La economía de guerra italiana 1940-43

Historia económica

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Rubén. » Mié Feb 16, 2011 2:17 am

No es que tuvieran el corazón en ello. Es que se les había prometido que la guerra sería de unas semanas. Mussolini así lo pensaba. En ningún momento supo la intención del Führer de alargar la paz.

El mayor error de Mussolini fue no conocer a su aliado, en este caso a Hitler.

Cuando Alemania estaba a punto de perder la guerra, decenas de países neutrales comenzaron a delcarle hostilidades para aprovechar la situación. Italia en 1940 hizo lo mismo, pero nunca pensó que el ganador tuviese tanta hambre.

Rubén el Stuka.

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La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Schwerpunkt » Vie May 06, 2011 12:29 am

Curiosamente Alemania consiguió mas réditos económicos de la derrota italiana que durante el período en que fue aliada de la Italia fascista. Sin pretender empequeñecer la peor situación militar, estratégica alemana como resultas del desembarco aliado en Italia en 1943, los alemanes se encontraron que por un lado podían sacar una serie de beneficios económicos de la parte de Italia que ocupaban y que por otro tenían unas servidumbres económicas menores.

Veamos el porqué... La industria italiana se encontraba abrumadoramente concentrada en el norte de Italia, zona que hasta abril de 1945 estaría en poder de los alemanes, mientras que la parte sur de la bota italiana apenas contaba con industria digna de tal nombre. Por si fuera poco los alemanes se apoderaron de una gigantesca cantidad de material militar, pertrechos, suministros y materias primas acumuladas por las industrias italianas. Se hizo acopio de una gigantesca cantidad de piezas de artillería, vehículos, munición, aviones y pertrechos que ayudarían a equipar a las tropas alemanas ya fuera en labores de ocupación en los Balcanes o a equipar la Muralla del Atlántico y las defensas del Mediterráneo.

Pero además para propia sorpresa de los alemanes encargados de la incautación de bienes útiles para el esfuerzo bélico, se encontraron cantidades ingentes de materias primas o bienes semielaborados acumulados pero no utilizados, durante el período bélico de la Italia fascista. Nada evidencia mas el descontrol y la laxa planificación que el encontrar vastos inventarios de metales, productos semielaborados, etc. Así por ejemplo aunque la producción de acero disminuyó en el otoño de 1943 debido al caos producido por la ocupación alemana y la falta de suministro adecuado de carbón alemán, se evidenció que se podía compensar con los stocks de hierro y acero encontrados y acumulados. Nada prueba mas el desbarajuste de la producción bélica de la Italia de 1940-1943 que la producción de muebles, bien eminentemente de consumo y que en prácticamente todos los países en guerra cayó a una mera fracción de preguerra. Pues bien, en la Italia de 1939 la fabricación de muebles se cifraba en 5.837 mill. de liras mientras que en 1942 cuando el país llevaba dos años de guerra sólo había disminuído a 5.282 mill. de liras, o sea un mísero descenso del 10% cuando en otros países cayó en el mismo período alrededor del 80%.

El otro hecho es que Alemania quedó liberada de la servidumbre de aprovisionar a la marina, fuerzas aéreas y mecanizadas italianas del escaso combustible disponible en la Europa ocupada. Y por si fuera poco se podía echar mano de la abundante planta industrial en el norte de Italia para fabricar municiones, cartuchos, vehículos y piezas de artillería para las fuerzas del Reich. Aunque no fueran muy abundantes la parte de la Italia ocupada tenía yacimientos de zinc, aluminio, mercurio, cobre y algo de manganeso, metales valiosos para la industria de guerra. Además se realizaron unas exportaciones de cereales, patatas, vino, verduras y frutas que aunque en un volumen no grande contribuyeron a paliar la situación alimenticia de Alemania. Así por ejemplo se exportaron en los últimos tres meses de 1943 41.500 t de arroz. Incluso en los últimos tres meses de 1944 cuando la situación crítica de los transportes por efecto de la ofensiva aérea aliada casi había desbaratado el intercambio económico se lograron transportar 82.500 t de productos alimenticios al Reich.

