Todo esto es un engaño
Habla Hitler
Dast III Reich T-4 Pág. 500.-
Berlín, Cancillería del Reich, 23-III-1945
El último protocolo que se conserva sobre la diaria conferencia en torno a la situación militar, muestra una escena fantasmagórica: mientras las tropas británicas y americanas cruzan el Rhin y las soviéticas rebasan Danzing, en la Cancillería del Reich la conversación gira en torno a los espacios verdes berlineses, a la casa que Hitler posee en Obersalzberg y a la posibilidad de emplear fuerzas ucranianas, de la Galitzia e hindúes.
Burgdorf: (1) El mismo Dr. Goebbels solicita permiso para utilizar el eje este-oeste como pista de despegue. Sería necesario retirar los faroles de cada lado y ensanchar la calzada unos 20 metros a cada lado en el Tiergarten. Dice el ministro que de todas maneras la operación sería positiva porque más tarde quedaría ensanchado el eje este-oeste.
El Fuhrer: Puede hacerlo, pero lo creo innecesario: la anchura de 50m tiene que ser suficiente.
Burgdorf: ¿Puedo decir al ministro Goebbels que tiene carta blanca en éste asunto?
El Fuhrer: Sí, pero no comprendo porqué tiene que ensanchar la calzada.
Von Below: (2)Si más tarde deben aterrizar allí "Ju52" en la oscuridad, los faroles tienen que estorbar mucho.
El Fuhrer: Los faroles desde luego, pero eliminar ambos lados del Tiergarten 20-30 metros de jardines...
Von Below: ¡Eso es innecesario!
El Fuhrer: Más de 50 m de ancho no se necesitan. Ni tampoco sirven para nada, puesto que no se pueden cimentar. No tiene sentido.
Johannmeyer: (3) Quizás tan solo la cerca.
Von Below: No considero necesario que se eliminen los jardines 20m a cada lado, pero si que se retiren los faroles.
El Fuhrer: Los faroles puede retirarlos.
Burgdorf: Así lo diré.
El Fuhrer: Me parece que en el eje este-oeste se podrían también utilizar "Me 162" y Me 262". (4)
Von Below: ¡Seguro, dada la longitud!
Hewel: (5) Pero no teniendo allí la Columna de la Victoria.
Burgdorf: Habría que desmontarla.
El Fuhrer: Hasta la columna median casi tres kilómetros. La longitud suficiente.
Von Below: ¿Me permite usted, mi Fuhrer, que durante el tiempo en que no se encuentre usted en Obersalzberg suspenda la niebla artificial? Ahora lo estamos utilizando cada vez que se anuncia un vuelo enemigo en esa dirección. Esto supone un fuerte gasto de nuestras existencias.
El Fuhrer: De acuerdo, Pero entonces podemos darlo todo por perdido, no debemos engañarnos. Y es una de las últimas alternativas que nos quedan.
Si un día cae Zossen, ¿adónde vamos a ir? Un ataque enérgico contra Zossen no está perdido. Zossen no está seguro, y no porque no haya sido posible asegurarlo, sino porque ha sido construido por el Ejército y no por una empresa privada de construcción. Incluso construcciones de Speer tampoco ofrecen grandes garantías, no debemos engañarnos. Esta construcción nuestra es masiva porque debe sostener unos edificios gigantescos y que ya de por si ofrecen una considerable protección. Las construcciones del Ejército son todas una estafa. Esto también debemos tenerlo presente.
Ahora tenemos que establecer con todo cuidado la relkación de fuerzas extranjeras que pueden ser aún utilizadas; por ejemplo, la División Vlassov, ¿Sirve para algo o no sirve para nada? Sólo existen estas dos posibilidades. Si sirve, debemos conservarla como una división más; si no sirve, resulta tonto tener armados a 10.000 u 11.00 hombres, mientras no se pueden organizar otras divisiones alemanas por falta de armamento. Mejor organizar, en este caso, una división alemana y entregarle las armas de los otros.
Borgmann: (6) ¡La legión hindú!
El Fuhrer: La Legión Hindú (7) no pasa de ser una humorada. Hay hindúes que no son capaces de matar un piojo y prefieren dejarse devorar. Estos tampoco estarán dispuestos a matar a un inglés. El colocarlos precisamente enfrente de los británicos me parece un disparate.
En mi opinión, si se pudiera emplear a los hindúes para hacer girar molinos de oraciones o algo por el estilo, serían los más resistentes soldados del mundo. Pero emplearlos en una batalkla, me parece absurdo.
¿Que significa eso de la División de la Galitzia? ¿No es la misma que la de Ucrania?
Borgmann: No lo se.
El Fuhrer: Cada dos por tres se reciben partes de una División de Galitzia, ¿no es la de los ucranianos? Si está formada por rutenos austríacos, lo mejor que se puede hacer es quitarles las armas. Los rutenos austríacos eran pacifistas: corderos, y no lobos. Ya en los tiempos del Ejército austríaco estaban considerados como miserables soldados: todo esto no pasa de ser un autoengaño. ¿Es esa División e Galitzia la misma que la de Ucrania?
Gohler: ( 8 ) No, la de Galitzia es la 30 y la de Ucrania la 14. La 30 creo que se encuentra en Eslovaquia.
El Fuhrer: ¿Que se puede hacer con la Legión Hindú?
Gohler: No podría decirle. Hace ya bastante tiempo que se encuentra descansando.
El Fuhrer: ¡Pero si no ha luchado nunca!
Gohler: No.
El Fuhrer: El descanso me parece que debe otorgarse a las tropas que han combatido duramente y necesitan reponerse. Pero esas unidades lo que hacen es descansar y no combatir.
(1) Wilhelm Burgdorf, General de Infantería, jefe de personal del Ejército y habilitado como ayudante-jefe de la Wehrmacht.
(2) Nicolas von Below, coronel y ayudante de Aviación del Fuhrer.
(3) Wilhelm Johanmeyer, comandante y oficial ordenanza del Fuhrer.
