Proyectos urbanísticos en Múnich 1933-1939

La vida cotidiana en la Alemania del Reich

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Proyectos urbanísticos en Múnich 1933-1939

Mensaje por Eckart » Mar Feb 12, 2008 12:46 pm

La ciudad de Munich tenía dentro del sistema nazi unas funciones simbólicas y representativas muy definidas, por lo tanto el régimen decidió darle un aspecto físico adecuado a su ostentosa función como Capital del Movimiento. Fueron varios y diferentes los proyectos que se pusieron en marcha durante los primeros años del régimen que contribuyeron a definir la nueva arquitectura oficial de la ciudad. De entre los primeros edificios construidos en ese periodo destacan la Casa de la Medicina Alemana (1935), en la Briennerstrasse; la Casa del Derecho Alemán (1936), en la Ludwigstrasse; o la Casa del Arte de Alemán (1937), en la Prinzregentenstrasse, siendo esta última un destacado ejemplo de arquitectura nacionalsocialista y centro destinado a convertirse en el punto de referencia del arte alemán. Sin embargo, Hitler también promocionó reformas a gran escala, como la remodelación de la Königsplatz y el menos conocido proyecto de remodelación global de la ciudad, este en 1938. En este texto que os presento voy a detenerme en estos dos últimos proyectos.


Königsplatz
Una vez iniciada la construcción de la Casa del Arte Alemán en octubre de 1933, Hitler fijó su atención en la Königsplatz, aquella que durante el reinado de Luis I, en el Siglo XIX, tomó un aspecto grandioso con la construcción del Propileo, la Gliptoteca y el Museo de Colecciones Antiguas, tres edificios de proporciones monumentales de estilo dórico y griego. El arquitecto que recibió el encargo de Hitler para engrandecer un lugar de por sí grande fue Paul Troost, aunque este no tendría tiempo de ver finalizada su obra, pues le sorprendió la muerte meses después de iniciar su trabajo, en 1934. De todos modos, dejó tras de sí unos ambiciosos bocetos y proyectos que, con algunos modificaciones, fueron llevados del papel a la piedra durante los siguientes tres años en, al menos, dos etapas.

Los nazis hicieron un gran esfuerzo por ligar en la conciencia de las personas el pasado tradicional y glorioso alemán con el presente, con el presente nacionalsocialista, ofreciendo la idea –daba igual si irreal- de que el nazismo recogía la tradición alemana y la mantenía viva a través del presente como motivo y estímulo para el progreso; el nazismo, como tantas otras ideas totalitarias construidas sobre la tradición nacional, creía ser la culminación de la historia de un pueblo. Por todo ello la Königlisplatz fue el sitio elegido para erigir los panteones donde descansarían los 16 mártires del nazismo, caídos durante el Putsch de 1923 y que todavía reposaban en diferentes cementerios. Se construyeron así dos estructuras de planta cuadrada hueca (Ehrentempel-Templo del Honor), idénticas ambas, para alojar en el interior de cada una ocho sarcófagos. El 9 de noviembre de 1935, durante las celebraciones del 12º aniversario del Putsch, en un ceremonioso acto con un claro trasfondo religioso y místico, se depositaron solemnemente los sarcófagos en los panteones. Los 16 sarcófagos -los 16 mártires- montarían desde ese momento guardia perpetua, velando por el futuro del estado y la idea nacionalsocialista, pues no en vano la presencia allí de los cuerpos fue denominada oficialmente Die Ewige Wache, La Guardia Eterna. De este modo, en la Königsplatz, se hacía física la conexión entre al pasado y sus abanderados del presente, entre la tradición y el futuro. Después de trazar un puente entre ambas épocas por encima de los nefastos años de la capitulación, la revolución y la república de demócratas, Hitler tomaba la herencia de Luis I y la continuaba.

