La campaña de Noruega

La guerra en el oeste de Europa

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Francis Currey
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La campaña de Noruega

Mensaje por Francis Currey » Sab Nov 26, 2005 4:29 pm

Memorandum alemán a Noruega antes de la invasión militar

El gobierno alemán dispone de documentos probatorios de que Francia e Inglaterra han decidido trasladar el teatro de las operaciones al territorio de los Estados nórdicos, particularmente ocupando Narvik y otros diversos puertos de Noruega. El gobierno alemán tiene pruebas irrefutables de que esas operaciones deberían tener lugar en los próximos días y estima que el gobierno noruego no se opondría a ellas... El gobierno alemán no tolerará bajo ningún pretexto, que las potencias occi-dentales trasformen Escandinavia en teatro de operaciones contra Alemania y que el pueblo noruego sea directa o indirectamente utilizado para una guerra contra Alemania... El gobierno alemán no esperará inactivo que dicho plan sea puesto en acción y ha preparado para el día de hoy algunas operaciones militares que tienen por fin la ocupa-ción de puntos de importancia estra-tégica en el territorio noruego. El gobierno del Reich toma desde ahora a su cango, durante esta guerra, la protección del Reino de Noruega.

Medidas que deberá adaptar el gobierno de Noruega

1) El gobierno deberá publicar un lla-mado al pueblo y al ejército para que no se opongan a las tropas alemanas que procederán a la ocu-pación del país

2) El gobierno deberá ordenar al ejér-cito noruego que establezca contacto con las tropas alemanas en marcha y concluyan los acuerdos necesarios para una colaboración leal con el comando alemán. Las tropas noruegas conservarán sus armas en la medida en que su acti-tud lo permita. En señal del deseo de colaborar se deberá izar la bandera blanca de parlamento al lado de la bandera noruega en todos los establecimientos militares a los cuales se aproximan las tropas ale-manas. Se deberán enviar oficiales de enlace a:

a) Al jefe de las tropas alemanas que entren en la capital.

b) A los jefes militares locales

El comando alemán enviará oficiales de enlace al comando noruego. La misión de estos oficiales es asegurar una colaboración sin fricción e impedir todo choque entre las tropas alema-nas y noruegas.

3) Los establecimientos que necesiten las tropas alemanas para asegurar a Noruega contra un enemigo exterior y, sobre todo, las obras de defensa de costas, deberán ser entregadas sin sufrir daños.

4) Se deberán remitir los documentos exactos referentes a los campos de minas que hayan podido ser colocados por orden del gobierno noruego.

5) Oscurecimiento absoluto del terri-torio noruego... desde la noche del primer día de ocupación.


6) Los medios de comunicación (ferrocarriles), la navegación interior y costera y los servicios de información deberán ser puestos a disposición de las tropas de ocupa-ción...
7) Estará prohibido a los barcos de guerra y mercantes dirigirse al ex-tranjero y ningún avión podrá partir.

8 )Los pilotos costeros noruegos recibirán orden de continuar su tarea... y el funcionamiento de los faros a lo largo de las costas noruegas deberá ser asegurado...

9) El servicio de meteorología deberá ser mantenido...

10) Todo servicio de transporte de noticias y de coreos hacia el extranjero deberá cesar...

11) La prensa y la radio recibirán ins-trucciones de no publicar noticias militares si no es de acuerdo con las autoridades militares alemanas y todas las estaciones noruegas estarán a disposición del comando alemán.

12) Se deberá establecer la prohibición de exportar de Noruega los productos indispensables para la guerra.

13) La emisión de todos los llamados y publicaciones que deberán efectuarse de acuerdo a los puntos precedentes, no podrá ser realizada, aún cuando se utilice radiotelegra-fía, mas que por cifrado, de acuerdo a un código que no será conocido por los adversarios de Alemania.

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Mensaje por José Luis » Dom Nov 27, 2005 5:19 pm

¡Hola a todos!

Estimado Francis,

Habrás observado que estoy (desde ayer) colgando viejos posteos de otros foros. Aquí, con tu permiso, cabe el siguiente.

Como me he servido de varias fuentes para la elaboración del texto, he desestimado la referencia puntual (fuente secundaria o primaria) en el texto para dar, en cambio, la bibliografía utilizada a continuación:

• T. K. Derry, The Campaign in Norway, United Kingdom Military Series, Edited by J. R. M. Butler, London, 1952.

http://hem.fyristorg.com/robertm/norge/site-index.html (Una web muy interesante sobre la campaña noruega)

• Mayor Brian T. Baxley, 9 April 1940 German Invasion Of Norway: The Dawn of Decisive Airpower during Joint Military Operations, March 1997. Lectura muy recomendable la de este trabajo de investigación académica para el Departamento de Defensa del gobierno estadounidense.

LA CAMPAÑA CONTRA NORUEGA 1940

1.- INTRODUCCIÓN

El incidente del Altmark

El 14 de febrero de 1940, el Altmark, buque de suministros del acorazado de bolsillo Graf Spee, se disponía a entrar en las aguas de Noruega septentrional con unos 300 marinos británicos que habían sido capturados por el Graf Spee. El Altmark, de acuerdo con las Leyes de La Haya, podía atravesar las aguas noruegas, pues no era un navío de guerra sino un buque auxiliar enarbolando la bandera de la marina mercante alemana. Las autoridades noruegas, después de interrogar al capitán del Altmark, decidieron darle escolta. Dos días más tarde, el 16 de febrero, el almirantazgo alemán comenzó a interceptar señales navales inglesas que desvelaban que se iba a realizar un intento para capturar al Altmark, aunque con esa acción se violase la neutralidad de las aguas noruegas.

A mediodía del 17 de febrero, Hitler tenía un informe completo recibido de Oslo: el capitán del Altmark, ante la cercanía de un crucero y seis destructores ingleses, trataba de refugiarse en el fiordo Jossing, al sur de Stavanger. Dos navíos noruegos habían mantenido controlados a los buques ingleses hasta el anochecer, cuando el destructor Cossack forzó el paso y ordenó al navío alemán ponerse al pairo. El informe del Altmark declaraba cómo “un grupo de abordaje se había adueñado del puente y comenzó a disparar a ciegas como maníacos contra la tripulación alemana desarmada”. Los 300 prisioneros del Altmark fueron liberados; el barco y su tripulación, saqueados. Londres había indicado al capitán inglés que sus destructores debían abrir fuego contra las patrullas noruegas si éstas se interponían en su camino. El diario de guerra del estado mayor naval alemán concluía: “De las órdenes del almirantazgo…..está claro que la operación contra el buque de suministros Altmark fue….planificada con la intención deliberada de capturar al Altmark por cualquier medio disponible, o de liberar a los prisioneros, violando, si fuera necesario, las aguas territoriales noruegas”. Hitler se dispuso a llevar a cabo la invasión de Noruega.

La importancia de Noruega

Pero las primeras ideas de Hitler sobre una posible invasión de Noruega ya habían surgido unos meses antes. El Gran Almirante Raeder (que había encargado un estudio sobre la situación de Noruega a su estado mayor, cuyos resultados le fueron notificados en el verano de 1939 y resaltaban, entre otras cosas, que la ocupación de bases noruegas jamás justificaría una campaña militar) había informado a Hitler en octubre de 1939 del enorme peligro que supondría para la posición estratégica alemana la ocupación de Noruega por parte de Inglaterra. Hitler, el 9 de octubre de 1939, había cursado un memorando secreto para la conducción de la guerra en el que declaraba que la neutralidad de los “Estados nórdicos” debía ser asumida para el futuro, y que la continuación del mercado alemán con esos países (Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia) era posible incluso en tiempo de guerra. Narvik era el puerto noruego de salida hacia Alemania del mineral de hierro sueco [Alemania importaba en 1939 de seis a nueve millones (según que fuentes) de toneladas de Suecia, de los veintidós millones totales importados], materia prima primordial para la industria bélica alemana. La ocupación inglesa de Narvik obligaría a los suecos a enviar el hierro a Alemania a través de Lulea, en el golfo de Botnia, en la punta septentrional del Báltico, donde la mitad del año (diciembre-abril) la navegación estaba obstaculizada por los hielos. Los mercantes y buques de guerra alemanes no podrían cruzar las aguas neutrales noruegas, la RAF dominaría la Alemania septentrional y la Royal Navy lo haría en el Báltico.

