El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Historia económica

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Jue Dic 03, 2015 1:13 am

XI. Confiscación de productos agrícolas en la URSS
Entre el 17 de julio de 1941 y finales de marzo de 1944 los alemanes transfirieron unas 1.76 millones de t de alimentos de la URSS al Reich con otras 7.39 millones de t confiscadas por la Wehrmacht (4.05 mill. de t) y 3.34 mill. de t por la administración civil alemana (incluyendo un número crecido de auxiliares y Hiwis soviéticos).(50)

Estas confiscaciones pese a ser bastante menores de lo que los propios alemanes esperaban causaron terribles sufrimientos entre la población soviética de los territorios ocupados cuya agricultura y ganadería había quedado desarticulada. Los ciudadanos de los territorios ocupados no tenían derecho a ninguna ración, y quedaban a su suerte de cómo ganarse el sustento. Aunque hubo diferencias regionales en general los grandes perjudicados fueron los habitantes de zonas urbanas, de zonas próximas al frente de guerra y de regiones con pocos recursos agrícolas. Así por ejemplo en 1942 una terrible hambruna asoló Kharkov, entonces la cuarta ciudad soviética. Esta contaba con 850.000 habitantes antes de la guerra pero las evacuaciones la dejaron en unos 300.000 en 1942. Las estimaciones de mortandad oscilan entre los 30 y 80.000 habitantes muertos de hambre, nada menos que entre el 10 al 27% de los habitantes totales.(51)

Otras ciudades com Rhzev, Odessa y zona de Leningrado ocupada por los alemanes sufrirían un hambre terrible. A pesar de eso los campesinos en zona ocupada ucraniana tuvieron una suerte mejor que sus colegas de zonas agrícolas más pobres al poder contar con algunos excedentes para su consumo así como parcelas mayores para autoconsumo. La escasa capacidad alemana para controlar el territorio hizo que además se pudiera practicar el ocultamiento de víveres con relativa impunidad.

Las zonas que más sufrieron el hambre fueron la retaguardia de los Grupos de Ejércitos Norte y Centro que ocupaban además las regiones más deficitarias en producción agrícola. Estos ejércitos al igual que el Grupo de Ejércitos Sur practicaron la requisa de manera extensiva para abastecerse. El Grupo de Ejércitos Norte que ocupaba la región agrícolamente más desfavorecida pudo abastecerse de alimentos casi enteramente sobre el terreno. El precio como no, lo pagaron los civiles soviéticos sufriendo terrible hambre. La requisa se produjo en condiciones auténticamente bestiales, arrancando alimentos a personas condenadas a morir de hambre y con niños fusilados por infringir el toque de queda al salir a mendigar un trozo de pan. Ni que decir tiene que la muerte por inanición de millones de prisioneros de guerra soviéticos y civiles, judíos y el salvajismo de la ocupación alemana contribuía a la oposición activa a la ocupación alemana y a engrosar las filas de los partisanos.

Ya fuera en las cercanías de las grandes ciudades como Leningrado, Kiev o Kharkov o en los bosques de Bielorrusia, las unidades militares alemanas recibieron órdenes de no alimentar a la población civil. Se intentó convencer a los soldados de no compartir sus raciones con los malnutridos civiles soviéticos. Estas órdenes en zonas que no recibían suministros alimenticios equivalían a la muerte por inanición de miles de personas. En algunos casos extremos se practicó el bloqueo de las comunicaciones de grandes urbes recién conquistadas como Kiev en el otoño de 1941 o Kharkov aunque la falta de efectivos militares pronto desautorizó esas prácticas. Pero de todas formas la desarticulación de la economía local y el saqueo de los almacenes provocó una hambruna terrible en todos los terriorios ocupados en especial en zonas como sector del Grupo de Ejércitos Norte y en zonas concretas del sur como los centros urbanos. Así por ejemplo Kiev que tenía 850.000 habitantes en 1941 pasó a contar con sólo 295.000 dos años más tarde. Muchos habitantes sencillamente huyeron al campo a intentar conseguir alimentos.(52)

La suerte de los judíos fue si cabe más cruel con cientos de miles de ellos recluídos en ghettos y prácticamente privados de alimentos de todo tipo. Los supervivientes de los ghettos serían liquidados entre los años 1942 y 1943 después de haber sufrido terribles matanzas en el verano y otoño de 1941. Hubo algunas quejas de responsables económicos –más por razones pragmáticas que por verdadera compasión- sobre los problemas causados por el aniquilamiento de una fuente de mano de obra así como la desarticulación económica causada por el asesinato de segmentos completos de la población.

Aunque el llamado “Plan Hambre” no alcanzaría toda su terrible dimensión debido al estancamiento del avance alemán, podemos tener una ligera idea de lo que hubiera ocasionado en base a lo que ocurrió realmente en la zona ocupada alemana. Incluso sin la implementación completa del Plan murieron varios millones de personas. Es muy probable que de haber ocupado los centros urbanos de Moscú y del Volga medio se hubiera producido una situación mucho peor debido al déficit de producción agrícola, las confiscaciones alemanas y la desarticulación general de los medios de transportes.

Fuentes:
(50) William Moskoff: The Bread of Affliction: The Food Supply in the USSR During World War II (pág. 48) Cambridge University Press 1990.
(51) Ibid. (pág. 48-60)
(52) Jeff Rutherford: Combat and Genocide on the Eastern Front: The German Infantry's War, 1941–1944 (pág. 168-190) Cambridge University Press 2014.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Sab Dic 05, 2015 12:35 am

XII. El estado de la industria capturada (53)
Veamos con unos cuantos ejemplos ahora cual era el estado de las instalaciones industriales y mineras capturadas, el intento de ponerlas nuevamente en operación y los resultados obtenidos:

XII.1.Yacimientos de hierro de Krivoj Rog:
Estos eran unos yacimientos de mineral de hierro de importancia situados cerca de Nikopol, donde se encontraban los segundos yacimientos de manganeso más importantes de Europa. Antes de guerra se producían 19 mill. de t anuales.
El informe alemán señalaba la casi total destrucción de las instalaciones o la evacuación de todo el utillaje y maquinaria útil (1.950 motores eléctricos de 2.000) Todos los trabajadores habían sido evacuados y no había prácticamente energía eléctrica para trabajar.
Ante la imposibilidad de reconstruir las instalaciones y la explotación en un plazo medio de tiempo el comando alemán encargado dirige el desmontaje de piezas útiles para ser empleadas en los yacimientos de manganeso de Nikopol.

Imagen

Instalaciones destruídas en Krivoj Rog en 1941.
Fuente: http://ukrmap.su/en-uh11/477.html

No obstante se transportaron unas 1.387.000 t de mineral al Reich y Rumanía, en su mayoría stocks capturados (aproximadamente un millón de t) y una pequeña parte de la producción. Se planeó la puesta a punto de una pequeña producción para 1943 y la construcción de algunos altos hornos en la región. En la primavera de 1943 comenzó una pequeña producción que terminaría en octubre de 1943 al convertirse la región en zona de combate. La producción en cualquier caso fue muy escasa como testifican las cifras:

- Captura de 1.000.000 de t de mineral que sólo a partir de julio de 1942 son enviadas al Reich y Rumanía debido a la escasez de transportes.
- Comienzo de las operaciones de extracción en marzo de 1943.
- Enero de 1943: envío de 56.000 t de mineral.
- Mayo 1943: extracción de 32.000 t de mineral. Envío de 171.000 t.
- Agosto 1943: extracción de 133.000 t de mineral. Envío de 233.000 t (record mensual)
- Septiembre 1943: extracción de 20.925 t. Envío de 2.149 t (último mes de operaciones)
- El total de lo extraído fue de 384.600 t. Se expidieron 1.387.000 t.

XII.2 Yacimientos de manganeso en Nikopol:
El manganeso es vital para la fabricación de aceros y aleaciones. Sin él es imposible la fabricación de aceros especiales y por tanto la capacidad bélica alemana hubiera quedado anulada. En Nikopol, Ucrania, se encontraban junto a Chiatura, Georgia, los únicos yacimientos en Europa. Nikopol producía el 35% del total del manganeso soviético encontrándose el 59% restante en Chiatura.(54) La producción soviética bastaba para mantener toda la industria siderúrgica europea. Para el III Reich sometido al bloqueo británico a excepción de los stocks y el manganeso conseguido de menas de baja ley no había otra opción que las entregas de manganeso soviético que fueron considerables durante la vigencia del pacto Ribbentrop-Molotov como atestiguan estas cifras sobre la producción total de manganeso en el III Reich y zonas ocupadas:

1940: 119.000 t, de ellas 65.000 t de la URSS
1941 hasta el 22.06.41: 116.000 t de ellas 75.000 t de la URSS.
La producción total soviética era de unas 1.200.000 t en Nikopol y de unas 1.300.000 t en Chiatura.

En la preparación económica bélica de Barbarroja el manganeso recibió una atención especial debido a su importancia vital. Al apercibirse que los yacimientos de mineral de hierro de Krivoj Rog estaban devastados y que la extracción del hierro no tenía sentido si no se aseguraba la producción del manganeso, los alemanes decidieron concentrarse en Nikopol. A esto se añade que la disponibilidad de maquinaria, energía eléctrica, carbón y medios de transporte era muy limitada.

Cuando los alemanes conquistaron la zona se encontraron numerosas voladuras, bastantes torres y construcciones de madera quemadas e instalaciones destruídas así como gran parte del personal evacuado. Afortunadamente la corriente eléctrica no había desaparecido del todo y la destrucción no había sido tan completa como en la zona del Donets. Al ser conquistada en verano los trabajos de reconstrucción fueron más fáciles. De las 4 instalaciones de purificación algo obsoletas, 3 estaban bastante dañadas mientras que otra estaba intacta aunque sin motores que habían sido desmontados. Los trabajos de reacondicionamiento comenzaron casi inmediatamente y además se capturaron algunos miles de toneladas de stocks.

Los empleados del Wi Stab Ost así como un batallón minero comenzaron los trabajos de limpieza para comenzar la producción. Bastantes piezas fueron encontradas al haber sido simplemente enterradas por los soviéticos en retirada. Se envió bastante material y un equipo de expertos mineros alemanes lo que permitió poner en funcionamiento 14 de las 50 instalaciones mineras.

Se constató que gran parte de la producción de preguerra soviética se exportaba en forma de mineral ante la imposibilidad técnica de purificar todo el mineral extraído. Las instalaciones estaban bastante anticuadas y un comité de expertos alemanes decidió cambiar la política existente de explotar meramente los yacimientos y operar una industria siderúrgica en la zona con la ayuda del mineral de hierro de Krivoj Rog, el carbón del Donets para fabricar acero lo que implicaba construir instalaciones de purificado de mineral que comenzarían las operaciones a principios de 1943.

La extracción comenzó en noviembre de 1941 con pequeñas cantidades y pronto llegó a 18.100 t en marzo y 22.000 t en abril de 1942. Como los trabajos de desarrollo marchaban en paralelo pronto aumentaron aún más las cifras. A fecha de 31.12.1942 se habían extraído:
- 642.000 t de mineral de manganeso
- 103.000 t de concentrado del mismo

La participación de la producción de Nikopol en el consumo total alemán aumentó como sigue:
- Julio a diciembre de 1941: 40 % de Nikopol (principalmente stocks capturados)
- Enero a junio de 1942: 70 % de Nikopol (casi exclusivamente producción propia)
- Julio a diciembre de 1942: 128,6 % de Nikopol (sólo producción propia)

Como podemos ver en la segunda mitad de 1942 la producción superaba las necesidades alemanas lo cual permitió acumular stocks y además replantear la producción de mineral de hierro en Krivoj Rog de nuevo para crear una industria local completa siderúrgica que permitiría gracias a las cuantiosas reservas existentes encarar el futuro con optimismo.

