FUERZAS EN CAMPAÑA AL COMIENZO DEL CONFLICTO

Cuestiones generales relativas a la Segunda Guerra Mundial

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Erich Hartmann
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FUERZAS EN CAMPAÑA AL COMIENZO DEL CONFLICTO

Mensaje por Erich Hartmann » Mié Jun 15, 2005 11:23 pm

FUERZAS EN CAMPAÑA AL COMIENZO DEL CONFLICTO

Con estas armas, las mayores potencias europeas se preparan a entrar en campaña para enfrentarse en el que será el mayor conflicto que recuerda la historia.

ALEMANIA

Ejército

Las limitaciones impuestas por el tratado de Versalles obligaban al gobierno alemán a mantener por debajo de 100.000 hombres los efectivos del ejército. Además, este ejército no podía disponer de artillería ni de carros de combate, cuya fabricación estaba taxativamente prohibida en el tratado. Las limitaciones establecidas por los vencedores de la guerra del 14-18 para impedir el rearme de Alemania habían sido hábilmente eludidas por los alemanes merced a ciertos recursos. Por ejemplo, los 100.000 hombres permitidos por los acuerdos internacionales habían sido transformados entre tanto en oficiales y suboficiales altamente especializados. Al mismo tiempo, pero evitando comenzar la producción bélica, se pusieron en estudio carros de combate, cañones y elementos especiales, de modo que cuando Hitler decide en 1936 proceder al rearme de Alemania, todo está dispuesto para pasar de los proyectos a la producción.

En 1939 la Wehrmacht pudo movilizar seis mandos de ejército, 18 cuerpos de ejército, 46 divisiones de infantería, 3 de montaña, 5 ligeras motorizadas y 5 acorazadas, con un conjunto de 1.200.000 hombres. Durante la movilización las divisiones pueden duplicarse, de modo que al estallar la guerra Alemania pone en campaña cerca de 75 divisiones, que todavía aumentarán en los últimos meses de 1939.

Si las divisiones empleadas contra Polonia están completas, las desplegadas en occidente están faltas de armas, hombres y elementos, y están totalmente desprovistas de carros armados.

La infantería está armada principalmente con las diversas versiones del fusil Mauser 98 k, cal. 7,92, con algunos tipos de ametralladoras Rheinmetall (MG 13, MG 08/15 y MG 15), con los subfusiles Bergmann y Schmeisser, con un mortero de 81,4 mm., cañones contra carro de 37 y también antiaéreos de tiro rápido del 20, y de un cañón de acompañamiento de 75 mm. La artillería está armada con obuses del 105 y cañones de largo alcance de 105 y 155 mm., además del famoso antiaéreo de 88 mm., eficacísimo también contra los carros de combate.

Los carros de combate son: el Pzkfw 1 (6 t., coraza 8-13 mm., 2 ametralladoras); el Pzkfw 2 (9 t., coraza de unos 30 mm. y dos ametralladoras, una de las cuales es de 20 mm.); el Pzkfw 3 (15 t., coraza de 20-25 mm. y 2-3 cañones-ametralladora de 37 mm.); y el Pzkfw 4 (20 t., coraza 25 mm, una ametralladora, un cañón de 75 mm.). La disciplina y el perfecto adiestramiento, además del excelente armamento, infunden en el soldado gran confianza en el éxito. Jefe del ejército es el general von Brauchitsch, con el general Halder como jefe de Estado Mayor. Brauchitsch tiene cincuenta y ocho años, es profesionalmente experto, pero débil de carácter. Se descompone ante Hitler, al que teme hasta el terror y al que obedece literalmente. Jefes a sus órdenes son von Bock, von Rundstedt, von Kluge, von Küchler, von Blaskowitz, von Reichenau y von List, que pronto se harán famosos.

Marina

A diferencia del ejército, la Kriegsmarine, la marina alemana, casi ha sido tomada por sorpresa por el comienzo del conflicto. Sus jefes habían preparado el rearme fiándose de las afirmaciones de Hitler de que la guerra no estallaría antes de 1944. Si hubiese tenido realmente cinco años de plazo, la Kriegsmarine habría presentado una flota muy poderosa: 13 acorazados, 4 portaaviones, 33 cruceros, por lo menos 60 destructores y cerca de 250 submarinos. Sin embargo, aun con la modesta flota del 39, Alemania se siente casi capaz de enfrentarse con Francia, bien por la limitada extensión de las costas alemanas y la posibilidad de abarcar el propio tráfico mercante, bien por la modernidad y elevada calidad de sus navíos. Además, a diferencia de la guerra 14-18, en la que la potente flota alemana de alta mar fue empleada con prudencia, se cuenta ahora con utilizar las naves audazmente y lograr los mejores resultados posibles.

