Juramento de Fidelidad de la Wehrmacht a Hitler (02.08.34)

Partidos políticos, actuaciones gubernamentales

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Juramento de Fidelidad de la Wehrmacht a Hitler (02.08.34)

Mensaje por Blue_Max » Mié Abr 11, 2007 11:14 pm

Juramento de Fidelidad d de la Wehrmacht a Hitler (02.08.34)

Estimados compañeros,

Con independencia de la subordinación que las Fuerzas Armadas alemanas le debían en su doble condición de Presidente y Canciller del Reich, Hitler pretende, inmediatamente a la muerte del Presidente Hindenburg establecer un juramento a su persona por parte de los altos mandos de la Wehrmacht.

El día 2 de agosto de 1.934 se publica un “comunicado oficial” ("Amtliche Mitteilung”) del Ministro de Defensa del Reich, Generaloberst Von Blomberg, (quien posteriormente hubo de abandonar su cargo de modo tan dramático como novelesco) estableciendo la siguiente fórmula de juramento:

“En presencia de Dios presto este sagrado juramento de obediencia incondicional al Führer del Reich y del pueblo alemán, Adolf Hitler, Comandante Supremo de la Wehrmacht, estando dispuesto como valiente soldado a entregar en todo momento mi vida por este juramento”

Hitler, conocía muy bien al militar alemán de aquella época y no se equivocaba al juzgarlo e imponer además esta fórmula. Para un militar, el juramento personal era algo más, mucho más que una vinculación jurídica a través de la Constitución. El juramento de un militar alemán, tenía un carácter más físico incluso que moral, y sobre todo era “sagrado”. Muchos todavía no se explican la subordinación y disciplina de los altos mandos militares a Hitler durante las duras pruebas, y errores, de la SGM. El bien tardío intento del 20 de julio de 1.944 capitaneado (como cabeza visible) aparentemente por Stauffenberg, y tan escasamente secundado entre los militares, explica la importancia del juramento personal. Esta fórmula sustituía a la hasta entonces vigente en la que se juraba “por el pueblo y por la Patria” (“Volk und Vaterland”).

Como no podía ser mejor en un Estado formal de Derecho, el día siguiente a la celebración del referéndum sobre la Jefatura del Estado celebrado el día 9 de agosto de 1.934, se publica en el Boletín Oficial (Reichgesetzblatt) una “Ley sobre el juramento de funcionarios públicos y soldados de la Wehrmacht” (“Gesetz ubre die Vereidigung der Beatmen und der Soldaten der Wehrmacht"), a la que seguirá la Ley del día 17 de octubre de 1.934 estableciendo el juramento de fidelidad que se ha de prestar, a nivel de Ministros del Reich y de los Gobiernos Regionales (Länder), al tomar posesión de sus cargos.

El mismo día del fallecimiento del Mariscal Hindenburg (1 de agosto de 1.934), es decir, el mismo día de la entrada en vigor de la nueva Ley sobre la Jefatura del Estado, Hitler dirige un escrito al Ministro del Interior indicándole que en el futuro, y a pesar de reunir en su personal el cargo de Presidente del Reich, el tratamiento oficial que había de dársele era el de “Führer und Reichpräsident” al que la grandeza del desaparecido Mariscal había dado una importancia sin igual.

Esta es una muestra más, y uno de los tantos caminos emprendidos por Hitler desde su nombramiento como Canciller, para reformar la Constitución de Weimar y adaptarla a la idea de Estado y de Gobierno que él y su partido tenían, y que venían proclamando desde el año 1.920. Como puede comprobarse, es curioso y notable, que tal reforma no se hace por métodos violentos, “revolucionarios” como suele entenderse vulgarmente.

La Revolución Nacional – Socialista, esto es, la transformación de las estructuras jurídico – políticas se realiza por la vía legalmente establecida, por la fuerza, eso sí, pero no con violencia (la “vis coactiva” del Estado). Es una revolución desde arriba, en contra de lo que propugnaban las cabezas visibles de la SA.

No se llegó, pues, a derogar la Constitución de Weimar, pero las leyes que fueron promulgándose desde la llegada de Hitler a la Cancillería del Reich, la vacían de su contenido en lo que a estructura del Estado y del Gobierno se refiere. Es algo más que una serie de reformas constitucionales, es un verdadero cambio de régimen político. De ahí que no parezca en absoluto exagerado hablar de “régimen de Weimar” y del “régimen de Hitler” aunque durante ambos períodos estuviere vigente la Constitución de 1.919.
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Mensaje por Badoglio » Mié Abr 11, 2007 11:23 pm

Si no me aquiboco, la División Azul, realizo una variante de este juramento en el cual prometian fidelidad a Adolf Hitler, pero solo para ayudarle en su cruzada contra el comunismo en Rusia y en Europa.

