Nacionalsocialismo, amor y odio
Publicado: Mar Feb 25, 2014 5:23 pm
Mi sobrino, que el mes que viene cumple 12 años, me ha preguntado el porqué las personas tienen fascinación (no utilizó esa palabra por supuesto) por el Nacionalsocialismo, traté de explicarle el tema en base a su edad, aunque su pregunta me creó curiosidad y surgió este tema, aunque le agrego, amor y odio.
Para entender toda esa época, debemos remontarnos a marzo de 1918 en Brest-Litovsk, hoy Brest.
Fue en la reunión de paz entre los representantes de los Imperios Centrales y los del Soviet Supremo, donde se hizo evidente que un estilo de vida comenzaba a desmoronarse, a desaparecer para nunca volver, un estilo de vida de palacios y lujos, de familias de estirpe, la Belle Epoque empezaba su camino al exilio, hoy por hoy, existen familias con mucho dinero y poder, pero que nunca podrán utilizar el término que desapareció con la IGM: Abolengo.
Allí, es ese marzo de 1918, Generales Prusianos, con impecables uniformes y llenos de medallas se vieron las caras con desarrapados en apenas un escalón más que los zaparrastrosos.
Pero esos individuos de camperas y gorras de cuero gastadas, ya tenían en mente el cómo querían que fuese el mundo de la Europa Central que se estaba desmoronando, y empezaron a enviar sus huestes hacia esos imperios en decadencia, como una especie de quinta columna nefasta, u que sumado al hecho del fracaso de la Kaiserschlacht, produjo el desmoronamiento final de una Alemania que iba a ser carne de cañón en el también nefasto y plagado de injusticias y deseos de venganza del llamado Tratado de Versalles.
No voy a decir nada nuevo, contando que todos estos hechos conspiraron o facilitaron la llegada al poder del movimiento Nacionalsocialista.
Pero sí voy a decir que todos esos hechos contribuyeron al tema principal, al amor y odio hacia ese movimiento Nacionalsocialista, amor porque le devolvió a los alemanes el sentido de orgullo, orgullo que hoy por hoy, los alemanes actuales desconocen su significado, y odio por el movimiento, produjo algo impensable y odiado por los grandes popes del capitalismo, independientemente de dónde provengan, ese capitalismo nunca le va a perdonar al Nacionalsocialismo, el haber unido en la forja social, al obrero, al campesino y al industrial.
Para entender toda esa época, debemos remontarnos a marzo de 1918 en Brest-Litovsk, hoy Brest.
Fue en la reunión de paz entre los representantes de los Imperios Centrales y los del Soviet Supremo, donde se hizo evidente que un estilo de vida comenzaba a desmoronarse, a desaparecer para nunca volver, un estilo de vida de palacios y lujos, de familias de estirpe, la Belle Epoque empezaba su camino al exilio, hoy por hoy, existen familias con mucho dinero y poder, pero que nunca podrán utilizar el término que desapareció con la IGM: Abolengo.
Allí, es ese marzo de 1918, Generales Prusianos, con impecables uniformes y llenos de medallas se vieron las caras con desarrapados en apenas un escalón más que los zaparrastrosos.
Pero esos individuos de camperas y gorras de cuero gastadas, ya tenían en mente el cómo querían que fuese el mundo de la Europa Central que se estaba desmoronando, y empezaron a enviar sus huestes hacia esos imperios en decadencia, como una especie de quinta columna nefasta, u que sumado al hecho del fracaso de la Kaiserschlacht, produjo el desmoronamiento final de una Alemania que iba a ser carne de cañón en el también nefasto y plagado de injusticias y deseos de venganza del llamado Tratado de Versalles.
No voy a decir nada nuevo, contando que todos estos hechos conspiraron o facilitaron la llegada al poder del movimiento Nacionalsocialista.
Pero sí voy a decir que todos esos hechos contribuyeron al tema principal, al amor y odio hacia ese movimiento Nacionalsocialista, amor porque le devolvió a los alemanes el sentido de orgullo, orgullo que hoy por hoy, los alemanes actuales desconocen su significado, y odio por el movimiento, produjo algo impensable y odiado por los grandes popes del capitalismo, independientemente de dónde provengan, ese capitalismo nunca le va a perdonar al Nacionalsocialismo, el haber unido en la forja social, al obrero, al campesino y al industrial.