Algunos barcos alemanes tienen muy amplia autonomía y pueden llevar la guerra a los mercantes en mares lejanos, mientras que los pequeños submarinos en servicio el 39 operan en las aguas costeras. Se da también mucha importancia a las lanchas torpederas (Schnellboote). Oficiales y marineros están adiestrados de modo severo según justos criterios de empleo (aunque desde algún sector se insinúa que los alemanes no son buenos navegantes, opinión confirmada por el hecho de que más de un navío encallaría durante la guerra; pero se trataría de marinos improvisados, reclutados según crecía el desarrollo de las operaciones). Los navíos de la misma clase están construidos absolutamente idénticos unos a otros, con ventaja para el adiestramiento, y durante la guerra en particular para casos de urgencia. Desde la primera guerra mundial es conocido el mortífero poder de la artillería naval alemana, ayudada por los primeros radares, de que se ha provisto a las unidades alemanas antes incluso que sus adversarios los tuvieran. El 21 de agosto de 1939, al salir de Wilhelmshaven para apostarse a la espera en el Atlántico, el acorazado Almirante Graf Spee está dotado de radar orientable (el de los ingleses era todavía fijo).

Por contra, al principio los torpedos son defectuosos, mientras que las minas —arma tenida siempre en gran consideración por los alemanes— son buenas, y a poco serían colocadas las primeras minas magnéticas. De la marina dependen operativamente 228 aviones, mientras que 6 grupos de bombarderos de la Luftwaffe están destinados a operaciones marítimas, tales como la colocación de minas y el ataque a los mercantes. Faltan portaaviones, aunque uno está en astilleros y se ha puesto la quilla de otro. Pero nunca serían terminados.

Aviación

Cuatro años después de su constitución en 1935, la Luftwaffe, la aviación alemana, es ya con mucho la más potente y moderna fuerza aérea del mundo. Alemania dispone en 1939 de 4.800 aparatos de guerra, de los cuales, para su empleo inmediato, 1.670 son bombarderos y 1.213 cazas. La producción mensual alemana es de 1.100 aviones, casi el doble de la industria británica. Orgullo de la Luftwaffe es el Stuka, bombardero monomotor en picado que ha dado ya excelentes resultados en la guerra civil española y sobre el que se funda la estrategia de la Blitzkrieg o guerra relámpago. El Stuka (Junker 87) es en realidad un aparato lleno de defectos, y sus posibilidades son limitadas; pero para las operaciones a corto alcance del 1939 no tiene nada que se le asemeje o que, en definitiva, se le equipare. Para el bombardero de altura están dispuestos los bimotores Heinkel 111 y Dornier 17, veloces y maniobrables, mientras que efectúa sus primeros vuelos un tercer bimotor destinado a superarlos, el Junker 88, bombardero rapidísimo, adaptado ora a las funciones de los dos primeros, ora al ataque en picado o al vuelo rasante. Menos importante, porque el tipo está superado, es el biplano de ataque en picado Henschel 123, pero también él contribuirá a aniquilar no pocos objetivos en Polonia: puentes, nudos ferroviarios menores y columnas de soldados.

Numerosos son los tipos de cazas en servicio, pero sólo hay dos fundamentales: el Messerschmitt 109, monomotor de brillantísimo rendimiento (absolutamente el más logrado de los apara- tos alemanes; aunque proyectado en 1935, será fabricado ininterrumpidamente durante diez años en series y subseries, y progresivamente mejorado, hasta la increíble cifra de 30.000 ejemplares); el Messerchmitt 110, después bimotor, es un caza pesado específicamente adaptado para la caza nocturna.

A estos aviones hay que añadir el hidroavión Heinkel 115 bimotor y otro hidro, el Blohm und Voss 138, trimotor, ambos de concepto no muy avanzado pero excelentes desde el punto de vista aeronáutico y eficacísimos para reconocimiento marítimo y acciones antisubmarinas. Finalmente hay que recordar el minúsculo aparato de reconocimiento Fieseler 156 Storch y el trimotor Junker 52 con carlinga y alas de chapa ondulada, famosísimo "mulo" adaptado a casi todos los papeles.

Con aparatos de tal calidad, y no sólo gracias a su número, la Alemania de Hitler está segura de ganar la guerra, aunque casi todos —además de tantos otros tipos que no hemos citado— terminarán fracasando, porque la táctica y la estrategia de la guerra aérea cambiarán mucho más de prisa de lo que suponían los altos jefes de la Luftwaffe. Interferencias de mandos y sistemas, subordinaciones de principio a las exigencias del ejército, técnicos expertos obligados a seguir las directrices absurdas de Hitler, y sobre todo la falta de un solo tipo de bombardero pesado estratégico, son las causas más evidentes del mal resultado que, a fin de cuentas, logrará la Luftwaffe. Pero en 1939 es el arma aérea más potente del mundo.