Por su parte, los aliados habían estudiado la posibilidad de intervenir a favor de Finlandia en la guerra de invierno que mantenía con la Unión Soviética mediante el envío de un cuerpo expedicionario que tenía que desembarcar en Narvik. Pero ya antes del conflicto ruso-finlandés, para Inglaterra, después de su declaración de guerra contra Alemania el 3-9-1939, la costa noruega proporcionaba el límite oriental de la principal ruta marítima de los puertos alemanes hacia el Atlántico, por lo que el control de esa ruta, al igual que en la Gran Guerra del catorce, era un factor decisivo para el bloqueo marítimo inglés. El Gobierno inglés estaba dispuesto a defender una posible invasión alemana de Noruega en la misma medida que si la invasión fuera dirigida contra la misma Inglaterra. Así pues, Noruega era un objetivo estratégico crucial tanto para los aliados como para los alemanes.

El 11 de diciembre de 1939, Alfred Rosenberg visitó a Hitler para informarle de sus contactos con el mayor Vidkun Quisling, ex ministro noruego de Defensa y fundador y jefe de un partido filo-nazi. Quisling proponía hacerse con el poder en Oslo, apoderándose del rey y del gobierno noruego, pidiendo luego la ayuda de las fuerzas alemanas; pero Hitler no tomó en consideración, en un principio, la propuesta de Quisling. En el encuentro que tuvo lugar tres días más tarde, Hitler simplemente expuso a Quisling sus deseos de que Noruega, y toda Escandinavia, se mantuvieran en la más absoluta neutralidad, y que si el bando aliado tenía intención de ampliar el teatro de la guerra con una operación sobre Noruega, él se vería entonces obligado a tomar medidas para evitar esa amenaza. Como contrapartida a la creciente actividad de la propaganda aliada, Hitler prometió a Quisling ayuda financiera para su partido filo-nazi (“Unión Nacional”). Luego, el mismo 14 de diciembre, ordenó al OKW (Jodl) la elaboración de un plan para Noruega (Estudio Norte). Antes de la visita de Quisling, Hitler jamás había comentado a sus generales la intención de apoderarse de Escandinavia. El estudio del OKW recomendó que un equipo especial de estado mayor bajo el mando de un general de la Luftwaffe ideara un plan operativo adecuado. Bajo el nombre en clave de “Oyster”, este equipo comenzó su trabajo una semana más tarde bajo el mando del general Erhard Milch. Pero Hitler lo disolvió casi inmediatamente, y en su lugar estableció una unidad altamente secreta bajo su propia supervisión, con el capitán Theodor Krancke como oficial superior. Krancke propuso un desembarco anfibio simultáneo sobre los puertos de Oslo, Kristiansand, Arendal, Stavanger, Bergen, Trondheim y Narvik, mediante un transporte de tropas en barcos rápidos y con apoyo aéreo de la invasión por la 7ª División Aérea. Hitler no consultó el plan en esos momentos ni con Brauchitsch ni con Göring, quien rehusaba poner a un oficial de la Luftwaffe bajo mando de Krancke.

Operación Wesserübung Norde

Ahora, tras el incidente del Altmark, el 21 de febrero de 1940 Hitler puso finalmente el plan de la invasión de Noruega en manos del comandante del XXI Cuerpo de Ejército, el general Nikolaus von Falkenhorst (nacido Jastrzemlski), que en 1918 había tomado parte en el desembarco en Finlandia, como jefe de estado mayor de von der Goltz. El Führer lo había citado a las 11:00 horas en la Cancillería de Berlín, en presencia de Keitel y Jold, encargándole a su llegada la elaboración de un plan detallado para la ocupación de Noruega. Por la tarde, Falkenhorst (que había tenido que comprar una guía de Noruega pues no había mapas de Noruega en el Departamento Operativo del ejército, a pesar de que en 1938 el Departamento de Inspección y Trazado de Mapas del OKH había recomendado para una eventual movilización la emisión de mapas de Dinamarca, Noruega y África del Norte) mostró el proyecto que había confeccionado a Hitler: necesitaba una división de infantería para cada uno de los grandes puertos noruegos: Oslo, Bergen, Trondheim, Narvik y Kristiansand. Falkenhorst cambió algunos aspectos del plan del capitán Krancke: había que ocupar primeramente Dinamarca para que sirviera como plataforma para operaciones terrestres y aéreas sobre Noruega, y además las tropas utilizadas para la invasión de Noruega deberían ser independientes de las tropas que se habrían de utilizar para la invasión de Europa occidental.

El 1 de marzo de 1940, Hitler firmó la directriz Wesserübung (“Ejercicio Weser”) para la invasión de Dinamarca y Noruega, ante la reluctancia del Heer, receloso de abrir otro teatro de operaciones, y de Göring, que se negaba a subordinar a sus escuadrones bajo el mando de Falkenhorst. “El desarrollo de la situación en Escandinavia exige que hagamos todos los preparativos para la ocupación… Esta operación debe impedir la invasión de Escandinavia y el Báltico por los ingleses. Además, debe asegurar nuestra base de minerales en Suecia y dar a nuestra aviación una línea más amplia desde la que iniciar el ataque a Inglaterra… Dada la superioridad numérica de nuestra potencia militar y política en comparación con la de los estados escandinavos, las fuerzas a emplear en el Ejercicio Weser serán las mínimas…. Su escaso número será compensado por la audacia de la acción y el ataque por sorpresa. En principio se hará todo lo posible para que la invasión parezca una ocupación pacífica con objeto de proteger militarmente la neutralidad de los estados escandinavos. Peticiones oportunas se transmitirán a los gobiernos apenas comenzada la ocupación. Si fuera necesario, acciones demostrativas de la flota y la aviación darán gran relieve al conjunto. Pero si a pesar de todo hubiera resistencia, se deberán usar todos los medios para anularla…. El cruce de la frontera danesa y el desembarco en Noruega deben hacerse simultáneamente…. Es importantísimo que los estados escandinavos y nuestros enemigos de Occidente sean tomados por sorpresa…”.

Los primeros días de marzo trajeron una serie de informaciones confusas que llegaron a un momento de máxima crisis durante el 12 de marzo. Las informaciones de Helsinki y Moscú revelaron que los soviéticos y los finlandeses habían iniciado una ronda de conversaciones conducentes al armisticio. Londres intentó por todos los medios que Finlandia continuara la guerra unos cuantos días más. Churchill había volado a París el día 11 para informar al Gobierno francés que el cuerpo expedicionario embarcaría para Narvik el 15 de marzo. En la tarde del día siguiente, el Forschungsamt de Hitler interceptó una llamada telefónica urgente del agregado finlandés en París a su ministro de Asuntos Exteriores en Helsinki para informarle que Churchill y Daladier le habían prometido que si los finlandeses necesitaban ayuda inmediatamente, las tropas inglesas y francesas desembarcarían en Narvik. Hitler ordenó la aceleración de los preparativos para la invasión. Sin embargo, a la mañana siguiente los rusos firmaron el armisticio con los finlandeses, y la crisis se amortiguó.

A mediodía del lunes 25 de marzo de 1940, el almirante Raeder se reunión con Hitler para urgirle a la invasión de Escandinavia. El marino indicó al político que el mejor día para ocupar Noruega sería el 7 de abril. El 30 de marzo se interceptó un comunicado de Paul Reynaud, nuevo primer ministro francés, en el que aseguraba a un diplomático que en los próximos días los aliados comenzarían las operaciones en la Europa septentrional. Después de reunirse con sus comandantes, Hitler ordenó que el primer asalto sobre Noruega comenzara a las 05:15 horas del 9 de abril. A las 02:00 horas del 3 de abril, los tres primeros transportes camuflados como barcos de carbón junto con el petrolero Kattegat partieron de Alemania con rumbo a Narvik. Cuatro carboneros más, tres con rumbo a Trondheim y uno a Stavanger, estaban dispuestos en puertos alemanes. Todos transportaban equipo pesado, artillería, munición y provisiones. Las primeras tropas de asalto serían transportadas en navíos de guerra, algunos con bandera inglesa. Diez destructores llevarían 2.000 soldados a Narvik escoltados por los acorazados Scharnhorst y Gneisenau; 1.700 serían desembarcados en Trondheim por el crucero Hipper y cuatro destructores. Una flota de cruceros, torpederos, balleneros, dragaminas, submarinos y remolcadores desembarcarían al resto de las tropas alemanas en otros cinco puertos. Las tropas de refuerzo llegarían durante el día en 15 mercantes con destino Oslo, Kristiansand, Bergen y Stavanger.