Durante los siguientes años, siguió desarrollándose el proyecto de Troost, hasta que en 1937 quedaría definitivamente acabado. Para hacer la ahora oficialmente llamada Königlichen Platz más funcional, pensando en los desfiles y las paradas nazis, el verde tapiz de césped que cubría la mayor parte de la plaza fue sustituido por grandes baldosas de granito. En el extremo este de la plaza se construyeron dos edificios gemelos, situados a cada lado de los dos panteones, ambos con dos pórticos de estilo Dórico y largas filas de ventanas en arco. Sobre las puertas de entrada, justo arriba de cada pórtico, en el segundo piso, se colocó una gran águila de hierro con la esvástica en sus garras. El edificio a la izquierda (mirando hacia el este, hacia la Briennerstrasse, calle conocida por los nazis como la Via Triumphalis) recibió el nombre de Führerbau. Disponía, como se hace evidente, de salas y despachos para Hitler. También existía una habitación para su representante, Rudolf Hess. Las paredes del interior del edificio estaban revestidas con mármol rojo de Salzburgo y amarillo de Jura, largamente decoradas con grandes lienzos y pinturas de historia. El aspecto más importante del edificio era su enorme y cavernosa sala central, de 20 metros de alto por 30 de ancho, con dos grandes escalinatas que llevaban hasta una amplia sala de conferencias situada en el segundo piso. El edificio situado a la derecha fue llamado Verwaltungsbau y albergaba oficinas administrativas para los departamentos legales y financieros del partido. Muchos líderes nazis emplazados en Berlín tenían en él segundas oficinas. Ambos edificios gemelos estaban conectados por un túnel subterráneo que podía servir como refugio para Hitler si un ataque aéreo sorprendía su presencia en la cuidad. Es verdad que estos dos edificios fueron construidos inspirados en el pasado, pero claramente miraban hacia el futuro.

Imagen
Paul Troost con la maqueta del proyecto de la Königsplatz.
http://faculty-web.at.northwestern.edu/ ... 9/1115.jpg


Poco a poco, en torno a la Königsplatz (y a la Casa Parda, sita en la Briennerstrasse junto al Führerbau) se instalaron la gran mayoría de las oficinas de administración del NSDAP y de varias organizaciones nacionalsocialistas, casi todas ellas en edificios y palacetes ya existentes. Todo el entramado de calles del sector de la Königsplatz y la Karolinenplatz fue conocido como el Barrio del Partido.

Más información y fotografías de la Königsplatz y el Barrio del Partido, entre otros lugares de Múnich:
viewtopic.php?p=56227#56227


El proyecto de la Comisión Especial para el Desarrollo de la Capital del Movimiento
El 1 de mayo de 1938 la Comisión Especial para el Desarrollo de la Capital del Movimiento, organizada unos meses antes bajo los auspicios del alcalde Karl Fiehler, desveló sus planes para la gran remodelación de Múnich. De entre todas las reformas y novedades, destacaba la reubicación de la estación central de trenes, la Hauptbahnhof, que sería trasladada algo menos de dos de kilómetros al oeste, con la intención final de despejar el centro de la ciudad de tráfico ferroviario y automóviles. Los dos kilómetros del amplio y alargado sector que ocupaban los viejos raíles sería aprovechado para construir una gran avenida que tendría como modelo los Campos Elíseos. A lo largo de la proyectada avenida se construirían gran cantidad de nuevos edificios, muchos de ellos de talla grandiosa: una gran casa de la ópera (tres veces más grande que la ópera de Viena o la de París), un teatro algo menor, centros de conferencias, complejos deportivos, cines y cafés. Tratándose de Múnich, también se había planeado la construcción de grandes cervecerías. Alrededor de la inmensa plaza enfrente de la nueva estación de trenes se construirían majestuosos rascacielos que albergarían un hotel de la organización Kraft durch Freude y la prensa del partido nazi. En el otro extremo de la avenida, en el lugar de la vieja estación, se abriría otra incluso más grande plaza, dedicada al movimiento nazi. Otra gran avenida se proyectó para unir la estación nueva con el Theresienwiese, cuya sala de exposiciones sería ampliada hasta convertirla en la instalación más grande de todo el mundo en su género.

Una de las preocupaciones de los encargados de proyectar la gran reforma de Múnich era la congestión de tráfico rodado en el centro de la ciudad, en sus estrechas calles, cosa que jugaba en contra de la idea nazi de grandeza municipal. Vieron entonces que una forma de descongestionarlo sería crear una amplísima red de metro, un modelo a seguir en toda Europa que permitiera a los ciudadanos moverse con rapidez por todos los rincones de la ciudad, aunque en la práctica -igual que con la estación- no se hizo ningún avance. Donde si que se consiguieron mejoras fue en la red de tranvías, estableciéndose nuevas líneas y construyéndose una nueva terminal en el extremo este de la ciudad. Evidentemente, no se podía prohibir por completo el automóvil en la ciudad, así que para facilitar su circulación una cantidad importante de calles fueron ensanchadas y se construyeron nuevos puentes, como el Donnersbergergbrücke, y se rediseñaron otros, como el Ludwigsbrücke, diseño de este último en el que intervino personalmente Hitler. También se pensaron amplias rutas de acceso para conectar la red existente de carreteras a la nueva autopista Múnich-Salzburgo. Estas magníficas autopistas, así como el sistema de metro y los proyectos de ensanche, ilustraban la cara funcional y modernista del régimen.

