Sigue un resumen del capítulo 3 (The Spaniards and the KZ universe) del libro de David Wingeate Pike, Spaniards in the Holocaust. Mauthausen, the horror on the Danube (London & New York: Routledge, 2000), pp. 10-12.
La mayoría de los españoles que fueron internados en campos de concentración pasó antes por un Stalag. El OKW rehusó reconocer la categoría de prisioneros de guerra a los españoles, incluso cuando fueron capturados en uniforme francés. Al parecer, carece de fuente documental la historia que carga esta decisión alemana como respuesta a una supuesta petición de Serrano Súñer a Himmler. Las pruebas existentes la convierften en ficción. La decisión alemana parece que tenía cierta base legal, toda vez que Alemania no estaba en guerra con España, y los españoles carecían de pasaportes. Además, estos españoles eran anti-fascistas que habían combatido a alemanes e italianos en España, y, en la lógica alemana, merecían el peor trato.
Algunos españoles pasaron por el campo de castigo Neue Bremm, cerca de Saarbrücken, donde permanecieron un mes sujetos a un régimen que acabó con los más débiles. Después de aquí, el destino más común fue Mauthausen, aunque algunos fueron enviados a otros campos.
Sólo existen estadísticas precisas para Mauthausen y algunos de sus Nebenlarger. El monumento de Mauthausen a los españoles muertos da una cifra de 7.000. La tabla que sigue representa, según Pike, las estimaciones más autorizadas del número de españoles que entraron en los campos y murieron allí, con preferencia para las cifras de Casimir Climent Sarrión (1). Razola (2) no explica sus fuentes, y Borrás (3) se basa en una amalgama de fuentes.
Fuente: Pike, 11.
Las cifras para Mauthausen (al menos las de Climent) omiten los que llegaron muertos a la estación o los que fueron asesinados en tránsito y enviados directamente a los crematorios sin registrar. También faltan los que murieron en los días inmediatamente previos a la liberación, cuando no se mantuvo registro alguno y la mortandad era mayor. Tampoco hay cifras precisas para el Nebenlager de Ebensee, Austria, donde la proporción de españoles era muy alta; o en Schlier, cerca de Salzburg, que comprendía tres partes (Zipf, Redl-Zipf y Vöcklabruck), con 350 españoles en Vöcklabruck, el total de la colonia; o Steyr-Münichholz, la fábrica de municiones que estaba a 30 kilómetros al sur de Mauthausen, donde los españoles formaron mayoría desde la primavera de 1941 en adelante. Vilanova (4) añade que los españoles también eran mayoría en los tres Gusen Kommandos así como en Ternberg. Parece razonable estimar que en 1941 los españoles representaban el 60 por ciento de todos los prisioneros en Mauthausen.
En cuanto a las causas de sus muertes, Razola considera que murieron más españoles asesinados por la SS que por causas de frío, hambre o trabajo forzado. Vilanova estima que el 95 por ciento de todos los epañoles que murieron fue exterminado en el período 1940-42. Al calcular la proporción de muertos con el número de detenidos, Vilanova toma la cifra de 8.189 españoles internados en campos nazis y 5.015 exterminados, presentando la cifra del 61 por ciento, el porcentaje más alto entre todos los grupos nacionales.
(1) Climent Sarrión, (Hispania, 54, 2nd series Apr.–May 1976).
(2) Razola, Manuel y Constante, Mariano, en colaboración con Patricio Serrano, Triangle bleu: Les Républicains espagnols à Mauthausen, 1940–1945, prefacio de Pierre Daix . Paris: Gallimard, 1969.
Razola, Manuel y C[onstante] Campo, Mariano, en colaboración con Patricio Serrano, Triángulo azul: los republicanos españoles en Mauthausen, 1940–1945, prefacio de Pierre Daix; trad. de Janine Muls de Liarás. Barcelona: Ediciones Peninsula, 1979.
(3) Borrás [Lluch], José, Histoire de Mauthausen: Les cinq années de déportation des républicains espagnols. Chatillon-sous-Bagneux: Imprimerie SEG, 1989.
(4) Vilanova, Antonio, Los olvidados. Paris: Ruedo ibérico, 1969.
Saludos cordiales
José Luis