Acciones humanitarias de hombres de la Wehrmacht

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Eckart
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Acciones humanitarias de hombres de la Wehrmacht

Mensaje por Eckart » Jue Ago 18, 2005 4:31 am

Quisiera abrir un tema sobre las acciones humanitarias que hombres de la Wehrmacht hicieron durante el conflicto. Es interesante hacer una recopilación de casos como estos, pues son realidades innegables que, por otra parte, no pretenden en ningún modo justificar los crímenes de guerra que hombres de esos mismos ejércitos llevaron a cabo. Citaré algunos ejemplos que he podido sacar del Foro Axis. Cualquier nuevo apunte sobre estos casos u otros nuevos, serán enriquecedores

- El Cabo Johann Puntzel del ejército de tierra permitió a 11 luxemburgueses escapar de la ejecución después de que fueran acusados falsamente de dirigir un bombardeo aliado en Luxemburgo sobre cargamentos de munición alemanes, en 1940.

- El Mariscal de Campo Erwin Rommel cortó las raciones de agua de los soldados del Afrikakorps para que los prisioneros aliados pudieran sobrevivir. También, no ejecutó a los miembros de los Comandos británicos que cayeron en sus manos en 1943 y 1944 a pesar de la infame “KommandoBefehl” de Hitler.

- El oficial médico de la 9ª División Panzer SS “Hohenstaufen”, que negoció con los paracaidistas británicos para evacuar a los heridos que estaban en hospitales alemanes para que recibieran una atención médica adecuada durante la caída de la operación Market Garden.

- El unterstrumführer Michael Wittmann, el famoso as de los Tigre y su equipo del Stug III socorrieron a un tanque ruso en llamas que ellos mismos habían atacado. Wittman pidió que los dos rusos supervivientes recibieran tratamiento médico adecuado, en 1943.

- El Hauptmann Wilm Hosenfeld salvó al judío polaco Wladyslaw Spilzmann de morir por inanición (película “El pianista”)

- Los doctores de la Wehrmacht que dieron asistencia médica a heridos franceses y británicos durante el avance a Dunkerke, en 1940.

- El Sturmbahnfuhrer Joachim Peiper, que salvó de la deportación a un rabino judío en Berlín, el cual era vecino suyo antes de la guerra. Este rabino escribió un testimonio en defensa de Peiper durante su juicio en Dachau, 1946.

- Un oficial de la Luftwaffe que protegió personalmente a un grupo de músicos de jazz judíos durante la guerra.

- El rescate de los marineros británicos del HMS Glowworm, el cual se hundió después de chocar con el crucero pesado alemán KMS Admiral Hipper.

- El rescate, por parte de varios barcos de la Kriegsmarine, de los pasajeros y tripulación de un barco francés que fue hundido por la RAF en el mediterráneo. El Comandante alemán de dicha flotilla fue condecorado por heroísmo por la Marina Francesa tras la guerra.

Un saludo.
Última edición por Eckart el Mié Nov 30, 2005 7:53 am, editado 2 veces en total.

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José Luis
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Mensaje por José Luis » Jue Ago 18, 2005 5:44 am

El capitán Heinz Karst, comandante de un batallón de tanques alemán durante la campaña rusa, recibió órdenes de su comandante de división para atacar una aldea rusa y matar a todas las mujeres. Esta orden estaba basada en informes que decían que los soldados alemanes heridos dejados atrás antes de la retirada habían sido mutilados por mujeres partisanas soviéticas. Los alemanes capturaron la aldea y encontraron a sus compañeros muertos y mutilados. También encontraron mujeres que intentaban salvar sus pertenencias. Karst decidió dejar que las mujeres se marcharan pues no podía probar su culpabilidad. Más tarde informó a su comandante general, que aceptó su decisión [Ulrich Zwygart, Menschenführung im Spiegel von Kriegserfahrungen (Frauenfeld [Schweiz]: Huber Verlag, 1992), citándose a sí mismo en “How Much Obediente Does an Officer Nedd?”]

