Serrano, distintas visiones del Cuñadísimo

Cuestiones generales relativas a la Segunda Guerra Mundial

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Shindler
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Serrano, distintas visiones del Cuñadísimo

Mensaje por Shindler » Sab Abr 28, 2007 7:33 pm

No es mi intención hacer un análisis biográfico de su vida, pues ésto ya se encuentra en el foro realizado por nuestro amigo Francis Currey en el siguiente enlace;
viewtopic.php?t=477&highlight=serrano
Aquí expondré distintas visiones que nos ilustren desde distintas perspectivas el pensar del hombre que gozaba de más poder (después de Franco) en España durante la SGM.
Queda abierto para distintas opiniones, aportes y visiones.

Imagen

Himmler (izquierda) uno de los hombres más siniestros del III Reich, con Serrano en Berlín.


Primera Visión
Serrano Suñer y el III Reich

Serrano ha sido uno de los más inteligentes ministros de Franco. También, durante una época crítica, el más influyente.
Es, por lo demás, el que más efuerzos ha hecho para asegurar que sus opiniones y su papel configuren la visión de la Historia.

El resultado de tales esfuerzos está en gran medida vinculado a cómo la Historia contemple sus relaciones con el III Reich. Serrano ha dosificado la información, reconocido lo innegable y ocultando facetas cruciales. Entre lo evidente está que luchó por el triunfo Hitleriano, pero él ha añadido que se veía espoleado en ello por su cuñado.

Serrano ha desfigurado los contornos de su papel, pero la investigación ha puesto en duda muchas de sus afirmaciones. Y ello a pesar de que los archivos de los Ministerios de Gobernación y Asuntos Exteriores durante su gestión han sido depredados sistemáticamente. ¿Una casualidad?

Tres fases se advirten en la relación de Serrano con el III Reich.

En la primera, tras el fallecimiento de Martínez Anido a finales de 1938, asumió la innoble tarea de tutelar la colaboración entre la policía franquista y la Gestapo.
Serrano no ha dicho una palabra interesante al respecto.

En la segunda fase fue gravitando paulatinamente hacia la esfera de intereses alemanes. Fue él quien preparó el terreno para la entrada en la guerra al lado del Eje.
Serrano ha escrito ampliamente al respecto pero nada de lo que ha dicho invalida la realidad de que si España no participó en la contienda fue esencialmente a causa de las leoninas peticiones nazis.
Para una dictadura hipernacionalista todavía en fase de consolidación no era fácil ceder bases aéreas en un Marruecos (el francés) que quedaría para sí y, menos aún, enajenar una de las Islas Canarias.

En la tercera fase, Serrano estuvo detrás de una alineación peligrosa cual fue el envío de la división Azul a Rusia, que el Tercer Reich no había solicitado. Sus motivos estuvieron más bien ligados al mantenimiento de su posición de poder dentro del régimen. Serrano no es alejado al abominable trato que se dió a los judíos sefardíes con pasaporte Español y ello a pesar de los peligros que les asechaban.
Finalmente, propició un denso entramado de felicidades de todo tipo en fabor de la Alemania nazi y en contra de las democracias que bordeó la ruptura de la no beligerancia. Tampoco dicho Serrano una sola palabra interesante al respecto, aunque sí ha dado más de una vez alguna que otra información rotundamente falsa. Es difícil que, traz su gozoso y envidiable centenario, Serrano cambie de actitud.
Pero la palabra de un político que ha querido trascender las notas más degradables de su paso no es la palabra del Historiador.

Fuente:
Angel Viñas
"Franco, Hitler y el estallido de la Guerra Civil"
Alianza 2001
Extraido de La Aventura de la Historia N°35.



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Shindler
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Mensaje por Shindler » Lun Abr 30, 2007 9:29 pm

Segunda visión

Imagen
Franco recibe la visita de Ciano, yerno de Mussolini y Ministro de Exteriores italiano (julio de 1939)
www.members.fortunecity.es

Después de largas y duras negociaciones, se estableció un calendario de pagos que debía empezar


El personaje visto por Ciano

Ramon Serrano Suñer, el Ministro del Interior español, realizó una visita oficial en Junio de 1939 para marcar el fin de la guerra y el vínculo entre las dos naciones. Ciano y él pasaron revista en una parada de tropas Italianas y españolas en Nápoles el 1° de Junio.
Después, en Roma, les contó a Mussolini y Ciano que España necesitaba dos, o preferiblemente tres, años para completar sus preparativos militares. Pero una vez que la guerra estallara, "España estará del lado del Eje (...). Una España neutral estaría destinada a un futuro de miseria y humillación". Añadió que España nunca sería libre o soberanía hasta que recuperara Gibraltar.