Y finalmente estaba la aportación de mano de obra italiana a un Reich desesperadamante escaso de esta última: ya fueran prisioneros de guerra trabajando en régimen de esclavitud, trabajadores deportados o contratados en terribles condiciones, los italianos contabilizaban el último año de la guerra entre 600.000 y 1.000.000 de trabajadores trabajando de manera directa o indirecta para las industrias bélicas alemanas.

Fuente:
Timothy Saxon: A hidden Treasure: The Italian´s war economy contribution to the German war effort 1943-1945. Artículo de la Liberty University 2004.

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Schwerpunkt » Dom May 29, 2011 12:21 am

Mac_aco escribió:Buenas, solo un dato anecdotico, extraido de la obra "Por qué ganaron los aliados" de R.Overy (capítulo 6, "Genio para la producción en serie. Economías en guerra"):

"Durante la guerra, sólo compañia Ford produjo mas material para el ejército que toda Italia"
Desde luego las cifras de Ford son apabullantes... Durante la II Guerra Mundial esta corporación fabricó 277.989 jeeps, 93.217 camiones, 2.718 tanques, 8.685 bombarderos, 12.500 vehículos blindados, 26.954 motores de carros de combate y la friolera de 57.851 motores de aviación. Por su parte Italia tan sólo fabricó 2.800 tanques, 7.000 aviones de combate, 46.600 vehículos ligeros y 90.000 vehículos pesados. No sólo en cantidad sino en calidad e incluso en peso absoluto de los componentes gana la Ford por goleada al desastroso resultado de la economía bélica fascista (*)

(*) Fuente: A. Nevins, F. E. Hill: Ford: Decline and rebirth (1933-1961) New York 1962 citado por Richard Overy en Why the Allies Won (p. 432)

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Sacrilegum » Jue Jun 02, 2011 11:56 am

En mi primer mensaje en este foro, simplemente quería decir: sublime, Schwerpunkt.

A mí me apasiona la IIGM, pero no en el plano táctico sino estratégico. Naturalmente, la economía es la clave en un planteamiento estratégico, el cual determinará los componentes tácticos y logísticos, amén de otros tantísimos aspectos. Menos mal que hay personas como tú -y otros foreros, como José Luis y otros nombres que no puedo recordar ahora- que le dáis la importancia debida y... lo materializáis en unos maravillosos análisis, tras una excelente labor de documentación. ¿Sois historiadores, por un casual?

Muchas gracias por enseñarme y hacerme disfrutar de mi tiempo libre y uno de mis pasatiempos.

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La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Schwerpunkt » Vie Jun 03, 2011 9:42 am

Gracias amigo Sacrilegum aunque no merezco tan encendidas alabanzas... :oops:

No, no soy historiador, simplemente un aficionado a la historia en general y a la de la Segunda Guerra Mundial en particular.

Yo tambien tengo un interés particular por la historia económica que es en cierta medida un poco "olvidada" en la historiografía de este gigantesco conflicto bélico. No es que no haya sido estudiada, ni mucho menos, pero simplemente comparando el volumen de publicaciones y estudios sobre determinadas armas o campañas militares y comparandolo con el de historia económica se podrá entender lo que quiero decir.

Volviendo al tema que nos ocupa, el páuperrimo desempeño de la economía bélica italiana tuvo mucho que ver con la incompetencia de sus líderes. Aunque Italia era una potencia industrial relativamente menor -la sexta o séptima del mundo en su tiempo- podría haber producido mas y mejor. Es cierto que estaba atenazada por limitaciones de materias primas a un nivel mayor que Alemania o Japón y sin embargo con ser este un factor indudablemente limitativo no fue el fundamental. El hallazgo de stocks de materias primas y bienes semielaborados por parte de los alemanes en el otoño de 1943 apunta en esta dirección.

Fue sobre todo una falta de comprensión del mundo de la gestión y organización industrial. Los líderes fascistas con Mussolini a la cabeza demostraron una ignorancia abismal. Fracasaron a la hora de instrumentar un control centralizado tipo Alemania o la URSS y además fueron incapaces de descentralizar la política económica al estilo de EE.UU. fracasando en trasladar las necesidades bélicas al mundo industrial. En realidad y al margen de rimbombantes declaraciones y de una burocracia completamente incompetente, la Italia de Mussolini produjo menos armamento bélico del que había fabricado en la I Guerra Mundial y en general de menor calidad.