Continuará...

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Mensaje por Erich Hartmann » Jue Jun 16, 2005 10:44 pm

FRANCIA

Ejército

En 1939 el ejército francés se considera universalmente el más fuerte del mundo por número de hombres, de carros armados, de artillería y de elementos especiales.

Al estallar la guerra, la Francia metropolitana moviliza 85 divisiones, de las que 70 son desplegadas a lo largo de la frontera con Alemania (las otras se encuentran en los Alpes, en la frontera italiana). La división francesa está compuesta de tres regimientos de infantería, dos de artillería, un batallón de ingenieros, y los servicios. La infantería está armada con el fusil 1886/16 de 8 mm., un fusil semiautomático de 7,5 mm., ametralladoras pesadas St. Etienne y Hotchkiss de 8 mm., una ametralladora ligera de 7,5 mm., un mortero Brandt de 81 y un mortero de 60 mm.

Las divisiones de caballería están transformadas en 5 divisiones "ligeras de caballería" con una brigada a caballo y otra motorizada, y están en formación dos divisiones acorazadas que sólo estarán preparadas en 1940. La artillería tiene cañones de 75 mm., 105 mm, y 155 mm. La artillería anticarro tiene el cañón Hotchkiss de 25 mm, y está en marcha la producción de un cañón de 47 mm.

En cuanto a los elementos acorazados (de reconocimiento y carros de combate) constituyen 40 batallones dispersos a disposición de las divisiones de infantería o encuadrados en las "divisiones ligeras". Los "autoametralladoras de reconocimiento" son de dos tipos: de 6-7 t., coraza de 13-15 mm., armados con 2 ametralladoras y un cañón de 25 mm., y de 7 t, coraza de 15 mm., armados con una ametralladora y un cañón de 37 mm. Los carros de combate son de diversos tipos: R. 35 y R. 35/40 Renault, H 35 y H 35/39 Hotchkiss, F. C. M.

Los de 12 t. están armados con una ametralladora y un cañón de 37 mm., fuertemente acorazados (hasta 40 mm.), con sacrificio de la velocidad y la autonomía. Los carros de combate de 15-16 t. tienen 20-25 mm, de coraza y armamento similar a los anteriores. Los carros Somua de 20 t. tienen coraza de 30-60 mm., y una ametralladora y un cañón de 47 mm. El pueblo francés entra en la guerra a desgana, y el ejército se resiente de este estado de ánimo. Comandante en jefe es el general Maurice Gamelin, de sesenta y siete años, que ha presidido la preparación desde 1930, primero como subjefe de Estado Mayor, luego jefe de Estado Mayor, vicepresidente del Consejo de la Guerra, y desde 1938 jefe de Estado Mayor de la Defensa Nacional. Con fama de excelente organizador, carece de experiencia en el mando de guerra y tiene carácter débil. Henry de Jouvenel lo describió con una frase sarcástica: "Hombre lleno de ingenio, culto, excelente conversador, tiene todas las cualidades de un jefe militar menos la columna vertebral".

Los jefes de las grandes unidades son relativamente de avanzada edad. Se han distinguido en la guerra 1914-18, pero, como Gamelin, han quedado anclados en la experiencia de entonces. Sólo Charles de Gaulle y algunos jóvenes oficiales han intuido que los métodos de la guerra del 1914-18 están superados.

Marina

A excepción de cinco acorazados, la flota francesa es completamente moderna. Ninguna unidad se halla en servicio desde hace más de trece años. Son navíos bien construidos, fuertes y veloces. Especialmente 32 destructores son claramente mayores y mejor armados que similares unidades extranjeras. Algunas clases están cerca de los cruceros ligeros de otras armadas. Los marineros se ejercitan día y noche, con buen criterio. Disciplina y seriedad de intención impregnan los ánimos. Pero la falta de radar, de ecogoniómetro, la escasez de ametralladoras antiaéreas pesadas, la carencia de portaaviones modernos (hace poco se ha puesto la quiila de uno, sumado al único existente, mediocre y lento) y, por tanto, de aviación sobre las unidades operativas, reducen mucho el valor efectivo de la f1ota.

Se puede, pues, concluir con la afirmación de que la flota francesa hubiera sido excelente para los años veinte, pero no lo es al final de los años treinta, cuando la estrategia aeronaval combinada se está revelando como fundamental para una guerra moderna.

Aviación

L'Armée de 1'Air de 1939 está en condiciones desastrosas. No posee más que 1.300 aparatos, y casi todos tienen de edad cinco o hasta diez años. Los únicos bombarderos franceses modernos y eficaces son los bimotores Lioré y Oliver LeO 451 y Potez 633. Del primer tipo sólo cinco ejemplares —¡cinco!— están preparados el día que Francia entra en guerra, el 3 de septiembre de 1939. Los otros tipos —Amiot 354, Bloch 2110, Framan 223, Bloch 200 y 201—, si participan en acciones ofensivas son simplemente aniquilados. Se defiende un poco mejor el Potez 540 (bimotor de ala alta, ¡con los motores colgados de los planos!), pero sólo porque se limita a pocos vuelos de reconocimiento, y no en profundidad.

