El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Historia económica

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El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Lun Nov 02, 2015 12:39 am

El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

I. Introducción al tema
La invasión y conquista de la Unión Soviética tenía dos dimensiones complementarias en la mente de Hitler. Por un lado la política con la destrucción del archienemigo ideológico y por otro lado la económica. La ocupación de vastos territorios para su colonización por alemanes entra en esa dimensión económica a largo plazo. Nos centraremos en la dimensión económica de la ocupación de la URSS que era la que según Hitler y varios ideólogos nacionalsocialistas iba a acabar con la dependencia económica alemana y por extensión europea de las materias primas del exterior. Esa explotación económica convertiría a la Europa ocupada en autosuficiente y por tanto inmune al bloqueo británico evitando un colapso similar al de la I Guerra Mundial. De nuevo en la mente de Hitler, este objetivo tenía dos dimensiones a corto plazo, la económica de autosuficiencia para Alemania y la política de hacer sentar al Reino Unido a la mesa de negociaciones. A largo plazo las tierras del Este proporcionarían un colosal imperio colonial alemán que no tendría nada que envidiar al británico o francés.

Sabido es que Alemania incluso después de la ocupación de Centroeuropa y Europa occidental seguía teniendo una gran dependencia de materias primas. El Grosswirtschaftsraum o zona económica de Europa controlada por Alemania en vísperas del ataque a la URSS presentaba escasez en diversas materias primas. Esa dependencia era especialmente acuciante en el caso del petróleo pero había otras materias primas en las que la producción europea era insuficiente o casi inexistente: cobre, y metales para aleaciones especiales como manganeso, níquel, cromo, manganeso, molibdeno, vanadio. El Grossraum o zona europea controlada por el III Reich sólo producía un 90% de productos agrarios como cereales, grasas vegetales (semillas oleaginosas) y piensos animales.

La Unión Soviética tenía una producción petrolífera considerable, localizada sobre todo en el Cáucaso. Y era una gran productora de manganeso, principal cuello de botella en la producción de aceros especiales, producía algo de níquel, bastante cromo y aunque de cobre, vanadio y molibdeno casi nada, sus yacimientos aseguraban en principio la producción siderometalúrgica europea. Y finalmente contaba con la producción agraria de Ucrania que hasta 1914 había sido el granero de Europa.

La ocupación de la URSS y su explotación económica era pues lo que permitiría la autosuficiencia económica del III Reich y sus zonas ocupadas. Las vastas tierras del este permitirían la colonización alemana y la emigración de vastos contingentes de campesinos y ganaderos alemanes. Se terminaría con la espada de Damocles suspendida sobre Alemania para siempre.

II. Objetivos del III Reich con la conquista de la URSS
Los objetivos eran en el largo plazo como ya hemos comentado la autosuficiencia económica y de materias primas para el III Reich y por extensión de Europa así como la creación de un vasto imperio colonial en el Este.

En el corto plazo y de una manera más inmediata lo que se buscaba era acabar con los déficits en varios campos diversos: En la agricultura se buscaba la aportación inmediata de cereales y oleaginosas que evitara el derrumbe del frente interior ante el bloqueo británico a imitación de 1914-1918. Alemania había recabado una reserva de cereales antes de la guerra pero durante el año y medio de guerra había consumido una buena parte y existía el temor de que su agotamiento llevara a un derrumbe político y social similar a 1918. La ocupación de Europa occidental además impuso otra carga a las escasas reservas alemanas pues algunos países ocupados como Noruega, Países Bajos eran todavía más dependientes de las importaciones agrarias.

Desde el punto de vista de materias primas industriales se buscaba el suministro de petróleo de manera absolutamente prioritaria. El solucionar otros déficits como el manganeso y otros minerales eran también deseables pero de manera secundaria ante la falta acuciante de petróleo.

Y había un objetivo inmediato que era la alimentación de todas las fuerzas militares alemanas (Ostheer) lanzadas contra la URSS. El suministro de más de 3 millones de soldados alemanes era de suma importancia pues el consumo efectuado por varios millones de hombres con abundantes raciones iba mermando las escasas reservas de cereales creadas con bastante esfuerzo por el gobierno alemán.(1)

Fuentes:
(1) Karl Brandt & Otto Schiller & Franz Ahlgrimm: Management of Agriculture and Food in the German-occupied and Other Areas of Fortress Europe. (pág. 56-57) Stanford University Press 1981.

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Mensaje por Schwerpunkt » Mar Nov 03, 2015 1:43 am

III. Distorsiones e ideas preconcebidas en el liderazgo alemán
Sin duda la mayor distorsión que sufrieron los líderes alemanes fue la presunta duración de la guerra. Los dirigentes alemanes con Hitler a la cabeza no pensaban que la Unión Soviética pudiera resistir más de tres o cuatro meses.

Las otras distorsiones en el ideario alemán eran sobre las realidades de la explotación económica de la Unión Soviética. Detrás de la posibilidades teóricas sobre el papel, Hitler y gran parte de sus colaboradores sufrían una ignorancia casi total sobre el país que iban a invadir. Por un lado se sufría una falta acuciante de información de primera mano sobre el desarrollo y características de la economía soviética. No sólo era falta de información como la ausencia casi total de estadísticas veraces debido al secretismo del régimen stalinista sino la falta de un análisis objetivo sobre el potencial y limitaciones de la misma. Gran parte del análisis del liderazgo alemán se componía de afirmaciones no contrastadas sobre el retraso intrínseco de los eslavos y afirmaciones racistas sobre la superioridad técnica alemana para poner en funcionamiento las empresas agrícolas e industriales una vez hubieran caído en su poder. Se partía de supuestos falsos como la asunción que Ucrania era el granero de Europa, que el petróleo del Cáucaso fluiría al Reich en cuanto cayera en manos alemanas y que las instalaciones industriales y comunicaciones caerían sin demasiados daños. No había una comprensión cabal de la economía soviética ni de los problemas que se encontrarían en el supuesto que todo ese potencial cayera en manos alemanas. No era un problema únicamente de Hitler, cuyo conocimiento superficial sobre Rusia no pasaba de las distorsiones y afirmaciones propagadas por los pangermanistas de la época como Ludendorff sino también de gran parte de la casta militar alemana.

Los informes sectoriales como por ejemplo los de los expertos alemanes en industria petrolífera fueron sencillamente ignorados o despreciados por su “derrotismo”. Así por ejemplo los memorándums de Alfred Bentz, plenipotenciario en extracción petrolífera de H. Göring el 24.07.1940 titulado “Confiscación de la demanda petrolífera europea” o el “Abastecimiento de la Europa con petróleo tras la guerra, sumario del consumo de posguerra y aseguramiento del suministro” por Ernst R. Fischer en septiembre de 1940 ordenados por Göring establecían las siguientes ominosas conclusiones para los grandiosos planes hitlerianos:

- Los rendimientos de los campos petrolíferos rumanos no harían sino disminuir pues la máxima producción ya se había alcanzado en 1936.

- Escepticismo ante la posibilidad de asegurar el suministro de petróleo de Rusia debido a lo obsoleto de las instalaciones y a las dificultades logísticas. De hecho la URSS ya tenía problemas en servir las exiguas cantidades pactadas con el III Reich por este hecho.

- Imposibilidad de asegurar el suministro a la Europa ocupada (Grosswirtschaftsraum) con sólo petróleo soviético. Era necesario asegurar el suministro de Oriente Medio también.(2)

Asimismo hubo también informes de expertos sobre la verdadera situación de la agricultura soviética y las dificultades para explotarla por parte de una potencia exterior como veremos más tarde. Se había despreciado la información proporcionada sobre verdaderos expertos en la Rusia soviética en beneficio de personajes del partido con un conocimiento en el mejor de los casos sesgado. Se practicó la discriminación interesada de la información a favor de las tesis de Hitler lo que introdujo un notorio sesgo y distorsión en la inteligencia alemana.

Incluso aunque se hubiera obviado la falta de información veraz sobre la economía soviética, es sorprendente la poca atención que se prestó a la planificación y al funcionamiento de esos recursos una vez hubieran caído en manos alemanas. Un descuido que al igual que la miopía sobre los ferrocarriles y comunicaciones soviéticas se pagaría con creces una vez comenzara la campaña. También sorprende que no se hubieran extraído lecciones de la breve ocupación de las Potencias Centrales en 1917-1918 de Ucrania, países bálticos y otras zonas de Rusia durante el derrumbe del imperio zarista sobre la factibilidad de la explotación económica. Ya entonces los imperios austrohúngaro y alemán extrajeron muy pocos beneficios de esa ocupación pese a los esfuerzos para apropiarse de cereales y otros productos agrícolas para las hambrientas poblaciones alemana y austrohúngara.

Fuentes:
(2) Dietrich Eichholtz: Krieg um Öl: Ein Erdölimperium als deutsches Kriegsziel (1938-1943) (pág. 47-48) Leipziger Universitätsverlag 2006.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Vie Nov 06, 2015 12:28 am

IV. La agricultura soviética e ideas preconcebidas en el liderazgo alemán
La agricultura zarista había exportado un 16% de la producción de cereales en 1912-13 de un total de 70,9 mill. de t. Tras la Revolución el gran crecimiento de la población del país provocó que aunque la superficie cultivada aumentara, el crecimiento de la producción cerealística apenas bastara para mantener a la población soviética. La razón eran unos rendimientos muy bajos y que apenas aumentaron entre 1912 y 1940. Los rendimientos eran de media la mitad que en cualquier país de Europa Occidental debido a la poca aplicación de fertilizantes, al clima extremo, además de las tremendas convulsiones provocadas por la colectivización.(3)

Hubo algunos intentos por parte de verdaderos expertos como los técnicos de la embajada alemana en la URSS en iluminar estas lagunas. Estos eran diplomáticos de la vieja escuela en general opuestos al nazismo y con un conocimiento profundo de las realidades de la Unión Soviética. El secretario de la embajada Gebhard von Walther remitió un memorándum en octubre de 1940 al ser preguntado por las consecuencias de un ataque alemán.

El memorándum realizaba un análisis sobre la política interna y externa del estado soviético. El documento tiene el valor de señalar la falta de oposición política a Stalin y el que el pueblo soviético se opondría con todas sus fuerzas a un ataque alemán. La eventual caída de Ucrania, Bielorrusia y los países bálticos no sería un alivio económico sino una carga para Alemania.

En la superpoblada Ucrania la producción agrícola se hundiría aún más que en la última guerra pues una explotación ventajosa sólo era posible para la propia Unión Soviética debido a las características particulares de su agricultura. Los sovjoses y koljoses estaban combinados con las Estaciones de Tractores y Maquinaria(ETM) que a su vez están administradas centralmente y motorizadas en un 100%. Las cosechadoras y máquinas de cultivo no pertenecían a las empresas agrícolas sino que eran asignadas por la central a las empresas agrícolas individuales: además hay una gran demanda de combustible. Las grandes instalaciones industriales serían probablemente destruídas.