La invasión

La noche del 7 de abril comenzaron las operaciones de la flota alemana; el reconocimiento aéreo inglés divisa los cruceros y torpederos alemanes en dirección norte. La alarma en Noruega salta al día siguiente, cuando el almirantazgo inglés notifica a Oslo que una gran flota alemana se dirige a Trondheim; el submarino polaco Orzel torpedea al transporte alemán Río de Janeiro. A primeras horas del 8 de abril, la legación alemana en Oslo notifica a Berlín que los navíos de guerra ingleses están minando las aguas noruegas (Operación Wilfred), violación que venía como anillo al dedo para la buscada justificación de Hitler de la invasión.

En la noche del 8 de abril, las columnas motorizadas alemanas cruzan la frontera con Dinamarca al tiempo que los navíos de la Kriegsmarine entran en el gran Belt desembarcando tropas en Zealand y Fyen. A las 08:30 horas, el embajador alemán en Copenhague recibe oficialmente la notificación de que el gobierno danés acepta las imposiciones alemanas; el rey danés, Christian X, anula la orden de movilización propuesta por el general Prior, jefe del ejército, y acepta la rendición. Hacia mediodía, el país está en manos alemanas.

En Noruega, el comandante de la plaza de Narvik (coronel Sundlo, hombre de Quisling) se rinde sin combatir. La flotilla del fiordo, a pesar de su resistencia, se ve superada por los diez destructores que escoltan el transporte de los batallones de tropas alpinas del general Dietl. El Hipper y los cuatro destructores que lo escoltan desembarcan sus tropas sin resistencia alguna en Trondheim, plaza conectada a Suecia por ferrocarril, y punto estratégico importante para el mineral de hierro alemán. Bergen opone fuerte resistencia, y los cañones del fuerte alcanzan al crucero alemán Koenigsberg, que al día siguiente es hundido por la RAF. Pero la plaza cae antes del mediodía. Al sur de Kristiansand es hundido por un submarino inglés el crucero Karlsruhe. Los cañones Krupp de las baterías del fiordo de Oslo, desde su fortaleza de Oskaborg, hunden al crucero alemán Blücher y dañan al crucero Emden y al acorazado de bolsillo Lützow. Estas acciones hacen replegar el asalto alemán por mar y se lanzan cinco compañías de paracaidistas e infantería aerotransportada sobre el aeródromo de Fornebu (pertenecientes al 1º Batallón del hauptmann Erich Walter del 1º Regimiento de Paracaidistas del oberst Bruno Bräuer), apoderándose a continuación de Oslo. A las 05:30 horas del 9 de abril, el general von Falkenhorst notifica a Hitler: “Noruega y Dinamarca ocupadas……según lo acordado”.

Pero en Narvik los diez destructores que habían escoltado a las unidades alemanas y austriacas de Dietl sólo pudieron reabastecerse de un único petrolero, el Jan Wellem, que había partido de Murmansk. Mientras tanto, a primeras horas del día 10 penetraron en el fiordo cinco destructores ingleses que tres días más tarde, con el acorazado Warspite, combatieron con los diez destructores alemanes. A los dos días siguientes tropas inglesas desembarcaron en Harstad, al norte de Narvik, y en Namsos, al norte de Trondheim. El general Dietl quedaba en un aprieto.

Orden de Batalla alemán

De las divisiones empleadas por la Wehrmacht para la invasión de Noruega, sólo una, la 3ª División de Montaña, tenía experiencia de combate (Polonia). El X Cuerpo Aéreo (X Fliegerkorps), que tenía que apoyar el ataque a Dinamarca y Noruega con una fuerza de unos 1.000 aviones operativos, tenía asignado un regimiento de paracaidistas. El XXI Grupo de Ejército del general Falkenhorst, asignado para llevar el ataque sobre Noruega, constaba de 2 divisiones de montaña y 5 divisiones de infantería. El XXXI Grupo de Ejército del general Kaupisch, con dos divisiones de infantería y una brigada motorizada, debía ocupar Dinamarca.

A.- Tropas de tierra de la Luftwaffe bajo mando del X Fliegerkorps teniente general Ferdinand Geisler:

1º Regimiento de Paracaidistas Oberst Bruno Bräuer
1º Batallón Hauptmann Erich Walter (stab y 4 compañías)
1º Batallón del 32º Regimiento antiaéreo
2º Batallón del 33º Regimiento antiaéreo
1º Batallón del 611º Regimiento antiaéreo

La Luftwaffe empleó aviones de transporte Ju-52 (580), Ju-90 (6), G-38 (1) y Fw-200 Condor (4). Estos aviones, bajo el mando del oberstleunant Carl August von Gablenz, fueron divididos en 7 kampfgruppen. Cada kampfgruppe estaba compuesto, salvo alguna variación menor, por 53 aviones. También empleó 30 Bf-109E, 70 Bf-110C y unos 340 bombarderos.

B.- XXI Grupo de Ejército (Noruega)
Comandante en jefe: general Nikolaus von Falkenhorst
Jefe de Estado Mayor: oberst Buschenhagen

• Unidades del Cuerpo
463º Batallón de Señales
667º Regimiento de Ingenieros z. b. V. (para uso especial)
730º Batallón de Artillería Pesada (mot) (100 mm)

2ª División de Montaña teniente general Feurstein
136º Regimiento de Infantería de Montaña
137º Regimiento de Infantería de Montaña
111º Regimiento de Artillería de Montaña
47º Batallón Antitanque de Montaña
67º Batallón de Reconocimiento de Montaña
82º Batallón de Ingenieros de Montaña
67º Batallón de Señales de Montaña

3ª División de Montaña mayor general Dietl
138º Regimiento de Infantería de Montaña
139º Regimiento de Infantería de Montaña
112º Regimiento de Artillería de Montaña
48º Batallón Antitanque de Montaña
68º Batallón de Reconocimiento de Montaña
83º Batallón de Ingenieros de Montaña
68º Batallón de Señales de Montaña

69ª División de Infantería mayor general Tittel
159º Regimiento de Infantería
193º Regimiento de Infantería
236º Regimiento de Infantería
169º Regimiento de Artillería
169º Batallón Antitanque
169º Batallón de Reconocimiento
169º Batallón de Ingenieros
169º Batallón de Señales

163ª División de Infantería mayor general Engelbretch
307º Regimiento de Infantería
310º Regimiento de Infantería
324º Regimiento de Infantería
234º Regimiento de Artillería
234ª Compañía Antitanque
234º Escuadrón de Bicicletas (una unidad móvil de reconocimiento)
234ª Batallón de Ingenieros
234º Batallón de Señales

181ª División de Infantería mayor general Woytasch
334º Regimiento de Infantería
349º Regimiento de Infantería
359º Regimiento de Infantería
222º Regimiento de Artillería
222ª Compañía Antitanque
222º Escuadrón de Bicicletas
222º Batallón de Ingenieros
222º Batallón de Señales

196ª División de Infantería mayor general Pellengahr
340º Regimiento de Infantería
345º Regimiento de Infantería
362º Regimiento de Infantería
233º Regimiento de Artillería
233ª Compañía Antitanque
233º Escuadrón de Bicicletas
233º Batallón de Ingenieros
233º Batallón de Señales

214ª División de Infantería mayor general Horn
355º Regimiento de Infantería
367º Regimiento de Infantería
388º Regimiento de Infantería
214º Regimiento de Artillería
214º Batallón Antitanque
214º Batallón de Reconocimiento
214º Batallón de Ingenieros
214º Batallón de Señales


C.- XXXI Grupo de Ejército. Este grupo de ejército, mandado por el general Flieger Kaupisch, fue empleado para la invasión y ocupación de Dinamarca, y lo integraban, además del número de unidades asignadas al Cuerpo, la 170ª División de Infantería del general Wittke, la 198ª División de Infantería del general Roettig y la 11ª Brigada Motorizada (Schützen Brigade) del oberst Angern.