Muy superado también está el hidroavión Breguet 521 Bixerte, un biplano, y superados los cazas Morane Saulnier 406 y Caudron 714, mientras que el Dewoitine 520 es un buen aparato. Se fabricarán apenas 204 ejemplares, de los cuales no más de noventa lograrán despegar antes de que acabe el 1939.

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Mensaje por Erich Hartmann » Vie Jun 17, 2005 11:03 pm

GRAN BRETAÑA

Ejército

Después de la primera guerra mundial, el ejército británico ha reanudado sus tradiciones características, es decir, la abolición del reclutamiento obligatorio, enrolamiento de voluntarios a largo plazo y utilización de nativos para el ejército colonial.

Está constituido por 5 divisiones de infantería y 3 brigadas. Cada brigada, de tres batallones, tiene uno destacado en la India u otro lugar. Forman también parte del ejército una división y una brigada de caballería mecanizada, 137 baterías de artillería y 5 batallones de carros de combate. Existen además los mandos y cuadros para constituir en caso de guerra, como defensa de las Islas Británicas, el ejército territorial de 14 divisiones de infantería, 2 de caballería y 14 grupos para la defensa antiaérea, que en 1939 disponen de 153 baterías.

En las Islas Británicas hay en armas sólo 120.000 hombres, porque 100.000 están destinados en la India (44 batallones de infantería, 60 baterías de artillería y 6 compañías de carros de combate). En la India están además las fuerzas regulares (80 batallones de infantería, 20 batallones de "gurkas'', 21 regimientos de caballería). En total son 220.000 hombres, además de los 35.000 de las fuerzas de los Estados Indios, armados por los jefes de los mismos estados bajo control británico.

En los "Dominions" las fuerzas del ejército permanente tienen efectivos muy reducidos, pero está prevista en algunos de ellos la constitución de un ejercito territorial (milicia) en caso de guerra. En Canadá hay 4.000 hombres del ejército permanente y 90.000 de la milicia; en Australia, respectivamente, 1.086 y 26.800; en Nueva Zelanda, 415 y 9.000; en la Unión Sudafricana. 1.000 y 130.000; y en el Estado Libre de Irlanda, 6.000 y cerca de 50.000. Hasta el 27 de abril de 1939 no se aprueba en Gran Bretaña la ley que impone el servicio militar obligatorio, y el primer contingente de 34.000 hombres es llamado a las armas en julio. La infantería está armada con fusiles Enfield, ametralladoras Maxim, morteros y cañones contra carro. La artillería, con los nuevos cañones de 25 libras. Son pocos los carros de combate. Además del coche blindado Carden Lloyd de 3 t., los carros son Vickers de 6 t., armados con una ametralladora pesada y otra ligera, y el Matilda de 26 t., armado con un cañón de 40 y una ametralladora de 7,7. La moral del Cuerpo Expedicionario es la propia de un ejército profesional: sentimiento del deber, disciplina y perfecto adiestramiento prevalecen sobre el entusiasmo. Jefe del Estado Mayor Imperial es el general Sir Edmund Ironside; comandante del Cuerpo Expedicionario en Francia es Lord Gort, valeroso jefe de batallón en la primera guerra mundial. Tiene a sus órdenes a generales que pronto serán célebres: Alan Brooke, Dempsey, Alexander, Montgomery.

Marina

A principios de septiembre de 1939 la marina británica es la más fuerte del mundo, aunque la de los Estados Unidos la sigue de cerca. Fortalecida por un glorioso pasado y una fama merecidamente adquirida, tiene navíos en todos los mares y su bandera infunde respeto. Su superioridad ha sido indiscutible hasta el otoño de 1935, cuando Italia aceptó en cierto modo el desafío de la concentración de flotas inglesas en el Mediterráneo. Dominios, colonias y posesiones, Junto con la mayor flota mercante del mundo, hacían necesaria una poderosa marina de guerra, para tutelar sus intereses, proteger las posesiones y regular el tráfico mercante, sobre todo con la madre patria. La Home Fleet (Flota Metropolitana) con las fuerzas de la Mancha y del estuario Humber y el mando de Escolta y Dragado, la Flota del Mediterráneo, el mando del Atlántico del sur y del norte, la estación de China, la estación de América y de las Indias Orientales, la Real Marina australiana, la canadiense, la india, y la división de Nueva Zelanda, constituyen las fuerzas navales en que está subdividida la marina británica.