SALU2
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Mensaje por José Luis » Jue Abr 12, 2007 10:33 am

¡Hola a todos!

Max, échale un vistazo al sexto post:

viewtopic.php?t=3311

Saludos cordiales
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Mensaje por Blue_Max » Vie Abr 13, 2007 4:55 pm

Estimados compañeros,

Lo primero que debo hacer es disculparme ante todos por haber abierto un tema del que ya se habló en su momento, y es más, dentro del contexto más apropiado. No puedo evitar decir que precisamente disfruté leyendo en otro momento el artículo a que se ha referido José Luis en su comentario anterior, y sin embargo lo pasé por alto, en tanto que en su lectura me "enfangué" demasiado con el relato del caso "blomberg".

En segundo lugar quisiera matizar un tanto la cuestión de la posible "anticonstitucionalidad" o "inconstitucionalidad" del juramento personal. Pero sinceramente, estas cosas me gusta hacerlas bien, si es posible, creo que merece un análisis más profundo, si os parece oportuno.

Saludos y gracias ;)
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Mensaje por José Luis » Vie Abr 13, 2007 5:01 pm

Blue_Max escribió:
En segundo lugar quisiera matizar un tanto la cuestión de la posible "anticonstitucionalidad" o "inconstitucionalidad" del juramento personal. Pero sinceramente, estas cosas me gusta hacerlas bien, si es posible, creo que merece un análisis más profundo, si os parece oportuno.

Saludos y gracias ;)
A mí me no me parece, me interesa mucho :-D

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Re: Juramento de Fidelidad d de la Wehrmacht a Hitler (02.08

Mensaje por José Luis » Mar May 08, 2007 9:34 am

¡Buenos días a todos!
Blue_Max escribió:
Hitler, conocía muy bien al militar alemán de aquella época y no se equivocaba al juzgarlo e imponer además esta fórmula. Para un militar, el juramento personal era algo más, mucho más que una vinculación jurídica a través de la Constitución. El juramento de un militar alemán, tenía un carácter más físico incluso que moral, y sobre todo era “sagrado”. Muchos todavía no se explican la subordinación y disciplina de los altos mandos militares a Hitler durante las duras pruebas, y errores, de la SGM. El bien tardío intento del 20 de julio de 1.944 capitaneado (como cabeza visible) aparentemente por Stauffenberg, y tan escasamente secundado entre los militares, explica la importancia del juramento personal. Esta fórmula sustituía a la hasta entonces vigente en la que se juraba “por el pueblo y por la Patria” (“Volk und Vaterland”).
¡Hola, Max!

Que no te lleve a engaño toda esa cortina de humo que muchos oficiales superiores de la Wehrmacht y no pocos historiadores construyeron en torno al pretendido "sagrado" juramento de lealtad del oficial prusiano-alemán.

La realidad de ese juramento de "obediencia incondicional" a Hitler le sirvió a la mayoría de "esos oficiales" de la Wehrmacht, más bien, para intentar justificar al acabar la guerra su responsabilidad personal en el proceso de ejecución de las órdenes criminales de Hitler, y durante la guerra para eludir el conflicto de conciencia entre aceptar como legal lo criminal o - haciendo caso a la conciencia ética, moral o religiosa- oponerse a participar en ese proceso criminal.

Para demostrar la realidad de lo que afirmo no hay nada mejor que examinar el comportamiento de esos oficiales ante el pretendido carácter "sagrado" que según ellos tenía el juramento de lealtad que prestaban como militares.

¿Cómo respetaron esos oficiales su "juramento de lealtad" a la República de Weimar?

De acuerdo con el Artículo 176 de la Constitución de Weimar (CdW), todos los funcionarios públicos y miembros de las fuerzas armadas tenían que prestar un juramento de obediencia a la constitución. Este juramento adquirió la siguiente forma oficial:

[Juro lealtad a la Constitución del Reich y prometo que protegeré la nación alemana y su establecimiento legal como un bravo soldado en todo tiempo, y obedeceré al Presidente y mis superiores.” [Ordenanza de la Toma de Juramento de los Funcionarios Públicos, 14 de agosto de 1919, en Bernhard Schwertfeger, “Hindenburg Tod und der Eid auf den Führer,” Die Wandlung, VI, (Octubre 1948), p. 569, citado en Robert B. Kane, Disobedience and Conspiracy in the German Army, 1918-1945 (McFarland Company, Inc., Publishers, 2002) p. 10

Cierto es que Hitler no abolió la CdW, pero igual de cierto es que la pervirtió. Ya en la reforma dudosamente legal del juramento de lealtad de la CdW efectuada en diciembre de 1933 se retiró la mención de "lealtad a la Constitución del Reich". Pero, que yo sepa, ninguno de "esos oficiales" tuvo reparo alguno en romper el juramento que con anterioridad habían prestado solemnemente.