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Sacrilegum » Vie Jun 03, 2011 9:13 pm

¿Que no las merecéis tú y José Luis, por ejemplo? ¿Quién iba a deleitar a muchos aficionados con esos análisis? ¿Un ente divino? Al César lo que es del César.

En cuanto al tema que concierne a este hilo -la economía italiana en la IIGM-, poco se puede añadir. Creo que es bastante aclaratorio un dato: una empresa armamentística norteamericana produjo más que el cómputo de todas las empresas armamentísticas italianas. ¿Cómo afrontarlo? Era imposible.

Si se me permite una sugerencia, Schwerpunkt, quizás en otro topic podrías analizar qué intereses económicos tenían los Estados Unidos para entrar en guerra. O quizás recomendarme algo de bibliografía. Obviamente, siempre se ha comentado la deuda existente por parte de ciertos países tras la IGM, pero la documentación que vosotros tocáis yo soy incapaz de hallarla. Si no, tras haber leído el tema de la hipotética invasión a Suiza, saber qué grado de relevancia y qué formas tenía la banca suiza antes y durante el conflicto.

Gracias ;-)

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Rubén. » Sab Oct 22, 2011 2:41 am

Mirando un libro antiguo de la IIGM (Crónica Política y Militar de la Segunda Guerra Mundial. La guerra está lejos para una Italia no beligerante, S.A.R.P.E. (1978), p.81-83, he sacado algunos datos económicos de Italia entre el período que va desde la invasión de Polonia a la entrada en guerra de Mussolini.

Entre las medidas estuvieron las siguientes:
-En Octubre de 1939 se hacen los primeros "huertos de guerra".
-12 de Octubre de 1939: Se entrega a cada hogar cédulas de registro, precedente de las futuras cartillas de racionamiento.
-9 de Noviembre de 1939: Las escuelas solicitan a los alumnos un mínimo de chatarra que traigan desde casa para el arma de guerra.
-Otoño de 1939: Numerosos automóviles son sustituidos por bicicletas, calesas y hasta caballos. Funcionarios fascistas se suman a la medida.
-Invierno de 1919-1940: Reducción de horas de la calefacción respecto a la escasez de carbón.
-Inicios de 1940: Muchos automóviles para ahorrar empiezan a funcionar con fuel-oil, carbón o bombonas de metano sobre el techo.

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Tomas Mark Garden » Mar Feb 21, 2012 4:13 am

Luego de leer esta obra fúnebre, veo que después de todo la democracia representativa no suena tan mal cuando este tipo de gente gobierna al país.

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Bagatela » Jue Oct 30, 2014 12:36 am

Muy elocuente la alusión a la Ford en cuanto a la producción de vehículos poniendo en el otro platillo la propia italiana. Pero me intriga, ¿que porcentaje correspondía a la Ford del total norteamericano?

El meollo que me trae, y que quizá alguien pudiera extender tomando pie en algún tomo de su biblioteca -yo no puedo esgrimir ninguna firma que me avale-: desde hace un tiempo me lleva rondando la idea de que en las fuerzas sociales que auparon a la camarilla mussoniliana y sus perros de presa en el 22, está la clave de la proverbial ineficiencia industrial demostrada en los años de la guerra.
Otro mojón, creo que ilustrativo y a tener en cuenta para este particular es el propio final del régimen, resuelto con una burocrática destitución por parte del GCF de una figura, al menos vista sobre el balcón del Palazzo Venezia, omnipotente.

Leo de Curzio Malaparte, que alboreando el nuevo régimen, en vísperas de la marcha sobre Roma, las escuadras fascistas se movían, nos hace deducir, privilegiadamente motorizadas:

Para acabar con huelgas revolucionarias y con los levantamientos de obreros y campesinos, que eran cada vez más frecuentes y que adquirían una extensión y una gravedad crecientes, hasta el punto de paralizar regiones enteras, los fascistas adoptaron la táctica de la ocupación sistemática de las regiones amenazadas. Días tras día efectuaban concentraciones de camisas negras en los centros indicados conforme a un plan de movilización. Miles y miles de hombres armados, quince o veinte mil a veces, se desbordaban sobre una ciudad, sobre los campos, y los pueblos, transportados rápidamente por sus camiones de una provincia a otra. [...] A fines de 1921, esta táctica, aplicada de una manera sistemática en una escala cada vez mayor, había perniquebrado la organización política y sindical del proletariado. (1)

La cuestión es, ¿que forma tenía el capitalismo industrial itálico, exclusivamente norteño, que en el primer cuarto de siglo engrasaba la máquina fascista en su asalto al estado? ¿configuró los planes y políticas industriales del régimen o llego a ser ordenado por esfuerzos centralizadores? ¿Era genéticamente compatible con las ínfulas expansionistas del régimen, o por el contrario lo instrumentalizó, haciendo de Mussolini el "tonto útil"?