Es un cuerpo selecto, compuesto sólo de voluntarios conscientes de que su fuerza armada es la primera del país con precedencia sobre el ejército y la aviación. No tan rica de medios como pocos decenios antes, la marina británica emplea con juicio sus disponibilidades, y en muchos casos aventaja y precede los tiempos. Sus hombres son navegantes de clase, las maniobras son realistas, la preparación está al día (constituirá una amarga sorpresa para otras flotas su capacidad de combate nocturno), y rige la sana norma según la cual tendrá siempre razón el comandante que hubiera dirigido hacia el enemigo la proa de su navío.

Este espíritu agresivo se revela también en la disposición de la artillería sobre muchos navíos: toda o casi toda a proa; por tanto, para el ataque. La marina británica es la primera en haber construido portaaviones con pista de vuelo acorazada, y tiene una aviación naval de primera clase. Dispone de un eficaz detector de submarinos sumergidos (asdic), y ha estudiado e instalado ya aparatos de radar (llamados R. D. F.) en algunas unidades. En fin, una industria pesada y un grandioso conjunto de astilleros permiten construir rápidamente muchas naves y reparar las dañadas.

Aviación

La Royal Air Force, la aviación británica, es todavía débil al comienzo del conflicto, pero no tanto como se piensa en Berlín.

Los máximos responsables de la RAF saben muy bien que, si por el momento la Luftwaffe tiene ventaja, se debe sólo a la política de rearme ordenada por el Führer ya en 1933. Pero el plan de modernización de las escuadrillas británicas (los grupos aéreos) progresan a ritmo acelerado. En primera línea están los bombarderos de altura Armstrong Whitworth Whiteley, Vickers Wellington y Handiey Page Hampden, todos bimotores, menos veloces en el papel que sus correspondientes tipos alemanes, pero bastante más adaptados a los fines estratégicos; aunque, por el momento, son pocos. Lo importante es que los haya, y que al cabo de dos años hubieran sustituido a los viejos Harrows y los antediluvianos Heyfords. Excelente es también el bimotor de bombardeo ligero y de ataque Bristol Blenheim. Un avión de este tipo, perteneciente a la 139 escuadrilla, efectuará felizmente la primera misión bélica contra Alemania una hora después de estallar la guerra (un vuelo de reconocimiento sobre el puerto de Kiel).

Pero el modesto cazabombardero monomotor Fairey Battie es un fracaso. Algunos destacamentos de caza tienen ya adjudicado el inmejorable Spitfire, derivado del Supermarine de la Copa Schneider, y el valioso Hawker Hurricane. Otros —los más, al menos en la RFA— disponen en 1939 sólo del Bouiton Paúl Defiant, del viejo Blackburn Roe y de los biplanos Gloster Gladiator, que no son malos, pero están ya superados.

El reconocimiento y el bombardeo marítimo a larga distancia están a cargo del cuadrimotor Short Sunderland, y los torpedos aéreos del lentísimo y pequeño Fairey Swordfish. Pero las cosas cambiarán en un tiempo increiblemente corto.

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Mensaje por Erich Hartmann » Lun Jun 20, 2005 4:43 am

POLONIA

Ejército

El ejército polaco dispone en 1939 de 30 divisiones de infantería, dos de montaña, una de caballería, y 12 brigadas de caballería, 42 regimientos de artillería, 6 batallones de carros de combate, y coches blindados de diversos tipos, muchos de ellos anticuados y de escasa eficacia.

El carácter es más de los ejércitos de 1914 que los del final de la guerra. Confía todavía en el empleo tradicional de la caballería. En el momento de la movilización puede formar hasta 60 divisiones, pero se deja sorprender por el ataque alemán con sólo movilizadas dos divisiones y 8 brigadas de caballería, que aumentan en los primeros días de la guerra a 30 y 14.

El espíritu de la tropa es elevadísimo, pero la seguridad de superar al adversario es excesiva. Comandante en jefe es el mariscal Edward Rydz-Smigli, de cincuenta y tres años, que se distinguió como coronel en la Legión Polaca de Pilsudsky, después como primer ministro de la Guerra en 1918 y como general en la breve campaña por la conquista de Vilna. En mayo de 1935, Pilsudsky lo nombra su sustituto como inspector general de las fuerzas armadas. Tanto Smigly como los altos jefes militares no han comprendido que los tiempos de las victorias contra los rusos han cambiado, y entran en la guerra con la ciega certeza de ganar a Alemania.

Marina

Polonia tiene una flota de nivel modesto: pocas naves, incapaces de resistir la potencia enemiga. En 1936 se había previsto un notable programa para realizarse en diez años (3 acorazados, 1 crucero-transporte de aviones, 12 destructores, 21 submarinos, etc.), pero en 1939 apenas se había iniciado en parte.

