El Nacional-Socialismo según los nacional - socialistas

Partidos políticos, actuaciones gubernamentales

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Mensaje por Blue_Max » Mar May 01, 2007 6:07 pm

LA TEORIA DEL ESTADO NACIONAL-SOCIALISTA (Führerstaat)
(Según el Pr. Dr. Otto Koellreutter. “Grundriss der Allgemeinen Staatslehre”. Tübingen, J. C. B. Mohr, 1.933) (1)


Bibliografía y obra: http://haweb1.bibliothek.uni-halle.de:8 ... =134229223

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I. El Estado Nacional – Socialista.-

El profesor Koellreutter expone sus tesis sobre el Estado Nacional – Socialista (E N-S) que se resume básicamente en los siguientes seis puntos:

1).- La naturaleza del Führerstaat.-
El Estado N-S viene condicionado en su forma política por los condicionantes de raza y territorio del pueblo, así como por la naturaleza del espíritu del pueblo (2). Así, si lo comparamos con el Fascismo (italiano), siendo ésta una doctrina construida sobre la base del pueblo italiano, mezclado racial y culturalmente, y unido sobre todo en torno a su gran tradición histórica, se subraya el valor propio del Estado, mientras que el Estado N-S el valor supremo se encuentra en el pueblo y en la nación entendidas como meras dimensiones políticas.

Así las cosas, en el Estado N-S la configuración propia del ordenamiento jurídico (el Derecho) juega un papel mucho más importante que en el Fascismo. Pero por el contrario, las ideas políticas básicas del Führerstaat en el Fascismo y en el N-S son las mismas.

Siguiendo su obra, para Koellreutter el Führer representa el valor político dentro del Estado, sobre la base de considerar válido y vigente en el sistema del Führerstaat el reconocimiento del principio fundamental de la dirección responsable. La esencia de la genuina dirección está en que puede llevar a buen término una política conducente a la unidad, a la formación y organización de una comunidad. El Führer sabe tomar y elevar las fuerzas políticas de la comunidad. “El principio fundamental de la construcción de nuestra constitución –dice el propio Hitler- ha de ser: autoridad del Führer hacia abajo y responsabilidad hacia arriba”. Con ello es con lo que se alcanza la verdadera unidad entre el pueblo y el Estado, que corresponde necesariamente a la naturaleza de un verdadero Estado Autoritario (“autoritäre Staat”)

2).- El Führerstaat, tiene que adoptar necesariamente una postura antiliberal. Dicho en palabras de Hitler y que Koellreutter recoge: “Una filosofía de la vida y de la historia, rechazando la idea democrática de masas se preocupa de proporcionar unas tareas del Estado a la parte mejor del pueblo, es decir, a los hombres más elevados (…) es el principio aristocrático, asegurando a las mejores cabezas la dirección política y la mayor influencia dentro del pueblo. Esta filosofía no se basa en la idea de la mayoría sino en la idea de la personalidad”. “La mejor forma de Estado y la mejor Constitución es aquélla que aporta de forma natural las mejores cabezas de la comunidad de un pueblo y las destina a ejercer un papel de dirigente y a ejercer su influencia directiva”

3).- El nacimiento del Führerstaat como Estado de partido único.- El Estado de partido único, dice Koellreutter, s la superación del sistema de Estado partitocrático. Para ello es necesario que un movimiento político consiga el poder y, mediante él, la posibilidad de separar de la vida política a los demás partidos, desarrollando a partir de ese momento el principio básico de unidad en la vida política. Esta ruptura del sistema político se produce en primer lugar en Rusia durante la Primera Guerra Mundial con el establecimiento del poder bolchevique, después en Italia con la toma del poder por B. Mussolini y más tarde en Alemania con la victoria de la revolución nacional – socialista (en palabras del autor).

En lo que a Alemania se refiere, tras la llegada de A. Hitler al poder, se prohíbe el Partido Comunista en marzo de 1.933 y poco más tarde correrá la misma suerte el Partido Social – Demócrata, mientras los demás partidos de la esfera política alemana se autodisuelven. Así vemos como la Ley contra la nueva formación de partidos de 14 de julio de 1.933 confirma esa evolución. El artículo 1º de esta norma proclama que “en Alemania existe como único partido el NSDAP". Con ello, entiende Koellreutter que el término “Partido”, adquiere un significado diferente, se conceptualiza en el seno del Estado. El partido del “Estado de partido único” ya no es un partido político en el sentido literal que necesita complementarse con la existencia de otros partidos, en cuanto que todos ellos, son paars (parte). Por ello digo que el concepto evoluciona de lo etimológico hacia lo conceptual.