Tan sólo en los estados bálticos era de esperar resultados económicos debido a la voluntad de la población local en colaborar con los alemanes.(4)

La Rusia Blanca o Bielorrusia era además deficitaria en producción agrícola, no producía minerales de interés y si se exceptúan algunos centros industriales como Minsk y la producción maderera no tenía interés alguno económico con lo que la ocupación militar sería muy onerosa para los alemanes.

A pesar de que el memorándum von Walther no tuvo ninguna consecuencia práctica y sus conclusiones pasaron inadvertidas por los líderes políticos y militares alemanes una cierta consciencia de las dificultades previsibles si se refleja en el memorándum que el general Thomas entregó a Keitel para su examen con Hitler y a Göring en febrero de 1941 y titulado “Las consecuencias político-económicas de la Operación en el Este”. Posteriormente otras copias fueron entregadas a los estados mayores de la Wehrmacht, Luftwaffe y Kriegsmarine. El memorándum reconocía los desequilibrios regionales agrícolas. Así puesto que el 90% de las importaciones de cereales habían venido de Ucrania y la zona del Volga, éstas era las zonas clave. Tanto el norte como el noroeste eran totalmente deficitarias. La zona de Rusia central a pesar de su alta producción apenas bastaba para mantener la alta densidad de población allí. Según argumentaba Thomas el mantenimiento de las granjas estatales haría más fácil el control y evitaría caídas masivas de producción por efecto de reorganizaciones apresuradas en la propiedad. El 95% de los 50 millones de campesinos soviéticos trabajaban en koljoses o sovjoses. A pesar de todo se reconocía que como mucho se podría contar con un 70% de la cosecha en circunstancias normales y se contaba con una destrucción considerable en los parques de las estaciones de tractores y maquinaria (ETM) que servían al sistema agrario soviético. El autor concluía que “en una población de 160 millones una pequeña reducción en el consumo per cápita liberaría excedentes considerables. Bajo esas circunstancias se podía superar el déficit de cereales alemán en 1941 y 1942.”

En este sentido Thomas pulsaba la misma cuerda que Backe y otros líderes de la agricultura alemana sobre la apropiación sin miramientos de las cosechas en Rusia si bien añadía una serie de prerrequisitos que vale la pena mencionar. Por un lado reconocía que una mejora significativa y duradera en el abastecimiento de alimentos para Alemania y la Europa ocupada sólo era posible con la reconstrucción de la agricultura soviética para lo que se necesitaba asegurar el suministro de combustible, vital para tal agricultura. Por ello era imperativo hacerse con el petróleo del Cáucaso –fuente del 87% del petróleo soviético- intacto. Este último punto era a juicio de Thomas indispensable. Además habría que conseguir resolver la situación de los transportes y una “cooperación” de la población soviética.

Cuando Thomas trató estos asuntos con Göring, ambos estuvieron de acuerdo en que sin la captura del Cáucaso y su petróleo, la conquista de Ucrania no tendría valor. Parece que Göring era más consciente de los riesgos y dificultades que muchos otros líderes nazis a tenor de estos y otros comentarios. Pero Göring también quería aprovechar la situación para expandir su imperio personal. El departamento creado para administrar el este ocupado y llamado Estado Mayor Económico del Este (Wirtschaftsstab Ost o Wi Stab Ost) estaba bajo su mando y se ocuparía de que las tropas alemanas se surtieran en la URSS así como apoderarse de todas las materias primas para la economía alemana e industrias de interés. En realidad todo era un esquema para el saqueo organizado con muy poca organización para la explotación de las industrias y empresas capturadas. No había apenas mención a la reconstrucción y puesta en funcionamiento de esas industrias salvo en los casos en que se capturaran intactas, probablemente por la aversión de Hitler a mantener industrias manufactureras en el este. Así pues, Rusia sería fundamentalmente una fuente de mano de obra barata y materias primas pero sin ningún tipo de inversión industrial.(5) Se contaba con que gracias al rápido avance alemán y a la desintegración del estado soviético los daños sufridos por la industria e infraestructura no serían demasiado grandes.

Fuentes:
(3) Nikolai M. Dronin & Edward G. Bellinger: Climate Dependence and Food Problems in Russia 1900-1990 (pág. 1-9) Central European University Press 2005.
(4) Opposition gegen „Barbarossa" im Herbst 1940. Eine Denkschrift aus der deutschen Botschaft in Moskau (Robert Gibbons) Vierteljahrshefte für Zeitgeschichte: 3 Heft, Juli 1975.
(5) Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941. (Pág. 56-60) Berghahn Books 2006.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Dom Nov 08, 2015 9:09 pm

IV. La agricultura soviética e ideas preconcebidas en el liderazgo alemán (Continuación)
La URSS poseía una gran mecanización con más de 100.000 tractores en Ucrania tan sólo, que consumían unas 800.000 t de carburantes al año.(6) Pero el país contaba con nada menos que 480.000 tractores.(7) Poseía pues una mecanización superior a la de las naciones del Eje. Italia por ejemplo sólo tenía 40.000 tractores para una población de unos 44 mill. de habitantes, mientras que la URSS contaba con 460.000 para 170 mill. de personas, o sea tres veces más en proporción.(8) Incluso Alemania que había experimentado un crecimiento exponencial en mecanización agrícola durante el gobierno nazi, de 24.000 tractores en 1933 a 66.000 en 1939 con 70 millones de habitantes, estaba por detrás de la URSS. EE.UU. contaba por aquellas fechas con nada menos que 1,5 millones de tractores.(9) Claramente sin una gran disponibilidad de combustible y maquinaria sería muy complicado el conseguir rendimientos agrícolas razonables y por tanto excedentes útiles.

La cuestión de los excedentes agrarios, en particular de cereales, era vital. Se reconocía que no se podía contar con los excedentes que la Rusia zarista exportaba a principios del siglo XX debido al crecimiento de la población soviética en general y urbana en particular y a los bajos rendimientos. En suma que para que se pudieran transferir excedentes en cantidad suficiente parte de la población soviética tendría que padecer hambre o preferiblemente “desaparecer”. Esa desaparición sería el producto de no suministrar cereales a las zonas soviéticas ocupadas deficitarias en producción agraria. De esta manera burocrática se ponía en marcha la planificación de uno de los mayores crímenes de la historia mundial conocida como el Plan General del Este o coloquialmente “Plan del Hambre”. El Plan del Hambre era el producto de una serie de disquisiciones de Herbert Backe y otros tecnócratas nazis como el general Georg Thomas, jefe de la Oficina de Armamentos y Economía Bélica para resolver el problema del abastecimiento del Reich y de paso eliminar lo que se veía como un “exceso” de población soviética para los planes de colonización. El Plan contemplaba la interrupción del suministro agrícola de los grandes centros urbanos como Moscú, Leningrado y en general las regiones con “déficit” agrícola y la expropiación de estos excedentes por las fuerzas alemanas para suministrar al Reich y a la Wehrmacht. De manera aproximada se estimaba que unos 20-30 millones de personas morirían de hambre.(10)

Como ya hemos comentado antes la estructura agrícola soviética estaba muy centralizada y sin un parque de tractores, cosechadoras y otra maquinaria agrícola así como disponibilidad de combustible era muy complicado explotarla. Las EMT atendían de media a 20-40 koljoses con una superficie media de 30 a 60.000 has. La propiedad era del estado soviético y los trabajadores del koljós ni siquiera tenían la propiedad de las herramientas, ganado, etc. Tan sólo entre 0.25 y 0.50 has. estaban asignadas a los trabajadores para su cultivo privado en general de frutas y verduras. A los trabajadores se les remuneraba de acuerdo al rendimiento medido por una complicada burocracia.

Los koljoses comprendían un 90% de la superficie agrícola. El otro 10% estaba operado por sovjoses que tenían algunas diferencias organizativas al tener su propio EMT, remunerar a sus trabajadores mediante otro método y en general tener más superficie que los koljoses.

Tengamos en cuenta que había zonas de la URSS recientemente anexionadas como la Rutenia polaca o los países bálticos que contaban con una estructura de pequeños campesinos y granjeros que el estado soviético todavía no había podido “reestructurar”.(11)

Enumeremos algunas de las distorsiones más flagrantes sufridas por el liderazgo alemán y que tendrían grandes consecuencias:

1) Puesto que Ucrania había sido el granero de Europa hasta 1914, una vez hubiera caído en sus manos, la diligente dirección alemana evitaría el hambre para siempre.

2) La captura y posesión de los yacimientos petrolíferos y minerales aseguraría el suministro automático de las necesidades alemanas y de la Europa ocupada. Por tanto el bloque continental bajo control alemán sería autosuficiente y por tanto invencible.

3) La rápida conquista de la Rusia Europea permitiría la desmovilización de gran parte de las fuerzas militares resolviendo el problema de mano de obra y permitiría la colonización de esas vastas tierras creando un próspero campesinado alemán.

Otro problema adicional que nunca fue estudiado para las zonas del Este era la falta de fertilizantes en la Europa ocupada. Gran parte de los nitratos y fosfatos de preguerra eran importados desde Chile, países africanos y otros. Evidentemente el bloqueo británico iba a impedir esas importaciones al estallar la guerra y esto iba a tener grandes consecuencias para toda la agricultura europea y caídas generalizadas en los rendimientos. En 1940/41 las importaciones de superfosfatos eran tan sólo un 6% de los del año agrario 1938/39. A partir de ahí las únicas importaciones vendrían de la URSS y países del norte de Africa aunque en cantidad totalmente insuficiente.(12)

Al margen de eventuales ganancias de productividad por fertilizantes, mejores métodos de cultivo, la agricultura soviética sufría un problema climático de importancia. Debido a su latitud y aislamiento continental, gran parte de la superficie agrícola estaba situada en un clima continental extremo con grandes extremos de temperatura. Estos extremos provocaban sequías de importancia responsables de los bajos rendimientos en zonas muy extensas. Aunque parezca sorprendente estas sequías causaban mayores daños que las heladas y los registros estadísticos computaban uno de cada tres años como año de sequía y por consiguiente de pobres cosechas.(13)

Para la ganadería europea de alto rendimiento como la danesa, holandesa y en menor grado la alemana, la importación de oleaginosas y plantas forrajeras era vital para conseguir altos rendimientos. Europa era deficitaria en las mismas con lo que la única alternativa al bloqueo británico era la importación de oleaginosas desde la URSS. El problema es que la solución propuesta y que básicamente pasaba por la confiscación de estas cosechas no explicaba como se iba a abastecer a las cabañas ganaderas de la Unión Soviética.

