Bonjour,
Una curiosidad
Los discos V la victoria cantando
Entre los años 1943 y 1948 más de 8 millones de discos de 78 revoluciones se producirán y serán enviados al otro lado del océano Atlántico. Un arma original para apoyar la moral de los GI’s a golpe de los grandes nombres del jazz y de las variedades de la época.
Una distracción para los soldados
En junio de 1941, varios meses antes de de que los Estados Unidos entrasen en la guerra, se tomó la decisión de crear una compañía de discos para que estos fuesen distribuidos gratuitamente a los soldados y a los marineros. Se trataba de discos de 78 revoluciones en goma-laca particularmente frágiles. En ellos se podían oír marchas militares y shows radiofónicos, emisiones de variedades que comprendían números cómicos y canciones, muy populares en los tiempos anteriores a la televisión. Esta iniciativa se le ocurrió al capitán Howard Bronson, consejero musical de la sección de entretenimiento y de bienestar del ejército de tierra( Army’s Recreation and Welfare Section). Éste llamó al teniente Vincent ingeniero de sonido destinado a la emisora de las fuerzas armadas. Pero, además del hecho de que los discos se rompían con facilidad durante el transporte, su repertorio original solamente satisfacía a medias al público al que iban destinados.
El jazz cava “su surco”
Algunos Vdiscs contiene música clásica pero la inmensa mayoría de ellos difunden la música que en aquel momento está de moda: el jazz grandes bandas, big bans, las pequeñas orquestas o las variedades al ritmo del swing. Se pueden encontrar también V-discs con conciertos radiofónicos, bandas de música originales de películas enviadas por los estudios de Hollywood y ,por supuesto, de shows y de folletines radiofónicos. Todos los grandes artistas del jazz participaron en el esfuerzo de guerra grabando gratis sus mejores títulos: Count Bassie, Duke Ellington, Frank Snatra, Billie Holliday, Glenn Miller, Bennie Goodman, Ella Fitzgerald, Louis Amstrong, Louis Jordan, Peggy Lee, Judy Garland, Nat King Cole, etc.
Elevar la moral de la tropa
A menudo, el disco es presentado por un breve discurso de ánimo por parte del músico que va a interpretar para ellos. Gracias a estas pequeñas atenciones muy apreciadas, que también permiten a cientos de miles de reclutas americanos disponer a voluntad, de toda la música de actualidad y popular del país, los discos V contribuyen ,por su parte, al aumento de la moral de las tropas y de las tripulaciones manteniendo una unión entre la cultura del país, así como la popularización del jazz, tanto entre las fuerzas americanas ,como para las poblaciones de todo el mundo que van a tener contacto con ellas.
El sindicato de músicos da el do de pecho
Vincent firma un acuerdo con el gran jefe del sindicato de músicos James Caesar Petrillo: si éste autoriza a los músicos para una compañía discográfica militar, a pesar de la huelga de los estudios decretada en julio de 1942, Vincent se compromete a que los discos producidos sean reservados para el uso de los soldados, totalmente gratuitos y destruidos todos ellos al final de la guerra. La compañía Victory Records (V-Discs) ve así la luz en julio de 194 con un presupuesto de un millón de dólares. Los discos son grabados en las prensas de la RCA y de Colombia sobre vinilo, un nuevo material que hace a los discos más resistentes. Se trata, aún, de discos de 78 revoluciones, pero de 30 cm, un formato que anuncia el micro-surco, el cual no aparecerá hasta 1948. Cada disco puede contener hasta seis minutos y medio de música. Una primera entrega de más de 5000 Victory Discs o V-discs será enviada por barco a Inglaterra el 1 octubre 1943.
La vida de los GI’s se anima
Algunos grandes éxitos del jazz, popularizados por los los V-discs muestran títulos que tienen relación directa con las esperanzas o con la vida cotidiana de los GI’s: Flying home de Lionel Hampton, The GI live de Louis Jordan, Farewell Blues de Glenn Miller, Don’t sit under the Apple tree with anyone else me, Six Jerks on a jeep, de las Andrew Sisters etc.
