Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

La vida cotidiana en la Alemania del Reich

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Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por José Luis » Mié May 20, 2015 11:51 am

¡Hola a todos!

Aunque este asunto se tocó parcialmente en algunos hilos sueltos del foro, nunca se ha abierto, que yo recuerde, un hilo dedicado exclusivamente a este tema. Haré una breve exposición, en dos partes, utilizando como fuente Norman J. W. Goda, Black Marks. Hitler's Bribery of His Senior Officers during World War II, en Emmanuel Kreike y William Chester Jordan (eds.), Corrupt Histories (Rochester, New York: University of Rochester Press, 2004), pp. 96-137. El artículo fue publicado originalmente, y con el mismo título, en The Journal of Modern History, Vol. 72, No. 2. (June, 2000), 413-452. En su artículo de Corrupt Histories, Goda sólo introdujo cambios menores respecto de su original. Yo sólo voy a resumir lo que me parece más sustancial.

El soborno sistemático de los oficiales militares alemanes de mayor graduación por parte de Hitler comenzó en el verano de 1940. Esta corrupción financiera consistía en pagos mensuales libres de impuestos ingresados en las cuentas bancarias de los oficiales con los dos mayores rangos militares. Los mariscales de campo del Heer y la Luftwaffe, y los grandes almirantes de la Kriegsmarine comenzaron a recibir 4.000 marcos del Reich (RM) mensuales cada uno; los coroneles generales del Heer y la Luftwaffe, y los generales almirantes de la Kriegsmarine recibirían 2.000 RM mensuales cada uno. Estas sumas, conocidas como “compensaciones por gastos” (Aufwandsentshädigungen), venían a engrosar los salarios regulares y los suplementos de guerra normales de esos altos oficiales, y procedían de una cuenta especial conocida como Konto 5. Esta cuenta formaba parte de unos fondos discrecionales de la Cancillería mucho más grandes, que en 1933 alcanzaron la cifra de 150.000 RM y al final de la guerra quizás unos 40 millones de RM. Los fondos estaban administrados por la Cancillería del Reich a través de su jefe, el Dr. Hans-Heinrich Lammers, sin la acostumbrada supervisión del Ministerio de Finanzas del Reich sobre el presupuesto fiscal anual, con lo que Lammers podía retirar dinero de estos fondos discrecionales de acuerdo con los criterios de Hitler, y sólo respondía ante Hitler.

Los líderes políticos de mayor nivel llevaban recibiendo estos mismos suplementos desde abril de 1936: los ministros 4.000 RM mensuales, y los secretarios de estado 2.000 RM mensuales, además de sus salarios regulares. Desde octubre de 1937 los diputados del Reichstag habían recibido 600 RM al mes, y los miembros del Staatsrat prusiano 500 RM mensuales, también como regalos especiales libres de impuestos. En la mayoría de los casos, Lammers dedujo posteriormente esta cifra menor de los pagos de 4.000 ó 2.000 RM cuando un funcionario caía en más de una clasificación de pagos. Sin embargo, las cantidades exactas, especialmente para las cifras mayores, parece que quedaron parcialmente al propio criterio de Lammers. Así, Lammers se pagó a sí mismo una Aufwandsentshädigung de 8.000 RM mensuales (sin deducciones), mientras que el ministro de Propaganda, Goebbels, recibió 7.400 RM por mes. Lo interesante del caso es que, durante varios años, Hitler no incluyó en estos regalos en efectivo libres de impuestos a sus líderes militares.

Esta excepción acabó tras la victoria sobre Francia. A juicio de Goda, el motivo no fue tanto la recompensa por haber ganado esa campaña como por lo que estaba por venir, esto es la campaña contra la URSS. Quizá Hitler esperaba ciertas fricciones de algunos altos oficiales en relación a la planificación operacional y a la naturaleza criminal de la misma. El 19 de julio de 1940 Hitler ascendió a doce coroneles generales a mariscales de campo, y tres días después amplió las Aufwandsentshädigungen a sus líderes militares. El ayudante del ejército de tierra de Hitler, mayor Gerhard Engel, dijo al respecto que, entre otras razones, Hitler había agregado a los ascensos de mariscales de campo y coroneles generales un regalo financiero libre de impuestos que sería de 4.000 RM mensuales para los primeros y 2.000 RM mensuales para los últimos. Engel dijo que Hitler lo veía como un negocio inteligente, pues cuantos más honores concediera a sus líderes militares, más atados se sentirían éstos a él. Y que cuando ganaran la guerra no escatimaría regalos en forma de distribuciones de grandes propiedades. “El Führer”, dijo Engel, “no exige de un general que sea un nacional socialista, pero exige...que políticamente se someta completamente al liderazgo del estado y ejecute ciegamente las órdenes que desea el liderazgo del estado. Esto será más fácil para cada uno de ellos, incluso contra sus convicciones interiores, si han recibido honores adecuados del jefe del estado y, mediante esto, pueden sentirse automáticamente obligados”.