Aviación

La aviación polaca dispone de unos centenares de aviones de producción nacional, entre los que destacan el L. W. S. RWD-14 Czapla de reconocimiento, el PZL P-ll y el PZL P-24 de caza, que harán milagros ametrallando y bombardeando a baja altura los carros de combate alemanes, así como los bombarderos PZL P-37 Los (alce) martillearán hasta lo inverosímil, con sus reducidos medios, a las columnas invasoras rusas.


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Mensaje por Erich Hartmann » Lun Jun 20, 2005 11:42 pm

FUERZAS ITALIANAS AL PRINCIPIO DE LA GUERRA

Con estos efectivos inició Italia un conflicto que llevaría a sus soldados desde los desiertos africanos a los montes griegos, y desde las estepas rusas a las campiñas de la patria.

Ejército

El 10 de junio de 1940, en el territorio metropolitano y tierras de Ultramar (Albania, Egeo, Libia y África Oriental), el ejército italiano estaba constituido por tres Grupos de Ejércitos, nueve Ejércitos, 24 Cuerpos de Ejército, 73 Divisiones (57 de infantería, cinco alpinas, tres rápidas, tres acorazadas, tres autotransportadas, dos motorizadas), dos divisiones líbicas y cuatro agrupaciones alpinas.

El Grupo de Ejércitos Oeste (S. A. R. el principe de Piamonte), desplegado en los Alpes occidentales, comprendía el IV Ejército (gen. Alfredo Gozzoni) desde el Gran San Bernardo al monte Granero, y el I Ejército (gen. Pietro Pintor) del monte Granero al mar. El Grupo de Ejércitos Oeste contaba 12.500 oficiales y 300.000 hombres de tropa; 22 divisiones, tres agrupamientos alpinos, un regimiento alpino autónomo, y dos agrupaciones rápidas, con un total de 193 batallones (113 de infantería, cinco de bersaglieri, 47 alpinos y 28 de Camisas Negras) y cuatro grupos de escuadrones. El armamento consistía en 2.949 piezas de artillería (1.922 de pequeño calibre, 1.008 de calibre medio y 19 de grueso calibre), 30 carros de combate ligeros, 5.163 fusiles ametralladores, 4.271 ametralladoras, 2.487 morteros del 45 y 664 morteros del 81.

El Grupo de Ejércitos Este (gen. Camillo Grossi), en los Alpes Orientales, comprendía el II Ejército (gen. Vittorio Ambrosio), desplegado de Tarvisio a Fiume, el VI Ejército, llamado Ejército del Po (gen. Mario Vercellino), en la llanura padana, y el VIII Ejército, aun en formación, en el Véneto y la Romana (S. A. R. el duque dé Bérgamo). Con excepción del VI Ejército, los otros estaban reducidos al 60 por ciento, y la fuerza total era de 8.500 oficiales y 195.000 hombres. El Grupo de Ejércitos estaba constituido por 20 divisiones y una agrupación alpina, con un total de 94 batallones de infantería, 21 de bersaglieri, cinco alpinos, 30 escuadrones de caballería y 24 batallones de Camisas Negras. El armamento consistía en 946 piezas (328 de medio calibre y 618 de pequeño calibre), 490 carros, 4.715 fusiles ametralladores, 3.048 ametralladoras, 1.790 morteros del 45 y 400 morteros del 81.

El Grupo de Ejércitos Sur (mariscal de Italia Emilio de Bono) tenia a su disposición las tropas trasladadas a Italia meridional (III Ejército, gen. Cario Geloso) y a Sicilia (XII Cuerpo de Ejército. gen. Augusto de Pignier). Con excepción de las tropas en la isla, que habían recibido algunos refuerzos, las demás estaban al 60 por ciento de efectivos. El total del Grupo de Ejércitos era de casi 3.000 oficiales y 65.000 hombres de tropa. El Grupo de Ejércitos constaba de siete divisiones, 42 batallones de infantería, 14 de Camisas Negras, 390 piezas de artillería (180 de medio calibre y 210 de pequeño), 1.890 fusiles ametralladores, 600 ametralladoras, 882 morteros del 45 y 210 morteros del 41.

El VII Ejército (S. A. R. el duque de Pistoya) era reserva del mando supremo y había sido llevado al Piamonte, a la zona de Acqui-Asti. Las divisiones estaban al 60 por ciento de efectivos, y tenían en total 2.200 oficiales y 42.000 soldados. Estaba constituido por cuatro divisiones. 24 batallones de infantería, ocho de Camisas Negras, 240 piezas de artillería (120 de calibre medio y 120 de pequeño), 1.080 fusiles ametralladores, 320 ametralladoras, 504 morteros del 45 y 120 del 81. El Mando Superior de las tropas de Albania (gen. Sebastiano Visconti Prasca) disponía de cinco divisiones (tres de infantería, una alpina y una acorazada), con una fuerza total de 2.250 oficiales y 57.000 hombres, además de 11.000 albaneses. Además de las divisiones, había en Albania dos regimientos de caballería; en total, 22 batallones de infantería, tres de bersaglieri, cinco alpinos y 10 escuadrones, armados con 194 piezas de artillería (60 de medio calibre y 134 de pequeño), 1.021 fusiles ametralladores, 709 ametralladoras, 423 morteros del 45, 110 morteros del 81 y 180 carros ligeros.

