Destructores alemanes en el Atlántico

Flotas de superficie. Navíos de guerra.

Moderadores: José Luis, Francis Currey

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Destructores alemanes en el Atlántico

Mensaje por Erich Hartmann » Dom Jun 17, 2007 1:39 pm

Destructores alemanes en el Atlántico

Imagen

por Juan Carlos Salgado

La salida al Atlántico del Admiral Graf Spee,del Bismarck o los submarinas alemanes son temas arcniconocidos por su atractivo, espectacularidad y popularidad en el cine, Pero pocas veces se presta atención al vital comercio del Eje con su aliado Japonés y a los destructores alemanes que escoltaban a los mercantes en sus entradas y salidas de los puertos franceses, Por supuesto, menos se habla aún de las conexiones accidentales de estas acciones con España. Este es un relato de algunas de dichas conexiones en la última salida masiva de los destructores alemanes en el golfo de Vizcaya.

Burlando el bloqueo

Durante la guerra, Gran Bretaña pasó de ser un país a punto de ser bloqueado por la fuerza submarina alemana en 1940 a bloquear- muy eficazmente el comercio marítimo de las potencias del Eje en 1943, con la ayuda de sus aliados, El Alsterufer era un mercante alemán de 2.729 toneladas, bautizado en honor al Alster, un afluente del Elba, y pertenecía a la naviera Robert M. Sloman Jr. de Hamburgo. Era un buque moderno, construido en Suecia poco antes de la guerra, estaba al mando del capitán Piatek y había servido como buque de apoyo de los corsarios alemanes. Junto con el Osorno, el Weserland, el Burgenland y el Rio Grande, abandonó Japón en octubre de 1943 con rumbo a Francia. Buques de guerra y aviones aliados de seis nacionalidades iban a darles caza por medio mundo. Todos estaban tripulados por gente curtida que ya había efectuado esta peligrosa travesía en otras ocasiones. Pero sólo una de las naves alemanas conseguiría llegar a puerto.

Imagen

El Osorno antes de la guerra

El día de Navidad, el Osorno, de 6.951 toneladas, propiedad de la HAPAG, que honraba el nombre de la provincia chilena, y al mundo del capitán Paúl Hellmann, navegando bajo el nombre clave de Bemau, se convirtió en objetivo prioritario del Mando Costero de la RAF. Dos formaciones de cuatrimotores Handley Page Halifax del 502 Squadron lo localizaron, pero catorce cazas Junkers Ju 88 C-6 del 7º Escuadrón del Zerstörtergeschwader 1 los mantuvieron a raya, junto con la escolta de los seis destructores (Z 23, Z 24, Z 27, Z 32 y ZH 1) de la 8ª Flotilla de Destructores y los cinco torpederos (T 23, T 24, T 25, T 26, T 27 y T 28 ) de la 4ª Flotilla de Torpederos, al mando del jefe de la flotilla de destructores, capitán de navío Hans Erdmenger. Dos cuatrimotores Consolidated Liberator PB4V-1 del escuadrón VB-103 de la Fleet Air Wing 7 de la US Navy con base en Dunkeswell, Gran Bretaña, atacaron con cargas de profundidad, que poco daño podían causar a buques de superficie, y uno de ellos ametralló al mercante y seis destructores, recibiendo daños ligeros de la antiaérea. El mal tiempo hizo el resto, impidiendo que una fuerza de 14 Bristol Beaufighters equipados con torpedos y escoltados por 15 Mosquitos y otros 29 Beaufighters de caza diera con ellos. Sin embargo, la suerte se le acabó casi al llegar al llegar a puerto. pues choco con el pecio semihundido del dragaminas Sperrbrecher 21. Tuvo que ser varado para salvar la valiosísima carga de caucho, estaño y wolframio, imprescindible para la asfixiada Industria militar alemana.

El mismo día de Navidad, una transmisión del submarino U 305 delató la presencia de otro mercante. El 27 de diciembre el Alsterufer, bajo el nombre clave de Trave, era interceptado por dos hidroaviones Short Sunderland del 201 Squadron, uno del 423 Squadron y otro del 422 Squadron canadiense que lo atacaron de forma repetida. inutilizándole la radio desde el primer momento, hecho que tendría unas consecuencias muy trágicas, como veremos más adelante, seguidos horas después por un Liberator del 311 Squadron checoslovaco, si mando del alférez Odrich Dolezal, que lo incendió con bombas y cohetes. Ardía con furia cuando fue bombardeado de nuevo por otros dos Liberators del 86 Squadron y los alemanes hundieron el buque. Cincuenta y dos supervivientes de la tripulación fueron rescatados dos días más tarde por corbetas del 6º Escort Group de la Royal Canadian Navy y otros barcos recogieron a veintidós hombres más. Con el barco se hundieron, entre otra carga, 344 toneladas de concentrado de wolframio que habrían cubierto las necesidades de la Industria alemana durante un año.