Dentro de la planificación alemana apenas había mención sobre la población conquistada como no fuera su prevista esclavización. En realidad la idea predominante era la desurbanización forzada de las ciudades soviéticas, la esclavización de la población considerada “útil” y la muerte preferiblemente por inanición de todo individuo considerado “no útil”. Las charlas de sobremesa de Hitler sobre la necesidad de mantener a la población ocupada en condiciones de servidumbre, ignorancia y absoluta sumisión así como la explotación laboral de los ciudadanos soviéticos como mano de obra barata pero desechable, permeaban en general todas las intervenciones de los gerifaltes nazis. Pero faltaba un plan organizado sobre que hacer con esa población y ni tan siquiera se contemplaba un aprovechamiento económico de los prisioneros de guerra que cayeran en sus manos. Además de la absoluta inhumanidad en como fueron asesinados los prisioneros soviéticos sorprende la total desidia con la que los alemanes trataron a los que hubieran paliado los tremendos problemas de falta de mano de obra que sufría el Reich.

Una de las grandes distorsiones en el ideario alemán era la falta de comprensión sobre la tiranía de la logística y los transportes en un país tan vasto. No se penetraba bien en la idea de que para extraer un beneficio económico del país y no hablemos para mantener la estructura económica sería necesario el contar con la infraestructura de transportes más o menos intacta o que si esta se encontraba dañada habría que reconstruirla. Todo lo más se hizo una planificación insuficiente partiendo de supuestos superoptimistas para las necesidades militares. Este punto lo trataremos en detalle más adelante.

Fuentes:
(6) Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 79) Harald Boldt Verlag 1991.
(7) William Moskoff: The Bread of Affliction: The Food Supply in the USSR During World War II (pág. 72) Cambridge University Press 1990.
(8) Giovanni Federico: Agriculture and modern economic growth in Italy 1870-1939. European University Institute. IEHC 2006 Helsinki, sesión 60.
(9) Die technische Entwicklung und Verbreitung des Traktors. http://home.arcor.de/deike.nimmrichter/history.html (21. August 2010)
(10) Adam Tooze: The Wages of Destruction: The making and breaking of the Nazi economy.(pág. 476-485) Ed. Penguin.
(11) Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1944 (pág. 67-68) Harald Boldt Verlag 1991.
(12) Mirko Lamer: The World Fertilizer Economy, Issue 10 (pág. 313) Stanford University Press 1957.
(13) Nikolai M. Dronin & Edward G. Bellinger: Climate Dependence and Food Problems in Russia 1900-1990 (pág. 107-152) Central European University Press 2005.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Jue Nov 12, 2015 2:07 pm

V. Geografía económica de la URSS
Es importante comprender la geografía económica de la Unión Soviética en los momentos previos a la invasión alemana. Esta geografía estaba condicionada no sólo por la localización geográfica de los yacimientos minerales, centros urbanos, la industria y agricultura sino por las redes de transporte y sus correspondientes flujos de mercancías, insumos y materias primas. Debido en parte a los años de aislamiento y enfrentamiento político con Occidente había poca conexión entre la red ferroviaria soviética y las occidentales. Además debido a que los países bálticos y Polonia adoptaron el ancho de vía europeo, la anexión de estos países en 1940 supuso un problema añadido al tener que efectuar innumerables transbordos entre la antigua red ferroviaria soviética y las de los países de Europa Oriental.

Los intercambios comerciales con el exterior que requerían volúmenes importantes como el petróleo, cereales, minerales se efectuaban vía marítima por el Mar Báltico y Mar Negro. Los puertos en el Extremo Oriente soviético eran en general pequeños, cerrados muchos meses por el hielo y en cualquier caso estaban demasiado lejos de las zonas productoras como para manejar fletes importantes. No obstante los puertos como Leningrado, Odessa u otras ciudades eran puertos de reexpedición de bienes producidos muchas veces a miles de kilómetros lo que requería una buena logística entre las zonas productoras y de expedición. Los volúmenes exportados en los años treinta por la URSS no habían sido en cualquier caso notables y se concentraban en unas pocas materias primas básicas como petróleo, algunos minerales, algo de madera y cereales. En cualquier caso eran cifras reducidas comparadas con las importaciones que manejaban puertos como Amberes, Rotterdam o Hamburgo en Europa Occidental. Eran exportaciones que habían sido realizadas por el gobierno soviético para conseguir las ansiadas divisas, maquinaria y tecnología para el tremendo esfuerzo industrializador de los años treinta. Con las convulsiones políticas de finales de los treinta empezaron a perder importancia hasta convertirse en cifras de muy poca cuantía. La URSS era a todos los efectos a finales de los años treinta un país casi autárquico y este carácter iba a agudizarse tras el inicio de la II Guerra Mundial.

La URSS al igual que los países de Europa Occidental y EE.UU. compartían varios parecidos en su infraestructura de comunicaciones pero con características propias que pronto comentaremos. Así más de un tercio del flete total ferroviario estaba dedicado al transporte de carbón desde las cuencas mineras para su distribución por todo el territorio. La salvedad es que las distancias a recorrer eran mucho mayores. En Europa no era habitual que el carbón viajara más de 500 km desde bocamina hasta las industrias o ciudades donde era consumido. Por el contrario la cuenca minera del Donbass (o cuenca del Donets) que proveía del 56% del carbón soviético tenía que viajar a los centros industriales de Moscú o Leningrado distancias de 1.000-1.700 km e incluso más cuando eran zonas más alejadas. Se estaba intentando desarrollar otras cuencas carboníferas como Kuznets e incluso lugares casi inaccesibles en el Gran Norte soviético pero en cualquier caso los transportes tenían que cubrir enormes distancias. El petróleo que era extraído en un 86% en el Cáucaso tenía que viajar hasta Moscú, Kiev o Leningrado distancias de unos 2.200-3.000 km y distancias superiores a otros centros industriales. Dado que en la época no había casi oleoductos y que el gas se quemaba en el propio yacimiento, la mayor parte del petróleo era transportado en gabarras por el Caspio y el Volga para su posterior procesado en las refinerías del Volga Medio o los centros industriales de Moscú y otros lugares. Otra parte lo era por oleoducto o ferrocarril a los puertos del Mar Negro y a Ucrania. En cualquier caso la logística para un transporte a gran escala a Europa Occidental era completamente insuficiente por faltar oleoductos, terminales de gran capacidad para su exportación, buques tanque, etc.

A pesar de ello la Unión Soviética tenía un sistema de transportes que pese a las críticas era altamente eficiente en gestionar un gran volumen por un país increíblemente vasto pero con escasa conexión con el exterior. Las operaciones ferroviarias a pesar de tener una red mucho menos densa que los países europeos eran capaces de mantener la industria suministrada con todo tipo de materias primas. Esto era el resultado de una tremenda inversión en material rodante y construcción de líneas durante los años treinta en la Unión Soviética, justo al contrario que lo ocurrido en el III Reich donde el Deutsche Reichsbahn (DRB) había sido arrinconado ante las prioridades de rearmamento impuestas por Hitler. El crecimiento soviético había ocurrido en los dos primeros planes quinquenales con una fuerte inversión en los años 1938-1940 poco antes de la guerra.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Vie Nov 13, 2015 2:58 pm

V. Geografía económica de la URSS (Continuación)
El precio a pagar por este gran desempeño en el transporte de mercancías en la URSS fue un servicio peor y más escaso de transporte de pasajeros con trenes más escasos y lentos de pasajeros y una escasa conexión con los países de Europa Oriental y Occidental. Esta conexión defectuosa era por una parte producto del aislamiento político de la URSS y por otra parte el subproducto de la ocupación soviética de Polonia Oriental, Trandsnitria y los países bálticos un año antes de la invasión alemana. Pero lo logrado contrasta con las despectivas opiniones mantenidas por los expertos alemanes y anglosajones sobre la capacidad de los ferrocarriles soviéticos.

Veamos la capacidad y el tonelaje / kilometro y como éste creció a un ritmo tremendo mientras los demás países occidentales como Alemania, Reino Unido y EE.UU. languidecían. Parte de ese languidecimiento era producto de la Crisis Económica de 1929 pero incluso en Alemania donde la revitalización económica por efecto del rearmamento hitleriano era un hecho, el aumento de flete transportado lo fue con un parque de material rodante cada vez más obsoleto y sobrecargado. Paradójicamente la URSS entró en la II Guerra Mundial con un material rodante bastante moderno y una infraestructura que pese a sus limitaciones se reveló eficaz en el gran esfuerzo industrializador.

Imagen
Fuente: E. A. Rees: Stalinism and Soviet Rail Transport 1928-41. Studies in Soviet History and Society.

En 1928 en términos de tráfico, mientras Alemania tenía 1.2 mill. de t por km, la cifra de la URSS era muy parecida. En 1937 el tráfico alemán que había caído con fuerza debido a la Gran Depresión había logrado llegar a duras penas a 1,3 mill. de t por km mientras que la URSS ya contaba con 4,2 mill. por km, o sea casi cuatro veces más.

Una cuestión que los alemanes no fueron capaces de percibir al igual que muchos observadores occidentales es que el sistema ferroviario alemán con 54.000 km de trazado, 20.482 locomotoras y 570.595 vagones era más denso al sistema soviético pero éste era capaz de lograr un transporte de mercancías similar a los EE.UU. con 680.000 km de trazado, 47.500 locomotoras y 1.776.000 vagones. El sistema ferroviario soviético contaba con 102.000 km de trazado, 28.000 locomotoras y 800.000 vagones.(14) ¿Y por qué los soviéticos habían logrado esta fenomenal cifra de flete transportado? Pues porque operaban trenes a la manera norteamericana: grandes trenes con un gran número de vagones a una velocidad menor que los trenes alemanes pero capaces de manejar tonelajes muy superiores así como una concentración en el tráfico de mercancías y una asignación de recursos al tráfico de pasajeros mucho menor. Obviamente los ferrocarriles soviéticos no disfrutaban de la avanzada tecnología y el material americano: raíles más pesados con más traviesas, mejor trazado y cimentación de la línea y mayor mecanización en la manipulación de mercancías. Podemos decir que los trenes norteamericanos y alemanes podían ir a velocidades muy superiores porque los trazados eran mejores. Por el contrario los soviéticos tenían que mover sus trenes mucho más lentamente para no dañar el trazado y evitar accidentes y descarrilamientos. Así los trenes soviéticos de mercancías marchaban a la moderada velocidad media de 23 km/h lo que contrasta con los 40 km/h a la que iban los alemanes en 1940.(15)

Además esta red ferroviaria mostraba marcados contrastes. Así había bastantes líneas de interconexión en la Ucrania oriental industrializada y en la cuenca carbonífera mientras que en la Rusia Blanca y en Ucrania occidental había menos. La anexión de Polonia oriental y de los países bálticos aportó una red ferroviaria nueva en ancho europeo –aproximadamente unos 20.000 km de trazado- pero poco conectada con el resto de la URSS. Aunque se efectuaron algunos trabajos adaptación de las líneas al ancho ruso, lo cierto es que cuando el III Reich invadió la URSS esa zona estaba todavía bastante desconectada con el resto de la URSS. De cualquier forma los alemanes que habían reforzado la infraestructura ferroviaria en la Polonia ocupada –programa Otto- con vistas a Barbarroja tendrían no sólo que reconstruir la infraestructura ferroviaria de la zona sino que tendrían que vérselas en la zona fronteriza con una red más pobre y de menor capacidad que la existente en Ucrania oriental y la zona de Moscú. De hecho los alemanes tuvieron que reconstruir toda la red en una profundidad de 600 km hasta que llegaron a una red más densa y con más capacidad en Kiev, Krivoj Rog y Ucrania oriental. En cualquier caso fue un flaco consuelo pues los soviéticos habían devastado a conciencia esas zonas también.