(4) Se trata de un error de Hitler o del Taquígrafo: deben entenderse He162 o Me 163.
(5) Walther Hewel, embajador especial.
(6) Heinrich Borgmann, teniente coronel, ayudante militar del Fuhrer.
(7) La Legión hindú estaba constituida por unos 2000 ex prisioneros de guerra hechos en el Norte de Africa y en los campos de batalla italianos. Con ellos se perseguía más un fin propagandístico que militar.
( 8 ) Johannes Gohler, coronel de las SS y enlace del Fuhrer con las Waffen SS.
Gracias por estar
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Moderador: Francis Currey
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"La esclavitud crece sin medida cuando se le da apariencia de libertad."
Ernst Jünger
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Jorge Romo Perez
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Un pequeño comentario Shindler: me pregunto que dirìan los miembros de estas (y otras) unidades que Hitler menospreciaba con tanto desdèn, si pudiesen escuchar, o leer como nosotros estos adjetivos en el frente de batalla, mientras sus compañeros mueren en torno, defendiendo a quien los humilla.
Cuantas veces se habrà visto en los conflictos humanos esta situaciòn?
Cuantos muertos por ideales que al final los han traicionado?
Muy interesante tema de los ùltimos dìas del Reich Shindler.
No puede estar mas apropiado el tìtulo: "Todo es un engaño"
Felicidades!!
Cuantas veces se habrà visto en los conflictos humanos esta situaciòn?
Cuantos muertos por ideales que al final los han traicionado?
Muy interesante tema de los ùltimos dìas del Reich Shindler.
No puede estar mas apropiado el tìtulo: "Todo es un engaño"
Felicidades!!
"Cuando regreses a casa, dile a tus hijos, que a cambio de su futuro, ofrendamos nuestro presente".
John Maxwell Edmonds (1875 -1958) inscrito en el Kohima 2nd Division Memorial
John Maxwell Edmonds (1875 -1958) inscrito en el Kohima 2nd Division Memorial
Gracias amigo Jorge y aquí otro "discurso".
Desgracia y pena
Berlín, Cancillería del Reich, 30-I-1945
En el día de la conmemoración de la toma del poder, Hitler pronuncia a través de la radio su último discurso.
Europa se halla ahora aquejada de una grave enfermedad; y los Estados afectados no tienen más remedio que hacer acopio de toda su fuerza de resistencia o disponerse a sucumbir. Incluso los sanos y supervivientes superan el punto crucial de esta enfermedad debatiéndose en una crisis que les hace aparecer de puertas afuera como débiles. sin embargo, nuestra indomable voluntad es la de salvar a nuestro pueblo en esta lucha contra el más negro destino de todos los tiempos; la de no amedentarnos y la de obedecer fiel e incontrovertiblemente el mandamiento de la conservación de nuestra nación. El Omnipotente ha creado nuestro pueblo. En la medida en que defendamos su existencia, defendemos su obra. Que esta defensa vaya unida con un sinfín de desgracias, de padecimientos y de dolores, nos lleva a vincularnos aún más a este pueblo. Pero tenemos ayuda para superar toda dureza necesaria, de modo que cumplamos nuestro deber incluso en los puntos más críticos de nuestra misión. Nuestro deber no solo se refiere a los alemanes eternos sino también a aquellos otros que se distancian de su pertenencia a este pueblo. En consecuencia, solamente tenemos un mandato en esta lucha decisiva: Quien luche con honor podrá salvar la vida para sí y sus personas queridas; quien se acobarde y vuelva la espalda por falta de carácter acabará por tener una muerte deshonrosa en cualesquiera circunstancias.
Hace pocos meses y semanas los Aliados han marcado incontrovertidamente el destino de Alemania. Tan claro han hablado que algunos periódicos les han aconsejado que sean más cautos y prefieran la táctica de las promesas aunque no tengan perspectivas de cumplir lo prometido.
Sin embargo no es decisivo el que en las democracias la actividad política y la mentira sean realidades que van siempre de la mano como aliados inseparables. Lo que realmente importa es que las promesas de estos políticos a un pueblo como el nuestro carecen de importancia, debido a que ellos mismos no se encuentran en la situación de otorgar garantías. Es como si una oveja prometiese a otra protegerla contra el tigre. Yo, por mi parte, repito mi profecía: Inglaterra no estará nunca en situación de domesticar al bolchevismo sino que, por el contrario, su futuro se verá cada vez mas afectado por esta enfermedad. Los espíritus que han invocado las democracias desde las estepas de Asia, no volverán a quedar atados. Las pequeñas naciones europeas que capitulan atendiendo a las seguridades de lso Aliados, se aproximan a su propia bancarrota.