La ofensiva soviética puso fin a este sueño a pesar de la desesperada defensa alemana que desde octubre de 1943 resistía en este saliente. El 8 de febrero de 1944 fueron voladas las instalaciones en Nikopol y la zona cayó en manos rusas de nuevo. Varios miles de t de mineral y concentrado fueron capturados ante la imposibilidad de transportarlos. Se había conseguido un record de producción y crear stocks que permitieron a la industria siderúrgica alemana continuar la producción durante toda la guerra.

Fuentes:
(53) Los siguientes informes son una condensación de los extractos de informes alemanes que pueden verse en detalle en “Aufbau einer Kriegsindustrie im eroberten Teil der Sowjetunion” http://www.forum-der-wehrmacht.de. Por su enorme longitud sólo he realizado el resumen de los informes más interesantes en los sectores principales industriales. Hay multitud de informes de interés sobre la industria ligera, de bienes de consumo que no he puesto para no hacer interminable la descripción
(54) Vasilii V. Strishkov & Richard Levine: The Manganese Industry in the USSR (pág. 21-22) Bureau of Mines, United States Department of the Interior 1986.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Dom Dic 06, 2015 11:19 pm

XII. El estado de la industria capturada
XII.3 Yacimientos de carbón de la cuenca del Donets:
Los informes alemanes reportan destrucciones muy importantes tanto en superficie como en el interior de las minas de todo tipo de instalaciones. Destrucción casi total de los ferrocarriles que sirven a las minas e inundaciones en numerosas de ellas. Falta total de energía eléctrica lo que hace casi imposible el bombear las minas inundadas. Prácticamente todos los trabajadores han sido evacuados. Se capturan 1,3 mill. de t de carbón que como señala el informe apenas bastan para las necesidades de las tropas, los ferrocarriles y generación de energía eléctrica para las necesidades inmediatas.

Imagen

Foto: Stalino al caer en manos alemanas. La ciudad que contaba con unos 500.000 habitantes antes de guerra y era un floreciente centro minero e industrial quedaría completamente devastada y con tan sólo 175.000 habitantes. En la imagen las tropas del Eje entran en la ciudad, en el horizonte se ven las chimeneas de varios altos hornos completamente devastados. La ciudad desde 1961 pasó a llamarse Donetsk durante la desestalinización de Khruschov.
Fuente: http://gutenberg.net.au/ebooks11/1100731h/V1_5/v2.html

El comando alemán determina ante la devastación el concentrarse en las pocas instalaciones menos dañadas e intentar conseguir en unos meses un 5-10% de la producción de preguerra. Se reclutan miles de trabajadores soviéticos para la limpieza y trabajos preliminares. Hay que traer numerosas maquinaria, bombas, generadores y material minero en general del aprehendido en Polonia, Francia y Benelux. despejar de restos y escombros los yacimientos.

Imagen

Foto: las tropas italianas toman Gorlovka, ciudad minera del distrito de Stalino. En Ucrania los alemanes luchaban con numerosos contingentes italianos, rumanos y eslovacos. Sin embargo la explotación económica de la zona correría a cargo de los alemanes.
Fuente: http://cstoesen.blogspot.com.es/2013/06 ... -1941.html

La producción arranca penosamente y poco a poco va aumentando como sigue:

- Noviembre 1941 a marzo 1942: 25.000 t
- Abril 1942: 30.000 t
- Mayo 1942: 60.000
- Agosto 1942: 90.000
- Octubre 1942: 240.000 t
- Diciembre 1942: 392.000 t

A 31.12.1942 se reporta la siguiente situación:
- 68 minas y 314 pequeños yacimientos puestos en operación
-100 minas y 167 pequeños yacimientos con trabajos preliminares para permitir su explotación
- 697 minas están inactivas, de ellas 334 inundadas
- Personal: unos 100.000 trabajadores civiles, 8.200 prisioneros y 2.206 empleados alemanes.

A pesar del aumento de producción, ésta estaba claramente por debajo de las necesidades de los ocupantes. Además de maquinaria hay que importar carbón del Reich para poder operar los ferrocarriles. Otro problema y no menor es la falta de mano de obra especializada, las deportaciones realizadas por Sauckel hacia el Reich junto a las evacuaciones realizadas en los primeros meses de la guerra hacen que falte mano de obra en general y especializada en particular. Se intenta suplir con el empleo de prisioneros de guerra pero aún así no se logra atender las necesidades.

Se consiguió dar un gran paso con la reconstrucción de la gran presa hidroeléctrica de Zaporozhe que había sido destruída en la retirada rusa. Se tuvieron que enviar desde Alemania numerosos suministros de cemento, acero, turbinas, maquinaria y material eléctrico. Finalmente en enero de 1943 se puso de nuevo en funcionamiento y proporcionó energía eléctrica de manera continua.

Los planes contemplaban un aumento de la explotación hasta las 30.000 t diarias hacia mediados de 1943 y 60.000 t diarias a finales del años. Con ello se conseguiría cubrir las necesidades bélicas, de los ferrocarriles y de la economía regional que poco a poco iba recuperándose y se liberaba material rodante en cantidad dedicado a traer carbón del Reich.

Tras la gran ofensiva rusa de Stalingrado la zona se convirtió en campo de batalla y se perdieron varias minas lo que causó una gran caída de producción. La contraofensiva alemana en marzo de 1943 retomó la zona y la producción volvió a aumentar como atestiguan las cifras de producción de carbón:

- Enero 1943: 450.000 t
- Febrero 1943: 182.000 t
- Julio 1943: 456.000 t (la mayor cifra alcanzada durante la ocupación)

De las 487.000 t servidas en julio de 1943 –suponemos que la pequeña diferencia son stocks anteriores- la economía regional recibió 277.000 t, la Wehrmacht 110.000 t y los ferrocarriles 100.000 t.

En agosto de 1943 comenzaron las operaciones soviéticas de reconquista en la zona. Varias instalaciones fueron desmontadas y evacuadas pero muchas fueron voladas y bastantes cayeron en manos de las rusos intactas.

Hasta ese momento la explotación continuaba aumentando pero la ofensiva soviética y el colapso de los transportes acabó con las operaciones por completo.

El balance de la explotación carbonífera alemana en las zonas ocupadas no puede ser más negativo, además de que las cifras conseguidas fueron ridículas, se necesitaron grandes cantidades de carbón del Reich para conseguir un mínimo de operatividad industrial y sobre todo para operar los ferrocarriles.

Así pues las cifras son extraídas y aportadas desde el Reich son como sigue durante los años de ocupación alemana:

4.100.000 t de la zona del Donets
730.000 t de Ucrania Occidental
2.600.000 t de stocks capturados

Estas cantidades empequeñecen al lado del carbón traído del Reich:

2.380.000 t enviadas desde el Reich para la economía del Wi Stab Ost
2.100.000 t enviadas desde el Reich para el consumo de las tropas
15.000.000 t enviadas desde el Reich para los ferrocarriles.

Claramente era un negocio ruinoso pues por cada tonelada extraída se tuvieron que aportar casi tres desde el Reich con el agravante de que el precio de esa tonelada transportada era muy elevado debido al transporte hasta Rusia.

La industria de la época estaba basada en el suministro abundante y continuo de carbón. Sin carbón no se podía operar una industria siderúrgica, no se podían operar los ferrocarriles a plena capacidad y no se podía generar electricidad para multitud de procesos industriales (galvanizado, producción de aluminio, etc). Los alemanes se encontraron con una pesadilla a todos los niveles, destrucción de la infraestructura productora de carbón, destrucción de la infraestructura encargada de transportarla y destrucción de cualquier otra fuente alternativa de electricidad como las presas hidroeléctricas.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Mié Dic 09, 2015 12:31 am

XII. El estado de la industria capturada
XII.4 La explotación del petróleo soviético: el mayor de los fiascos
Ya hemos visto el cúmulo de distorsiones alemanas antes del gran ataque a Rusia sobre las posibilidades de explotación económica de los territorios ocupados. El del petróleo fue uno de los más notorios.

Los expertos ya habían avisado que sería muy dudoso el conseguir petróleo del Cáucaso y que en cualquier caso no se podrían cubrir las necesidades alemanas por no decir europeas. Las cifras de petróleo soviético exportado en realidad no habían dejado de caer desde el año 1932 cuando se exportaron 6,1 mill. de t, el récord alcanzado para financiar el gran programa de industrialización stalinista. A partir de ahí no dejaron de caer y en 1938 el último año de preguerra tan sólo se exportaron 1,4 mill. de t. Como sabemos durante el año y medio que estuvo en vigor el pacto germano-soviético la URSS apenas exportó 0,94 mill. de t a pesar de las presiones alemanas.

Las razones para estas cifras tan bajas de exportación y excedentes estriban en que la URSS cada vez consumía más petróleo debido a su crecimiento industrial e incipiente motorización mientras que su producción no aumentaba al mismo ritmo. Ya en el año 1938 quedó la producción estancada alrededor de 30 mill. de t y no fue posible incrementarla ante la falta de tecnología. El descubrimiento en 1929 de un importantísimo yacimiento entre el Volga y los Urales llamado el “Segundo Baku” apenas tuvo resultados tangibles ante la falta de equipo de perforación para explotarlo.(56)

Además de las casi insuperables dificultades de transporte se añadía la falta de capacidad de refino. Europa en 1939 sólo podía refinar 17 mill. de t a pesar de que consumía unas 25-30 mill. de t. El petróleo soviético tendría no sólo que alimentar a las fuerzas armadas y economía alemanas sino a la francesa, belga, holandesa, italiana, etc para que pudieran funcionar a su capacidad teórica y aportar de manera significativa al Grosswirtschaftsraum. Así por ejemplo Italia consumía en 1938 alrededor de 2,7 mill. de t pero sólo disponía de 1,5 mill. de capacidad de refino. Este era otro cuello de botella productivo tremendo imposible de salvar en el corto plazo.(57)

Los mismos expertos informaban que la industria petrolífera soviética estaba obsolescente al sufrir el embargo tecnológico por parte de EE.UU. tras la guerra contra Finlandia y en general al no recibir tecnología y material avanzado de extracción en los últimos años. Esto forzaba a explotar sólo los yacimientos más superficiales pero además provocaba una gran merma por utilizar métodos anticuados y en general provocaba una productividad baja. Era de esperar el encontrarse con destrucciones y sabotajes de cierto calado lo que obligaría a despachar gran cantidad de material de perforación, extracción, oleoductos, compresores, etc.

Veamos cual era la producción soviética petrolífera de preguerra y las zonas en las que se encontraba:

Imagen
Fuente: Economic Georgraphy of Transportation, USSR by M.I. Galitskiy, 1965

De todas las regiones la más importante con diferencia era el Cáucaso que producía el 86% en tres subregiones que por orden de importancia eran Bakú, Groznii y Maikop. Había asimismo unos pequeños yacimientos en Galicia, en Ucrania Occidental, en la antigua Polonia que rendían unas 370.000 t anuales antes de la guerra. Debido a la rapidez del avance en los primeros días de Barbarroja los alemanes capturaron los yacimientos relativamente intactos así que en 1942 lograron extraer 250.000 t y en 1943 390.000 t.(58) Otra zona menor de explotación era Estonia con la extracción de petróleo a partir de la destilación de esquistos bituminosos.

El petróleo del Cáucaso era el que según Hitler daría la independencia económica al nuevo imperio alemán. Pero a pesar de los impresionantes avances alemanes la principal región petrolífera, Bakú, se encontraba a unos buenos 1.300 km de Rostov del Don, el extremo oriental del avance alemán en 1941 y a nada menos que 3.500 km de Berlín.