Un saludo, y, siendo mi primer mensaje en el foro, he de descubrirme ante hilos como este, y muchos otros, particularmente los de aquellos que volcáis textos inéditos al castellano.

--------

(1) Obras Completas de Curzio Malaparte. Plaza & Janés. 1960. El fragmento citado corresponde a "Técnica del Golpe de Estado". 117-118

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Schwerpunkt » Jue Nov 20, 2014 2:59 am

¡ Saludos a tod@s !
Bagatela escribió:La cuestión es, ¿que forma tenía el capitalismo industrial itálico, exclusivamente norteño, que en el primer cuarto de siglo engrasaba la máquina fascista en su asalto al estado? ¿configuró los planes y políticas industriales del régimen o llego a ser ordenado por esfuerzos centralizadores? ¿Era genéticamente compatible con las ínfulas expansionistas del régimen, o por el contrario lo instrumentalizó, haciendo de Mussolini el "tonto útil"?
La cuestión que planteas es muy compleja y probablemente requeriría un tomo entero y grueso el contestarla. Si me permites ser muy sucinto -y perdonarás lo simple de la respuesta en atención a lo breve- el capitalismo italiano que era fundamentalmente industrial en el norte de Italia, apoyó al fascismo como forma de defenderse de las convulsiones sociales tras la I Guerra Mundial. Ahora bien, estos intereses industriales aunque llegaran a tener una simbiosis de intereses con el fascismo ya sea en el rechazo a intereses industriales extranjeros, a la configuración de un oligopolio con el estado fascista y a la defensa de sus intereses frente al sindicalismo siguieron teniendo una estructura propia con relativas pocas injerencias estatales. En próximos posts pondré de relieve como estos intereses industriales lograron tener una agencia política propia gracias a la escasa implicación del estado fascista en la gestión industrial.

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por José Luis » Jue Nov 20, 2014 6:13 am

¡Hola a todos!

Al hilo de las dos últimas intervenciones, os recomiendo que leáis un artículo de Luciano Segreto, La industria del armamento y el desarrollo económico italiano (1861-1939). Revista de Historia Industrial, Nº 3 (1993): 65-90. Disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/arti ... go=2266850

Saludos cordiales
JL
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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Schwerpunkt » Lun Nov 24, 2014 12:35 am

¡ Saludos a tod@s !

Interesante el artículo posteado por Jose Luis. Quisiera hacer unos comentarios adicionales para explicar el escaso rendimiento de la industria y economía italiana.

Debilidades intrínsecas de la economía italiana
La Italia de 1938 era una potencia secundaria desde el punto de vista económico tanto en términos relativos como agregados. Su población tenía una renta per cápita mucho más baja que Alemania o el Reino Unido. Así por ejemplo la renta per cápita en 1938 era de $ 551 mientras que Alemania tenía $ 1.126 y Gran Bretaña $ 1.181. (1)

Era una sociedad que pese a los indudables avances económicos y sociales seguía teniendo una industria de carácter más bien artesanal y con una población que todavía en los años treinta tenía un 20% de analfabetismo. La baja renta disponible e industrialización aún débil provocaban que en 1939 el país sólo contara con 0.47 millones de vehículos a motor para una población de 44 millones mientras que Alemania contaba con 1.99 millones, Francia 2.25 millones y Gran Bretaña 2.42 millones de vehículos. Así pues había 11 vehículos por cada mil habitantes en Italia confrontados a los 25 de Alemania, 51 y 54 en Francia y Reino Unido respectivamente. Todos empequeñecían ante el grado de motorización de los EE.UU, 227 vehículos por mil habitantes. (2)

La dependencia de la economía italiana del exterior era casi total. Como hemos visto necesitaba unas 22 millones de t de importaciones anuales. De ellas unas 12 mill. eran de carbón, unas 3 mill. de t eran petróleo y el resto otras materias primas entre ellas caucho y todo tipo de metales ferrosos y no ferrosos. El 60% de estas importaciones pasaban a través de los estrechos de Suez y Gibraltar que los británicos controlaban.

