) Ordena a sus tropas a batirse cuerpo a cuerpo, a medios de las ruinas de edificios, contra los alemanes. Esto le impediría a los bombarderos alemanes, poder identificar y atacar a las tropas rusas, aparte de que existía la posibilidad de matar a sus compatriotas. Estos eran los famosos grupos de asalto de Chuikov.
2) Se reforzó enormemente la artillaría antiaérea, sobre todo desde la costa Oriental del Volga. Muchas batería eran manejadas por mujeres.
3) Y los mas importante: Al principio, las tropas de refuerzos que cruzaban el Volga, lo hacían en trasbordadores grandes, que transportaban gran cantidad de soldados. Tras grandes pérdidas de trasbordadores, a manos de los expertos pilotos de Stuka (tenía gran experiencia bombardeando barcos en el mediterráneo, de donde venían desde hace algunos meses), Chuikov ordenó que se realizará el cruce en pequeñas balsas, con pocos soldados en cada una. Se ofrecía ahora pequeños objetivos a los Stuka, dificultando la puntería, y disminuyéndose asi las bajas de soldados rusos
Fallas de la Luftwaffe:
4) La imposibilidad de anular a la artilería pesada soviética, que operaba desde el lado oriental del Volga. Con obuses de 105, 122, 155, 203 y hasta de 280 mm devastaban al Sexto Ejército. Von Paulus necesitaba concentrar sus tropas para sus ataques, pero la artillería enemiga lo obligaba a dispersar a sus tropas, restándoles poder de ataque.. Esto era avisado a la artilleria rusa, graias a observadores rusos colocados en lo alto de los edificios. La Luftwaffe no pudo destruir esos emplazamientos artilleros, aún teniendo superioridad aérea.
5) La orden de Nokivov, jeve de la VA, de evitar los cazas rusos combate cerrado con los cazas alemanes, por el momento superiores. Selimitaban al hostigamiento terrestre del enemigo, de día y de noche.
Fue esa imposibilidad de movilidad, y de un reconocimiento efectivo de las tropas enemigas, lo que privó al Sexto Ejército de ocupar rápidamente la ciudad. Y lo que fue mas grave aún, no se pudo cortar esa yugular logística que era el Volga. No se pudo detener el flujo constante de hombres, que aunque en inferioridad numérica, lograron detener y desangrar a los 300.000 hombres del Sexto Ejército.
En vísperas del Alamein (desde agosto a noviembre del 42), se mandan de nuevo muchas unidades de la Luftwaffe al Mediterráneo. A comienzos de septiembre de 1942, la I/JG 53 Pick As, el III/ZG 1 y el 6/KG 26 fueron tranferidos a la Luftflotte II en Sicilia. Le seguirían muchas unidades mas, tras la derrota en el Alamein, que coincide con la Operación Urano (el cero al Sexto Ejército). De esta manera, se redujeron la I y VIII Fliegerkorps a unos 750-600 aviones, cuando lo normal eran unos 1000.
La Luftwaffe había empezado a recibir nuevos cazas en agosto del 42: el Me 109G y el Fw 190A, pero los rusos comenzaron a mejorar e igualar su calidad aérea, a fines del 42, cuando llegaron los La-5 primero, y los Yak-9 después, que combatieron contra los alemanes desde noviembre. Tras el cerco y la toma de los aeródromos dentro del mismo, los caas alemanes iban poco a poco perdiendo presencia sobre la ciudad.
En Stalingrado, los rusos tambien fueron los primeros en utilizar cohetes. La primera vez fueron usados contra los japoneses en Manchuria, la plataforma que los lanzo fue un i-153 "Tchayka", evolucion del avion que combatio en la guerra civil española, el I-15 "Chato". Posteriormente, el I-16, MiG 3, Lagg3, yaks, y demas aviones rusos tambien tenian esta capacidad, por lo que les combertia en habiles cazadores de bombarderos y en utiles plataformas de apoyo cercano a las tropas. Los cohetes que principalmente usaron fueron los RS-82 y rs-132.
Fuentes:
Enciclopedia Ilustrada de la Aviacion
Walsh, Stalingrado, Cerco Infernal.
Luftwaffe, Cajus Bekker.
Actuación de la Luftwaffe en Stalingrado. (Antes del cerco)
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Actuación de la Luftwaffe en Stalingrado. (Antes del cerco)
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Actuación de la Luftwaffe en Stalingrado. (Antes del cerco)
Se ha exagerado grandemente el efecto de la artillería antiaérea soviética así como el efecto de los ataques nocturnos de hostigamiento por parte del pequeño biplano U-2. En realidad la artillería antiaérea rusa derribó bastantes pocos aviones y aunque los ataques nocturnos soviéticos rompieran los nervios de muchos alemanes, tenían pocos efectos prácticos y adolecían de una gran falta de precisión.
El principal problema que la Luftwaffe encontró en el sur de Rusia durante la ofensiva del verano y principios de otoño de 1942 fue la gran dispersión de objetivos junto con los medios limitados de los que disponía. Uno de los resultados de la dispersión estratégica de Hitler insistiendo en conquistar el Cáucaso y Stalingrado a la vez fue que como sencillamente no había efectivos suficientes para ambas misiones, gran parte de los escuadrones de la Luftwaffe se encontraron mudándose de un lugar a otro según las circunstancias o según las prioridades puntuales lo exigían. La región que terminó perdedora en esta competición por los escasos efectivos fue el Cáucaso, que terminó siendo la hermana pobre en el reparto. Esto hizo que no se pudiera organizar una intercepción y hostigamiento eficaz del tráfico en el mar Caspio -que era el camino del suministro de más del 80% del petróleo soviético- y que las fuerzas alemanas que luchaban para abrirse camino hacia Groznii y Bakú se vieran privadas de apoyo aéreo a finales del verano y principios de otoño cuando todavía había una posibilidad de conquistar el Cáucaso.
A pesar de todo la Luftwaffe seguía disfrutando del dominio aéreo y contaba con un gran rendimiento táctico frente a la VVS o Fuerza Aérea Soviética. Como botón de muestra durante el mes de septiembre de 1942 la Luftwaffe perdió un total de 103 aparatos en el sector de Stalingrado mientras que sus oponentes perdieron nada menos que 520 aviones. Y no creamos que se perdieron aparatos obsoletos sino que fueron Pe-2, Yak-1, La-5, Il-2, en fín los mejores aviones soviéticos de la época.
Las extremadamente altas bajas soviéticas de este período se debían fundamentalmente a la falta de coordinación, tácticas obsoletas o de bajo rendimiento, escasa precisión en los ataques y comunicaciones muy deficientes. Así por ejemplo durante la última semana de agosto cuando las columnas acorazadas alemanas se lanzaban a la conquista de la ciudad, los soviéticos lanzaron en masa a su aviación para detenerlas. El resultado fue un desastre ante la escolta de cazas alemanes y así entre el 23 y 31 de agosto perdió la VVS nada menos que 201 aparatos sin haber causado daños de consideración en las columnas mecanizadas invasoras. Los alemanes tuvieron unas pérdidas ínfimas a pesar de haber realizado un bombardeo masivo sobre Stalingrado la noche del 23-24 de agosto, haber protegido a la Wehrmacht que marchaba contra la ciudad y haber hostigado a las fuerzas del Ejército Rojo.
Apenas dos meses antes la Luftwaffe también realizó un esfuerzo masivo contra Sebastopol, una ciudad y zona tremendamente fortificada. A pesar de volar dentro de un área reducida y de efectuar nada menos que 23.751 salidas, la Luftwaffe sólo perdió 23 aparatos más 7 averiados. La VVS perdió por otra parte 123 aparatos en el aire, de los cuales unos 118 fueron derribados por cazas alemanes. Se repite pues el patrón de otras batallas aéreas: gran coraje por parte de los pilotos soviéticos pero un tasa de pérdidas de 5 a 1 frente a la Luftwaffe.