En cambio, sí hubo cierto desasosiego (pienso en Beck, por ejemplo, que se lamentó amargamente pocas horas después de prestar el juramento del 2-8-1934) cuando Blomberg y Reichenau decidieron, de motu propio e ilegalmente, cambiar drásticamente el juramento de lealtad de diciembre de 1933 por el nuevo de "obediencia incondicional a Adolf Hitler" el 2 de agosto de 1934 (convertido en ley el 20 de agosto de ese mismo año).

A lo que parece, durante 1933-1934, el carácter sagrado y la atadura irrenunciable del "juramento de lealtad" del militar alemán quedaron hechos trizas. Pero que yo sepa, nadie se rasgó las vestiduras.

La realidad es que quienes en la posguerra recurrieron al juramento de lealtad del 20 de agosto de 1934 (y no se olvide el hecho importantísimo de que ese juramento fue reafirmado en el verano de 1944) para justificar sus acciones personales durante la guerra, no hicieron más que intentar diluir su "cobardía moral y física" entre un acto de suprema indecencia, cual fue jurar obediencia incondicional por partida doble a un jefe de estado que había incumplido hasta la fatiga su propio juramento de lealtad a la República de Weimar y a su Constitución, a la moral y ética más elementales, al estado de derecho alemán y a las más preciadas normas y conductas del tradicionalismo militar prusiano.

Hitler destrozó hasta el paroxismo el Artículo 42 de la CdW y vació de contenido cualquier concepto, por primitivo que fuera, de justicia, ética y moral. "Esos oficiales" de la Wehrmacht, los que apelaron al juramento de lealtad, parecieron olvidarlo.

Afortunadamente para la historia alemana, hubo un grupo nada desdeñable de otros oficiales que finalmente no siguieron ese ejemplo repugnante. Sobre ellos o sobre la memoria de quienes dieron sus vidas al intentar acabar con el tirano y su régimen, fundó la República Federal en 1955 su Bundeswehr y su filosofía vital del Innere Führung.

Saludos cordiales
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Mensaje por beltzo » Mar May 08, 2007 3:59 pm

Hola a Todos:

El juramento de lealtad a Hitler que en ningún caso puede servir de coartada, ciertamente tuvo su influencia; incluso los que se oponían a Hitler tenían que considerar la reacción que pudiera tener el soldado de a pie y los oficiales medios, y la mayoría de estos no conocían otro juramento que el de lealtad a Hitler que añadido al prestigio que Hitler había alcanzado en los primeros años de guerra hacían que cualquier movimiento de oposición fuese extremadamente complicado.

Pero en mi opinión, mucho más importante que el juramento de lealtad personal a Hitler, fue la conocida como noche de los cuchillos largos donde un ejército movido por intereses particulares se subordinó de manera completa a Hitler, cuando dos generales del ejército, Schleicher y von Bredow, fueron asesinados sin que el ejército protestase ni exigiese ninguna investigación, ello significó una peligrosa quiebra de la solidaridad y la unidad interna del cuerpo de oficiales que con el tiempo se haría más evidente, el único contrapeso real al poder omnímodo de Hitler había quedado seriamente tocado, el juramento de lealtad personal solo fue una consecuencia más de esta subordinación (yo diría más bien capitulación) del ejército ante Hitler.

Cuando tras la muerte de Blomberg, Hitler comentó que era el único militar decente que había conocido, no estaba sino reconociendo el papel estelar de este personaje en la subordinación del ejército a su persona.

Saludos
"Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero sino, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío". Albert Einstein

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Mensaje por José Luis » Mar May 08, 2007 4:27 pm

beltzo escribió:
Cuando tras la muerte de Blomberg, Hitler comentó que era el único militar decente que había conocido, no estaba sino reconociendo el papel estelar de este personaje en la subordinación del ejército a su persona.

Saludos
¿Qué dices? Blomberg murió un año después de acabada la guerra y, por tanto, después de Hitler.

Y no generalices porque no es cierto, en forma alguna, que cuando lo de la noche de los cuchillos largos "un ejército movido por intereses particulares se subordinó de manera completa a Hitler".

La realidad es siempre más compleja.