La debilidad siderúrgica italiana era fundamentalmente el resultado de la falta casi total de los principales insumos, mineral de hierro y carbón. Prácticamente todo el que se consumía había que importarlo y debido a la nueva estrategia política de Mussolini ya no se podía importar carbón británico –más barato- sino que había que traerlo de Alemania. Esto tenía como consecuencia que el sistema ferroviario estuviera bastante sobrecargado con esta nueva misión y como colofón el acero conseguido era en términos de coste bastante más caro que el conseguido a precios de mercado. El acero italiano era entre un 35% y 300% más caro que el acero producido en EE.UU. o Reino Unido. Esto tenía su evidente contrapartida económica, era difícil aumentar el tamaño de la industria y ganar economías de escala.

Fuentes:
(1) B. R. Mitchell: European Historical Statistics, 1750-1975 (New York, 2nd rev. Ed. 1981) (pág. 164) Cifras medidas en dólares US de 1960.
(2) Mac Gregor Knox: Hitler´s Italian Allies: Royal Armed Forces, Fascist Regime, and the War of 1940-1943 (pág. 30) Cambridge University Press 2000.

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Schwerpunkt » Lun Dic 01, 2014 6:33 pm

Problemas de gestión y estrategia industrial
Además de la escasez de materias primas y el escaso gasto bélico el otro factor que limitó la producción fue la deficiente política económica. La política industrial del fascismo así como la política interna de las principales empresas industriales junto con una maraña administrativa ineficaz fue tremendamente perjudicial. No sólo la producción fue irrisoria sino que gran parte de los vehículos, aviones y armamento producido eran obsoletos o bien notoriamente inferior a los empleados por los aliados y alemanes. Las razones de esta desastrosa producción bélica no radica solamente en el pequeño tamaño de la industria italiana sino en problemas gravísimos de gestión y política industrial.

Estos problemas de estrategia y gestión industrial eran en gran medida el producto de la terrible mediocridad de los líderes fascistas, con Mussolini a la cabeza. Con contadísimas excepciones los líderes políticos y militares no tenían una comprensión cabal de las fuerzas económicas desatadas por la guerra, de la tremenda vulnerabilidad económica de la Italia fascista y de las limitaciones de la industria italiana. Peor aún, nadie parecía tener –ni siquiera los industriales de la época- la menor idea de lo que suponían las economías de escala, la producción en serie y la organización necesaria para desarrollar productos bélicos desde la mesa de diseño hasta la producción. La indiferencia, pasividad, venalidad y desorganización del laxo control de la industria bélica contrasta con el control efectuado durante la I Guerra Mundial, mucho más efectivo y ejecutivo donde las cifras de producción habían sido mayores.

Así por ejemplo desde el punto de vista organizativo no hubo nada parecido al todopoderoso Ministerio de Armamento y Municiones de 1915-1918 que ejerció un control directo en la industria y fuerza laboral. En lugar de eso un débil Comisariado General de Producción de Armamento imponía una serie de directivas muy laxas sobre la producción y prioridades. Este comisariado asignaba materias primas pero no mano de obra ni contratos de armamento. No tenía prácticamente control en la planificación de producción bélica y su jefe, el general Carlo Favagrossa, perdió los años de 1941 y 1942 resistiéndose a cualquier intento de hacerse con el mando de los suministros y prioridades de la economía de guerra para no enemistarse con otros aparatos administrativos y ministerios. Los controles eran nominales, laxos y vacíos de contenido ante las urgencias de unas fuerzas armadas carentes de material de todo tipo y en especial moderno.

El estado fascista hizo todo lo que pudo para impedir la entrada de empresas extranjeras como Ford creando un monopolio “de facto” a empresas como Fiat. No sólo se impedía el establecimiento de empresas extranjeras sino que se desincentivaba la compra de licencias y tecnología extranjera. Esto creaba además de retraso tecnológico un clientelismo entre las autoridades políticas y militares y los consejos de administración de estas empresas. El resultado era una política industrial viciada y corrupta donde la ineficacia era la norma y los larguísimos tiempos de entrega la triste realidad.