Fuente:
Christer Bergström: Stalingrad: The Air Battle: 1942 through February 1943. (pág. 46, 72-74, 134) Ian Allan Publishing 2007.
El principal problema que la Luftwaffe encontró en el sur de Rusia durante la ofensiva del verano y principios de otoño de 1942 fue la gran dispersión de objetivos junto con los medios limitados de los que disponía. Uno de los resultados de la dispersión estratégica de Hitler insistiendo en conquistar el Cáucaso y Stalingrado a la vez fue que como sencillamente no había efectivos suficientes para ambas misiones, gran parte de los escuadrones de la Luftwaffe se encontraron mudándose de un lugar a otro según las circunstancias o según las prioridades puntuales lo exigían. La región que terminó perdedora en esta competición por los escasos efectivos fue el Cáucaso, que terminó siendo la hermana pobre en el reparto. Esto hizo que no se pudiera organizar una intercepción y hostigamiento eficaz del tráfico en el mar Caspio -que era el camino del suministro de más del 80% del petróleo soviético- y que las fuerzas alemanas que luchaban para abrirse camino hacia Groznii y Bakú se vieran privadas de apoyo aéreo a finales del verano y principios de otoño cuando todavía había una posibilidad de conquistar el Cáucaso.
A pesar de todo la Luftwaffe seguía disfrutando del dominio aéreo y contaba con un gran rendimiento táctico frente a la VVS o Fuerza Aérea Soviética. Como botón de muestra durante el mes de septiembre de 1942 la Luftwaffe perdió un total de 103 aparatos en el sector de Stalingrado mientras que sus oponentes perdieron nada menos que 520 aviones. Y no creamos que se perdieron aparatos obsoletos sino que fueron Pe-2, Yak-1, La-5, Il-2, en fín los mejores aviones soviéticos de la época.
Las extremadamente altas bajas soviéticas de este período se debían fundamentalmente a la falta de coordinación, tácticas obsoletas o de bajo rendimiento, escasa precisión en los ataques y comunicaciones muy deficientes. Así por ejemplo durante la última semana de agosto cuando las columnas acorazadas alemanas se lanzaban a la conquista de la ciudad, los soviéticos lanzaron en masa a su aviación para detenerlas. El resultado fue un desastre ante la escolta de cazas alemanes y así entre el 23 y 31 de agosto perdió la VVS nada menos que 201 aparatos sin haber causado daños de consideración en las columnas mecanizadas invasoras. Los alemanes tuvieron unas pérdidas ínfimas a pesar de haber realizado un bombardeo masivo sobre Stalingrado la noche del 23-24 de agosto, haber protegido a la Wehrmacht que marchaba contra la ciudad y haber hostigado a las fuerzas del Ejército Rojo.
Apenas dos meses antes la Luftwaffe también realizó un esfuerzo masivo contra Sebastopol, una ciudad y zona tremendamente fortificada. A pesar de volar dentro de un área reducida y de efectuar nada menos que 23.751 salidas, la Luftwaffe sólo perdió 23 aparatos más 7 averiados. La VVS perdió por otra parte 123 aparatos en el aire, de los cuales unos 118 fueron derribados por cazas alemanes. Se repite pues el patrón de otras batallas aéreas: gran coraje por parte de los pilotos soviéticos pero un tasa de pérdidas de 5 a 1 frente a la Luftwaffe.
Fuente:
Christer Bergström: Stalingrad: The Air Battle: 1942 through February 1943. (pág. 46, 72-74, 134) Ian Allan Publishing 2007.
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Actuación de la Luftwaffe en Stalingrado. (Antes del cerco)
¡Saludos a todos !
Aunque se habla hasta la saciedad de la campaña terrestre que precedió a Stalingrado, hay en general poca explicación de la campaña aérea si exceptuamos los bombardeos masivos sobre la ciudad y alguna mención al apoyo aéreo al combate en tierra.
La lucha áerea fue de un intensidad tremenda y es hora que hagamos una pequeña contribución sobre la misma...
La Luftflotte 4 comandada por el Generaloberst Wolfram von Richthofen -el título de Freiherr es un título nobiliario honorífico de carácter no hereditario- logró no sólo la superioridad aérea sino incluso durante algunos momentos de la batalla una cierta superioridad numérica. Esta momentánea superioridad numérica sería resultado de unas pérdidas enemigas de una escala inimaginable como pronto veremos.
Su principal oponente iba a ser el 8 VA mandado por el General Timofey Khryukin que iba a desarrollar una lucha sin cuartel a despecho de las terribles bajas sufridas.
Para comprender y seguir mejor la narrativa es conveniente ver las siguientes abreviaturas:
BAD (Bombardirovochnaya Aviatsonnaya Divizia) División de bombarderos (soviético)
IAD (Istrebitel´naya Aviatsionnaya Divizia) División de cazas (soviético)
Il-2 (Ilyushin) Shturmovik (soviético)
JG (Jagdgeschwader) Grupo de cazas (alemán)
KG (Kampfgeschwader) Grupo de bombarderos (alemán)
Me 109 (Messerschmitt 109) (alemán)
PVO (Protivo-Vozdushnaya Oborona) Defensa aérea (soviético)
VA (Vozhdushnaya Armiya) Ejército aéreo (soviético)
VVS (Voyenno-Vozhdushnye Sily) Fuerzas Aéreas Soviéticas (soviético)
VVS ChF (Voyenno-Vozhdushnye Sily Chernomorskiy Flot) Fuerzas aéreas de la Flota del Mar Negro (soviético)
ShAD (Shturmovaya Aviatsionnaya Divizia) División de aviones de ataque al suelo (soviético)
StG (Sturzkampfgeschwader) Grupo de bombarderos en picado (alemán)
U-2 (Biplano Polikarpov de entrenamiento utilizado como bombardero ligero nocturno) (soviético)
ZG (Zerstörergeschwader) Grupo de cazas pesados (alemán)
Los prelegómenos o sea los inicios de la operación Blau fueron bastante desastrosos para la VVS pues entre el 28 de junio y el 24 de julio perdieron nada menos que 783 aparatos frente a 175 de la Luftwaffe en combate y accidentes en la zona del Don-Donets. Por otra parte la Luftflotte 4 comenzaba a tener un nivel bajo de aparatos operativos debido al desgaste, falta de suministros de manera que a 20 de julio sólo contaba con 718 aviones operativos de los 1.600 con los que contaba la inicio de la ofensiva.
Para añadir problemas a la menguante fuerza aérea alemana, la dispersión ordenada por Hitler al ordenar dos ofensivas simultáneas hacia el Cáucaso y hacia Stalingrado, provocaba que las escasas fuerzas no pudieran lograr una superioridad aplastante en ninguno de los ejes ofensivos. El Cáucaso estaba defendido por el 4 VA y el 5 VA así como la VVS ChF que aunque con escasas fuerzas al principio irían recibiendo abundantes refuerzos mientras la Luftwaffe sólo recibía una fracción de los mismos.
Lo cierto es que después de la caída de Rostov y la limpieza del recodo del Don, los alemanes emprendieron la marcha hacia Stalingrado. El 2 de agosto el XLVIII Panzerkorps ataca por el sur y conqueista Kotelnikovo marchando hacia el río Aksay. El apoyo aéreo representado por el 8 VA fue dividido en dos, creando el nuevo 16 VA como resultado de la creación de un nuevo Frente soviético, el de Stalingrado que junto al Frente Sureste comandado por Yeremenko defendían la región.
