Entrevista con Stanislaw Aronson
La siguiente entrevista fue publicada el once de junio del 2009, en “Rzeczpospolita”
http://www.rp.pl/artykul/318617.html traducida del inglés
http://forum.axishistory.com/viewtopic. ... 4&t=155013
Este judío también lucho en el ejército de liberación polaco, siendo su testimonio un fiel reflejo de la lucha en aquellos días, por lo que espero sea del interés de todos los lectores:
- Recientemente en Alemania (y en algunos círculos en Polonia) ha habido algunas voces que acusan a los polacos, incluyendo al “Home Army”, de colaborar con los alemanes en el asesinato de judíos. Sin embargo una persona de origen judío, sirvió en el Ejército Nacional, durante un par de años.
- No he experimentado ningún antisemitismo en mi unidad. Mi superior, el comandante Kedyw del “Home Army” en la zona de Varsovia Józef Rybicki fue excepcionalmente liberal y tolerante. Sabía que era un judío desde el principio y ello no le importaba. Así como tampoco le importo a los soldados, mis hermanos de armas.
- ¿Cómo entraste en el Ejército Polaco?
- En 1942 escapé de un transporte desde el gueto de Varsovia con dirección a Treblinka. Cuando el tren se detuvo en el campo, me acerqué a una pequeña ventana en la parte superior del nuestro vagón. Estaba muy delgado y logré colarme a través de ella, a pesar de los gritos de los demás pasajeros, que intentaron detenerme. Hoy creo que reaccionaron de esta manera porque tenían miedo de posibles represalias por parte de los alemanes.
- ¿Lograste escapar?
- Sí. Los guardias no me vieron saltar. Yo me quede tumbado cerca de las vías hasta que el tren se fue. Más tarde me refugié en una capilla cercana y después de algún tiempo me dirigí de nuevo a Varsovia.
-¿Regresaste al gueto?
- No, contacte con unos amigos de mi hermana que vivían al otro lado del muro en la zona polaca. Me encontraron refugio en casa de una señora alemana que vivía cerca de la plaza Napoleón y trabajaba para resistencia polaca. Fue en ese lugar donde me encontré con Józef Rybicki. Rybicki, el cual se interesó en mí, me realizó varias preguntas, y finalmente me ofreció unirme a la organización.
- ¿Estuviste de acuerdo de inmediato?
- Yo era un muchacho polaco! Hoy en día, cuando hablo sobre Israel, la gente encuentra difícil de entender. Me crié siendo un patriota polaco. Mi familia eran partidarios de Pilsudski. Aunque sólo tenía diez años, en 1935, recuerdo muy claramente que mi familia estaba muy deprimida con la muerte del Mariscal. Polonia era mi patria. Eso era algo natural y es por eso que me uní a la clandestinidad sin dudarlo. Al principio me asignaron a "pequeños sabotajes".
- ¿Recuerdas la primera acción?
- Empleamos productos químicos en los frenos de los trenes alemanes estacionados en la estación de Varsovia. El objetivo era inmovilizarlos. Tendríamos un gran problema, si lo detectaban los alemanes. Pero de alguna manera lo conseguimos. Había demasiados vagones para protegerse.
Durante las próximas acciones, vertimos los productos químicos en los depósitos de los coches alemanes. Eso era mucho más arriesgado. Por lo general, sólo teníamos un par de segundos para ello. Una persona distraía al conductor, mientras que otro desenroscaba el tapón de gasolina y otro derramaba el líquido en su interior
- Entonces comenzaron las operaciones militares.
- Si. Un día me dijeron que debía dirigirme a un piso preparado para mí en Czerniaków (distrito de Varsovia) . Fui reasignado a una unidad militar y a la que se le dio el apodo de Rysiek. Ese fue un punto de inflexión. Mi vida se volvió muy agitada, la vida social, las chicas - todo lo que un hombre joven puede encontrar en una ciudad. Por otro lado: de vez en cuando mostrábamos las armas en un lugar determinado en un momento dado. La acción militar a la larga se convirtió en una vida estresante y psicológicamente agotadora.
- ¿Qué operación se quedó grabada en su cabeza?