Este destino, por fortuna, no afectará jamás a Alemania. Como garantía contamos con la victoria interior, hace doce años, sobre este enemigo. Lo que siempre han pretendido nuestros enemigos ha sido infligir un terrible dolor a las ciudades alemanas, a los campos alemanes y, sobre todo, a nuestras gentes. Nos vendrían encima una desgracia y una pena irremediables si alguna vez triunfara la conjura plutocrático-bolchevique. En este duodécimo aniversario de la toma del poder es necesario fortalecer el corazón mas que hasta ahora con una santa resolución de tomar las armas en cualesquiera circunstancias y lugares, por tanto tiempo como sea necesario para lograr la victoria que coronará nuestros esfuerzos. Quisiera hoy dejar bien sentado otro punto: un ambiente francamente hostil en torno a mi fue lo que elegí al tomar este camino y conseguí pasar al éxito final desde el anonimato. Muchas veces se me dió por muerto, pero al fin me convertí en vencedor. Mi vida actual se halla marcada por los deberes contraídos. Estos se resumen en uno solo; trabajar por mi pueblo y luchar por el. De este deber solamente podrá liberarme el que me ha convocado a él. En la mano de la Providencia estaba el que me salvase de la bomba que estalló el 20 de Julio a un metro y medio de mí, para que pudiese terminar mi obra. El Omnipotente me protegió aquél día y esto es para mí una prueba de que debo mantenerme firme en la misión que se me ha encomendado. En sonsecuencia, continuaré este año en el mismo camino, representando sin componendas los intereses de mi pueblo, sin errores, en cada necesidad y en todo peligro, penetrado, por el sagrado convencimiento de que al final el Omnipotente no abandonará a quien durante toda su vida no pretendió otra cosa que salvar a su pueblo de un destino fatal sin detenerse en consideraciones de números ni de su significado. En esta hora hago un llamamiento a todo el pueblo alemán, especialmente a mis compañeros de lucha de la primera hora y a todos los soldados para que mantengan con más rudeza aún el espíritu de resistencia hasta que, como entonces, dejemos a nuestros muertos en su tumba y hayamos colocado sobre ellos esta inscripción;
"A pesar de todo, han vencido"
Espero de cada alemán que cumpla con su deber hasta el final; que cada víctima que se le exija sea asumida con resignación. Qu todos los sanos tomen parte en la lucha en cuerpo y alma. Espero de todos y cada uno de los enfermos y mutilados que colaboren hasta su último momento. Espero de los habitantes de las ciudades que se procuren armas para esta lucha. Y espero de los agricultores que sean austeros y ofrezcan su pan a los soldados y los trabajadores que toman parte de esta lucha. Espero de todas las mujeres y muchachas que apoyen con verdadero fanatismo, como hasta ahora, este combate. Me dirijo con especial confianza a la juventud alemana. En la medida en que mantengamos esta comunidad, podremos seguir representando el derecho ante el Todopoderoso y pedirle su gracia y su bendición.
Geacias por estar
Desgracia y pena
Berlín, Cancillería del Reich, 30-I-1945
En el día de la conmemoración de la toma del poder, Hitler pronuncia a través de la radio su último discurso.
Europa se halla ahora aquejada de una grave enfermedad; y los Estados afectados no tienen más remedio que hacer acopio de toda su fuerza de resistencia o disponerse a sucumbir. Incluso los sanos y supervivientes superan el punto crucial de esta enfermedad debatiéndose en una crisis que les hace aparecer de puertas afuera como débiles. sin embargo, nuestra indomable voluntad es la de salvar a nuestro pueblo en esta lucha contra el más negro destino de todos los tiempos; la de no amedentarnos y la de obedecer fiel e incontrovertiblemente el mandamiento de la conservación de nuestra nación. El Omnipotente ha creado nuestro pueblo. En la medida en que defendamos su existencia, defendemos su obra. Que esta defensa vaya unida con un sinfín de desgracias, de padecimientos y de dolores, nos lleva a vincularnos aún más a este pueblo. Pero tenemos ayuda para superar toda dureza necesaria, de modo que cumplamos nuestro deber incluso en los puntos más críticos de nuestra misión. Nuestro deber no solo se refiere a los alemanes eternos sino también a aquellos otros que se distancian de su pertenencia a este pueblo. En consecuencia, solamente tenemos un mandato en esta lucha decisiva: Quien luche con honor podrá salvar la vida para sí y sus personas queridas; quien se acobarde y vuelva la espalda por falta de carácter acabará por tener una muerte deshonrosa en cualesquiera circunstancias.
Hace pocos meses y semanas los Aliados han marcado incontrovertidamente el destino de Alemania. Tan claro han hablado que algunos periódicos les han aconsejado que sean más cautos y prefieran la táctica de las promesas aunque no tengan perspectivas de cumplir lo prometido.
Sin embargo no es decisivo el que en las democracias la actividad política y la mentira sean realidades que van siempre de la mano como aliados inseparables. Lo que realmente importa es que las promesas de estos políticos a un pueblo como el nuestro carecen de importancia, debido a que ellos mismos no se encuentran en la situación de otorgar garantías. Es como si una oveja prometiese a otra protegerla contra el tigre. Yo, por mi parte, repito mi profecía: Inglaterra no estará nunca en situación de domesticar al bolchevismo sino que, por el contrario, su futuro se verá cada vez mas afectado por esta enfermedad. Los espíritus que han invocado las democracias desde las estepas de Asia, no volverán a quedar atados. Las pequeñas naciones europeas que capitulan atendiendo a las seguridades de lso Aliados, se aproximan a su propia bancarrota.
Este destino, por fortuna, no afectará jamás a Alemania. Como garantía contamos con la victoria interior, hace doce años, sobre este enemigo. Lo que siempre han pretendido nuestros enemigos ha sido infligir un terrible dolor a las ciudades alemanas, a los campos alemanes y, sobre todo, a nuestras gentes. Nos vendrían encima una desgracia y una pena irremediables si alguna vez triunfara la conjura plutocrático-bolchevique. En este duodécimo aniversario de la toma del poder es necesario fortalecer el corazón mas que hasta ahora con una santa resolución de tomar las armas en cualesquiera circunstancias y lugares, por tanto tiempo como sea necesario para lograr la victoria que coronará nuestros esfuerzos. Quisiera hoy dejar bien sentado otro punto: un ambiente francamente hostil en torno a mi fue lo que elegí al tomar este camino y conseguí pasar al éxito final desde el anonimato. Muchas veces se me dió por muerto, pero al fin me convertí en vencedor. Mi vida actual se halla marcada por los deberes contraídos. Estos se resumen en uno solo; trabajar por mi pueblo y luchar por el. De este deber solamente podrá liberarme el que me ha convocado a él. En la mano de la Providencia estaba el que me salvase de la bomba que estalló el 20 de Julio a un metro y medio de mí, para que pudiese terminar mi obra. El Omnipotente me protegió aquél día y esto es para mí una prueba de que debo mantenerme firme en la misión que se me ha encomendado. En sonsecuencia, continuaré este año en el mismo camino, representando sin componendas los intereses de mi pueblo, sin errores, en cada necesidad y en todo peligro, penetrado, por el sagrado convencimiento de que al final el Omnipotente no abandonará a quien durante toda su vida no pretendió otra cosa que salvar a su pueblo de un destino fatal sin detenerse en consideraciones de números ni de su significado. En esta hora hago un llamamiento a todo el pueblo alemán, especialmente a mis compañeros de lucha de la primera hora y a todos los soldados para que mantengan con más rudeza aún el espíritu de resistencia hasta que, como entonces, dejemos a nuestros muertos en su tumba y hayamos colocado sobre ellos esta inscripción;
"A pesar de todo, han vencido"
Espero de cada alemán que cumpla con su deber hasta el final; que cada víctima que se le exija sea asumida con resignación. Qu todos los sanos tomen parte en la lucha en cuerpo y alma. Espero de todos y cada uno de los enfermos y mutilados que colaboren hasta su último momento. Espero de los habitantes de las ciudades que se procuren armas para esta lucha. Y espero de los agricultores que sean austeros y ofrezcan su pan a los soldados y los trabajadores que toman parte de esta lucha. Espero de todas las mujeres y muchachas que apoyen con verdadero fanatismo, como hasta ahora, este combate. Me dirijo con especial confianza a la juventud alemana. En la medida en que mantengamos esta comunidad, podremos seguir representando el derecho ante el Todopoderoso y pedirle su gracia y su bendición.