Saludos cordiales
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Mensaje por beltzo » Mar May 08, 2007 7:29 pm

Hola de Nuevo:
¿Qué dices? Blomberg murió un año después de acabada la guerra y, por tanto, después de Hitler.
Si tienes razón, esta visto que no se puede hablar de memoria y las palabras corresponden a la muerte de otro militar cuyo nombre soy incapaz de recordar.
Y no generalices porque no es cierto, en forma alguna, que cuando lo de la noche de los cuchillos largos "un ejército movido por intereses particulares se subordinó de manera completa a Hitler".
Decía Churchill que las generalizaciones son siempre injustas y probablemente esta también lo es, solo en ese sentido te he de dar la razón pero no en lo demás.

En febrero de ese año la cruz gamada había sido elevada a la categoría oficial de símbolo de la werhmacht y ¿por qué? En palabras de von Fritsch:[se pretendía proporcionar al canciller la necesaria fuerza de choque respecto a las SA.] Joachim Fest "Hitler, una biografía" Planeta DeAgostini 2006 p.640. Lo cierto es que no hay ninguna duda de que el ejército veía en las SA a un rival del que deshacerse, pero sigo citando a Fest: [a principios de febrero de 1934 fue ya derruida una de las columnas básicas y tradicionales del cuerpo de oficiales, el principio de la solidaridad social, y ello voluntariamente, cursándose instrucciones para que en el futuro no constituyese una característica de calificación decisiva para la carrera militar la procedencia de la antigua casta de oficiales, sino la comprensión por el nuevo estado. Poco después, la reichswehr implantó la educación política en la tropa] p. 644

[Una orden del teniente general Beck, del 29 de junio, requería a todos los oficiales de la Bendlerstrasse para que tuviesen dispuestas las pistolas. El mismo día, el Volkischer Beobachter publicaba un articulo de Blomberg, quien autorizaba a Hitler a actuar contra las SA, en nombre de la Reichswerh.] p. 651

Que Blomberg y Reichenau pensaran que Hitler al destruir a las SA acabara subordinándose al reichswerh, no es óbice para que lo que en realidad ocurriera es precisamente lo contrario que "un ejército movido por intereses particulares se subordinó de manera completa a Hitler", en realidad hizo mucho más que eso, el ejército se hizo cómplice de sus crímenes hasta extremos insospechados al aceptar de manera cuasi pasiva el asesinato de dos de sus miembros, por tanto mantendré la frase a no ser que me indiques otra que lo exprese mejor.

Y finalmente llega el juramento de lealtad a Hitler, un acto que ya no es subordinación sino puro vasallaje, pero secuencia lógica de algo iniciado meses antes, ¿que alguno mostró disconformidad? Si, pero fueron la excepción y no la regla, en el asunto Rohm ni siquiera recuerdo que se diesen estas excepciones.

Saludos
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Mensaje por José Luis » Mar May 08, 2007 9:16 pm

¡Hola a todos!

No te preocupes, amigo Beltzo; hablar (en este caso, escribir) de memoria y equivocarse nos pasa a todos, y más a los que ya tenemos más años por detrás que por delante. Y más aún cuando uno lee mucho, variado y mucho tiempo sobre el asunto, que es ya de por sí complejo.

Veamos, lo primero que debemos intentar es no mezclar episodios diferentes, aunque al final y retrospectivamente los podamos clasificar como diferentes caminos que condujeron a un mismo fin. Hablando en general, no hay duda alguna de que la mayor parte de la jefatura del Reichswehr-Wehrmacht “trabajó en la dirección del Führer”, ya desde los primeros meses de la llegada de Hitler a la Cancillería, aunque en su fuero interno hubiera quien creía sinceramente que lo hacía en la dirección del Reichswehr-Wehrmacht.

Pero aquí nos debemos centrar en una parte de un episodio concreto: los asesinatos del 30 de junio (y 1 de julio) de 1934 en las personas del antiguo canciller del Reich y ministro de Defensa, el general Kurt von Schleicher, y su asistente en el ministerio de Defensa, el mayor general Ferdinand von Bredow. Pues es ésta la parte del episodio de la “Noche de los Cuchillos Largos” que tú sacaste a colación y que motivó mi respuesta sobre la conveniencia de no generalizar.

Y las preguntas que debemos hacernos para valorar el comportamiento de los líderes del Reichswehr antes, durante y después de esos asesinatos son las siguientes:

1) ¿Sabía algún líder del Reichswehr que en las acciones que se iban a tomar por parte de Hitler para erradicar las amenazas de las SA contra los intereses del Reichswehr se iban a asesinar a los dos susodichos generales?

2) ¿Qué hicieron cuando tuvieron noticia de esos dos asesinatos?

No existe ninguna prueba ni indicio (que yo sepa) de que el jefe del Reichsheer, von Fritsch, el jefe de la Reichsmarine, Raeder, y el jefe del Truppenamt, Beck, tuvieran la menor noticia previa de que se iba a asesinar a la pareja Schleicher-Bredow.