Los pagos comenzaron de acuerdo con una orden de Hitler de 8 de agosto de 1940, con la excepción del recién ascendido Mariscal del Reich Göring, cuya cantidad fue de 20.000 RM por mes. Hitler dejó claro inmediatamente a los receptores la razón por la cual iban a recibir sumas adicionales. Menos de una semana después de la orden de 8 de agosto, Hitler, en una ceremonia privada, entregó a sus doce nuevos mariscales de campo sus bastones, comprados mediante los fondos discrecionales de Hitler a un precio de 72.000 RM. Mientras hacía entrega de los bastones de mariscales de campo, Hitler mencionó la importancia que concedía a la lealtad ciega en el mando militar. El nuevo mariscal de campo von Bock anotó en su diario, “El Führer nos entregó los bastones de mariscales de campo en la Cancillería del Reich. Subrayó cuán necesaria es la unidad del pueblo alemán, también en el futuro, y cuán absolutamente necesario es que la Wehrmacht también se declare completamente por el pensamiento Nacional Socialista”.

El único ausente en esa ceremonia y el único coronel general que no fue ascendido a mariscal de campo en julio fue Blaskowitz, que en 1939 se había quejado en un informe oficial enviado a Brauchitsch de los crímenes cometidos en Polonia. Esta marginación fue un mensaje claro de Hitler: la buena conducta sería recompensada; las quejas serían castigadas sin ascensos y sin dineros libres de impuestos.

Los altos oficiales que recibieron la Aufwandsentshädigung parece que se dijeron a sí mismos que era un pago legítimo que cobraba todo mariscal de campo y todo coronel general. Las esposas de Brauchitsch y Rommel, Charlotte y Lucie-Maria, respectivamente, después de la guerra hicieron una distinción entre la ilegitimidad de los grandes regalos que aceptaron algunos mariscales de campo (pero no sus maridos) y los pagos mensuales que recibieron todos los mariscales de campo (incluidos sus maridos). Sin embargo, los pagos tenían condiciones. Lammers dejó bien claro en un documento tipo contrato que los pagos dependían de la conducta futura. Al obtener el rango de coronel general o mariscal de campo, el oficial agraciado recibiría un comunicado secreto de Lammers en el que se le informaba de su nuevo pago exento de impuestos. Lammers subrayaba a los receptores de este regalo que el dinero procedía de los fondos discrecionales de Hitler, no del presupuesto militar, y que era “instantáneamente revocable” (“jederzeit widerruflich”). En cuanto a la regularidad de estos regalos, Lammers se mostró vago, diciendo a los receptores que si las Aufwandsentshädigungen, y su cantidad, podían esperarse en el futuro era una cuestión que él mismo decidiría en cada caso individual, previa autorización del Führer.

En un acuerdo alcanzado entre Lammers y Keitel en marzo de 1943 se estipuló que cuando un mariscal de campo o coronel general pasara al servicio inactivo en la llamada Reserva del Führer seguiría beneficiándose de la Aufwandsentshädigung, pero si era despedido o retirado cesaría automáticamente el pago. Si un receptor moría, la viuda, caso de haberla, cobraría durante tres meses la Aufwandsentshädigung. En el resto de casos, la Aufwandsentshädigung dependía de la buena conducta. Las transferencias a la cuenta bancarria del mariscal de campo Paulus cesaron en abril de 1943, no por su captura por los soviéticos, que había tenido lugar dos meses antes, sino a causa de los informes soviéticos donde culpaba a Hitler de la destrucción del Sexto Ejército. Los pagos al mariscal de campo von Witzleben cesaron tras conocerse su relación con la conspiración del 20 de julio de 1944. También se inhabilitaron los pagos a las viudas de Rommel y Kluge debido al conocimiento que sus maridos tenían del complot del 20 de julio; e igual sucedió con el coronel general Halder.

A diferencia de otras compensaciones normales que salían publicadas en la Reichsgesetzblatt, las Aufwandsentshädigungen se mantuvieron en secreto absoluto. Tan secretas eran que ni el mismo Bormann se enteró de su existencia hasta marzo de 1943; y el ayudante de la marina de Hitler, el contralmirante Karl Jesko von Puttkamer, que se pasó toda la guerra en el CG del Führer, sólo se enteró vagamente de estos pagos en el otoño de 1944, si bien los propios ayudantes militares de Hitler recibieron pagos secretos de la Konto 5, aunque en cantidades mucho menores que las de los altos oficiales.