Lógicamente grandes esfuerzos alemanes se iban a dirigir a la conquista y explotación del petróleo caucasiano. Como ya hemos visto gran parte del petróleo extraído era refinado en otras regiones, a veces a gran distancia del origen. Los alemanes sufrirían el hándicap adicional de que la mayor parte de sus propias instalaciones de refinado y craqueo se encontraban a distancias aún mayores. Y una parte de este petróleo después de recorrer distancias superiores a los 3.000 km sería a su vez reexpedido para su consumo por la Wehrmacht y Luftwaffe en la propia Rusia. Claramente el flete marítimo era con diferencia el más eficiente para solventar el problema pero mientras no se dominara por completo el Mar Negro esto no era factible ante la amenaza de la marina soviética y por si fuera poco no se disponía de suficientes buques tanque para transportarlo. Entretanto habría que intentar funcionar con el escaso flete ferroviario disponible en las zonas ocupadas. Desde un punto de vista objetivo de los recursos disponibles como material rodante, infraestructura, etc en 1941-42 las operaciones a gran escala eran absolutamente imposibles.

Dentro de los comandos del Wi Stab Ost el dedicado al petróleo, conocido como la Technische Brigade Mineralöl (TBM) tendría una especial importancia. Sería un comando de gran tamaño y dotado de muchos medios encargado de la explotación de los pozos petrolíferos conquistados. El TBM había sido formado en 1941 pero el fracaso a finales del año en derrotar a la Unión Soviética había impedido la que tenía que ser su principal misión, la explotación del Cáucaso. Las destrucciones sufridas por la industria y comunicaciones a manos de los rusos en retirada no permitían aventurar mucho optimismo. Así pues el general Thomas al recibir informes de la destrucción de los yacimientos petrolíferos anotaba en su diario a finales de octubre “que de Maikop no podemos esperar nada…” Y entretanto los líderes de Konti Öl, la corporación encargada de la explotación del petróleo en el Este, esbozaban grandiosos planes como un oleoducto de Maikop a Bucarest que siendo superoptimista estaría terminado en dos años. En el interín se preparaban planes para fabricar numerosos vagones tanque. En cualquier caso la reconquista a primeros de diciembre de Rostov y el parón sufrido por la ofensiva alemana en diciembre de 1941 obliga a aparcar todos estos planes.(59)

Fuentes:
(56) Marshall Goldman: Oilopoly: Putin, Power and Rise of the New Russia (pág. 6 y pág. 29-31) Oneworld Publications 2008.
(57) Peter R. Odell: An Economic Geography of Oil (Routledge Revivals)
(58) Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 249) Harald Boldt Verlag 1991.
(59) Dietrich Eichholtz: Geschichte der deutschen Kriegswirtschaft 1939-1945 (pág. 482) volumen I. K. G. Saur Verlag GmbH 2003.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Jue Dic 10, 2015 11:13 pm

XII. El estado de la industria capturada
XII.4 La explotación del petróleo soviético: el mayor de los fiascos (Continuación II)
Con la ofensiva alemana del verano de 1942 dirigida a la conquista de la región, ésta seguiría de cerca de las vanguardias alemanas para comenzar las tareas inmediatamente una vez fueran conquistados las zonas petrolíferas por este orden: Maykop, Groznii y Bakú.

En el corto plazo las dificultades simplemente para transportar el material de extracción, maquinaria a los yacimientos capturados eran tremendas. Aunque nominalmente las vías férreas habían sido cambiadas al ancho europeo hasta Rostov, había que efectuar múltiples transbordos para cruzar los puentes destruídos del Dnieper y el Don. Todos estos transbordos hacen que el flete ferroviario caiga a una fracción de la cantidad que podrían manejar.

Imagen
Foto del puente destrozado sobre el Tschir en la región de Stalingrado.
Fuente: http://forum.axishistory.com/viewtopic. ... &start=360
Prácticamente todos los puentes han sido destruidos y su reconstrucción se demorará bastantes meses. A finales de 1942 todavía se están reparando los puentes deshechos del Dnieper por no hablar de los del Don y otros ríos.

Aunque el petróleo fuera el “Leitmotiv” de toda la campaña para conquistar el Cáucaso, había otros recursos de gran interés en la zona. La primera gran mina de manganeso de Europa se encontraba en Chiatura, Georgia, y superaba incluso la producción de Nikopol. Sin esa producción la producción siderúrgica soviética ya no era posible. Además en 1940 se habían encontrado yacimientos de molibdeno y tungsteno en las cercanías del monte Elbrus. La producción cerealista y agraria del Cáucaso norte era además de importancia lo que subrayaba el carácter estratégico económico de la región. Al no contar la región con ninguna industria de mención, era claramente una región productora de materias primas.

Tras el parón sufrido en el invierno de 1941 y la contraofensiva rusa los alemanes penetran en la región en el verano de 1942. Tan sólo una zona productiva caerá en poder de los alemanes, Maykop en agosto de 1942. Groznii quedará a poca distancia del máximo avance alemán y Bakú quedará a unos buenos 600 km de la vanguardia alemana. Paradójicamente la fuerte caída sufrida por la producción petrolífera soviética tiene más que ver con los sabotajes realizados y la distorsión creada en la red logística por el ataque alemán que por la posesión física de los yacimientos. Los yacimientos de Groznii son prácticamente abandonados ante el avance alemán y en los de Bakú se sellan cientos de pozos y se evacúa parte del utillaje. La conquista de Stalingrado estrangula el tráfico fluvial por el Volga por el que circula nada menos que el 30-40% de todo el petróleo soviético. Una cierta cantidad de petróleo circulaba antes de la guerra por un oleoducto que partía de Bakú pasando por Groznii, Armavir y Rostov del Don hacia Ucrania. Un ramal partía de Armavir pasando por Maykop hasta el puerto de Tuapse.

Imagen
Fuente: David R. Higgins: Behind Soviet Lines: Hitler´s Brandenburgers capture the Maikop oilfields 1942 (pág. 36). Osprey Publishing 2014.
Mapa: El Cáucaso en julio-agosto de 1942 con los sucesivos avances alemanes.
Se observa en gris las zonas petrolíferas de Maykop y Groznii –la de Bakú, la más rica está al sureste del mapa- así como el oleoducto que partiendo de la zona llegaba vía Rostov del Don a Ucrania.

En enero de 1942 comienza la planificación para constituir la TBM (Technische Brigade Mineralöl) encabezada por Günther Schlicht, miembro del consejo de administración de Ost-Öl GmbH, una de las sociedades creadas por Göring para la explotación de los recursos petrolíferos en la Europa ocupada. Se contaba con que los soviéticos evacuarían gran parte del material de perforación, sondeo, refino, bombas, oleoductos y lo que no pudiera ser evacuado sería destruido a gran escala en los campos petrolíferos del Cáucaso. Según la estimación del propio Schlicht se necesitarían unas 600 instalaciones de perforación que debido a la mejor productividad podrían suplir a las 836 instalaciones soviéticas. No obstante se contemplaban dificultades casi insalvables, de las cuales las principales se resumen en tres:

1) No se disponía de equipo suficiente para reemplazar a los equipos de perforación y sondeo soviéticos que presumiblemente serían destruídos o evacuados.

2) Debido a las dificultades de transporte no se podrían transportar los equipos de perforación y refino necesarios para la puesta en funcionamiento de las explotaciones petrolíferas. Se cifraba en unos 300 trenes el material rodante necesario para transportar el material necesario sin contar con el material rodante para transportar el petróleo extraído.

3) No se disponía de técnicos suficientes para las tareas de reconstrucción y perforación.

Fuentes:
(60) Vasilii V. Strishkov & Richard Levine: The Manganese Industry in the USSR (pág. 21-22) Bureau of Mines, United States Department of the Interior 1986.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Lun Dic 14, 2015 12:14 pm

XII. El estado de la industria capturada
XII.4 La explotación del petróleo soviético: el mayor de los fiascos (Continuación III)
Por si fuera poco la industria alemana en todo el año 1942 sólo podía proporcionar 75 instalaciones de perforación de las 600 necesarias. Algunas mas podían conseguirse mediante el desmantelamiento de instalaciones en países ocupados. No obstante se confesaba que se necesitarían años para conseguir esa cantidad y unos 4 años para producir las 1.000 instalaciones juzgadas necesarias para explotar en condiciones los yacimientos del Cáucaso. Debido a estas dificultades sería necesario concentrarse hasta finales de 1942 en los yacimientos de Maikop, a mediados de 1943 se podría comenzar con los de Groznii y posteriormente los de la zona de Bakú, la mayor de las tres. En pocas palabras, se reconocía de manera implícita la imposibilidad de la explotación a gran escala en un horizonte de al menos de dos o tres años.

Durante el otoño de 1941 los soviéticos habían efectuado trabajos de sabotaje y destrucción ante la posibilidad de un avance alemán, y en el verano al penetrar los alemanes en la región, se pone en marcha un plan sistemático de destrucción. Prácticamente todos los 755 pozos de la zona, los 13 compresores y el oleoducto fueron destruídos así como los tanques de almacenamiento de los que los alemanes sólo recobraron una ínfima fracción.(61) A pesar de esperar destrucciones considerables los informes alemanes al examinar la zona de Maykop no pueden ser más desoladores:

“Está todo destrozado… tenemos que traer cada clavo…” No sólo las instalaciones de los pozos de perforación, bombas, conducciones habían sido destruidos sino todas las instalaciones de transporte incluyendo el ferrocarril. La primera tarea era reconstruir el ferrocarril y realizar el desminado de la zona, trabajos que ocuparían todo el mes de agosto y septiembre mientras el frente quedaba cerca de la zona, lo que suponía molestias y peligros sin fín. Además parte de la zona petrolífera de Maikop estaba todavía en manos soviéticas al igual que Tuapse, puerto de salida del oleoducto y ferrocarril.

Para comprender el grado de destrucción y las dificultades sufridas por las explotaciones petrolíferas a manos de los soviéticos en retirada, es interesante examinar la reunión que tuvo lugar en Berchtesgaden el 21 de noviembre de 1942 entre Göring y los técnicos de la TBM. El motivo era examinar la falta de resultados conseguidos por la TBM. Los técnicos de ésta se defendieron vehementemente de los reproches de Göring que como de costumbre no entendía la complejidad técnica de la explotación ni las repercusiones de los daños sufridos en la zona y las dificultades logísticas. Como anécdota sobre la ignorancia técnica de Göring da idea un comentario suyo sobre los sabotajes soviéticos en los yacimientos petrolíferos… Al ser informado que los rusos han bloqueado los pozos inyectando hormigón y otros obstáculos preguntó si no se podrían extraer con unos grandes sacacorchos…

“Los rusos no sólo han destruido todas las instalaciones en superficie sino que han rellenado los pozos con material y lo han cementado. Incluso tienen una especie de aparato, como una seta de acero, como nosotros la hemos llamado. La introducen en la perforación… pesa unos 30 o 40 km y se introduce a presión. La superficie exterior está pulida y se queda incrustada en la perforación. Si se intenta sacar con un pincho, tiene la seta una especie de mandíbula móvil que se desliza hacia arriba, quedando atrapada y que no se puede sacar… Esa fue la mayor decepción, que no podíamos hacer frente a ninguna perforación; así se queda rellena la perforación hasta los 1.000 o 1.200 m.”