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Mensaje por Eckart » Sab Ago 20, 2005 4:31 am

En mi primer mensaje en este tema, cité un oficial de la Luftwaffe que dio su protección a algunos músicos de jazz. Se trata del Oberleutnant Dietrich Schultz-Koehn, el cual, por su aficción a este tipo de música, contrajo una gran amistad con un buen músico de raza gitana y nacionalidad belga llamado Jean Reinhardt "Django". Django, nacido el 24 de Enero de 1910, vivió desde los 10 años de edad en París, lugar donde su familia se había trasladado desde Bélgica. Este músico pudo librarse de las persecuciones gracias a la protección de Schultz-Koehn y sobrevivir a la guerra.

En esta interesantísima foto, tomada en París en 1943, vemos Django a la izquierda, junto a Scultz-Koehn, tres músicos negros y uno judío:
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Saludos

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Son muchas las historias como estas

Mensaje por overlord » Lun Ago 29, 2005 11:06 am

Unas historias muy interesantes, las cuales a lo largo del tiempo se han ido perdiendo. Seria interesante recopilar muchas historias como estas por parte del bando Aleman durante la Segunda Guerra mundial.

Te felicito por plantear este tema en el foro.

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José Luis
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Mensaje por José Luis » Mié Sep 07, 2005 3:30 pm

¡Buenos días a todos!

Un apunte de mi amigo Viscarolasaga en la sección de biografías (alemanes):

http://wwwsegundaguerr.superforos.com/v ... .php?t=706

Saludos cordiales
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Mensaje por José Luis » Sab Abr 29, 2006 12:49 am

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beltzo
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Mensaje por beltzo » Sab Abr 29, 2006 1:36 am

Sobre Karl Plagge escribí aquí dentro del topic justos entre las naciones---> http://wwwsegundaguerr.superforos.com/v ... 5403#15403

La página de Michael Good en honor a Karl Plagge que fue quien promovió su nombramiento dentro de los justos entre las naciones---> http://www.searchformajorplagge.com/

documental The Nazi Who Tried To Save His Jewish Workers | The Good Nazi | Timeline
https://www.youtube.com/watch?v=j2yuAvIF7zA

Saludos
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Mensaje por Von Richardsen » Sab Abr 29, 2006 12:38 pm

El hecho de mi conocimiento que cito a continuación no fue realizado por miembros de la Werhmacht sino del la Armada Real Italiana.
Un grupo de buzos italianos colocó varias cargas explosivas debajo de unos barcos estacionados en un puerto del mediterráneo, uno de ellos era el Valiant, creo. Luego de poner las cargas, los buzos fueron capturados. Uno de ellos, de apellido La Penne, avisó al capitán del barco de la existencia de las cargas aunque sin revelar su ubicación. Merced de este aviso, el capitán mandó poner a toda la tripulación en cubierta. Cuando detonaron las cargas, todos los tripulantes estaban en cubierta y ninguno sufrió daño alguno.
Luego de la guerra, La Penne fue condecorado con la Medaglia d´ Oro por el capitán del mismo barco que él salvó.
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Mensaje por Francis Currey » Lun Jun 26, 2006 5:53 am

El oficial que salvó al pianista

Fue un encuentro en el infierno. La sublevación de la resistencia ya había sido reprimida a sangre y fuego aquel 17 de noviembre de 1944 en Varsovia, y las fuerzas alemanas estaban cumpliendo a rajatabla la orden de Hitler de no dejar en la capital polaca una piedra sobre otra. En una abandonada casona residencial a punto de ser convertida en el cuartel general de las fuerzas de ocupación, el destino ese día juntó a dos hombres: Wladyslaw Szpilman, pianista milagrosamente escapado del Holocausto, y Wilm Hosenfeld, un capitán alemán ya desprovisto de cualquier ilusión o esperanza.

El oficial pidió al pianista probar su condición de músico y Szpilman, con las manos aún entumecidas por el horror, tocó el Nocturno en cis moll de Chopin. Tras descubrir que aquel hombre era judío, Hosenfeld le ayudó a perfeccionar un escondite en la buhardilla y durante un mes le proveyó de comida, envuelta en periódicos que daban fe del inminente final del Tercer Reich.