El 5 de agosto Khryukin ordena ataques contra la punta acorazada alemana. El 8 VA realizó 265 salidas ese día con LaGG-3 equipados con cañones de 37 mm. Aunque se destruyeron algunos vehículos alemanes el coste fue altísimo, nada menos que 31 aparatos. Un ataque efectuado por el 268 IAD contra la base de cazas alemanes en Frolov no tuvo ningún resultado.
El día 8 de agosto los alemanes estaban a tan sólo 30 millas de Stalingrado. Yeremenko intentó realizar un contraataque en la zona del río Mishkova. Los ataques aéreos soviéticos sufrieron muchas bajas -dieciséis aparatos derribados, en gran parte por parte del JG53- con poco resultado.
El 9 de agosto se produjo una escalada en la actividad aérea soviética a despecho de las bajas con 231 salidas de cazas, 74 salidas de Shturmoviks y 51 de bombarderos. Se infringieron bajas en muchos vehículos alemanes pero el precio fue terrible frente a los grupos de cazas alemanes que dominaban el cielo: casi una cincuentena de aviones frente a tan sólo dos Me 109. El 9 de agosto fueron derribados dos ases alemanes. Aunque el combustible era escaso, se reservaba para los ases que de esta manera estaban continuamente en el aire.
En un esfuerzo por minar la supremacía de los cazas alemanes, Khryukin ordenó el bombardeo de las bases de cazas enemigas pero un ataque realizado el 12 de agosto terminó con el derribo de los 8 Shturmoviks implicados además de 7 cazas de escolta pertenecientes al 235 IAD y 269 IAD. El día 13 se repitió la masacre con 7 Shturmoviks derribados en un intento infructuoso de atacar la base de Tusov.
El día 17 de agosto los alemanes consiguieron una cabeza de puente en el Don al noroeste de Stalingrado. Khryukin dirigió entonces sus esfuerzos a bombardearla con Pe-2 del 270 BAD con poco éxito y múltiples bajas. El día 19 de agostos un grupo del JG53 atacó y derribó nada menos que 9 Pe-2.
Las terribles bajas sufridas por el 8 VA eran compensadas mediante un flujo ininterrumpido de refuerzos y reemplazos. Así el 20 de agosto se recibió el 287 IAD equipado con el nuevo Lavochkin La-5. Por parte alemana llegó el II./JG 52 mandada por Johannes Steinhoff aunque su debut no comenzó demasiado bien al der derribado un as, Waldemar Semelka.
El 23 de agosto comienza la ofensiva contra Stalingrado al romper desde la cabeza de puente en el Don el XIV Panzerkorps apoyados fuertemente por los bombarderos del KG 51, KG 55, I./KG 100, los Stukas del I./StG 77 protegidos por los cazas del III./JG 52 recién llegado del Cáucaso.
Entre el 23 y 24 de agosto se produjo un bombardeo de una intensidad salvaje en Stalingrado que causaría miles de muertos. La oposición aérea soviética fue muy débil tanto en la propia ciudad como en el cercano frente. En realidad entre el 23 y 26 de agosto la Luftwaffe apenas sufrió bajas. Se produjeron a paritr del 26 de agosto múltiples bombardeos nocturnos soviéticos que aunque muy molestos para los nervios de los alemanes no tuvieron prácticamente precisión ni resultados.
Puesto que el 270 BAD equipado por Pe-2 había sido diezmado en la batalla de la cabeza del Don, se echó mano de los Shturmoviks del 206, 226 y 228 ShAD que atacaron en masa a las columnas acorazadas alemanas. Los Shturmoviks fueron interceptados por Me 109 algunos de los cuales estaban equipados con cañones de 20 mm en la góndola ventral que derribaron 19 Il-2. El día 31 de agosto los soviéticos volvieron a la carga y perdieron 13 Shturmoviks mas. Para mayor desastre para los soviéticos, Me 110 del ZG 1 destruyeron 10 U-2 en su aérodromo. En tan sólo una semana, entre el 23 y 31 de agosto el 8 VA había perdido 201 aparatos.
El mes de septiembre iba a ser tan terrible en bajas como el de agosto. He escaneado una tabla bastante interesante porque muestra las bajas de ambas fuerzas desglosadas por aparatos y días. Espero que se pueda ver...
Para los que no puedan ver la tabla, ésta recuenta las bajas sufridas por la Luftwaffe y el 8 VA y 16 VA. En total los alemanes perdieron 103 aparatos en septiembre mientras que los soviéticos perdieron la friolera de 520, una proporción de 5:1. Hay algunos días de una intensísima actividad aérea como el 8 de septiembre donde los soviéticos perdieron 50 aviones frente a tan sólo 6 alemanes. Ese día, en rigor uno de los de mayor actividad aérea de toda la guerra, el 283 IAD recién llegado y todavía sin haber terminado el entrenamiento fue arrojado a la lucha. Ese día fue derribado un voluntario español, José Pascual Santamaría en su caza soviético. El 9 de septiembre Hermann Graf del JG 52 derribó varios La-5 en pleno centro aéreo de Stalingrado sin ninguna pérdida propia mientras el combate era presenciado por miles de hombres de ambos bandos.
Gran parte de las bajas soviéticas eran producto de un entrenamiento incompleto y tácticas obsoletas. Así por ejemplo se decidió que el Hawker Hurricane recibido mediante el Préstamo y Arriendo angloamericano escoltara a los Il-2 puesto que su velocidad era parecida. No obstante el entrenamiento inadecuado de los pilotos soviéticos hacía que muchos de ellos perdieran el contacto con los Shturmoviks. El 16 de septiembre en la zona de Voronezh un grupo del 4./JG 77 equipado con Me 109 atacó a los Il-2 y derribaron a tres de ellos en cuestión de minutos. A continuación se dirigieron hacia los Hurricanes derribando a dos de ellos al precio de un sólo aparato alemán.
A pesar de las terribles perdidas sufridas los pilotos soviéticos seguían afrontando la lucha sin respiro. Lamentablemente y a pesar del gran número de cañones antiaéreos en la ciudad, unas 560 piezas, éstas tuvieron un efecto marginal contra la Luftwaffe derribando muy pocos aviones.
Fuentes:
Christer Bergström: Stalingrad: The Air Battle: 1942 through February 1943. Ian Allan Publishing 2007.
David M. Glantz: To the Gates of Stalingrad: Soviet-German Operations April-August 1942. Vol I. University Press of Kansas
Aunque se habla hasta la saciedad de la campaña terrestre que precedió a Stalingrado, hay en general poca explicación de la campaña aérea si exceptuamos los bombardeos masivos sobre la ciudad y alguna mención al apoyo aéreo al combate en tierra.
La lucha áerea fue de un intensidad tremenda y es hora que hagamos una pequeña contribución sobre la misma...
La Luftflotte 4 comandada por el Generaloberst Wolfram von Richthofen -el título de Freiherr es un título nobiliario honorífico de carácter no hereditario- logró no sólo la superioridad aérea sino incluso durante algunos momentos de la batalla una cierta superioridad numérica. Esta momentánea superioridad numérica sería resultado de unas pérdidas enemigas de una escala inimaginable como pronto veremos.
Su principal oponente iba a ser el 8 VA mandado por el General Timofey Khryukin que iba a desarrollar una lucha sin cuartel a despecho de las terribles bajas sufridas.