Imagen

El Weserland, el Burgenland y el Rio Grande ni siquiera consiguieron acercarse al Atlántico norte. El primero, otro barco de la HAPAG, de 6.528 toneladas, que llevaba el nombre de una zona montañosa de Alemania, al mando del capitán Krage, navegaba bajo el falso nombre de Glenbank, cuando fue detectado y atacado por el Liberator Bu No 32605 del escuadrón VB 107 de la US Navy con base en Ascensión, que fue derribado, no sin antes transmitir su posición, el 2 de enero de 1944. Horas más tarde, el destructor americano USS Somers la hundía con el fuego de sus cañones de 127 mm y rescataba a los supervivientes. Al cabo de dos días, el crucero USS Omaha y el destructor USS Jouett localizaban al Rio Grande (6.062 toneladas de registro bruto, perteneciente a la Hamburg-Südamerikanische Dampfschiffahrtsgesellschaft de Hamburgo) y el capitán Heinrich von Allwörden ordenaba hundir el barco, sin sufrir bajas. Al día siguiente, un hidroavión Martín Mariner del escuadrón VP 203 con base en Natal localizaba un barco llamado Floridian; pero no existía ningún barco con tal nombre: era el Burgenland, de 7.320 toneladas, nombrado así en honor a la provincia austríaca, también perteneciente a la HAPAG, y al mando del capitán Schutz. El Omaha y el Jouett dispararon para obligar a los alemanes a desactivar las cargas de demolición, pero en vano. La tripulación fue rescatada por los barcos aliados.

Imagen

Saludos cordiales

Avatar de Usuario
minoru genda
Moderador Honorario
Moderador Honorario
Mensajes: 3471
Registrado: Vie Jun 24, 2005 11:25 pm
Contactar:

Mensaje por minoru genda » Dom Jun 17, 2007 3:20 pm

Muy buen post Erich Hartmann.
Es curioso lo de la Kriegsmarine, estaba tan descompensada que ni destructores decentes tenía. Ninguno podía hacer servicio en alta mar en condiciones aceptables, pues en cuanto el tiempo se encabritaba debían regresar a aguas más tranquilas.
El caso del Scharnhorst con sus acompañantes destructores durante la batalla del cabo Norte es una clara prueba de que los alemanes no disponían de esas unidades para operar demasiado lejos de la costa.
Aparte de mi apreciación solo se me ocurre que podía pasar que las tripulaciones de destructores no estuvieran preparadas para operar en condiciones demasiado adversas.
No hay ningún viento favorable para quien no sabe a que puerto se dirige.
Schopenhauer
U-historia.com

Avatar de Usuario
Cpt_Muller
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 650
Registrado: Vie May 12, 2006 7:16 pm
Ubicación: Canarias

Mensaje por Cpt_Muller » Mar Jun 19, 2007 12:59 am

Bueno la enciclopedia de la marina, define al destructor alemán más conocido de la clase Leberecht Maas, Z-1, o vulgarmente conocido como clase "Narvik" por ser su acción mas destacada como:
"superiores a sus analogas contemporaneas de otras marinas gracias a su equilibrado armamento, elevadas prestaciones y aceptables cualidades marineras"
Aqui debo puntualizar que solo cita "aceptable" y no excepcional o sobresaliente por lo que debo entender que no eran para tirar cohetes sobre todo en mar picada.Continua:
"Buena parte del exito de estas unidades se debio a su maquinaria, que operaba a presiones de hasta 110 kg/cm2, más del doble de la alcanzada por unidades de otros paises. Fue este un indudable avance técnico que resultó en una elevada velocidad de crucero y un buen ahorro de peso, pero tanto las calderas como las turbinas precisaban de un cuidadoso mantenimiento y estaban sujetas a constantes averias."

Esto sumado a que en alta mar no tenian un excelente comportamiento y ,como puntualiza Minoru su tripulación no estaba entrenada para patrullas en condiciones adversas ,(tal vez por no arriesgar la nave por lo anteriormente citado en una especie de pescadilla que se muerde la cola), raras veces se aventuraron en alta mar.