Es posible, y hasta probable, que sí lo supieran el ministro de Defensa, von Blomberg, y el jefe de su oficina ministerial, von Reichenau.

Los cinco militares con más alta representación del Reichswehr sabían previamente (casi con certeza total desde el viaje del 11 de abril de 1934 en el Deutschland –con motivo de las maniobras militares- cuando Blomberg, Fritsch y Raeder acordaron con Hitler apoyar su candidatura de presidente del Reich a la muerte de Hindenburg siempre y cuando se terminara con las SA), que Hitler daría cuenta de la amenaza de Röhm y sus hombres, aunque los únicos de los cinco que podían saber de los detalles –la manera de hacerlo- eran Blomberg y Reichenau (este último con más certeza).

Cuando Fritsch y Beck pusieron en alerta a las formaciones y unidades del Reichswehr lo hicieron por temor a los disturbios que podía ocasionar ese proceso, y como respuesta a las amenazas que de una u otra forma los líderes de las SA habían vertido contra el Reichsheer y ellos dos mismos. El Reichsheer no quiso saber absolutamente nada con lo que se avecinaba entre el Partido (Hitler, Göring, Himmler, Heydrich, Dietrich) y las SA.

Por tanto, hasta que no se llevó a cabo la masacre, sólo el ministro de Defensa y su mano derecha podían conocer de antemano lo que les iba a suceder a Schleicher y Bredow, si es que lo que sabían (yo estoy convencido de que sí). Los otros jefes no lo sabían, y por supuesto tampoco el resto de altos comandantes con mando directo sobre tropas (Rundstedt, Leeb, Bock, Witzleben, etc.).

¿Qué sucedió cuando se conocieron las muertes de Schleicher & Bredow?

A excepción de Blomberg y Reichenau hubo una gran indignación entre el resto de jefes militares, casi toda ella dirigida contra Himmler, Heydrich y las SS. Blomberg prohibió a los oficiales del Reichswehr asistir al funeral de Schleicher. Sólo Hammerstein (el antecesor de Fritsch como Chef der Heeresleitung) pasó de esa orden y acudió al entierro completamente uniformado y con las medallas de Schleicher.

Fritsch, Beck, Rundstedt, Witzleben y Manstein demandaron un tribunal para investigar las acciones y muertes de los dos generales, pero Blomberg y Reichenau lo prohibieron. Rommel, muestro amigo Rommel, dijo a un amigo: “Ahora sería el momento de eliminar a Hitler y a toda su banda.” (1). Hammerstein y el mariscal Mackensen enviaron una carta a Hindenburg el 18 de julio (que el presidente probablemente no leyó) exigiendo la rehabilitación de los dos generales asesinados y el castigo de sus asesinos.

Fritsch se enfrentó en una gran bronca con Blomberg, y recurrió a Göring para que se llevara a cabo una investigación (Blomberg le había pasado a Fritsch la invención de Hitler, de que Schleicher y Bredow habían conspirado, junto con Röhm, con una potencia extranjera para dar un coup d’état; Fritsch, aun siendo bastante ingenuo, no tragó). Göring se vio obligado a pasar la demanda de Fritsch a Hitler, quien tuvo que –en una de sus típicas actuaciones teatrales- excusarse ante los líderes del Reichsheer por el terrible “error” de las muertes de los dos militares, asegurando que serían castigados los culpables. Hans Oster consideró este episodio la primera gran batalla que el ejército perdió contra las SS.

El problema que tenía el Reichswehr, amigo Beltzo, estaba en su desunión a nivel de liderazgo. Esto lo perdió entonces y lo perdería definitivamente en enero-febrero de 1938. Y efectivamente, grosso modo, el liderazgo del Reichswehr-Wehrmacht mantuvo una estrecha cooperación con Hitler y el nacionalsocialismo en los años que antecedieron a la guerra, pero al menos hasta 1938 (y después con matices hasta 1940) no se sometió jamás por completo a Hitler. Otra cosa es que se le enfrentara decididamente.

(1) Robert B. Kane, Disobedience and Conspiracy in the German Army, 1918-1945 (McFarland Company, Inc., Publishers, 2002), p. 87

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Mensaje por Blue_Max » Mar May 08, 2007 11:04 pm

Estimados José Luis y Beltzo,

Disulpadme por no haber podido llegar antes a esta tan interesante discusión, y por no haber cumplido a tiempo con la promesa que hice en mi último mensaje escrito en este "tópic". Creo que debo estar aquí pues para eso inicié el debate, pero en este momento me resulta complicado poder intervenir. Seguid "deleitándome" pues es el único apelativo que encuentro, y en breve me incorporo, pues hay mucho que decir sobre la cuestión.