Así por ejemplo la Fiat-Ansaldo que se había constituido en una especie de monopolio en la producción de vehículos blindados gracias a la complicidad y aquiescencia de las autoridades políticas y militares fue incapaz de producir un carro de combate eficaz en toda la guerra y por si fuera poco los fabricó en cantidades irrisorias. Además en su afán de conseguir beneficios a todo trance fueron reacios a toda compra de licencias extranjeras que pudieran mejorar los pobres diseños autóctonos. Se mantuvieron contra viento y marea unos modelos de carros de combate claramente obsoletos a pesar de la experiencia directa de las tropas italianas enfrentadas a vehículos superiores británicos o soviéticos. Las autoridades fascistas mantuvieron una sorprendente falta de presión, control y organización sobre esta industria permitiendo asombrosas carencias de producción, investigación y desarrollo entre frecuentes corruptelas.

La industria aeronáutica era más bien un oligopolio de empresas fabricando de manera igualmente artesanal pero donde el compadreo con las autoridades y los métodos artesanales de diseño, desarrollo y producción causaría retrasos sin fin en el desarrollo de modelos modernos que además se fabricaban en cifras de producción irrisorias. Los alto mandos mostraron un apoyo a ultranza a los biplanos a pesar de que los hechos en el campo de batalla probaban a las claras que su era había pasado. El fracaso en fabricar motores potentes y fiables mientras el alto mando descuidaba la introducción de gasolinas de alto octanaje y lubricantes modernos que mejoraran los rendimientos e incluso se oponía a algunos de estos avances. El resultado es que la mayor parte de los aviones italianos estarían equipados con motores de baja potencia y rendimiento hasta que los alemanes suministraron motores propios de más potencia.

La corrupción administrativa no era sólo anecdótica; empresas como Piaggio falsificaban rutinariamente tests de motores con la complicidad de las autoridades militares encargadas de supervisarlos. La propia Ansaldo falsificó tests de resistencia de blindaje (¡ bajo la dirección de Cavallero que estaba en el consejo de administración antes de la guerra !) (1)

En el capítulo de las comunicaciones y detección electrónica, no sólo Italia no contaba con aparatos de radar propio sino que los propios militares desincentivaron su investigación en medio de una incomprensible inercia y rechazo. Los aparatos experimentales fueron arrumbados en un almacén a pesar de las repetidas derrotas sufridas por la carencia de radar. El propio almirante Angelo Iachino rehusó la instalación de tres aparatos experimentales en sus buques. E incluso en el capítulo de las comunicaciones radiofónicas, los carros italianos estuvieron sin radio hasta 1941. Cuando por fin se instalaron era aparatos bastante mediocres. Otra anécdota reveladora, ¡ a pesar de ocupar Libia desde hacía treinta años el ejército italiano en la zona no estaba equipado con brújulas eficaces en los vehículos y filtros de arena en los aviones !(2)

En el capítulo del armamento básico los laberintos administrativos y la indiferencia general hacia la eficacia y rapidez condujeron a que por ejemplo se tardaran 6 meses en aprobar administrativamente el cóctel molotov que un departamento técnico había desarrollado en menos de una semana. Ni siquiera el propio Mussolini tuvo más éxito: a pesar de sus presiones para que se desarrollara un carro de combate armado con cañón de 75 mm, el carro comenzó a fabricarse en vísperas del colapso de septiembre de 1943 y como de costumbre lo hizo en cantidades minúsculas.

Ataques aéreos
Los ataques aéreos durante la guerra fueron en general escasos hasta el verano de 1943. Durante octubre y noviembre de 1942 hubo unos ataques puntuales contra la industria siderúrgica, aeronáutica y automotriz del norte del país. Estos ataques fueron en general demasiado débiles y demasiado discontinuos en el tiempo para causar daños de importancia. Lo que si causaron fueron serios desajustes en la fuerza laboral que ya estaba expresando el cansancio de la guerra. Las huelgas, absentismo y conflictos que se vivieron fueron infinitamente más dañinos y causaron una merma mucho mayor de producción que los propios bombardeos y hay que ponerlos en el contexto de una población cada vez más desafecta con el régimen.