Imagen
Foto: pozo destruído en Neftegorsk (distrito de Maykop) en 1942 cuando llegaron los alemanes. La destrucción en las zonas ocupadas por los alemanes fue casi absoluta. Como anécdota de los cientos de torres petrolíferas destruidas lograron reconstruir tres o cuatro a partir de restos. La falta de energía complicó extraordinariamente las operaciones para extraer el crudo. Cuando llegaron algunos compresores se logró compenzar a bombear petróleo si bien a una fracción microscópica de la cantidad normal.
Fuente: NARA

Por otra parte los técnicos aseguraban que a finales de 1943 se podrían conseguir resultados apreciables gracias en parte "al desmantelamiento sin ningún miramiento de las refinerías francesas" que estaba en marcha y "que permitiría hacia mediados de 1943 el refino de unas 65.000 t mensuales", en especial en la refinería en construcción de Jerson, en Ucrania. Pero al mismo tiempo atemperaban las expectativas del Reichsmarschall Göring, explicando que entre abril y junio de 1943 "quizás se pudieran producir entre 6.000 y 10.000 t mensuales". Sólamente a finales de 1943 se podría contar con una producción mensual de entre 50.000 a 70.000 t mensuales siempre y cuando la situación catastrófica de los transportes mejorara lo que no estaba claro.

A finales de octubre se anuncia la extracción de 20 t diarias, aunque parece que la cantidad real era más bien la mitad. La mayor parte del petróleo extraído es consumido por la propia TBM en sus operaciones. De los 755 pozos de la zona, los alemanes lograrán poner en funcionamiento y tras ímprobos trabajo 13.

Incluso si se hubieran encontrado los yacimientos menos dañados, es dudoso que los alemanes hubieran podido transportar el crudo extraído al Reich o Rumanía para refinarlo por una simple cuestión logística. Para transportar varios millones de toneladas se hubieran necesitado decenas de miles de trenes.

Como se puede ver en el cuadro de abajo, los alemanes disponían de la mísera cantidad de unas 300 locomotoras que a duras penas podían abastecer a las fuerzas alemanas situadas en el frente de la zona. Estimando que cada tren podía transportar unas 500-700 t y dada la cantidad de material rodante disponible el III Reich no hubiera podido transportar más de 10.000 t mensuales con suerte dado que además los puentes sobre el Don estaban todavía destruídos y había que transbordar los trenes en los ríos. Incluso aunque se hubieran podido reparar las comunicaciones antes, el volumen hubiera sido muy pequeño dada la falta de material rodante. En el propio Reich se fantaseó durante varios meses con la construcción de un gigantesco ferrocarril de vía muy ancha para aumentar de esta manera la cantidad que los convoyes podían transportar. Estos proyectos no pasan de la ciencia ficción en momentos en los que los ferrocarriles normales no podían siquiera abastecer a un pequeño grupo de ejércitos situado en el Cáucaso. De hecho una de las razones del retraso en la ofensiva de verano alemana había sido la imposibilidad de los ferrocarriles para acumular el combustible, munición y suministros necesarios para el gran ataque a tiempo.

Veamos pues cual era la capacidad ferroviaria alemana a finales de 1942 en el Cáucaso.

Imagen
Cuadro: comparativa de flete ferroviario, material rodante y densidad ferroviaria entre el FEKdo 5 (Ferneisenbahnkommando 5 en la región del Cáucaso, el RVD Rostov (Reichsverkehrdirektion Rostov) o sea los departamentos ferroviarios encargados de las diversas regiones, Ost (la totalidad de los ferrocarriles en el Este) y en el Reich. Se observa como el rendimiento ferroviario en el este variaba entre la tercera y cuarta parte del rendimiento en el Reich.
Fuente: Cuadro a partir de los cuadros y cifras de Hans Potgiesser.

La aventura alemana termina en enero de 1943 cuando la ofensiva soviética fuerza a un precipitado repliegue y a la voladura y destrucción de todo el material incluído el que estaba atascado en Armavir por falta de medios de transporte. Tras un tremendo esfuerzo, los alemanes han logrado extraer unas 1.000 t, una cantidad absolutamente ridícula.(62)

Fuentes:
(61) David R. Higgins: Behind Soviet Lines: Hitler´s Brandenburgers capture the Maikop oilfields 1942 (pág. 64). Osprey Publishing 2014.
(62) Dietrich Eichholtz: Krieg um Öl: Ein Erdölimperium als deutsches Kriegsziel (1938-1943) Leipziger Universitätsverlag GmbH 2006.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Dom Dic 20, 2015 1:48 am

XIII. Los estados bálticos (Lituania, Letonia y Estonia)
Los países bálticos eran un caso particular en las nuevas zonas ocupadas del Este. Letonia y Estonia eran países con una larguísima dependencia y relación con las ciudades hanseáticas, con la burguesía alemana y contaban con una población que tras los excesos de la ocupación soviética de 1940-41 estaba dispuesta a colaborar con los alemanes. Lituania era un caso especial, de un país económicamente atrasado y paradójicamente con más parecidos a Polonia que al resto de estado bálticos.

Con la excepción de Estonia que hasta agosto no fue conquistada por los alemanes estos países cayeron en manos alemanas en apenas las dos primeras semanas de Barbarroja entre la alegría de las poblaciones locales tras la pesadilla de la ocupación soviética. Esto permitió comenzar la gestión política y económica desde los primeros días en contraposición a Ucrania que hasta finales de octubre no habría sido conquistada. Nada más ser conquistados los alemanes instituyeron servicios de reclutamiento de trabajadores, inicialmente voluntarios pero a medida que pasaba el tiempo los alemanes fueron apretando las tuercas. Las iniciales promesas de reprivatización de propiedades y empresas nacionalizadas o confiscadas por los soviéticos fueron retrasadas al máximo. Tan sólo algunas de muy poca importancia fueron devueltas a sus dueños tras un laborioso proceso que incluía juramentos de fidelidad al poder alemán. Se fijaron tipos de cambio artificialmente beneficiosos para los alemanes y se instituyó un sistema de cuotas en las granjas demasiado parecido al sistema soviético. Todas estas decepciones, promesas incumplidas y constatación del saqueo alemán de productos provocaron un cambio de ánimo en la población.

Dado que eran países sin recursos minerales, que la industria excepto en Letonia tenía muy poca importancia, la explotación alemana se dirigiría a la agricultura y captación de mano de obra ya fuera in situ o preferiblemente hacia Alemania. Dado que el voluntariado no llenaba las cuotas de mano de obra establecidas ni de lejos, los alemanes se dedicaron al secuestro y deportación de manera cada vez más descarada. El informe de Rosenberg del 20 de julio de 1944 citaba a 126.000 trabajadores bálticos transportados al Reich (75.000 lituanos, 35.000 letones y 15.000 estonios) Todo esto en unos países cuya población no superaba los 5,5 mill. de habitantes en total.(63) Además unos 100.000 letones y 32.000 estonios estaban encuadrados en unidades militares alemanas lo cual deja a las claras una verdadera movilización de la población local por parte de los alemanes.

A pesar de todo eran países cuyas economías tenían poco parecido. Lituania, la más retrasada de los tres, era un país sin prácticamente industria de mención y con una agricultura de pequeños propietarios y casi de subsistencia. A diferencia de los otros estados bálticos la población no tenía ninguna simpatía por los alemanes lo que acarreó movimientos de resistencia activa y pasiva y en general poco aprovechamiento de los recursos incluídos el reclutamiento de voluntarios para el Ostheer o mano de obra. La mano de obra desplazada al Reich en grandes cantidades a partir de principios de 1943 lo fue forzada casi sin excepción.(64) Pero la resistencia pasiva de la población disminuyó tremendamente el resultado de los esfuerzos de reclutamiento de mano de obra. Así a principios de 1942 de la cuota de 100.000 personas convocadas para trabajar en Alemania tan sólo el 5% se cumplió. Y esta tendencia prosiguió durante toda la guerra. A principios de 1944 de la cuota de 80.000 trabajadores tan sólo el 10% fue alcanzada.(65)

En Letonia, la banca y la industria habían sido propiedad de comerciantes alemanes y además de explotaciones ganaderas que en los años veinte y treinta exportaban productos lácteos y madera contaba con una industria ligera de interés además de una gran fábrica de vagones de ferrocarril en Riga. Esta fábrica suscitó el interés de los industriales alemanes que con el apoyo de Speer decidieron transformarla en una fábrica de camiones. Opel AG que tenía problemas en su fábrica de Brandenburg por falta de materias primas y personal decidieron ampliar su producción en dicha fábrica que con el apoyo de las autoridades pasaría a su propiedad sin coste.(66) Aunque estos planes no dieron fruto alguno, indica a las claras la disposición de los industriales alemanes a hacerse con instalaciones y oportunidades de negocio en los nuevos territorios. Como veremos más tarde no era el caso en Ucrania y otras regiones de la URSS donde se juzgaba que los territorios y población eran demasiado atrasados como para extraer algún beneficio tangible. Estas prevenciones serían sólo superadas a regañadientes y mediante presiones políticas.

La fábrica de vagones en Riga, Vairogs, que antes de la guerra había sido una empresa alemana –Tochtergesellschaft Phoenix que en 1936 debido a la escasez de pedidos había vendido las instalaciones al estado de Letonia- recibió numerosos encargos pero la confusa gestión alemana del negocio así como la excesiva diversificación de producción de múltiples artículos hizo que la producción apenas llegara a la mitad de los 900 vagones pedidos. Esta fue una de las consecuencias de la confusa gestión política entre el Reichskommissar en Ostland, Hinrich Lohse, y la competencia entre los diversos departamentos políticos sin directrices claras.(67)

Aunque los alemanes habían prometido una reprivatización de las empresas confiscadas por los soviéticos el proceso fue tan lento que en junio de 1942 tan sólo 700 empresas minúsculas habían sido devueltas a sus dueños. Claramente los alemanes querían mantener las porciones principales de la tarta en sus manos. Como de costumbre Göring con su Wirtschaftsführungsstab Ost (WiF Stab Ost) controlaría la industria y la agricultura aunque entrando en conflicto con la Wehrmacht que lo que quería era simplemente confiscar alimentos y recursos para el Ostheer que combatía en Rusia. Para hacer las cosas más complicadas el administrador civil en los Territorios Ocupados del Este, Alfred Rosenberg, deseaba un cierto desarrollo de las sociedades bálticas chocando con los deseos de mera explotación económica de las otras agencias.(68)

En el capítulo de la industria ligera había algunas empresas de cierto interés como la fábrica de bombillas eléctricas Osram en Riga, varias fábricas de bicicletas y algunas empresas de material eléctrico.(69)

Aunque Letonia tuviera activos industriales interesantes fueron la agricultura y ganadería las áreas fundamentales de interés para los alemanes así como la explotación maderera.

Estonia era el único estado báltico dotado de recursos minerales de cierto interés. Los esquistos bituminosos cuya explotación databa de años atrás y cuya destilación producía hidrocarburos fueron explotados durante toda la ocupación alemana. El fuel oil destilado fue muy útil para la Kriegsmarine. Había algunos yacimientos bastante pobres de fosfatos que ante la carencia casi total en el Grossraum fueron explotados. La casi ausencia de industria forzaba una vez más a centrarse en la agricultura.