Un cordial saludo, y gracias.
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Mensaje por beltzo » Mié May 09, 2007 2:12 pm

Hola de Nuevo:

Amigo, José Luis, cuando he hecho mención a la subordinación del ejército me estaba refiriendo al caso Rohm y acto seguido estaba haciendo referencia a la peligrosa quiebra de la solidaridad interna de los oficiales al no producirse la exigencia de una comisión de investigación para aclarar la muerte de dos de sus miembros, porque ambas cosas guardan estrecha relación. En ningún momento he hecho referencia a que nadie en el ejército supiera de antemano que estas muertes iban a tener lugar, de hecho, parece claro que ni el mismo Hitler conocía todas las muertes que se iban a producir, y en este sentido, es probable que Blomberg tuviera más información que el propio Hitler.

Pero una vez que dichas muertes se habían producido, pese a todas la protestas que pudiese haber, el ejército era ya prisionero de sus propios actos, porque en realidad no podía exigir una comisión de investigación que posiblemente revelara como la mayor parte del asunto Rohm había sido un montaje de acusaciones falsas en el que se hallaban implicados miembros de la cúpula del ejército y que se había llevado a cabo con apoyo del mismo (y este apoyo no se había producido únicamente en la cúpula sino en la práctica totalidad del ejército).

Tácticamente Hitler ya había decidido que el ejército no estuviese demasiado directamente implicado en el caso Rohm porque de otra manera se hubiese colocado en una situación de excesiva dependencia y hubiese tenido que demostrar algo más que un agradecimiento superfluo, pero si debía estar lo suficientemente implicado (armas, alojamiento, transporte, e incluso apoyo de ser necesario) como para que en el futuro no pudiese ser un potencial elemento de oposición. Reichenau, Blomberg y Fristch estaban encantados con ello porque según pensaban el ejército conseguiría sus objetivos sin mancharse las manos directamente, pero no se dieron cuenta de lo que realmente implicaba hasta que fue demasiado tarde, nada nuevo, algo parecido le había ocurrido a von Papen y Hugenberg entre otros.

Cito de nuevo a Fest, [Si el orden público se hallaba realmente amenazado por rebeldes y conspiradores, como expuso posteriormente Blomberg, la reichswerh hubiese tenido el deber de intervenir; si no era este el caso, su obligación era ordenar que se detuvieran aquellos asesinatos que tantos días duraron. En su lugar, prefirió esperar, entregó armas, para felicitarse a si misma, finalmente, por su agudeza y aparecer como triunfadora con las manos limpias, pero no sabiendo reconocer cuán poco tiempo podía ostentar aquella victoria. Cuando el antiguo secretario de estado Planck se dirigió al general von Fristch para que interviniese, en el momento culminante de los asesinatos, el jefe del mando supremo del ejército hizo referencia a que no disponía de órdenes oportunas. Planck le advirtió: “Si usted mi general, sigue contemplando esto sin intervenir, antes o después sufrirá usted idéntico destino”.] ¡Y vaya si lo sufrió!

Así, uno se sorprende de la extrema ingenuidad de Beck al pretender que en 1938 el ejército podría actuar al unísono cuando cuatro años antes ya no había sido capaz de hacerlo, de aquellos barros vinieron estos lodos y los que estaban por venir. Los sucesos del verano de 44 fueron el último acto de una tragedia iniciada diez años antes, primero subordinación, luego complicidad y finalmente humillación.

Saludos
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Mensaje por José Luis » Mié May 09, 2007 2:40 pm

¡Hola a todos!

Por la suerte de Röhm nadie en el Reichswehr iba a mover un dedo. Y con razón. Cuestión aparte era lo de Schleicher y Bredow.

En cuanto a Fest, debía preguntarse igualmente, siguiendo su argumento, por qué el Reichswehr y Hindenburg no intervinieron a su vez en los violentísimos disturbios y enfrentamientos armados producidos en 1932, cuando Hitler aún estaba lejos (no en el tiempo) de llegar al poder. Y así sucesivamente las preguntas nos llevarán a 1919 (e incluso a 1871).

El Reichswehr tenía sus razones (intereses) para apoyar a Hitler, y viceversa. Pero éste no es el tema del topic. Lo es, en cambio, el "juramento de lealtad" y todo lo que ello implicó, supuesta o realmente. Y por supuesto, el mayor interés que tiene para mí, ya lo he apuntado 7 mensajes atrás.