El Mando Superior de Fuerzas Armadas en África Septentrional (mariscal del Aire Ítalo Balbo) tenía dos ejércitos: el V en Tripolitania (gen. Ítalo Gariboldi) y el X en la Cirenaica Marmárica (gen. Mario Berti), con un total de 12 divisiones metropolitanas (nueve del ejército y tres de milicias) y dos divisiones líbicas, además de la agrupación sahariana (gen. Sebastiano Gallina). La fuerza total era de 8.900 oficiales, 184.000 nacionales, 28.495 libios, y con 1.885 piezas (270 de medio calibre y 1.535 de pequeño), 3.795 fusiles ametralladores, 465 ametralladoras. 455 morteros del 45 y 83 morteros del 81, más 340 carros.

Las fuerzas armadas de las islas del Egeo (gen. Cesare M. de Vecchi) comprendían la división de infantería "Regina", con 916 oficiales y 24.150 hombres. El armamento de la división era de 30 piezas de artillería, 270 fusiles ametralladores, 80 ametralladoras, 126 morteros del 45, 30 morteros del 81, más el armamento de los fuertes. En África Oriental Italiana, a las órdenes del virrey S. A. R. Amadeo de Aosta, había dos divisiones nacionales, 16 batallones nacionales, tres compañías de carros armados, 29 brigadas coloniales y 17 batallones coloniales autónomos, ocho grupo-escuadrones coloniales y 22 grupos-compañias, con una fuerza total de 5.990 oficiales, 68.000 nacionales y 182.000 coloniales. El armamento contaba de 811 piezas (97 de medio calibre y 714 de pequeño), 5300 fusiles ametralladores, 3.300 ametralladoras, 57 morteros del 45, 70 morteros del 81 y 48 carros.

En total, el ejército italiano movilizado contaba 44.250 oficiales y 1.157.000 hombres de tropa. Pero había en armas, el 10 de junio, 1.580.000 hombres de tropa y 53.000 oficiales.

La diferencia comprende el personal de los servicios territoriales, defensa antiaérea y depósitos, que completaban las grandes unidades con un conjunto de 6.000 oficiales y 160.000 hombres de tropa.

Marina

La marina militar italiana comprendía 576 unidades de todo tipo (excepto los portaviones) con un desplazamiento total de 620.000 toneladas. En relación a este "peso" la flota italiana era la quinta en la escala mundial, después del Imperio británico (2.100.000 toneladas), los Estados Unidos (1.700.000 toneladas). Japón (1.150.000 toneladas) y Francia (800.000); así entraba en guerra contra dos armadas —la inglesa y la francesa— que sumaban 2.900.000 toneladas, casi el quíntuplo de su "peso".

De las mencionadas 576 unidades, 226 pertenecían a la marina auxiliar (navíos de apoyo, barcos escuela, cableros, cisternas, dragaminas, remolcadores, etc.). Además, 55 otras unidades no eran asimilables a fuerzas propiamente de combate, tratándose de naves de capacidad bélica muy reducida. Entre estas 55 unidades había un crucero, el San Giorgio, botado en 1905, que había sido destinado a batería flotante en África Septentrional; dos minúsculos cruceros, Bari y Tárenlo; 16 cañoneros destinados a la vigilancia de puertos, y 33 torpederos de la primera guerra mundial.

Las fuerzas de efectivo valor bélico eran 295 unidades, con un total de 388.000 toneladas, repartidas así: dos acorazados de 25 000 toneladas con armamento principal de 10 cañones de 320 mm, y 27 nudos de velocidad, botados en 1911, pero enteramente modernizados antes de la guerra (Cesare y Cavour); siete cruceros de 10.000 toneladas con ocho cañones de 203 mm, y sobre los 36 nudos de velocidad (Trieste, Trente, Bolzano, Zara, Fiume, Gorizia y Pola); 12 cruceros ligeros entre 5.000 y 8.000 toneladas con ocho o diez cañones de 152 mm, y velocidad sobre los 37 nudos (Giussano, Barbiano, Colleoni, Bande Nere, Díaz, Cadorna, Montecuccoli, Attendolo, Eugenio di Savoia, Duca D'Aosta, Duca degli Abruzzi y Garibaldi), 94 unidades de escolta entre destructores y torpederos: los primeros sobre las 1.600 toneladas con cuatro piezas de 120 mm, los segundos sobre las 700 toneladas con piezas de 100-102 mm; 65 lanchas torpederas (MAS), casi todas de 20 toneladas y velocidad en los 47-50 nudos; 117 submarinos de diversa clase y edad: desde viejísimos costeros de 350 toneladas hasta los modernos "oceánicos" de 1.300 toneladas.