- ¿Limpia o sucia?
- Comencemos con la limpia.
- Cerca de la plaza Teatralny había un enorme garaje postal alemán. Mi amigo y yo nos las arreglamos para entrar haciéndonos pasar por empleados de la limpieza. Los guardias no sospechaban nada y nos dejaron entrar pensando que veníamos a barrer, nos acercamos a los coches y colocamos los explosivos. A continuación, dejamos caer algunas bombas en grandes contenedores de combustible subterráneos. Fijamos el temporizador en 2 horas. Después, nos subimos algunos a una azotea, cercana junto a nuestro comandante. Transcurrieron dos horas, pero no pasó nada. El comandante nos echó una mirada Pensó que nos habíamos rajado y que nunca acudimos, realmente a los garajes. Y de repente - explotó. Enormes, explosiones espectaculares, que probablemente hicieron que participan los bomberos de todas partes de Varsovia.
-¿y de las operaciones sucias?
- Eran principalmente las ejecuciones. Tareas muy sombrías. Tales operaciones fueron planificadas a veces durante un par de semanas. Seguimos al condenado vigilando su rutina diaria, preparábamos los mapas de calles aledañas. Cuando tuvimos todo preparado, marcamos un día en para realizar nuestra visita. Yo no apreté el gatillo personalmente. Tenía 18 para esa tarea contamos con dos chicos, de 22 y 23 años de edad. Mi participación se limitaba a la vigilar la escalera de la parte delantera del edificio. A veces fui usado para bloquear la visión de la escena a la familia del hombre condenado. Leíamos la sentencia y procedíamos a ejecutarla.
- ¿Fue durante esa operación la primera vez que resultó usted herido?
- No, eso fue en el Zamek Królewski (Palacio Real). Los alemanes querían detenernos pero no nos rendimos y disparamos contra ellos. Recibí un disparo en la cabeza, pero la bala sólo me rasgó la piel, dejando el cráneo intacto. Todavía tengo una cicatriz. ¿Sabe usted? , yo todavía recuerdo nuestras armas: wisy polaco, schmeiserrs capturados. En 1943, cuando empezamos a recibir “las gotas de aire” de los británicos, contamos con Thompson . Granadas Plus y diversas bombas y explosivos.
-¿Los alemanes debían temeros?
- Seguramente, se mostraron cautelosos, observaban todos nuestros movimientos. Pero nosotros no atacábamos al azar, como el comunista Armia Ludowa (Ejército del Pueblo), que hizo varios ataques estúpidos a los civiles alemanes o los soldados de la Wehrmacht. Tales operaciones mal concebidas tuvieron como resultado sólo que los alemanes toman venganza contra los civiles polacos ya que fueron totalmente inútiles desde el punto de vista militar. Nosotros, por el contrario, acostumbramos a elegir cuidadosamente nuestros objetivos. Hemos matado sólo a los alemanes más peligrosos, tratando de hacer el mayor daño posible al precio más bajo.
- Entonces comenzó la sublevación de Varsovia…
- Fui asignado a la unidad " Radosław ", en el (Norte) dentro del grupo " Północ " . Nuestra primera tarea fue capturar el Umschlagplatz y la escuela en Stawki - el lugar desde donde los salíamos hacía a los campos de exterminio. En agosto de 1944, una gran cantidad de provisiones de comida y uniformes se encontraban almacenadas en el colegio. Nos encontramos con una fuerte resistencia por parte de los hombres de las SS. La lucha fue feroz, pero finalmente logramos capturar la escuela. Además de un montón de cosas, también encontramos 50 judíos húngaros, quienes fueron liberados inmediatamente. Cuando nos vieron, se vieron desbordados de pura alegría. Algunos de ellos se unieron a nosotros y realizaron algunas funciones de apoyo. Hubo problemas con la comunicación sin embargo, colaboraron en el levantamiento. Como ya he dicho, eran de Hungría y no nos entendían.
- ¿Te quedaste en la escuela?