Por otra parte, estos regalos eran demasiado elevados para ser considerados como legítimos por sus receptores, que ya estaban muy bien pagados con sus salarios regulares. A mediados de 1940 el salario base de mariscales de campo y grandes almirantes como Keitel, Brauchitsch y Raeder era de 26.500 RM anuales, mientras el de los coroneles generales y generales almirantes era de 24.000 RM anuales. Como contraste, un mayor ganaba sólo 8.400 RM al año, mientras un sargento de estado mayor no pasaba en el mejor de los casos de 2.838 RM anuales. Además, mariscales de campo y coroneles generales recibían un suplemento de guerra (Wehrsold) libre de impuestos de 300 RM y 270 RM mensuales, respectivamente, mientras los sargentos de estado mayor se conformaban con 60 RM al mes en este concepto. Una ley de 1943 recompensó a los mariscales de campo con una Dienstaufwandentschädigung (compensación por gastos durante el servicio) de 400 RM mensuales. También había más suplementos de alojamiento dependiendo del rango y la localidad en que estaba estacionado un oficial, así como del número de hijos. Así las cosas, con suplementos incluidos, un mariscal de campo podía llegar a recibir 34.950 RM anuales de fondos públicamente controlados antes de añadir suplementos por alojamiento, vestimenta, comida, atención médica y del tenor. Al añadir los suplementos secretos de la Konto 5, Hitler añadió a los mariscales de campo un suplemento libre de impuestos de 48.000 RM anuales (24.000 RM anuales para los coroneles generales). Si se tiene en cuenta que los suplementos de la Konto 5 estaban exentos de cualquier obligación fiscal, la cual después de 1939 podía llegar a alcanzar el 65 por ciento de los ingresos anuales por encima de los 2.400 RM, es fácil ver cómo los suplementos secretos doblaban con creces lo que ya era un alto salario para los oficiales de máxima graduación de Alemania. Para hacer este acuerdo más sabroso, los depósitos de julio, agosto y septiembre de cada año se hicieron de una sola tacada libre de impuestos de 12.000 RM ó 6.000 RM al principio de cada mes de julio. En cambio, los soldados de infantería recibían un suplemento de un solo marco por día.

La Aufwandsentshädigung se mantuvo durante toda la guerra para todos los funcionarios de máximo nivel no involucrados en el golpe del 20 de julio de 1944. A medida que se cerraba sobre Alemania el avance soviético en febrero, marzo y abril de 1945, y miles de tropas estaban siendo ejecutadas por deserción, los oficiales que tenían sus pagos mensuales depositados en bancos localizados en las zonas próximas al avance soviético dispusieron rápidamente la transferencia de sus cuentas a lugares que se creían más seguros, alejados de la amenaza soviética. El dinero podía retirarse, las tropas no. Entre los oficiales que cambiaron sus depósitos bancarios estaban los mariscales de campo von Küchler, List, von Manstein, von Weichs e incluso la esposa del coronel general von Arnim, quien en marzo de 1945, con su marido como prisionero de guerra de los americanos, transfirió sus depósitos de Breslau, rodeada por los soviéticos en febrero, a un banco de Sajonia. El último pago efectuado por Lammers en mayo de 1945 fue el doble de la cantidad normal, seguramente con el propósito de animar a combatir hasta el amargo final.

Otro día continuaré con el otro método que utilizó Hitler para sobornar a sus altos oficiales militares.

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Re: Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por José Luis » Jue May 21, 2015 7:58 am

¡Hola a todos!