Imagen

Salutën
Una era de paz construye ciudades, una hora de guerra las destruye.
ImagenImagenImagenImagen

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Mar Jun 19, 2007 11:29 pm

Empieza la batalla naval

Pero volviendo al 28 de diciembre, la 8ª Flotilla de Destructores (con la excepción del ZH 1, que estaba averiado) y la 4ª Flotilla de Torpederos, que hablan zarpado de nuevo para escoltar al Alsterufer, ignorantes de la suerte corrida por este último, avanzaban hacia su perdición. Después de que un cuatrimotor Focke Wulf Fw 200 Cóndor del Kampfgeschwader 40 sobrevolara la flotilla y comunicara que no había rastro del mercante, Erdmenger comprendió lo que había sucedido y decidió dar la vuelta. De nada sirvió que otro Fw 200 le comunicara que batía visto dos cruceros británicos, el HMS Glasgow y el HMS Enterprise una hora antes de la batalla que se iba a desarrollar. Descubierta por los Liberator 63935/V y 63938/X del escuadrón VB-105 de la Fleet Air Wing 7, los cruceros de Su Majestad se situaron al este de la fuerza naval alemana para cortarle la retirada, avistándola a las 13.42 a más de 200 millas de las costas francesas, esperándolos lo mas lejos posible de la reacción que pudiera presentar la Luftwaffe. Cinco minutos más tarde, los británicos abrían fuego. La formación alemana se dividió en dos grupos, pero el alcance de la artillería de los cruceros era muy superior, además de construir plataformas de tiro más estables debido a su mayor porte. Los destructores apenas consiguieron hacer impactos sobre ellos, a pesar de contar con una artillería comparable en calibre y superior en número a la de los cruceros. También los intentos de la Luftwaffe fueron desafortunados, a pesar de que un Fw 200 consiguió hacer un impacto muy cercano a la popa del Glasgow con un misil Hs 293 a las 14.00 horas. De cuatro Cóndor enviados contra los británicos, se ha dicho que el Fw 200 C-4 F8+MR W.Nr. 0189 del capitán Dette resultó derribado por el Sunderland “G” del capitán Gordon Lancaster del 228 Sq, pero en realidad este avión se perdió por averías en los motores ,

El capitán H.T. Grant, un canadiense, mandaba el Enterprise. Dejemos pues a la historia oficial canadiense del capitán Joseph Schull la narración de la batalla: "Los cruceros no tenían problemas para hacer frente a los aviones y su fuego contra los destructores continuó implacable. Los alemanes cambiaron de rumbo hacia el norte, mientras el Enterprise cargaba contra ellos. A través del humo observó un impacto en un destructor: después vio cómo éste se detenía. Al acercarse, se enfrentó con otros dos destructores y recibió un fuego intenso y preciso que resultó en numerosos impactos, uno de ellos llevándose la antena por delante. Los palios de nubes de humo que envolvían a los alemanes, el mar y la abundancia de blancos dificultaban a los cruceros la observación del resultado de su fuego excepto cuando, como describe en buenos términos el oficial de tiro del Enterprise, "se producía una cineración estructural, por ejemplo en el caso del destructor cuya chimenea fue arrancada de cuajo y cayó por la borda."

Al cabo de unos minutos, siete de los destructores abandonaron la acción y viraron al norte, Cuatro se quedaron en la zona, de los cuales uno había sido alcanzado duramente y renqueaba tras una cortina de humo. Otro estaba parado; el tercero seguía en acción con el Glasgow y el Enterprise hacía frente al cuarto. Los dos últimos se hundieron a las cuatro y el barco que se había detenido fue rematado un poco más tarde. Con la llegada de la oscuridad y la munición agotándose, los cruceros cejaron en la persecución del barco que se había escapado tras. la cortina de humo. Se sabía que estaba muy dañado, y los siete que habían escapado antes también habían sido alcanzados repetidas veces.

Un total de 15 Liberator de la de la FAW 7 participaron en la operación. Cuatro aviones del escuadrón VB-103 al mando de los tenientes Burtey, Muckenthaler, Quinlan y Wright también participaron en la operación. Este último era el mismo que el 10 de noviembre había tomado parte en las operaciones contra el U 966, que culminaron en la destrucción de este submarino en la ría de Ortigueira. Sin embargo, únicamente el avión del teniente Quinlan llegó a avistar a los destructores, radiando su posición y atacando al destructor en cabeza de la formación, recibiendo numerosos impactos de la antiaérea. Al regreso a la baso, el teniente Wright se encontró con una formación de seis Ju 88 del ZG 1, sin resultados trágicos por ambas partes.

