Un fantasma gris
Publicado: Mar Mar 20, 2007 10:10 pm
Muchas veces nos preguntamos cual fue el arma más decisiva en la II guerra mundial, unos se decantarían por la aviación, otros dirían que los portaaviones, alguno quizá la bomba atómica… y así podríamos seguir sin que a nadie se le ocurriera pensar, que entre las armas o medios más decisivos, se encuentra un transporte de tropas que ni siquiera había sido pensado en sus orígenes para ello, alguno quizá ya haya adivinado que se trata del Queen Mary.
Construido en los astilleros John Brown & Co de Glasgow fue botado en 1934 e inició su primera travesía en mayo de 1936 como el segundo barco del mundo, tras el Normandie, de 300 metros. Con 311m de eslora y 35,97 m de manga desplazaba un total de 81.237 toneladas de registro bruto que eran propulsadas por 27 calderas que generaban 160.000 caballos de potencia, proporcionándole una velocidad de crucero de 28,5 nudos. Capaz de alojar 2.000 pasajeros lujosamente y desarrollar hasta 32 nudos pronto ganó la Cinta Azul por realizar la travesía del Atlántico más rápida, su marca de 1938 de 30.9 nudos en dirección oeste y 31,6 en dirección este perduró hasta 1952. Su aspecto esbelto, sus doce grandes cubiertas, y su gran velocidad, le convirtieron en uno de los buques más populares y en una buena fuente de beneficios para sus propietarios la Cunard-White Star Line
El 30 de agosto de 1939 zarpó de Southampton repleto de gente que intentaba huir a América de la creciente amenaza de guerra en Europa, entre sus pasajeros estaban Bob Hope y su esposa y millones de dólares en lingotes de oro. Sus portillas fueron tapadas durante el viaje por la tripulación con una mano de pintura para dificultar su detección por parte de los submarinos. En Nueva York permaneció amarrado durante seis meses a la espera de decidir su papel en la guerra. Finalmente se decidió destinarlo al transporte de tropas junto al Normandie, el Mauritania y el Queen Elizabeth. Una capa de pintura de gris acorazado cubrió todo el buque, sus grandes travesías que lo convertirían en una pieza insustituible para el esfuerzo bélico angloamericano estaban por venir.
En marzo de 1940 zarpó con destino a Sydney (Australia), donde se le acomodaría a su nuevo cometido, en su interior se suprimieron los lujosos ornamentos y accesorios, instalándose literas y montando cañones en la antigua cubierta del sol. Su primer transporte lo realiza en mayo de ese mismo año transportando 5.500 soldados desde Sydney (Australia) a Gourock (Escocia).
Con la entrada de los EEUU en guerra se decidió que las tropas estadounidenses se concentraran en Gran Bretaña y el Queen Mary partió en enero de 1942 rumbo a Boston para un nuevo reequipamiento que aumentó su capacidad de pasaje, volviendo a Australia con su primera carga de soldados norteamericanos. A continuación hizo una travesía transatlántica en mayo de 1942 con soldados norteamericanos, antes de llevar tropas británicas a Oriente Medio.
De regreso a Nueva York en julio empezó a cubrir regularmente la ruta del Atlántico norte, donde se convirtió en el más importante transporte de tropas de la contienda. Tenía dos grandes ventajas, aprovechando al máximo su capacidad con algunas literas ocupadas por turnos dobles era capaz de transportar en un solo viaje, más de 16.000 hombres, una división completa. Su segunda ventaja era su velocidad, con más de 30 nudos era más rápido que los submarinos alemanes y capaz de navegar por el Átlántico Norte sin escolta, de hecho hubiera sido difícil encontrar una escolta capaz de seguir su marcha. Su exterior completamente gris y su rápida marcha zigzagueante hizo que se le apodara el fantasma gris.
El Queen Mary fue sin duda el barco de los records, entre el 2 y el 7 de de agosto de 1942 transportó a la 1º división de infantería al completo (15.125 efectivos más 863 miembros de la tripulación), un hecho sin precedentes, y entre el 25 y el 30 de julio de 1943, transportó lo que aún constituye un record, 16.683 personas entre tropas y tripulación, el mismo Churchill fue transportado en varias ocasiones por el gigantesco trasatlántico.
Su capacidad para zafarse de los submarinos y el conocimiento de lo que este buque aportaba al esfuerza de guerra aliado, hizo que Hitler ofreciese una recompensa de 250.000 $ y la cruz de caballero a quien lo hundiese, y aunque pueda parecer desmesurada, era poca recompensa por este buque que en sus años de servicio durante la II guerra mundial recorrió casi 600.000 millas y transportó cerca de 800.000 soldados incluyendo más de un tercio de los 875.000 soldados norteamericanos que viajaron a Europa. Churchill dijo de él que había reducido la duración de guerra en año. Pero no todo había sido un camino de rosas.