Los bombardeos del verano de 1943 fueron mucho más intensos pero es complicado de analizar los daños y desarticulación de la producción debido al desbarajuste político fruto del derrocamiento de Mussolini y caída del régimen.(3)

Política fiscal y pagos a la industria
La política fiscal durante la guerra fue errática y sin sentido. Pese a diversas exacciones y pagos para afrontar el gasto bélico la carga fiscal de hecho disminuyó durante la guerra aunque pueda parecer increíble. Disminuyó en un 20% entre 1939-1940 a 1942-1943 y para mayor inri no se disponía de los préstamos aliados disponibles en la I Guerra Mundial y que habían financiado un 13% de los gastos totales de la época.(2)

Por si fuera poco la evasión fiscal era una realidad de la sociedad italiana donde las conexiones políticas ayudaban a evitar las inspecciones y controles fiscales. Un caso paradigmático era Galeazzo Ciano sobre cuya fortuna se hacían múltiples comentarios y cuya cercanía era disputada a fin de conseguir ya fueran exenciones o contratos. En la práctica el régimen fascista atrapado entre las servidumbres de un estado clientelar con poderosos empresarios y políticos detentando una parte del poder y la gran masa de la población ahorradora optó por la inflación lo que aún desarticuló más los intentos de financiar la guerra mediante la emisión de bonos y deuda pública.(4)

Y para acabar de rematar el sinsentido de la política económica, el estado fascista en parte debido a su laberíntica estructura burocrática y por otra parte para retrasar los efectos inflacionarios que pudieran derivarse, retrasó hasta lo indecible el pago de los contratos armamentisticos o de suministros varios a las empresas proveedoras. Los propios alemanes cuando se aprehendieron de la industria del norte de Italia constataron que muchas empresas estaban prácticamente en bancarrota por no haber recibido los pagos del gobierno fascista.(5)


Fuentes:
(1) Mac Gregor Knox: Hitler´s Italian Allies: Royal Armed Forces, Fascist Regime, and the War of 1940-1943 (p. 40-45) Cambridge University Press 2000.
(2) Mac Gregor Knox: Common Destiny: Dictatorship, Foreign Policy and War in Fascist Italy and Nazi Germany (pág. 149) Cambridge University Press 2000.
(3) Claudia Baldoli & Andrew Knapp: Forgotten Blitzes: France and Italy under Allied Air Attack (pág. 227-228) Continuum International Publishing Group 2012.
(4) Mac Gregor Knox: Hitler´s Italian Allies: Royal Armed Forces, Fascist Regime, and the War of 1940-1943 (p. 39-40) Cambridge University Press 2000.
(5) Italian War Production Subsequent to September 13, 1943: Department of the Army Office Chief for Military History, Washington 25, D.C.

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Re: La economía de guerra italiana 1940-43

Mensaje por Schwerpunkt » Mié Jul 22, 2020 10:03 am

La industria aeronáutica italiana durante la guerra

Dentro de los diversos sectores industriales y por su importancia en la II Guerra Mundial quería hacer un resumen sucinto de las particularidades de la industria aeronáutica italiana durante 1939-1943.

El régimen fascista había mimado el sector aeronáutico asignando fondos de manera generosa y promoviendo records de velocidad y el desarrollo de un sinfín de aparatos. A pesar de ello la realidad industrial era la de un conjunto de industrias operando de manera artesanal. La producción de fuselajes estaba controlada por unas 9 empresas y la de motores por 4. Dos de ellas, Fiat y Piaggio, fabricaban tanto fuselajes como motores. Todas las empresas sin excepción fabricaban lotes de producción muy bajos con un sinfín de modelos utilizando mano de obra altamente especializada. Estos métodos eran favorecidos por el Ministerio del Aire, apoyadas por las políticas laborales del régimen encontrándose profundamente incrustadas en la mentalidad de los industriales italianos. Una de las razones principales no políticas era la escasez de maquinaria.