El Partido significa ahora “movimiento”, “élite política” y bajo la dirección del Führer tiene la responsabilidad de la formación política del pueblo. Tiene la necesidad y obligación de configurar el carácter como animal político (“zoon politikon”) por naturaleza, adecuado ahora al espíritu del pueblo.

En todos los Estados actuales de un solo partido, surge un modelo de hombre político cuya representación más genuina suele ser la joven generación. “El partido dentro del sistema de Estado de Partido Único recibe la característica de cuerpo disciplinario, castrense. De acuerdo con la doctrina nacionalsocialista, el Führer encarna a la Nación y así es reconocido oficialmente en la Constitución”

En un Estado de Partido Único, el Führer es al mismo tiempo la representación política de la Nación. También vemos una tendencia propia de los sistemas de partido único cual es la de insertar en el Estado a los órganos del Partido, convirtiéndolos en órganos del Estado. Koellreutter en la obra citada pone como ejemplo el caso del Gran Consejo Fascista italiano. Y como manifestación práctica de esta teoría, me remito al acuerdo del Consejo de Ministros del Reich de 29 de junio de 1.933 por el que el Lugarteniente del NSDAP participaría en el futuro en las reuniones del Consejo de Ministros. En idéntica línea otra Ley, en este caso de 28 de abril de 1.933 relativa al poder disciplinario de los miembros de la SS y SA, donde se habla del “Caudillo del Reich, como Jefe Supremo de las SA”.

4).- Constitución del Führerstaat.- Siguiendo el planteamiento doctrinal del Führerstaat de Koellreutter, lo que a estructura de Gobierno y Estado se refiere tiene un carácter secundario. El propio Hitler así lo expresa: “Nuestro movimiento no contempla su cometido en el restablecimiento de una forma determinada de Estado ni la lucha contra cualquier otra, sino en la creación de aquéllos pilares básicos sin los cuales a la larga no puede subsistir ni la República ni la Monarquía. Su misión no radica en fundar una monarquía o reforzar un sistema republicano, sino en crear un Estado Germánico. La cuestión de su figura externa, es decir, la coronación del edificio, no es de importancia básica, sino que vendrá condicionada por necesidades prácticas. En un pueblo que ya ha comprendido cuáles son los grandes problemas de su existencia, las cuestiones de forma o formalidades externas ya no le llevarán a luchas internas (…) La organización es por ello nada más que un mal necesario. En el mejor de los casos es un medio para un fin, y en el peor de los casos, un fin en si mismo (…)”

Por lo tanto y a la vista de las propias palabras de Hitler, un Führerstaat autoritario no encuentra su esencia en el establecimiento de una autocracia. Su objetivo no es otro que el mantenimiento de la existencia del “Estado Radical” (“rassischen") así como su composición orgánica y su evolución política.

Es por todo ello, dice el autor, que el actual Führerstaat atribuye una gran importancia a la idea de los estamentos profesionales, a fin de poder utilizar las fuerzas económicas y sociales en beneficio del pueblo y también del Estado y muy especialmente de la creación de un funcionariado imbuido de un fuerte sentido de la responsabilidad.

5).- El punto esencial en la unión Pueblo Estado dentro del sistema descrito por Koellreutter, tiene sus miras puestas en la idea de una voluntad de defensa, que ha de hacerse realidad no sólo mediante la creación y rearme de la Wehrmacht, sino a través del nuevo estilo de disciplina nacional – socialista, conforme a la cual todo ciudadano alemán, es un soldado político. El espíritu castrense es por tanto uno de los pilares en el modelo de Estado.

6.-) El Estado y la importancia política de la raza.- Koellreutter al poner en relación el sistema de Estado y la raza acuña un nuevo término: “El Estado nacional de Derecho constituido como ordenamiento jurídico de la sociedad y sobre la base de un pueblo cuya existencia se fundamenta en la raza y en la salud corporal de sus miembros, representando la fuerza motriz de su evolución cultural y política”. El propio autor cita, en este punto al propio Hitler de nuevo: "El fin del Estado radica en el mantenimiento y promoción de una comunidad física y espiritualmente (…) nosotros como arios no planteamos como Estado sólo la organización viva de un pueblo que no sólo asegura su mantenimiento, sino que mediante el último desarrollo de sus capacidades espirituales o ideales, lo lleva a la más alta libertad”.