En total, 395 marinos alemanes se fueron al fondo del mar aquel día. 220 con el Z 27 Erich Giese, 85 con el T 25 y 90 con el T 26. Entre ellos el propio Erdmenger. Sólo 21 hombres serían rescatados por el U 618 del teniente de navío Kurt Baberg que regresaba a Lorient,

El fracaso de la Luftwaffe en la tarea de proteger a los barcos alemanes quedó patente y fue atribuido a las malas condiciones meteorológicas y a un fallo de previsión, pues los aviones de reconocimiento dotados de radar no utilizaron éste durante el tiempo necesario y así fueron incapaces de detectar con antelación suficiente la formación enemiga.


Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Mié Jun 20, 2007 11:17 am

La guerra en la costa lucense

Seis torpederos y destructores pusieron rumbo a La Pallice. El torpedero T 22 y el destructor Z 23 Hermann Schoemann pusieron rumbo al sur, con la intención de dirigirse a Francia contorneando la costa española y la esperanza de evitar los posibles ataques aliados refugiándose en las aguas jurisdiccionales neutrales. Además el torpedero iba algo escaso de combustible.

El 29 de diciembre, el ayudante militar de Marina de Ribadeo dirigía un escrito a la Comandancia Militar de Marina en Ferrol Informando del combate entre un destructor y un avión: "Tengo el honor de participar a V.S, que a las 12.30 horas del día de hoy se oyeron a larga distancia y con dirección aproximada al Noroeste de este Puerto, fuertes detonaciones de cañón y bombas, cuyas detonaciones se repetían a intervalos de varios minutos todos ellos inferiores a un cuarto de hora y acercándose cada vez más al puerto, hasta que a las dos de esta tarde y a unas cuatro o cinco millas del puerto con horizonte brumoso se divisó un buque de guerra tipo "Destructor" que luchaba contra un avión, tanto el buque como el avión eren de nacionalidad desconocida, pues no se les apreció señal distintiva alguna que pudiera identificarles.

Estando a cuatro o cinco millas al Norte del Puerto, el avión arrojó al “Destructor" tres o cuatro bombas que explotaron en las proximidades mientras el Destructor hizo cinco o seis disparos con los cañones antiaéreos, desapareciendo entonces el avión en el horizonte a mucha altura y el buque de guerra hizo rumbo al Noroeste a mucha velocidad y al estar a la altura de Foz a unas ocho o nueve millas de la costa, hizo varios zigzags a diferentes velocidades que duraron una hora y a las cuatro de la tarde puso rumbo fijo al Este, pasando a unas diez millas al Norte de Ribadeo y a los pocos minutos, cuando el buque estaba a la altura de Tapia (de Casariego), apareció otro avión que se fue encima del destructor y debió arrojarle alguna bomba, porque se vio el fogonazo de los antiaéreos del buque, hasta que momentos después desapareció tanto el avión como el buque en el horizonte con rumbo hacia el Este a las cuatro y media de la tarde."

Luis Cebreiro, el ayudante de Marina de Vivero, en su comunicación telefónica al jefe del Departamento señaló que las ondas expansivas de las explosiones produjeron rotura de cristales en algunas casas de Ribadeo, provocando la consiguiente alarma en la población. Estimaba que el ataque se había producido a cuatro millas de la boca del puerto, escasamente fuera de las aguas territoriales.

El diario de operaciones de la FAW 7 señala lo siguiente en aquel día: "Aviones de este Ala realizaron cinco salidas por un total de 48 horas de vuelo en patrullas antisubmarinas. Se efectuaron ataques contra destructores enemigos por parte de los escuadrones 103 y 110 en la posición 43°23'N / 09'25'W. Se desconocen los resultados. Se dio orden a los aviones de este Ala de dirigirse a Gibraltar a causa de las desfavorables condiciones meteorológicas en la base. Se cree que dos de los seis ataques efectuados por aviones PB4Y-1 de este mando el 28 de diciembre dañaron a los destructores alemanes. La tripulación del avión PB4Y-1, Bureau Number 32183, con el código B-2 B en su fuselaje, del Escuadrón de Bombardeo 103, alférez piloto Philip R. Anderson, se vio obligada a saltar cerca de Jerez, España, probablemente por falta de combustible. El cónsul británico en Sevilla notificó al Almirantazgo británico en Gibraltar que los diez miembros de la tripulación estaban a salvo pero que no había rastro del avión."

Los otros aviones del VB 103 estaban al mando de los tenientes Steele y Felkel. El primero no llegó a avistar al destructor pero el segundo lo atacó en la posición 43°52'N / 08º48'W. Lanzaron cinco bombas desde 1.800 pies de altitud, que cayeron cerca de la banda de babor. Dispararon 450 proyectiles del calibre .50, pero los únicos resultados observables fueron el humo despedido por el destructor y la disminución de su velocidad. La antiaérea era potente y consiguió hacer blanco en el avión, causando daños menores al aparato pero no a la tripulación. El avión fue desviado a la base de la FAW 15 en Port Lyauley, en Marruecos.