Aunque Serrano Suñer le había parecido a Ciano "un hombre delgado y enfermizo", el ministro italiano quedó inmensamente impresionado por la inteligencia e ímpetu de su homólogo. Le dijo a Mackensen (embajador alemán en Madrid) que Serrano Suñer era "realmente un extremista del Eje".
Mussolini y él creyeron que Serrano era "indudablemente el puntal más firme del Eje en el Régimen de Franco". Por su parte, Serrano Suñer expresó su gratitud por la ayuda italiana durante la Guerra Civil y expuso, tanto en público como en privado, una intensa hostilidad hacia Gran Bretaña y Francia.

En una entrevista a un periódico describía a Mussolini como "uno de los raros hombres de genio que la Historia produce cada dos mil años".
Dijo a Mussolini y Ciano que el Ministro de Exteriores español , el General Jordana, y el embajador en Roma, Pedro García Conde, a quien Ciano consideraba "un idiota integral", eran monárquicos anglóficos. Le confió a Ciano que su ambición era ser ministro de Asuntos Exteriores y sugerió que una insinuación de Mussolini a Franco podría conseguirlo.
Mussolini prometió conseguir escribir una carta en su favor a Franco y dársela a Ciano para llevarla a España.
Serrano Suñer también contó a Ciano que le gustaría recibir una invitación oficial de Alemania. Al final de la visita, Mussolini sugerió una división del botín de guerra: Marruecos debería ser de España y Túnez y Argelia, para Italia.
También quería un acuerdo con España que asegurara a Italia el acceso permanente al Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar.

Ray Moseley
El Conde Ciano
La sombra de Mussolini
Temas de Hoy 2001


Continuará...

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Mensaje por David L » Mié May 02, 2007 12:32 am

Me parece bastante acertada la visión de Angel Viñas sobre la actitud de Serrano Súñer ante la IIGM. No creo que Franco apremiará a Serrano Suñer para que diera un paso más que implicara a España con el Eje, más bien creo que sería al reves; Serrano Súñer veía en el Eje un punto a su favor a la hora de escalar posiciones en la dirección del país, a pesar de que negociara duramente con los alemanes la entrada de España en la guerra, no era precisamente "beligerante" a esta implicación. También cuando se habla de Serrano Súñer hay que tener muy presente su momento en la política interna española, además, en la España de posguerra todavía no estaba el régimen bien asentado y las fuerzas existentes( militares, falangistas) seguían con una lucha soterrada por alcanzar los mayores cuotas de poder dentro del mismo.

Un saludo.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

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Mensaje por Shindler » Mié May 02, 2007 8:35 pm

Vision 3


Serrano y la represión interior.

A Ramón Serrano Suñer debemos una de las explicaciones más claras sobre las bases jurídicas y funcionamiento de la represión.
Cuarenta años después resumió todo el engranaje represivo con la expresión: "la justicia al revés". "Los rebeldes" eran los frente-populistas, y con esta acusación se enfrentaron a los consejos de guerra en donde eran condenados por rebelión, adhesión, auxilio , excitación o provocación a la rebelión.

La decisión última, sobre los condenados a muerte, la tomaba el propio Franco cuando el auditor del cuartel general, Martínez Fusset, se presentaba, corrientemente a la hora del café, después del almuerzo, con una relación siniestra para el "enterado".

Ahora bien, mientras todo ésto ocurría Ram ón Serrano Suñer era el ministro más importante del gobierno de Franco y no consta que hiciera ningún intento de cambiar la legislación militar represiva que muchos años después denunciaría.

Dónde Serrano Suñer tiene más responsabilidad es en el caso de la detención y entrega de los exiliados republicanos en Francia. Aunque
él niega esta responsabilidad, la historia le desmiente ; los ministerios de Gobernación y de Asuntos exteriores (de Octubre de 1940 a Mayo de 1941 ocupó los dos cargos) estuvieron directamente implicados en éstos hechos. Ya a primeros de Julio de 1940 policías de la Dirección General de Seguridad partían para Francia para activar la captura y traslado a España de los dirigentes republicanos. este sería el caso de Franciszo Cruz Salido, Julián Zugazagoiti a y Lluis Companys que, una vez en España, fueron fusilados.
El historiador Matthieu Séguéla escribe que el propio Serrano Suñer interpretaba al embajador de Vichy en Madrid sobre las extradiciones, y demostraba su descontento por el retraso en las mismas y en el fondo las pocas que el Gobierno de Vichy concedió.
Sobre esta cuestión de las extradiciones, el mismo Séguéla, sitúa el papel de Serrano como un eslabón más de la larga cadena de la r epresión. Una cadena que tenía en el extremo a Francisco Franco.

En un sentido positivo, Serrano Suñer, intervino directamente para salvar la vida de algunas personas, como Teodomiro M éndez y Josep Solé i Barbera. Consta también que intentó salvar la vida de José Enciso y Joan Peiró, aun que en éstos casos no lo consiguió.