Para introducir personal poco especializado e incrementar sustancialmente la producción había que introducir maquinaria. Esto se estaba realizando en todos los países envueltos en la guerra. El proceso había comenzado ya en Italia aunque pronto veremos se detendría pronto. En 1934 había 9.700 trabajadores en la industria aeronáutica que crecerían hasta 45.700 en 1938 y sin embargo esta casi quintuplicación de personal apenas se tradujo en un aumento del 50% en producción. Para la primavera de 1943 había ya 115.000 operarios en la industria y sin embargo tan sólo se fabricaban unos 266 aparatos mensuales. Como se puede ver la productividad era bajísima, mucho más baja que la estadounidense, británica o alemana y al nivel de economías intrínsecamente poco productivas como la japonesa. La japonesa en diciembre de 1941 trabajaba con 314.000 operarios y producía unos 540 aviones mensuales.

Pero en realidad el problema intrínseco de la industria no era la maquinaria que aunque fuera un cuello de botella importante no era insuperable. Se contaba con la ayuda de Alemania para recibir aunque fuera en cantidad limitada, maquinaria, ayuda técnica, motores de más rendimiento, etc. El problema fundamental era operar con lotes de producción muy pequeños dispersos en una miríada de modelos que hacía imposible ganancias de productividad mediante economías de escala, de mejoras sobre el mismo modelo. El problema se hizo mayor durante la guerra cuando en vez de reducir el número de modelos, ¡se aumentó! En noviembre de 1939 se fabricaban 19 modelos que habían aumentado a nada menos que 29 en 1943. Esto se traducía en un circulo vicioso donde el estado fascista no forzaba a los industriales a concentrarse en una serie de modelos aunque fuera con caídas temporales de producción por dejar de fabricar un modelo concreto, todo por seguir fabricando los modelos existentes en pequeñas cantidades. Uno de los resultados fue que el totalmente obsoleto biplano CR.42 se siguiera fabricando hasta el armisticio de septiembre de 1943 a pesar de que hacía años que había demostrado su falta de adecuación para la nueva guerra aérea. Peor aún, modelos excelentes como el caza G.55 o los últimos modelos Macchi de produjeron en cantidades ridículamente pequeñas.

En febrero de 1943 cuando la guerra estaba perdida se comenzó por fin un proceso de racionalización y concentración en unos pocos modelos pero cuando llegó el armisticio en septiembre de 1943 el proceso estaba a medias y de todas formas la industria ya estaba sufriendo los efectos del bombardeo aliado. Paradójicamente los alemanes se beneficiaron de esas medidas de racionalización cuando ocuparan al industria concentrada en el valle del Po entre finales de 1943 y 1945 en forma de cifras mayores de producción.

Como ya hemos comentado la productividad era terriblemente baja. Así la fabricación del caza alemán standard, el Me-109 costaba unas 4.500 horas-hombre mientras que el bastante inferior caza italiano MC.200 necesitaba de 21.000 horas-hombre, casi cinco veces más.

El resultado fue una producción absolutamente ridícula para las necesidades de una guerra moderna donde la aviación era fundamental. Veamos las producciones anuales de aviones italianas:

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En los últimos meses de 1939 se fabricaban una media de 196 aviones y 404 motores de aviación mensuales. Podemos ver lo modesto del crecimiento con las cifras siguientes. En 1942 la producción mensual italiana era de 290 aparatos, muchos de ellos mediocres o sencillamente muy inferiores a los de sus contrincantes. Como comparación por esas fechas Gran Bretaña fabricaba casi 2.000 aviones, la URSS 2.100, Alemania 1.300 e incluso el Japón, una potencia industrial casi comparable a Italia, 740 aviones mensuales.

La principal causa de estas bajas cifras no estriba en la escasez de materias primas, combustible o energía sino de manera decisiva en una política industrial miope y tímida. En ningún momento se intentó el gestionar la industria mediante medidas productivas sino que se adoptó un sistema clientelar muy presente en el estado fascista. En la práctica los industriales operarían con muy pocas interferencias de la administración y sin ningún tipo de presión para conseguir producciones más altas y la concentración en modelos de probada eficacia. Durante los críticos años de 1940, 1941 y 1942 la producción prácticamente estuvo estancada mientras el país se encontraba sumido en una guerra mundial.

Fuentes:
- Richard Overy: Why the Allies Won. Tablas pág. 407. Ed. Pimlico 2006.
- Vera Zamagni: (pág. 196) Mark Harrison: The Economics of World War II. University of Cambridge 1998.
- Brian R. Sullivan: Downfall of the Regia Aeroanautica 1933-1943 en Why Air Forces Fail: The Anatomy of Defeat. University Press of Kentucky 2006.

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