El fiel Heinrich

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beltzo
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El fiel Heinrich

Mensaje por beltzo » Vie Abr 07, 2006 4:46 am

El "leal Heinrich" siempre ha estado bajo sospecha de no ser tan leal, incluso antes del patético intento de negociación que intento llevar a cabo en los días finales del Reich. Una de las dudas más extendidas es su conocimiento e implicación real en la trama del 20 de Julio. Voy a relatar aquí de forma resumida lo que dice Douglas Hamilton en su libro "Rudolf Hess misión sin retorno". El autor se ha basado casi exclusivamente para este relato en 3 obras: "Wir Sind Die Letzten" de *Rainer Hildebrandt; "La Alemania clandestina" de Allen Dulles y "Los diarios de Von Hassell" de Ulrich Von hassell.


Cuenta que Carl Langbehn, (abogado de Himmler y miembro del Abwehr), siempre consideró imposible un golpe de estado estando por medio Himmler y sus SS, por lo que concibió un plan destinado a ganarse primero al Reichsführer para eliminar a Hitler, más tarde deshacerse de Himmler, desmembrar las SS, y después concertar una paz con los aliados.

Himmler, que odiaba combatir en dos frentes, siguiendo el camino de Hess, mucho antes de intentar establecer contacto con la resistencia, ya había enviado a Langbehn a Ginebra donde el 17 de agosto de 1941 se entrevistó con el profesor Burckhard, allí exploró las posibilidades de una paz separada con Inglaterra con una Alemania libre de Hitler y bajo gobierno de Himmler, aunque no se sabe a ciencia cierta si la propuesta era por cuenta de Himmler, de la resistencia o quizá de ambos (esta última es la que cree el autor). Nuevamente en diciembre de 1942 con la aprobación de Himmler y el S.D., Langbehn se había entrevistado con un oficial británico y con Bruce Hopper del O.S.S. en Estocolmo, con objeto de explorar las posibilidades de una paz.

En mayo de 1943, Langbehn informó a los dirigentes militares de la resistencia de que Himmler estaba dispuesto psicológicamente a escuchar a los que querían ponerle a él y sus SS contra el grupo de Hitler-Bormann.

Este plan agradaba entre otros a Beck, Olbritch, Witzleben y Von Tresckow. Hassel y Goerdeler no se oponían aunque tenían malos presagios. En mayo de 1943, Langbehn explicó a Wolff que la guerra estaba perdida pero que podía obtenerse una paz digna si el gobierno quedaba en manos de gente como Himmler y Popitz, dando a Hitler una posición honrosa de retiro (nótese que no hablan de eliminarlo aunque esa fuese la intención real). Wolff prometió una respuesta por parte de Himmler. Poco después por medio de Von Tresckow, se obtuvo noticia de que el mariscal Von Bock apoyaría un pustch que contara con el apoyo de Himmler. El 21 de agosto, Wolff informó a Langbehn que Himmler vería a Popitz el 26 de agosto.

En la entrevista Popitz manifestó que la guerra estaba perdida y que para su propia seguridad el fuhrer debía ser relevado de sus funciones, asimismo le aseguro que los anglosajones jamás negociarían una paz separada con Hitler y que sólo Himmler podía adoptar una actitud firme para salvar al Reich. El Reichsführer se mostró interesado, dando a entender que no se oponía a la propuesta e incluso la encontraba atrayente.

Wolf informó a Popitz que las conversaciones debían continuar con el concurso de Langberhn y Witzleben. Días más tarde Popitz confesó a un amigo que había dicho cosas a Himmler que le podían costar la cabeza. Por fortuna para Popitz en ese momento Himmler no deseaba arrestarlo aunque tampoco quería verse demasiado implicado en la trama. Se contentó con esperar a que la resistencia hiciera el trabajo sucio y después deshacerse de Bormann y Goering para convertirse en Fuhrer, adjudicandose todo el crédito ante los alemanes al ejecutar a aquellos miembros de la resistencia que ya no le fueran útiles. En definitiva estaba dispuesto a hacer un doble juego hasta ver que giro tomaban los acontecimientos.