Veamos la extracción de hidrocarburos de los esquistos, industria que ya existía antes de la guerra. Tanto los yacimientos como las instalaciones que por pirólisis producían los hidrocarburos sufrieron extensos daños a manos de los soviéticos en retirada. Los alemanes se limitaron a incorporar la industria nacionalizada por los soviéticos a una empresa del grupo Kontinentale Öl que controlaba todos los intereses petrolíferos alemanes en los territorios ocupados (Baltisches Öl GmbH) y ponerlas en operación.(70) Durante la guerra hasta la reconquista soviética en octubre de 1944 todas las instalaciones produjeron 3.307.000 t de esquisto que rindieron 241.000 t de hidrocarburos tipo fuel oil naval de gran calidad y que serían consumidos en gran medida por la Kriegsmarine. En total había unos 16.676 trabajadores incluyendo a 1.373 alemanes y un gran número de prisioneros de guerra rusos y judíos. Los planes de conseguir una producción de petróleo de 250.000 t en 1944 y 550.000 t en 1945 fueron abortados ante el avance soviético.(71)

Fuentes:
(63) Romuald J. Misiunas, Rein Taagepera: The Baltic States, Years of Dependence, 1940-1980 (pág. 54-58) University of California Press 1983.
(64) Rudolf Hillbrecht: Litauen im Reichskommisariat Ostland 1941-1943/44. Paralellen und Kontraste im übrigen Baltikum, vornehmlich Estland.
(65) Romuald J. Misiunas, Rein Taagepera: The Baltic States, Years of Dependence, 1940-1980 (pág. 53-54) University of California Press 1983.
(66) Paul Erker & Toni Pierenkemper y otros: Deutsche Unternehmer zwischen Kriegswirtschaft und Wiederaufbau: Studien zur zur Erfahrungsbildung von Industrie-Eliten (pág. 29) Oldenbourg Wissenchaftsverlag 1999.
(67) Kim Christian Priemel: Flick. Eine Konzerngeschichte vom Kaiserreich bis zur Bundesrepublik (pág. 455-458) Wallstein Verlag 2013.
(68) Valdis O. Lumans: Latvia in World War II. (pág. 187-193) Fordham University Press 2006.
(69) Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 245-246) Harald Boldt Verlag 1991.
(70) Rurik Holmberg: Survival of the Unfit: Path Dependence and the Estonian Oil Shale Industry (pág. 128-131) Linköping University 2008.
(71) Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 224-226) Harald Boldt Verlag 1991.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Lun Dic 21, 2015 7:50 pm

XIV. El programa “Iwan” de 1942-43: Municiones y aluminio
El programa “Iwan”, en español “Iván”, arranca el 22.05.1942 como un plan a cuatro años para utilizar la industria pesada de Ucrania Oriental en la fabricación de munición de artillería ante la constatación de que la guerra va a ser larga. El plan inicialmente contemplaba la producción de 2,6 mill. de proyectiles de artillería. No obstante el plan sufrirá múltiples vaivenes y revisiones a la baja debido a problemas de toda índole como falta de maquinaria, personal, carbón y quizás el mayor de todos la falta de suministro de energía eléctrica. En el invierno de 1943 la ofensiva soviética en la zona de Kharkov causó ya problemas importantes al invadir zonas donde se estaba implementando el programa.(72)

Para lograr un suministro continuo de energía eléctrica había que contar o bien con carbón abundante que no se podía suministrar o tener una presa hidroléctrica. El problema es que la presa de Zaporozhe, la mayor de Europa (llamada Dneprostroi) había sido volada a finales de agosto de 1941.

Imagen
Foto: la presa destruida con varios oficiales de la Wehrmacht. La presa sería reconstruida en parte en 1942 y volvería a ser demolida por los alemanes a finales de septiembre de 1943.

Los trabajos de reconstrucción que habían comenzado a medio gas en 1942 se aceleraron y de tan sólo 800 trabajadores en mayo de 1942 ocupados en tareas de desescombro se pasó a 13.200 en octubre del mismo año. La producción de electricidad tenía otra razón de peso, en las cercanías de Zaporozhe se encontraba una gran factoría de aluminio soviética que los alemanes querían poner en operación. Para ello se necesitaba maquinaria y por supuesto abundante energía eléctrica. La gestión del combinado de producción de alúmina estaría en manos de la Vereignigte Aluminium-Werke AG (VAW) uno de las corporaciones que de manera tácita se haría con el control de las operaciones y tras la guerra con la propiedad de las instalaciones. La VAW fabricaba en 1941 el 15% de todo el aluminio mundial. Con la victoria alemana sobre Francia en junio de 1940 había adquirido otras instalaciones. No parece que hubiera demasiado interés en las instalaciones soviéticas que además estaban muy destrozadas pero una combinación de presión política así como la expectativa de ganancias y nuevo patrimonio empresarial “ayudaron” a que la VAW se pusiera manos a la obra. A finales de mayo de 1942 una reunión entre Paul Körner, Carl Krauch como Comisionado de la Producción Química y Albert Speer decide la entrada en funcionamiento de la producción de aluminio en la zona. Se fija un objetivo de producción de 20.000 t anuales, cantidad considerable, más o menos el 7% de la producción alemana pero un 38% de la producción soviética en 1942. Se realizan extensos trabajos de reconstrucción, importación de maquinaria pero no se logra producción que reseñar y en septiembre de 1943 los soviéticos penetran en la zona provocando la evacuación de la región y el desmantelamiento del programa.(73)

Es de señalar que después de la destrucción de las instalaciones productoras de aluminio, la segunda destrucción de la presa de Dneprostroi en septiembre-octubre de 1943, los soviéticos no lograrían la reparación de la presa hasta marzo de 1947 y la producción de aluminio todavía más tarde.

La reconstrucción y entrada en operación de la presa de Zaporozhe permitió contar con un suministro continuo de energía por fín en enero de 1943. Durante todo el año 1943 se realizan numerosos trabajos en toda la industria del metal para preparar de fabricación de munición cuyas cuotas de producción se han revisado a la baja debido a dificultades productivas, falta de personal cualificado, etc. Se logran fabricar unas 8.800 t mensuales de acero crudo en julio de 1943. La cifra es insignificante (aproximadamente el 2% de las cifras de preguerra) pero el progreso es enorme teniendo en cuenta que no se ha podido producir acero hasta la fecha en la región. A finales del verano de 1943 las instalaciones están casi listas para comenzar la producción de munición de artillería. Esta producción cuyas cifras aunque inferiores a las planeadas inicialmente eran importantes porque hubieran permitido a las fuerzas alemanas disponer de un suministro considerable de munición de artillería a escasa distancia del frente. La ironía es que en el mes de agosto los soviéticos rompieron el frente y en septiembre Paul Pleiger se desplazó a la zona para ordenar la paralización de todo el programa, la evacuación de todas las instalaciones posibles y la voladura de todo lo que no pudiera ser evacuado.(74)

Fuentes:
(72) Rolf-Dieter Müller: Die Deutsche Wirtschaftspolitik in den besetzten sowjetischen Gebieten 1941-1943 (pág. 243) Harald Boldt Verlag 1991.
(73) Peter Josef Belli: Das Lautawerk der Vereinigte Aluminium-Werke AG (VAW) von 1917 bis 1948: ein (pág. 289-306) Lit Verlag 2012.
(74) Kim Christian Priemel: Flick. (pág. 465-467) Wallstein Verlag 2013.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Vie Dic 25, 2015 12:49 pm

XV. Informes diversos sobre la actividad en algunos sectores.(75)
Por su indudable interés a continuación transcribimos una serie de informes alemanes sobre la situación de la agricultura e industria.

XV.1 Agricultura y ganadería:
Informe de un comando económico (Wi-Kdo.) en el Este, ocupado con la agricultura y ganadería (Wi-Kdo. "Neiße"), Minsk, el 28.08.1941.

- El trecho ferroviario de doble vía Brest-Litovsk hasta Vitebsk a través de Minsk se encuentra ya adaptado al ancho alemán (sic. Europeo) Hay tráfico regular aunque falta señalización lo que causa atascos.
- El trayecto Augustov-Grodno-Verena ha sido cambiado al ancho alemán, un rail permanece no obstante en el ancho ruso.
- Se encuentran 500 – 600 vagones vacíos en la estación de Bialystok.
- El trayecto Vilna-Minsk ha sido convertido.
- El trayecto de Vitebsk-Smolensk se encuentra en proceso de conversión.

- El canal del Bug-Dnieper es navegable desde el 20.08.41, entre 30 a 150 barcazas capturadas.

- Se comienza la administración del comando Wi-Kd. Minsk con varios mandos alemanes, varios interpretes.
- Se comienza la cosecha del centeno a principios de agosto: grandes carencias de equipos de remolques, herramientas, cosechadoras y falta de combustible. Por el contrario abundancia de mano de obra femenina. Se trajeron hoces por avión desde el Reich. La cosecha se salvó gracias al empleo de camiones de la Wehrmacht. El rendimiento estimado en sólo 0,5 t por ha. a pesar de la excelente tierra (en Alemania se consiguen rendimientos varias veces superiores) Superficie cultivada, unos 6 millones de has.
- Siembra de otoño: numerosas máquinas reparadas pero sin combustible, se acelera la instalación de gasógenos aunque los tractores de gran tamaño no se reparan porque consumen demasiado combustible (180-300 l en 10 horas)
- Sólo hay disponibles unos pocos caballos, la mayoría evacuados por los rusos o requisados por la Wehrmacht.
- Estado del ganado: la cabaña ganadera ha sido diezmada por las tropas enemigas pero también por las propias. Según varios informes los rusos conducen rebaños enteros hacia el este. Las tropas propias han causado muchos robos de ganado, en parte autorizados por los mandos ante la falta de suminsitros. Una parte del ganado ha sido sacrificada por la población civil u ocultada en los bosques. Existencias actuales: 1,24 mill. de vacas, 1,1 mill. de cerdos, 1,13 mill. de ovejas y 0,60 mill. de caballos.
Las entregas de ganado son hasta el 22.08.41: 1.500 vacas hacia Alemania y 2.400 vacas a la Wehrmacht

(Siguen algunos comentarios técnicos sin importancia…)
Situación de las estaciones de tractores y maquinaria (ETM):
- Distribución en dos géneros de tractores: pequeños tractores de ruedas (tipo Ford) de poco consumo de combustible y pesados de orugas que pueden manejar arados de 5 surcos pero que consumen mucho combustible.
- Muchas ETM antes de la llegada de los comandos de trabajo han sido saqueadas por los rusos, la población civil pero también por la Wehrmacht. Numerosa maquinaria ha sido aprehendida por la Luftwaffe y las tropas blindadas para su propio uso.
- Por lo general hay que encontrar al personal especializado para el manejo y reparación mediante encuestas en los campos de prisioneros de guerra. El pago se realiza siguiendo las tarifas rusas.
- Las ETM atienden maquinaria agrícola de todo tipo. Mucha maquinaria ha sido evacuada, destruída o bien inutilizada mediante la retirada de piezas importantes (distribuidores, bujías, carburadores, etc) Se ha conseguido una reutilización parcial tras practicar ultimatums a la población civil.

En la zona de Minsk hasta la fecha se han aprehendido 5.100 koljoses y 62 sovjoses. No se han captado los poco significativos de la zona del noreste (al norte de Vitebsk) ya que los malos caminos, el bajo rendimiento, lo disperso de las explotaciones así como la actuación de bandidos ha resultado en destrucción de cosechas, ataques a los administradores, saqueos y amedrentamiento de la población agraria. Acuerdo general: anuncio a los pequeños agricultores de la transferencia de la propiedad de su casa y huerto de verduras (hasta la fecha la Unión Soviética sólo había hecho esto de forma incompleta) En general la población está dispuesta a trabajar.

Fuentes:
(75) Esta es la transcripción de una serie de informes alemanes de comandos (Lageberichte así como otros) del Wirtschaftsstab Ost transcritos en “Aufbau einer Kriegsindustrie im eroberten Teil der Sowjetunion” http://www.forum-der-wehrmacht.de y traducidos por mí. Dada la tremenda extensión de los informes sobre prácticamente todos los sectores económicos, son extractos y resúmenes centrados en algunos sectores y empresas concretas.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Chepicoro » Sab Dic 26, 2015 11:42 pm

Solo quiero decir, que me parece muy interesante y bien fundamentada tu exposición y decirte que aquí tienes un lector de tus hilos en la sección de economía... buen trabajo.
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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Dom Dic 27, 2015 2:47 am

XV. Informes diversos sobre la actividad en algunos sectores.
XV.2 Industria, minería y transportes:
El informe del 04.06.1942 menciona que el 40% del tráfico ferroviario se dedica al suministro y transporte del carbón para los propios ferrocarriles. Sin un aumento rápido de la producción en la cuenca del Donets las necesidades llegarán al 60% pues aumentará la zona ocupada por los alemanes en previsión por las conquistas de la Operación Blau y por tanto sus necesidades logísticas.