Otra cuestión insuficientemente estudiada por los alemanes es que esos ferrocarriles consumían una enorme cantidad de carbón, carbón que lógicamente habría que suministrar para poder operar los ferrocarriles soviéticos fuera quién fuera el gestor de los mismos. Así en 1940 la industria del transporte (de ella el 90% lo constituían los ferrocarriles) consumía 49,5 mill. de t de carbón, o sea el 30% de la producción total soviética.(16)

En cualquier caso la nueva zona fronteriza en realidad planteaba muchos problemas de comunicaciones e impedía el transporte de grandes volúmenes de mercancías lo que invalidaba al menos en el corto plazo el suministro de la Europa ocupada con suministros y materias primas en cantidad suficiente. Un estudio de la USAAF de 1949 sobre la capacidad ferroviaria en Europa oriental, casi diez años después, señalaba que el transporte militar de grandes contingentes desde Moscú hasta Alemania Oriental tenía un cuello de botella al este del Vístula tal como encontraron exactamente los alemanes en 1941 una vez franquearon la zona.

Fuentes:
(14) Walter Scott Dunn: The Soviet Economy and the Red Army, 1930-1945 (pág. 194-200) ‪Greenwood Publishing Group, 1995‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬
(15) Axis Forum: German Railways in the East (http://forum.axishistory.com/viewtopic. ... 6&t=203286)
(16) Ernest W. Williams Jr.: Freight Transportation in the Soviet Union: A comparison with the United States. Princeton University Press 1959.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Mar Nov 17, 2015 1:06 am

VI. Estructura administrativa en los territorios ocupados: el caos organizado.
El estilo de gobernar de Adolf Hitler dejaría su impronta en el gobierno y administración de las regiones ocupadas. El estilo caótico y deslavazado de formar estructuras administrativas enfrentadas entre sí, la poca delineación de responsabilidades, el recurso a tomar decisiones sobre la marcha y sobre todo el empeño en que sus virreyes no tuvieran demasiado poder y estuvieran perpetuamente enfrentados entre sí. Sorprende que para la administración de lo que se suponía iba a ser el futuro económico del III Reich las personalidades escogidas fueran tan mediocres y la estructura tan caótica.

El III Reich había pergueñado diversos mecanismos de administración de los países ocupados. El estilo de Hitler era nombrar comisarios todopoderosos provenientes del partido. Su completa desconfianza de la clase funcionarial así como su desprecio por la organización administrativa y burocrática llevaban a que en general cada país tuviera un régimen administrativo diferente. En pocas palabras la Europa ocupada por los alemanes era un mosaíco de satrapías. No obstante el estilo variaba enormente de un territorio al otro. Así en Francia la administración militar alemana mantuvo a todo el aparato burocrático francés y su policía. A pesar de se produjeran numerosos exacciones por parte de los alemanes, la realidad es que Francia estaba administrada por franceses bajo una supervisión alemana relativamente laxa y sorprendentemente con muy pocos funcionarios alemanes –tan sólo unos 1.200- El contraste con Polonia donde se había destruido por completo a las estructuras estatales para imponer un control y terror total no podía ser más marcado. Los alemanes necesitaban a finales de 1939 nada menos que 80.000 funcionarios para gobernar un territorio mucho más pequeño y menos poblado. Claramente el estilo descentralizado y apoyado en los aparatos burocráticos locales era mucho más “barato” y efectivo. El intento de administrar territorios sin apoyarse en la población local era muy complicado y además requería de una gran masa de personal alemán en momentos en los que los recursos humanos estaban estirados al máximo. Así el ratio de funcionarios alemanes a locales era de 1:43.000 en Dinamarca, 1:15.000 en Francia, 1:3.700 en Noruega pero 1:800 en el Protectorado checo. A pesar de que este estilo de gobernar era propugnado por el funcionariado alemán y de algunos altos oficiales del partido como Werner Best e incluso militares como Kurt von Stülpnagen en Francia, la decisión contraria había sido tomada por Hitler y su camarilla más íntima como Himmler. Se aniquilaría por completo el aparato burocrático soviético y a las élites locales y se administraría por completo los nuevos territorios con alemanes pues no se quería la menor colaboración con la población soviética en contraposición a otros territorios donde se en diversos grados se toleraba una cierta participación.(17)

La organización que regiría la economía de los territorios ocupados sería el Wirtschaftsstab Ost o Estado Mayor Económico del Este creado en marzo de 1941. Este era un ente creado bajo la batuta de Hermann Göring con el concurso de Georg Thomas, jefe de la Oficina de Armamentos, Paul Körner, mano derecha de Göring, Herbert Backe como representante del Ministerio de Alimentación y Agricultura así como otros representantes ministeriales. El mando nominal lo tendría un militar de marcado carácter político, Wilhelm Schubert, aunque no tendría apenas mando ejecutivo.

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Herbert Backe. Fuente: Bundesarchiv.

Bajo este paraguas administrativo habría numerosos departamentos que por no hacer interminable la descripción, resumiremos en 5 inspecciones económicas (Wirtschaftsinspektionen), 23 grupos de trabajo (Wirtschaftskommandos) y otras instituciones. Alrededor de esta organización matriz orbitaban sociedades creadas por Göring un año antes para dominar la explotación petrolífera europea (Kontinentale Öl AG), el trust industrial IG Farben, o la corporación agrícola (Zentralhandelsgesellschaft Ost für landwirtschaftlichen Absatz und Bedarf GmbH) creada a las pocas semanas de la invasión. Estas empresas aunque teóricamente dependían del Wirtschaftsstab Ost tenían sus propios consejos de administración. Como podemos ver Göring a la par que contemplaba la explotación de los recursos económicos de la URSS para el Reich no perdía de vista el engrandecimiento de su imperio económico y personal.(18)

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Paul Körner. Fuente: Bundesarchiv.

La administración de los territorios ocupados estaría bajo las ordenes de hombres del partido de absoluta confianza. La administración militar de las zonas contiguas al frente de guerra era vista como coyuntural ya que se pensaba en una rápida victoria sobre la URSS. Las zonas ocupadas estarían bajo el mando de comisarios nacionalsocialistas bajo el mando nominal de Alfred Rosenberg, un alemán oriundo del Báltico y con conocimientos de Rusia pero de escaso peso político en el partido, decisión que sorprende también. Este preconizaba la creación de unos estados marioneta utilizando las nacionalidades bálticas y ucranianas fundamentalmente y aprovechar estas fuerzas para desintegrar el imperio bolchevique. El resto de los territorios del este sería administrado y colonizado por alemanes. Dentro de estos planes figuraba como objetivo de primer orden la represión y destrucción de cualquier atisbo de resistencia rusa. La Rusia soviética sería desmembrada y destruída como estado y sus restos serían explotados por los alemanes.

Se crearían unos 5 comisariados del Reich (Ostland, Ucrania, Moscovia, Cáucaso y Turquestán) dependientes del Ministerio. Debido a las vicisitudes de la campaña militar sólo los dos primeros fueron establecidos y al Ministerio se le privaría de autoridad y contenido dentro de la política de reinos de taifas hitleriana. Los comisarios del Reich serían en el caso de Ostland, Hinrich Lohse, gauleiter de Schlewig-Holstein y el brutal Erich Koch, gauleiter de Prusia Oriental.

Alfred Rosenberg era un pésimo organizador –en propias palabras de varios gerifaltes nazis como Goebbels que lo conocían bien- y su autoridad que ya era bastante nebulosa sufrió una gran dentellada cuando Hermann Göring que quería expandir su imperio personal se hizo con el control de los asuntos económicos. En la práctica Rosenberg y su Ministerio de Territorios Ocupados del Este sería una entidad desprovista de poder real ya que Hitler no quería crear estados satélites en el este. Hitler estaba convencido que no haría falta el concurso de las nacionalidades no rusas para derribar a la Unión Soviética y que las fuerzas alemanas bastarían. Esto tuvo un efecto tremendo en la política alemana en la zona que en la práctica apartó cualquier pensamiento de colaboración y cooperación con las poblaciones locales. Pero además diluyó la autoridad del Ministerio de Asuntos del Este hasta hacerlo inoperante. Los comisariados no dependerían de Rosenberg mas que de una manera superficial e inefectiva. El propio Hitler lo dejó muy claro a Rosenberg durante sus conflictos con Koch en el otoño de 1941 cuando le instruyó a “no inmiscuirse en la administración de los comisariados del Reich y a concentrarse en directivas generales previamente acordadas con el propio Hitler”. Además Rosenberg no disfrutaba del contacto directo que tenía Koch a través de Martin Bormann, filtro de cualquiera que quisiera acceder al Führer y se encontraría cada vez más aislado y desprovisto de poder real. (19)

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Alfred Rosenberg. Fuente: Bundesarchiv.

Fuentes:
(17) Mark Mazower: Hitler´s Empire: How the Nazis ruled Europe (pág. 226-248) Penguin Books 2008.
(18) Dietrich Eichholtz: Geschichte der deutschen Kriegswirtschaft 1939-1945 (pág. 233-237) volumen I. K. G. Saur Verlag GmbH 2003.
(19) Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941. (Pág. 87) Berghahn Books 2006.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Mié Nov 18, 2015 10:20 am

VI. Estructura administrativa en los territorios ocupados: el caos organizado (Continuación)
¿Y qué hay de la administración militar que era otro de los actores en este juego ? Las autoridades militares estaban en general más inclinadas a colaborar con la población local y a conseguir réditos de las rivalidades entre rusos y otras nacionalidades. A ello contribuía el hecho que algunos de los oficiales más antiguos las habían explotado durante la breve ocupación alemana en 1917-1918.(20) Aunque evidentemente también había oficiales de la línea dura nacionalsocialista que chocarían con los primeros y que causarían desavenencias importantes. No obstante la autoridad militar sería relevante mientras la zona estuviera situada en la retaguardia de la línea de combate y en principio se veía como una autoridad interina.

El papel de los industriales alemanes es más complejo y complicado de discernir. Por un lado estaban favorablemente dispuestos a hacerse con oportunidades nuevas de negocio e instalaciones productivas pero por otro lado veían con profunda desconfianza la situación de la Unión Soviética a la que juzgaban muy retrasada y su población poco de fiar. En realidad compartían la ignorancia sufrida por gran parte del liderazgo nazi pero con carácter pragmático no querían verse involucrados en una serie de adquisiciones que les forzarían a una serie de costosas inversiones. En general había mucho más interés por las recientes adquisiciones en Europa Occidental que por hipotéticas inversiones en el Este y preferían esperar a que la situación política y militar se aclarara antes de comprometerse. Al estado de indecisión de los grandes industriales no ayudaba la falta de definición sobre la propiedad de las nuevas instalaciones ni de cómo se haría la transferencia de propiedad. Desde el punto de vista práctico esta situación no ayudaría a poner en marcha las instalaciones productivas una vez fueran conquistadas.(21) Aunque recordemos que en el ideario de Hitler no había espacio para la utilización de la capacidad industrial, si no una mera explotación de materias primas y productos agrícolas. El uso de la industria capturada sería una racionalización posterior ante la prolongación de la guerra.