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Mensaje por Blue_Max » Mié May 09, 2007 5:19 pm

Estimados compañeros,

He estado leyendo con detenimiento el debate suscitado, y en particular los comentarios de José Luis y Beltzo. Efectivamente, llegados a este punto parece que la conversación se ha desviado en cierta medida de la cuestión que originariamente se plantea, pero en fin, es algo normal e inevitable.

Trataré de volver al "meollo" y para ello permitidme que haga un cierto rodeo.

El día 8 de agosto de 1.934 Hitler, ya no sólo es Canciller, es además Presidente del Reich, y tras el juramento de fidelidad de las Fuerzas Armadas a su persona, con más de otras disposiciones "legales", se ha convertido en el Jefe Supremo de éstas.

La idea de Hitler, tras el fracaso del intento de golpe de Estado de 1.923, no es otra que la de acceder al poder pero sin exponerse de nuevo “ni a los cañones ni a las ametralladoras” según sus propias palabras. El acceso al poder debe hacerse por "la vía legal". Pero esta decisión tiene una motivación más práctica que filosófica o de fondo, por cuanto acabo de decir más atrás. Deben servirse de los mecanismos legales existentes para alcanzarlo, en la medida que éstos les puedan resultar útiles.

Si para la mayor parte de los alemanes que tenían en cierta medida las riendas del poder en su mano durante el período de entreguerras, la CdW era, por decirlo de algún modo, un molesto mal menor ( y por ello, pocos o nadie se preocupó respetarla), desde luego para los nacional-socialistas esta Constitución, más que un mal menor, era algo con lo que habían de convivir en tanto en cuanto el primero de sus objetivos no fuera alcanzado: El poder.

Normalmente recurrimos todos a una frase que se ha ido acuñando a lo largo del tiempo, pero que no refleja la realidad: "El régimen de Hitler vació de contenido la CdW". A mi modo de ver, no es que se vaciase de contenido; simplemente quedó automáticamente derogada "de facto" con la llegada al poder de los nacional-socialistas. Permitidme el símil pero me atrevería a decir que fue objeto de un continuo "mobbing" legislativo que terminó por arrojarla al último escalón del ordenamiento jurídico.

El sistema de gobierno y poderes que ya se ha establecido en Alemania el mes de agosto de 1.934, y que comienza en enero de 1.933, es absolutamente incompatible con el sistema político que consagra la CdW y los principios jurídicos que la inspiran. Al margen de las intrigas “palaciegas” que con independencia de la voluntad popular que se refleja en los votos han llevado a Hitler al poder, lo cierto es que durante este proceso se ha respetado la legalidad constitucional, no en base a un ferviente deseo de evitar contravenir sus dictados, sino por el mero hecho de “guardar las apariencias”. Y en ello como bien ha dicho José Luis en más de una ocasión, fueron partícipes todos y cada uno de los protagonistas, en función de los particulares intereses que pudieran perseguir.

El ordenamiento jurídico ya no se basa en la CdW aunque esta no fuera expresamente derogada, sino en la legislación que continua y poco sistemáticamente (aunque dirigida a un fin muy concreto) se va produciendo durante este período. Una legislación a la que ya he hecho mención en otros “Tópics” y otros compañeros del foro igualmente han analizado desde que este foro comenzó su andadura. Si nos fijamos en cada una de estas leyes, más que “vaciar de contenido la Constitución” lo que hacen es crear un nuevo ordenamiento jurídico exclusivamente sobre la concepción que del Derecho y el Estado tienen los nacional-socialistas; sin necesidad de excusarse en ningún momento en una u otra violación del orden Constitucional previo. Ese orden Constitucional ya ha desaparecido. Es por ello por lo que digo más arriba que, si bien la CdW, sigue vigente porque formalmente nadie la ha derogado, hay que distinguir entre 1.919 y 1.945 dos regímenes bien diferentes, el RdW y el Régimen de Hitler o nacionalsocialista.

Por todo lo anterior, y disculpad que no haya podido ser más sistemático al tratar de exponer mis ideas (por la prisa y otras razones que no vienen al caso), es por lo que no puedo considerar inconstitucional o anticonstitucional una norma que se promulga o entra en vigor cuando la Constitución, “de facto” ha dejado de existir en la vida jurídica alemana, y el resto de los Estados en mayor o menor medida han acpetado como miembro de la Sociedad Internacional al este viejo vecino que ha cambiado de “camisa”. Europa no ha reaccionado aún ante el radical cambio que ha sufrido Alemania, simplemente la han aceptado, con reservas, con dudas: "¿Estamos tratando aún con el Hitler de Mein Kampf, que hace dormir a sus adversarios con bellas palabras para ganar tiempo y armar a su pueblo?...¿ O es un nuevo Hitler, que ha descubierto el peso de la responsabilidad del cargo...? Ese es el enigma que hay que descifrar". Estas son las palabras de Sir Maurice Hankey (Ministro del Gabinete Británico) en octubre de 1.933.