(...)

_________________________________________________
(1) Otto Koellreutter (1883 – 1972), Profesor de Derecho Político en las Universidades de Friburgo (1.918), Halle (1.919), Jena (1.921) y Munich (desde 1.933). Ya desde el RdW, se constituyó en uno de los enemigos más tenaces de Carl Schmitt (véase la tesis citada por el forista “José Luis” en el Tópic “Constitución de Weimar”: http://www.tesisenxarxa.net/TESIS_UB/AV ... _TESIS.pdf ). Eminentemente crítico con el sistema democrático de la CdW siempre abogó a favor de la necesidad de otorgar los mayores poderes al Presidente del Reich, convirtiéndose posteriormente y durante el N-S en uno de sus más férreos defensores doctrinales. Una pequeña biografía de O. Koellreutter en: http://de.wikipedia.org/wiki/Otto_Koellreutter.

(2) Koellreutter no habla en su obra de “Estado nacional – socialista”, sino de una nueva forma de Estado: El Führerstaat (o Estado – caudillo) que deriva de la doctrina nacional – socialista. Podríamos traducirlo igualmente por “Estado acaudillado” pero personalmente creo que es mejor trabajar con el nombre original, en parte porque el propio autor al hacer cristalizar este concepto pretende referirse a un tipo de Estado válido para otros regímenes como el Fascista. Tampoco creo prudente traducirlo como “Estado autoritario”, como algunos han venido haciendo a lo largo de los años por cuanto que siendo este un análisis sobre la obra de Koellreutter, él mismo cuando quiere referirse a “Estado autoritario” utiliza el término “autoritäre Staat”.
"Si vas a Esparta caminante, diles que cumpliendo la Ley, hemos caído"

"Austria es sin duda el pueblo más inteligente de toda Europa; nos hizo creer que Mozart era austríaco y Hitler alemán "(En algún sitio escuché esto)

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Mensaje por Blue_Max » Lun Jun 04, 2007 4:59 pm

7.-) Medidas políticas para la protección de la raza.- El Estado, considera el autor, debe adoptar medidas jurídicas tendentes a asegurar la continuidad de la raza de su pueblo y mantener así las fuerzas más valiosas del mismo, garantizando su transmisión, fomentando a este respecto una vida y una educación sana también a nivel individual. La continuidad de un pueblo, dice Koellreutter, ha de ser protegido expresamente por la legislación que impida la intromisión de elementos raciales extraños. Esta es la filosofía que ha de inspirar y por ello, modificar la legislación matrimonial, penal, civil y el derecho de sucesiones (herencia).

Koellreutter aboga por la adopción de medidas que regulen la emigración, por se a su juicio necesario para el debido mantenimiento de una composición racial sana del pueblo. Para ello es curioso que se apoya y cita como modélica la legislación de los Estados Unidos y de las entonces colonias británicas: “a este respecto hay que registrar interesantes resultados especialmente en la legislación de Estados Unidos y de los dominios británicos”

Sobra cualquier comentario al respecto de esta cita que hace el autor. Pese a ello diré, por cuanto que me siento obligado a ser fiel a las fuentes que a renglón seguido cita la Ley norteamericana de 1.879 por la que se restringe la emigración, muy especialmente la emigración China, y después de la Primera Guerra Mundial las medidas legales adoptadas contra la emigración de personas con enfermedades o taras fisiológicas. A ello añade las reducidas cuotas o cupos de emigración por países y razas, establecidas por la ley de emigración de 1.921 “ a fin de preservar o mantener la hegemonía de la población originaria anglosajona” (3) Según esta ley, a cada país europeo se le asignaba una cuota de emigración igual al 3% de la población ya existente en Estados Unidos procedente de aquél país, tomándose como base las cifras de la población del año 1.910.

Por otra parte, mencionar que dentro de la política de mantenimiento de un cuerpo nacional “sano”, Koellreutter elogia las medidas legislativas adoptadas por el Régimen para la prevención de descendencia con taras hereditarias, en particular, la famosa y conocida Ley de 14 de julio de 1.933, respecto a la esterilización y aborto “voluntarios”.


8.-) La autoridad del Estado.- La base de todo Estado es su carácter popular. En la unidad de pueblo y territorio (espacio), del espíritu del pueblo (volkgeist) se desarrolla la voluntad del pueblo a través del cual un pueblo, constituido en Estado, se transforma políticamente en nación. Esta es la idea de comunidad, la idea del “nosotros” como titularidad de un pueblo que en último lugar es la fuerza política.