El 27 de septiembre de 1942 partió de Nueva York rumbo a Escocia, al acercarse a aguas británicas se le proporcionó escolta antiaérea consistente en el crucero ligero Curacoa y seis destructores. El Curacoa había sido botado en 1917 y había estado presente en la rendición de la flota alemana de alta mar en 1918, en la II guerra mundial había sido reconvertido en crucero antiaéreo. El problema del Curacao es que desarrollaba 26 nudos mientras que el Queen Mary siempre navegaba a mayor velocidad.
La escolta se encontró frente a la costa irlandesa el 2 de octubre. Tanto el Queen Mary como el Curacao navegaban en zigzag para evitar a los submarinos, en un principio el Curacao iba en cabeza pero el Queen Mary pronto le dio alcance, ambos capitanes pensaban que era el otro quien debía acomodarse a sus movimientos, el caso es que en un momento dado ambos hicieron zig y como resultado el gigantesco trasatlántico chocó con el crucero cerca de la popa partiéndolo en dos. El Queen Mary con 11.000 soldados a bordo no podía exponerse a una operación de rescate debido a la amenaza submarina y aunque dañado por debajo de la línea de flotación se dirigió al Clyde en la costa escocesa. El Curacao se hundió con rapidez llevándose al fondo del mar a 329 de sus 430 tripulantes.
Después de dirigirse a Boston para reparaciones el Queen Mary continuo transportando tropas durante el resto de la guerra y su colisión se mantuvo en secreto hasta 1945. Para entonces el almirantazgo británico había exonerado a su propio barco en una investigación interna e inició una acción judicial contra Cunard por la pérdida del Curacao. La sentencia fue favorable al Queen Mary pero el almirantazgo apeló y el resultado final estableció que ambas partes eran culpables por las inadecuadas comunicaciones y estrategias de evasión mal preparadas.
El Queen Mary fue devuelto a sus propietarios en septiembre de 1946 y continuó atravesando el Atlántico hasta 1967, momento en el que las pérdidas millonarias hicieron que se vendiera a Long Beach (California) por 3.450.000 $, que sobrepasó en 50.000 $ el precio ofrecido por Nueva York en la puja.
Hoy el Queen Mary es un hotel, museo y centro de convenciones en el que se dice que, en la profundidad de de sus interiores y a lo largo de los pasillos que llevan a las hélices se mueve un fantasma gris.
Bibliografía
“Días de infamia” Michael Coffey Ed. Salvat 2006
www.Queenmary.com
Construido en los astilleros John Brown & Co de Glasgow fue botado en 1934 e inició su primera travesía en mayo de 1936 como el segundo barco del mundo, tras el Normandie, de 300 metros. Con 311m de eslora y 35,97 m de manga desplazaba un total de 81.237 toneladas de registro bruto que eran propulsadas por 27 calderas que generaban 160.000 caballos de potencia, proporcionándole una velocidad de crucero de 28,5 nudos. Capaz de alojar 2.000 pasajeros lujosamente y desarrollar hasta 32 nudos pronto ganó la Cinta Azul por realizar la travesía del Atlántico más rápida, su marca de 1938 de 30.9 nudos en dirección oeste y 31,6 en dirección este perduró hasta 1952. Su aspecto esbelto, sus doce grandes cubiertas, y su gran velocidad, le convirtieron en uno de los buques más populares y en una buena fuente de beneficios para sus propietarios la Cunard-White Star Line
El 30 de agosto de 1939 zarpó de Southampton repleto de gente que intentaba huir a América de la creciente amenaza de guerra en Europa, entre sus pasajeros estaban Bob Hope y su esposa y millones de dólares en lingotes de oro. Sus portillas fueron tapadas durante el viaje por la tripulación con una mano de pintura para dificultar su detección por parte de los submarinos. En Nueva York permaneció amarrado durante seis meses a la espera de decidir su papel en la guerra. Finalmente se decidió destinarlo al transporte de tropas junto al Normandie, el Mauritania y el Queen Elizabeth. Una capa de pintura de gris acorazado cubrió todo el buque, sus grandes travesías que lo convertirían en una pieza insustituible para el esfuerzo bélico angloamericano estaban por venir.
En marzo de 1940 zarpó con destino a Sydney (Australia), donde se le acomodaría a su nuevo cometido, en su interior se suprimieron los lujosos ornamentos y accesorios, instalándose literas y montando cañones en la antigua cubierta del sol. Su primer transporte lo realiza en mayo de ese mismo año transportando 5.500 soldados desde Sydney (Australia) a Gourock (Escocia).