Por lo que cuenta Szpilman en su libro de recuerdos, ambos hombres poco pudieron hablar por temor a ser descubiertos. Pero Szpilman alcanzó a expresar su sorpresa ante lo que estaba sucediendo: "¿Es usted alemán?", increpó al uniformado. Hosenfeld reaccionó muy alterado: "Sí. Soy alemán", vociferó. "Y después de todo lo que ha sucedido, me avergüenzo de ello". El libro de Szpilman fue recreado por Roman Polanski en la película El pianista, que en 2003 obtuvo el Premio Oscar a la mejor dirección, al mejor guión (Ronald Harwood) y al mejor actor protagonista (Adrien Brody).

Szpilman había tocado la fibra más íntima y convulsa de este hombre que, aparte de ser soldado nazi, era también entusiasta pedagogo, cariñoso padre de familia, devoto católico y, ante todo, orgulloso patriota. Extractos de su diario y sus cartas han sido publicados en Alemania bajo el título Ich versuche jeden zu retten (Intento salvar a todos, editorial Deutsche Verlags-Anstalt, 2004).

Hosenfeld nació el 2 de mayo de 1895 en una familia relativa-mente acaudalada de un pequeño pueblo de la región de Hesse. Su padre fue maestro de escuela, la misma profesión por la que también él optaría. A los 19 años fue enviado a la I Guerra Mundial antes de acabar sus estudios y enrolarse a fondo en los Wandervögel, un movimiento juvenil que pregonaba la vuelta a la naturaleza y la camaradería entre los sexos, pero también coqueteaba con la mitología germánica. Combatió en Flandes, en los países bálticos y en Rumania. Herido de gravedad en dos ocasiones, nunca dejó de considerar como una humillación la derrota alemana, más aún por la manera como quedó sellada en el Tratado de Versalles.

De regreso a casa, se casó con Annemarie Krummacher. La pareja tuvo cinco hijos, y se interesaba por la música, el arte y la literatura. Hosenfeld tenía verdadera vocación de maestro y era un apasionado de una pedagogía más respetuosa con las personalidades individuales de los alumnos. Pero pese a este espíritu crítico y a alguna que otra simpatía republicana, el ex combatiente de la I Guerra Mundial rápidamente sucumbió al discurso nacionalsocialista de Adolf Hitler, una vez que su partido tomó el poder, en 1933. Se afilió a las fuerzas parapoliciales de las SA y al partido único, NSDAP, a cuyos congresos de Núremberg asistió en dos ocasiones. "Una vez más se apodera de mí la experiencia de la gran comunidad de la que formo parte. Es como en la guerra", escribió a propósito de uno de ellos, en 1936.

Sin embargo, nunca llegó a ser "cien por cien nazi", según se le reprochó en su entorno. A juzgar por sus escritos, ni compartía el virulento antisemitismo del Tercer Reich, ni estaba de acuerdo con los métodos de adoctrinamiento imperantes en las Juventudes Hitlerianas. Tampoco comprendía cómo el régimen podía prescindir del sustento de la Iglesia.

Pero la subordinación al designio nacional fijado por el Führer seguía incólume. Cuando Hitler ordenó atacar Polonia, en 1939, Hosenfeld sentenció: "Ahora, todas las diferencias políticas e ideológicas han de relegarse a un segundo plano. Todos tenemos que ser alemanes y dar la cara por nuestro pueblo".

El oficial de la reserva fue enviado a Polonia, donde hasta el final de la guerra formó parte del mando medio de las fuerzas de ocupación. Se encargó de la administración de un campo de prisioneros de guerra y de labores de capacitación en los batallones. "Me desvivo por mis tareas porque la entereza del soldado fluye por mis venas y me satisface la responsable dirección de mis hombres", anotó en una ocasión.

Al mismo tiempo, fue temprano testigo de las atrocidades cometidas en contra de la población civil tanto por parte de las SS y del llamado Servicio de Seguridad (SD) como por el mismo Ejército alemán, aunque en menor medida. La II Guerra Mundial apenas había comenzado y Hosenfeld ya se indignaba en su diario por los "crímenes contra la humanidad" que en Polonia cometían los alemanes.