Esta unión espiritual del pueblo con el Estado como un todo, es la esencia de la autoridad del Estado. Sin esta idea de comunidad, entiende, no existe la autoridad, ni tampoco realmente el Estado. Koellreutter critica la teoría del Estado de H. Kelsen a la que califica de “liberal radical” y que representa una “Teoría del Estado sin Estado”, ya que en ella no hay sitio para el pueblo ni para la nación, que son los elementos fundamentales de toda entidad política.

La autoridad estatal de lo que denomina “Estado Popular” está armonizada con una ética comunitaria determinada, es decir, la idea de totalidad de pueblo y de Estado. El convencimiento y la confianza de un pueblo es lo que en realidad justifica las funciones del Estado, tal como se refleja en el poder político. Un pueblo “sano” confirma así tanto el comportamiento de los compatriotas como el de su dirección en la realización de la idea comunitaria. Lo “injusto” en el sentido de una ética política, es cuando el ciudadano valora más su propia libertad que el ejercicio de su comportamiento político hacia el pueblo. Lo “injusto” (“Unrecht”) en este sentido también será propio de un Gobierno que sin la menor consideración hacia la naturaleza de la autoridad estatal trate de aplicar un poder (la fuerza bruta) contra el sano sentimiento jurídico y estatal del pueblo en beneficio de intereses extraños.

Expresándose en palabras de Hitler, Koellreutter añade: “La aptitud del Estado no descansa sobre la palabrería parlamentaria (…) sino en la confianza general otorgada por una comunidad. Sin embargo, esta confianza es sólo el resultado de un convencimiento interior inquebrantable; de la entrega desinteresada y de la fe del gobierno y de la administración de una nación, así como la conciencia (sintonización) del espíritu de las leyes con el sentimiento del pueblo (del planteamiento moral general: “Moralanschauung”) ya que a la larga, los sistemas de gobierno no pueden mantenerse por presión del poder, sino por la fe de su bondad y en la veracidad en la representación y promoción de los intereses de un pueblo”

Si para la autoridad del Estado es esencial la idea de vinculación a la comunidad de un pueblo, en Estados populares y autoritarios ("Autoritäre Volksstaate"), también es necesario el sentimiento por el valor y el honor de un pueblo, como expresión del respeto por las leyes de su comunidad y su defensa contra ataques externos. El sentimiento por la vinculación entre pueblo y nación, unido al sentimiento por la unión del pueblo y la nación, forman las bases éticas de la autoridad del Estado. En este marco debe y puede desarrollar el individuo su personalidad. La autoridad está necesariamente unidad a la libertad y al Estado. En esta unión de autoridad y “verdadera libertad” queda enraizada la idea de Estado como planteamiento del valor de una forma política concreta de la vida.

La fe en el Estado, tal como se expresa en una idea de Estado, está siempre unida al sentimiento de la vinculación responsable del “nosotros” del pueblo en el que sólo puede realizar y garantizar la libertad del individuo. El polo opuesto a la esencia de la autoridad del Estado, sigue diciendo Koellreutter, sería entonces, el concepto de libertad política cuyas dimensiones y límites fuese fijado por el propio individuo. La tarea fundamental de un pueblo que quiere ser un creador, consiste en seguir una verdadera dirección autoritaria, orientando así toda la existencia vital del pueblo.

9.-) El Estado “total” y el Estado “autoritario”.- Para Koellreutter, Estado Total es aquel que coloca en primer plano su posición de poder (“Matchposition”); poder y competencias que no se detienen ante ninguna esfera individual. Ya que éste regula TODO desde el poder político, conseguir la totalidad política será para el Estado no sólo un medio necesario para conseguir un fin, sino un fin en sí mismo. Por tanto, la esencia del Estado autoritario radica en la existencia de una autoridad del Estado basada en la propia confianza del pueblo. En la práctica puede coincidir con el Estado Liberal que es simplemente un “Estado Total” (“totales Staat”). La esencia del Estado nacional de Derecho, radica en su naturaleza como Führerstaat autoritario.

10.-) El titular de la autoridad del Estado.- En el desarrollo de su tesis, Koellreutter sostiene que el titular de la autoridad del Estado, debe encarnar en su persona el espíritu del pueblo, y la voluntad popular. En la Jefatura del Estado y en todo tiempo ha jugado un papel importante la “raza”. Así, el autor, pone como ejemplo la figura del Mariscal Hindenburg a quien el pueblo alemán consideró siempre (según sus palabras) como la verdadera representación del soldado alemán. “Por lo tanto, sería imposible un Presidente del Reich que fuese judío, en tanto esté vivo todavía el sentimiento de la naturaleza del pueblo y de la autoridad del Estado”.