Otra acusación que pesa sobre Serrano Suñer es la suerte de los miles de republicanos españoles detenidos tras la ocupación alemana de Francia y que en su mayotía fueron internados en el campo de Mauthausen. La clave de esta acu sación estaba en la respuesta que dio Serrano a Ribbentropp, ministro alemán de Exteriores, cuando le planteó que debía hac erse con aquellos prisioneros: "No son españoles, no tienen patria".
No existe ninguna prueba de esta respuesta y esta acusación forma parte de la leyenda de los deportados. La escritora Montserrat Roig, que estudió la suerte de los deportados en los campos nazis, al preguntar al propio Serrano Suñer sobre este tema en Junio de 1976, éste le respondió: "Se lo comenté de pasada por que alguien m e lo dijo en el avión deida. Los nazis me dijeron que no eran españoles sino gente que había combatido contra ellos en Francia".

La impresión que sacó Montserrat Roig en esta entrevista es que era un hombre lúcido, sensible y terriblemente inteligente. Y yo añadiría que con una mala salud de hierro y una memoria muy selectiva.

Joan Villarroya i Font
Profesor de Historia Contemporánea
Universidad de Barcelona
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Mensaje por Shindler » Mar Ago 07, 2007 5:29 pm

Para terminar con estas visiones generales y distintas de Serrano esperando sea de su agrado y que alguien comparta más visiones u opiniones.

Visión 4

El hombre que fabuló su pasado.

Ortega y Gasset siempre pensó que el español no correspondía al prototipo humano del buen redactor de memorias. El balance de las que han sido escritas por los personajes más relevantes de la política contemporánea en nuestro país es, en efecto, bastante decepcionante. Muchos reconocen que no conservaron papeles en absoluto; otros se quedan en anécdotas más o menos graciosas. Con frecuencia, la memorialística española recuerda en exceso al libelo, en especial con los afines. Hay quien, por el contrario, lleva a cabo el catálogo, aparentemente inagotable, de sus amistades. En definitiva, falta profesionalidad en la redacción de memorias.

Ramón Serrano Suñer fue uno de los personajes claves del primer franquismo y también uno de los que primero escribió sus memorias. No lo ha hecho una sola vez, sino varias. A Entre Hendaya y Gibraltar hay que sumar un libro posterior y, en fin, la larga entrevista con Heleno Saña y alguna biografía escrita desde la amistad más que como resultado de benevolencia. Resulta lógico que entre el primer libro y el segundo haya diferencias, nacidas del régimen de censura existente durante la dictadura de Franco. Pero sus revelaciones, supuestas o reales, han crecido de forma arborescente ofreciendo a menudo detalles improbables y, sobre todo, una inaceptable interpretación de carácter general que nada tiene de definitiva.

Hay que partir de dos realidades esenciales.

En primer lugar, Serrano es un personaje histórico que, con defectos y limitaciones, se sitúa claramente por encima de la media. Eso explica sus amistades en el mundo intelectual, pero también el complejo de superioridad que revelan muchas de sus actitudes durante el primer régimen franquista. Además, ha sido siempre un seductor y en sus redes han caído quienes (historiadores profesionales o no) han escrito sobre la época de su poder político.
Pero todo eso no quiere decir que diga la verdad en sus memorias. Más bien éstas ofrecen el caso más caracterizado en la historia contemporánea española de distancia abismal entre lo que afirman y lo que puede leerse en la documentación de la época. Serrano fue un cumplido fascistizado que jugó la carta del Eje y contribuyó de forma decisiva a la dictadura de Franco. Así lo prueban las fuentes extranjeras y también las españolas. Si, en vez de escribir tantos libros apologéticos, hubiera permitido el acceso a su archivo privado (que debiera estar en Exteriores o Gobernación) esa imagen muy probablemente quedaría confirmada.

Por esa ocultación del pasado proporciona una clave para comprenderle. Era superior en muchos aspectos a Franco y después de prestarle un servicio incomparable fue maltratado y ninguneado por él. Pudo comprobar mirando a su alrrededor las consecuencias que para el conjunto de los españoles había tenido su paso por las más altas responsabilidades políticas y tuvo la sensibilidad moral de quedar incómodo para el resto de sus días. Se entiende que haya querido reconstruir un pasado que cada vez le gustaba menos. Si ha tratado de fabular su pasado (el término "mentira" no creo que le sea aplicable) la razón estriba en su carácter atormentado y su misma inteligencia. Hoy ya no tiene sentido, respecto de él, ni la apología ni tampoco el vitriolo. Ha pasado el tiempo y hoy podría ser objeto de una buena biografía.

Javier Tusell
Catedrático de Historia Contemporánea, UNED
La aventura de la Historia N°35 Páginas,20 a 23.


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