Sabía lo que estaba ocurriendo. Su interpretación de la barbarie tendía a ser religiosa: "¿Será que el diablo ha tomado forma humana? No lo dudo". Hosenfeld, el patriota, se fue volviendo fatalista y apocalíptico: "Nos hemos llenado de una vergüenza inexpugnable, de una maldición imborrable. No merecemos misericordia, todos somos culpables. Me avergüenzo de caminar por la ciudad, cualquier polaco tiene el derecho de escupirnos en la cara", escribió en su diario el 16 de junio de 1943. Los alemanes acababan de reducir a escombros el gueto de Varsovia.

A su manera, y aunque perteneciente al bando de los asesinos, también fue víctima del horror. "Hay que sellar los ojos y el corazón. La población es destruida inmisericordemente. Menos mal que tengo mucho, mucho trabajo", escribió a su amada Annemarie en agosto de 1944, con Varsovia sumida en la hecatombe. Tres meses después, en una casona abandonada, salvaría la vida de Wladyslaw Szpilman. El pianista recordaría meses después: "[Hosenfeld] Fue el único ser humano con uniforme alemán que yo conocí".

Siete años en campos de concentración de Stalin

HOSENFELD LO PREDIJO una y otra vez al final de la guerra: los alemanes acabarían pagando por sus crímenes. Como pueblo, pero también como individuos. Resultó ser la cruel premonición de un hombre que, pese a sucumbir a la alucinación nacionalista, nunca perdió su decencia personal. Hosenfeld fue hecho prisionero por el Ejército Rojo en enero de 1945 e internado durante siete años en diversos campos de detención soviéticos.

Al despedirse de él en la casona de Varsovia, Szpilman le había pedido que memorizara su nombre por si algún día necesitaba de un testigo que declarara a su favor. Cuando fue detenido Hosenfeld, alcanzó a transmitirle un mensaje, pero el pianista ya no pudo dar con él, entre otras razones porque ignoraba su nombre. También otros de sus protegidos -entre ellos un antiguo comunista alemán y una familia polaca- intercedieron a su favor y ayudaron a su esposa, Annemarie. "El hecho es que toda suerte de canallas y malhechores siguen libres, mientras que este hombre, que merece una condecoración, tiene que sufrir", se lamentó en 1950 Leon Warm, otro judío a quien Hosenfeld había salvado en Varsovia.

Las peticiones de clemencia, sin embargo, o nunca llegaron a oídos de las autoridades soviéticas o fueron descartadas de plano por el aparato represor de Stalin. En juicio sumario, sin abogados ni garantías jurídicas, Hosenfeld finalmente fue sentenciado a 25 años de prisión. Para entonces había sufrido varios infartos. Su salud se fue deteriorando, como evidencia la errática caligrafía en las pocas cartas que desde aquel infierno pudo enviar a su familia. Wilm Hosenfeld falleció el 13 de agosto de 1952 en un campo de prisioneros en Stalingrado.

Fuente: http://www.elpais.es/articulo/reportaje ... rep_1/Tes/

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Mensaje por beltzo » Lun Jun 26, 2006 7:32 am

Hola:

Algunas de las reflexiones de Wilm Hosenfeld sacadas del libro "La Rosa Blanca" de José M. García Pelegrín, quien por su parte se ha basado en el libro que ha citado Francis; Ich versuche jeden zu retten. El 23 de julio de 1942 todavía con una cierta incredulidad ante lo que esta sucediendo anota en su diario:

Yo sólo conozco la situación en Polonia, y además únicamente en dimesiones reducidas, porque se sabe muy poco; pero, por las muchas observaciones, conversaciones y noticias que le llegan a uno diariamente, se obtiene una imagen clara […].

