Publicado: Sab Nov 05, 2005 8:00 pm
EL INTERROGATORIO DE HJALMAR SCHACHT Y FRANZ VON PAPEN
En la figura de Schacht son acusados los financieros que permitieron el rearme del Ejército alemán.
Hjalmar Schacht Figura en el banquillo de los acusados como criminales de guerra, aunque efectivamente su colaboración con el nazismo había disminuido mucho de intensidad desde vísperas de la contienda. Pero este hombre ha sido siempre un sostenedor del régimen nazi y ha favorecido de todas las maneras la subida del Führer, cuidando especialmente las relaciones entre los nazis y las altas finanzas. Para el ex ministro de Hacienda y ex director del Reichsbank, todos estos precedentes parece que no tienen importancia.
Jackson: "En todo este tiempo, entre 1933 y 1935. ¿fue informado usted de la persecución religiosa y la destrucción de los sindicatos?".
Schacht: "La destrucción de los sindicatos había sucedido va en 1933”
Jackson: "¿Y usted conocía todo esto?".
Schacht: 'No sabía todo, pero llegué a enterarme. Sabía lo que todos los alemanes sabían y lo que los mismos sindicatos sabían".
Jackson: "Para ser exactos, fue ésa una de las razones por las que usted y los industriales alemanes financiaron el partido nazi, ¿no es verdad?".
Schacht: "Oh, no; oh, no. De eso no se habló nunca".
Jackson: "¿Quiere decir que se celebraron reuniones de industriales y que, sin embargo, nunca fue mencionada una cosa tan importante para la industria como la destrucción de los sindicatos?".
Schacht: 'No lo sé. Le ruego mencione sucesos concretos".
Jackson: "¿Confiscaciones de propiedad? ¿Envió de dirigentes sindicales a los campos de concentración?".
Schacht: 'No lo oí mencionar. ¡Un momento! Que luego fueran llevados a campos de concentración no lo sé con exactitud...".
En esa época, Schacht trabajaba intensamente en un solo objetivo: encontrar los medios para rearmar a Alemania y reconstruir la Wehrmacht en violación del Tratado de Versalles. Querían dinero, dinero y más dinero. Hacían falta doce mil millones de marcos, y así nacieron los bonos "Mefo". Eran títulos emitidos por el Reichsbank y garantizados por el estado, que eran aceptados por todos los Bancos y descontados por el Reichsbank. Esta operación, que no aparecía en el presupuesto del estado y mucho menos en las cotizaciones, mantuvo en secreto el rearme alemán. Fue también Schacht quien sugirió, en un informe a Hitler, utilizar la Casa de la Moneda para financiar la primera parte del rearme, y servirse de los fondos confiscados a los judíos y de los depósitos bancarios extranjeros que habían sido bloqueados.
Jackson: "En el momento en que empezaron a emitirse los bonos 'Mefo', ¿no había fondos disponibles para financiar los armamentos?".
Schacht: "Exactamente".
Jackson: "Quiero decir medios financieros normales".
Schacht: 'No bastaban".
Jackson: "Pero además estaba usted limitado por las disposiciones estatutarias del Reichsbank".
Schacht: "Precisamente".
Jackson: "¿Y halló el medio de arreglárselas?".
Schacht: "Exacto".
Jackson: "¿Consistía este medio en crear un método por el que efectivamente el Reichsbank pudiera, mediante un subterfugio, prestar al gobierno fondos que normalmente, o sea legalmente, no habría podido prestarle?".
Schacht: "Exacto".
Jackson hojea un grueso legajo, extrae un acta y hace entregársela al acusado. Son las declaraciones de Schacht en sumario el 17 de octubre de 1945. A la primera pregunta: "¿No niega haber sido responsable en gran parte por el rearme de la Wehrmacht?", contestó: 'No, no lo he negado nunca". A la segunda pregunta: "Y siempre ha estado orgulloso de ello. ¿no?", ha replicado: "Orgulloso no, sino satisfecho". Schacht mira pensativo la hoja y la relee atentamente.
Jackson: "¿Confirma estas declaraciones?".
Schacht: "Querría añadir que el sistema 'Mefo' como método de financiamiento no existiría en tiempos normales... Por otra parte, debo decir que la cuestión fue tratada por todos los expertos legales del Reichsbank. Y por medio de tal subterfugio, como usted dice, se halló un camino de salida legalmente posible".