El transporte de tropas

Las tropas terrestres alemanas desembarcadas en Noruega estaban divididas en seis grupos:

1) El primer grupo con destino Narvik fue transportado por diez destructores y los acorazados Gneisenau y Scharnhorst. Desembarcaron a 2.000 hombres de la 3ª División de Montaña.

2) El segundo grupo con destino Trondheim fue transportado por cuatro destructores y el crucero pesado Hipper. Desembarcaron a 1.700 hombres del 138º Regimiento de Montaña de la 3ª División de Montaña

3) El tercer grupo con destino Bergen fue transportado por los cruceros Koln, Konigsberg, Brease, dos torpederos y cinco patrulleras. Desembarcaron 1.900 hombres de la 69ª División de Infantería.

4) El cuarto grupo con destino Kristiansand y Arendal fue transportado por los cruceros Karlsrushe, Tsingtau, tres torpederos y siete patrulleras. Desembarcaron 1.100 hombres de la 163ª División de Infantería.

5) El quinto grupo con destino Oslo fue transportado por los cruceros Blücher y Emden, el acorazado de bolsillo Lützow, tres torpederos y ocho dragaminas. Desembarcaron 2.000 hombres de la 163ª División de Infantería.

6) El sexto grupo con destino Egersund fue transportado por cuatro dragaminas que desembarcaron 150 hombres de la 69ª División de Infantería.

Otros cinco grupos fueron desembarcados en Dinamarca (1.400 hombres de la 198ª División de Infantería).

Saludos cordiales
José Luis
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

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Mensaje por José Luis » Dom Nov 27, 2005 5:25 pm

2.- DESARROLLO DE WESSERÜBUNG

Objetivos, estrategia y desarrollo

Los objetivos del plan eran mantener a los ingleses alejados de Escandinavia, asegurar las rutas de navegación para el hierro sueco y noruego, y proporcionar una base de operaciones para combatir a Inglaterra. Seis grupos de fuerzas navales y tropas terrestres debían capturar siete puertos en seis regiones diferentes en Noruega, mientras cinco grupos más tenían que ocupar Dinamarca. El transporte debía organizarse en dos etapas: en la primera oleada se transportarían pequeños grupos de fuerzas (8.850 hombres) en buques de guerra y otras embarcaciones; en la segunda oleada (al tercer y quinto día de la invasión) se llevaría al grueso de las fuerzas en navíos camuflados como barcos mercantes. Estos refuerzos serían transportados directamente a Oslo, y de allí redistribuidos por tierra, aire o mar adonde demandaran las circunstancias. La operación, en su conjunto, tenía que penetrar los fiordos durante la noche, y las tropas habían de desembarcarse al amanecer. Debido a la enorme superioridad de la marina inglesa, el éxito de la operación dependía del secreto (preparación), engaño (objetivo), sincronización (despliegue) y rapidez (ejecución).

La 163ª DI del general Engelbretch tenía que asegurar Oslo, ocupar Kristiansand y los cuarteles generales militar y naval noruegos de la costa sur, y el puerto y la estación telefónica de Arendal. La 196ª DI del general Pellengahr debía abrirse hacia el este, desde Oslo a la frontera suiza. La 69ª DI del general Tittel tenía que ocupar Egersund, Stavanger y Bergen. La 214ª DI del general Horn se haría cargo más tarde de los puertos de Kristiansand y Stavanger. La 3ª DM del general Dietl tenía que capturar Trondheim y Narvik, aunque a Trondheim se preveía desplazar el día 15 a la 181ª DI del general Woytasch para que Dietl pudiese concentrarse en Narvik.

La Home Fleet a la caza de la flota alemana

La flota alemana partió al amanecer del 7 de abril de 1940 con un grupo dejando las bases alemanas del Báltico para cruzar el Gran Belt y Kattegat en dirección al fiordo de Oslo, y otro grupo de Wilhelmshaven, dejando el refugio de Jade y el estuario Weser para adentrarse en el Mar del Norte. A la 08:05 horas, los Hudson de la RAF divisaron a un crucero y seis destructores alemanes acompañados por ocho aviones a unas 150 millas al sur de Naze. El ataque frustrado que intentaron los bombarderos Bleheim del 107º Escuadrón, al que siguió una segunda fuerza de Wellingtons, reportó, sin embargo, más detalles sobre la flota alemana divisada: un acorazado o acorazado de bolsillo, dos cruceros y diez destructores. Con estas nuevas noticias, a la 20:15 horas partió de Scapa el Rodney (con el almirante sir Charles Forbes, comandante de la Home Fleet) con el Valiant y el Repulse, acompañados por dos cruceros y diez destructores, rumbo NNE a la búsqueda de la flota alemana. Una hora más tarde partieron de Rosyth hacia el Mar del Norte dos cruceros y once destructores bajo el mando del vicealmirante G. F. B. Edward-Collins con la intención de unirse al comandante en jefe, Forbes. Durante 24 horas el comandante en jefe de la flota inglesa mantuvo rumbo norte buscando en vano a los alemanes más allá de la latitud de Trondheim. El Glowworm, que formaba parte de la escolta de destructores del Renown (almirante Whitworth) -que había partido de Scapa el día 5 de abril para cubrir la operación Wilfred (tendido de minas)-, a las 07:00 horas del día 8 divisó en posición ONO de Trondheim a los destructores alemanes del grupo de la expedición de Narvik, que habían perdido contacto por culpa del tiempo. Los destructores alemanes se pusieron en fuga a toda velocidad seguidos por varias andanadas del Glowworm; el Hipper, avisado por los destructores, abrió fuego sobre el Glowworm una hora más tarde, y siguió una escaramuza entre ambos navíos por la que el capitán del Glowworm, el teniente Broadmead Roope, cuando la historia fue conocida, recibió póstumamente la Cruz de la Victoria.

Mientras que la Home Fleet buscaba a la flota alemana, el submarino polaco Orzel encontró y hundió al Río de Janeiro, que transportaba a unos cien soldados alemanes. El interrogatorio de los prisioneros descubrió a las autoridades noruegas que este grupo alemán se dirigía hacia Bergen con la misión de “protegerlo”. Esta noticia no fue comunicada al comandante en jefe de la Home Fleet hasta las 22:55 horas. La única noticia recibida por sir Charles Forbes fue un informe de un Sunderland sobre el avistamiento al ONO de Trondheim (hacia las 14:00 horas del 8 de abril) de un acorazado con dos cruceros y dos destructores alemanes. Un avión del Rodney fue incapaz de confirmar el informe del Sunderland, no encontrando rastro de la flota alemana.

A las 20:00 horas del 8 de abril, Forbes viró al sur y estableció una línea de patrulla por cruceros que debía cambiar al norte durante la noche. Temiendo que los cruceros pudieran caer en el medio de los dos grupos de la flota alemana, Forbes ordenó a los almirantes Cunningham (que mandaba una flota que había salido de Rosyth con cuatro cruceros, y un crucero y dos destructores franceses) y Edward-Collins agruparse y dirigirse hacia la flota tal como ya estaba haciendo el almirante Layton (que con dos cruceros escoltaba a un convoy para Noruega; la nueva situación alteró los planes, y el convoy fue ordenado regresar a aguas escocesas, mientras Layton debía unirse a la Home Fleet de Forbes) desde el norte. Pero este cambio de planes tampoco dio resultado, y la flota alemana, con el beneficio de una escasa visibilidad, alcanzó finalmente sus lugares de destino.

