La "Falsa Guerra": Apuntes y fotografías.
Publicado: Lun Ago 06, 2012 10:01 am
Tras la rápida y sangrienta conquista de Polonia en septiembre de 1939, Alemania se volvió contra los ejércitos británico y francés, emplazados a lo largo de la frontera del Reich con Francia.Allí, a ambos lados, los hombres se encontraron enfrentados a una extraña pero grata paradoja: la Guerra, aunque declarada, no tenía efecto. Ningún tanque embestía las elaboradas defensas de la Línea Maginot; ningún proyectil volaba hacia la Línea Sigfrido, al otro lado del Rhin, ningún avión zumbaba en el cielo.En efecto, prácticamente no se disparó ni una bala en el Frente Occidental durante todo el invierno de 1939 a 1940.
Ambos lados hicieron cuanto pudieron para adaptarse a esta parodia de guerra. En Gran Bretaña, la aristocracia terrateniente, ansiosa por hacer un gesto de compromiso, hizo lugar en sus casas para camas de hospital y secciones del Ministerio de la Guerra.Los habitantes de las ciudades avanzaban a tientes en medio de los apagones, que suscitaban leves quejas de las esposas británicas, incapaces de ir a comprar la comida a sus esposos en la oscuridad; las mujeres francesas y alemanas manifestaban su temor a los violadores.
Para los hombres, el cambio a menudo significaba una nueva vida en los cuarteles militares; esposos e hijos, sirvientes y empleados marchaban para unirse a las fuerzas armadas.La llamada a filas llevó a miles de franceses y británicos a los helados puestos de la frontera francesa.Los soldados alemanes, ya movilizados y fogueados en Polonia, se alineaban al otro lado del Rhin.Ambos lados se mantenían a la espera de órdenes de ataque que nunca llegaban.
Mientras tanto, la guerra generaba un dilubio de palabras.Los alemanes montaron una campaña propagandística que explotaba el disgusto de los soldados franceses por tener que abandonar el hogar y la familia.Las octavillas y los altavoces les decían que, mientras que los británicos sólo enviaban máquinas, a los franceses se les pedía que dieran la vida.
Las tropas, aburridas, aguantaban una rutina militar que iba desde la instrucción en formación cerrada hasta la inspección de uñas, y se entretenían como podían.Los oficiales británicos se mantenían en forma con caminatas tempranas.Los soldados franceses criaban conejos y tiritaban con el frío excepcionalmente intenso del invierno.
Nunca antes había habido una guerra similar.Los franceses la llamaron "drôle de guerre" o "guerra boba"; Neville Chamberlain la llamó "a twilight war" o " guerra crepuscular", y los americanos pronto la bautizaron como "the phony war" o "guerra falsa".
Las tropas británicas, acicaladas y compuestas, se escandalizaban por la dejadez, incluso el total desaliño, de las tropas francesas con las que se topaban.el general Alan Brooke, comandante del II Cuerpo de la Fuerza Expedicionaria Británica (FEB), fue invitado a una ceremonia militar por el general André-Georges Corap, comandante del Noveno Ejército francés."Rara vez", escribió Brooke,"he visto algo tan impresentable.Hombres sin afeitar, caballos descuidados, uniformes y talabarterías que no correspondían, vehículos sucios, y una total falta de orgullo de´sí mismos y de sus unidades.Lo que más me desconcertó {...} fue la mirada de los hombres, miradas disgustadas e insubordinadas".
En ocasiones más o menos propicias, los comandantes Aliados se reunían en torno de pantagruélicas comidas,como, por ejemplo, la que aparece registrada en la entrada del 31 de octubre de 1939 del diario del general Brooke:"Ostras, langostas, pollo, pâté de foei gras, faisán, queso y frutas, café, licores, etc." o en la del 2 de noviembre:"!Otra vez una comida pesada, con entremeses, trucha, pato y champiñones, queso, helados, frutas, café y licores!Espero que sea la última de estas cenas; interfieren con mi trabajo y mi hígado."
Mientras, en Gran Bretaña circulaban, entre otros, estos rumores:
- Que la FEB estaba a punto de retirarse de Francia "porque la guerra había terminado".
- Que Hitler había importado 30.000 gorilas del Brasil para entrenarlos para que atacasen de inmediato la Línea Maginot.
- Que el gobierno estaba adulterando la margarina con grasa de gato y permitiendo que los restaurantes pusiesen carne de gato en el pastel de carne y riñones, un plato típico inglés.
- Que se estaba pactando un acuerdo de paz para que Gran Bretaña, Francia y Alemania atacasen a la Unión Soviética.
- Que los soviéticos tenían un dispositivo en sus paracaidas que podía propulsar hacia arriba a un paracaidista o piloto derribado si no le gustaba el lugar en el que estaba a punto de caer.
- Que el primer gran ataque aéreo alemán contra Gran Bretaña estaba previsto para la próxima semana, probablemente el martes.
Fuente:"La Segunda Guerra Mundial" Vol.5, Ed. Time Life Folio,1995. Pag: 58 a 61 y 66.
