LA MUJER AFROAMERICANA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
La Segunda Guerra Mundial resultó ser un momento trascendental para las mujeres americanas y más aun a las de descendencia afro-americana
. A medida que los hombres se alistaban o eran llamados a filas en las fuerzas armadas y se dirigían al extranjero, los trabajos especializados que antes habían eludido a las mujeres comenzaron a estar disponibles en masa. Alentadas por el gobierno a contribuir al esfuerzo bélico desde sus hogares, las mujeres participaron en distintas labores industriales y alistándose en las fuerzas armadas realizando una cantidad de trabajos que antes se consideraban netamente masculinos. Para muchas mujeres, la oportunidad para ganarse la vida de manera honrosa y aprender un oficio no se podía pasar por alto mas aun la oportunidad de ejercer un papel mas activo dentro de la sociedad discriminatoria y dignificar el papel de la mujer en ámbitos de mayor escala a la del hogar.
Muchas mujeres que escogieron trabajar durante la guerra experimentaron un sentido de independencia y liberación que nunca antes habían percibido. Les pagaban más de lo que nunca habían recibido (aunque no lo mismo que se les pagaba a sus compañeros hombres) y la liberación de la dependencia económica en los maridos y las familias llevó a multitudes de mujeres a las fábricas.
La imagen en los medios de comunicación de obreras industriales como “Rosita la Remachadora” (“Rosie the Riveter”) creó un icono fácilmente identificable con el movimiento de las mujeres. Estas imágenes ayudaron a que las mujeres se lanzaran hacia los trabajos especializados de la guerra, que las investía con un sentido de logro y satisfacción al saber que estaban contribuyendo al esfuerzo bélico.
Women’s Army Corps; WAC
El Cuerpo del Ejército de Mujeres (Women’s Army Corps; WAC) les ofrecía a las mujeres otra vía para demostrar su competencia. Aparte de las enfermeras, estas mujeres fueron las primeras en unirse a las filas del Ejército Estadounidense. Hacia fines de la Segunda Guerra Mundial, más de 150,000 mujeres se habían alistado para servir a su país en el WAC.
Muchas eran mujeres de color que se habían enfrentado a la discriminación racial en su propia tierra. Algunas japonesas-americanas sirvieron como Wacs, a pesar de que sus familias fueron trasladadas obligatoriamente a campos de relocalización. Las mujeres afroamericanas sirvieron a su país en la industria y el sector militar a pesar de que se enfrentaban al racismo, salarios bajos y los peores trabajos.
El Cuerpo del Ejército de Mujeres (W.A.C.) les ofrecía a las mujeres la oportunidad de mostrar sus habilidades. Hacia fines de la Segunda Guerra Mundial, más de 150,000 mujeres se habían inscrito para servir al país a través del W.A.C.
El Cuerpo Auxiliar de Mujeres del Ejército
A principios de 1941 la congresista Edith Rogers Nourse de Massachussets, se reunió con el general George C. Marshall, Jefe de Estado Mayor del Ejército, y le informó de que tenía la intención de introducir un proyecto de ley para establecer un cuerpo de Ejército de la mujer, separada y distinta del actual Cuerpo de enfermera del Ejército.
Rogers recordaba a las Mujeres civiles que habían trabajado con el ejército de ultramar bajo contrato y como voluntarias durante la Primera Guerra Mundial como especialistas en comunicaciones y dietistas. Dado que estas mujeres habían servido al Ejército, sin beneficio de la condición de funcionario, tenían que obtener sus propios alimentos y no recibían ninguna protección jurídica o atención médica. A su regreso a casa no tenían derecho a las prestaciones de invalidez o pensiones de los veteranos militares de EE.UU. Rogers determinó que si las mujeres iban a servir de nuevo con el Ejército en la época de la segunda guerra, recibirían la misma protección jurídica y beneficios que sus homólogos masculinos.
El Cuerpo de Auxiliares Femeninos del Ejercito (WAAC) fue creado para trabajar en conjunto con el Ejército, "con el fin de poner a disposición de la defensa nacional los conocimientos, habilidades, y la formación especial de las mujeres de la nación." El Ejército debió ofrecer hasta 150000 "auxiliares" para tales fines, con la alimentación, uniformes, alojamiento, la remuneración, y la atención médica respectiva.
Oveta Culp Hobby fue la Directora del Cuerpo de Ejército Auxiliar Femenino. La Mayor Hobby de inmediato comenzó a organizar la contratación y reclutamiento de mujeres para la WAAC para luego ser conducidas a centros de entrenamiento. Ejemplo de ello el Fort Des Moines, en Iowa, fue seleccionado como sede del primer centro de formación WAAC. El programa oficial de capacitación se distribuyo en las estaciones de reclutamiento del Ejército, el 27 de mayo, con un plazo de devolución al 4 de junio.
Las solicitantes tenían que ser ciudadanas de los EE.UU. entre las edades de 21 y 45, sin personas a su cargo, ser de por lo menos cinco pies de altura, y pesa 100 libras o más. Más de 35000 mujeres de todo el país aplicaron.
El 20 de julio se inicia el primer curso oficial de capacitación de 440 mujeres iniciando un curso de seis semanas en Fort Des Moines
De ese primer curso unas cuarenta mujeres afroamericanas entraron fueron colocadas en una sección separada. A pesar de asistir a las clases y comedor con los demás candidatas, fueron segregadas de puesto o instalaciones como clubes de servicios, teatros, tiendas y locales de belleza. A pesar de que el 80% de candidatas a oficiales negras tenían antecedentes de haber asistido a la universidad y la mayoría tenía experiencia laboral en trabajos como maestro y trabajos de oficina.