En agosto de 1.934 no podemos regirnos bajo los parámetros de la CdW, sino bajo los parámetros del Régimen de Hitler, que no vació de contenido, sino que por el contrario, derogó la Constitución. Como bien dijo José Luis en otro “Tópic”, relativo a la CdW, de poco sirven las reglas del juego, si nadie las utiliza. Y como muestra baste un ejemplo, ¿quién nombra y ante quién jura su cargo como ministro del Ejército el General Blomberg? ¿ante y por el Presidente del Reich, tal y como prescribe la Constitución?.

En relación con el juramento de fidelidad a la persona del Führer por parte de los miembros de la Wehrmacht, pienso que más que ir dirigido a las altas esferas del ejército, no era sino otro reflejo del Concepto del Estado que tenían los nacionalsocialistas. El “Führerstaat” necesitaba de este y otros muchos “golpes de efecto” similares para mantenerse. El Führer era omnipresente en todas las esferas de la vida alemana. Se vivía y trabajaba en la línea del Führer.

Tienes razón estimado José Luis, cuando dices que no debo (ni debemos) engañarnos con esa cortina de humo con que algunos historiadores nos han pretendido distorsionar la realidad, al igual que con la idea de la “puñalada en la espalda” o el “triunfo de la voluntad”. En lo que al juramento de fidelidad al Führer se refiere, insisto, pienso iba más dirigido hacia la opinión pública al objeto de reforzar con ello, la idea de ese Führer omnipresente y omnipotente, que hacia la necesidad de someter a la oficialidad y altas jerarquías del Ejército. Para ello bien se ocuparon de tejer otras telas de araña que bien conoces.

Gracias a todos y vuelvo a pedir disculpas por no haber sido más sistemático, en este comentario.

Saludos .
"Si vas a Esparta caminante, diles que cumpliendo la Ley, hemos caído"

"Austria es sin duda el pueblo más inteligente de toda Europa; nos hizo creer que Mozart era austríaco y Hitler alemán "(En algún sitio escuché esto)

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José Luis
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Mensaje por José Luis » Lun May 14, 2007 11:29 pm

¡Hola a todos!

Estaba buscando un texto de Guderian que había leído por alguna parte, y que entre tanto salto de lectura de aquí para allá mi memoria a veces se resiente, y por fin lo he encontrado. Es muy esclarecedor (aunque no representa en absoluto el sentir mayoritario de los oficiales del Estado Mayor General del Heer) respecto a la verdadera utilización que muchos altos oficiales hicieron del "juramento de lealtad" durante la guerra y la indecente justificación (el cobarde refugio) a la que recurrieron después de la guerra para intentar zafarse de sus verdaderas responsabilidades.

Después de que Schmundt, el ayudante de la Wehrmacht de Hitler y jefe del personal del ejército, redactase la famosa Treuegelöbris (la renovación de la declaración de lealtad a Hitler) que juraron todos los mariscales alemanes del Frente Oriental a Hitler, digo que después, tras el atentado y golpe de estado fallidos del 20 de julio de 1944, Guderian, entonces jefe del EMG alemán, distribuyó una circular a las tropas cuyo texto contenía “las expresiones más obscenas jamás usadas por un jefe del Generalstab alemán.” (1) Decía:

[Los líderes del comité (2) son emigrados judíos y comunistas como Wolf, Weinert, Pieck y Hörnle. Todos ellos son unos canallas (Schweinehunde). Se les ha unido el antiguo general alemán von Seydlitz, que desertó cobardemente después de Stalingrado, y se pasó a los bolcheviques. Los otros miembros del comité son un puñado de desertores. Algunos prisioneros de guerra han sido convertidos por la propaganda soviética. El comité no es más que un montón de traidores que no valen nada….Hombres como Stauffenberg han salido del NKFD. No hay lugar para traidores y desertores en la Wehrmacht, ningún soldado de honor les prestará oídos. Pertenecen a la horca y serán colgados como todos los cómplices en la conspiración contra nuestro Führer. Nosotros permanecemos leales a nuestro juramento y continuaremos combatiendo por nuestro Führer, nuestro pueblo y nuestra patria.” (3)

Creo que sobran los comentarios.

(1) Marcel Stein, Field Marshal von Manstein, The Janus Head. A Portrait (Helion & Company, 2007), p. 136

(2) Se refiere al comité formado en la URRSS por los comunistas alemanes emigrados tras el ascenso de Hitler al poder en Alemania.

(3) Stein, 137

Saludos cordiales
José Luis
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

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