Para comprender y seguir mejor la narrativa es conveniente ver las siguientes abreviaturas:
BAD (Bombardirovochnaya Aviatsonnaya Divizia) División de bombarderos (soviético)
IAD (Istrebitel´naya Aviatsionnaya Divizia) División de cazas (soviético)
Il-2 (Ilyushin) Shturmovik (soviético)
JG (Jagdgeschwader) Grupo de cazas (alemán)
KG (Kampfgeschwader) Grupo de bombarderos (alemán)
Me 109 (Messerschmitt 109) (alemán)
PVO (Protivo-Vozdushnaya Oborona) Defensa aérea (soviético)
VA (Vozhdushnaya Armiya) Ejército aéreo (soviético)
VVS (Voyenno-Vozhdushnye Sily) Fuerzas Aéreas Soviéticas (soviético)
VVS ChF (Voyenno-Vozhdushnye Sily Chernomorskiy Flot) Fuerzas aéreas de la Flota del Mar Negro (soviético)
ShAD (Shturmovaya Aviatsionnaya Divizia) División de aviones de ataque al suelo (soviético)
StG (Sturzkampfgeschwader) Grupo de bombarderos en picado (alemán)
U-2 (Biplano Polikarpov de entrenamiento utilizado como bombardero ligero nocturno) (soviético)
ZG (Zerstörergeschwader) Grupo de cazas pesados (alemán)
Los prelegómenos o sea los inicios de la operación Blau fueron bastante desastrosos para la VVS pues entre el 28 de junio y el 24 de julio perdieron nada menos que 783 aparatos frente a 175 de la Luftwaffe en combate y accidentes en la zona del Don-Donets. Por otra parte la Luftflotte 4 comenzaba a tener un nivel bajo de aparatos operativos debido al desgaste, falta de suministros de manera que a 20 de julio sólo contaba con 718 aviones operativos de los 1.600 con los que contaba la inicio de la ofensiva.
Para añadir problemas a la menguante fuerza aérea alemana, la dispersión ordenada por Hitler al ordenar dos ofensivas simultáneas hacia el Cáucaso y hacia Stalingrado, provocaba que las escasas fuerzas no pudieran lograr una superioridad aplastante en ninguno de los ejes ofensivos. El Cáucaso estaba defendido por el 4 VA y el 5 VA así como la VVS ChF que aunque con escasas fuerzas al principio irían recibiendo abundantes refuerzos mientras la Luftwaffe sólo recibía una fracción de los mismos.
Lo cierto es que después de la caída de Rostov y la limpieza del recodo del Don, los alemanes emprendieron la marcha hacia Stalingrado. El 2 de agosto el XLVIII Panzerkorps ataca por el sur y conqueista Kotelnikovo marchando hacia el río Aksay. El apoyo aéreo representado por el 8 VA fue dividido en dos, creando el nuevo 16 VA como resultado de la creación de un nuevo Frente soviético, el de Stalingrado que junto al Frente Sureste comandado por Yeremenko defendían la región.
El 5 de agosto Khryukin ordena ataques contra la punta acorazada alemana. El 8 VA realizó 265 salidas ese día con LaGG-3 equipados con cañones de 37 mm. Aunque se destruyeron algunos vehículos alemanes el coste fue altísimo, nada menos que 31 aparatos. Un ataque efectuado por el 268 IAD contra la base de cazas alemanes en Frolov no tuvo ningún resultado.
El día 8 de agosto los alemanes estaban a tan sólo 30 millas de Stalingrado. Yeremenko intentó realizar un contraataque en la zona del río Mishkova. Los ataques aéreos soviéticos sufrieron muchas bajas -dieciséis aparatos derribados, en gran parte por parte del JG53- con poco resultado.
El 9 de agosto se produjo una escalada en la actividad aérea soviética a despecho de las bajas con 231 salidas de cazas, 74 salidas de Shturmoviks y 51 de bombarderos. Se infringieron bajas en muchos vehículos alemanes pero el precio fue terrible frente a los grupos de cazas alemanes que dominaban el cielo: casi una cincuentena de aviones frente a tan sólo dos Me 109. El 9 de agosto fueron derribados dos ases alemanes. Aunque el combustible era escaso, se reservaba para los ases que de esta manera estaban continuamente en el aire.
En un esfuerzo por minar la supremacía de los cazas alemanes, Khryukin ordenó el bombardeo de las bases de cazas enemigas pero un ataque realizado el 12 de agosto terminó con el derribo de los 8 Shturmoviks implicados además de 7 cazas de escolta pertenecientes al 235 IAD y 269 IAD. El día 13 se repitió la masacre con 7 Shturmoviks derribados en un intento infructuoso de atacar la base de Tusov.
El día 17 de agosto los alemanes consiguieron una cabeza de puente en el Don al noroeste de Stalingrado. Khryukin dirigió entonces sus esfuerzos a bombardearla con Pe-2 del 270 BAD con poco éxito y múltiples bajas. El día 19 de agostos un grupo del JG53 atacó y derribó nada menos que 9 Pe-2.
Las terribles bajas sufridas por el 8 VA eran compensadas mediante un flujo ininterrumpido de refuerzos y reemplazos. Así el 20 de agosto se recibió el 287 IAD equipado con el nuevo Lavochkin La-5. Por parte alemana llegó el II./JG 52 mandada por Johannes Steinhoff aunque su debut no comenzó demasiado bien al der derribado un as, Waldemar Semelka.
El 23 de agosto comienza la ofensiva contra Stalingrado al romper desde la cabeza de puente en el Don el XIV Panzerkorps apoyados fuertemente por los bombarderos del KG 51, KG 55, I./KG 100, los Stukas del I./StG 77 protegidos por los cazas del III./JG 52 recién llegado del Cáucaso.
Entre el 23 y 24 de agosto se produjo un bombardeo de una intensidad salvaje en Stalingrado que causaría miles de muertos. La oposición aérea soviética fue muy débil tanto en la propia ciudad como en el cercano frente. En realidad entre el 23 y 26 de agosto la Luftwaffe apenas sufrió bajas. Se produjeron a paritr del 26 de agosto múltiples bombardeos nocturnos soviéticos que aunque muy molestos para los nervios de los alemanes no tuvieron prácticamente precisión ni resultados.
Puesto que el 270 BAD equipado por Pe-2 había sido diezmado en la batalla de la cabeza del Don, se echó mano de los Shturmoviks del 206, 226 y 228 ShAD que atacaron en masa a las columnas acorazadas alemanas. Los Shturmoviks fueron interceptados por Me 109 algunos de los cuales estaban equipados con cañones de 20 mm en la góndola ventral que derribaron 19 Il-2. El día 31 de agosto los soviéticos volvieron a la carga y perdieron 13 Shturmoviks mas. Para mayor desastre para los soviéticos, Me 110 del ZG 1 destruyeron 10 U-2 en su aérodromo. En tan sólo una semana, entre el 23 y 31 de agosto el 8 VA había perdido 201 aparatos.
El mes de septiembre iba a ser tan terrible en bajas como el de agosto. He escaneado una tabla bastante interesante porque muestra las bajas de ambas fuerzas desglosadas por aparatos y días. Espero que se pueda ver...
Para los que no puedan ver la tabla, ésta recuenta las bajas sufridas por la Luftwaffe y el 8 VA y 16 VA. En total los alemanes perdieron 103 aparatos en septiembre mientras que los soviéticos perdieron la friolera de 520, una proporción de 5:1. Hay algunos días de una intensísima actividad aérea como el 8 de septiembre donde los soviéticos perdieron 50 aviones frente a tan sólo 6 alemanes. Ese día, en rigor uno de los de mayor actividad aérea de toda la guerra, el 283 IAD recién llegado y todavía sin haber terminado el entrenamiento fue arrojado a la lucha. Ese día fue derribado un voluntario español, José Pascual Santamaría en su caza soviético. El 9 de septiembre Hermann Graf del JG 52 derribó varios La-5 en pleno centro aéreo de Stalingrado sin ninguna pérdida propia mientras el combate era presenciado por miles de hombres de ambos bandos.