El Servicio de la Fuerza Aéreas recibió un 40% de la WAAC. Algunas de las mujeres fueron asignadas al Departamento de cartografía, otras trabajaron en campos como el mezclado de pólvora para municiones, etc. Otros trabajaron en secciones de mecánica, y electricistas, y algunos recibieron capacitación en artefactos de ingeniería.
Otras asignadas a el Departamento Médico del Ejército, Servicio de las Armas Químicas, Cuerpo de Provisiones, Cuerpo de Transporte y muchos mas.
Entre los antecedentes más relevantes de la mujer afroamericana jugando un papel de relevancia mundial encontramos el de BESSIE COLEMAN (1893-1926).
Bessie Coleman fue la primera mujer afroamericana que consiguió una licencia de piloto internacional y la primera en volar un avión.
Lo hizo en una época en que los Estados Unidos estaban divididos en dos por leyes estrictas de segregación. Debido a que nadie en América le quería enseñar a volar, tuvo que irse a París para aprender.
Bessie regresó a los Estados Unidos determinada a dedicar su vida a la aviación e inspirar a otras mujeres afroamericanas para que hicieran lo mismo.
La forma como consiguió esta distinción es una historia de un coraje remarcable, determinación y mucha dedicación, una historia que comienza con su infancia en la Texas rural.
Bessie nació como la número doce de trece niños su madre había sido esclava y aprendió a temprana edad que algunas cosas no estaban al alcance de la gente negra, incluida la educación.
Pero ella se enseñó a si misma a leer y se apuntó a una escuela segregada. Coleman acabó la escuela en la época que sus hermanos mayores regresaban de Francia, donde habían estado luchando durante la Primera Guerra Mundial.
Ellos le contaron muchas historias acerca de sus aventuras, pero la que más le llegó a la imaginación era acerca de volar. Para Bessie, con veintisiete años, trabajando en una peluquería, negra y pobre, la idea de volar le parecía algo mágico.
Cuando sus hermanos le dijeron que en París hasta una mujer podía volar, no paró hasta que consiguió dinero suficiente de sus amigos para viajar a Francia, donde inmediatamente se apuntó a la Ecole dÁviation des Fréres Caudron.
Lo que vio le debió excitar y a la vez alarmar: aviones que volaban pero que también a menudo se estrellaban.
Los estudiantes hacían chistes acerca de las dos formas de acabar la escuela: graduándose o bien estrellándose.
En 1921 Coleman, la única mujer en su curso de aviación, recibió su licencia de piloto, siendo la primera mujer negra en el mundo que lo consiguió.
A su regreso a Nueva York salió en la primera página de los periódicos en todo el país.
Pero volar costaba dinero y ganar ese dinero volando era difícil en esos tiempos.
No existían las aerolíneas, y la distribución del correo era una ocupación segregada y dominada por los hombres.
Bessie consiguió su segunda gran ambición, que era fundar la primera escuela de aviación para gente afroamericana.
Tal como ella mencionó en una entrevista de mayo de 1925 concedida al Houseton Post Dispatch:
"La raza negra es la única raza sin aviadores y yo quiero interesar a la gente negra en volar, y por tanto, ayudar de la mejor forma que conozco a mejorar la situación de la gente negra".
También comentó "He decidido que la gente negra no debe sufrir las dificultades que yo he sufrido, por tanto decidí abrir una escuela de aviación y enseñar a otras mujeres negras a volar.
Necesitaba dinero para ello y por tanto comencé a dar exhibiciones de vuelo y a dar conferencias acerca de la aviación. El color de mi piel, al principio un gran problema, ahora atrae a grandes masas de gente por dondequiera que voy".
Como su contemporánea Amelia Earhart, Coleman quería que más mujeres se convirtieran en pilotos. También como Earhart, dio conferencias donde hablaba a mujeres y niños.
Pero sus sueños acabaron trágicamente en Jacksonville, en lo que fue más o menos un vuelo rutinario.
Estaba probando su nueva adquisición con un copiloto, cuando el avión se paró a treinta y cinco pies de altura y cayó en picado.
El avión no tenía cinturón de seguridad y Bessie cayó y falleció al instante. Tenía solamente treinta y tres años.
En la segunda guerra mundial existen muchos casos muchas veces anónimos de esas mujeres afroamericanas que trabajaron duro tanto en el frente como desde otras posiciones en busca de la libertad y el sueño de ser revindicadas en una feroz lucha contra la segregación en pleno auge en Norteamérica algunos ejemplos de esos seres casi anónimos:
Amanda Smith, una afroamericana empleada en la planta de Long Beach de la Compañía de Aviones Douglas.
[img]http://i25.tinypic.com/2yy7
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Ejército de los EE.UU. grupo de enfermeras, recién llegadas de un buque, el 15 de agosto de 1944 al puerto de Greenock, Escocia, en el Teatro Europeo de Operaciones .
Fuentes:
http://www.army.mil/CMH/brochures/wac/wac.htm
http://www.nueva-acropolis.es/gandia/pa ... p?art=3264
http://www1.cuny.edu/portal_ur/content/ ... uerra.html
http://www.archives.gov/research/africa ... late=print