Con la entrada de los EEUU en guerra se decidió que las tropas estadounidenses se concentraran en Gran Bretaña y el Queen Mary partió en enero de 1942 rumbo a Boston para un nuevo reequipamiento que aumentó su capacidad de pasaje, volviendo a Australia con su primera carga de soldados norteamericanos. A continuación hizo una travesía transatlántica en mayo de 1942 con soldados norteamericanos, antes de llevar tropas británicas a Oriente Medio.
De regreso a Nueva York en julio empezó a cubrir regularmente la ruta del Atlántico norte, donde se convirtió en el más importante transporte de tropas de la contienda. Tenía dos grandes ventajas, aprovechando al máximo su capacidad con algunas literas ocupadas por turnos dobles era capaz de transportar en un solo viaje, más de 16.000 hombres, una división completa. Su segunda ventaja era su velocidad, con más de 30 nudos era más rápido que los submarinos alemanes y capaz de navegar por el Átlántico Norte sin escolta, de hecho hubiera sido difícil encontrar una escolta capaz de seguir su marcha. Su exterior completamente gris y su rápida marcha zigzagueante hizo que se le apodara el fantasma gris.
El Queen Mary fue sin duda el barco de los records, entre el 2 y el 7 de de agosto de 1942 transportó a la 1º división de infantería al completo (15.125 efectivos más 863 miembros de la tripulación), un hecho sin precedentes, y entre el 25 y el 30 de julio de 1943, transportó lo que aún constituye un record, 16.683 personas entre tropas y tripulación, el mismo Churchill fue transportado en varias ocasiones por el gigantesco trasatlántico.
Su capacidad para zafarse de los submarinos y el conocimiento de lo que este buque aportaba al esfuerza de guerra aliado, hizo que Hitler ofreciese una recompensa de 250.000 $ y la cruz de caballero a quien lo hundiese, y aunque pueda parecer desmesurada, era poca recompensa por este buque que en sus años de servicio durante la II guerra mundial recorrió casi 600.000 millas y transportó cerca de 800.000 soldados incluyendo más de un tercio de los 875.000 soldados norteamericanos que viajaron a Europa. Churchill dijo de él que había reducido la duración de guerra en año. Pero no todo había sido un camino de rosas.
El 27 de septiembre de 1942 partió de Nueva York rumbo a Escocia, al acercarse a aguas británicas se le proporcionó escolta antiaérea consistente en el crucero ligero Curacoa y seis destructores. El Curacoa había sido botado en 1917 y había estado presente en la rendición de la flota alemana de alta mar en 1918, en la II guerra mundial había sido reconvertido en crucero antiaéreo. El problema del Curacao es que desarrollaba 26 nudos mientras que el Queen Mary siempre navegaba a mayor velocidad.
La escolta se encontró frente a la costa irlandesa el 2 de octubre. Tanto el Queen Mary como el Curacao navegaban en zigzag para evitar a los submarinos, en un principio el Curacao iba en cabeza pero el Queen Mary pronto le dio alcance, ambos capitanes pensaban que era el otro quien debía acomodarse a sus movimientos, el caso es que en un momento dado ambos hicieron zig y como resultado el gigantesco trasatlántico chocó con el crucero cerca de la popa partiéndolo en dos. El Queen Mary con 11.000 soldados a bordo no podía exponerse a una operación de rescate debido a la amenaza submarina y aunque dañado por debajo de la línea de flotación se dirigió al Clyde en la costa escocesa. El Curacao se hundió con rapidez llevándose al fondo del mar a 329 de sus 430 tripulantes.
Después de dirigirse a Boston para reparaciones el Queen Mary continuo transportando tropas durante el resto de la guerra y su colisión se mantuvo en secreto hasta 1945. Para entonces el almirantazgo británico había exonerado a su propio barco en una investigación interna e inició una acción judicial contra Cunard por la pérdida del Curacao. La sentencia fue favorable al Queen Mary pero el almirantazgo apeló y el resultado final estableció que ambas partes eran culpables por las inadecuadas comunicaciones y estrategias de evasión mal preparadas.
El Queen Mary fue devuelto a sus propietarios en septiembre de 1946 y continuó atravesando el Atlántico hasta 1967, momento en el que las pérdidas millonarias hicieron que se vendiera a Long Beach (California) por 3.450.000 $, que sobrepasó en 50.000 $ el precio ofrecido por Nueva York en la puja.
Hoy el Queen Mary es un hotel, museo y centro de convenciones en el que se dice que, en la profundidad de de sus interiores y a lo largo de los pasillos que llevan a las hélices se mueve un fantasma gris.
Bibliografía
“Días de infamia” Michael Coffey Ed. Salvat 2006
www.Queenmary.com