Este hilo es una traducción y adaptación personales de un artículo de David Zambon titulado “La défense de l’espace aérien italien (mai-septembre 1943)” publicado en la revista Histoire de Guerre nº41 de noviembre de 2003. Comienzo con la traducción.
En muchos aspectos, los pilotos italianos en el verano de 1943 se encontraban en la misma situación que sus colegas franceses en mayo de 1940. En la debacle política y militar, frente a un adversario con una potencia material y tecnológica fenomenales, supieron ganarse el respeto y el temor de sus adversarios que, hoy solamente, comienzan a denunciar el mito de una Regia Aeronáutica incapaz de luchar.
Situación de la Regia Aeronáutica el 13 mayo 1940
La caída de Túnez, firmó a la vez el fin del imperio colonial italiano y la probabilidad de un desembarco en el suelo metropolitano.
Los aliados habían particularmente sobreestimado los efectivos de la Regia Aeronáutica que vaía sus aparatos diseminados entre el sur de Francia y el Dodecaneso. Las pérdidas sufridas desde el 10 junio 1940 no habían podido ser completadas a causa de la incapacidad de la industria italiana para producir más de una cuarentena de cazas y de unas decenas de bombarderos al mes. Qué decir del hecho de que el biplano Fiat CR- 42, desfasado ya en 1940 continuaba saliendo de las cadenas de montaje ¡durante la primavera de 1943!. Una multitud de constructores se repartía contratos firmados con el ejército, aparatos obsoletos se continuaban entregando a las unidades de combate, colocando, de este modo, a los pilotos italianos, por lo menos tan hábiles y valerosos como los demás, en un estado de inferioridad técnica flagrante: ¡ Cómo conseguir una victoria sobre un P-38 Lightninig a bordo de un Fiat G-50! . La pesada burocracia fascista notificaba la orden de terminar los anteriores tipos de aparatos ya pedidos, antes de comenzar a montar los nuevos…
Las nuevas directivas expresadas al final del año 1942 no fueron suficientes para modificar sensiblemente la situación de los pilotos italianos. Los nuevos cazas de las Serie 5, sobre todo, el Macchi Mc-205 Veltro, no comenzaron a ser entregados con cuenta-gotas, sino en la primavera de 1943, mientras que los excelentes Fiat G-55 Centauro y Reggiane Re-2005 Sagittario estaban todavía en su puesta a punto. Con el fin de paliar las carencias italianas, los alemanes entregaron 114 Messerschmitt Bf-109 F y G, de los cuales 39 fueron entregados al 150 Gruppo CT (Caza Terrestre), estacionado en el aeródromo de Sciacca.
Caza Bf 109 G 6 de la 365ª Squadriglia del 150 Gruppo de Caccia Terrestre basado en Sciacca (Agrigento-Sicilia)
Fuente imagen: http://wp.scn.ru/en/ww2/f/33/32/0
En resumen, en el momento de enfrentarse a las 146 escuadrillas americanas y a las 121 británicas (unos 4900 aparatos aproximadamente), la Regia alineaba 134 cazas en la Italia central (3ª Squadra Aerea). 94 en Cerdeña, 146 en Sicilia y 13 en las Puillas (4ª Squadra Aerea). De este total de 387 aparatos (este artículo solo trata de la aviación de caza. Para el resto operacional hay que añadir 54 bombardero, 22 de ataque en picado, 105 de asalto y 52 torpederos), debe considerarse que de aquel total el 60% como máximo estaban disponibles inmediatamente. Es verdad que los italianos no estaban solos, sus aliados alemanes disponían de la 2ª Luftflotte que contaba 780 aparatos, entre ellos 352 cazas.
Regularmente las escuadrillas del Eje actuaban de acuerdo. Si nos tomamos la molestia de analizar los archivos de la RAF y de la USAAF, considerados como las “Sagradas escrituras” por numerosos historiadores, los pilotos aliados, solamente tenían que haberse enfrentado, excepto unas pocas excepciones, a un único tipo de aparato el Bf-109. Los errores de identificación, siempre posibles según bajo qué circunstancias (sobre todo para los pilotos americanos más novatos) deben ser tenidos en cuenta. Los cazas italianos solamente aparecen en general bajo la denominación de Mc-200 y Mc-202, sin ninguna referencia a los Mc-205. De igual manera, numerosos aparatos aliados abatidos fueron acreditados a la Luftwaffe mientras que fueron conseguidos, en realidad, por los pilotos de la Regia Aeronautica.
Las confrontación de las fuentes germano-italianas y aliadas, pero sobre todo otros numerosos parámetros (testimonios, cuadernos de vuelo, diarios de los pilotos etc.) permiten, en parte restablecer algunas verdades (particularmente lo que se refiere a las cifras de victorias declaradas por los pilotos, siempre ampliamente exageradas, sobre todo por parte americana). Esto me permite afirmar, según las fuentes universitarias, que fueron las mías, que en el seno de numerosas unidades británicas los informes fueron deliberadamente falsificados en cuanto a las cifras de pérdidas sufridas frente a la Regia Aeronautica, solamente por desprecia hacia los italianos. Las obras, incluso más serias (las de Christopher Shores, autor británico que en su volumen dedicado a la guerra en Túnez no cita a Adriano Visconti que pasó allí varios meses y derribó tres aparatos, no es sino un ejemplo de las lagunas encontradas), deben ser tomadas con pinzas y lejos de nosotros la idea de aportar en este artículo las respuestas definitivas.
Fuente del texto: Traducción y adaptación personales de un artículo de David Zambon titulado “La défense de l’espace aérien italien (mai-septembre 1943)” publicado en la revista Histoire de Guerre nº41 de noviembre de 2003.
Pido mil excusas por los errores involuntarios de traducción. À suivre.
Continuaré otro momento. À bientôt