El informe del 04.06.1942 describe la conferencia entre Hitler y Speer y la toma de medidas urgentes encaminada a aumentar la producción de carbón. Asignación adicional de prisioneros de guerra y civiles como mano de obra, aumento de las raciones de los trabajadores civiles –parece que no se menciona a los prisioneros- equiparación de la Wehrmacht e industria en los pedidos de talleres, incremento de la vigilancia y reparación de la infraestructura.

Imagen
Foto: Hermann Göring con Paul Pleiger (a la derecha) en 1943.
Fuente: Süddeutsche Zeitung.

Paul Pleiger (Director de Berg-und Hüttenwerksgesellschaft Ost, una de las sociedades siderúrgicas de los Hermann Göring Werke en el este y Comisionado del Reich para la Producción del Carbón) anuncia el casi nulo interés de la industria pesada alemana en las inversiones en el Este. Se desprende de su declaración que la industria alemana está mucho más interesada en sus adquisiciones en Checoslovaquia, Francia y Benelux así como en atender los compromisos de pedidos bélicos que en una intervención en Rusia. Pleiger subraya “El deber nacional como padrinos de gestionar las empresas ucranianas y hacerlas útiles para la industria bélica alemana” Pleiger se va con el dubitativo Alfred Krupp a visitar “fábricas escogidas” (aparentemente las asignadas a las empresas de Krupp en Mariupol) y “convence” a Krupp con lo que el resto de la industria aparentemente accede al “padrinazgo”. Este se entiende como sigue: no hay derechos de propiedad, existe la responsabilidad en la reconstrucción técnica cuyos gastos se facturarán al estado. Este compromiso supone una especial consideración en el futuro reparto de industrias cuando llegue la paz.

Imagen
Foto: Paul Pleiger ante el Tribunal de Nuremberg que le condenó a 15 años de prisión por diversos cargos. De ellos apenas cumplió unos pocos y fue liberado en 1951 dedicándose a la industria con bastante éxito en la Alemania de posguerra.
Fuente: http://collections.yadvashem.org/photos ... 27206.html

Se asignan pues las siguientes industrias soviéticas a empresas alemanas:
- Los altos hornos de Stalino y Rykowo a la Asociación de Altos Hornos de Dortmund-Hörter.
- Los altos hornos y la fábrica de maquinaria de Kramatorsk a los Altos Hornos de Gutehoffnung
- Los Altos Hornos de Krivoj Rog a Hoesch AG
-Klöckner AG - Hütte Konstantinowka
- Las fábricas en Mariupol, la fábrica de tubos de Kuibischev y la fábrica de maquinaria de Kramatorsk a Krupp AG
- Los altos hornos de Taganrog a las Fábricas Mannesmann
- Los Altos Hornos de Makeyevka a Vereinigte Stahlwerke
- Varias fábricas en la zona de Dnejepropetrovsk a Mitteldeutsche Stahlwerke

En el capítulo de explotación de minerales, los alemanes ocupan las minas de molibdeno y volframio de Nizhni Baksan. Se trata de uno de los poquísimos yacimientos de estos metales en Europa y lógicamente de gran importancia estratégica. Los rusos han volado las instalaciones, galerías y el comando alemán dedicará varios meses a limpiar las minas de escombros pero sin poder extraer mineral. La contraofensiva soviética de enero de 1943 pone fin a la aventura. Los yacimientos no lograrán ser explotados hasta dos años después.(76)

- Informe sobre un gran ataque aéreo ruso el 01.08.1943 sobre la zona urbana de Stalino, anteriormente no había habido ningún ataque mayor.

- Extracto del diario de guerra de la Inspección Económica del Sur (Wirtschaftsinspektion Süd): En la retirada de Taganrog no se han podido retirar prácticamente vagones de mercancías. Con la excepción de la central térmica e hidroeléctrica no se ha podido volar nada.

Por su especial interés e importancia voy a poner en negrita los siguientes dos párrafos…

- Entre noviembre de 1941 a agosto de 1943 fueron extraídas 4,07 mill. de t de carbón en las zonas ocupadas.

- Las entregas de carbón del Reich a Rusia entre junio de 1941 y agosto de 1943 fueron 17,48 mill. de t, de las cuales 13,33 mill. de t lo fueron para los ferrocarriles.


- La gran presa hidroeléctrica de Zaporozhe informa del suministro continuo de energía hasta principios de septiembre cuando el avance soviético interrumpe las operaciones.

- Informe sobre la evacuación de las instalaciones energéticas del Donets: Sólo 67 vagones con piezas de generadores, transformadores, cableado y turbinas pudieron ser cargados en Sugress y Kramatorsk.

- Informe sobre la evacuación de la zona del Dnieper: como aquí se dispuso de más tiempo y material rodante se pudo evacuar más material. Se informa de 3.437 vagones con material evacuado de la industria siderúrgica y 518 vagones con material evacuado de la industria eléctrica.

- Informe sobre las voladuras de las instalaciones de montaje de munición de las acerías Braunschweig y de las fábricas de aluminio de Zaporozhe.

Es muy reveladora la declaración del Mayor General Nagel, comandante del Wirtschafsstab Ost desde finales de 1943 sobre la Inspección Económica del Sur (Wirtschaftsinspektion Süd) tras la guerra: “Lo que fue destruido por las tropas alemanas en retirada no ha llegado ni con mucho al grado de destrucción conseguida por los rusos en su retirada."

XV.3 Industria ligera y de bienes de consumo
Aunque inicialmente no hubiera interés alguno por la industria ligera fuera del saqueo de existencias, a medida que se prolongaba la guerra los alemanes decidieron utilizar la capacidad productiva existente. Esta había quedado gravemente afectada por la evacuación y sabotaje soviética así como las requisas alemanas y en general la desarticulación provocada por la guerra. Las necesidades del primer invierno bélico se traducen en necesidades de calzado, ropa de abrigo y en general suministros para las apuradas tropas alemanas. Se realiza una reconversión acelerada de los talleres e industrias. Así por ejemplo los talleres de calzado producen a toda prisa calzado para las tropas alemanas aunque no para los civiles soviéticos.(77)

Fuentes:
(76) George A. Ravchevsky: The Tungsten Industry in the USSR (pág. 4) Bureau of Mines, United States Department of Interior 1988.
(77) Hein A.M. Klemann, Sergei Kudryashov: Occupied Economies: An Economic History of Nazi-Occupied Europe, 1939-1945 (pág. 335-347) Berg Pub. 2012

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Sab Ene 02, 2016 1:39 am

XVI. La explotación laboral
Se suponía que la terrible escasez de mano de obra que sufría la economía del III Reich sería paliada por la combinación del reclutamiento de mano de obra rusa así como la desmovilización parcial de la Wehrmacht una vez se hubiera conseguido la victoria sobre la URSS. No obstante incluso durante el período inicial de victorias alemanas la necesidad desesperada de mano de obra provocó que hubiera numerosas peticiones de envío de mano de obra soviética hacia la industria, agricultura y minería alemana. En realidad había sectores donde la falta de mano de obra había causado descensos de producción como en la vital minería del carbón en la primavera y verano de 1941. Así Paul Pleiger, Comisionado del Reich para el Carbón, solicitaba al OKW en fechas tan tempranas como el 30.06.1941 el envío de 83.000 prisioneros soviéticos para su empleo en las minas. (78) Y no era sólo la minería, pues tan sólo en la agricultura alemana se necesitaban al menos 430.000 hombres según el representante del Ministerio de Trabajo del Reich, Dr. Kaestner. (79)

Como sabemos la pretendida desmovilización tras la victoria no sólo no tuvo lugar sino que la prolongación de la guerra provocó una espiral de movilización adicional para la que Alemania no estaba preparada. En el otoño de 1941 se asumía que con la masiva captura de prisioneros soviéticos se podría superar ese problema aunque fuera parcialmente. Sin embargo el régimen mantenía una dinámica contraria a este empleo de prisioneros. Por un lado Hitler se oponía al traslado de prisioneros soviéticos al Reich y por otro lado Himmler y su imperio se oponían al traslado de “elementos raciales indeseados” cuando se comenzaba a acometer la tarea de eliminar a los judíos en el propio Reich. Y además se contaba con la victoria final incluso en octubre de 1941.

Imagen
Foto: prisioneros soviéticos en marcha a la retaguardia. Los prisioneros serían sometidos a marchas agotadoras sin comida, agua o cuidados médicos. Todo aquel que se desvaneciera agotado era asesinado insitu.
Fuente: Süddeutsche Zeitung

La oposición total de Hitler a la explotación laboral de prisioneros soviéticos es la razón última del asesinato a gran escala de un enorme número de los mismos. Hitler y por tanto el OKW se oponen no sólo al empleo de los mismos sino a su traslado a Alemania donde puedan ser empleados en la economía. A principios de agosto y a pesar de la desesperada necesidad de mano de obra Hitler prohíbe el transporte de prisioneros soviéticos al Reich. Sólo se autoriza con grandes restricciones el empleo de los mismos en la retaguardia alemana. Se utiliza como excusa el gasto ocasionado en alimentarlos sobre las pobres reservas alimenticias alemanas: los prisioneros serán condenados a morir de hambre para no comprometer recursos ante la presión de muchos alemanes contrarios a que el consumo de los rusos reduzcan las raciones alemanas. Las razones ideológicas han triunfando de momento sobre las pragmáticas. (80)

El lector se preguntará como es posible que los alemanes asesinaran a millones de indefensos prisioneros de guerra soviéticos ya no por compasión sino por un simple sentido pragmático de utilidad. Y sin embargo entre el otoño de 1941 e invierno de 1942 millones de prisioneros fueron asesinados por una combinación de hambre, enfermedades, falta absoluta de cuidados y marchas agotadoras hacia la retaguardia. No sólo la falta completa de medidas para albergar y alimentar a los prisioneros sino en la diabólica combinación de propaganda, racismo, desprecio a las vidas eslavas, prepotencia ante la inminente victoria cabe explicar la tremenda mortandad de vidas en el transcurso de muy pocos meses. De los 3.350.639 prisioneros capturados en los primeros meses de guerra a 1 de febrero de 1942 tan sólo sobrevivían 1.020.530.