Jackson: "No soy yo quien lo ha dicho. Usted ha sido el primero en llamarlo subterfugio".
Schacht (sonriendo): "Ah, sí. Pido perdón".
Ahora el acusador Jackson muestra al Tribunal un ejemplar de la revista militar alemana "Militar Wochenblatt" del 22 de enero de 1937 donde, en un articulo que saluda los sesenta años del "mago de las finanzas", se escribe: "Las fuerzas de la defensa deben a la capacidad de Schacht y a su gran habilidad el que, a despecho de las dificultades financieras, hayan podido alcanzar la presente potencia partiendo de un ejército de cien mil hombres".
Jackson: "Con ocasión de su sexagésimo cumpleaños, el ministro de la Guerra, Von Blomberg, dijo: 'Sin su ayuda, querido Schacht, este rearme no habría sido posible de ningún modo'. ¿No es verdad?".
Schacht: "Si, pero son los usuales elogios que suelen hacerse en ocasiones semejantes. Por otra parte, hay una parte de verdad. Eso nunca lo he negado".
Jackson: "Es lo que me parece a mi también".
Schacht no parece muy turbado por estas contestaciones. Aunque Jackson le recuerda que durante un discurso en Augusta sobre el programa de rearme lanz». la famosa frase "o mantequilla o cañones" (exactamente dijo: "¿Para qué sirve la mantequilla sino para engordar?"), el "mago de las finanzas" insiste en repetir que él presentó la dimisión muy pronto, en 1937. Después de haber recurrido a los más impensados sistemas, hasta bordear la quiebra del estado, por asegurar el rearme de Alemania, Schacht constató que no se podía avanzar más, y su enemigo, Hermann Goering, fue nombrado ministro plenipotenciario de plan quinquenal, y prácticamente dictador de la economía alemana.
El ex "mago de las finanzas" no pierde nunca prontitud ni desenvoltura. No pestañea ante el testimonio de André Francois-Poncet, que fue embajador francés en Berlín, el cual refiere que Schacht, ambiciosísimo, pensaba que "si las cosas marchaban mal, podía incluso ocupar la sucesión de Hitler". Admite que preconizaba una restauración monárquica y que había sugerido a los conjurados sustituir al Führer, llegado el momento, por el primogénito del Kronprinz (heredero del Kaiser), el príncipe Guillermo. Sostiene que fue "iniciado" en la conjura del 20 de julio de 1944 y que a esto debe su detención en Moabit y su internamiento en el campo de concentración de Flossenburg hasta finales del conflicto. El acusado pierde la calma sólo cuando concluye su perorata en defensa propia. Grita que las naciones extranjeras son corresponsables con los alemanes por la dictadura ejercida por Hitler, ya que negaron toda ayuda a la Alemania democrática de la República de Weimar.
Jackson, en ese momento, interviene duramente: "Imagino que aprobaba el uso de esta fuerza por usted mismo creada"
Schacht levanta más la voz: "Lo desaprobaba, absolutamente".
Jackson: "¿Lo consideraba injusto?".
Schacht: "Seguro, completamente injusto".
Jackson: "Finalmente hemos encontrado algo en lo que estamos de acuerdo ¿Lo mismo con la campaña de Polonia?".
Schacht: "Lo mismo".
Jackson: "¿Un acto de incalificable agresión por parte de Hitler?".
Schacht: "Completamente".
Jackson: "¿Lo mismo con la invasión de Luxemburgo?".
Schacht: "Lo mismo".
Jackson: "¿Y de Dinamarca?".
Schacht: "Lo mismo".
Jackson: "¿Y de Yugoslavia?".
Schacht: "Lo mismo".
Jackson: "¿Y de Rusia?".
Schacht: "Lo mismo. Y también de Noruega y Bélgica, que ha omitido usted"
Jackson: "En conclusión, ¿todo el curso de la guerra fue una serie de agresiones?".
Schacht: "Ciertamente, y como tales han de condenarse".
Jackson: "Y el éxito de todas las agresiones fue debido a la Wehrmacht que usted tanto contribuyó a crear".
Schacht, junto al MP norteamericano, atiende al proceso
Winthrop Fanning ©Stars and Stripes
Nurnberg, Germany, April 15, 1947: Dr. Hjalmar Horace Greeley Schacht (left), Hitler's finance minister and a key figure in the rise of the Nazis, sits with lawyer Albert Schwamberger in a Nurnberg courtroom during his trial before a German denazification tribunal.