Para ejecutar semejantes planes, algunos de los edificios y calles de Munich debían de desaparecer para hacer sitio a lo nuevo. Para proveer a la Casa del arte Alemán de un mejor acceso y ruta para desfiles, una línea de bonitas viviendas en la parte sur de la Von-der-Tann-Strasse fue demolida en 1937. Luego, tras el anuncio de los planes de remodelación de la ciudad, el Gauleiter Wagner ordenó la demolición de un aparente obstáculo para el progreso: la bonita iglesia de San Mateo, que había servido a la comunidad protestante desde 1837. En pocos días, en junio de 1938, fue reducida a escombros. Wagner y Fiehler declararon que habían acordado esta acción con el pastor de la iglesia, pero en realidad los encargados del templo sólo habían recibido una sencilla orden de abandonar el edificio. Por esas mismas fechas, otro prominente templo religioso fue demolido con presteza: la sinagoga de la Herzog-Max-Strasse. Esto fue justificado como una "medida de renovación urbana", aunque la sinagoga estaba lejos de las zonas que iban a ser remodeladas.

A pesar de todo, Hitler no estaba contento con la marcha de la gran remodelación. En diciembre de 1938 tomó la medida de nombrar un nuevo arquitecto, Hermann Giesler, como maestro general de construcción de la Capital del Movimiento. Giesler quiso dar un aire aún más grandioso a lo proyectado y decidió que la estación de trenes tendría la sala de espera más grande del mundo. La avenida que saldría de ella, continuaría por el otro lado de la ciudad siendo la más larga y ancha del Reich. En el extremo este, al otro lado del eje, un gigantesco Pilar del Movimiento, coronado por un águila y una esvástica, conmemoraría majestuosamente el nacimiento del nacionalsocialismo en la ciudad del río Isaar. El propio Hitler –plenamente implicado en el proyecto global de remodelación, como ya hemos tenido ocasión de ver- retocó el diseño del pilar, asegurándose de que su tamaño fuera más grande aún si cabe. Entre otras cosas, para complementar el gran complejo de la Königplatz, Giesler también tuvo la ocasión de proyectar una majestuosa Sala del Partido, la cual quedaría unida por un puente sobre la Gabelsbergerstrasse con otro edificio de gran importancia: el mausoleo de Hitler, para el cual el propio Führer realizó algunos bocetos.

Imagen
Maqueta de la gran avenida con el obelisco en el lugar de la vieja estación de trenes.
http://sitemaker.umich.edu/artunderfascism/architecture


Estos fueron, a grandes rasgos, los planes más importantes que el nazismo desarrolló para engrandecer su capital. Tal vez muchos muniqueses los encontraron adecuados, pero otros muchos no los consideraron pertinentes. Se preguntaban si Múnich necesitaba tales construcciones, se quejaban de sus altos costes y lamentaban la destrucción de estructuras ya existentes. No pasó mucho tiempo hasta que la gente empezó a murmurar que la Capital del Movimiento mejor debiera llamarse Capital del Movimiento de Tierra.

Datos tomados de:
LARGE, David Clay. Where Ghosts Walked. Munich Road's to the Third Reich. W. W. Norton & Company, Inc. USA: 1997.

Un saludo.
«El conocimiento es mejor que la ignorancia; la historia es mejor que el mito».
Ian Kershaw

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Mensaje por Eckart » Dom May 25, 2008 1:57 pm

Hitler y Giesler ante la maqueta del proyecto del eje oeste-este. En primer témino se ve la columna que debía construírse en el lugar de la vieja estación central, y al fondo, la cúpula de la que sería la nueva estación, desplazada hacia el oste:
Imagen
VV.AA. München. "Hauptstadt der Bewegung".
Münchener Stadtmuseum. Wolfratshausen: Edition Minerva, 2002. p 296.


Este es un boceto de la estación central de trenes, cuya finalización estaba prevista para 1945-46:
Imagen
VV.AA. München. "Hauptstadt der Bewegung".
Münchener Stadtmuseum. Wolfratshausen: Edition Minerva, 2002. p 305.


La maqueta del hotel de la KdF del que hablamos anteriormente:
Imagen
Nationalsozialismus in München. Chiffren der Erinnerung.
Herausgegeben vom Münchner Stadtmuseum. Edition Minerva: München. 2006. p. 42.

Un saludo.
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