La jugada de Tanger
Publicado: Sab Sep 03, 2005 8:08 pm
He aquí un incidente poco conocido y muy interesante:
En la tarde del 3 de noviembre de 1940 la gente que paseaba por los muelles de Tanger fueron sorprendidos por una serie de explosiones que provenían del mar. A pocas millas el destructor británico Greyhound, en servicio de vigiliancia en el estrecho de Gibraltar, arrojaba cargas de profundidad y disparaba con sus cañones de 120mm. Durante unos minutos, el destructor continuó haciendo zigzag y lanzando cargas contra el invisible enemigo. Luego la torreta de un submarino aparecio entre las aguas a dos kilómetros dentro de las aguas jurisdiccionales. El buque británico, aún sin hacer uso de las armas para no violar las leyes internacionales no se dio por vencido e intentó lanzarse de proa contre el submarino ya en superficie. La colisión parecía inminente pero el sumergible logro virar a tiempo y se dirigió al puerto izando la bandera italiana. El Greyhound desistió de la caza y las dos unidades se cruzaron a poca distancia. En la torreta del submarino estaba el comandante italiano que se quitó la gorra y la agitó en saludo al comandante ingés visible en el puente. Este respondió alzando las manos sobre la cabeza y estrechándolas vigorosoamente.
El submarino entrado en el puerto neutral de Tanger era el Michele Bianchi, mandado por el capitán de corbeta Adalberto Giovannini.
El Bianchi había salido de La Spezia el 27 de octubre y tenía como destino Burdeos pasando el estrecho de Gibraltar en inmersión. Los primeros días de navegación se desarrollaron normalmente. De noche se navegaba en superficie y de día en inmersión o parada al fondo. A la 1:05 del 3 de noviembre se avistó el peñón de Gibraltar. Se ordena inmersión y si todo hubiera ido bien hacia las 19:00h habría emergido en el Atlántico.
A las pocas millas del lugar de inmersión empezó el "baile". Los ecogoniómetros registraron el rápido disminuir de la profundidad, señal que estaban cerca de la costa africana. Los saltos arriba y abajo eran continuos. A las 08:20h el Bianchi se hundió en uno de los "vacíos de agua" que producen las corrientes del estrecho. El submarino cayo de proa hasta los 120 metros de profundidad, límite de la resistencia en pruebas del casco.. Para frenar la caída se soltó lastre y el submarino pegó un salto hacia arriba. La subida era vertiginosa y el submarino paro a 50 metros de la superficie para caer en un nuevo remolino y hundirse otra vez hasta los 142 metros. Después nueva subida vertiginosa que llega a pocos metros de la superficie y nueva caída esta vez hasta los 154 metros. El submarino resiste y vuelve a subir sólo que esta vez no para y emerge a las 15:50 h. El comandante abre la escotilla y corre a la torreta observando como en Gibraltar reina la mas completa calma. Durante casi una hora el submarino sigue en superficie hasta que se detectan algunos destructores enemigos. El más próximo el Greyhound se acerca. El comandadnte itlaiano no tiene elección se sumerge y se dirige a Tanger.
Cuando el submarino entra en el puerto los miembros de la colonia italiana suben a bordo e invitan a la tripulación a cenar. Pocas horas después, otro submarino italiano, el Brin, mandado por el capitán de corbeta Longanesi llega a Tanger huyendo del Greyhound.
En la tarde del 3 de noviembre de 1940 la gente que paseaba por los muelles de Tanger fueron sorprendidos por una serie de explosiones que provenían del mar. A pocas millas el destructor británico Greyhound, en servicio de vigiliancia en el estrecho de Gibraltar, arrojaba cargas de profundidad y disparaba con sus cañones de 120mm. Durante unos minutos, el destructor continuó haciendo zigzag y lanzando cargas contra el invisible enemigo. Luego la torreta de un submarino aparecio entre las aguas a dos kilómetros dentro de las aguas jurisdiccionales. El buque británico, aún sin hacer uso de las armas para no violar las leyes internacionales no se dio por vencido e intentó lanzarse de proa contre el submarino ya en superficie. La colisión parecía inminente pero el sumergible logro virar a tiempo y se dirigió al puerto izando la bandera italiana. El Greyhound desistió de la caza y las dos unidades se cruzaron a poca distancia. En la torreta del submarino estaba el comandante italiano que se quitó la gorra y la agitó en saludo al comandante ingés visible en el puente. Este respondió alzando las manos sobre la cabeza y estrechándolas vigorosoamente.
El submarino entrado en el puerto neutral de Tanger era el Michele Bianchi, mandado por el capitán de corbeta Adalberto Giovannini.
El Bianchi había salido de La Spezia el 27 de octubre y tenía como destino Burdeos pasando el estrecho de Gibraltar en inmersión. Los primeros días de navegación se desarrollaron normalmente. De noche se navegaba en superficie y de día en inmersión o parada al fondo. A la 1:05 del 3 de noviembre se avistó el peñón de Gibraltar. Se ordena inmersión y si todo hubiera ido bien hacia las 19:00h habría emergido en el Atlántico.
A las pocas millas del lugar de inmersión empezó el "baile". Los ecogoniómetros registraron el rápido disminuir de la profundidad, señal que estaban cerca de la costa africana. Los saltos arriba y abajo eran continuos. A las 08:20h el Bianchi se hundió en uno de los "vacíos de agua" que producen las corrientes del estrecho. El submarino cayo de proa hasta los 120 metros de profundidad, límite de la resistencia en pruebas del casco.. Para frenar la caída se soltó lastre y el submarino pegó un salto hacia arriba. La subida era vertiginosa y el submarino paro a 50 metros de la superficie para caer en un nuevo remolino y hundirse otra vez hasta los 142 metros. Después nueva subida vertiginosa que llega a pocos metros de la superficie y nueva caída esta vez hasta los 154 metros. El submarino resiste y vuelve a subir sólo que esta vez no para y emerge a las 15:50 h. El comandante abre la escotilla y corre a la torreta observando como en Gibraltar reina la mas completa calma. Durante casi una hora el submarino sigue en superficie hasta que se detectan algunos destructores enemigos. El más próximo el Greyhound se acerca. El comandadnte itlaiano no tiene elección se sumerge y se dirige a Tanger.
Cuando el submarino entra en el puerto los miembros de la colonia italiana suben a bordo e invitan a la tripulación a cenar. Pocas horas después, otro submarino italiano, el Brin, mandado por el capitán de corbeta Longanesi llega a Tanger huyendo del Greyhound.