Hay que indicar que al abrirse las hostilidades estaban para entrar en servicio activo (lo que sucedió en septiembre de 1940) dos acorazados de nueva construcción, Littorio y Vittorio Véneto, de 35.000 toneladas con nueve cañones de 381 mm, y cerca de 30 nudos de velocidad, y otros dos modernizados: Duilio y Andrea Doria.

Aviación

El 10 de junio de 1940, la Real Aviación tiene en Italia, Albania y las islas del Egeo 1.796 aviones de guerra: 783 bombarderos de altura, 594 de asalto y caza, y 419 de reconocimiento. Respecto a tipos, está así formada: Bombardeo, 403 Savoia-Marchetti SM 79, 132 Fiat BR 20, 104 Savoia-Marchetti SM 81; 61 Cant Z 506 (hidros), 38 Cant Z 1007 y 1007 bis, y 45 Caproni Ca 310.

De caza, combate y asalto: 202 FiatA Cr 42, 177 Fiat CR 32; 89 Fiat G 50, 77 Macchi Castoldi MC 200; 30 Breda Ba 88, 12 Breda Ba 65, siete Meriodionali Ro 44.

Reconocimiento terrestre: 207 Meridional; Ro 37, 42 Caproni Ca 309, 19 Caproni Ca 311. Reconocimiento naval: 109 Cant Z 501; 42 aviones de varios tipos sobre naves.

Además, la Aviación de Libia y la de África Oriental disponen, respectivamente, de 314 y 350 aparatos eficientes, de empleo inmediato. Pero cuantitativamente, estas cifras son inferiores a la realidad. Los solos efectivos de la Aviación metropolitana dan un mínimo de 3.296 aparatos —de ellos 1.332 bombarderos y 1.160 de caza y asalto—, si se consideran 1.500 de empleo no inmediato, por ser aviones fabricados pero aún no asignados a las unidades, o en reparación. Hay que añadir finalmente unos 1.800 aviones de las escuelas de vuelo o utilizables en adiestramiento.

Así, la aviación italiana, mandada por el jefe de Estado Mayor Francesco Pricolo, tiene el día de declaración de la guerra no menos de 5.760 aparatos. Es cifra importante. Entonces no tiene tantos aviones la Luftwaffe, y tiene infinitamente menos la Royal Air Force. Los efectivos de Francia no merecen tenerse en cuenta.

El fascismo ha apadrinado a la aviación y la ha considerado siempre su arma predilecta. Los vuelos de Balbo y de De Pinedo la han dado publicidad. y ahora goza de gran fama.

Desde el punto de vista cualitativo, la situación de la Aviación Real no es particularmente buena. Había sido espléndida años atrás, pero ahora, al contrario, muchos de sus aviones están retrasados en progreso; como el caso de los cazas biplanos Cr 32 y Cr 42, del Ro 44, de los bombarderos SM 81 y Cant Z 506, y de los de reconocimiento Ro 37 y Cant Z 501. Además, las comisiones gubernativas han aceptado aparatos peligrosísimos como los Ba 65 y Ba 88, sin mencionar a los de picado SM 85, que pronto serán destinados a la demolición. Al mismo tiempo, las comisiones no han puesto ningún pero a la producción en serie de excelentes aviones como el magnifico Cant Z 1018, bombardero de altura que tiene la velocidad de un caza. En resumen, a la espera de que las cadenas de montaje saquen tipos de aviones más adelantados técnicamente (pero los mejores de todos, en pocos ejemplares, no se verán hasta 1943), el bombardero más digno es el Savoia-Macchetti SM 79, veterano trimotor de la guerra de España, poseedor de numerosas marcas pero incapaz de elevadas cargas y poco armado, aunque muy seguro aeronáuticamente. Aceptable es también el Cant Z 1007 bis. Entre los cazas, el único monoplano de concepto moderno es el Macchi-Castoldi MC 200, que sólo va armado con dos ametralladoras contra las ocho del Spitfire. y con 80 kilómetros a la hora por debajo del Spitfire y del Messerchmitt 109.

En cuanto al personal, Italia entra en guerra con unos 84.000 aviadores, de ellos 3.040 oficiales pilotos y 11.400 suboficiales; de éstos, 3.300 son también pilotos.


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FRANCY RITTER
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Mensaje por FRANCY RITTER » Vie Jun 24, 2005 8:56 pm

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