Hola otra vez:
Para arreglar algunos desaguisados causados por el primer comunicado, el 13 de mayo se hizo público otro que rezaba así:
Basándose en un examen preliminar de los documentos que Hess dejó tras de sí, parece que Hess vivía bajo la alucinación de que si tomaba medidas personales relacionadas con los ingleses, a quienes había conocido anteriormente, sería posible conseguir un entendimiento entre Alemania e Inglaterra. Como ha sido confirmado por un parte de Londres, Hess se lanzó en paracaídas desde su aeroplano y cayó en Escocia, cerca del lugar que había elegido como su destino; fue encontrado según parece herido.
Como es bien sabido en los círculos del partido, Hess ha soportado graves sufrimientos físicos durante algunos años. Recientemente, buscó alivio en medicinas cada vez más abundantes y en varios métodos practicados por hipnotizadores, astrólogos, etc. También se está intentando determinar hasta que punto tales personas son responsables de la condición mental que le llevó a dar este paso. Es concebible, asimismo, que Hess fuera atraído a una trampa por los ingleses. Sin embargo, su acto confirma el hecho declarado en el primer informe dado, de que sufría alucinaciones.
Hess estaba más familiarizado que nadie con las propuestas de paz que el Fuhrer había hecho con tanta sinceridad. Aparentemente, se convenció a sí mismo de que mediante algún sacrificio personal podía impedir acontecimientos que a sus ojos, sólo podían terminar con la destrucción del Imperio Británico.
A juzgar por sus propios documentos, Hess cuya esfera de actividades estaba confinada al partido, como ya se sabe generalmente, no tenía idea de cómo llevar a cabo tal acción o qué resultados tendría.
El partido nacional socialista lamente que ese idealista fuera presa de tan trágica alucinación. La continuación de la guerra, la cual Inglaterra obligó a declarar al pueblo alemán, no será afectada en forma alguna. Tal como el Fuhrer declaró en su último discurso, será continuada hasta que los hombres que tienen el poder en Inglaterra hayan sido expulsados de él o estén dispuestos a concertar la paz.
Esta declaración contribuyo en bien poco, (más bien al revés), a aclarar al pueblo alemán su confusión. Hess seguía estando loco, pero ahora se trataba de la locura de un idealista y no la de un lunático.
Ermest von Weizsaecker, secretario de estado del ministerio de asuntos exteriores escribiría en sus memorias:
Tener un cargo significaba de hecho estar por encima de toda crítica. He aquí por qué la caída del delegado de Hitler, Rudolph Hess, en mayo de 1941, pareció tan fantástica; ayer fue casi un dios y hoy no era más que un idiota digno de lástima... Me apenó oír a sus antiguos amigos atribuirle otros defectos, amén del de falta de inteligencia.
Ulrich von Hassel escribió en su diario el 18 de mayo unas reflexiones que seguramente eran las de muchos alemanes:
El efecto del vuelo de Hess... fue indescriptible, pero quedó inconmensurablemente incrementado por la estupidez de los comunicados oficiales en los que se podían descubrir fácilmente las explosiones personales de la ira de Hitler. En especial el primero, que implicaba que, durante meses o aun años, Hitler había dado al pueblo un delegado medio o aun completamente loco como presunto heredero suyo...
Las condiciones que llevaron a Hess a efectuar su vuelo a Inglaterra no están todavía aclaradas y las explicaciones oficiales son incompletas. La misma deportividad y alarde técnico demostrados por Hess sugieren que no se lepuede llamar loco.
El único jerarca nazi que pareció sufrir por la suerte de Hess, fue Hitler, Goebbels diría después de una entrevista con él, que parecía haber envejecido 10 años y le había visto visto derramar lágrimas, Mussolini comunicó a Ciano que en una entrevista con Hitler, éste había llorado, cuando hablaron acerca de Hess. Estas aparentes muestras de pesar por la suerte de Hess, no impidieron que Hitler diera ordenes de que fuese fusilado si regresaba. ¡Claro que las lágrimas no tenían porque ser de pena!
En cuanto al efecto que causó la noticia en el pueblo inglés, quizá se pueda resumir en el siguiente chiste parodiando un parte de RAF: "En el día de hoy, se comunica, que ningún ministro del reich ha aterrizado en suelo inglés."
La misión de Hess, había dejado atónitos a los ingleses, aturdidos a los norteamericanos, horrorizado a los alemanes y aterrado a los rusos. Es interesante considerar, cómo en teoría alguien tan poco inteligente y enajenado como Hess pudo hacer que tanta gente astuta girara en círculos.
Fuente: "Rudolf Hess. Misión sin retorno" de Douglas Hamilton Ed. grijalbo Barcelona 1973
Saludos
"Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero sino, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío". Albert Einstein