Saludos cordiales
En la figura de Schacht son acusados los financieros que permitieron el rearme del Ejército alemán.
Hjalmar Schacht Figura en el banquillo de los acusados como criminales de guerra, aunque efectivamente su colaboración con el nazismo había disminuido mucho de intensidad desde vísperas de la contienda. Pero este hombre ha sido siempre un sostenedor del régimen nazi y ha favorecido de todas las maneras la subida del Führer, cuidando especialmente las relaciones entre los nazis y las altas finanzas. Para el ex ministro de Hacienda y ex director del Reichsbank, todos estos precedentes parece que no tienen importancia.
Jackson: "En todo este tiempo, entre 1933 y 1935. ¿fue informado usted de la persecución religiosa y la destrucción de los sindicatos?".
Schacht: "La destrucción de los sindicatos había sucedido va en 1933”
Jackson: "¿Y usted conocía todo esto?".
Schacht: 'No sabía todo, pero llegué a enterarme. Sabía lo que todos los alemanes sabían y lo que los mismos sindicatos sabían".
Jackson: "Para ser exactos, fue ésa una de las razones por las que usted y los industriales alemanes financiaron el partido nazi, ¿no es verdad?".
Schacht: "Oh, no; oh, no. De eso no se habló nunca".
Jackson: "¿Quiere decir que se celebraron reuniones de industriales y que, sin embargo, nunca fue mencionada una cosa tan importante para la industria como la destrucción de los sindicatos?".
Schacht: 'No lo sé. Le ruego mencione sucesos concretos".
Jackson: "¿Confiscaciones de propiedad? ¿Envió de dirigentes sindicales a los campos de concentración?".
Schacht: 'No lo oí mencionar. ¡Un momento! Que luego fueran llevados a campos de concentración no lo sé con exactitud...".
En esa época, Schacht trabajaba intensamente en un solo objetivo: encontrar los medios para rearmar a Alemania y reconstruir la Wehrmacht en violación del Tratado de Versalles. Querían dinero, dinero y más dinero. Hacían falta doce mil millones de marcos, y así nacieron los bonos "Mefo". Eran títulos emitidos por el Reichsbank y garantizados por el estado, que eran aceptados por todos los Bancos y descontados por el Reichsbank. Esta operación, que no aparecía en el presupuesto del estado y mucho menos en las cotizaciones, mantuvo en secreto el rearme alemán. Fue también Schacht quien sugirió, en un informe a Hitler, utilizar la Casa de la Moneda para financiar la primera parte del rearme, y servirse de los fondos confiscados a los judíos y de los depósitos bancarios extranjeros que habían sido bloqueados.
Jackson: "En el momento en que empezaron a emitirse los bonos 'Mefo', ¿no había fondos disponibles para financiar los armamentos?".
Schacht: "Exactamente".
Jackson: "Quiero decir medios financieros normales".
Schacht: 'No bastaban".
Jackson: "Pero además estaba usted limitado por las disposiciones estatutarias del Reichsbank".
Schacht: "Precisamente".
Jackson: "¿Y halló el medio de arreglárselas?".
Schacht: "Exacto".
Jackson: "¿Consistía este medio en crear un método por el que efectivamente el Reichsbank pudiera, mediante un subterfugio, prestar al gobierno fondos que normalmente, o sea legalmente, no habría podido prestarle?".
Schacht: "Exacto".
Jackson hojea un grueso legajo, extrae un acta y hace entregársela al acusado. Son las declaraciones de Schacht en sumario el 17 de octubre de 1945. A la primera pregunta: "¿No niega haber sido responsable en gran parte por el rearme de la Wehrmacht?", contestó: 'No, no lo he negado nunca". A la segunda pregunta: "Y siempre ha estado orgulloso de ello. ¿no?", ha replicado: "Orgulloso no, sino satisfecho". Schacht mira pensativo la hoja y la relee atentamente.
Jackson: "¿Confirma estas declaraciones?".
Schacht: "Querría añadir que el sistema 'Mefo' como método de financiamiento no existiría en tiempos normales... Por otra parte, debo decir que la cuestión fue tratada por todos los expertos legales del Reichsbank. Y por medio de tal subterfugio, como usted dice, se halló un camino de salida legalmente posible".
Jackson: "No soy yo quien lo ha dicho. Usted ha sido el primero en llamarlo subterfugio".