El diario de operaciones del escuadrón decía lo siguiente: "A las 14.05 el B-2 B, Bu No 32183, ametralló un destructor alemán en la posición 43º39’N / 07°10'W, intentando al mismo tiempo lanzar las bombas desde 1.000 pies do altitud. Estas no pudieron lanzarse y el avión recibió impactos de la antiaérea enemiga, que perforaron el depósito de gasolina del motor número 2 y dejaron la radio averiada- El piloto intentó llegar a Gibraltar, pero tras meterse en un frente (nuboso) se vieron obligados a saltar por escasez de combustible. Toda lo tripulación saltó sobre tierra a las 18.10, abandonando el avión con rumbo al mar."

La tripulación del alférez Anderson estaba formada, ademes del piloto, por los siguientes hombres: alférez Brendon O'Mara, Elmer K.. Moore. Jack Young. Robert E. Quinn, Clay M. Masters, Thomas H, Finch, Robert G. Klein, Max K, Claus y Leonard S. Snope.

Thomas H. Finch era el operador de radio y radar: "Todavía recuerdo ver las luces en territorio español durante las patrullas nocturnas que nos llevaban cerca de la costa española. Parecía como si todo el mundo sufriera un apagón excepto España. El 29 de diciembre de 1943 localizamos y atacamos un destructor de la clase Narvik, a pocas millas de la costa española. Muchos pesqueros en la zona observaron el ataque".



Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Mié Jun 27, 2007 5:09 pm

¡Sálvese quien pueda!

"A causa del daño recibido por el avión durante el ataque", continúa Thomas H. Finch, “no podíamos regresar a Inglaterra, intentamos dirigirnos a Gibraltar, pero al final tuvimos que saltar sobre España aquella noche, cerca de Cádiz. Cuando aterrizamos estaba muy oscuro pero por suerte caímos en campo abierto. Excepto el navegante, conseguimos reunimos muy pronto. Pasamos la primera parte de la noche en un establo y los Jornaleros nos dieron alubias."

El 16º Tercio de la Guardia Civil rural en Jerez Informaba que hacia las 22.00 horas habían aterrizado varios paracaidistas norteamericanos en esa localidad y en la villa de Trebujena, dos de ellos entregaos en la comandancia militar por el dueño del cortijo "El Rosario". En su escrito, el capitán Eduardo Comas Añino relataba la operación de captura de los aviadores restantes. "Haciendo uso del coche del capitán de especialistas del Cuerpo de esta residencia, se dirigió el que suscribe hacia el lugar donde se suponía habían aterrizado los demás y al encontrar dos coches que se dirigían hacia Jerez por la carretera de Trebujena, a los que se hizo parar, observó que uno de ellos era el del cónsul inglés en esta población Sr, Guido Willíams, el que iba en el mismo con su esposa e hija y dos de los tripulantes del avión y otro coche propiedad del dueño de la venta de las Mesas de Asta, don José González Granados, conducido por un hijo de éste llamado Juan, con cuatro paracaidistas más.

Este último, al ser interrogado, manifestó que él fue el que llevó a los dos primeros tripulantes a la Comandancia Militar por indicación del dueño del cortijo de "El Rosario", don Francisco Ojéale Orbaneja, y que cuando llevaba los otros seis al mismo sitio, ya que todos habían aterrizada en los alrededores de la venta, encentró por el camino al Cónsul inglés. El que metió a dos de ellos en su coche. El que suscribe dispuso se dirigieran al Aeródromo Haya de ésta, oponiéndose a los deseos del Sr. Cónsul, que quería llevarlos a su domicilio particular en primer lugar. Este accedió ü ello (…). En el aeródromo, según manifestaciones del Sr. Cónsul, único que hablaba español, los tripulantes del avión eran diez norteamericanos y que dos de ellos habían abandonado el mismo arrojándose en paracaídas sin indicar si había sido por avería u otra causa. Los otros dos que faltaban fueron encontrados por una pareja del puesto de esta cabecera en terrenos de "El Barrosillo", quedando en dicho cortijo custodiados, avisándose al aeródromo para que fuesen recogidos, recuperándose los dos paracaídas. Todos los tripulantes se encontraron desarmados y vestidos de mono y casco de cuero color avellana. Hasta la hora de cerrar este parte, no se tiene noticia alguna del avión y sí únicamente que tomó rumbo O, o sea hacia el mar".