El tiempo mejoró en la noche del 8/9 de abril, y a primeras horas del amanecer los ingleses divisaron a unas 50 millas al oeste de Skomvaer Light dos navíos en dirección a la costa noruega. El almirante Whitworth reportó el avistamiento como un acorazado y un crucero pesado, pero en realidad se trataba de los acorazados alemanes Gneisenau y Scharnhorst. A las 04:00 horas, el Renown abrió fuego a más de diez millas de distancia dirigiendo su armamento principal contra el Gneisenau, y sus cañones de 4.5 pulgadas contra el Scharnhorst. El Renown recibió tres impactos de los acorazados alemanes; el Gneisenau, cuando estuvo a una distancia del Renown de unas ocho millas, recibió un impacto que destruyó su sistema principal de control de fuego, dejando temporalmente sin efecto su armamento principal; como consecuencia de ello, el Gneisenau rompió contacto ayudado por el Scharnhorst. El Renown persiguió al Scharnhorst pero no pudo alcanzarlo con sus andanadas, aunque dos más alcanzaron al Gneisenau. Pero hacia las 05:00 horas, los acorazados alemanes comenzaron a desaparecer en medio de una tormenta de nieve que oscureció todo durante veinte minutos; cuando la tormenta se disipó, los navíos alemanes habían desaparecido completamente de la vista del Renown, el cual, aunque aumentó su velocidad a 29 nudos, no pudo volver a establecer contacto con los acorazados alemanes.

Durante la mañana del día 9 siguieron órdenes y contraórdenes en la flota inglesa; se prepararon ataques contra Oslo, Bergen y Narvik, pero fueron cancelados a última hora. Por la tarde se produjo un ataque de la Luftwaffe que causó trastorno en la flota inglesa: daños en el Rodney y tres cruceros más. Estos ataques llevaron a Forbes a proponer un cambio de planes al almirantazgo, que preveía un ataque en el norte con fuerzas de superficie y asistencia militar, dejando el sur al cuidado de los submarinos, debido a la superioridad aérea alemana en esa zona. Pero todas las medidas tomadas resultaron ineficaces, y el día 9 de abril los alemanes habían capturado sus principales objetivos: Oslo, Trondheim, Bergen y Narvik. Sin embargo, los análisis de posguerra demostraron que el 8 de abril a las 17:00 horas una fuerza inglesa de dos cruceros y quince destructores estuvo sólo a 60 millas del grupo alemán que se dirigía a Trondheim.

ORDEN DE BATALLA DE LOS ALIADOS

Formaciones desembarcadas en Namsos

146ª Brigada de Infantería del brigadier C. G. Phillips
-1st/4th Battalion The Royal Lincolnshire Regiment: teniente coronel R. W. Newton
-1st/4th Battalion The King's Own Yorkshire Light Infantry: teniente coronel W. S. Hibbert.
- The Hallamshire Battalion, The York and Lancaster Regiment: tenoente coronel C. O. Robbins
-Una sección de la 55ª Compañía de Campaña de Ingenieros Reales

5ª Demi-Brigade Chasseurs Alpin del general de brigada Béthouart
-13th Battalion Chasseurs Alpins
-53rd Battalion Chasseurs Alpins
-67th Battalion Chasseurs Alpins
-Destacamentos de artillería antitanque y antiaérea
-Una sección de ingenieros

Formaciones desembarcadas en Aandalsnes

148ª Brigada de Infantería del brigadier H. R. Morgan
-1st/5th Battalion The Royal Leicestershire Regiment: teniente coronel G. J. German
-1st/8th Battalion The Sherwood Foresters: teniente coronel T. A. Ford

15ª Brigada de Infantería del brigadier H. E. F. Smyth
-1st Battalion The Green Howards: teniente coronel A. E. Robinson
-1st Battalion The King's Own Yorkshire Light Infantry: teniente coronel E. E. Cass
-1st Battalion The York and Lancaster Regiment: teniente coronel A. L. Kent-Limon

168ª Batería de Artillería Antiaérea Ligera de la Artillería Real
260ª Batería de Artillería Antiaérea Pesada de la Artillería Real
55ª Compañía de Campaña de Ingenieros Reales (menos una sección)

Formaciones desembarcadas en Mosjöen, Mo y Bodö
9-11 de mayo
:

1ª, 2ª, 3ª, 4ª y 5ª compañías independientes
Una sección de la 166ª Batería Antiaérea Ligera de la Artillería Real

12-22 de mayo:
1º Batallón de Guardias Escoceses
1ª, 2ª, 3ª, 4ª y 5ª compañías independientes
Tropas de la 203ª Batería de Campaña de la Artillería Real
Tropas de la 55ª Batería Antiaérea Ligera de la Artillería Real
Destacamento de la 230ª Compañía de Campaña de Ingenieros Reales

23-29 de mayo:
1º Batallón de Guardias Escoceses
1º Batallón de Guardias Irlandeses
2º Batallón The South Wales Borderers
1ª, 2ª, 3ª, 4ª y 5ª compañías independientes
Tropas de la 203ª Batería de Campaña de la Artillería Real
Tropas de la 55ª Batería Antiaérea Ligera de la Artillería Real
Destacamento de la 230ª Compañía de Campaña de Ingenieros Reales

Formaciones desembarcadas en Harstad (área de Narvik)

24ª Brigada de Infantería del brigadier W. Fraser
-1º Batallón de Guardias Escoceses: teniente coronel T. B. Trappes-Lomax
-1º Batallón de Guardias Irlandeses: teniente coronel W. B. Faulkner
-2º Batallón The South Wales Borderers: teniente coronel W. Gottwaltz

3ª Batería Antiaérea Ligera de la Artillería Real
229ª y 230ª compañías de campo de Ingenieros Reales
Destacamento de la 231ª Compañía de Parque de Campaña de Ingenieros Reales


Estado de Fuerzas al 10 de mayo de 1940:

A. ROYAL NAVY

Acorazado Resolution.
Cruceros Effingham, Aurora, Enterprise.
Cruceros Antiaéreos Cairo, Coventry, Curlew.


Navío de Reparación Vindictive.
Portaviones Ark Royal.
Destructores

B. EJÉRCITO (Rupertforce)

Major-General P. J. Mackesy.

Británicos
24ª Brigada de Infantería del brigadier W. Fraser
1st Battalion Scots Guards.
1st Battalion Irish Guards.
2nd Battalion The South Wales Borderers.
Tropas del 3rd King's Own Hussars (tanques)
203ª Batería, 51º Regimiento de Campaña, Artillería Real.
193ª Batería Antiaérea Pesada, A.R.
55º Regimiento Antiaéreo Ligero, A.R.
3ª Batería Antiaérea Ligera, A.R.
229ª y 230ª companies de campaña, I.R.
Destacemento de la 231ª Compañía de Parque de Campaña, I.R..

Franceses y polacos
General de Brigada Béthouart.
27ª Demi-Brigade Chasseurs Alpins:
6th Battalion Chasseurs Alpins.
12th Battalion Chasseurs Alpins.
14th Battalion Chasseurs Alpins.
13th Demi-Brigade Foreign Legion:
1st and 2nd Battalions.
Polish Brigade (Chasseurs du Nord), (General Bohucz-szysko):
1st Demi-Brigade: 1st and 2nd Battalions.
2nd Demi-Brigade: 3rd and 4th Battalions.
342nd Independent Tank Company.
2nd Independent Group Colonial Artillery.
14th Anti-Tank Company, 13th Chasseurs Alpins.

Estado de Fuerzas al 3 de junio:

A. ROYAL NAVY

Crucero Southampton.
Cruceros Antiaéreos Cairo, Coventry.
Navío de Reparación Vindictive.
Destructores.
Portaviones Ark Royal, Glorious.

B. EJÉRCITO (North Western Expeditionary Force)

Teniente General C. J. E. Auchinlek.


24th (Guards) Brigade.
Nos. 2, 3 and 5 Independent Companies.
One troops 3rd Kings's Own Hussars.
203rd Battery, 51st Field Regiment, Royal Artillery.
6th Anti-Aircraft Brigade, Royal Artillery (Brigadier F. N. C. Rosseter).
55th Light Anti-Aircraft Artillery Regiment (163rd, 164th, 165th Batteries)
56th Light Anti-Aircraft Artillery Regiment (3rd, 167th Batteries).
51st Heavy Anti-Aircraft Regiment (151st, 152nd, 153rd Batteries).
82nd Heavy Anti-Aircraft Regiment (156th, 193rd, 256th Batteries).
No. 10 Army Observer Unit, Royal Artillery.
229th and 230th Field Companies, Royal Engineers.
Detachment 231st Field Park Company, Royal Engineers.