Gran parte de las bajas soviéticas eran producto de un entrenamiento incompleto y tácticas obsoletas. Así por ejemplo se decidió que el Hawker Hurricane recibido mediante el Préstamo y Arriendo angloamericano escoltara a los Il-2 puesto que su velocidad era parecida. No obstante el entrenamiento inadecuado de los pilotos soviéticos hacía que muchos de ellos perdieran el contacto con los Shturmoviks. El 16 de septiembre en la zona de Voronezh un grupo del 4./JG 77 equipado con Me 109 atacó a los Il-2 y derribaron a tres de ellos en cuestión de minutos. A continuación se dirigieron hacia los Hurricanes derribando a dos de ellos al precio de un sólo aparato alemán.
A pesar de las terribles perdidas sufridas los pilotos soviéticos seguían afrontando la lucha sin respiro. Lamentablemente y a pesar del gran número de cañones antiaéreos en la ciudad, unas 560 piezas, éstas tuvieron un efecto marginal contra la Luftwaffe derribando muy pocos aviones.
Fuentes:
Christer Bergström: Stalingrad: The Air Battle: 1942 through February 1943. Ian Allan Publishing 2007.
David M. Glantz: To the Gates of Stalingrad: Soviet-German Operations April-August 1942. Vol I. University Press of Kansas
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Antonio Machado
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Re: Actuación de la Luftwaffe en Stalingrado. (Antes del cer
Hola Schwerkunpt:
Excelente artículo con mucha información sobre un tópico sobre el cual no se habla frecuentemente.
Gracias por compartir.
Saludos cordiales desde Nueva York, Antonio Machado.
Excelente artículo con mucha información sobre un tópico sobre el cual no se habla frecuentemente.
Gracias por compartir.
Saludos cordiales desde Nueva York, Antonio Machado.
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.
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Schwerpunkt
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Actuación de la Luftwaffe en Stalingrado. (Antes del cerco)
Gracias Antonio, no hay de qué... Yo también creo que el interés viene dado por ser un aspecto de la guerra en el Frente Oriental poco tratado...
Continuando con la exposición anterior, la VVS sufría unas bajas tremendas en sus intentos por frenar a los alemanes en su avance hacia Stalingrado así como en disminuír la superioridad en el aire de la Luftwaffe. No obstante la moral de los soviéticos parecía a prueba de bomba, sólo así se puede entender el que una y otra vez se lanzaran contra el enemigo a pesar de unas bajas que hubieran hecho tirar la toalla a otros pilotos.
Ya hemos visto como el 270 BAD fue diezmado a finales de agosto en sus infructuosos intentos por hostigar a los alemanes en la cabeza de puente del Don. El 10 y 11 de septiembre los escasos Pe-2 que que le restaban fueron derribados al caer presa de un numeroso grupo de Me 109. De los quince aparatos que quedaban, seis fueron derribados el día 10 y otros dos el día 11 quedando tan sólo un Pe-2 operativo.
No sólo las unidades de aviones de bombardeo y ataque al suelo habían sido desangradas en estos enfrentamientos sino las unidades de caza de la VVS. El día 11 de septiembre el I./JG 53 reportó el derribo de 17 aparatos soviéticos, entre ellos 14 cazas.
A pesar de estos éxitos la realidad estratégica alemana es que tanto las ofensivas contra Stalingrado como contra el Cáucaso habían quedado estancadas. El 9 de septiembre el mariscal List, comandante del Grupo de Ejércitos A fue destituído de su mando y tres días mas tarde el Coronel General Paulus fue abroncado en el cuartel general del Führer en Vinnitsa. A la pobre impresión que Paulus causó en Hitler se añadió la sugerencia del propio von Richthofen para sustituirlo como comandante de las fuerzas del VI Ejército. Paulus aseguró a Hitler que una "ofensiva final" estaba en preparación contra Stalingrado. Esta en efecto se iba a producir apenas dos días después...
El día 13 de septiembre se produjo un bombardeo masivo por parte de los Stukas del StG 2 y StG 77 mientras aviones de bombardeo horizontal machacaban la ciudad y las márgenes del Volga. Los cazas soviéticos se lanzaron a la defensa de la heroica ciudad produciéndose multitud de combates sobre la ciudad a unos 6.000 pies. A pesar del arrojo soviético, apenas se produjeron bajas entre la Luftwaffe aunque se lograron dañar cinco bombarderos que regresaron renqueando a sus bases pero los soviéticos sufrieron grandes bajas, en particular cazas y también 4 Il-2 que intentaron apoyar al Ejército Rojo en la defensa. Como resultado del masivo apoyo aéreo los alemanes lograron avanzar a través de las ruinas y clavar su bandera en parte de la enorme fábrica de tractores Dzherzhinskiy.
El día 14 de septiembre se produjeron algunas bajas alemanas mas que el día anterior entre ellos un IAR 80 rumano que fue derribado por el célebre procedimiento del "taran", o sea embestido por un caza soviético. Otro Fw 190 fue perdido de la misma manera. Los pilotos soviéticos a pesar de las terribles pérdidas no cejaban en su heroica lucha y no vacilaban en arrojarse contra el enemigo para causarle bajas.
... Continuará...
Fuentes:
Christer Bergström: Stalingrad: The Air Battle: 1942 through February 1943. Ian Allan Publishing 2007.
Continuando con la exposición anterior, la VVS sufría unas bajas tremendas en sus intentos por frenar a los alemanes en su avance hacia Stalingrado así como en disminuír la superioridad en el aire de la Luftwaffe. No obstante la moral de los soviéticos parecía a prueba de bomba, sólo así se puede entender el que una y otra vez se lanzaran contra el enemigo a pesar de unas bajas que hubieran hecho tirar la toalla a otros pilotos.
Ya hemos visto como el 270 BAD fue diezmado a finales de agosto en sus infructuosos intentos por hostigar a los alemanes en la cabeza de puente del Don. El 10 y 11 de septiembre los escasos Pe-2 que que le restaban fueron derribados al caer presa de un numeroso grupo de Me 109. De los quince aparatos que quedaban, seis fueron derribados el día 10 y otros dos el día 11 quedando tan sólo un Pe-2 operativo.
No sólo las unidades de aviones de bombardeo y ataque al suelo habían sido desangradas en estos enfrentamientos sino las unidades de caza de la VVS. El día 11 de septiembre el I./JG 53 reportó el derribo de 17 aparatos soviéticos, entre ellos 14 cazas.
A pesar de estos éxitos la realidad estratégica alemana es que tanto las ofensivas contra Stalingrado como contra el Cáucaso habían quedado estancadas. El 9 de septiembre el mariscal List, comandante del Grupo de Ejércitos A fue destituído de su mando y tres días mas tarde el Coronel General Paulus fue abroncado en el cuartel general del Führer en Vinnitsa. A la pobre impresión que Paulus causó en Hitler se añadió la sugerencia del propio von Richthofen para sustituirlo como comandante de las fuerzas del VI Ejército. Paulus aseguró a Hitler que una "ofensiva final" estaba en preparación contra Stalingrado. Esta en efecto se iba a producir apenas dos días después...
El día 13 de septiembre se produjo un bombardeo masivo por parte de los Stukas del StG 2 y StG 77 mientras aviones de bombardeo horizontal machacaban la ciudad y las márgenes del Volga. Los cazas soviéticos se lanzaron a la defensa de la heroica ciudad produciéndose multitud de combates sobre la ciudad a unos 6.000 pies. A pesar del arrojo soviético, apenas se produjeron bajas entre la Luftwaffe aunque se lograron dañar cinco bombarderos que regresaron renqueando a sus bases pero los soviéticos sufrieron grandes bajas, en particular cazas y también 4 Il-2 que intentaron apoyar al Ejército Rojo en la defensa. Como resultado del masivo apoyo aéreo los alemanes lograron avanzar a través de las ruinas y clavar su bandera en parte de la enorme fábrica de tractores Dzherzhinskiy.