Hitler aconsejó a Himmler que realizará una segunda entrevista que no llegó a realizarse porque Hitler estuvo a punto de descubrir el doble juego de Himmler. Éste con objeto de ver las posibilidades de llegar a un acuerdo de paz envió a Langbehn a Berna para establecer contacto con oficiales de inteligencia angloamericanos, mientras cierta agencia de inteligencia aliada enviaba un telegrama a Londres anunciando la llegada de un representante de Himmler para efectuar una iniciativa de paz. El telegrama fue descifrado por el S.D. y el Abwerh, y se cree que fue Muller quien lo entregó a Bormann y Hitler.

Cuando Himmler supo que Hitler estaba enterado del viaje de Langbehn lo hizo detener y una vez ante Hitler al preguntarle éste por el significado del telegrama mintió descaradamente negando saber nada de ninguna negociación. Hitler, quizás porque le convenía, aceptó esta explicación pero el Reichsführer tuvo que poner a partir de entonces mucho cuidado para no convertirse en sospechoso.

Langbehn fue enviado al campo de concentración de Sachsenhausen y sometido a interminables interrogatorios por parte de Leo Lange de la gestapo, quien en Junio de 1944, admitió que estrictamente hablando, Popitz hubiera debido ser interrogado también, pero que eso era demasiado difícil. Lo que en realidad quería decir es que no deseaba arriesgarse a ser liquidado por Himmler, por el hecho de hacer demasiadas preguntas y saber demasiado.

Antes del atentado del 20 de Julio, Himmler sólo actuó contra la resistencia cuando sospechaba que Hitler se había enterado de sus actividades por otros conductos y puso siempre gran cuidado en mantener su fachada de lealtad.


*Rainer Hildebrandt, a falta de más información sobre él, parece que fue alguien con contactos entre los miembros de la resistencia y muy probablemente pertenecía ella puesto que sale mencionado que Albrecht Haushofer conoció a Harro Schule-Boysen (nieto del almirante Von Tizpitz y miembro de la Rote Kapelle u Orquesta Roja) por mediación suya.
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Mensaje por beltzo » Vie Abr 07, 2006 10:06 pm

Himmler dio su versión más o menos oficial de la entrevista mantenida con Popitz en un discurso dado en agosto de 1944 en Posen ante Bormann, Goebbels y los gauletiers, acerca de los antecedentes de la conjura de Julio. Cito aquí el discurso tal como aparece en el libro de Douglas Hamilton.
Además había otra indicación. Popitz, un hombre notable, ministro de estado, había estado tratando durante meses de ponerse en contacto conmigo. Valiéndose de un intermediario, me hizo saber que deseaba verme urgentemente. Dejamos que dicho intermediario charlara por los codos, le dejamos hablar, y he aquí, más o menos, lo que dijo: Si, naturalmente, era necesario que se diera fin a la guerra, debíamos concertar términos de paz con Inglaterra (tal como se opina hoy) y el primer requisito para ello era que el fuhrer fuera depuesto inmediatamente y relegado por la oposición a puesto de presidente honorario. Su grupo estaba completamente seguro de que este plan no podía ser llevado a cabo con la oposición de las SS y, por tanto, puesto que yo era un alemán comprensivo y responsable, esperaban que intervendría, naturalmente, sólo para el bien de Alemania y en nombre de Dios, no por intereses egoístas.

