Adolescente en las SS

[Ferdinand]

Hola!!! soy nuevo en este foro, voy a sacar temas de otro foro (que los publique yo) para ponerlos en este.
Tenia que escribir una historia sobre la adolescencia para aprobar en psicologia, aqui tienen el producto de mi imaginacion (no tuve en cuenta datos historicos porque la historia perderia gracia):

Adolescencia perdida

I: El comienzo

Mi nombre es Michael Wittman von Ferdinand, a la edad de 17 años no disfruto la adolescencia como todo alemán de mi edad en 1944, desde mis doce años mi país esta en guerra, no podía encontrarme con mis amigos, los toques de queda no nos dejaban disfrutar de la noche, para colmo, ahora tampoco podíamos salir a la calle debido a los bombardeos aliados.
Mi padre es el reconocido capitán de tigres Michael Wittman, no lo veo desde 1939, obviamente me hacen falta los concejos de mi padre en esta etapa de la vida. Siento un enojo interior por esta guerra y por el mundo.
Mi madre es una ama de casa, y ahora colabora como enfermera en el hospital de heridos en batalla, por lo tanto, a ella tampoco la veo mucho.
Estoy a cargo del cuidado de mi hermano, Hans Wittman y mi hermana Eva Wittman, ambos de nueve y cinco años. Tengo que estar atento a los peligros en una Berlín devastada por la guerra, sin dudas, una carga muy pesada. La presión crea en mi una sensación de impotencia e ingenuidad.
Ahora, con 17 años, mi país me necesita y me voy a enlistar en la juventud de las SS. Con malditos 17 años me voy a enfrentar a la maldita muerte.

II : La preparación

En el campo de entrenamiento me encuentro con muchos chicos que pasaron por lo mismo que sufrí yo. Algunos con padres muertos en la guerra y madres derruidas por la idea de perder también a un hijo.
Nos entrenan para aniquilar al enemigo, pelear con fanatismo, aprovechar nuestro potencial de jóvenes; la verdad que lo de fanatismo por el nacionalsocialismo no va conmigo, pero si peleare con fanatismo por defender el hogar donde me crié, mis hermanos, mi madre, mi padre y por Alemania, pero no por un partido político.
Luego de un entrenamiento intensivo de tres semanas, partimos al frente oriental.

III : Primer enfrentamiento contra los soviets, primer enfrentamiento con la muerte, primer enfrentamiento conmigo mismo

Enero de 1945, nos encontramos peleando en suelo alemán, nuestra división, la 33ª división de infantería Waffen SS, es mandada inmediatamente bajo las ordenes del Mariscal de Campo Schoerner.
El mismo día que llegamos nos atrincheramos y vemos a los rusos acercarse con sus inmensos tanques.
Habíamos hecho una promesa con dos amigos que conocí en el adiestramiento: “ nos cuidaremos como hermanos”. Los rusos se acercan, presentamos batalla en unas escaramuzas, sentía un miedo impresionante y paralizante, pero al mismo tiempo valor y un amor impresionante por la vida. Una avanzada de veinte rusos se acerca hasta nuestras líneas tanteando el terreno, cuando miro hacia atrás veo que los demás se habían retirado, me encontraba solo con mis hermanos de guerra ( ese día aprendimos que, como no tenemos armas anti-tanques, debemos abrir la línea permitiéndoles el avance, luego volver a cerrar la línea y que los tanques queden en una especie de bolsa), Ulrich Goering y Manstein Richttofen. Yo me encontraba operando una MG 42, a mi izquierda estaba Ulrich y del lado contrario Manstein. De pronto siento una ausencia en el flanco izquierdo, un tremendo temor se apodera de mí, quedo paralizado por un segundo, que parece una eternidad, comienzo a sudar la gota gorda, al mirar al Ulrich, este se encontraba tirado en el suelo ( ya habíamos eliminado a la avanzada soviética, una pequeña avanzada de la ola de hombres y aceros que se nos venían encima), cuando lo toco me consterna una sensación de vació, desesperanza. Ulrich estaba muerto, me vinieron recuerdos de mi infancia y de una adolescencia que mi amigo no había vivido; y yo, pensando en que podía terminar de la misma forma, por un segundo analizo la huida, escapar con alas imaginarias y viajar a un mundo de paz donde pueda recuperar lo perdido, pero reprimí ese deseo al enfrentar la cruda y dura realidad. Ulrich se había ido! Me hundí en el llanto inconsolable de un adolescente destruido. . . Manfred se encontraba paralizado y temió por ultima vez a la muerte.