El día 14 de septiembre se produjeron algunas bajas alemanas mas que el día anterior entre ellos un IAR 80 rumano que fue derribado por el célebre procedimiento del "taran", o sea embestido por un caza soviético. Otro Fw 190 fue perdido de la misma manera. Los pilotos soviéticos a pesar de las terribles pérdidas no cejaban en su heroica lucha y no vacilaban en arrojarse contra el enemigo para causarle bajas.
... Continuará...
Fuentes:
Christer Bergström: Stalingrad: The Air Battle: 1942 through February 1943. Ian Allan Publishing 2007.
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Javier Rincón
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Re: Actuación de la Luftwaffe en Stalingrado. (Antes del cer
continua.. para cuando? jeje
esta es la historia de uno de los más grandes enfrentamientos de la aviación, y aunque lo he leído en otros libros, la descripción que haces es apasionante...
esta es la historia de uno de los más grandes enfrentamientos de la aviación, y aunque lo he leído en otros libros, la descripción que haces es apasionante...
+
Smithers:
Señor Burns, Steven Spielberg se encuentra ocupado, pero hemos conseguido a su Homologo Mexicano no sindicado, el señor Esteban Espilbergo
MR Burns:
muy bien Señor Espilbergo, quiero una pelicula que sea un culto a mi figura, quiero que haga conmigo lo mismo que hizo Con Oskar Schindler
Esteban Espilbergo (con gorra y acento mexicano):
pero señor Burns, la gente adora a Schindler, en cambio usted es el diablo
Mr Burns:
No veo tantas diferencias.. los dos eramos ricos, empresarios y fabricabamos armas para los Nazis... a diferencia que las mias SI funcionaban...
libertad para todos los secuestrados
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Schwerpunkt
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Actuación de la Luftwaffe en Stalingrado. (Antes del cerco)
¡ Saludos a todos !
Aquí envío un pequeño añadido a la descripción de la tremenda lucha aérea en Stalingrado...
El 15 de septiembre el 102 IAD puso un grupo de I-16 y otro de I-153 en el aire. Intentaron interceptar un grupo de Ju-88 sólo para encontrarse atacados por un grupo de cuatro Me 109 que en rapida sucesión derribaron dos cazas soviéticos. A continuación el pequeño grupo alemán topó con una formación de LaGG-3 derribando uno de ellos. En total ese 15 de septiembre el 16 y 8 VA soviéticos perdieron 15 aparatos, entre ellos 7 Shturmoviks frente a tres aviones alemanes.
El 16 de septiembre una repentina tormenta de arena de desató sobre la zona de Stalingrado. Eso además de otorgar un respiro al 62 Ejército soviético responsable de la defensa de la ciudad permitió a los soviéticos el reponer sus pérdidas tanto en tierra como en aire sin el hostigamiento de la omnipresente Luftwaffe. Entre el 13 y 16 de septiembre unos 10.000 hombres de la 13 Div. de Guardias atravesaron el Volga y el 16 VA recibió 28 aparatos nuevos y aprovechó para reparar otros 24 que estaban averiados aumentando de esa manera sus efectivos operativos en una cincuentena de aviones.
El 17 de septiembre el tiempo despejó y el 16 VA realizó 180 salidas aéreas. Asimismo durante la noche del 17 al 18 se realizaron numerosas incursiones sobre aérodromos alemanes en Tusov, Surovikino y otros. Esa acción era el preludio de una nueva ofensiva soviética en el flanco norte del VI Ejército alemán. Mientras el grueso del ejército alemán estaba enredado en una terrible lucha urbana el mando soviético decidió lanzar una contraofensiva de gran envergadura contra este flanco que se juzgaba vulnerable. Ya se había atacado en agosto sin éxito pero en esta ocasión se presumía que al estar las fuerzas acorazadas y motorizadas alemanas en la zona de Stalingrado se podría conseguir el éxito. Aunque el número de fuerzas soviéticas empleadas era impresionante, su entrenamiento y equipamiento no lo eran tanto. No obstante el 1 Ejército de Guardias contaba con nada menos que tres cuerpos acorazados y varias brigadas blindadas que aunque no completamente equipadas contaban con 340 carros aventajando en 5 a 1 en carros y 6 a 1 en hombres a los alemanes. Por contra los alemanes se encontraban apostados en un dispositivo defensivo en profundidad y contando con superioridad numérica y táctica en el aire. Ya veremos que influencia tendría esto en la ofensiva soviética...
Al amanecer del 18 de septiembre el 1 Ejército de Guardias y el 24 y 66 Ejército soviéticos lanzaron una ofensiva contra el VIII Cuerpo de Ejército en la zona de Kotluban situado en el mencionado flanco norte (1)
En el mapa podemos ver la gran concentración de divisiones soviéticas (en numerales arábigos) y los tres cuerpos acorazados empeñados (el 16 TC, 7 TC y 6 TC) en la zona de Kotluban. El 24 y 66 Ejércitos soviéticos debían de colaborar en la ofensiva fijando a los alemanes en la zona cercana a Stalingrado.
El ataque comenzó con ataques de Shturmoviks arrojando bombas fumígenas para cegar a los alemanes. Como de costumbre los cazas del III./JG 53 y I./JG 53 se arrojaron sobre ellos derribando a varios en cuestión de minutos. En tierra no obstante el avance de carros soviéticos logró efectuar una penetración de varios kilómetros en el sector de la 76 Div. de infantería y la 60 Motorizada aunque sufriendo bastantes bajas por el fuego de los cañones de 88 mm empleados como anticarro. Por la tarde el VIII Fliegerkorps lanzó oleadas de Stukas apoyados por Me 109 que se ensañaron con los carros soviéticos al descubierto destruyendo 106 de ellos. Además se derribaron nada menos que 37 aparatos soviéticos -entre ellos 14 Shturmoviks- durante el día contra tan sólo 3 derribos alemanes. El día 19 de septiembre aunque los ataques soviéticos continuaban era obvio que no iban a tener éxito ni conseguir la ruptura operacional esperada. Por otra parte la VVS no podía apoyar con tanta fuerza debido a las tremendas bajas del día anterior en especial en Shturmoviks. Los intentos de proteger la ofensiva con cazas no produjeron mas que otro abultado parte de bajas. Nada menos que 21 aviones soviéticos en especial cazas fueron derribados al coste de 6 aviones alemanes.
El día 20 en un intento desesperado de dar protección a las tropas de tierra los cazas soviéticos se lanzaron al aire produciendose numerosos combates aéreos pero sin realizar intentos de apoyar con aviones de ataque al suelo ante las bajas de los días precedentes. Ese día se derribaron 18 aviones soviéticos al coste de 6 aparatos alemanes. Todavía en días posteriores se realizarían intentonas soviéticas aunque cada vez más débiles ante las tremendas bajas sufridas.
Entre el 1 y 20 de septiembre los ejércitos 1 de Guardias, 24 y 66 soviéticos sufrieron la friolera de 88.700 bajas, la mayor parte durante los escasos días de la ofensiva del 18 al 20 de septiembre. El 1 de Guardias perdió unos 180 carros en tan sólo tres días y en gran medida debido al ataque de la Luftwaffe (2)
La actuación de la Luftwaffe se reveló como absolutamente indispensable en el fracaso de la ofensiva soviética.
Fuentes:
Christer Bergström: Stalingrad: The Air Battle: 1942 through February 1943. Ian Allan Publishing 2007.
(1) David M. Glantz: Armageddon in Stalingrad. September-November 1942. Vol. 2 (pág. 168-178)
(2) Ibid.
Aquí envío un pequeño añadido a la descripción de la tremenda lucha aérea en Stalingrado...