A pesar de la brutalidad de muchas de sus opiniones políticas podemos ver a Alfred Rosenberg como un moderado dentro del complejo sistema nazi al preconizar el reparto de las granjas colectivas entre los campesinos rusos, el restablecimiento de granjas de pequeños propietarios así como instituir un sistema político clientelar en el este. Esto impulsaría de manera clara a gran parte del campesinado soviético contra el sistema soviético y a favor de los alemanes. Sin embargo estas intenciones fueron abortadas de raíz por Hitler así como por destacados nacionalsocialistas como Göring o los comisarios del Reich por una serie de motivos. En el caso de Göring, eran razones de puro interés económico el retener las unidades de producción bajo su mando. En el caso de Hitler y los comisarios del Reich eran más bien de índole ideológica. Fuera cual fuera el motivo los débiles e incoherentes intentos de descolectivización quedarían en nada y se perdería una de las mayores posibilidades para desintegrar todo el aparato social y económico soviético al conseguir el apoyo de gran parte del campesinado soviético.

Los enfrentamientos entre los planificadores económicos como Göring y los políticos como Rosenberg fueron inmediatos no sólo por las diferencias en la administración de la ocupación sino por los objetivos perseguidos. En definitiva los planificadores económicos tenían una visión al corto plazo lanzandose al pillaje y requisa de todo cuanto tuviera valor económico independientemente de las consecuencias políticas y la alienación de la población ocupada y ganaron en líneas generales el conflicto al estar apoyados por el líder supremo, o sea Hitler. Hitler rechazaba de plano cualquier posibilidad de colaboración con la población local e incluso con la pésima situación militar de mediados de 1943 seguía enrrocado en su posición de no realizar ningún compromiso de colaboración y otorgar concesiones de autogobierno por limitado que fuera para no hipotecar la futura explotación y colonización alemana.

La administración militar fue en sus objetivos una mezcla de ambas: por un lado los altos oficiales preconizaban la requisa para sostener a las tropas en campaña ante las dificultades en los suministros pero por otra parte se intentó utilizar las estructuras productivas en provecho de las necesidades militares inmediatas. Para ello había que asegurar la colaboración de la población local. Sin embargo en cuanto el frente se desplazaba al este y la administración militar era reemplazada por la civil, ocurría lo opuesto.

Por si no fuera bastante caótica esta estructura había otros actores en todo este entramado: Himmler y su imperio personal de las SS. Por un lado ya había divisiones enteras de las Waffen SS combatiendo en el frente ruso y unidades policiales y de limpieza étnica ocupadas en el asesinato de judíos. Las tareas policiales chocaban con algunas de las supuestas atribuciones de Rosenberg que al verse privado de la administración económica y policial se vió privado de cualquier pretensión de poder real. Himmler se veía a si mismo como el encargado de conformar el nuevo espacio vital en el este, de diezmar a la población eslava para crear espacio para el nuevo imperio colonial alemán así como de realizar experimentos de repoblación y expulsión racial. Es innecesario decir que estos propósitos y que esta actuación autonóma chocarían con los otros estamentos administrativos y no es exagerado decir que todas estas estructuras administrativas libraban entre sí una guerra casi tan vigorosa como la sostenida contra los soviéticos.

Lo que pone de manifiesto la descripción de toda la situación es el tremendo caos administrativo creado ante la miríada de departamentos, feudos políticos con áreas de responsabilidad mal definidas, ambiciones de los diversos gerifaltes nacionalsocialistas chocando entre sí. En un intento de socavar la autoridad de los comisarios del Reich, Rosenberg intentó una alianza con Himmler pero lo único que logró fue disminuir todavía más su cada vez más limitado poder al ceder algunas áreas de responsabilidad a cambio de nada.

Toda esta situación reflejaba la política hitleriana de dividir el poder entre sus acólitos aunque el precio fuera la inoperancia administrativa y el caos organizativo. En la URSS ocupada Hitler seguiría su política de impedir un gobierno y administración única al igual que en el resto de su imperio. La diferencia fundamental con el Reich y los territorios ocupados es que se iba a realizar un experimento social basado en el delirante ideario racial nazi que desafiaba por su alcance lo nunca visto.

Fuentes:
(20) Mark Mazower: Hitler´s Empire: How the Nazis ruled Europe (pág. 144-157) Penguin Books 2008.
(21) Rolf-Dieter Müller & Gerd Ueberschär: Hitler's War in the East, 1941-1945: A Critical Assessment (pág. 300-304) Berghahn Books 2002.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Alexanderwolf » Jue Nov 19, 2015 3:10 pm

Agradecido por esta magnífica serie de posts, y a la espera de que cuando acabes poder plantearte alguna cuestión.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Jue Nov 19, 2015 6:24 pm

VI. Estructura administrativa en los territorios ocupados: el caos organizado (Continuación II)
Una limitación de importancia para las diversas agencias administrativas alemanas era la falta de personal. Para administrar vastos territorios con más de 60 millones de personas los alemanes no disponían de más que de unos pocos millares de administradores y con el inconveniente fatal de no contar con ninguna estructura local en la que apoyarse. En noviembre de 1942 cuando se había aumentado su plantilla la Wirtschaftsstab Ost contaba con unos 18.000 hombres (de ellos unos 10.000 funcionarios agrícolas y unos 8.000 soldados y oficiales) Tengamos en cuenta que el territorio era en extensión unas dos veces el Reich.(22) Peor aún, se disponía de muy poco personal que hablara ruso y que tuviera el menor conocimiento del territorio que iban a gobernar. Para desgracia alemana gran parte de los individuos llegados al Este eran aventureros en busca de promoción o embrutecidos militantes nazis sin la formación necesaria para tan gran reto.

La administración alemana en el Este iba a consistir en tres zonas:(23)

- Zona de combate dependiente del comandante militar del sector: raramente tenía una profundidad de más de 20 km.

- Zona de administración militar y que agrupaba la zona de retaguardia de los Grupos de ejércitos. Era una zona de varios cientos de kilómetros. En la práctica dado el estancamiento de las operaciones militares casi la mitad del territorio ocupado de la URSS estaría bajo administración militar toda la guerra.

- Zona de administración civil (Comisariados del Reich)

El comisariado del Reich de Ucrania tendría unos 340.000 km2 y de acuerdo al censo del 1 de enero de 1943 una población de unos 16,9 mill. de habitantes donde antes habían habitado unos 20-25 mill. de personas. La diferencia eran las personas evacuadas, asesinadas o reclutadas por el Ejército Rojo. Se pretendía ampliar la región bajo la administración hasta el Don y el Volga aunque la situación militar lo impediría.(24)

El otro gran comisariado del Reich, el de Ostland, tenía unos 300.000 km2 y unos 16 mill. de habitantes.(25)

Los comisariados del Reich tendrían varios comisarios generales (Generalkommissar) dependientes, varios de los cuales eran también antiguos gauleiters y en cualquier caso hombres de confianza del partido. Ostland contaría con cuatro y Ucrania con seis.(26)

La diversidad de agencias y departamentos con objetivos contradictorios creaba un tremendo caos administrativo y falta de eficiencia a la hora de explotar los recursos del Este. No era simplemente el producto de las personalidades de los responsables nazis designados para gobernar en las nuevas colonias del Este, aunque muchos de ellos no fueran los más aptos para ello, sino de un sistema que incentivaba la competición entre sus servidores con independencia de los resultados. Desde luego varios de los personajes designados para los más altos cargos como el comisario del Reich Erich Koch para Ucrania eran fanáticos nacionalsocialistas pero pésimos e incompetentes gestores. Erich Koch por ejemplo apenas se movió de su feudo político en Prusia Oriental y sólo pasó unos meses en Ucrania donde era el comisario del Reich y carecía siquiera de líneas telefónicas con delegados de varios distritos. Su política se resumía en un odio terrible hacia los ucranianos y eslavos en general y la decisión de destruir la industria y desurbanizar las ciudades según propia declaración. Gran parte del escaso tiempo dedicado a su nuevo dominio fue dedicado a reprimir cualquier asomo de nacionalismo ucraniano y la persecución de supuestos opositores políticos.(27) Su ideario se basaba en una famosa afirmación: “Si hay algún ucraniano digno de sentarse a mi mesa tengo que hacerlo fusilar”. Por su parte Hinrich Lohse parece haberse comportado guidado por cuestiones de pragmatismo económico a la par que ideológicas. Cuestionó por ejemplo el genocidio judío en Ostland en el otoño de 1941 ante las repercusiones económicas que tendría y parece ser que tuvo algunos enfrentamientos con los mandos encargados del asesinato masivo de judíos. Al ser informado que se practicaría la “solución al problema judío” independientemente de las consecuencias económicas volvió a alinearse ideológica y administrativamente con el régimen.(28)

Imagen
Erich Koch. Fuente: Bundesarchiv

La política de destruir en la práctica las grandes aglomeraciones urbanas como Leningrado, Moscú o diezmar otras como Kiev, Kharkov estaba en consonancia con las directrices emanadas del propio Hitler y serían practicadas mediante el sencillo expediente de no suministrarlas prácticamente alimentos. Cientos de miles de personas se lanzarían al campo a intentar buscar comida. Solamente a finales de 1942 y principios de 1943 se asistiría a una regresión parcial sobre esta política.

La política de desurbanización forzada y destrucción de ciudades como Leningrado se había decidido en una pequeña pero crucial reunión el 16 de julio de 1941 en la Guarida del Lobo entre Hitler, Rosenberg, el mariscal Keitel como representante militar, Göring como plenipotenciario económico y Lammers y Bormann en representación del partido. El consenso general era que la Unión Soviética estaba acabada y que en cuestión de semanas se podría contar con la victoria final. Además de exponer su voluntad de destruir las principales ciudades soviéticas se subrayó la necesidad de la explotación económica entendida como saqueo puro y duro y se organizaron los comisariados. A la reunión no acudió Himmler pero se fijaron las líneas maestras de la explotación y colonización.(29)

Himmler por su parte nada más comenzada la guerra volcaría toda su actividad en el exterminio de los judíos así como en algunos delirantes experimentos de colonización con alemanes étnicos en tierras de las que sus moradores fueron expulsados.