Imagen
Foto: Desesperados prisioneros soviéticos suplican pan y comida.
Fuente: http://www.schaapskopp.de/eibia/Kriegsgefangene.shtml

Cuando a finales del otoño de 1941 comienza a calar la idea de que la guerra va a ser larga y que la Unión Soviética no va a derrumbarse se inician unos tardíos intentos para asignar estos prisioneros a la economía. El 31 de octubre Hitler anuncia que “el trabajo de los prisioneros de guerra tiene que ser explotado extensivamente para las necesidades de la economía de guerra. El prerrequisito para un trabajo productivo es una alimentación adecuada. Adicionalmente se les debería proveer una suma muy pequeña para sus necesidades diarias y si es necesario se les debería dar algún bonus de productividad.” Sin embargo la mayor parte han muerto ya y los supervivientes están demasiado debilitados para poder efectuar ningún trabajo cuando se les traslada al Reich. Los intentos de recuperar a los prisioneros debilitados son inconexos, descoordinados y con frecuencia saboteados por diversas agencias gubernamentales. De hecho de los 390.000 prisioneros trasladados al Reich hasta diciembre de 1941, unos 72.000 murieron en ese período. En el invierno de 1942 perecen casi la mitad de los transportados allí a pesar de no tratarse más que de una mera fracción del total de prisioneros soviéticos capturados. (81)

El resultado es que de los 3.350.000 prisioneros capturados hasta marzo de 1942 tan sólo unos 166.880 –alrededor del cinco por ciento- son finalmente empleados como trabajadores en el Reich alemán. (82)

Los propios altos funcionarios de los Ministerios de Trabajo hablan sin tapujos sobre el sinsentido de transportar a prisioneros agotados en vagones abiertos y sin calefacción en lo más duro del invierno para que sólo lleguen cadáveres como el Dr. Werner Mansfeld, director ministerial del Ministerio del Trabajo del Reich, atestigua en una conferencia. Se alaban las posibilidades de trabajo de los rusos pero se insiste en que hay que dar unas condiciones mínimas de alimentación para extraer un trabajo productivo. (83)

Posteriormente se irá asistiendo a una lenta transferencia de prisioneros de guerra al Reich para efectuar trabajos relacionados con la construcción, agricultura, industria y minería. Pero las cifras aumentan de una manera lentísima debido a varias circunstancias. La más importante es que la mayor parte de los prisioneros soviéticos han perecido de hambre y agotamiento en los seis meses primeros de la campaña militar. Además un número significativo terminará en unidades militares alemanas como auxiliares (Hiwis) ante las necesidades perentorias para llenar las plantillas de las diezmadas divisiones alemanas. Los motivos son varios, desde mera supervivencia hasta un genuino hartazgo del régimen stalinista. El número de los Hiwis es considerable y varía entre los 600.000 hasta el millón de hombres. No todos fueron antiguos prisioneros de guerra aunque el porcentaje de los mismos parece bastante alto. Una parte de los prisioneros terminó enrolada en brigadas de trabajo en las zonas de retaguardia de los grupos de ejército germanos casi siempre dedicados a la reconstrucción y mantenimiento de las comunicaciones. En cualquier caso la aportación de los prisioneros de guerra soviéticos a la economía alemana es casi nula, la francesa es muy superior a pesar de que el número de prisioneros franceses fuera menor cuantitativamente.

Fuentes:
(78) Escrito de Paul Pleiger, Comisionado del Reich para el Carbón al OKW, 30 de junio 1941. Fuente: Archivo Federal de Freiburg.
(79) Reinhard Otto: Wehrmacht, Gestapo und sowjetische Kriegsgefangene im sowjetisch-deutschen Reichsgebiet 1941/42. (pág. 42) R. Oldenbourg Verlag München 1998.
(80) Ulrich Herbert: Enforced Foreign Labor in Germany under the Third Reich (pág. 140-141) Cambridge University Press 1997.
(81) Christian Streit: Keine Kameraden: Die Wehrmacht und die sowjetischen Kriegsgefangenen 1941-1945. Taschenbuch 1997
(82) Ulrich Herbert: Hitler´s Foreign Workers: Enforced Foreign Labor in Germany under the Third Reich (pág. 147-157) Cambridge University Press 1997.
(83) Memo de la conferencia del Dr. Werner Mansfeld el 19.02.1942. Fuente: Archivo Federal de Freiburg.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Lun Ene 04, 2016 2:00 am

XVI. La explotación laboral (Continuación)
Aunque la mayoría de prisioneros en la zona ocupada estuviera en labores de reconstrucción de comunicaciones se emplearían miles en la propia industria y minería. Realmente dado el nivel de destrucción y sabotaje sufrido estarían realizando tareas de desescombro y reconstrucción más que actividades productivas propiamente dichas. No obstante la situación de malos tratos, inanición prosigue a la vista de la población civil con el consiguiente efecto moral y expectativas sobre las intenciones alemanas. No obstante las necesidades fuerzan a un cierto arrinconamiento de la ideología radical nazi en favor de cierto pragmatismo. El 1 de julio de 1942 una orden del Führer impone el reclutamiento de 60.000 prisioneros para la minería en el Donbass. Sin embargo este objetivo es irrealizable. A finales de septiembre tan sólo hay 39.000 hombres de los cuales apenas la mitad puede trabajar debido al agotamiento, enfermedad e inanición. Los rendimientos son muy bajos como cabe esperar.

Pero la economía alemana necesitaba no miles sino millones de trabajadores en cualquier caso. En la primavera de 1942 y con una lenta recuperación de la logística ferroviaria se comienza la deportación de población civil en los territorios ocupados sin el menor miramiento. Hasta la primavera de 1942 se había recibido una cierta cantidad de trabajadores voluntarios aunque del todo insuficiente para la industria alemana, ante la perentoria necesidad se abandona cualquier pretensión de convencer a la población por las buenas y se utilizan métodos brutales de redada y secuestro de personas. Una de las razones es que los trabajadores voluntarios son tratados tan inhumanamente que en seguida trasciende por las cartas y noticias las condiciones en que se encuentran lo que actúa de freno para posteriores incorporaciones. Además varios miles de ellos son devueltos enfermos tan terribles condiciones. Obviamente no es el mejor incentivo para que acudan voluntarios.

El brutal gauleiter Fritz Sauckel, nombrado Plenipotenciario para la Aplicación de Mano de Obra, utilizando métodos de cacería de esclavos logró deportar a casi 2,5 millones de trabajadores soviéticos al Reich. Los esfuerzos se concentran en las zonas de Ucrania Occidental y Bielorrusia aunque ninguna zona es dejada de lado. Fue un esfuerzo salvaje y sin concesiones. Si tenemos en cuenta que durante todo el tráfico de esclavos a través del Atlántico del siglo XVI hasta el principio del XIX se transportaron unos 12 millones de personas en casi 300 años, la deportación alemana de 2,5 millones en tan sólo dos años cobra una tremenda dimensión.(85)

Imagen
Foto: Fritz Sauckel, fue Gauleiter de Turingia y posteriormente Plenipotenciario General para el Trabajo del Reich desde el 21 de marzo de 1942. Posteriormente fue condenado y ejecutado por sus crímenes en los juicios de Nuremberg.
Fuente: http://www.weimar-im-ns.de/chronik_1932.php

En septiembre de 1944 cuando se alcanzó el máximo de población extranjera trabajando en el Reich, había nada menos que 2,4 millones de civiles soviéticos de un total de 6,0 millones (el 40% del total) Si a eso sumamos los alrededor de 0,5 millones de prisioneros soviéticos supervivientes, la mano de obra soviética en el Reich ya fuera militar o civil sumaba nada menos que el 36% de todos los trabajadores extranjeros, cifrada en unos 7,6 millones de extranjeros.(86) Llama la atención la baja cifra de prisioneros de guerra soviéticos en el Reich, como sabemos una enorme cantidad murió y otro porcentaje de los supervivientes terminó como auxiliares militares (Hiwis) en las filas alemanas ya fuera en la URSS o en otros territorios.

Los civiles soviéticos trabajarán en prácticamente todos los sectores aunque con especial atención a la agricultura e industria. Desde el principio se practicará con ellos el “apartheid” más estricto y las raciones serán más escasas que los trabajadores de naciones occidentales. Los trabajadores en el campo tendrán en general unas condiciones ligeramente mejores que en la industria o minería gracias a que se pueden nutrir mejor. Las raciones son tan escasas que incluso los nacionalsocialistas más endurecidos conceden que para conseguir un rendimiento mínimo laboral hay que aumentarlas ante las quejas de los empleadores alemanes. Estos aumentos se producirán de manera descoordinada y con diferencias locales –muchas veces dependiendo de la voluntad de los empleadores- y en cualquier caso las raciones estarán compuestas por alimentos de baja calidad e insuficientes para trabajos pesados. Las pagas son mucho menores que la de trabajadores alemanes desempeñando las mismas tareas y además se les gravan con impuestos, tasas y gastos de “manutención”. En líneas generales el suministro, alojamiento y atención a los trabajadores soviéticos deportados es increíblemente penoso y peor que el de sus homólogos occidentales.(87) El programa de deportación se realiza de manera tan salvaje y con tan poca atención a los deportados que algunos son devueltos por falta de condiciones para efectuar los trabajos o la falta de cuantificación profesional. Las deportaciones adquieren un grado tan alto que muchas regiones quedan sin trabajadores para recoger las cosechas o efectuar trabajos que son vitales también para los alemanes como atestiguan los informes y quejas de la policía alemana en Kiev.(88)

Imagen
Foto: trabajadores ucranianos rumbo a Alemania en 1942.
Fuente: nternet Encyclopedia of Ukraine (Ostarbeiter) http://www.encyclopediaofukraine.com/di ... iterIT.htm

La productividad es baja, así en la minería en 1942 la productividad de los prisioneros y deportados soviéticos es un 37% de los trabajadores alemanes. A principios de 1943 se mejoran algo las condiciones de vida en especial la nutrición. Además se inician programas de entrenamiento de trabajadores y la concesión de pequeños privilegios y tabaco lo que tiene como consecuencia el aumento de la productividad hasta un 60-70%. A pesar de estas mejoras la productividad se mantendrá baja toda la guerra y el número de enfermos es enorme. Así el 1 de junio de 1944 el 18% de todos los prisioneros de guerra soviéticos se encontraban en el listado oficial de baja por enfermedad. Las mejoras logradas por una mejor alimentación se ven contrarrestadas por el empeoramiento de las condiciones de vida como el alojamiento. Este empeoramiento es en parte resultado de la interminable ofensiva aérea aliada y de las dificultades alemanas en suministrar ropa, alojamiento y cuidados médicos pero también de la discriminación sufrida por los trabajadores extranjeros en especial los del este, situados en las últimas escalas de la sociedad del III Reich.(89) La productividad en la industria es similar siendo pues inferior a la de los trabajadores alemanes libres. Paradójicamente los trabajadores más productivos son las mujeres deportadas del este, bastante por encima de los hombres. Gran parte de la razón era el pésimo estado físico en que se encontraban muchos hombres y la malnutrición sufrida. En las empresas y fábricas donde se mejoran las condiciones de vida en especial la nutrición las ganancias de productividad son muy rápidas. Sin embargo todo esto depende en gran medida de la buena voluntad de los encargados locales y también de los programas de formación de los trabajadores y el programa de incentivos.(90)

El tremendo ritmo de civiles soviéticos deportados sufrió un frenazo como consecuencia de la contraofensiva soviética en el invierno de 1943 al penetrarse en las regiones del Don y Ucrania Oriental bajo dominio alemán. Además debido a la situación militar se habían terminado las grandes capturas de prisioneros soviéticos. Las deportaciones se concentrarían en las zonas todavía conservadas aunque sin poder mantener el ritmo previo.

El segundo frenazo en la deportación de civiles se produce en el otoño de 1943 cuando los soviéticos reconquistan Ucrania Oriental y otras zonas. Aunque las deportaciones seguirán hasta el verano de 1944 en que los alemanes son definitivamente arrojados de suelo soviético, en realidad a nivel cuantitativo han caído mucho antes al reducirse drásticamente la zona y población de los territorios ocupados. En Bielorrusia, zona que permanecerá más tiempo bajo control alemán, las deportaciones tropiezan con la acción de los partisanos que dificultan las operaciones.

Los alemanes intentan llevarse consigo a toda la población civil en edad útil, especialmente varones, ante la certeza de que serán reclutados por el Ejército Rojo. Sin embargo la falta de material rodante y personal alemán así como la rapidez del avance soviético hacen imposible una evacuación sistemática. Los soviéticos podrán pues reclutar a cientos de miles de hombres para reponer las terribles bajas sufridas.