La otra forma de corrupción empleada por Hitler a través de sus fondos discrecionales fue la práctica de la Dotation o concesión. La primera gran concesión de Hitler a un oficial militar tuvo lugar en 1935, y su beneficiario fue August von Mackensen, quien, tras la muerte de Hindenburg en agosto de 1934, se convirtió en el único mariscal de campo que quedaba en Alemania desde la IGM, con 84 años de edad. Religioso y conservador, Mackensen permaneció leal al exiliado Guillermo II, y aunque apoyó a Hindenburg contra Hitler en las elecciones presidenciales de 1932, aceptó con entusiasmo a Hitler después de marzo de 1933, pese a su disconformidad con los ideólogos más detestables del nazismo y especialmente de su anti-cristianismo. Hitler utilizó a Mackensen como un vínculo público del régimen con la tradición, tratándolo con el máximo respeto. Si bien parece ser que a Mackensen no le disgustó demasiado el asesinato de los generales Schleicher y Bredow durante las purgas criminales contra la SA de junio de 1934 como para romper con el régimen nazi, mencionó estos asesinatos el 28 de febrero de 1935 durante un discurso que pronunció en la reunión anual de la Sociedad del Estado Mayor General, hecho que provocó la rabia de Hitler y Göring, con este último prohibiendo la distribución del discurso. A los diez días de la celebración de dicha reunión, Mackensen recibió como concesión un hermoso latifundio prusiano (Brüssov) de 1.250 hectáreas, aunque la entrega no se hizo efectiva hasta octubre de 1935. El tesoro del Reich pagó 350.000 RM por acondicionar la propiedad, y Mackensen la recibió libre de cualquier carga fiscal de acuerdo con una ley publicada en el Gesetzsammlung prusiano. Desde el exilio, Guillermo II expresó su malestar porque un oficial imperial con el que todavía mantenía correspondencia se asociara de forma tan estrecha con un gánster como Hitler; Guillermo sabía también que la concesión incluía lo que una vez había sido terreno de la corona de los Hohenzollern.

Pero aunque Mackensen permaneció como un defensor leal de Hitler y su guerra, el Führer no debió considerar esta Dotation como un éxito político, incluso después de asistir a la celebración del nonagésimo cumpleaños de Mackensen en Brüssov en diciembre de 1939. Aunque de forma menos vigorosa que Blaskowitz, Mackensen escribió a Brautchitsch en febrero de 1940 que las atrocidades alemanas en la Polonia ocupada estaban mancillando el honor del ejército; Brauchitsch presentó esta queja a Himmler, sin éxito alguno.

La concesión más común a altos oficiales en 1941 y 1942 llegó en forma de un cheque de 250.000 RM como regalo por cumpleaños importantes, dinero procedente de los fondos discrecionales de Hitler. Este regalo no afectaba a la Aufwandsentshädigung que estaban recibiendo los mariscales y coroneles generales. Los cheques también estaban exentos de impuestos, aunque no los intereses y dividendos producidos. Lammers informó al ministro de Finanzas, Lutz Schwerin von Krosigk, cada vez que emitió un cheque de este tipo, y éste informaba a las autoridades fiscales locales de la exención del receptor. El cheque, luego de cierto trámite en la Cancillería, era entregado por un ayudante del personal de Hitler al receptor, junto con una carta firmada por Hitler y un retrato del dictador. El primer oficial que recibió un cheque de 250.000 RM fue Raeder con ocasión de su sexagésimo quinto cumpleaños el 24 de abril de 1941. El mariscal de campo von Leeb recibió la misma cantidad cuando cumplió 65 años de edad en septiembre de 1941. Rundstedt también recibió 250.000 RM por sus 65 años el 12 de diciembre de 1941. El mariscal de campo de la Luftwaffe Erhard Milch recibió la misma cantidad por su quincuagésimo cumpleaños en marzo de 1942. Sepp Dietrich recibió 100.000 RM por su quincuagésimo cumpleaños en mayo de 1942, y Keitel 250.000 RM por su sexagésimo cumpleaños en septiembre del mismo año. Un mes después le llegó el turno a Kluge, que recibió 250.000 RM por haber cumplido los 60. A diferencia de las Aufwandsentshädigungen, estos cheques no eran secretos y los conocían hasta los miembros de la resistencia, que se referían cínicamente a los “bonos de cumpleaños” recibidos por Rundstedt y Kluge.

La primera concesión en forma de latifundio, Mackensen aparte, la recibió el coronel general von Kleist en octubre de 1942, una propiedad en Silesia de cien hectáreas de extensión que le costó a Hitler 192.300 RM. En octubre de 1943 Guderian recibió una propiedad en la Warthegau (en Deipenhof) de 937 hectáreas de extensión valorada en 1.240.000 RM (y eso que Guderian quería el latifundio de Schöngarten, de 3.300 hectáreas). Su propietario era un oficial polaco a quien Himmler confiscó la propiedad, que fue luego comprada por una agencia de Lammers en nombre de Guderian mediante los fondos discrecionales de Hitler por la cantidad arriba mencionada, y entregada a Guderian libre de impuestos. Y algo parecido sucedió con Keitel, por quien Hitler transfirió la cantidad de 764.000 RM en octubre de 1944.