Tan pronto como se me informó de la conjura fui a ver al Fuhrer y le dije: ¡Mataré a ese villano! ¡La desvergüenza de tratar de meterme semejante cosa en la cabeza, a mi, entre todos! Pero el fuhrer se rio y dijo: Oh, no, si eso es realmente lo que desea, no lo mate usted. Deje que vaya a verle. Puede resultar interesante y, si dice lo mismo que le dijeron a usted en la primera entrevista, ya podrá arrestarle...
Como hemos visto anteriormente Popitz no fue arrestado aunque él mismo manifestara que tras su entrevista, su cabeza estaba en manos de Himmler; el intermediario usado, Carl Langbenh, era hombre de la absoluta confianza del reichfuhrer y sólo fue arrestado cuando la posición de Himmler se vio en peligro a finales de 1943 y aun entonces se le mantuvo con vida hasta después del atentado del 20 de Julio que es cuando Himmler pone todo su empeño en eliminar a todos los implicados en la trama, probablemente para borrar todas las pistas que podían conducir hasta su figura. Tras pasar Langbenh meses en manos de la gestapo parece inconcebible que no se detuviera a Popitz (que casualmente fue detenido con gran celeridad al día siguiente al atentado) y que la gestapo no obtuviera los nombres y detuviera a todos los implicados en el círculo de la resistencia. Incluso después del 20 de Julio, Himmler conservó a algunos de los implicados con vida, (tales como Albrecht Haushofer y el propio Johannes Popitz), en vistas a utilizar sus contactos para una negociación con los aliados.

Entra en lo posible que Himmler no conociera de manera exacta los planes de Stauffenberg, pero hay demasiados indicios que apuntan a la idea de que la explicación dada a Hitler y manifestada después en su discurso de Posen no era en absoluto sincera y que su lealtad no era más que fachada.

Algunas de las ambiguedades de Himmler pueden verse también aquí: http://wwwsegundaguerr.superforos.com/v ... tado#13203

Saludos
Última edición por beltzo el Sab Abr 08, 2006 2:35 am, editado 1 vez en total.
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Re: El fiel Heinrich

Mensaje por José Luis » Vie Abr 07, 2006 11:59 pm

beltzo escribió: *Rainer Hildebrandt, a falta de más información sobre él, parece que fue alguien con contactos entre los miembros de la resistencia y muy probablemente pertenecía ella puesto que sale mencionado que Albrecht Haushofer conoció a Harro Schule-Boysen (nieto del almirante Von Tizpitz y miembro de la Rote Kapelle u Orquesta Roja) por mediación suya.
¡Hola, Beltzo!

Hildebrandt (1914-2004) fue íntimo amigo de Albrecht Haushofer y, perteneciendo a su círculo, estuvo implicado en la conspiración de Stauffenberg. Historiador, publicista, activista de los derechos humanos (hay una distinción de la organización con su nombre), denunciador incansable de los crímenes de la URSS en la Alemania ocupada de posguerra, creador de un museo o fundación del Muro de Berlín. Escribió efectivamente un libro sobre la resistencia alemana contra Hitler, que probablemente es el que tú citas, aunque lo desconozco.

Este personaje es de los que yo quisiera leer sus memorias, caso de tenerlas. Una vida así despierta gran curiosidad.

Saludos cordiales
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Mensaje por V.Manstein » Sab Abr 08, 2006 1:12 am

Pues aquí está su biografía por si la quieres comprar:

Alexandra Hildebrandt: Ein Mensch - Rainer Hildebrandt. Begegnungen
ISBN 3-922484-41-7
Soldat im 20.Jahrhundert

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Mensaje por beltzo » Sab Abr 08, 2006 2:33 am

¡Hola José Luis!

Gracias por la información, aunque ya conocía lo de su implicación en la creación del museo sobre el muro de Berlín porque de hecho fue prácticamente lo único sobre él que pude encontrar y era mencionado a raíz de su muerte en el 2004, una pena que sobre una persona tan interesante haya tan poca información disponible.

Puse la bibliografía usada por el autor para que se viera claramente que era de primera mano en los hechos que relata y asi como los otros dos autores son de sobra conocidos, no ocurre lo mismo con la figura de Hildebrandt. Por cierto Douglas Hamilton, (aunque lo he obviado porque pensé que todo el mundo lo relacionaría), es el hijo del Duque de Hamilton destinatario del mensaje de Hess. ¡Claro que el libro apenas habla de Hess y más bien se centra en la figura Albretcht Haushofer, quien por otra parte es un personaje muy interesante!