La productividad en general es baja en todos los sectores. Como es obvio los deportados no tienen ningún deseo en trabajar para los alemanes y las condiciones objetivas son terribles. Los informes de los encargados alemanes están plagados de casos de trabajadores soviéticos que se derrumban en sus bancos de trabajo o en los pozos de carbón debido al agotamiento y la malnutrición. El porcentaje de enfermos es altísimo alcanzando a veces hasta un tercio del total lo que lógicamente resta productividad al conjunto de las plantillas. Y los prisioneros en los campos de concentración ocupan como de costumbre el último lugar en las asignaciones. Aunque se realizarán esfuerzos para mejorar algo las raciones y condiciones de vida en realidad el régimen nazi no logrará nunca superar la fundamental contradicción de que para extraer un trabajo productivo los trabajadores tienen que estar bien tratados, alimentados y vestidos.

Fuentes:
(85) Patrick Manning, "The Slave Trade: The Formal Dermographics of a Global System" in Joseph E. Inikori and Stanley L. Engerman (eds), The Atlantic Slave Trade: Effects on Economies, Societies and Peoples in Africa, the Americas, and Europe (pág. 119-120) Duke University Press, 1992.
(86) Hein A.M. Klemann, ‎Sergei Kudryashov: Occupied Economies of Europe: An Economic History of Nazi occupied Europe 1939-1945. (pág. 157-158) Berg 2012.
(87) Dietrich Eichholtz: Geschichte der deutschen Kriegswirtschaft 1939-1945. Vol. 1 (pág. 203-217) K. G. Saur München 2003.
(88) Internet Encyclopedia of Ukraine (Ostarbeiter) http://www.encyclopediaofukraine.com/di ... iterIT.htm
(89) Ulrich Herbert: Enforced Foreign Labor in Germany under the Third Reich (pág. 309-315) Cambridge University Press 1997.
(90) Ibid (pág. 299-308)

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Dom Ene 10, 2016 1:43 am

XVII. Resultados de la explotación laboral
Los alemanes sufrieron dos grandes problemas durante toda la guerra, por un lado el mayor e inmediato la falta de trabajadores en todos los sectores. Este problema fue acuciante y no admitía medias tintas, pues era imposible movilizar todos los recursos sin cubrir las millones de vacantes que la tremenda movilización de la Wehrmacht había creado. Desde este punto de vista los alemanes lograron a trancas y barrancas y mediante el empleo de una violencia salvaje resolver el problema a medias. A mediados de 1939 Alemania contaba con 39.1 millones de trabajadores alemanes (de ellos 24.5 millones de varones, 14.6 millones de mujeres y 0.3 millones de extranjeros) Con la movilización en 1940 ya sólo se contaban con 34.8 millones de trabajadores alemanes (20.5 millones de varones, 14.4 mill. de mujeres y 1.2 millones de trabajadores extranjeros y deportados) y en los años posteriores esta cifra iría cayendo, o sea había un déficit de unos 4.0 millones de trabajadores. Ese déficit fue creciendo como consecuencia de la espiral de movilización antes y después de Barbarroja y según los años osciló entre los 6.0 y los 9.0 millones de puestos de trabajo. Como sabemos se cubriría con trabajadores extranjeros. Hacia el otoño de 1944 había unos 6.0 millones de extranjeros en el III Reich de ellos unos 2.5 millones de soviéticos (el 40% del total) (91) Al menos sobre el papel se habían podido cubrir las vacantes. De todas formas y a pesar de la perentoria falta de mano de obra los alemanes no vacilaron en asesinar a unos 3.5 millones de prisioneros soviéticos, hombres jóvenes y que constituían una obvia reserva de mano de obra ni a millones de judíos los cuales podrían haber tenido una participación productiva en vez del asesinato. Una vez más los imperativos ideológicos y raciales marchaban por delante de los pragmáticos. Y ni siquiera en la última etapa de la guerra el III Reich logró liberarse de la contradicción entre sus exigencias ideológicas y prácticas. El absoluto desprecio a la vida humana que exhibieron los jerifaltes nazis tenía también su contrapartida económica. El asesinato de prisioneros agotados para sustituirlos por otros procedentes de campos de concentración podía ser una posibilidad factible en puestos de poca especialización como trabajos penosos de construcción pero era progresivamente imposible de realizar en puestos de trabajadores especializados como algunas circulares tenían que recordar a los responsables políticos.

El segundo problema era un problema de productividad de esta mano de obra. Si analizamos los resultados de la explotación laboral de los deportados y prisioneros soviéticos veremos que fue bastante inferior a la de los trabajadores alemanes libres. El problema de la productividad no es baladí. En sectores como la minería una productividad individual media del 50% de los prisioneros significaba que se necesitaba el doble de personal para extraer la misma cantidad de carbón o mineral y eso cuando ya faltaba personal en las plantillas era un desastre para la economía bélica. En otros sectores y dependiendo de la procedencia los porcentajes variaban. En general los menos productivos fueron los prisioneros de guerra que en general no pasaron del 60% de la productividad de un trabajador alemán debido a la malnutrición y malos tratos y llegaría al 80-90% en el caso de las mujeres soviéticas que no sufrieron ese trato tan horrible.

En suma Alemania logró la mano de obra justa para sostener su guerra mundial tras múltiples vaivenes –y crímenes de lesa humanidad- en la Unión Soviética aunque la necesidad de mano de obra fue una de las consecuencias del fracaso de la invasión de la URSS.

Fuente:
(91) Richard Overy: The Penguin Historical Atlas of the Third Reich (pág. 130-131) Penguin Books 1996.

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Re: El gran fiasco: Explotación económica alemana de la URSS

Mensaje por Schwerpunkt » Mié Ene 13, 2016 11:35 am

XVIII. Conclusiones
Como sabemos la invasión de la URSS fue la que causó la destrucción política y militar del III Reich. Lo que era algo menos conocido es que desde el punto de vista estrictamente económico, la invasión de la Unión Soviética fue un negocio totalmente desastroso. Si exceptuamos el manganeso no se consiguieron cantidades apreciables de ninguna materia prima de importancia. Las requisas y entregas agrícolas de cereales y suministros alimenticios quedaron muy lejos de las expectativas y fueron mucho menos importantes que las conseguidas en Francia, Benelux o Dinamarca a pesar de su carácter draconiano y el grave perjuicio para los civiles soviéticos. Además estos exiguos rendimientos lo fueron al precio de tener que invertir muchísimo esfuerzo y bienes de equipo que hubieran podido ser más rentables en cualquier país de Europa Occidental. El único apartado medianamente positivo fue que el Ostheer fue capaz de autoabastecerse en gran medida con sus requisas sobre el terreno pero en cualquier caso los problemas generados (partisanos, desafección de la población local y dislocación de la economía) superan seguramente los posibles beneficios.

La ceguera, prepotencia, ignorancia, fanatismo y absoluto desprecio por la vida humana de Adolf Hitler fueron los que ocasionaron la mayor aventura y fracaso militar de la historia. El fracaso en la explotación económica de la que debería haber sido la joya de las colonias alemanas hay que buscarla en última instancia en el propio Hitler. Su ignorancia sobre la economía era casi total: su creencia que la mera posesión de los recursos materiales bastaba para conseguir sus propósitos, su rechazo absoluto a cualquier alternativa que no encajara con su visión predeterminada y preindustrial de la historia es la que explica el porqué de su colosal fracaso. Su desconocimiento y rechazo sobre las posibilidades del comercio internacional, de la interdependencia de los factores de trabajo y capital, de las limitaciones de la logística, etc prueban que su gran apuesta para resolver el dilema económico y estratégico de Alemania era una completa entelequia sin ninguna base factual. Los continuos vaivenes en la política económica hitleriana durante la guerra prueban que toda su estrategia estaba construida sobre un castillo de arena, sin un análisis coste-beneficio verdadero y siempre con presupuestos superoptimistas. La ocupación de la URSS no fue una excepción a este diletantismo y catastrófico estilo de mando.

Los esbirros y comisarios políticos de Hitler fueron en líneas generales unas nulidades con algunos como Heinrich Himmler entregandose a delirantes experimentos de reasentamiento poblacional y colonial. Estos además de fracasar por completo engendraron una mayor oposición si cabe entre las poblaciones ocupadas. En realidad la mera posibilidad de repoblar con colonos alemanes en tan breve espacio de tiempo una extensión tan vasta como la Unión Soviética destruyendo la base económica existente para sustituirla por una mera explotación agrícola y de materias primas habla a las claras de la absoluta falta de realidad en la que vivía la élite del III Reich. Los únicos que demostraron realismo y consciencia ante las dificultades fueron los industriales alemanes, pero se encontraban atrapados por sus servidumbres políticas y tuvieron que realizar algunos gestos de cara a la galería a regañadientes. Si el III Reich fue capaz de seguir su guerra mundial varios años mas fue gracias a los recursos de la Europa Occidental ocupada no de los paupérrimos resultados conseguidos en la URSS.

A pesar de los tristes resultados obtenidos hubo una mejora expectacular en rendimientos y organización en tan sólo año y medio de ocupación. Sin embargo esa ganancia es engañosa en cuanto que se partió prácticamente de cero: para que se hubiera podido llegar a un nivel satisfactorio y a una explotación agrícola de interés se hubieran necesitado varios años de paz, una tremenda inversión y sobre todo la colaboración de la población local. No olvidemos que los soviéticos necesitaron varios años de trabajos muy intensos en condiciones de paz y con el concurso de gran parte de la población e incluso el empleo de prisioneros de guerra.

La extracción de carbón fue ridícula: unas 4,78 mill. de t en unos dos años, o sea menos del 1% de la producción anual alemana que era de unos 270 mill. de t. Y ésta producción fue posible debido a que Alemania aportó igual cantidad. Si contamos el carbón aportado a los ferrocarriles en las zonas ocupadas, Alemania invirtió el 3% de su producción anual siendo pues un negocio absolutamente desastroso. De acero se produjo un 0.1%, o sea prácticamente nada, de cemento un 11.6% y de electricidad un 8.8% en 1943 y eso después de colosales trabajos de reparación e inversión con maquinaria y bienes de equipo alemanes.

El capítulo del petróleo fue aún peor: no se pudo extraer prácticamente nada de petróleo durante toda la ocupación si exceptuamos las minúsculas cantidades de Galicia y Estonia. El petróleo del Cáucaso quedó en gran medida fuera del control militar alemán y aunque se hubiera podido extraer en cantidades apreciables no se hubiera podido transportar al Reich para darle utilidad. Y no olvidemos que el petróleo era la “raison d´être” económica de la guerra. Y en otros insumos como mineral de hierro las cantidades conseguidas fueron casi despreciables. Tan sólo el manganeso es el único material con éxito pero fue al precio de dejar otras empresas industriales de lado y concentrar los escasos recursos y flete ferroviario en su extracción y transporte.

Si se consolidan todas las cifras de explotación económica, requisa de productos agrícolas y materias primas la explotación de los territorios ocupados del este hasta la primavera de 1944 se cifra en unos 4,5 milliardos (miles de millones) de RM cuando Bélgica había procurado unos 9,3 milliardos de RM (o sea el doble) y Francia la friolera de 35,0 milliardos (nada menos que siete veces más) Estas cifras ponen de relieve la absoluta irrelevancia económica de los territorios ocupados de la URSS frente a los países occidentales ocupados.

Fuentes:
(92) Cifras de Bericht über die Tätigkeit der Chefgruppe Wirtschaft in Reichsministerium für die besetzen Ostgebiete, 20 November 1943, Berlin, citadas por Walter N. Sanning en Soviet Scorched-Earth Warfare: Facts And Consequences en Institute for Historical Review.
(93) Christoph Buchheim: Die besetzten Länder im Dienste der deutschen Kriegswirtschaft während des Zweiten Weltkrieges. Ein Bericht der Forschungsstelle für Wehrwirtschaft. Vierteljahrsheft für Zeitgeschichte. Vol. 34, nº 1, enero 1986.

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