El 15 de septiembre el 102 IAD puso un grupo de I-16 y otro de I-153 en el aire. Intentaron interceptar un grupo de Ju-88 sólo para encontrarse atacados por un grupo de cuatro Me 109 que en rapida sucesión derribaron dos cazas soviéticos. A continuación el pequeño grupo alemán topó con una formación de LaGG-3 derribando uno de ellos. En total ese 15 de septiembre el 16 y 8 VA soviéticos perdieron 15 aparatos, entre ellos 7 Shturmoviks frente a tres aviones alemanes.
El 16 de septiembre una repentina tormenta de arena de desató sobre la zona de Stalingrado. Eso además de otorgar un respiro al 62 Ejército soviético responsable de la defensa de la ciudad permitió a los soviéticos el reponer sus pérdidas tanto en tierra como en aire sin el hostigamiento de la omnipresente Luftwaffe. Entre el 13 y 16 de septiembre unos 10.000 hombres de la 13 Div. de Guardias atravesaron el Volga y el 16 VA recibió 28 aparatos nuevos y aprovechó para reparar otros 24 que estaban averiados aumentando de esa manera sus efectivos operativos en una cincuentena de aviones.
El 17 de septiembre el tiempo despejó y el 16 VA realizó 180 salidas aéreas. Asimismo durante la noche del 17 al 18 se realizaron numerosas incursiones sobre aérodromos alemanes en Tusov, Surovikino y otros. Esa acción era el preludio de una nueva ofensiva soviética en el flanco norte del VI Ejército alemán. Mientras el grueso del ejército alemán estaba enredado en una terrible lucha urbana el mando soviético decidió lanzar una contraofensiva de gran envergadura contra este flanco que se juzgaba vulnerable. Ya se había atacado en agosto sin éxito pero en esta ocasión se presumía que al estar las fuerzas acorazadas y motorizadas alemanas en la zona de Stalingrado se podría conseguir el éxito. Aunque el número de fuerzas soviéticas empleadas era impresionante, su entrenamiento y equipamiento no lo eran tanto. No obstante el 1 Ejército de Guardias contaba con nada menos que tres cuerpos acorazados y varias brigadas blindadas que aunque no completamente equipadas contaban con 340 carros aventajando en 5 a 1 en carros y 6 a 1 en hombres a los alemanes. Por contra los alemanes se encontraban apostados en un dispositivo defensivo en profundidad y contando con superioridad numérica y táctica en el aire. Ya veremos que influencia tendría esto en la ofensiva soviética...
Al amanecer del 18 de septiembre el 1 Ejército de Guardias y el 24 y 66 Ejército soviéticos lanzaron una ofensiva contra el VIII Cuerpo de Ejército en la zona de Kotluban situado en el mencionado flanco norte (1)
En el mapa podemos ver la gran concentración de divisiones soviéticas (en numerales arábigos) y los tres cuerpos acorazados empeñados (el 16 TC, 7 TC y 6 TC) en la zona de Kotluban. El 24 y 66 Ejércitos soviéticos debían de colaborar en la ofensiva fijando a los alemanes en la zona cercana a Stalingrado.
El ataque comenzó con ataques de Shturmoviks arrojando bombas fumígenas para cegar a los alemanes. Como de costumbre los cazas del III./JG 53 y I./JG 53 se arrojaron sobre ellos derribando a varios en cuestión de minutos. En tierra no obstante el avance de carros soviéticos logró efectuar una penetración de varios kilómetros en el sector de la 76 Div. de infantería y la 60 Motorizada aunque sufriendo bastantes bajas por el fuego de los cañones de 88 mm empleados como anticarro. Por la tarde el VIII Fliegerkorps lanzó oleadas de Stukas apoyados por Me 109 que se ensañaron con los carros soviéticos al descubierto destruyendo 106 de ellos. Además se derribaron nada menos que 37 aparatos soviéticos -entre ellos 14 Shturmoviks- durante el día contra tan sólo 3 derribos alemanes. El día 19 de septiembre aunque los ataques soviéticos continuaban era obvio que no iban a tener éxito ni conseguir la ruptura operacional esperada. Por otra parte la VVS no podía apoyar con tanta fuerza debido a las tremendas bajas del día anterior en especial en Shturmoviks. Los intentos de proteger la ofensiva con cazas no produjeron mas que otro abultado parte de bajas. Nada menos que 21 aviones soviéticos en especial cazas fueron derribados al coste de 6 aviones alemanes.
El día 20 en un intento desesperado de dar protección a las tropas de tierra los cazas soviéticos se lanzaron al aire produciendose numerosos combates aéreos pero sin realizar intentos de apoyar con aviones de ataque al suelo ante las bajas de los días precedentes. Ese día se derribaron 18 aviones soviéticos al coste de 6 aparatos alemanes. Todavía en días posteriores se realizarían intentonas soviéticas aunque cada vez más débiles ante las tremendas bajas sufridas.
Entre el 1 y 20 de septiembre los ejércitos 1 de Guardias, 24 y 66 soviéticos sufrieron la friolera de 88.700 bajas, la mayor parte durante los escasos días de la ofensiva del 18 al 20 de septiembre. El 1 de Guardias perdió unos 180 carros en tan sólo tres días y en gran medida debido al ataque de la Luftwaffe (2)
La actuación de la Luftwaffe se reveló como absolutamente indispensable en el fracaso de la ofensiva soviética.
Fuentes:
Christer Bergström: Stalingrad: The Air Battle: 1942 through February 1943. Ian Allan Publishing 2007.
(1) David M. Glantz: Armageddon in Stalingrad. September-November 1942. Vol. 2 (pág. 168-178)
(2) Ibid.
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Actuación de la Luftwaffe en Stalingrado. (Antes del cerco)
La batalla en Kotluban aún tendría una segunda parte con las fuerzas soviéticas retomando el ataque el día 23 de septiembre. Aunque los avances iniciales fueron mejores que en la ofensiva de pocos días atrás, se volvía a repetir la misma tónica: graves pérdidas de carros rusos por efecto de la Luftwaffe y los contraataques blindados alemanes. Así el 16 Cuerpo de Carros soviético (16 TC) perdió 39 carros tan sólo el 24 de septiembre y los ejércitos 1 de Guardias, 24 y 66 soviéticos que realizaron esta segunda intentona tuvieron más de 18.000 bajas entre el 20 y 24 de septiembre.
Tras las terribles pérdidas de la fallida ofensiva de Kotluban, la VVS abandonó durante varios días la ofensiva aérea y se contentó con intentar defenderse con salidas primordialmente de cazas. La verdad es que los aviones de ataque al suelo Shturmovik habían quedado diezmados. Durante los siguientes días los derribos conseguidos por los alemanes serían casi exclusivamente aviones de caza soviéticos.
A pesar de los éxitos defensivos de la Luftwaffe en el flanco norte y de la relativa impunidad con que se llevaba a cabo el apoyo a las tropas alemanas en la zona urbana de Stalingrado, la realidad es que el combate había quedado estancado. Los soldados del 62 ejército soviético combatían aferrándose fanáticamente a las ruinas de la ciudad. Se había detenido el avance alemán a pesar de que éste estaba apoyado por una Luftwaffe que día tras día bombardeaba y hostigaba a los defensores soviéticos. El hecho de que sin casi apoyo aéreo pudieran resistir convenció a los mandos soviéticos que no valía la pena intentar disputar a tan grande coste el dominio aéreo a los alemanes. Lentamente fueron desapareciendo de los cielos los aviones soviéticos que con valor aunque con escaso efecto habían intentado enfrentarse a la Luftwaffe. Todavía se registrarían grandes combates aéreos el 25 y el 28 de septiembre pero gradualmente la VVS abandonó los cielos de Stalingrado.