Geacias por estar
"La esclavitud crece sin medida cuando se le da apariencia de libertad."
Ernst Jünger
Ernst Jünger
No me he dormido
Das III Reich T4 pag. 419
Cuartel general del Fuhrer Ziegenberg - Taunus (Adlerhorst), 11-I-1945. En el medio de una situación militar sin esperanza, el discurso de Año nuevo del Fuhrer, osciló una vez más entre protestas de victoria y amenazas con el espectro de lo que sería del pueblo alemán en caso de perder la guerra.
El mundo debe saber que nuestro Estado no capitulará; que el Imperio Alemán de hoy, como otros muchos grandes Estados de la antiguedad, puede sufrir duros reveses en el curso de su camino. Debe saber que el mando de este Estado comparte las preocupaciones y el dolor del pueblo, pero que nunca la preocupación y el dolor le inducirán a capitular. Que está dispuesto a dominar cada crisis con energía, a recobrar con el trabajo lo que se haya perdido por negligencia; que reconoce el esfuerzo de cada alemán que cumple con su deber, al mismo tiempo que le asegura que su aportación a la causa de la supervivencia de nuestro pueblo no será olvidada, y que afirma aniquilará a todos aquellos que se retraigan de dar su aportación o se conviertan en un instrumento del extranjero. Porque conocemos los objetivos de nuestros enemigos, gracias a su propaganda y a las declaraciones de sus hombres de Estado y periodistas, puede hacerse una idea el pueblo alemán de la suerte que le está reservada para el caso de que pierda esta guerra. Por eso no la va a perder, sino que la tiene que ganar y la va a ganar. Porque las metas que persiguen nuestros enemigos no las conocen; salvo sus judios, ni siquiera ellos mismos. Pero los motivos por los que luchamos nosotros los sabemos todos. Luchamos por la supervivencia de nuestra raza, por nuestra patria, por nuestra cultura con más de 2000 años de historia, por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Por todo aquello que en la vida hace que merezca la pena vivirse. Por ello ha desarrollado este pueblo el espíritu y el estilo que le permiten creer en su futuro y esperar confiadamente de la Providencia una favorable apreciación de su lucha.
Sé, queridos compatriotas, todo lo que esta lucha exige de vosotros. No existe ninguna otra persona en ninguno de los otros países del mundo que conozca a su pueblo como yo conoaco a Alemania. Siempre me he sentido serca, no sólo histórica sino personalmente, de todas las ciudades que hoy se encuentran destruidas. Desde hace décadas me encuentro unido a ellas desde el punto de vista histórico-cultural y, al mismo tiempo, preocupado por su destino y futuro desarrollo. Y esto es lo que precisamente alivia un poco mi dolor y lo hace llevadero, el hecho de que sé mejor que cualquier otro, que no sólo el pueblo alemán posee fuerza de voluntad suficiente para renacer de sus cenizas, sino que también al fin de este período las ciudades alemanas se alzarán sobre sus escombros para convertirse de nuevo en soberbias urbes de señorío germano.
Esto, queridos compatriotas, figurará un día en la historia como un milagro del siglo XX. Un pueblo que tanto en el frente como en la retaguardia es capaz de tan grandes esfuerzos y sacrificios, no puede en ningún caso desaparecer. Al contrario, de este yunque de reveses y pruebas saldrá más fuerte y más decidido que nunca. El poder, sin embargo, al que debemos todos nuestros sufrimientos, el judaísmo internacional enemigo del mundo, no sólo fracasará en su intento de acabar con Europa y disgregar a sus pueblos, sino que será aniquilado.
Quiero al final de este año, como portavoz de la nación y Fuhrer de sus destino, agradecer de todo corazón a los millones de compatriotas cuanto sufren, toleran, trabajan y se esfuerzan, a todos los hombres y mujeres, a los muchachos de nuestra organización juvenil, a los que viven en las ciudades y a los que viven en los pueblos.
Quiero pedirles que en el futuro no se retraigan, sino que tengan fe en el mando de nuestro movimiento y continúen con fanatismo la lucha por el futuro y la supervivencia de nuestro pueblo. En lo que a mí se refiere, y en la supervivencia de nuestro pueblo. En lo que a mí se refiere, y en lo que el triunfo dependa de mí, se continuará como en el pasado. Si ahora no hablo tan a menudo no es porque no quiera o no pueda, sino porque el trabajo me deja menos tiempo para hablar y porque creo que debo dedicar todas mis horas a fortalecer el espíritu combativo de nuestro Ejército, a proporcionarle las mejores armas, a organizar nuevas unidades y a movilizar en bien de mi pueblo cuantas fuerzas pueda. Creo que mis enemigos se habrán dado perfecta cuenta de que no me he dormido en todo este tiempo.