Thomas Finch nos cuenta lo que pasó a continuación: "Después nos llevaron a una base de la fuerza aérea española. Durante todo ese tiempo nos trataron de maravilla. Luego nos llevaron a un hotel en Sevilla y nos pusieron en contacto con el cónsul americano. Más tarde nos trasladaron a Alhama de Aragón en camioneta y autobús, con una parada en Madrid. No recuerdo muy bien cuánto tiempo estuvimos en Aragón pero fue entre unas semanas y un par de meses. Fue una estancia muy agradable y yo no me sentía ansioso por volver a volar.

Por aquel entonces yo tenía diecinueve años y nunca olvidaré el momento en que salté sobre España. Ahora (1996) tengo setenta y dos años y la cronología es algo dudosa para mí.


Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Mié Jun 27, 2007 5:23 pm

Los neutrales acuden al rescate

El mercante irlandés de cabotaje Kerlogue, al mando del capitán Donohue, se dirigía de Lisboa a Irlanda, con escala intermedia en Fishguard, Gran Bretaña, cuando a las primeras horas de la mañana del 29 de diciembre avistó un Fw 200. En otras ocasiones estos cuatrimotores habían atacado mercantes irlandeses a pesar de portar marcas identificativas de un país neutral, pero esta vez el Cóndor radió un SOS y el pequeño buque se dirigió a la posición señalada, desafiando el mal tiempo imperante. Dos horas después se encontraron náufragos en balsas neumáticas y se pasaron diez horas rastreando la zona, lo que permitió salvar a 168 hombres. Un oficial alemán pidió al capitán que los condujese a Francia, pero eso implicaría como mínimo perder la oportunidad de obtener navicerts en sus próximos viajes, cuando no correr el riesgo de ser atacados por aviones o barcos aliados al acercarse a la costa francesa. Finalizada la operación. Donohue puso rumbo a Valentia (Dairbhre en gaélico), manteniendo silencio de radio, a pesar de las repetidas llamadas de la radio británica de Land's End. Los náufragos, pues, fueron internados por las autoridades irlandesas.

Ese mismo día, el capitán de navío Kurt Meyer-Dohner, agregado naval de la embajada alemana en Madrid, tomaba disposiciones para que el torpedero T 22 pudiera ser abastecido de combustible en Santander o Bilbao. Esa eventualidad no llegó a darse, pues el buque consiguió llegar renqueando a puerto por sus propios medios. La otra preocupación de Meyer-Dohner era el rescate de los supervivientes de las gélidas aguas del Atlántico. Servirse de barcos mercantes estaba fuera de lugar, por ser zona de guerra declarada. Por ello recurrió al ministro de Marina, que ordenó la inmediata salida de dos destructores de Ferrol, el Jorge Juan y el Sánchez Barcáiztegui, que rápidamente se hicieron a la mar después de que el gobierno español consultara al británico, del mismo modo que lo había hecho dos atrás cuando el Canarias salió en búsqueda de supervivientes del Bismarck.

Los destructores zarparon a las 08,00 de la mañana del día 30, a pesar de que los británicos habían advertido que, aunque no se opondrían al rescate, éste era peligroso. A las 11,40 la agencia Reuter informaba desde Berlín que el día 28 había 70 náufragos en botes neumáticos en la posición 47° 20' N / 19° 10" W. Al cabo de las horas, los informes hablaban de menos supervivientes. Así, el día de Nochevieja los aviones de reconocimiento de la Luftwaffe señalaban la presencia de cuatro botes neumáticos en la posición 46° 20' N / 12° 55’ W, dos con tres hombres a bordo, uno con uno y otro vacío. A las 11 de la noche los destructores españoles confirmaban haber hallado un bote con cuatro hombres: el maquinista primero Hasenbein, el maquinista primero Krüger, el marinero maquinista Krauskoop y el cabo Thiel, supervivientes del destructor Z 27 Erich Giese. El día de Año Nuevo de 1944 la Armada comunicaba la suspensión de las operaciones de rescate, retirándose los buques por la escasez de combustible.