Fuentes:
(22) Rolf-Dieter Müller: Die deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941–1943 (pág. 2) Harald Boldt Verlag 1991.
(23) Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941. (Pág. 1-2) Berghahn Books 2006.
(24) Karel C. Berkhoff: Harvest of Despair: Life and Death in Ukraine under Nazi Rule. (pág. 36-37) Harvard University Press 2004.
(25) http://ome-lexikon.uni-oldenburg.de/reg ... t-ostland/
(26) Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941. (Pág. 83) Berghahn Books 2006.
(27) Karel C. Berkhoff: Harvest of Despair: Life and Death in Ukraine under Nazi Rule. (pág. 35-36) Harvard University Press 2004.
(28) Escrito de Otto Bräutigam a Hinrich Lohse de 18 de diciembre de 1941. Publicación del Gedenk- und Bildungsstätte „Haus der Wannsee-Konferenz“
(29) Alex J. Kay: Exploitation, Resettlement, Mass Murder: Political and Economic Planning for German Ocupation Policy in the Soviet Union 1940-1941 (pág. 179-186) Berghahn Books 2006.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Lun Nov 23, 2015 11:34 am

VII. Modificaciones administrativas al prolongarse la guerra.
El optimismo con que se asumía la administración de los territorios del este sufrió un batacazo cuando la campaña militar que se presumía relámpago fracasó en su empeño de derrotar a la URSS en 1941. Aunque desde el punto de vista formal no cambió apenas la estructura administrativa comienza un lento proceso de cambiar algunas políticas a partir de 1942. Estos cambios fueron lentos y sutiles y a los niveles inferiores pues el liderazgo político supremo, o sea Hitler, seguía sin cambiar de opinión.

Imagen
Europa en el momento de la máxima expansión territorial alemana (1942)
En azul oscuro los territorios del Reich o administrados directamente por el Reich alemán.
En azul claro los territorios de los aliados o estados marioneta de los alemanes.
Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/German-oc ... ,_1942.svg

Muchos de los altos cargos comenzaban a darse cuenta que la política emprendida en el Este de represión, asesinato a gran escala y esclavización de la población local no era conveniente para los intereses alemanes a medida que se eternizaba la campaña militar. Pero las críticas de Rosenberg a estos excesos no sólo no encontraron ningún tipo de apoyo en Hitler sino que debilitaron su posición política, lo que fue contraproducente para sus objetivos. A pesar de ello cada vez más personalidades del sistema pensaban que era una equivocación esta política en vez de minar al estado soviético aprestando a las nacionalidades periféricas y población contraria a los excesos del régimen soviético. Las críticas de Rosenberg al asesinato de prisioneros de guerra soviético a Keitel en vez de utilizarlos como mano de obra no seguían un verdadero afán compasivo sino puro pragmatismo. Y esta convicción se extendía no sólo entre altos cargos del Ministerio de Asuntos del Este (Rosenberg) sino entre altos oficiales de la Wehrmacht como el mayor general Eduard Wagner, jefe de la Intendencia alemana, el cual dijo a Rosenberg el 13 de diciembre de 1941 que ganarse a la población local era un requisito indispensable para la victoria final. Otros altos oficiales expresaban opiniones similares aunque no las airearan en público, pues para Hitler cualquier mención a la colaboración con eslavos era poco menos que alta traición. El general Richard Gehlen, jefe de la Inteligencia, en noviembre de 1942 advertía que sería imposible mantener la capacidad de combate del Ostheer sin una masiva inyección de auxiliares rusos. Aunque sobre el terreno los responsables militares y económicos tomaran decisiones prácticas que dulcificaran las durísimas condiciones de la población ocupada, la gran estrategia política no cambió en lo esencial.(30)

La administración militar que se preveía provisional en realidad permanecería en casi la mitad del territorio ocupado soviético hasta finales de 1943. Aunque con matices en función de las diversas personalidades la administración militar en general tendió a aprovisionarse sobre el terreno y a no comprometerse en proyectos económicos que no tuvieran un rendimiento inmediato. Se realizó una reconstrucción bastante grande de las comunicaciones sobre todo ferroviarias e incluso se ejecutaron trabajos de tendido de líneas ferroviarias de campaña. Aunque estos trabajos beneficiaran a la explotación económica de esos territorios y en menor grado a la población, tuvieron una dimensión puramente militar en función de las necesidades logísticas militares.

La prolongación de la guerra tuvo otro efecto sobre la política industrial: además de la explotación en el corto plazo de los recursos mineros (manganeso y petróleo fundamentalmente) se convino en explotar en la medida de lo posible los recursos industriales sobre el terreno. Dado el nivel de destrucción que había sufrido la industria en la zona y la escasez de recursos alemanes se decidieron una serie de prioridades que explicaremos más tarde. Y como para explotar y administrar esos recursos hacía falta personal, comunicaciónes, carbón, energía eléctrica se abandonaron al menos de momento las directivas más radicales para intentar aprovechar esos recursos.

Con los reveses militares se retomaron los planes de devolver al campesinado al menos parte de las propiedades de los koljoses que los planificadores económicos habían rechazado en 1941. Estos planes se publicitaron con gran fanfarria pero debido a que sólo se iniciaron en 1943 y las propiedades se fueron otorgando con gran lentitud, en la práctica el avance soviético paralizó estos tímidos y tardíos intentos de ganarse al campesinado y a la población ocupada.

A pesar de todo el resultado fue una casi total desafección de la población ocupada. Aunque hubiera segmentos considerables de población dispuestos a colaborar, obviamente muchos lo hacían por cuestiones elementales de supervivencia. El nuevo régimen practicó desde el principio el genocidio de grupos étnicos (judíos y gitanos) el asesinato planificado de prisioneros de guerra y el abandono al hambre de los pobladores urbanos. La suerte de la guerra introdujo matices y se efectuaron tardíos y evidentemente falaces intentos propagandísticos de aunar apoyo entre los ocupados así como de explotar el nacionalismo báltico o ucraniano pero la política alemana en lo esencial no cambió. La oposición de Hitler y los partidarios de la línea dura como Himmler o Koch a cualquier esfuerzo de colaboración con la colaboración minó y condenó de raíz esos tardíos, débiles y descoordinados esfuerzos para ganarse el apoyo de la población ocupada. Para el grueso de la población ocupada era evidente el desprecio por las vidas y destinos por parte de los nuevos señores y las proclamas de convertir las tierras del este en colonias no dejaron de oírse ni siquiera durante la retirada alemana.(31)

Fuentes:
(30) Germany and the Second World War: Organization and Mobilization in the German Sphere of Power: War Administration, Economy and Manpower Resources 1942-1944/45 (pág. 69-75) Oxford University Press 2003.
(31) Karel C. Berkhoff: Harvest of Despair: Life and Death in Ukraine under Nazi Rule. (pág. 305-310) Harvard University Press 2004.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Mar Nov 24, 2015 6:40 pm

VIII. Inicio de la campaña militar y conquista
El 22 de junio de 1941 comienza la gigantesca campaña militar de conquista de la URSS. Lógicamente las regiones conquistadas difieren económicamente unas de otras lo que conllevará diferencias en su administración económica. Además dentro de esas conquistas hay territorios recientemente absorbidos por la URSS o bien zonas con población no rusa y por tanto más contrarias a la administración soviética. El avance inicial fue fulgurante en los países bálticos, Rusia Blanca y Ucrania Occidental pero pronto se estancó a finales de julio. La conquista de Ucrania Oriental, el principal área carbonífera e industrial no se consiguió hasta octubre-noviembre de 1941 y algunos distritos no serían conquistados hasta el año siguiente. La deseada penetración en el Cáucaso no tuvo lugar como consecuencia de los reveses alemanes a finales del otoño de 1941 y los soviéticos tuvieron tiempo para evacuar a gran parte de la industria debido a este retraso en el calendario operativo alemán.

Imagen
Mapa: ocupación de territorios de la URSS en los dos primeros meses de Barbarroja (22.06-21.08.1941)
Azul oscuro: ocupado hasta el 05.07.1941
Azul medio: ocupado hasta el 23.07.1941
Azul claro: ocupado hasta el 21.08.1941
Fuente: Geschichte des Zweiten Weltkrieges (mapa 39) Bundeszentrale für politische Bildung.

A finales de 1941 el III Reich había conquistado una zona que proveía a la URSS de preguerra de las siguientes cantidades de materiales:(32)

Cereales 39.000.000 t – 38% del total (33)
Carbón 85.000.000 t – 60% del total
Acero 16.000.000 t – 66% del total
Manganeso 1.400.000 t – 45% del total
Aluminio 40.000 t – 55% del total
Petróleo 250.000 t – 1% del total

Además de la conquista de estos recursos se pensaba que la Unión Soviética sería incapaz de continuar la guerra a gran escala debido a la pérdida de toda esta capacidad industrial y agrícola.

Por estas fechas se había conquistado un 30% de la red ferroviaria soviética si bien apenas se había capturado material rodante y tan sólo se había convertido un 60% de estas líneas al ancho europeo. Pero para atender un territorio tan vasto había muy poco material rodante.(34) Mientras tanto casi todo el litoral báltico había sido conquistado también aunque la resistencia de Leningrado y el minado del mar todavía dificultaban el transporte marítimo en la región. En cuanto al mar Negro la mayor parte de los puertos continuaban en manos soviéticas –Odessa sólo caería en manos germanas en octubre y Sebastopol seguiría en manos soviéticas varios meses más- y el dominio marítimo soviético era incontestable. Desde el punto de vista logístico no se podían efectuar operaciones de transporte y abastecimiento y desde el punto de vista económico sólo el ferrocarril era una alternativa viable.

En el verano de 1942 tras el parón y descalabros sufridos en el invierno los alemanes lanzan su segunda ofensiva en el sur de la URSS. Sin entrar en detalles podemos afirmar que una razón principal para el ataque eran los motivos económicos, en especial el petróleo del Cáucaso. Se efectuaría una penetración profunda hasta Stalingrado en el Volga, cortando el tráfico fluvial y en el Cáucaso conquistando uno de los yacimientos petrolíferos. A finales de 1942 se había conquistado un 40% de la red ferroviaria soviética. Los territorios conquistados en la ofensiva de verano no contaban con industria de importancia si exceptuamos algún centro industrial como Stalingrado pero las estepas del Don y el Cáucaso norte componían una zona agrícola de bastante calado que se esperaba ayudara a la explotación alemana además de privar a los soviéticos de su disfrute.