Quiero también hoy, como lo he hecho a lo largo de estos años de lucha, repetir mi acto de fe inquebrantable en el futuro de nuestro pueblo. Quien debe pasar tan tremendas pruebas ordenadas por la Providencia, es porque sin duda está llamado a grandes empresas. Mi única preocupación es guiar al pueblo alemán a través de estos tiempos de sacrificio y abrirle las puertas de ese futuro en que todos nosotros creemos, por el que luchamos y trabajamos sin descanso.
No puedo cerrar mi alocución sin antes agradecer al Todopoderoso la ayuda que nos ha prestado al mando y al pueblo, la fuerza que nos ha otorgado para ser superiores a la angustia y al peligro. Si también le agradezco mi salvación personal es, sólo por el hecho de que me siento feliz de poder seguir poniendo mi vida al servicio de mi pueblo.
En esta hora quiero, en nombre de la gran Alemania, pronunciar ante el Todopoderoso la solemne promesa de que cumpliremos con absoluta fidelidad con nuestro deber en el año que ahora comienza, en la irreductible creencia de que pronto sonará la hora de la victoria definitiva en favor de quien la ha merecido y se ha mostrado digno de ella: el Gran Reich Alemán.
Gracias por estar
Das III Reich T4 pag. 419
Cuartel general del Fuhrer Ziegenberg - Taunus (Adlerhorst), 11-I-1945. En el medio de una situación militar sin esperanza, el discurso de Año nuevo del Fuhrer, osciló una vez más entre protestas de victoria y amenazas con el espectro de lo que sería del pueblo alemán en caso de perder la guerra.
El mundo debe saber que nuestro Estado no capitulará; que el Imperio Alemán de hoy, como otros muchos grandes Estados de la antiguedad, puede sufrir duros reveses en el curso de su camino. Debe saber que el mando de este Estado comparte las preocupaciones y el dolor del pueblo, pero que nunca la preocupación y el dolor le inducirán a capitular. Que está dispuesto a dominar cada crisis con energía, a recobrar con el trabajo lo que se haya perdido por negligencia; que reconoce el esfuerzo de cada alemán que cumple con su deber, al mismo tiempo que le asegura que su aportación a la causa de la supervivencia de nuestro pueblo no será olvidada, y que afirma aniquilará a todos aquellos que se retraigan de dar su aportación o se conviertan en un instrumento del extranjero. Porque conocemos los objetivos de nuestros enemigos, gracias a su propaganda y a las declaraciones de sus hombres de Estado y periodistas, puede hacerse una idea el pueblo alemán de la suerte que le está reservada para el caso de que pierda esta guerra. Por eso no la va a perder, sino que la tiene que ganar y la va a ganar. Porque las metas que persiguen nuestros enemigos no las conocen; salvo sus judios, ni siquiera ellos mismos. Pero los motivos por los que luchamos nosotros los sabemos todos. Luchamos por la supervivencia de nuestra raza, por nuestra patria, por nuestra cultura con más de 2000 años de historia, por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Por todo aquello que en la vida hace que merezca la pena vivirse. Por ello ha desarrollado este pueblo el espíritu y el estilo que le permiten creer en su futuro y esperar confiadamente de la Providencia una favorable apreciación de su lucha.
Sé, queridos compatriotas, todo lo que esta lucha exige de vosotros. No existe ninguna otra persona en ninguno de los otros países del mundo que conozca a su pueblo como yo conoaco a Alemania. Siempre me he sentido serca, no sólo histórica sino personalmente, de todas las ciudades que hoy se encuentran destruidas. Desde hace décadas me encuentro unido a ellas desde el punto de vista histórico-cultural y, al mismo tiempo, preocupado por su destino y futuro desarrollo. Y esto es lo que precisamente alivia un poco mi dolor y lo hace llevadero, el hecho de que sé mejor que cualquier otro, que no sólo el pueblo alemán posee fuerza de voluntad suficiente para renacer de sus cenizas, sino que también al fin de este período las ciudades alemanas se alzarán sobre sus escombros para convertirse de nuevo en soberbias urbes de señorío germano.
Esto, queridos compatriotas, figurará un día en la historia como un milagro del siglo XX. Un pueblo que tanto en el frente como en la retaguardia es capaz de tan grandes esfuerzos y sacrificios, no puede en ningún caso desaparecer. Al contrario, de este yunque de reveses y pruebas saldrá más fuerte y más decidido que nunca. El poder, sin embargo, al que debemos todos nuestros sufrimientos, el judaísmo internacional enemigo del mundo, no sólo fracasará en su intento de acabar con Europa y disgregar a sus pueblos, sino que será aniquilado.
Quiero al final de este año, como portavoz de la nación y Fuhrer de sus destino, agradecer de todo corazón a los millones de compatriotas cuanto sufren, toleran, trabajan y se esfuerzan, a todos los hombres y mujeres, a los muchachos de nuestra organización juvenil, a los que viven en las ciudades y a los que viven en los pueblos.
Quiero pedirles que en el futuro no se retraigan, sino que tengan fe en el mando de nuestro movimiento y continúen con fanatismo la lucha por el futuro y la supervivencia de nuestro pueblo. En lo que a mí se refiere, y en la supervivencia de nuestro pueblo. En lo que a mí se refiere, y en lo que el triunfo dependa de mí, se continuará como en el pasado. Si ahora no hablo tan a menudo no es porque no quiera o no pueda, sino porque el trabajo me deja menos tiempo para hablar y porque creo que debo dedicar todas mis horas a fortalecer el espíritu combativo de nuestro Ejército, a proporcionarle las mejores armas, a organizar nuevas unidades y a movilizar en bien de mi pueblo cuantas fuerzas pueda. Creo que mis enemigos se habrán dado perfecta cuenta de que no me he dormido en todo este tiempo.
Quiero también hoy, como lo he hecho a lo largo de estos años de lucha, repetir mi acto de fe inquebrantable en el futuro de nuestro pueblo. Quien debe pasar tan tremendas pruebas ordenadas por la Providencia, es porque sin duda está llamado a grandes empresas. Mi única preocupación es guiar al pueblo alemán a través de estos tiempos de sacrificio y abrirle las puertas de ese futuro en que todos nosotros creemos, por el que luchamos y trabajamos sin descanso.