- No, al día siguiente nos marchamos a Wola (distrito de Varsovia), cerca de las calles Żytnia y Okopowa, donde nos ocupamos de la casa de la esquina. Junto a nosotros combatía el batallón " Zoska” . Más tarde volvería a luchar en los escombros del Ghetto, donde se intensificaron los ataques alemanes. El 10 de agosto durante los combates cerca de la calle Okopowa, en frente del cementerio evangélico me hirieron. Un proyectil de mortero alcanzó mi pierna, su metralla quedó incrustada en mis pulmones. Aquello fue el fin de la insurrección para mí. Me llevaron a nuestro hospital en el sótano de una casa situada en el casco antiguo.
- ¿Fuiste operado ?
- Sí. Por suerte, se las arreglaron para salvar mi pierna, pero las condiciones eran malas y algunas piezas de metralla se quedaron en mi cuerpo, debajo de los pulmones. Hoy en día me someto a los exámenes médicos de rutina en Tell Aviv cada año. Cuando los médicos ven las piezas a través de los rayos X, quedan aterrorizados. En un primer momento creo que piensan de que se trata de cáncer. Cuando les digo que me hirieron en el levantamiento de Varsovia, ellos se sorprenden siempre.
-Hoy algunos veteranos critican la decisión de iniciar el levantamiento.
- Yo ya lo hice en 1944. Sabíamos desde el principio que era inútil. Esta opinión fue expresada, entre otros, por el comandante de mi unidad " Stasinek " Sosabowski, el hijo del general Stanisław Sosabowski. Era una locura. Ya sabíamos entonces que estábamos destinados al arresto y asesinato por parte de los soldados soviéticos, todos los que participamos del Ejército Nacional, en la Operación Tempestad. Pensamos que, aunque el levantamiento resultará un éxito, todos acabaríamos capturados y enviados a los campos soviéticos. Józef Rybicki dijo que teníamos que permanecer ocultos en los subterráneos y esperar tranquilamente la ocupación soviética. El desastre que sobrevino con el levantamiento fue más allá de nuestras peores predicciones. 63 días de combates, en lugar de la previsiones de 5 o 6 Ello llevó a la destrucción de la capital de Polonia a la muerte de 200.000 civiles. Fue sin lugar a dudas, un error fatal.
- ¿Qué hiciste después del levantamiento?
- Volví a Łódź , entonces ya bajo la ocupación soviética . Era la segunda vez desde 1939-1941 que visitaba a mi familia en Lwów. Algunos de mis amigos, no pensaban que los soviéticos, tenía sus propios planes, pero yo sabía lo que podía esperar de ellos. Por eso entré en la organización anticomunista "Nie " ( No) . Pronto me escapé hacia el oeste, donde me uní al ejército de Anders.
- ¿Hay información sobre el destino del hijo del general Sosabowski?
- Sí. " Stasinek " resultó gravemente herido durante el levantamiento. Estaba perdiendo la vista y no había posibilidades de someterle a un tratamiento médico en Polonia. Fui yo quien informó al padre, y era yo quien - de acuerdo al plan del general - tenía que llegar "con Stasiek " fuera del país, ocupado por los soviéticos. Viajamos juntos a Munchen, donde la inteligencia polaca tenía su puesto. Desde allí me fui en coche a Polonia en el jeep UNRRA y pretendía llevarlo a Occidente. Pero los chicos de la inteligencia me dijeron que no. Me amenazaron con que sería denunciado y fusilado inmediatamente, acusado de espionaje. Por suerte, Sosabowski estaba haciendo, otro intento al mismo tiempo en el ministerio de Gran Bretaña, fruto de ello consiguió que " Stasinek” saliera de Polonia en un avión británico.
- El final de la guerra no significó el fin de luchar para ti. Usted fue a Israel, donde tomó parte en las guerras de Israel. ¿Su experiencia como militar polaco resultó útil?
- Tal vez no tanto la adquirida en el Ejército Nacional, ya que en Polonia peleábamos en la ciudad y en Isreal me enfrenté a un clásico combate en campo abierto. Pero el entrenamiento que recibí en el Segundo Cuerpo fue inmensamente útil. Al comparar los dos ahora, el levantamiento de Varsovia fue una campaña mucho más difícil que la guerra por la independencia de Israel en 1948. Los árabes resultaron ser los soldados mucho peor que los alemanes.