Fuentes:
(32) Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 38)
(33) Cifras de producción de cereales en 1940 de ‪Paul R. Gregory‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‪, Robert C. Stuart‬: Soviet Economic Structure and Performance: Harper & Row 1981. Resto de cifras de Rolf-Dieter Müller.‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬
(34) Hans Potgiesser: Die Deutsche Bahn im Ostfeldzug (pág. 33-48) Scharnhorst Buchkameradschaft. Neckargemünd 1960.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Mié Nov 25, 2015 11:39 am

IX. El encontronazo con la realidad: política de Tierra Quemada.
Las grandes expectativas creadas con los recursos capturados en la URSS quedarían en gran medida incumplidas. Desde los primeros días de la invasión alemana, se nombró un Consejo de Evacuación, liderado por Stalin. El 4 de julio se encargó a Vozneseskii, director del Plan Quinquenal, organizar la evacuación de la industria y sus trabajadores. Numerosas fábricas sacrificaron producción, cerraron y fueron evacuadas en agosto aprovechando que los alemanes habían sufrido un parón operativo. Se aprovechó el hecho de los trenes empleados para movilizar al Ejército Rojo se movían hacia el oeste para evacuar la industria hacia el este en el viaje de vuelta. Nada menos que 914.380 vagones se utilizaron para evacuar la industria hacia regiones como los Urales (un 34%) Sibera Occidental (15%) Asia Central y Kazahstan (18%) otras al Volga Medio y unas pocas al Extremo Oriente soviético, o sea una cantidad superior de vagones a todas las existencias de material rodante.(35) Se dió especial prioridad a la evacuación de la industria pesada, de ingeniería y metalúrgica aunque ningún sector quedó exento.

La evacuación de la industria pesada y de ingeniería vino acompañada por la reconversión de la producción a armamento cesando la producción de vehículos civiles. Así las fábricas de tractores fueron reconvertidas en fábricas de carros de combate y las fábricas de vehículos fueron evacuadas en gran medida a los Urales y al Volga Medio fabricando camiones y tanques ligeros. La producción de material ferroviario cesó prácticamente dedicándose a la fabricación de material bélico.(36)

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Mapa de la evacuación de las principales fábricas automotrices y de tractores.
Notas: en blanco aparece el número o acrónimo de la factoría antes de la guerra y en negro el adquirido en el nuevo sitio.
Ejemplo: la fábrica de Kharkov ХП3 es evacuada a Nizhni Tagil y adquiere el número 183. La fábrica 75 de Kharkov se traslada a Cheliabinsk y adquiere el nombre ЧК3.
Fuente del mapa: http://www.o5m6.de (Engines of the Red Army)

Lamentablemente para los alemanes los soviéticos practicaron desde el principio una política de tierra quemada generalizada de todas las instalaciones industriales, almacenes, y en general cualquier bien o instalación que fuera de utilidad al invasor destruyéndolas por completo si la evacuación no era posible. Estas órdenes se cumplieron en general muy escrupulosamente desde los primeros días de la invasión alemana, destruyendo todo material que no pudiera ser evacuado. Esto incluía la quema o destrucción de depósitos de combustible, almacenes de grano, vehículos y cualquier material que pudiera ser de utilidad al invasor. La destrucción, evacuación y sabotaje de las instalaciones productivas se practicaba en una zona profunda a retaguardia del frente soviético. Además se evacuaron a nada menos que 16,5 millones de personas con especial atención a los trabajadores especializados.

Las alemanes no sólo tenían que reconstruir a toda prisa la infraestructura ferroviaria, material rodante, depósitos, puentes sino que se encontraban con una destrucción casi total del resto de instalaciones fabriles y mineras. Además gran número de tractores, camiones fueron o bien puesto a disposición del Ejército Rojo o bien evacuados al interior de la URSS. Lo que no se podía evacuar se destruía o inutilizaba en la medida de lo posible.

A pesar del impresionante avance alemán, la política de tierra quemada soviética y la propia intensidad de la lucha limitó la captura de material rodante soviético que hubiera podido aminorar los problemas logísticos alemanes. La cifra de material rodante capturado por los alemanes fue insignificante. El informe del Ejército del 1 de noviembre de 1941 establecía la cifra en 231 locomotoras y 2.237 vagones capturados, una cifra irrisoria.(37) Para que sirva de comparación las autoridades alemanas en sus diversos departamentos ferroviarios en la URSS ocupada contaban con 4.671 locomotoras operativas a 31 de diciembre de 1942 un año después y otras 2.088 locomotoras se encontraban bajo la Generaldirektion der Ostbahn, que operaba en la Polonia ocupada.(38)

Aunque a finales de 1941 se había capturado un tercio de toda la red ferroviaria soviética tan sólo se contaba con unos 79.000 vagones para atender las necesidades militares y económicas de una zona que hubieran necesitado unos 250-300.000 vagones. Y si no se podía atender la demanda militar es evidente que no había prácticamente flete ferroviario para las necesidades económicas. Para hacernos idea en una zona que era el cuádruple que el Reich y aunque la densidad ferroviaria fuera bastante menor, los alemanes que deberían de haber contado con cerca de 10.000 locomotoras y 300.000 vagones tenían tan sólo la ínfima cantidad de 79.000 vagones. Y estas cifras son engañosas pues su rendimiento era bajísimo debido al estado de destrucción de la red ferroviaria, al gran número de locomotoras averiadas por los rigores invernales y en general al estado de desarticulación de las comunicaciones. Así durante el invierno de 1941-1942 alrededor del 70% de las locomotoras alemanas en la región se encontraban inutilizadas o en reparación debido a los rigores invernales. Por si fuera poco prácticamente todos los puentes que atravesaban los grandes ríos como el Dnieper, Desná y otros habían sido destruídos lo que obligaba al transbordo de los convoyes ferroviarios en barcazas hasta que los puentes hubieran sido reconstruídos.(39)

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Puente destruído en Kiev 1941.
Fuente: http://www.liveinternet.ru/users/herodo ... 200955803/ (Взопванные мосты Киева)

Los soviéticos practicaban la voladura de puentes de todo tipo, de presas hidroeléctricas y en general de cualquier infraestructura de comunicaciones, generación de electricidad e instalaciones fabriles y mineras. Así la gigantesca presa hidroeléctrica de Zaporozhe fue volada a pesar de ser uno de los orgullos de la ingeniería civil soviética.

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La enorme presa DniproHES volada a finales de agosto de 1941.
La voladura del enorme dique provocó una avalancha de agua que ahogó a miles de personas situadas en el curso inferior del río. La presa era una de las fuentes principales de energía eléctrica de esta región industrial.
Fuente: http://www.rferl.org/content/european-r ... 83847.html

Fuentes:
(35) Walter Scott Dunn: The Soviet Economy and the Red Army, 1930-1945 (pág. 196-200) Praeger Pub. 1995.
(36) Ibid (pág. 210-214)
(37) http://forum.axishistory.com/viewtopic. ... 0&start=30
(38) Hans Potgiesser: Die Deutsche Bahn im Ostfeldzug (pág. 140-141) Scharnhorst Buchkameradschaft. Neckargemünd 1960.
(39) Ibid.(pág. 37-47)

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Vie Nov 27, 2015 2:29 pm

IX. El encontronazo con la realidad: política de Tierra Quemada (Continuación)
La extensión de la evacuación y sabotajes varió como es lógico según la velocidad del avance alemán y las dificultades de los líderes soviéticos en implementar estas medidas. Se produjeron algunas diferencias de parecer sobre la extensión de la destrución. Así por ejemplo Khruschev preconizaba una destrucción total en 100-150 km al este del frente mientras que Stalin se opuso a esta destrucción total prescribiéndola a una zona de 75 km aunque subrayando que había que evacuar y destruir cualquier maquinaria que pudiera ser de uso al enemigo.(40)

La agricultura sufriría en consecuencia: de los 460.000 tractores que había en la URSS en la anteguerra, unos 180.000 estaban en las zonas ocupadas pero muchos fueron destruídos o confiscados por el Ejército Rojo para el transporte de la artillería. Según fuentes soviéticas de los 180.000 existentes en las zonas ocupadas 112.000 fueron destruídos –aunque no queda claro en que proporción lo fueron por los alemanes y por los soviéticos en retirada- En cualquier caso dos tercios de los tractores –las cifras para el resto de la maquinaria agrícola son similares- habían desaparecido de las zonas ocupadas y muchos de los que encontraron los alemanes no estaban operativos. Y algo similar ocurrió con los caballos de los que dependían muchas faenas agrícolas.(41)

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Tractor medio STZ-3 tras ser capturado por los alemanes con su pieza de 122 mm inutilizada.

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En un mar de barro los alemanes echan mano de cualquier vehículo especialmente tractores para lograr algo de movilidad. Escena cerca de Kholm durante el otoño de 1941.
Fuente de las fotos: http://www.o5m6.de/RussianTractors.html

Las granjas colectivas evacuaron todos los alimentos y almacenes que pudieron y destruyeron el resto. Así en Ucrania se destruyeron al menos 216.000 t de cereales. Obviamente la población local que quedaba atrás no veía con buenos ojos estos esfuerzos que destruía sus medios de vida y les condenaba al hambre y en algunos casos los alemanes fueron ayudados en sus esfuerzos de salvamento por la población local.(42)

Sin embargo llama la atención que a pesar de la miríada de ataques y desorganización causada en las comunicaciones los partisanos no fueran una de las principales razones del fracaso alemán inicial en la explotación económica. Hay varias razones que lo explican:

- La mayor parte de los contingentes partisanos se encontraban en las zonas boscosas de las retaguardias de los Grupos de Ejército Norte y Centro. Ucrania al carecer de esas masas boscosas no podía albergar grupos guerrilleros importantes. Esas eran precisamente las zonas agrícolas deficitarias.

- Hasta el otoño de 1942 la mayoría de grupos partisanos libró una difícil existencia con escasez de armas, suministros, radios, entrenamiento, etc, de manera que gran parte de los esfuerzos fueron de mera supervivencia en especial durante los duros meses de invierno.(43)

A partir del invierno 1942-43 es cuando la multiplicación de los grupos guerrilleros y su mayor efectividad táctica comienza a convertirse en un verdadero quebradero de cabeza, más por la interferencia de las comunicaciones que por la distorsión de las instalaciones productivas. A pesar de eso la mayor parte de problemas se da en los sectores anteriormente citados con Ucrania mucho más levemente afectada.

El calendario de la conquista alemana influyó en la evacuación y destrucción de material, infraestructura así como personal de las empresas agrícolas. El rápido avance alemán se produjo en Bielorrusia o Ucrania occidental, regiones relativamente pobres mientras que se estancó en el Dnieper y no fue hasta el otoño de 1941 cuando se penetró finalmente en las tierras más ricas, lo que dio tiempo a la administración soviética a evacuar todo lo que se pudo. Algunas de las zonas agrícolas como la estepa del Don o el Cáucaso norte no cayeron en manos alemanas hasta el verano de 1942.

Los yacimientos petrolíferos fueron saboteados a conciencia, algunos como Maikop en fechas tan tempranas como el otoño de 1941 a pesar de que los alemanes se encontraban a más de 400 km. En el verano de 1942 ante el avance alemán en el Cáucaso se volvieron a terminar de destruir estas instalaciones. Los otros yacimientos de importancia como Groznii o el mayor como Bakú sufrirían todo tipo de sabotajes a pesar de que los alemanes ni siquiera llegaron allí.