Saludos
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Mensaje por beltzo » Sab Abr 08, 2006 9:10 pm

Hola de Nuevo:

En el siguiente enlace se puede leer un interesante capítulo del libro "The Devil's Doctor" de John H. Waller (ex-agente de inteligencia), basado en un informe escrito por Abram Hewitt, oficial del OSS en Estocolmo. Trata algunos de los turbios manejos de Himmler para lograr una negociación de paz con los aliados, dispuesto a pasar por encima de Hitler si era necesario, asimismo se pueden leer los rumores que les llegan a los americanos sobre una sorprendente propuesta de paz de Stalin a Hitler nada menos que en 1943. http://hub.n00bstories.com/csi/studies/ ... ml#rauthor

Un pequeño extracto:
In commenting on Hitler, Wallenberg explained to Hewitt that "his friends" in Germany—a euphemistic reference to Resistance members he knew—were somewhat perplexed about Reichsführer Himmler's true motives. While he was supposed to be entirely loyal to Hitler, certain changes were taking place in Germany that could only raise questions in the minds of intelligence observers. Hewitt concluded that Wallenberg, though vague on this score, believed that Himmler was looking to oust Hitler and take over Germany's government himself as a prelude to reaching a peace agreement with the Western Allies. It was Wallenberg's opinion that Himmler was convinced that Germany would lose, and had begun searching for ways to ingratiate himself with the Western Allies. According to Wallenberg, Himmler envisioned using the SS and the Nazi Party security apparatus as bargaining chips in an unrealistic scenario in which Germany, governed by him in alliance with the Western Powers, would turn their guns on the Russians and defeat the mutually hated Communist bogey.
Saludos
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Mensaje por José Luis » Sab Abr 08, 2006 10:36 pm

Estimado Beltzo,

Las afirmaciones del autor me parecen muy débilmente apoyadas. Dice que Hewitt se reunió con Kersten en octubre de 1943: [Hewitt met Kersten in October 1943, on the urging of a Swedish friend who held a key position in Wallenberg's business organization]

Luego dice:

[Despite Hewitt's cautious reaction, Kersten told him two days later that Schellenberg had just arrived in Stockholm and would like to see him. Arrangements were made. It is important to note that Hewitt's report reveals that Kersten, in an aside and speaking confidentially for himself, urged Hewitt to act quickly because the German minister to Sweden, following the debacle at Stalingrad, had brought to the SS offices in Stockholm a copy of a Russian peace proposal for Hitler's consideration. Moreover, at roughly the same time, the German ambassador to Turkey, Franz von Papen, had received from the Russians in Ankara the same proposal.]

Y la única nota que numera (6) remite a:

6. For a reference to Von Papen's espionage activities in the United States during World War I, see elsewhere in this publication, Michael Warner, "Defending the Homeland the First Time Around: The Kaiser Sows Destruction," Studies in Intelligence, Vol. 46, No. 1.

Esa nota no dice nada.

Además, si esa propuesta de paz fue cursada tras la debacle de Stalingrado (febrero de 1943), no se entiende que se saque a colación en un encuentro celebrado ocho meses más tarde (después de la debacle de Kursk).

Yo no conozco ningún testimonio de esa supuesta propuesta de paz de Stalin a Hitler. Schellenberg no dice nada de ello en el capítulo de sus Memorias que dedica a los tanteos de paz. Y algo tan relevante tendría, por fuerza, que ser un lugar común en la historiografía. Si realmente sucedió ese pasaje que cuenta Waller (el que Kersten le dijera a Hewitt que tras la debacle de Stalingrado un ministro alemán en Suecia entregó en las oficinas de las SS en Estocolmo una copia de la propuesta de paz rusa), sin duda sería una mixtificación del propio Kersten.

Además, todo lo relacionado con el doctror Kersten (sus famosas memorias) huele a recreación.

Por último, ¿te imaginas que Hitler tuviera realmente la oportunidad de arreglar un armisticio con Stalin en el ototño de 1943 y que lo despreciara? ¿Con los italianos ya en Italia y ésta habiendo desertado? Vamos, Hitler sería un fanático, pero de tonto no tenía un pelo.

La historia, a mi juicio, no tiene por donde agarrarse, salvo por los beneficios editoriales.