No puedo cerrar mi alocución sin antes agradecer al Todopoderoso la ayuda que nos ha prestado al mando y al pueblo, la fuerza que nos ha otorgado para ser superiores a la angustia y al peligro. Si también le agradezco mi salvación personal es, sólo por el hecho de que me siento feliz de poder seguir poniendo mi vida al servicio de mi pueblo.
En esta hora quiero, en nombre de la gran Alemania, pronunciar ante el Todopoderoso la solemne promesa de que cumpliremos con absoluta fidelidad con nuestro deber en el año que ahora comienza, en la irreductible creencia de que pronto sonará la hora de la victoria definitiva en favor de quien la ha merecido y se ha mostrado digno de ella: el Gran Reich Alemán.
Gracias por estar
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bycicleto
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Me imagino a mí, soldado, aguantando el imparable envite de los soviéticos y escuchando las alocuciones de mi Fuhrer por radio. Creo que solo se me ocurriría pensar que a mi Fuhrer se le ha caído el último tornillo. ¿Venceremos?¿Volveremos a alzarnos como las grandes naciones de la Antiguedad? En fín...
Gracias Shindler por dedicar tu tiempo a mejorar el foro, a aumentar mi cultura, y felicidades por el ascenso a moderador, me acabo de enterar
Un saludo y sigue así.
Gracias Shindler por dedicar tu tiempo a mejorar el foro, a aumentar mi cultura, y felicidades por el ascenso a moderador, me acabo de enterar
Un saludo y sigue así.
"¿E irás a Flandes, mi querida Mally?
¿Para ver a los grandes generales, mi preciosa Mally?
Lo que verás serán las balas volar,
y a las mujeres oirás llorar,
y a los soldados morir verás,
mi querida Mally".
Canción de los soldados del duque de Marlborough, principios del siglo XVIII
Cuando la providencia quiere
Das III Reich pág. 339
Munich: Circo Krone, 12-XI-1944
Durante una manifestación organizada con motivo del aniversario del fallido golpe de 1923, Himmler leyó una proclama de Hitler, que disculpó su ausencia aduciendo la gran cantidad de trabajo que tenía. Nada tan gráfico para expresar la situación como el hecho de que la reunión fue aplazada del 9 (día del aniversario) al 12 (domingo siguiente) debido a las normas establecidas por la guerra total: loss domingos no se trabajaba.
Los pueblos y, sobre todo , los hombres de Estado , generales y soldados han sabido a lo largo de los tiempos sobrellevar los días de felicidad y éxito con dignidad. Pero la grandeza de los hombres que han hecho la historia del mundo, así como la talla de sus pueblos, queda demostrada por el estoicismo en los momentos adversos; por su confianza durante las situaciones en que no aparecía solución alguna a sus penalidades y reveses.
Como nacionalsocialistas nos sentíamos orgullosos en los años de lucha de padecer persecución, pues gracias a ella el partido quedaba libre de advendizos y compañeros de viaje, que lugo a la hora del triunfo hubieran sido los más sonoros y celebrados militantes.
De la misma manera vemos en esta confrontación mundial, la mayor de todos los tiempos, cómo se va separando de nosotros todo lo pequeño, cobarde y despreciable. Que monarcas con un desconocimiento total de su propia situación, hoy considerada como prehistórica, pierdan el valor y nos traicionen, es una consecuencia de su centenaria degeneración espiritual y moral. Los pueblos reclaman otros jefes en lugar de estas figuras débiles y enfermas. El hecho de que también otros mal llamados hombres de Estado y generales se retraigan de una lucha histórica, en la que se va a decidir el ser o el no ser, capitulando cobardemente para conseguir ventajas personales, confirma la antigua experiencia de siglos de que la Tierra no suele conocer muchos grandes espíritus al mismo tiempo. Por todas partes donde haya tenido lugar una capitulación, o donde pueda darse, el resultado no será un fácil desliz hacia una crisis política, sino que supondrá el inevitable desarraigo del pueblo respectivo y el exterminio definitivo de sus responsables.
Aun cuando las consecuencias de estas traiciones para Alemania, como principal sostenedora de la lucha desde el principio, hayan supuesto desde el punto de vista militar duros contratiempos, no han logrado dislocar la estructura del Reich, ni destruir su capacidad de resistencia. Al contrario, han endurecido la voluntad nacional de lucha hasta lindar con el fanatismo.
¡Camaradas del partido, compatriotas y simpatizantes! Desde que las tropas soviéticas en Noviembre de 1942 rompieron el frente rumano en el sector del Danubio, desde los abonados de las unidades italianas y húngaras con las complicaciones lógicas para el mando, nuestro pueblo ha conocido una traición tras otra.
Pese a todo no se han cumplido las esperanzas de nuestros enemigos. Por lo tanto, sólo les queda la táctica de la puñalada por la espalda, como siempre que combaten contra Alemania y no consiguen por si mismos ningún triunfo. Sujetos sin carácter, mezcla de arrogancia feudal y suficiencia burguesa, y antiguos parlamentarios corrompidos, se han unido con la esperanza de la recompensa, para conseguir arrancar de raíz el espíritu alemán de resistencia. No han tenido en cuenta una cosa; en tanto yo viva no sufrirá Alemania el destino de otros Estados europeos somentidos al bolchevismo. En tanto aliente en mí un soplo de vida, mi cuerpo y mi alma obedecerán a un único pensamiento: fortalecer a mi pueblo de manera que pueda defenderse y aun pasar al ataque contra los peligros fatales que le amenazan.