Von Leeb fue más cuco y escogió su propiedad en lo que luego sería la República Federal Alemana. En marzo de 1943 Leeb pidió a Lammers que interviniera con las autoridades bávaras para que pudiera comprar un terreno público. Lammers presentó el asunto a Hitler a principios de abril, y éste dio su aprobación. Como resultado se le permitió comprar a Leeb todo un distrito forestal (Staatswalddistrikt XXIII des Forstamts Seestetten) valorado en 638.000 RM, de los cuales Leeb sólo pagaría lo recibido en el importe de su cheque de 250.000 RM por su cumpleaños; la diferencia la cubriría Hitler. Leeb depositaría los 250.000 RM en la Bayerische Landeshauptkasse y Lammers transferiría los 338.000 RM restantes. Leeb pudo disfrutar después de la guerra (salvo el periodo de su encarcelamiento y su juicio por crímenes de guerra) de su propiedad. También se le concedió a la familia de von Reichenau una propiedad valorada en 1.100.000 RM.

Muchos de los oficiales que se beneficiaron de los pagos, cheques y concesiones de tierra de Hitler no dijeron una sola palabra sobre esto en sus memorias o diarios. Nada comentó von Bock en su diario sobre los 58 pagos de 4.000 RM cada uno (232.000 RM en total) que recibió durante la guerra; nada tampoco en las memorias de Keitel, von Manstein, Raeder, Dönitz y Kesselring. Guderian, cuyas memorias, en mi opinión, constituyen en buena parte el paradigma de la manipulación y la falsedad, menciona Deipenhof, pero cambiando las fechas y circunstancias de la transacción para pretender mostrar que la propiedad era un regalo de retiro legítimo a lo von Moltke. Otros beneficiarios simplemente mintieron; en los juicios de Nuremberg, Brauchitsch negó que hubiera aceptado ningún regalo de Hitler, pero ya había comenzado a recibir los 4.000 RM desde 1938, y, aunque Goda no lo menciona, también recibió una importante cantidad de dinero cuando fue nombrado por Hitler comandante en jefe del OKH para poder satisfacer las demandas de su ex mujer y evitar el escándalo público de un juicio en los tribunales. Milch admitió en 1947 que cinco años antes había aceptado un regalo de Hitler de 250.000 RM por su cumpleaños, pero añadió desvergonzadamente que el regalo era una compensación por lo que hubiera ganado si hubiera seguido trabajando para Lufthansa. Halder negó saber nada de los sobornos de Hitler.

Y bien, hay más detalles en el artículo de Goda, pero creo que con lo reseñado aquí es suficiente para hacerse una idea de cómo Hitler compró voluntades sobornando a muchos de sus oficiales militares de más alta graduación.

Quisiera acabar diciendo que todo este marasmo y corrupción moral de los máximos líderes militares de la Wehrmacht comenzó mucho antes de que Hitler pusiera en marcha la práctica de los sobornos que hemos visto. Asomó primero con la pasividad infame que demostraron cuando los esbirros de la SS de Hitler asesinaron a los generales Schleicher y Bredow durante la llamada “Noche de los Cuchillos Largos” en junio de 1934; se instaló después cuando estos caballeros, tan prontos a esgrimir su honor para tapar su cobardía moral, rompieron el juramento que habían prestado a la Constitución de la República de Weimar y juraron obediencia incondicional a Hitler en agosto de 1934; se desarrolló luego cuando decidieron adoctrinar a las fuerzas armadas alemanas en los principios básicos del ideario nazi, y culminó con la vergonzosa y cobarde actitud mostrada ante la falaz acusación de homosexualidad que la maquinaria nazi montó contra el comandante en jefe del ejército de tierra, el coronel general von Fritsch , y su humillante destitución. En estos episodios, y otros similares que por no explayarme dejo en el tintero, los altos oficiales de la Wehrmacht, en especial y fundamentalmente en el ejército de tierra, fueron enterrando sus principios profesionales, éticos y morales hasta acabar por entregarse, salvo contadas excepciones, totalmente a Hitler. Cuando el coronel general Ludwig Beck, jefe del Estado Mayor General del ejército de tierra, convocó a sus colegas generales para que plantaran cara a Hitler, todos juntos, y así conminarle a detener sus ansias de guerra en el verano de 1938, ninguno de ellos tenía ya el coraje moral para hacerlo: lo habían perdido por el camino. Sólo Beck, el auténtico heredero de Moltke el Viejo, mostró la gallardía y la independencia al más puro y auténtico estilo prusiano, dimitiendo. Todo esto sucedió si necesidad de los sobornos de Hitler, aunque muchos de esos altos oficiales ya conocían, gustando de ello, cómo premiaba con ascensos insólitos el régimen nazi la mansedumbre militar. Luego llegaron los sobornos en forma de dinero y propiedades, como guinda a un vomitivo pastel de corrupción.