IV : El reencuentro

Luego del desastroso episodio, nos retiramos con el resto de nuestra compañía. Nuestro capitán nos felicito con alegría y orgullo, el mismo Schoerner nos condecoro a mí y Manfred con la Cruz de Hierro, también a Ulrich, la Cruz fue enviada a sus familiares.
Nuestros compañeros nos felicitaban y admiraban por el valor y la valentía que tuvimos, aunque no dudo que cualquiera de ellos hubiera hecho lo mismo ante el enemigo. Además, ni todas las condecoraciones del mundo bastarían para compensar la perdida de un amigo.

V : Gana el terror al enemigo, pierde el terror a la muerte

Un día nos encontramos con camaradas del ejercito, con una larga experiencia en el frente oriental, nos comentan aterradoras historias acerca de los que caían como prisioneros, enviados a enormes y fríos campos en Siveria, ellos preferirían morir antes que quedar en manos enemigas, algunos compañeros pensaban igual, aunque Manfred y yo no queríamos dejar el pellejo, queríamos vivir lo mas que sea posible. Nos atormentaba la idea de que se temía mas al enemigo que a la propia muerte.
Con mi amigo nos concentramos en pensar en que el enemigo era igual que nosotros, de carne y hueso, con los mismos temores. . .

VI: Visita a las damas

L a lucha cada vez es mas dura, sin cuartel. El capitán me acompaña, junto a 15 camaradas en una patrulla para encontrar a un piloto que había sido derribado en la tierra de nadie. Llegamos al Ju 87 destrozado y el piloto en la cabina atravesado por un proyectil de la DCA, cuando nos preparamos para retirarnos con la mala noticia, vemos a cinco T- 34s que provenían del este, intentamos escapar inmediatamente pero para nuestra sorpresa. . . estábamos rodeados, una fuerte patrulla se acercaba desde el norte, otra del sur y un grupo de 8 hombres desde el oeste para cortarnos el paso, la huida era imposible. Los monstruos de acero se detienen para apreciar la cacería (cacería donde nosotros eramos la presa), formamos una defensa rápidamente alrededor del Stuka derribado, nos entregábamos a nuestro cruel destino, cuando de repente. . . no lo podemos creer, una escuadrilla de 7 Stukas aparecen sobre nosotros! Hacen volar por los aires a cuatro tanques, el ultimo, en un acto de venganza nos tira, antes de ser eliminado, pero el proyectil nos pasa y va a dar contra los 8 hombres provenientes del oeste! Los pilotos se encargan de la patrulla que se acercaba del norte y nosotros de la que venia del sur, quienes estaban ya huyendo ante la inesperada visita. Un verdadero milagro! La presa se convierte en cazador!
Emprendemos la vuelta hacia nuestras líneas con un entusiasmo inalterable, vamos al aeródromo para dar las gracias a los pilotos, me encuentro cara a cara con Hans Rudel, “el cazador de tanques”, me dice que siempre van a estar para sacar a sus camaradas de los aprietos, mis angeles de la guarda de carne y hueso, y acero!!!
En medio de la charla, unos de los pilotos comenta:
- Por suerte no se encontraban damas en el lugar!
Nota que le miramos con rareza, y aclara:
- Según dicen, las antiaéreas son operadas por mujeres, por eso cada vez que nos encontramos con esta, bautizamos a la misión como “la visita a las damas”.
Se escuchan las risas, le dan un buen sentido del humor al peligro que enfrentan, dentro de poco, nosotros empezaremos a hace r lo mismo.