Diferentes personas narran de modo fidedigno que se ha evacuado el gueto de Lublin, que se ha expulsado a los judíos, les han llevado a los bosques y a una parte les han encerrado en un campo. De Litzmannstadt (Lodz) y de Kutno se dice que se envenena a los judíos, hombres, mujeres y niños, en vehículos móviles con gas[…]. Y ahora están comenzando a evacuar el gueto de Varsovia, que cuenta con unas 400.000 personas.

Esto es algo imposible de creer; me cuesta creerlo, no sólo por la preocupación por el futuro de nuestro pueblo, que algún día tendrá que expiar todas esas atrocidades, sino también porque no quiero creer que Hitler pretenda algo así, que haya alemanes que den tales ordenes. Sólo hay una explicación: son enfermos, anormales o dementes
.

El 4 de agosto conociendo ya de primera mano el desalojo del gueto de Varsovia escribe a su esposa:

Lo que aquí en Varsovia, está sucediendo con los judíos no te lo puedes ni imaginar. Desde que hay hombres sobre la tierra no ha habido nada igual. Es como para perder la fe y la esperanza. ¡Qué bajo hemos caido! […] Es un mundo sin dios, sin responsabilidad moral.

Unos días más tarde, el 13 de agosto, reflexiona de la siguiente manera:

¡Qué cobardes somos, que nosotros, los que queremos ser mejores, permitimos que suceda todo esto!; por ello también nosotros seremos castigados. Y sufrirán asimismo nuestros hijos inocentes, pues nos hacemos cómplices permitiendo esos crímenes.

Saludos
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Mensaje por Francis Currey » Jue Ago 10, 2006 5:55 am

Helene Holzman en sus memorias (1º Cuaderno 1941) relata el siguiente episodio:

"Un oficial alemán ayudó en una ocasión a una judía embarazada que guaradaba cola delante de una tienda y estaba siendo apretujada por la gente, exigiendo al vendedor que la atendiera antes que a los otros. Cuando la joven quiso darle las gracias, el desaparecio con un escueto saludo. La multitud miraba confundida."

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Mensaje por fangio » Jue Ago 10, 2006 11:21 am

Me imaginé que ya se habría hablado sobre el Capitán Wilhelm Hosenfeld pero ya que no hay fotos de él (las que cuelgo tampoco aparecen en el enlace puesto por Francis) aquí van dos, una que lo muestra a él con uniforme blanco siendo Capitán y la otra muestra el libro mencionado por Francis.

Hauptmann Wilhelm Hosenfeld
ImagenImagen
Fuentes: Amazon y www.orizamartins.com

Quería decir también que cuando me invitaron a ver la película en el cine, pensé que me iba a encontrar con una película aburrida y la verdad es que me fui habiendo visto una de las mejores películas que he visto. La película la ví sólo una vez pero siempre me ha quedado grabada la escena cuando Szpilman toca el piano y Hosenfeld escucha con placer al "pianista".

Saludos,

FANGIO

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Re: Acciones humanitarias de hombres de la Wehrmacht

Mensaje por Juan M. Parada C. » Mar Mar 17, 2015 7:20 pm

Imagen


Fuente: http://momentosdelpasado.blogspot.com/2 ... chive.html

En esta foto,que fue tomada por el corresponsal de la división 219 de la Wehrmacht llamado George Gundlach,capta el momento en que un soldado germano le obsequia un trozo de pan a una mujer rusa con su hijo en brazos.Simplemente conmovedor este momento ante la vorágine de la crueldad de la guerra.Es una pena que tales expresiones humanitarias fuesen muy esporádicas pero que bueno poder ahora hacerlas relucir ante las nuevas generaciones tales hechos.
Saludos y bendiciones a granel.
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Re: Acciones humanitarias de hombres de la Wehrmacht

Mensaje por Juan M. Parada C. » Lun Jun 01, 2015 9:51 pm

Imagen

Fuente: http://bag-of-dirt.tumblr.com/post/6312 ... the-battle

He aqui otro testimonio gráfico de una acción humanitaria llevada a cabo por este soldado germano con una mujer rusa herida junto a su hijo en una trinchera durante la batalla de Stalingrado a la que trata de aliviar su dolor.
Saludos y bendiciones a granel.
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