Saludos cordiales
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Mensaje por beltzo » Dom Abr 09, 2006 2:32 am

¡Hola José Luis!
los rumores que les llegan a los americanos sobre una sorprendente propuesta de paz de Stalin a Hitler nada menos que en 1943.
Subrayo lo de rumores porque así es exactamente como lo he considerado, como un rumor del cual si bien ya había tenido *noticias, nunca he sabido en que se fundamentan, los rumores de los que he oido hablar no hablan de una única propuesta de paz en 1943, sino de dos, una de ellas antes de Kursk y otra después, precisamente en septiembre del 43. Cierto que la nota de Von Pappen no se a que viene...
¿te imaginas que Hitler tuviera realmente la oportunidad de arreglar un armisticio con Stalin en el ototño de 1943 y que lo despreciara?
Lo que creo es que en el hipotético caso de tener esa oportunidad, Hitler no hubiera vencido su desconfianza. Yo por lo menos, intentando ponerme en su lugar, no hubiera podido fiarme.

Respecto a las memorias del Dr. Felix Kersten, no las he leido, pero en mi opinión y generalizando un poco, todas las memorias escritas tras la guerra están de una forma u otra bajo sospecha, o cuando menos, "arregladas" en favor del autor, de hecho las de Schellenberg también se dice que no son muy verídicas.

De todas formas, la idea de poner el enlace es por la relación que guarda con las deslealtades de Himmler que es, (al margen de los arreglos que haya podido hacer el autor), lo que tiene más signos de veracidad.


*Ya puse en su día la dirección de arte historia donde había leido lo concerniente a la supuesta propuesta soviética de paz, aclaro que el texto no pertenece a ningún libro sino a una colección de 10 cds sobre la II GM que sacaron en 2001 y que en su día vendían junto a una revista, (cuyo nombre no recuerdo, pero podría ser "la aventura de la historia"), dedicada a la historia en general. No me cabe duda de que no se lo han inventando, pero lo cierto es que ni en la web ni en los cds hacen mención a las fuentes en que se han basado para esta afirmación. Lo único que puedo afirmar es que en la bibliografía usada para la obra no aparecen las memorias de Kersten, ni las de Schellenberg. Para mi lo interesante es que en dos sitios diferentes aparece el mismo rumor coincidente en lo básico, (lo cual no quiere decir que sea cierto). Pongo aquí lo más relevante del texto de arte historia:
[…]lo cierto es que Stalin trató de entrar en negociaciones con Hitler, para lo cual se hicieron intentos ante sus diplomáticos en Estocolmo, al tiempo que Tito se relacionaba con los representantes nazis en Zagreb. Cuando Hitler se entero del caso monto en cólera. Sobre el contacto en Yugoslavia dijo: "¡Con los rebeldes no se negocia, se les fusila¡". El diplomático Peter Kleist, esperado por los soviéticos en Estocolmo, fue detenido en el aeropuerto berlinés de Tempelhof y ridiculizado por su superior Ribbentrop por haber caído en esa burda provocación judía. Hitler creía que Stalin estaba tratando de utilizar esta posible negociación para que los aliados se apresuraran a abrir el segundo frente y para que reanudasen los suministros. Probablemente se estaba equivocando el dictador nazi porque en septiembre del mismo año, Moscú trato de nuevo de ponerse en contacto con los negociadores de Berlin. Hubo algunos contactos en Estocolmo y, sobre todo, en Sofía, donde ambos países tenían embajada. Ribbentrop se tomó el asunto en serio, quizás angustiado por la serie ininterrumpida de reveses que registraba la Wehrmacht. Hitler se mostró impermeable. Seguía pensando que Stalin trataba de utilizarle para picar a sus aliados occidentales, quizás lanzarle contra los angloamericanos en Italia y que tomados se despedazasen en el segundo frente, mientras que la URSS incrementaba su poderío y se aprestaba a aniquilar lo que quedase. No es posible saber qué podía haber de cierto en esta segunda hipótesis, pero es seguro que la primera estaba equivocada. Para esa época, Stalin ya tenía cuanto deseaba: su segundo frente y la promesa de abrir un tercero en Francia al año siguiente, además de la renovación de los suministros en cantidades cada día más importantes.
Saludos
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