La orquesta de Glenn Miller incluso graba una versión “militarizada” de un éxito del jazz, Saint Louis Blues, convertida en Saint Blues March.
La caza de los discos después de la guerra
Lla producción de estos discos prosigue hasta mayo de 1949 para las tropas que permanecen en Europa. Las matrices de las grabaciones son después destruidas para respetar los términos del acuerdo y con la finalidad de que no se obtendrá beneficio comercial de una empresa desinteresada, decisión absurda pues una simple prohibición por decreto habría sido suficiente. Hoy, los amantes de esta música , no pueden mirar sin dolor, las fotos que muestran a los soldados destruyendo los V-discs. Unas obras de arte únicas, en todos los sentidos del término, habrán, así, desaparecido. El FBI llegará, incluso, a confiscar y a romper los V discs traídos al territorio americano o escondidos en casas de particulares. Pero su destrucción total se va a convertir en una misión imposible, más de 8 millones de ejemplares han sido producidos y enviados a ultramar, de ellos la mitad durante el año 1945. Afortuna y felizmente el catálogo completo de las 905 grabaciones y algunos masters han sido preservados en la biblioteca del Congreso, en Washington. Durante todos los años 50 hasta los años 1980, los coleccionistas estarán dispuestos a desembolsar grandes sumas para conseguir los V discs. Algunos fueron reeditados en Compact Disk a partir de los años 1990.
Fuente: Traduccióny adaptación personales del artículo titulado “ V-Disc, la victoire en chantant” de Laurent Henninger en la revista Guerres et Histoire de agosto de 2012.
Fuente imágenes: http://ellingtonweb.ca/Hostedpages/Dooj ... VDiscs.htm
http://www.earlyjas.org/Personalities/2 ... Story.html
http://www.vdiscdaddy.com/endofthevdiscprogram.html
À bientôt
Una curiosidad
Los discos V la victoria cantando
Entre los años 1943 y 1948 más de 8 millones de discos de 78 revoluciones se producirán y serán enviados al otro lado del océano Atlántico. Un arma original para apoyar la moral de los GI’s a golpe de los grandes nombres del jazz y de las variedades de la época.
Una distracción para los soldados
En junio de 1941, varios meses antes de de que los Estados Unidos entrasen en la guerra, se tomó la decisión de crear una compañía de discos para que estos fuesen distribuidos gratuitamente a los soldados y a los marineros. Se trataba de discos de 78 revoluciones en goma-laca particularmente frágiles. En ellos se podían oír marchas militares y shows radiofónicos, emisiones de variedades que comprendían números cómicos y canciones, muy populares en los tiempos anteriores a la televisión. Esta iniciativa se le ocurrió al capitán Howard Bronson, consejero musical de la sección de entretenimiento y de bienestar del ejército de tierra( Army’s Recreation and Welfare Section). Éste llamó al teniente Vincent ingeniero de sonido destinado a la emisora de las fuerzas armadas. Pero, además del hecho de que los discos se rompían con facilidad durante el transporte, su repertorio original solamente satisfacía a medias al público al que iban destinados.
El jazz cava “su surco”
Algunos Vdiscs contiene música clásica pero la inmensa mayoría de ellos difunden la música que en aquel momento está de moda: el jazz grandes bandas, big bans, las pequeñas orquestas o las variedades al ritmo del swing. Se pueden encontrar también V-discs con conciertos radiofónicos, bandas de música originales de películas enviadas por los estudios de Hollywood y ,por supuesto, de shows y de folletines radiofónicos. Todos los grandes artistas del jazz participaron en el esfuerzo de guerra grabando gratis sus mejores títulos: Count Bassie, Duke Ellington, Frank Snatra, Billie Holliday, Glenn Miller, Bennie Goodman, Ella Fitzgerald, Louis Amstrong, Louis Jordan, Peggy Lee, Judy Garland, Nat King Cole, etc.