Franceses y polacos
Igual que el 10 de mayo
C. RAF
Grupo Capitán M. Moore.
No. 263 Squadron, Gladiators (Squadron-Leader J. W. Donaldson).
No. 46 Squadron, Hurricanes (Squadron-Leader K. B. B. Cross)
No. 11 Observer Screen.

Mando y Control aliado

El Gabinete de Guerra Británico fue la autoridad que tomó las decisiones más importantes de la campaña noruega. En contraste con las fuerzas aliadas en Francia, donde todas las formaciones de combate estaban bajo el mando supremo del general Gamelin, con respecto a Noruega, en cambio, no existía un comandante de teatro con poderes similares. La Oficina de Guerra había declarado el 17 de abril que una vez que los aliados tuvieran pleno control del área de Trondheim, se nombraría un comandante de cuerpo para dirigir todas las fuerzas británicas, francesas y noruegas en Escandinavia. Pero esta previsión nunca llegó a cumplirse.

La característica fundamental del mando aliado fue la falta de un control único de las tres armas involucradas por primera vez en la campaña. Los generales aliados en la Noruega central carecían de mando sobre las unidades de las fuerzas aéreas o navales relacionadas con sus operaciones. La Marina había tomado el mando hasta el momento del desembarco de las fuerzas terrestres; pero después estas últimas dependían de acuerdos consensuados para cualquier servicio posterior que necesitasen. El escuadrón de cazas de la RAF, por ejemplo, aunque había sido enviado como complemento del ejército, permanecía, sin embargo, bajo las órdenes del Ministerio del Aire. En la Noruega septentrional, en cambio, el oficial de la Marina al mando tuvo el mando marino y terrestre desde el 20 de abril, asumiendo también posteriormente el mando del componente de la fuerza aérea que llegó al mes siguiente. Pero el área en la cual tenía el control naval estaba restringida por el Almirantazgo dentro de las 100 millas de Vaagsfjord; así dependía de las decisiones ad hoc del Almirantazgo para el apoyo de portaviones y cualquier otro refuerzo de la Home Fleet. Y en el caso de que pudiera disponer de bombarderos, como sucedía en el sur, tendría que hacerlo de acuerdo con la práctica común del Ministerio del Aire de mantener el programa de bombardeo bajo su exclusiva dirección.

El órgano que iba a jugar el mayor papel era el Comité Ministerial de Coordinación Militar, que se reunió veintitrés veces entre el 9 de abril y el momento de la caída del gobierno Chamberlain. El comité de cuatro ministros se había formado en noviembre de 1939 para tratar los planes estratégicos en presencia de los jefes de estado mayor y sus expertos asesores y el mayor general H. L. Ismay como jefe de su secretariado. El 4 de abril la presidencia del comité pasó al Primer Lord del Almirantazgo, Churchill. Los otros miembros en ese momento eran Oliver Stanley como Secretario de Estado de Guerra, sir Samuel Hoare como Secretario de Estado de Aire, y Leslie Burgin como ministro de Suministros. El comité era demasiado débil y poco eficaz; tal como subrayó Churchill al Primer Ministro: “hay seis jefes de estado mayor, tres ministros, y el general Ismay, todos con voz sobre las operaciones de Noruega (excepto Narvik), pero ninguno de ellos es responsable de la creación y dirección de la política militar excepto usted mismo”.

Los jefes de estado mayor del comité eran el almirante sir Dudley Pound, el general sir Edmund Ironside y el mariscal del aire sir Cyril Newall, pero el 23 de abril se nombraron tres vicejefes de estado mayor, de ahí la enumeración anterior de Churchill diciendo que había seis jefes de estado mayor. Los tres jefes de estado mayor tenían una posición muy delicada, pues tenían una doble función; por una parte eran asesores individuales y colectivos del Gabinete de Guerra y del Comité de Coordinación Militar, y por otra parte tenían que dirigir sus tres respectivos ministerios. Para aliviar esta situación se nombraron los tres vicejefes de estado mayor, que pasaban a sustituir a sus superiores como asesores del Gabinete de Guerra. La cadena se iba complicando más con el Subcomité Conjunto de Inteligencia, que trabajaban bajo los tres directores del servicio de inteligencia y el jefe de la Oficina de Asuntos Exteriores; el Estado Mayor de Planificación de Servicios Conjuntos, etc. Toda esta compleja y burocrática organización estaba muy lejos de lograr la eficacia que más tarde en la guerra conseguiría el típico Cuartel General de Teatro, o la unificación total del mando y control bajo un comandante supremo como sucedió con la operación Overlord.

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Mensaje por Erich Hartmann » Lun Nov 28, 2005 5:22 pm

http://www.ibiblio.org/hyperwar/UN/UK/U ... l#contents

Me encontré este bucando mapas sobre la campaña, interesante, ¿no?


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Mensaje por José Luis » Lun Nov 28, 2005 5:27 pm

¡Hola, Erich!

¿Has leído mi post?

Porque en el primero, al citar la bibliografía utilizada, ya referencié a T. D. Kerry, el autor que sale en tu enlace.

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Mensaje por Erich Hartmann » Lun Nov 28, 2005 5:32 pm

Naturalmente que sí, me ha sorprendido encontrar una de tus fuentes en la red, por eso he puesto el enlace. La pregunta es, ¿está el texto completo?¿Es más o menos similar al de tu libro?

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Mensaje por José Luis » Lun Nov 28, 2005 5:54 pm

Estimado Erich,

Precisamente yo me bajé hace tiempo ese libro, ahora no recuerdo exactamente en qué página, de Internet. Pero el texto es exacto.

Tengo muchísimos libros (en formato pdf) que he ido bajando durante varios años de Internet. No me procuran el placer que da un libro físico, pues una lectura tranquila, cómodamente sentado en tu butaca o sofá, al calor del hogar, ignorante e ingorado por el ruido mundano, y dado a la reflexión, jamás podrá ser igualada por la fatiga de una lectura en la pantalla del ordenador.

Aunque todo texto que crea que vale la pena, lo imprimo por sistema, y luego lo leo tranquilamente.

Un abrazo
José Luis
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Mensaje por beltzo » Mar Dic 13, 2005 1:50 am

Hola a Todos:

Desde el punto de vista militar no cabe duda de que la operación Wesserübung fue un éxito para las armas germanas puesto que se consiguió el objetivo, pero en el plano estratégico ¿esta operación fue positiva o negativa para Alemania?

Una de las razones estratégicas para la ocupación Noruega consistía en asegurarse el suministro de hierro por parte de Suecia, sin embargo hay que hacer notar que con la toma de Francia los yacimientos de ese metal en Lorena hicieron que en realidad el hierro sueco perdiera gran parte de su importancia. La otra razón no menos importante, el establecimiento de bases navales y submarinas en Noruega quedaron también superadas en gran medida con la ocupación de Francia.

Por otra parte los costes para la Kriegsmarine fueron inmensos. Los Cruceros Karlsruhe, Koenigsberg y Blücher resultan hundidos, en Narvik se pierden 10 destructores y sus principales unidades de superficie los cruceros pesados Gneisenau y Scharnhorst quedan dañados y permaneceran en el dique seco hasta diciembre de ese año. Resumiendo, la mayor parte de las unidades de superficie alemanas habían resultado hundidas o dañadas. A principios de junio Raeder solo disponía de 1 crucero pesado, 2 cruceros ligeros y 4 destructores con capacidad para combatir, la marina alemana en ningún caso puede ya garantizar ni en lo más mínimo la protección para un hipotético desembarco en Inglaterra algo que sin duda influirá en los cálculos de los ingleses.

La ocupación de Noruega maniató además cuantiosas fuerzas en su territorio ante la amenaza de invasión inglesa, en 1944 en las fechas del desembarco de Normandia había unos 500.000 soldados y en el momento de la rendición alemana aún quedaban cerca de 300.000.

Y por último pero no menos importante esta invasión tuvo como consecuencia la caída de Chamberlain y la ascensión de Churchill al poder, las esperanzas de llegar a un acuerdo con Inglaterra quedaban asi prácticamente reducidas a cero.