VII : Ella por siempre

Nos encontramos defendiendo un pueblo al este de Berlín, en uno de los innumerables encuentros en el enemigo, soy herido en el brazo derecho, me traslado en un hospital improvisado en el pueblo. Me despierto del desmayo y ve un ángel, piel blanca, cabello negro y enrulado, ojos color miel y una sonrisa resplandeciente. Se llamaba Maria, era enfermera voluntaria, tenia 17 años y me enamore de ella. Durante mi estadía en el hospital le invite a caminar y tuvimos una relación muy especial, disfrutábamos cada día juntos como si fuera el último (efectivamente cualquier día podía ser el ultimo. Cada día la amaba mas, cuando estaba con ella todo desaparecía, la guerra, mis penas, todo. Unos momentos con el mundo al que quería huir con mis alas imaginarias...
Luego de recuperarme volví al frente, a duras penas, solo pensando en ella, en mi brazo derecho escribí: “ella en el aire soporífero, de las dos de la tarde, ella en la callada respiración de las rosas, ella en la clepsidra secretas de las polillas, ella en todas partes y ella para siempre”. Siempre que podía me escapaba por un rato para estar junto a ella. Había conocido el amor, el deseo.

VIII : El fin

Una preciosa tarde, sacando el sonido de los cañonazos y las ametralladoras. Los rusos nuevamente atacando, resistimos como podemos, con uñas y dientes, rechazamos ataque tras ataque con una tenacidad sobrenatural, no pienso en retirarme, no pienso en que los soviéticos lleguen a mi Maria. Inesperadamente el capitán da la orden de retroceder, los rusos mandan todo lo que tienen. Yo me niego a obedecer y me quedo junto a Manfred, este fiel a su promesa, y otros dos camaradas más. Estamos solos contra la Rusia entera, cae un compañero, luego siento un piquete en el pecho y caigo al suelo, me hirieron. Todo se vuelve irreal, veo como cae uno, y luego, Manstein herido en la cabeza. Se acercan los rusos, uno me ve tirado en el piso, pone su pie sobre mi cuello, al parecer hacia chistes, porque los demás sonreían. Desenfunda su revolver y me apunta en la cabeza, los recuerdos vienen a mi mente, mis hermanos, mis padres, Maria y...

Me parecio que este era el mejor lugar donde podira exponer el tema...

Que les parecio?????? Espero que les haya gustado!!!

[Habsburgo]

Me ha gustado!!

Enhorabuena, se podrían haber agrandado los capitulos, pero estan bien, dscribe la necesidad de proteger a los suyos, su amor de jóven, y su muerte, lo del revólver me ha gustado!

Buen trabajo.

[Lt. Chizzo]

Muy buena imaginacion Ferdinand, es un cumplido!
Creo que a los foristas nos encatan estos tipos de post, a mi en lo personal me gustaria leer una segunda parte o otra historia pero desde el punto de vista britanico, ruso, o estadounidense!

Salu2

[Mariscal Zhukov]

Excelente, me encanto! Deberias hacer lo mismo, pero de la perspectiva aliada. tengo entendido que en EE.UU. los jovenes se enlistaban con un minimo de 16 años.

[Juan M. Parada C.]

Excelente este relato.aunque hubiese preferido un final un poquito más agradable,pero las circunstancias descritas no dan para esta clase de escenas de un final con alguna moraleja óptimista.Tal vez,si no es un inconveniente para el resto de los amigos foristas,me atrevería discernir después un relato de esta clase.
Saludos y bendiciones a granel para todos.

[Juan M. Parada C.]

Fuente: http://cesarzuritach.blogspot.com/2011/ ... gunda.html

Aqui les dejo esta curiosa foto de este par de muchachitos capturados por las fuerzas estadounidenses, en el marco de la ofensiva de las Ardenas,que bien pondrían evocar a los descritos por el amigo Ferdinand en este curioso relato.Son,en efecto, miembros de la división 12 Panzer-SS que vienen de las juventudes hitlerianas.Constituyendo así la última leva del ejército germano al final de la segunda guerra.
Saludos y bendiciones a granel para todos.