¡Compañeros del partido! A finales de 1923 escribía yo en la cárcel "Mein Kampf", teniendo ante mis ojos la realización del Estado nacionalsocialista. Durante muchos años hemos luchado por esa idea, y después de la toma del poder hemos trabajado para llevarla a cabo. Esta ha sido la causa de la indignación y la envidia de nuestros enemigos; nuestro rendimiento económico y social, el aumento del nivel de vida en todos los terrenos, el desarrollo de la cultura. Mientras hoy en otros países se publican pomposamente los llamados "programas sociales para el futuro", nos es forzoso decir que tales programas no son sino un pálido reflejo de lo practicado ya por Alemania nacionalsocialista. En estos momentos sólo puedo renovar el compromiso de que continuaremos con nuestro trabajo. Como veterano nacionalsocialista no titubearé un momento en el cumplimiento de mi deber. Este deber no ha sido una elección espontánea , sino que a cada alemán le ha impuesto la Providencia el hacer cuanto esté en su mano para asegurar el futuro de nuestro pueblo y supervivencia. Respondamos a los reveses con renovada energía, convencidos de que a menudo la Providencia sólo quiere probar a los virtuosos para mejor revelar su valor. Por mi parte, quiero dar con mi voluntad inconmovible en esta lucha, un loable ejemplo a las generaciones futuras, como otros grandes alemanes nos lo dieron en tiempos pasados. Por contar con esta voluntad de lucha y sentir a mi pueblo junto a mi, no dudo un solo momento de que al final habremos pasado con éxito el tiempo de prueba y llegará la hora en que el Todopoderoso nos otorgará de nuevo su bendición, como lo hizo durante el pasado. Entonces conseguiremos las grandes victorias de la historia del mundo, sin por ello volvernos insolentes.
Gracias por estar
Das III Reich pág. 339
Munich: Circo Krone, 12-XI-1944
Durante una manifestación organizada con motivo del aniversario del fallido golpe de 1923, Himmler leyó una proclama de Hitler, que disculpó su ausencia aduciendo la gran cantidad de trabajo que tenía. Nada tan gráfico para expresar la situación como el hecho de que la reunión fue aplazada del 9 (día del aniversario) al 12 (domingo siguiente) debido a las normas establecidas por la guerra total: loss domingos no se trabajaba.
Los pueblos y, sobre todo , los hombres de Estado , generales y soldados han sabido a lo largo de los tiempos sobrellevar los días de felicidad y éxito con dignidad. Pero la grandeza de los hombres que han hecho la historia del mundo, así como la talla de sus pueblos, queda demostrada por el estoicismo en los momentos adversos; por su confianza durante las situaciones en que no aparecía solución alguna a sus penalidades y reveses.
Como nacionalsocialistas nos sentíamos orgullosos en los años de lucha de padecer persecución, pues gracias a ella el partido quedaba libre de advendizos y compañeros de viaje, que lugo a la hora del triunfo hubieran sido los más sonoros y celebrados militantes.
De la misma manera vemos en esta confrontación mundial, la mayor de todos los tiempos, cómo se va separando de nosotros todo lo pequeño, cobarde y despreciable. Que monarcas con un desconocimiento total de su propia situación, hoy considerada como prehistórica, pierdan el valor y nos traicionen, es una consecuencia de su centenaria degeneración espiritual y moral. Los pueblos reclaman otros jefes en lugar de estas figuras débiles y enfermas. El hecho de que también otros mal llamados hombres de Estado y generales se retraigan de una lucha histórica, en la que se va a decidir el ser o el no ser, capitulando cobardemente para conseguir ventajas personales, confirma la antigua experiencia de siglos de que la Tierra no suele conocer muchos grandes espíritus al mismo tiempo. Por todas partes donde haya tenido lugar una capitulación, o donde pueda darse, el resultado no será un fácil desliz hacia una crisis política, sino que supondrá el inevitable desarraigo del pueblo respectivo y el exterminio definitivo de sus responsables.
Aun cuando las consecuencias de estas traiciones para Alemania, como principal sostenedora de la lucha desde el principio, hayan supuesto desde el punto de vista militar duros contratiempos, no han logrado dislocar la estructura del Reich, ni destruir su capacidad de resistencia. Al contrario, han endurecido la voluntad nacional de lucha hasta lindar con el fanatismo.
¡Camaradas del partido, compatriotas y simpatizantes! Desde que las tropas soviéticas en Noviembre de 1942 rompieron el frente rumano en el sector del Danubio, desde los abonados de las unidades italianas y húngaras con las complicaciones lógicas para el mando, nuestro pueblo ha conocido una traición tras otra.
Pese a todo no se han cumplido las esperanzas de nuestros enemigos. Por lo tanto, sólo les queda la táctica de la puñalada por la espalda, como siempre que combaten contra Alemania y no consiguen por si mismos ningún triunfo. Sujetos sin carácter, mezcla de arrogancia feudal y suficiencia burguesa, y antiguos parlamentarios corrompidos, se han unido con la esperanza de la recompensa, para conseguir arrancar de raíz el espíritu alemán de resistencia. No han tenido en cuenta una cosa; en tanto yo viva no sufrirá Alemania el destino de otros Estados europeos somentidos al bolchevismo. En tanto aliente en mí un soplo de vida, mi cuerpo y mi alma obedecerán a un único pensamiento: fortalecer a mi pueblo de manera que pueda defenderse y aun pasar al ataque contra los peligros fatales que le amenazan.