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Re: Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por Uge » Jue May 21, 2015 8:48 pm

Hola, José Luis:

Desconocía por completo la corruptela sistemática de las Aufwandsentshädigungen , pensé que las gratificaciones, ya fueran en especies o en efectivo, eran más discrecionales y el número de beneficiarios mucho más reducido.

Como soy muy cándido me surgen algunas dudas:

¿Alguien llegó a rechazar las Aufwandsentshädigungen?

Citas a Rommel y a Brauchitsch como ejemplos que rechazaron regalos esporádicos, ¿alguien más los rechazó?

¿ Blaskowitz llegó a cobrar las Aufwandsentshädigungen o siempre estuvo “estigmatizado”?

Muchas gracias
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Re: Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por José Luis » Jue May 21, 2015 9:29 pm

Uge escribió: ¿Alguien llegó a rechazar las Aufwandsentshädigungen?
Que yo sepa no. Digo rechazar. Desconozco si, antes del 20 de julio de 1944, Hitler retiró esta compensación en el algún caso particular (al margen de Paulus), pero creo que no.
Uge escribió: Citas a Rommel y a Brauchitsch como ejemplos que rechazaron regalos esporádicos, ¿alguien más los rechazó?
No. No creo haber dicho tal cosa. Ni Rommel ni Braucitsch rechazaron sus Aufwandsentshädigungen. Ahora bien, Rommel no recibió jamás ningúna Dotation, ni en forma de cheque ni en forma de tierra, al menos que yo esté enterado.
Uge escribió: ¿ Blaskowitz llegó a cobrar las Aufwandsentshädigungen o siempre estuvo “estigmatizado”?
Yo creo que sí la cobró. Al menos, que yo recuerde ahora, Goda no menciona lo contrario. Pero no te lo puedo asegurar. El castigo a Blaskowitz fue no nombrarlo mariscal de campo y paralizar su carrera militar.

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Re: Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por José Luis » Mié May 27, 2015 8:14 am

¡Hola a todos!

Quiero añadir que al margen del artículo citado de Goda en inglés, también se publicó ese mismo año el libro de Gerd R. Ueberschär y Winfried Vogel, Dienen und Verdienen. Hitlers Geschenke an seine Eliten (Frankfurt am Main: S. Fischer, 1999):
http://www.fischerverlage.de/buch/diene ... 3596149667

Yo no he tenido la oportunidad de leer este libro, el cual, que yo sepa, todavía no ha sido publicado en inglés o español. Sea como fuere, se trata ya de un estudio más extenso (302 páginas) y, por lo que he podido leer en una reseña*, aporta más datos y figuras sobornadas, como el caso de Ribbentrop, que recibió más de un millón de RM por su quincuagésimo cumpleaños, y el del propio Lammers, quien por su sexagésimo quinto cumpleaños recibió varias propiedades y 600.000 RM en efectivo.

* http://www.hsozkult.de/publicationrevie ... uecher-467

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Re: Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por Juan M. Parada C. » Sab May 30, 2015 6:31 pm

Ante estos interesantes hechos aqui expuestos,sobre el carácter generoso de Hitler hacia sus subordinados como premio de su lealtad incondicional a su persona,vale mencionar que tal actitud fue también una constante en dispensar a sus antiguos compañeros de lucha o "Alte Kämpfer" (los viejos luchadores).Es decir,a los primeros nazis de las reuniones en las cervecerías de Munich,los cuales estuvieron después en el Putsch de la Feldherrnhalle.Surgiendo así,una vez que llegasen al poder en 1933,los "Reichsleiters" y sus "Gauleiters" a los que dispensaría de importantes cargos oficiales en los que se enriquecerían asombrosamente bajo la venía del mismo Hitler.
Surgiendo de esta manera toda una singular aristocracia "patibularia" en formar parte ahora del aparato central burocrático del tercer Reich,ya que casi todos tenían serios prontuarios criminales en ser borrados de sus fichas como primer premio en recibir, donde algunos de ellos terminarían más tarde en el proceso de Nuremberg,como fue el marinero Sauckel,el policia Kaltenbrunner y el preceptor Streicher.Sobre este último,que era todo un canalla y un crápula en potencia,Hitler lo debió retirar como "Gauleiter" de Franconia por sus faltas reiteradas e incapacidad flagrante pero nunca le retiraría su amistad personal para dispensarle así todos los favores que necesitase de su parte.No debemos olvidar que Streicher había estado a su lado el día del tiroteo de Munich en 1923 y era uno de los que más lo habían ayudado en su lucha contra Ernest Roehm.
Sin embargo,dejemos que sea el escritor francés Raymond Cartier en su libro "Secretos de la segunda guerra" en la que define esta capacidad de recompensar a sus seguidores de Hitler,que vale la pena citar aqui,por afirmar que:

"Había ante todo en Hitler un jefe de clan,o más bien un jefe de pandilla.La mayor virtud era,a su juicio,la fidelidad a su persona.Los que observaban esa fidelidad tenían derecho,en retribución,a su protección y a una indulgencia sistemática que los ponía por encima de las leyes.Los que no la observaban,morían.La camaradería,esa fraternidad de los mostrencos,era quizás el más fuerte de los sentimientos humanos que anidaban en el corazón del eterno déclassé que fue Hitler".(Cartier,1973,pág-29)

Espero que estos pobres comentarios sean de alguna utilidad en esta sección de nuestro querido foro.
Saludos y bendiciones a granel.
"¡Ay,señor! Tú sabes lo ocupado que tendré que estar hoy.Si acaso te olvido por un instante,tu no te olvides de mi". Sir Jacob Astley antes de la batalla de Edge Hill el 23 de octubre del año de nuestro señor de 1642

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Re: Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por José Luis » Jue Jun 04, 2015 7:46 am

¡Hola a todos!
Juan M. Parada C. escribió: Ante estos interesantes hechos aqui expuestos,sobre el carácter generoso de Hitler hacia sus subordinados como premio...
Me resulta muy difícil calificar de "carácter generoso" lo que a todas luces fue una práctica condicionada y secreta de sobornos sistemáticos. Más bien es un carácter corruptor, que nada tiene que ver con la nobleza de ánimo que define al generoso. Hitler era el corruptor por excelencia, y, además, él mismo era un corrupto que no tuvo pudor alguno en servirse del Partido Nazi, primero, y del poder, después, para convertirse en un multimillonario exento de tributar impuestos. Con todo, no pagó sus sobornos con cargo a fondos de sus cuentas privadas, sino con cargo a fondos (Konto 5) constituidos con dinero público.

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Re: Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por Chuikov » Jue Jun 04, 2015 4:48 pm

Precisamente D. Ángel Viñas dedica la última de sus entradas a Dienen und Verdienen. Hitlers Geschenke an seine Eliten.

http://www.angelvinas.es/?p=445

Este tema es muy interesante. Gracias, José Luis.

Saludos.
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Re: Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por José Luis » Jue Jun 04, 2015 6:17 pm

¡Hola a todos!
Chuikov escribió: Precisamente D. Ángel Viñas dedica la última de sus entradas a Dienen und Verdienen. Hitlers Geschenke an seine Eliten.

http://www.angelvinas.es/?p=445
Sigo con cierta frecuencia la página de Don Ángel Viñas (me encantó su demoledora crítica de la biografía de Franco a cargo de Payne y Palacios en el asunto de Guernica). Ahora, de la entrada que has enlazado:
Viñas escribió: Cris Whetton pasó muchos años indagando en las fuentes de la fortuna personal de Hitler. Su libro ha pasado un tanto desapercibido pero no es desdeñable. Tras penosas estimaciones llegó a la conclusión de que los ingresos entre 1933 y 1945 oscilarían entre un mínimo de 600 millones de marcos y un máximo de 1.749 con una cifra probable intermedia de 919 millones. Su traducción a términos actuales es problemática. El historiador alemán Götz Aly utilizó a una tasa de conversión fácil de aplicar. Un marco = 10 euros. El lector comprenderá que unos ingresos probables de más de nueve mil millones de marcos solo en los escasos doce años de duración del Tercer Reich no pueden considerarse una niñería.
Efectivamente, la publicación del libro de Cris Whetton, Hitler's Fortune (2004), no causó la sensación que podía esperarse de unos datos tan esclarecedores sobre la catadura ética de un individuo como Hitler.

Ahora bien, Whetton, en la introducción de su libro, p. 1, escribe lo siguiente:

On 24 April 1945, …, Adolf Hitler was probably the richest individual in Europe, with a fortune worth between € 1.35 y € 43.5 billion at 2003 prices”. Esto es: “El 24 de abril de 1945, …, Adolf Hitler era probablemente el individuo más rico de Europa, con una fortuna valorada entre 1.350 millones de euros y 43.500 millones de euros en precios de 2003”.