La autoridad no se puede crear ni se puede establecer por decreto. Es algo propio. La autoridad personal exige por parte del pueblo la confianza en la capacidad personal del titular de la misma. La existencia de una autoridad personal surge sólo de una verdadera ideología. Sin embargo, el signo inequívoco de todo auténtico “caudillaje” es cuando la voluntad del caudillo (Führer) se ha convertido en la expresión natural de la voluntad del pueblo. Lo interesante del caso en la exposición de la tesis de Koellreutter sobre el “caudillaje” es el carácter providencial que le otorga y que nos recuerda los planteamientos ya vistos anteriormente de Hans Frank: “Por lo tanto siempre significa un acto de la GRACIA cuando a un pueblo se le otorga un Caudillo (4) capaz de representar la naturaleza del pueblo y de su Estado. Solo entonces quedan realmente aseguradas las bases de la esencia del Estado”.

Es curioso observar cómo constituye una característica esencial, tanto en el pensamiento de Koellreutter como en el de H. Frank, la elaboración de sus teorías desde un planteamiento político-jurídico pagano, en base al concepto de raza, germanismo, etc. Y es al final, cuando ya no quedan más argumentos y se han agotado todas las fuentes que les ofrece “Mi Lucha”, cuando añaden el concepto de Dios; de derecho divino, en un último esfuerzo legitimador que remate el edificio construido.

11.-) Diferencia entre “poder” y “autoridad”.- Por último, el mantenimiento simple del poder en un Estado es una cuestión de la fuerza del aparato externo del poder del Estado, para Koellreutter. Pero la autoridad no varía con el titular del poder. Sólo muy lentamente puede ir desapareciendo y perdiéndose cuando los vínculos recíprocos entre el titular de la autoridad, el Führer y el pueblo se han relajado en extremo. Cuando sucede tal cosa, es cuando se tiene lugar la verdadera crisis política, sentencia Koellreutter.


**********

Con estas breves notas, no que pretendido otra cosa que aproximar al lector a la mentalidad de quienes de aquéllos que de una manera u otra sostuvieron el aspecto jurídico formal del Estado Nacional Socialista. No es más que un ejemplo, de entre otros muchos, pero considero que son los más significativos; sin duda alguna Hans Frank y O. Koellreutter (este último menos conocido por la gran mayoría), construyeron una teoría filosófica, jurídica y por supuesto política con la que pretendían otorgar una cierta carta de naturaleza y legitimidad a los inconexos, delirantes y carentes de toda sistemática postulados plasmados por A. Hitler en "Mi Lucha".

Dejo a propósito cualquier cita al respecto de otro de los juristas que intervinieron en este proceso: CARL SCHMITT. Y ello por una razón principal, ya que, pese a no ser éste, a mi juicio, un autor nacional-socialista, como los analizados anteriormente, sino que no deja de ser un verdadero tratadista de derecho político con una capacidad y calidad muy superior a Koellreutter y Frank, sin lugar a duda, se alineó a favor del régimen NS, hecho éste que pagó posteriormente muy caro, al ser expulsado de la Asociación de Profesores de Derecho Político alemana. Pese a ello, ejerció durante el régimen una notable crítica intelectual contra el mismo, y fruto de ello son los duros enfrentamientos doctrinales que le oponen a Koellreuter.


Un saludo a todos y muchas gracias.

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(3) “Originaria” no sería ciertamente la palabra correcta, pero es la que emplea Koellreutter. En realidad la población originaria en las colonias británicas de América eran los indios. No obstante lo anterior, y a mi juicio, lo que debe tenerse en cuenta no es el aparente o formal paralelismo entre ambas legislaciones, o que Koellreutter pretenda justificar (a que yo añadiría “excusatio non petita, culpa manifesta est”) la “necesaria” legislación racista alemana, en la legislación británica o norteamericana, cuando una y otra persiguen fines, atendiendo a su “ratio legis” completamente diferentes.

(4) “Deshalb bedeutet es immer einen Akt der Gnade, wenn eniem Volk ein Führer geschenkt wird…”
"Si vas a Esparta caminante, diles que cumpliendo la Ley, hemos caído"

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