Elevar la moral de la tropa
A menudo, el disco es presentado por un breve discurso de ánimo por parte del músico que va a interpretar para ellos. Gracias a estas pequeñas atenciones muy apreciadas, que también permiten a cientos de miles de reclutas americanos disponer a voluntad, de toda la música de actualidad y popular del país, los discos V contribuyen ,por su parte, al aumento de la moral de las tropas y de las tripulaciones manteniendo una unión entre la cultura del país, así como la popularización del jazz, tanto entre las fuerzas americanas ,como para las poblaciones de todo el mundo que van a tener contacto con ellas.
El sindicato de músicos da el do de pecho
Vincent firma un acuerdo con el gran jefe del sindicato de músicos James Caesar Petrillo: si éste autoriza a los músicos para una compañía discográfica militar, a pesar de la huelga de los estudios decretada en julio de 1942, Vincent se compromete a que los discos producidos sean reservados para el uso de los soldados, totalmente gratuitos y destruidos todos ellos al final de la guerra. La compañía Victory Records (V-Discs) ve así la luz en julio de 194 con un presupuesto de un millón de dólares. Los discos son grabados en las prensas de la RCA y de Colombia sobre vinilo, un nuevo material que hace a los discos más resistentes. Se trata, aún, de discos de 78 revoluciones, pero de 30 cm, un formato que anuncia el micro-surco, el cual no aparecerá hasta 1948. Cada disco puede contener hasta seis minutos y medio de música. Una primera entrega de más de 5000 Victory Discs o V-discs será enviada por barco a Inglaterra el 1 octubre 1943.
La vida de los GI’s se anima
Algunos grandes éxitos del jazz, popularizados por los los V-discs muestran títulos que tienen relación directa con las esperanzas o con la vida cotidiana de los GI’s: Flying home de Lionel Hampton, The GI live de Louis Jordan, Farewell Blues de Glenn Miller, Don’t sit under the Apple tree with anyone else me, Six Jerks on a jeep, de las Andrew Sisters etc.
La orquesta de Glenn Miller incluso graba una versión “militarizada” de un éxito del jazz, Saint Louis Blues, convertida en Saint Blues March.
La caza de los discos después de la guerra
Lla producción de estos discos prosigue hasta mayo de 1949 para las tropas que permanecen en Europa. Las matrices de las grabaciones son después destruidas para respetar los términos del acuerdo y con la finalidad de que no se obtendrá beneficio comercial de una empresa desinteresada, decisión absurda pues una simple prohibición por decreto habría sido suficiente. Hoy, los amantes de esta música , no pueden mirar sin dolor, las fotos que muestran a los soldados destruyendo los V-discs. Unas obras de arte únicas, en todos los sentidos del término, habrán, así, desaparecido. El FBI llegará, incluso, a confiscar y a romper los V discs traídos al territorio americano o escondidos en casas de particulares. Pero su destrucción total se va a convertir en una misión imposible, más de 8 millones de ejemplares han sido producidos y enviados a ultramar, de ellos la mitad durante el año 1945. Afortuna y felizmente el catálogo completo de las 905 grabaciones y algunos masters han sido preservados en la biblioteca del Congreso, en Washington. Durante todos los años 50 hasta los años 1980, los coleccionistas estarán dispuestos a desembolsar grandes sumas para conseguir los V discs. Algunos fueron reeditados en Compact Disk a partir de los años 1990.
Fuente: Traduccióny adaptación personales del artículo titulado “ V-Disc, la victoire en chantant” de Laurent Henninger en la revista Guerres et Histoire de agosto de 2012.
Fuente imágenes: http://ellingtonweb.ca/Hostedpages/Dooj ... VDiscs.htm
http://www.earlyjas.org/Personalities/2 ... Story.html
http://www.vdiscdaddy.com/endofthevdiscprogram.html
À bientôt