El 2 de enero, los destructores arribaban a Ferrol y los cuatro náufragos eran internados en el Hospital de Marina, aunque ninguno en estado grave. El día 4 el cónsul inglés en La Coruña. Mr Guyatt, se presentaba ante el Capitán General del Departamento, en Ferrol, para "hacer constar que entiende que individuos salvados por destructores deben ser internados", según telegrama dirigido al Ministro de Marina. El 12 la embajada alemana hacia público su agradecimiento a la Armada española. Una vez recuperados los cuatro suboficiales, el 2 de febrero, por determinación del Ministerio de Asuntos Exteriores, se procedía a su internamiento en la Base Naval de La Graña, donde pasarían a hacerle compañía a las tripulaciones de 1os submarinos U 760 y U 966. No tardaría, sin embargo, la Kriegsmarine recurrirá un truco para repatriar a dos hombres, similar al empleado para repatriar al alférez de navío Ekkehard Wolf, comandante del U 966. Las autoridades navales españolas propusieron por iniciativa propia señalar que el clima húmedo de la costa gallega no era bueno para el maquinista primero Hasenbein y el marinero maquinista Krauskoop, convenientemente aquejados de reuma, y que seria conveniente trasladarlos al clima más seco de Madrid. Y después entregarles pasaportes falsos para dirigirse a la frontera francesa. Dicho y hecho, el 18 de abril el Almirante Jefe de la Armada daba su autorización y la operación se ejecutaba el 18 de mayo, sin problemas.


Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Mié Jun 27, 2007 5:53 pm

Epílogo

Los destructores alemanes ya nunca volverían a efectuar salidas en alta mar en el golfo de Vizcaya. El T 22 y el Z 23 Hermann Schoemann llegaban a San Juan de Luz a últimas horas de aquel 29 de diciembre. Sin embargo, el primero no sobrevivió a la guerra, pues fue victima de sus propias minas el 18 de agosto de 1944 en el golfo de Narva, resultando muertos 143 hombres. Tres días más tarde, el segundo era blanco de los bombarderos británicos en La Pallice, por lo que fue echado a pique por los propios alemanes ante la inminente llegada de los ejércitos aliados que avanzaban desde Normandía. Reflotado en 1945 por la marina francesa y rebautizado Léopard, no llegó a entrar en servicio sino que fue utilizado como fuente de recambios para mantener en servicio otros destructores alemanes adjudicados a Francia tras la capitulación nazi.

El Sánchez Barcáiztegui volvía a ser movilizado el 22 de abril, como anotó en el diario de guerra el siempre bien informado Meyer-Dohner, para otra misión de rescate de dos aviadores ingleses en un bote salvavidas que habían sido avistados en la posición 44º 10'N / 02º52'W. Se trataba, efectivamente, de la tripulación del Bristol Beaufighter Mk X LX975, con el código LA-S que le identificaba como un aparato del 235 Squadron de la RAF. Se había estrellado a 42 millas al norte del cabo Machichaco el día 20. Había despegado de la base de Portreath en Cornualles a las 11.40 junto con otros cuatro aparatos en una misión de caza libre en el golfo de Vizcaya. La altitud media de vuelo sobre el mal durante la misión debía ser muy baja, 200 pies (70 metros). A las 14.15 "S for Sugar", como se diría en la jerga de la RAF, tocó la superficie del mar con la hélice de babor, incendiándose el motor y perdiendo la hélice. A los dos minutos el avión amaró y los compañeros vieron a los dos tripulantes en el agua, a unos 70 metros del avión. La lancha neumática estaba a flote, según el diario de operaciones de la base de Portrealh, el tiempo era bueno. Sin embargo, la operación de rescate era imposible, quizá por situarse demasiado cerca de (a costa francesa y demasiado lejos de la británica, por lo que se radió un mensaje de socorro en la Frecuencia Internacional de Auxilio. La búsqueda fue infructuosa: sólo fue hallado el cadáver del piloto, el capitán Graham William Harrison, que hoy reposa en el cementerio británico de Lujua, Bilbao. El navegante, sargento Adrian Evan Tudor Jones fue dado por desaparecido.



AGRADECIMIENTOS. Javier Aranduy, Miloslav Pajer, Richard S Robinson, César O'Donnell, FranZ Selinger, Bernard Steyens, Harold Thiele, y en especial a Thomas H. Finch. Archivo Zona Marítima del Cantábrico (Ferrol), Ministerio Asuntos Exteriores (Madrid), National Archives (Washington), Public Records Office (Kew), Conway Maritime Press.


Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Jue Jun 28, 2007 5:21 pm

Imagen

Imagen

Imagen

Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Jue Jun 28, 2007 7:06 pm

Imagen

Imagen

Agradecimientos a Shindler por el acabado de la 2ª imagen.


Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Cpt_Muller
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 650
Registrado: Vie May 12, 2006 7:16 pm
Ubicación: Canarias

Mensaje por Cpt_Muller » Dom Jul 01, 2007 2:04 pm

El último dibujo pertenece a un destructor “Narvik” muy especial.
Al desarrollar los franceses destructores con piezas de 138 mm, la Kriegmarine pensó que las armas de 127/50 de los tipos 1934 (Z1 –Z8), 1934 A (Z9-16) y 1936 (Z17 – Z22), o sea la clase Leberecht Maas, eran insuficientes. Por lo que desarrolló los 1936 A con el increíble armamento de 5 piezas de 150/48. Solución tomada en parte para suplir también la falta de cruceros ligeros que sufría la armada alemana.
Pese al lógico aumento de desplazamiento, en parte provocado por que dos de las piezas de 150 proeles estaban montadas en una torre que pesaba más de 100Tn, la estabilidad se mantuvo en unos límites aceptables, otra vez no recalcamos como excelentes o buenos. En parte se debió a que las cisternas de agua estaban por debajo de las de fuel; con ello se conseguía mantener un elevado consumo de fuel en mar picada sin ver afectada la altura metacéntrica de manera peligrosa (Minoru sabe explicar mejor que yo que es ese concepto). Pero como dije más arriba las calderas de alta presión continuaban dando problemas como en los Lebrerecht Maas.
Comenzados en 1938-1940 y alistados en 1940-1943, los destructores de esta serie se pueden dividir en dos grupos Tipo Z23 (Z23-Z70) y Tipo Z31 (Z31-Z39), la única diferencia es que los de la primera tanda embarcaron una única pieza proel al no estar dispuesta la torre doble. De hecho el Z26 jamás recibió la torre.
En 1945 el Z31 tras ser reparado de daños recibió una arma de 100/65 antiaérea en vez de la torre.
El armamento lígero se compuso finalmente de 4 armas de 37/83 mm y otras 10-16 de 20/65. En conjunto esta serie fue inferior en calidad a la Leberecht Maas.

Otra ficha de la enciclopedia de la Marina
Imagen
Salutën
Una era de paz construye ciudades, una hora de guerra las destruye.
ImagenImagenImagenImagen

Avatar de Usuario
minoru genda
Moderador Honorario
Moderador Honorario
Mensajes: 3471
Registrado: Vie Jun 24, 2005 11:25 pm
Contactar:

Mensaje por minoru genda » Dom Jul 01, 2007 4:26 pm

La altura metacéntrica es la distancia que hay entre el metacentro y el centro de gravedad de un buque. Cuanto mas subamos el centro de gravedad menor sera la estabilidad del mismo aunque mientras el centro de gravedad esté por debajo del metacentro siempre habrá un "par adrizante" (fuerzas que se oponen) que lo devuelva a su posición inicial. El segundo caso es el buque que tomara una posición indiferente siempre que el centro de gravedad y metacentro coincidan, ejemplo si un golpe de mar inclina al buque 10º éste permanecerá en esa posición hasta que otro golpe de mar la cambie.
El tercer caso sería de inestabilidad total y se dá cuando el centro de gravedad queda por debajo del metacentro, en cuya circunstancia no abra par adrizante y sí dos fuerzas que se suman, por tanto hacen que el buque de la vuelta.
Los buques de guerra tienen una altura metacéntrica elevada y son muy "vivos" en sus balanceos mientras que los buques de pasajeros tienen una altura metacéntrica pequeña para que sean más "torpes", de ese modo el balanceo es menor, se hace para que el balanceo afecte menos a los pasajeros, por contra los primeros resisten más en caso de problemas relacionados con la estabilidad, mientras los segundos se hunden más rápido.
(no sabeis en que lios os meteis los que os gustan los viajes de crucero :twisted: )
Una mejor explicación en el siguiente enlace.
Recomiendo una detenida observación y comparación de las flechas de los gráficos para que entendais los tres casos citados
http://www.de1939a1945.bravepages.com/t ... barcos.htm
No hay ningún viento favorable para quien no sabe a que puerto se dirige.
Schopenhauer
U-historia.com

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Mar Jul 03, 2007 12:01 am

Imagen

Imagen

Imagen


Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Mar Jul 03, 2007 11:19 am

Imagen

Imagen

Imagen


Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Eriol
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 8680
Registrado: Dom Ago 17, 2008 10:51 pm
Ubicación: Ciudad Real

Destructores alemanes en el Atlántico

Mensaje por Eriol » Vie Jul 03, 2009 1:35 pm

Muy buen trabajo Erich.
Recien lo acabe de leer tras varios dias de pequeños avances,y me ha gustado.
Saludos!
Última edición por Eriol el Mar Ago 14, 2012 11:49 am, editado 1 vez en total.
Una vision; un propósito;un sueño...Siempre.

Responder

Volver a “Marina de guerra del Eje”

TEST