Es a la vista de estos hechos cuando me pregunto ¿Fue realmente un acierto la operación Wesserübung?

Saludos
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Mensaje por José Luis » Mar Dic 13, 2005 2:17 am

¡Hola, Beltzo!

Esos planteamientos, al igual que el de Viscarolasaga con Ploesti o el que tú pusiste de Murray con la batalla del Atlántico, no valen, pues nosotros sabemos o conocemos la película completa, y así no se pueden, a mi juicio, juzgar las decisiones que se tomaron en un momento dado.

Como sabes, cuando se invadió Dinamarca y Noruega, Francia se contemplaba todavía como un hueso duro de roer. La ocupación alemana de Noruega y el control del Báltico (o privar a GB del control de esos dos teatros) era, entonces, de una importancia estratégica decisiva. Se pagó un alto precio, efectivamente, por conseguir esos objetivos, pero la operación estaba totalmente justificada.

Luego, contra todo pronóstico, Francia cayó sorprendentemente pronto y la situación estratégica continental, desde el punto de vista alemán, dio un vuelco espectacular.

Hasta ese momento, todos los movimientos alemanes estaban de sobra justificados. Fue la decisión posterior de Hitler, o la manera de encarar la nueva situación estratégica continental tras el armisticio francés, lo que no estaba justificado, viéndolo desde la perspectiva del momento, no desde nuestra perspectiva. Porque lo lógico, dada la tesitura y las propias capacidades militares alemanas, era explotar decididamente esos éxitos iniciales, dedicando todo esfuerzo y todo empeño -político y militar- a axfisiar la economía británica hasta provocar su salida de la guerra.

Pero, evidentemente, si contemplamos el escenario político-militar que mostraba el verano de 1940, nos tiene que parecer una auténtica locura que Hitler, en vez de finiquitar a GB, se lanzara incomprensiblemente hacia el Este. Es de esta perspectiva cuando parece que algunos de los movimientos previos eran realmente innecesarios. Pero en su momento, a mi juicio, estaban totalmente justificados.

Saludos cordiales
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Mensaje por beltzo » Mar Dic 13, 2005 3:22 am

Hola José Luis:

Lo que ocurre es que Hitler si tenía plena confianza en sus posibilidades de doblegar a Francia quizá no tan rápido como ocurrió realmente pero la confianza en ello existía y además no olvidemos que todo el planteamiento alemán se basaba en una guerra corta, con lo cual tenemos que por un lado Francia no podía tardar mucho en caer y por otro que la necesidad de ocupar Noruega no era realmente prioritaria (desde la perspectiva manifestada por Hitler de una guerra corta).

Desde ese punto de vista que es también el que tenían los nazis es desde el que planteo mi pregunta, sin embargo admito dos fallos en el planteamiento, uno relativo, es que los alemanes no podían preveer el costo que iba a tener para la Kriegsmarine (en ese caso Raeder seguro que se lo hubiese pensado dos veces), aunque si sabían que la Royal Navy andaban por allí y las perdidas podían ser elevadas (de hecho pudieron ser todavía peores) y dos no podían saber que iban a provocar la ascensión de Churchill en Inglaterra y lo que ello significaba.

Saludos
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Mensaje por beltzo » Mié Dic 14, 2005 12:13 am

Hola de nuevo:

Me voy a contestar yo mismo a la pregunta ¿Fue realmente un acierto la operación Wesserübung? para que se vea claramente a donde quería llegar con el planteamiento.

Parto de la base de que los alemanes no estuvieron en ningún momento en condiciones de soportar una guerra prolongada en el tiempo y por tanto toda su estrategia se supone que giraría en hacer que la guerra durase el menor tiempo posible. Desde esta perspectiva es cuando creo que la operación Wesserübung no tenía mucho sentido en 1940, no tenían necesidad de asegurarse ni el hierro sueco, ni las bases navales y submarinas. Una ocupación anglo-francesa de Noruega tampoco les supondría un gran perjuicio a los alemanes puesto que no estaban en disposición de infligir mas que daños simbólicos en hipotéticos bombardeos aéreos desde Noruega y además los ingleses hubieran tenido que distraer tropas de otros escenarios para mantenerse allí.

Sin embargo los planes nazis no marchan como ellos quieren y la guerra se alarga, Inglaterra resiste y Hitler pone su mirada en el Este, pero también aquí van mal las cosas, en ese momento es cuando Noruega empieza a cobrar importancia estratégica, ingleses y americanos tratarán de ayudar materialmente a los rusos y la ruta mas cercana es el puerto de Murmansk, he aquí que gracias a Wesserübung los alemanes tienen las bases mas adecuadas para entorpecer ese suministro. A finales de 1941 los alemanes entran en guerra con los EEUU, desde ese momento Noruega empieza a ser no solo importante, sino vital, si esta hubiese estado en poder de los ingleses la ofensiva aérea anglosajona contra Alemania hubiese sido aún mas devastadora de lo que en realidad fue.

Resumiendo, mi idea es que desde el punto de vista de 1940 la operación fue error pero con el transcurrir del tiempo y visto el devenir de la contienda se convirtió en un acierto.

También cabe preguntarse que hubiese ocurrido si los alemanes no toman Noruega en 1940, ¿habrían estado los ingleses más dispuestos a negociar?, y es que no se puede cambiar un solo parámetro sin que los demás sean susceptibles a su vez de grandes y a veces insospechados cambios. Sin embargo, muchas reflexiones no serían posibles sin hacerlo.

Saludos
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Mensaje por José Luis » Mié Dic 14, 2005 1:42 am

¡Hola, Beltzo!

Permíteme discrepar. La importancia de Noruega era incuestionable. Te sugiero que releas el capítulo titulado, precisamente, "La importancia de Noruega" de mi primer post en este topic.

Me imagino que habrás leído “Operation Weseruebung: A necessary Evil? An Operational Art Análisis” del mayor John D. Lloyd, ensayo publicado en el Naval War College, 13 de febrero de 1998. De otra forma sería una extraordinaria coincidencia que hayáis tenido "parecido" planteamiento, aunque por muy distintos motivos.

Lloyd plantea que “mientras que la ocupación de Noruega supuso para Alemania varias ventajas operacionales y estratégicas, algunas de las ventajas aparecen mejor sobre el papel que en la realidad”. Lloyd comenta acto seguido que su trabajo pretende examinar la necesidad de que los alemanes tuvieran que realizar esa operación, y no pone en duda la necesidad de la operación, sino las decisiones que se tomaron tras la ocupación de Noruega.

Lloyd no afirma jamás en su trabajo que la invasión y ocupación de Noruega fueran un error, sino que dice que el error fue la decisión de Hitler después de ocupar Noruega. “La firme convicción de Hitler de que Inglaterra le atacaría en Noruega le llevó a convertir Noruega en una fortaleza defendida por casi medio millón de hombres y la mayor parte de la flota de superficie de la Kriegsmarine” (página 13).

En una palabra, Lloyd no pone en duda la necesidad de ocupar Noruega ni discute el éxito de la operación alemana. Lo que subraya como error fueron las decisiones (la excesiva fuerza para su defensa) de Hitler después de la ocupación.

La decisión alemana de invadir Escandinavia fue una decisión completamente acertada. No hacerlo, supondría una burrada de tal calibre que ni siquiera se le hubiera ocurrido al Hitler más inepto.

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Mensaje por José Luis » Mié Dic 14, 2005 1:50 am

PD.:

Beltzo, cuando digo: "La decisión alemana de invadir Escandinavia fue una decisión completamente acertada. No hacerlo, supondría una burrada de tal calibre que ni siquiera se le hubiera ocurrido al Hitler más inepto.", no estoy en absoluto desdeñando la total respetabilidad de tu planteamiento.

Es que al releerlo me ha parecido que quizá pudieras entenderlo en ese sentido, y no es así. He escrito con mucha rapidez y seguro que con más tiempo lo expondría con más propiedad. Pero bueno, que sepas que respeto profundamente tu hipótesis de trabajo, aunque no la comparto enteramente.