En vista del indisputado dominio alemán algunas unidades de cazas como el I./JG 52 y el III./JG 53 fueron retiradas a Alemania para reponerse. Mientras tanto algunas unidades de bombarderos rumanas llegaron a principios de octubre.
Los soviéticos reconocieron tácitamente el fracaso de su fuerza aérea: el 28 de septiembre el comandante del 16 VA, general Pavel Stepanov fue despedido del mando y sustituído por su segundo, el general Stepan Rudenko.
En tierra las cosas seguían mas o menos igual, si bien los Stukas lanzaron no menos de 700 ataques contra la fábrica de tractores en Stalingrado el 5 de octubre. y continuaron los ataques al día siguiente casi sin pausa. No obstante esto no redundó en un avance de los atacantes. El 8 de octubre un Hitler furioso exigió que se lanzara un ataque final en Stalingrado el 14 de octubre para liquidar a los últimos defensores. Pero al mismo tiempo exigió que se lanzara un ataque aéreo contra los yacimientos petrolíferos de Groznii. Parece que había llegado al convencimiento que ya que no podía apoderarse del petróleo, al menos se lo negaría a los soviéticos. Al pobre Richthofen no le quedó más opción que enviar varias unidades de bombarderos a Groznii, bombardear apresuradamente y regresar a Stalingrado a tiempo para apoyar la ofensiva para arrojar a los soviéticos de su precaria área defensiva a lo largo del Volga (ver mapa debajo de la zona urbana de Stalingrado y avances sucesivos alemanes)
Esta se inició el 14 de octubre con uno de los bombardeos más intensos de la guerra. La Luftwaffe efectuó nada menos que 2.000 salidas y lanzó 600 t de bombas. Prácticamente no hubo oposición aérea soviética y la Wehrmacht consiguió a base de esfuerzos sobrehumanos cortar la zona defensiva soviética en dos y adentrarse en la zona fabril. Al día siguiente los Stukas se enzarzaron con los ferries que portaban suministros y refuerzos a Chuikov a través del Volga. Si se cortaba este flujo todo estaba perdido para los defensores soviéticos. Ante esta situación se ordenó al 220 IAD y al 228 ShAD enviar todos sus aparatos contra los bombarderos alemanes. Se produjo una feroz batalla aérea en la que los soviéticos afirmaron haber derribado nueve aparatos alemanes. En realidad se habían perdido 8 aviones soviéticos frente a 3 alemanes.
A pesar de todo la defensa soviética permanecía inasequible al desaliento encerrados en un minúsculo terreno de ruinas bombardeado día y noche.. Los ataques de Stukas prosiguieron sin pausa los siguientes días: 230 salidas el 23 de octubre, 381 salidas el 24 de octubre, 329 el 25 de octubre y 268 el 26 de octubre pero sin que se reflejara en un decisivo avance alemán. Hacia el 29 de octubre el ataque alemán terminó por puro agotamiento sin haber logrado erradicar las bolsas soviéticas aferradas a una pequeña franja a lo largo del Volga.
Los pilotos y mandos de la Luftwaffe no podían ocultar su frustración. Pero además esa desaforada actividad aérea tenía un precio en la baja operatividad que tenían en general todas las unidades aéreas. Situadas a lo largo de una larguísima línea de suministros hasta Alemania y sometidas a una actividad aérea agotadora, los aviones empezaban a mostrar unas tasas altísimas de averías, falta de repuestos y en suma una baja operatividad en contraste con sus oponentes soviéticos que habían dedicado gran parte del mes de octubre a reponerse del castigo sufrido en septiembre.
Fuentes:
Christer Bergström: Stalingrad: The Air Battle: 1942 through February 1943. Ian Allan Publishing 2007.
Tras las terribles pérdidas de la fallida ofensiva de Kotluban, la VVS abandonó durante varios días la ofensiva aérea y se contentó con intentar defenderse con salidas primordialmente de cazas. La verdad es que los aviones de ataque al suelo Shturmovik habían quedado diezmados. Durante los siguientes días los derribos conseguidos por los alemanes serían casi exclusivamente aviones de caza soviéticos.
A pesar de los éxitos defensivos de la Luftwaffe en el flanco norte y de la relativa impunidad con que se llevaba a cabo el apoyo a las tropas alemanas en la zona urbana de Stalingrado, la realidad es que el combate había quedado estancado. Los soldados del 62 ejército soviético combatían aferrándose fanáticamente a las ruinas de la ciudad. Se había detenido el avance alemán a pesar de que éste estaba apoyado por una Luftwaffe que día tras día bombardeaba y hostigaba a los defensores soviéticos. El hecho de que sin casi apoyo aéreo pudieran resistir convenció a los mandos soviéticos que no valía la pena intentar disputar a tan grande coste el dominio aéreo a los alemanes. Lentamente fueron desapareciendo de los cielos los aviones soviéticos que con valor aunque con escaso efecto habían intentado enfrentarse a la Luftwaffe. Todavía se registrarían grandes combates aéreos el 25 y el 28 de septiembre pero gradualmente la VVS abandonó los cielos de Stalingrado.
En vista del indisputado dominio alemán algunas unidades de cazas como el I./JG 52 y el III./JG 53 fueron retiradas a Alemania para reponerse. Mientras tanto algunas unidades de bombarderos rumanas llegaron a principios de octubre.
Los soviéticos reconocieron tácitamente el fracaso de su fuerza aérea: el 28 de septiembre el comandante del 16 VA, general Pavel Stepanov fue despedido del mando y sustituído por su segundo, el general Stepan Rudenko.
En tierra las cosas seguían mas o menos igual, si bien los Stukas lanzaron no menos de 700 ataques contra la fábrica de tractores en Stalingrado el 5 de octubre. y continuaron los ataques al día siguiente casi sin pausa. No obstante esto no redundó en un avance de los atacantes. El 8 de octubre un Hitler furioso exigió que se lanzara un ataque final en Stalingrado el 14 de octubre para liquidar a los últimos defensores. Pero al mismo tiempo exigió que se lanzara un ataque aéreo contra los yacimientos petrolíferos de Groznii. Parece que había llegado al convencimiento que ya que no podía apoderarse del petróleo, al menos se lo negaría a los soviéticos. Al pobre Richthofen no le quedó más opción que enviar varias unidades de bombarderos a Groznii, bombardear apresuradamente y regresar a Stalingrado a tiempo para apoyar la ofensiva para arrojar a los soviéticos de su precaria área defensiva a lo largo del Volga (ver mapa debajo de la zona urbana de Stalingrado y avances sucesivos alemanes)
A pesar de todo la defensa soviética permanecía inasequible al desaliento encerrados en un minúsculo terreno de ruinas bombardeado día y noche.. Los ataques de Stukas prosiguieron sin pausa los siguientes días: 230 salidas el 23 de octubre, 381 salidas el 24 de octubre, 329 el 25 de octubre y 268 el 26 de octubre pero sin que se reflejara en un decisivo avance alemán. Hacia el 29 de octubre el ataque alemán terminó por puro agotamiento sin haber logrado erradicar las bolsas soviéticas aferradas a una pequeña franja a lo largo del Volga.
Los pilotos y mandos de la Luftwaffe no podían ocultar su frustración. Pero además esa desaforada actividad aérea tenía un precio en la baja operatividad que tenían en general todas las unidades aéreas. Situadas a lo largo de una larguísima línea de suministros hasta Alemania y sometidas a una actividad aérea agotadora, los aviones empezaban a mostrar unas tasas altísimas de averías, falta de repuestos y en suma una baja operatividad en contraste con sus oponentes soviéticos que habían dedicado gran parte del mes de octubre a reponerse del castigo sufrido en septiembre.
Fuentes:
Christer Bergström: Stalingrad: The Air Battle: 1942 through February 1943. Ian Allan Publishing 2007.
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