Fuentes:
(40) Karel C. Berkhoff: Harvest of Despair: Life and Death in Ukraine under Nazi Rule. (pág. 18) Harvard University Press 2004.
(41) William Moskoff: The Bread of Affliction: The Food Supply in the USSR During World War II (pág. 72) Cambridge University Press 1990.
(42) Ibid. (pág. 29)
(43) Leonid D. Grenkevich, David M. Glantz: The Soviet Partisan Movement, 1941-1944: A Critical Historiographical Analysis. Frank Cass Pub. 1999.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Dom Nov 29, 2015 7:32 pm

X. Agricultura y ganadería durante la Ocupación alemana
Ya hemos visto la compleja estructura administrativa que se iba a imponer en el Este y la maraña de departamentos creada para extraer el máximo beneficio de los territorios ocupados. La agricultura no sería una excepción y además de los diversos departamentos se crearían una serie de corporaciones para gobernar los recién conquistados koljoses.
Así por ejemplo se crearon las siguientes empresas:

- Corporación Agropecuaria Ucrania (Landbewirtschaftung Gesellschaft Ukraine) para Ucrania

- Corporación agrícola Ostland (Ostland más tarde renombrada Reichsland) para los territorios de Ostland.

La confusión existió desde el primer momento al intentar las oficinas del Comisionado del Plan Cuatrienal (Hermann Göring) o las del Ministerio de Alimentos en Berlin al hacer caso omiso de los expertos agrícolas del WiStab Ost en el terreno e intentar aprehender el máximo de productos agrícolas con independencia de las circunstancias. Por si fuera poco el personal alemán era totalmente insuficiente para la gigantesca tarea al excluir por razones ideológicas al personal soviético.

Como ya hemos adelantado se prohibió la disolución de los koljoses para controlar mejor las unidades agrícolas de producción pero también por motivos ideológicos al pensar que los campesinos rusos individuales serían incapaces de gestionar las granjas y explotaciones. Se fijarían una serie de precios agrícolas y además para complicar más se utilizarían diversas divisas, así en Ostland se ulitizaría el Reichsmark mientras que en Ucrania tras utilizar el rublo al cambio de 10 rublos por marco se creó en 1942 una nueva moneda, el Karbovanets. En cualquier caso los tipos de cambio hechos a la medida por las nuevas autoridades encubrían en realidad una confiscación de la riqueza agrícola en todos los territorios ya que no eran convertibles ni siquiera a los tipos de cambio fijados por los alemanes. Además las sociedades agrícolas generaban unos márgenes de distribución bastante arbitrarios en todas las transacciones económicas. El resultado era una apropiación encubierta de los productos agrícolas, un enorme mercado negro y el regreso a una economía de trueque por parte de la población autóctona.(44)

Desde el primer momento los alemanes iban a enfrentarse a tremendos problemas en su pretendida explotación agrícola. Gran parte del parque de tractores y maquinaria había sido destruido o evacuado. No había combustible para operar la maquinaria capturada, escasez de repuestos, muy pocos suministros de fertilizantes y la desarticulación provocada por la guerra (hombres movilizados o evacuados, desorganización y tremendos problemas con los transportes de los evacuados) iba a complicar muchísimo los esfuerzos alemanes.

Y no olvidemos que entre los objetivos fundamentales en el corto plazo pasaba el aprovisionamiento del Ostheer sobre el terreno, o sea la requisa al puro estilo de la guerra de los Treinta Años y con todo tipo de brutalidades añadidas. Al margen del efecto político que tenía entre la población ocupada, mucha de la cual había salido con los brazos abiertos a los alemanes, el efecto económico que tenía en un sistema productivo sometido a destrucción, evacuación y caos generalizados fue notablemente negativo. En otro capítulo hablaremos de las confiscaciones y requisas alemanas y veremos que fueron a una gran escala.

En el otoño de 1942 el III Reich controlaba el 40% de las cosechas de preguerra de la Unión Soviética: así pues el 60% de la cabaña porcina, el 40% de la cabaña vacuna y el 25% de las ovejas y cabras. Esto ocasionaría una terrible escasez en la URSS no ocupada pero para los alemanes en el corto plazo no iba a suponer el nadar entre la abundancia. La principal dificultad era reconstruir la infraestructura agrícola en especial maquinaria agrícola y las comunicaciones.(45)

Así los informes alemanes señalaban que aunque la regiones ocupadas habían producido unos 43 mill. de t de cereales, en la cosecha de 1941 sólo se habían podido recolectar 13 mill. de t.

La invasión alemana realizada durante el verano de 1941 influiría de manera muy perjudicial en la recolección y labores propias de la época. Incluso aunque los alemanes conquistaran zonas con cosechas intactas se hacía muy difícil el recolectar la cosecha ante la ausencia de maquinaria, medios de transporte y falta de mano de obra evacuada o reclutada por el Ejército Rojo.

Así por ejemplo los rendimientos obtenidos con las cosechas de cereales dejan a las claras lo pobre del resultado obtenido en Ucrania:

1940/41: 23,4 mill. de has. con 24,3 mill. de t (rendimiento de 1,03 t / ha)
1941/42: 17,0 mill. de has. con 11,7 mill. de t (rendimiento de 0,69 t / ha)
1942/43: 18,1 mill. de has. (sin resultados de la cosecha por efecto de la ofensiva rusa y la falta de estadísticas)

Y la de las oleaginosas (soja, ricino, etc) de las que Alemania tenía una gran dependencia no dejan tampoco lugar a dudas sobre la baja. A continuación los resultados de todos los territorios ocupados del Este:

1940/41: 0,758 mill. de has. con 0,611 mill. de t (rendimiento de 0,8 t / ha)
1941/42: 1,777 mill. de has. con 0,837 mill. de t (rendimiento de 0,47 t / ha)
1942/43: 1,022 mill. de has. con 0,275 mill. de t (rendimiento de 0,27 t / ha) (45)

Además de los problemas con cereales y oleaginosas, en Ucrania se mencionan las dificultades para conseguir extraer azúcar de remolacha ante la falta de productos químicos y carbón. El transporte fluvial en el Dnieper está dificultado por la falta de barcazas, combustible así como restos de puentes destruídos. Se toman medidas para reparar barcazas, instalaciones fluviales de carga y descarga y proveer de combustible a las embarcaciones reparadas.

En general en 1941 la cifra de cereales, oleaginosas, carne, mantequilla y otros productos alimenticios transportada al Reich fue casi simbólica ante la falta de medios de transporte. La mayor parte de los comestibles fueron aprehendidos por la Wehrmacht y consumidos in situ.

En 1942 se va efectuando una muy lenta recuperación aunque los tonelajes transportados son aún muy pequeños: en septiembre de 1942 se envían al Reich 178.000 t de cereales, el 78% del plan previamente revisado a la baja ante las dificultades de transporte.

La constatación de que sin ayuda en la mecanización sería imposible obtener un cierto rendimiento de la agricultura llevó a crear un programa de suministro de tractores operados por gasógenos ante la falta de combustible. Así hasta el verano de 1943 se habían suministrado 14.000 tractores así y había planes para otros 10.000 para el invierno de 1943-44.(47) La industria alemana pues tenía que dedicar una parte considerable de su capacidad a producir maquinaria para las zonas ocupadas de la URSS distrayéndola de la producción de material bélico. El contraste con la Unión Soviética no podía ser mayor: la producción de tractores agrícolas en la URSS no ocupada fue prácticamente paralizada y dedicada a la fabricación de carros de combate donde superarían sobradamente en número a los alemanes.

Gran parte de los tractores capturados tuvieron que ser reconvertidos en gasógenos ante la falta de combustible. Así los tractores soviéticos en Ucrania, los Fordson capturados en los países bálticos tuvieron que ser reacondicionados con gasógenos que consumían madera además de todos los importados desde el Reich. No sólo tractores sino cosechadoras, segadoras, arados, gavilladoras y un sinfín de máquinas y herramientas agrícolas para reponer lo evacuado y destruido. Del total de 20.100 gasógenos entregados en la zona ocupada, unos 10.000 fueron a parar a los tractores soviéticos capturados, unos 3.000 a los tractores bálticos y finalmente a los 7.000 tractores alemanes (Hanomag, Deutz y Lanz) exportados para atender la agricultura en las zonas ocupadas. La falta de repuestos complicó mucho la puesta en marcha de los tractores soviéticos capturados. Las fábricas que producían tractores en la URSS como por ejemplo Kharkov y Stalingrado fueron evacuadas al Este y reconvertidas en fábricas de carros de combate. Los alemanes no encontraron más que grandes naves vacías y semidestruídas sin maquinaria. En Kharkov se realizaron esfuerzos para reacondicionarlas como talleres de reparación porque instalar líneas de producción era imposible sin importar maquinaria de todo tipo.

De igual manera hubo que hacer un esfuerzo para reconstruir las cabañas ganaderas deshechas por los acontecimientos bélicos. Aunque el esfuerzo alemán en este sentido fue bastante menor que en el estrictamente agrícola hubo que enviar miles de sementales y crías.(48)

Hacia finales de 1942 las derrotas militares sufridas por los alemanes provocan un tardío esfuerzo para disolver algunos koljoses y devolver la propiedad aunque fuera en parte a los campesinos. Se realizarán transferencias de propiedad sobre todo en Letonia y Estonia –en parte porque la ocupación alemana dura más y por que la ocupación soviética ha sido muy reciente- y también en Ucrania y Bielorrusia. Estos tardíos y en parte titubeantes esfuerzos tan sólo transfieren una parte de la propiedad a los agricultores integrados en los koljoses. Esta política obviamente complace a la población local aunque por tratarse de población que está sufriendo deportaciones a Alemania y penalidades sin cuento no aporta apenas beneficios. El esfuerzo se acelera un tanto en el año 1943 aunque en general gran parte de las propiedades caerán en manos soviéticas durante las ofensivas de la segunda mitad del año. No obstante es de reseñar las dificultades que tendrá el gobierno soviético en imponer el sistema colectivista en las zonas reconquistadas.(49)

Imagen
La foto es de una publicación alemana propagandística distribuída en febrero de 1942 en los territorios ocupados. Se realizó una falsa reproducción del periódico "Pravda" -La Verdad- donde se anuncia el "regalo de Adolf Hitler al pueblo ruso" con la reforma largamente anhelada por el sufrido campesinado ruso. Como parte de la reforma se abolirán los koljoses y se realizará una transición a granjas individuales.
Fuente de la foto: https://en.wikipedia.org/wiki/Collectiv ... viet_Union

Fuentes:
(44) Karl Brandt & Otto Schiller & Franz Ahlgrimm: Management of Agriculture and Food in the German-Occupied and Other Areas of Fortress Europe: A Study in Military Government (pág. 77-120) Stanford University Press 1981.
(45) Ibid. (pág. 145-148)
(46) Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 72-74) Harald Boldt Verlag 1991.
(47) Ibid. (pág. 243)
(48) Karl Brandt & Otto Schiller & Franz Ahlgrimm: Management of Agriculture and Food in the German-occupied and Other Areas of Fortress Europe. (pág. 142-143) Stanford University Press 1981.
(49) Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 112-118) Harald Boldt Verlag 1991.

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