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Mensaje por beltzo » Mié Dic 14, 2005 7:35 pm

Hola José Luis:

Discrepar es para mi base fundamental de un foro, nadie puede pretender ofrecer una opinión y pensar que todo el mundo vaya a verlo de la misma forma, añado además que en el intercambio de opiniones se pueden aprender muchas cosas y que mis posteos van dirigidos siempre con la idea de dar a conocer pero también de aprender, por todo ello en cierta manera me alegra tu discrepancia.

No he leido leído “Operation Weseruebung: A necessary Evil? An Operational Art Análisis” del mayor John D. Lloyd, mis conocimientos de inglés no dan para tanto, en ese idioma leo pocas cosas y siempre a traves de la red. Sin embargo mis dudas surgieron a través del link que da Hartmann que también es en ingles, por curiosidad me fui al apartado "The Campaign in Retrospect" http://www.ibiblio.org/hyperwar/UN/UK/U ... ay-15.html , casi al principio (afortunadamente para mi porque leí poco más) aparece el siguiente texto:
The time taken to reopen the bitterly contested iron-ore route proved, however, to be nearer six months than the twelve on which we had calculated. The first shipment was in January 1941 and, according to the Swedish iron company's records, altogether some 600,000 tons of ore left Narvik for Germany that year, rising to a rate of 1,800,000 tons per annum in the early months of 1943, after which exports fell off again until the end of the war.
Y esto me puso tras la pista porque en tu post das el siguiente dato (para que veas que si lo he leido y no una sino varias veces) :D
"Alemania importaba en 1939 de seis a nueve millones (según que fuentes) de toneladas de Suecia, de los veintidós millones totales importados".
Con estos datos me pregunté ¿por qué, en el mejor de los casos en 1941 solo importan de Suecia 10 veces menos cantidad de mineral de hierro?, hasta que recordé haber leido en algún lugar que uno de los motivos ocultos de la guerra franco-prusiana de 1870 habían sido las minas de hierro de Lorena.

Con esto no me hacia falta saber mucho más, no necesitaban el hierro sueco, las bases submarinas y navales evidentemente estarían mejor situadas también en Francia ¡y estas habían sido las principales razones para la operación Wesserübung!

Tras todas la vueltas que le dí para llegar a esa conclusión resulta que leyendo "La guerra que había que ganar" de Williamson Murray y Allan R. Millet, resulta que exponen idéntica idea (la de tiempo que me hubiera ahorrado de haberlo leido antes, aunque me sirvió para recopilar varios datos) y creó que son aún mas críticos que yo en este asunto. Y es que nada más empezar a leerlo me topé con una afirmación insostenible desde cualquier punto de vista lo que hizo que lo dejase en cuarentena, (aunque ojeándolo ampliamente) hasta que hace 4 días lo retomé, no sin antes leer numerosas críticas del libro e informarme mejor sobre los autores aún a pesar de que en el caso de Murray lo conocía por numerosas referencias y de hecho el libro en sí lo había visto varias veces referenciado en artículos (su titulo en inglés es "a war to be won"). Tal afirmación para los que tengan el libro reza así:
"En términos estratégicos Alemania había ganado la Gran Guerra".
No me extiendo mas sobre ello porque no tiene nada que ver con el topic, solo diré que eso me hizo pensarme 2 veces su lectura.

Finalmente te diré que el éxito de la operación nunca lo he puesto en duda, pero teniendo en cuenta lo que los alemanes podían saber en aquella época sigo creyendo que la invasión de Noruega en 1940 no tenía una importancia estratégica tan vital como para arriesgar tanto en ella, me estoy refiriendo a la Kriegsmarine, y me da la impresión de que Raeder no supo ver que Alemania ya no tenía la gran flota que había tenido en la anterior guerra por lo que los puertos noruegos le eran de poca utilidad. Y rizando más el rizo podría llegar a pensar sino hubiese sido mejor para los alemanes que los anglofranceses ocuparan Noruega, teniendo en cuenta lo que pensarían de una agresión a un país neutral las opiniones públicas tanto británica como norteamericana. A pesar de ello si creó que el discurrir de la guerra lo compensó, pero esto no fue asi hasta casi un año y medio más tarde y tampoco sabemos si la resolución británica de resistir hubiese sido tan firme de no haber mediado el descalabro de la Kriegsmarine en Noruega.

Saludos
"Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero sino, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío". Albert Einstein

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José Luis
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Mensaje por José Luis » Jue Dic 15, 2005 1:35 am

¡Hola de nuevo, Beltzo!

Bienvenido sea el debate en estos términos.

Citas: [Con esto no me hacia falta saber mucho más, no necesitaban el hierro sueco, las bases submarinas y navales evidentemente estarían mejor situadas también en Francia ¡y estas habían sido las principales razones para la operación Wesserübung!]

No. Ho habían sido esas las razones principales para planificar y ejecutar Wesserübung. La razón fundamental consistía en privar a los británicos de hacerse con Noruega como plataforma para:

a) Interrumpir la principal vía marítima de suministro alemán,
b) Controlar el Mar del Norte
c) Controlar el Báltico
d) Amenazar vía aérea la zona norte de Alemania

En una palabra, dejar que los británicos se hicieran con Noruega y sus puertos era igual que dejar el dominio del mar en esas zonas a la Royal Navy, y el dominio (amenaza) aéreo de la Alemania septentrional a la Royal Air Force.

Una mirada simple al mapa de nuestro interés enciende la imaginación más sosegada sobre lo que supondría una Noruega bajo control británico:

Imagen

Si los alemanes tuviesen asegurado el respeto aliado (británico y francés) por la neutralidad Noruega, ¡bingo! Ese era el sueño de Raeder, que no era partidario de iniciar una campaña por Noruega, siempre y cuando todo el mundo respetase su neutralidad. Pero ante la evidencia de que los aliados se harían con el control, al menos parcial, de una zona de Noruega (Narvik), la consideración estratégica cambiaba absolutamente. No es que fuera entonces necesaria una campaña para que Alemania se hiciera con Noruega, es que era una absoluta necesidad.

Ten en cuenta que cuando Hitler planifica la campaña del Oeste, su estrategia es más política que militar. Necesita el éxito militar, por supuesto, pero lo necesita para conseguir el objetivo político, que no es otro que doblegar la voluntad franco-británica para continuar la guerra. Si en una campaña audaz, piensa, asesta un duro golpe a los ejércitos aliados, entonces está abonado el terreno político para conseguir un armisticio y poner fin a la guerra. Ésta es la única estrategia que tiene Hitler en la primavera de 1940 (y es el mayor de todos sus errores, a mi juicio), y aún así toda la campaña es un movimiento muy arriesgado.

Pero antes de emprender ese movimiento, tan audaz y tan arriesgado, es necesario, por fuerza, asegurarse el flanco más débil y peligroso: Noruega. No puede, bajo ninguna de las maneras, iniciar la campaña contra Francia, sin antes asegurarse el control de los países escandinavos. Ese movimiento es completamente independiente de cómo se desarrolle la campaña posterior. Es una condición sine qua non. El éxito de la campaña militar contra Francia no está asegurado de antemano, por lo que sería un completo suicidio comenzarla sin eliminar previamente esa amenaza.

Hitler cree –en el fondo está convencido- que un éxito de su campaña militar contra Francia será suficiente para poner fin a las hostilidades. Toda su estrategia se viene abajo cuando Gran Bretaña no acepta sus ofertas de paz, tras sí hacerlo, en cambio, Francia. El control de Noruega, que era una necesidad ineludible antes de comenzar esa campaña, adquiere ahora toda su relevancia cuando la guerra no cesa con el armisticio francés, sino que continúa con la tenacidad británica. Noruega era una carta esencial de la baraja con que Hitler debería jugar su estrategia en el verano de 1940. Pero, como sabemos, dio al traste con toda la baraja cuando, dejando con vida a Gran Bretaña, se volvió hacia la Unión Soviética.

Podemos evaluar los costos materiales que supuso la operación Wesserübung para los alemanes. Pero, aun con mayores costos materiales, la operación, tal como se desarrollaron los acontecimientos político-militares en marzo-abril de 1940, era absolutamente necesaria. Y no, fundamentalmente, por el mineral sueco.

Saludos cordiales
José Luis
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

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