Schacht (sonriendo): "Ah, sí. Pido perdón".
Ahora el acusador Jackson muestra al Tribunal un ejemplar de la revista militar alemana "Militar Wochenblatt" del 22 de enero de 1937 donde, en un articulo que saluda los sesenta años del "mago de las finanzas", se escribe: "Las fuerzas de la defensa deben a la capacidad de Schacht y a su gran habilidad el que, a despecho de las dificultades financieras, hayan podido alcanzar la presente potencia partiendo de un ejército de cien mil hombres".
Jackson: "Con ocasión de su sexagésimo cumpleaños, el ministro de la Guerra, Von Blomberg, dijo: 'Sin su ayuda, querido Schacht, este rearme no habría sido posible de ningún modo'. ¿No es verdad?".
Schacht: "Si, pero son los usuales elogios que suelen hacerse en ocasiones semejantes. Por otra parte, hay una parte de verdad. Eso nunca lo he negado".
Jackson: "Es lo que me parece a mi también".
Schacht no parece muy turbado por estas contestaciones. Aunque Jackson le recuerda que durante un discurso en Augusta sobre el programa de rearme lanz». la famosa frase "o mantequilla o cañones" (exactamente dijo: "¿Para qué sirve la mantequilla sino para engordar?"), el "mago de las finanzas" insiste en repetir que él presentó la dimisión muy pronto, en 1937. Después de haber recurrido a los más impensados sistemas, hasta bordear la quiebra del estado, por asegurar el rearme de Alemania, Schacht constató que no se podía avanzar más, y su enemigo, Hermann Goering, fue nombrado ministro plenipotenciario de plan quinquenal, y prácticamente dictador de la economía alemana.
El ex "mago de las finanzas" no pierde nunca prontitud ni desenvoltura. No pestañea ante el testimonio de André Francois-Poncet, que fue embajador francés en Berlín, el cual refiere que Schacht, ambiciosísimo, pensaba que "si las cosas marchaban mal, podía incluso ocupar la sucesión de Hitler". Admite que preconizaba una restauración monárquica y que había sugerido a los conjurados sustituir al Führer, llegado el momento, por el primogénito del Kronprinz (heredero del Kaiser), el príncipe Guillermo. Sostiene que fue "iniciado" en la conjura del 20 de julio de 1944 y que a esto debe su detención en Moabit y su internamiento en el campo de concentración de Flossenburg hasta finales del conflicto. El acusado pierde la calma sólo cuando concluye su perorata en defensa propia. Grita que las naciones extranjeras son corresponsables con los alemanes por la dictadura ejercida por Hitler, ya que negaron toda ayuda a la Alemania democrática de la República de Weimar.
Jackson, en ese momento, interviene duramente: "Imagino que aprobaba el uso de esta fuerza por usted mismo creada"
Schacht levanta más la voz: "Lo desaprobaba, absolutamente".
Jackson: "¿Lo consideraba injusto?".
Schacht: "Seguro, completamente injusto".
Jackson: "Finalmente hemos encontrado algo en lo que estamos de acuerdo ¿Lo mismo con la campaña de Polonia?".
Schacht: "Lo mismo".
Jackson: "¿Un acto de incalificable agresión por parte de Hitler?".
Schacht: "Completamente".
Jackson: "¿Lo mismo con la invasión de Luxemburgo?".
Schacht: "Lo mismo".
Jackson: "¿Y de Dinamarca?".
Schacht: "Lo mismo".
Jackson: "¿Y de Yugoslavia?".
Schacht: "Lo mismo".
Jackson: "¿Y de Rusia?".
Schacht: "Lo mismo. Y también de Noruega y Bélgica, que ha omitido usted"
Jackson: "En conclusión, ¿todo el curso de la guerra fue una serie de agresiones?".
Schacht: "Ciertamente, y como tales han de condenarse".
Jackson: "Y el éxito de todas las agresiones fue debido a la Wehrmacht que usted tanto contribuyó a crear".
Schacht, junto al MP norteamericano, atiende al proceso
Winthrop Fanning ©Stars and Stripes
Nurnberg, Germany, April 15, 1947: Dr. Hjalmar Horace Greeley Schacht (left), Hitler's finance minister and a key figure in the rise of the Nazis, sits with lawyer Albert Schwamberger in a Nurnberg courtroom during his trial before a German denazification tribunal.
Saludos cordiales