Estas cifras parecen realmente increíbles, y son mucho más altas que las que comenta Viñas en su cita de arriba. Esto hay que aclararlo.

En primer lugar, las cifras de Whetton son estimaciones. A precios de 2003, cree que los bienes raíces de Hitler valían entre 244 y 566 millones de Reichsmarks a finales de 1944 (entre 1.000 y 2.200 millones de euros); sus ingresos de la editorial nazi Eher Verlag, de la que parece ser que era propietario, fueron entre 2 y 68 millones de RM en 1944 (entre 4 y 272 millones de euros); y sus ingresos de los Adolf Hitler Spende, como así se llamaron los fondos constituidos por las donaciones voluntarias de los industriales alemanes, fueron entre 23 y 99 millones de RM en 1944 (entre 92 y 400 millones de euros). (Whetton, 5).

Es decir, estas estimaciones corresponden sólo a 1944 y sólo a tres vías de ingresos específicas. Si tenemos en cuenta el resto de ingresos (derechos de autor, imagen, regalías, donaciones, etc.) de los años anteriores, y además tenemos en cuenta que a partir de 1933 a Hitler -que antes de ser nombrado Canciller del Reich tenía cuentas y sanciones pendientes con el fisco por millones de RM- se le condonaron todas sus deudas con el fisco y quedó legalmente exento de pagar tributos de cualquier clase desde su nombramiento como Canciller (algo que agradeció públicamente diciendo que donaría su salario a la caridad, promesa que sólo cumplió durante un año), entonces esas cantidades mencionadas por Whetton (1.350/43.500 millones de euros) ya no parecen tan increíbles, aunque lo sean.

En fin, por no desviarme más del tema de este hilo, que Hitler no sólo eran un consumado corruptor, sino una mina de amasar dinero a cualquier coste y sin vergüenza alguna.

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Mariscal Von Oli
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Re: Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por Mariscal Von Oli » Jue Jun 04, 2015 11:49 pm

¿Que fue de su fortuna a su muerte?
¿Hizo testamento de sus fraudulentos bienes?
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José Luis
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Re: Los sobornos de Hitler a sus altos oficiales

Mensaje por José Luis » Vie Jun 05, 2015 7:47 am

¡Hola a todos!
Mariscal Von Oli escribió: ¿Que fue de su fortuna a su muerte?
Es una buena pregunta, pero no creo que tenga respuesta cabal. Sólo algunos activos -como, por ejemplo, sus bienes inmuebles (como el Berghof) o su colección personal de arte (que legó a la ciudad de Linz en su testamento de abril de 1945)-pueden rastrearse, pero sus cuentas bancarias en el extranjero (se especula que tenía cuentas en USA y Reino Unido; con seguridad tenía una cuenta secreta en Suiza manejada por Max Amann) difícilmente se pueden localizar, pues estaban a nombre de terceros.
Mariscal Von Oli escribió: ¿Hizo testamento de sus fraudulentos bienes?
Primero, no todos sus bienes eran fraudulentos. Una cosa es defraudar al fisco y otra hacerse con bienes de forma fraudulenta.

Hitler hizo dos testamentos: uno en 1938 y otro en 1945. En el primero legaba todos sus bienes personales al NSDAP, con lo que, razona Cris Whetton, el uso de los fondos Adolf Hitler Spende para financiar el Berghof y sus contenidos (aunque originalmente se establecieron para financiar las campañas políticas del NSDAP) pudo no haber sido del todo fraudulento caso de que esos bienes así comprados revertieran a su propietario legítimo tras la muerte de Hitler. En el testamento de 1945 legaba igualmente todos sus bienes personales al NSDAP, especificando que si el partido ya no existía al producirse su muerte, éstos pasarían al Estado, y que si el Estado ya no existía tampoco, entonces "no hay ninguna necesidad de instrucciones ulteriores de mi parte".

Ahora bien, el testamento de Hitler fue declarado invalido por un tribunal de desnazificación en 1948, lo que capacitó al estado de Baviera para hacerse con las propiedades personales de Hitler, entre ellas su apartamento en la Prinzregentenplatz 16 de Munich. El Berghof fue propiedad del gobierno estadounidense desde 1945 a 1952, cuando fue devuelto a los alemanes (a excepción del Platterhof, que fue redenominado Hotel General Walker y usado como centro de recreo para las fuerzas armadas).

Y aquí remato. Cualquier pregunta más sobre este asunto deberá ser formulada en otro hilo que verse exclusivamente sobre la fortuna de Hitler y su destino. Aquí ya nos hemos desviado bastante del tema de los sobornos.

Saludos cordiales
JL
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