¡Compañeros del partido! A finales de 1923 escribía yo en la cárcel "Mein Kampf", teniendo ante mis ojos la realización del Estado nacionalsocialista. Durante muchos años hemos luchado por esa idea, y después de la toma del poder hemos trabajado para llevarla a cabo. Esta ha sido la causa de la indignación y la envidia de nuestros enemigos; nuestro rendimiento económico y social, el aumento del nivel de vida en todos los terrenos, el desarrollo de la cultura. Mientras hoy en otros países se publican pomposamente los llamados "programas sociales para el futuro", nos es forzoso decir que tales programas no son sino un pálido reflejo de lo practicado ya por Alemania nacionalsocialista. En estos momentos sólo puedo renovar el compromiso de que continuaremos con nuestro trabajo. Como veterano nacionalsocialista no titubearé un momento en el cumplimiento de mi deber. Este deber no ha sido una elección espontánea , sino que a cada alemán le ha impuesto la Providencia el hacer cuanto esté en su mano para asegurar el futuro de nuestro pueblo y supervivencia. Respondamos a los reveses con renovada energía, convencidos de que a menudo la Providencia sólo quiere probar a los virtuosos para mejor revelar su valor. Por mi parte, quiero dar con mi voluntad inconmovible en esta lucha, un loable ejemplo a las generaciones futuras, como otros grandes alemanes nos lo dieron en tiempos pasados. Por contar con esta voluntad de lucha y sentir a mi pueblo junto a mi, no dudo un solo momento de que al final habremos pasado con éxito el tiempo de prueba y llegará la hora en que el Todopoderoso nos otorgará de nuevo su bendición, como lo hizo durante el pasado. Entonces conseguiremos las grandes victorias de la historia del mundo, sin por ello volvernos insolentes.
Gracias por estar
"La esclavitud crece sin medida cuando se le da apariencia de libertad."
Ernst Jünger
Ernst Jünger
Hitler habla y la victoria se esfuma
Condensado de la Revista Newsweek (Selecciones del R.D. Marzo de 1943)
El mejor comentario de la oratoria de Hitler, es el que publicó el Svenska Dagbladet, diario de Estocolmo, a raíz del discurso pronunciado en Setiembre de 1942 por el dictador alemán: "En 1940, Alemania creyó haber triunfado. En 1941, creía que triunfaría. En 1942, cree que tiene que triunfar".
30 de Diciembre de 1939:
Que el año 1940 nos traiga el fin de la guerra. Suceda lo que suceda, la victoria es nuestra.
4 de Setiembre de 1940:
Pase lo que pase, Inglaterra se desplomará. Ni concibo, ni admito, otra conclusión de la guerra. Los ingleses son muy especiales. los oigo decir; Ya no viene. A ello contesto; Paciencia...¡Ya llegaré!
31 de Diciembre de 1940:
El año 1941 quedará consumado el máximo triunfo de nuestra historia. El año de 1941 verá a las fuerzas alemanas de tierra, mar y aire mucho más pujantes y dotadas de elementos de combate más perfeccionados. Su empuje arrollará la última resistencia de los malvados causantes de esta guerra. Prometo solemnemente que, por cada bomba que nos lancen, lanzaremos nosotros ciento.
30 de Enero de 1941:
Estoy convencido de que el año 1941 será un año histórico para el Nuevo Orden europeo. El problema no puede consistir sino en hacer que el mundo sea accesible a todos; en anular las prerrogativas individuales; en derrocar la tiranía que ejercen ciertas naciones, o mejor dicho, los plutócratas que las rigen.
16 de Marzo de 1941:
Las huestes de Alemania luchan hoy en todos los ámbitos del mundo. Reforzadas en sus efectivos y en sus elementos de guerra hasta un punto apenas concebible, hállanse prontas a coronar, llenas de gozo y de confianza, la empresa que acometieron en el año memorable de 1940.
3 de Octubre de 1941:
En la mañana del 22 de Junio empezó la batalla más portentosa de cuantas registra la historia universal (la invasión de Rusia). Desde aquel momento nuestro plan ha venido desarrollándose con metódica exactitud. Desde hace 48 horas se está ejecutando una operación militar en gigantesca escala (la ofensiva contra Moscú) que acelerará el aniquilamiento del enemigo del Este. Puedo decirles que el enemigo está en franca derrota y que no logrará rehacerse.
Continúa...
Gracias por estar
Condensado de la Revista Newsweek (Selecciones del R.D. Marzo de 1943)
El mejor comentario de la oratoria de Hitler, es el que publicó el Svenska Dagbladet, diario de Estocolmo, a raíz del discurso pronunciado en Setiembre de 1942 por el dictador alemán: "En 1940, Alemania creyó haber triunfado. En 1941, creía que triunfaría. En 1942, cree que tiene que triunfar".
30 de Diciembre de 1939:
Que el año 1940 nos traiga el fin de la guerra. Suceda lo que suceda, la victoria es nuestra.
4 de Setiembre de 1940:
Pase lo que pase, Inglaterra se desplomará. Ni concibo, ni admito, otra conclusión de la guerra. Los ingleses son muy especiales. los oigo decir; Ya no viene. A ello contesto; Paciencia...¡Ya llegaré!
31 de Diciembre de 1940:
El año 1941 quedará consumado el máximo triunfo de nuestra historia. El año de 1941 verá a las fuerzas alemanas de tierra, mar y aire mucho más pujantes y dotadas de elementos de combate más perfeccionados. Su empuje arrollará la última resistencia de los malvados causantes de esta guerra. Prometo solemnemente que, por cada bomba que nos lancen, lanzaremos nosotros ciento.
30 de Enero de 1941:
Estoy convencido de que el año 1941 será un año histórico para el Nuevo Orden europeo. El problema no puede consistir sino en hacer que el mundo sea accesible a todos; en anular las prerrogativas individuales; en derrocar la tiranía que ejercen ciertas naciones, o mejor dicho, los plutócratas que las rigen.
16 de Marzo de 1941:
Las huestes de Alemania luchan hoy en todos los ámbitos del mundo. Reforzadas en sus efectivos y en sus elementos de guerra hasta un punto apenas concebible, hállanse prontas a coronar, llenas de gozo y de confianza, la empresa que acometieron en el año memorable de 1940.
3 de Octubre de 1941:
En la mañana del 22 de Junio empezó la batalla más portentosa de cuantas registra la historia universal (la invasión de Rusia). Desde aquel momento nuestro plan ha venido desarrollándose con metódica exactitud. Desde hace 48 horas se está ejecutando una operación militar en gigantesca escala (la ofensiva contra Moscú) que acelerará el aniquilamiento del enemigo del Este. Puedo decirles que el enemigo está en franca derrota y que no logrará rehacerse.
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"La esclavitud crece sin medida cuando se le da apariencia de libertad."
Ernst Jünger
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