Gordon Waterfield-Periodista britanico en Francia:
La guerra fantasma hizo mucho daño a los soldados franceses, la Línea Maginot hizo mucho daño; la idea general era que se trataba de una fortaleza inexpugnable y de que lo único que teníamos que hacer era sentarnos, esperar a que los alemanes llegaran y abatirlos a tiros. Yo visité la Línea Maginot y quedé horrorizado por el efecto que debería haber tenido en la tropa. La visité cerca de Estrasburgo y los alemanes estaban al otro lado del Rhin, construyendo defensas. Le dije a un coronel (El coronel estaba muy orgulloso de sus defensas), le dije:"Magnífico hormigón este, muy buen hormigón", y le pregunté:"¿ Tienen este hormigón en el otro lado?", "Oh, no, por supuesto que no"."¿Se le ha ocurrido atacar al otro bando y destruir su hormigón?""No,no,no sería una buena idea."Entonces me quedé en un puesto de observación del Rhin y ví a los alemanes lavando ropa y jugando al fútbol, y le dije al centinela:"¿Por qué no les dispara, por qué no les dispara?"."No-dijo-, se están portando bien, ellos no nos disparan, ¿ por qué vamos a dispararles?" Todo esto estaba muy bien;probablemente, si yo hubiera sido centinela, tampoco habría querido crear problemas.Pero los generales deberían haber lanzado al ataque a sus hombres, para mantener alta su moral y comprobar la fuerza de los alemanes, la resistencia de sus fortificaciones.Pero no se hizo.
Capitán André Beaufre-Estado Mayor francés:
Fue un periodo de decadencia, de gran decadencia, causada probablemente por el derroche de esfuerzo de la primera guerra mundial.En términos generales, creo que sufríamos una enfermedad que no era exclusiva de los franceses: haber ganado una guerra y creer que teníamos razón y éramos muy inteligentes.
Fuente de los dos párrafos: "Un Mundo en Guerra", de Richard Holmes.Ed. Memoria Crítica, 2008.Pag. 94 y 96.
En Berlín, durante un apagón, una "escolta voluntaria" aprovecha la ocasión para acompañar a una señorita
En Gran Bretaña, Lady Juliet Duff posa junto a una ventana tapada y al lado de su mayordomo y su chófer, ambos en el éjercito.
Frente a la Línea Maginot, cerca de Estrasburgo, una banda alemana toca piezas francesas.
Soldado alemán instalando un altavoz para emitir música y propaganda a los aburridos franceses.
Un soldado alemán lanza globos con octavillas, con insinuaciones de esposas desamparadas y novias infieles... todo para hundir más la moral de los enemigos.
Una pancarta en el lado alemán dice "El pueblo alemán no atacará al pueblo francés, si los franceses no atacan a los alemanes", más propaganda para mantener el frente inactivo.
Para mantener una estricta rutina, un oficial médico francés inspecciona las uñas de unos cocineros recién reclutados
A muchos metros de profundidad, dentro de la Línea Maginot, soldados franceses toman un baño de luz ultravioleta.
Un relajado soldado francés en su puesto de vigilancia con su ametralladora.
Fuente de todas las fotos: "La Segunda Guerra Mundial" Vol.5, Ed. Time Life Folio, 1995.Pag: 55, 66, 67,70, 71 y 73.
Imágenes subidas con:http://imageshack.us/
Ambos lados hicieron cuanto pudieron para adaptarse a esta parodia de guerra. En Gran Bretaña, la aristocracia terrateniente, ansiosa por hacer un gesto de compromiso, hizo lugar en sus casas para camas de hospital y secciones del Ministerio de la Guerra.Los habitantes de las ciudades avanzaban a tientes en medio de los apagones, que suscitaban leves quejas de las esposas británicas, incapaces de ir a comprar la comida a sus esposos en la oscuridad; las mujeres francesas y alemanas manifestaban su temor a los violadores.
Para los hombres, el cambio a menudo significaba una nueva vida en los cuarteles militares; esposos e hijos, sirvientes y empleados marchaban para unirse a las fuerzas armadas.La llamada a filas llevó a miles de franceses y británicos a los helados puestos de la frontera francesa.Los soldados alemanes, ya movilizados y fogueados en Polonia, se alineaban al otro lado del Rhin.Ambos lados se mantenían a la espera de órdenes de ataque que nunca llegaban.
Mientras tanto, la guerra generaba un dilubio de palabras.Los alemanes montaron una campaña propagandística que explotaba el disgusto de los soldados franceses por tener que abandonar el hogar y la familia.Las octavillas y los altavoces les decían que, mientras que los británicos sólo enviaban máquinas, a los franceses se les pedía que dieran la vida.
Las tropas, aburridas, aguantaban una rutina militar que iba desde la instrucción en formación cerrada hasta la inspección de uñas, y se entretenían como podían.Los oficiales británicos se mantenían en forma con caminatas tempranas.Los soldados franceses criaban conejos y tiritaban con el frío excepcionalmente intenso del invierno.
Nunca antes había habido una guerra similar.Los franceses la llamaron "drôle de guerre" o "guerra boba"; Neville Chamberlain la llamó "a twilight war" o " guerra crepuscular", y los americanos pronto la bautizaron como "the phony war" o "guerra falsa".
Las tropas británicas, acicaladas y compuestas, se escandalizaban por la dejadez, incluso el total desaliño, de las tropas francesas con las que se topaban.el general Alan Brooke, comandante del II Cuerpo de la Fuerza Expedicionaria Británica (FEB), fue invitado a una ceremonia militar por el general André-Georges Corap, comandante del Noveno Ejército francés."Rara vez", escribió Brooke,"he visto algo tan impresentable.Hombres sin afeitar, caballos descuidados, uniformes y talabarterías que no correspondían, vehículos sucios, y una total falta de orgullo de´sí mismos y de sus unidades.Lo que más me desconcertó {...} fue la mirada de los hombres, miradas disgustadas e insubordinadas".
En ocasiones más o menos propicias, los comandantes Aliados se reunían en torno de pantagruélicas comidas,como, por ejemplo, la que aparece registrada en la entrada del 31 de octubre de 1939 del diario del general Brooke:"Ostras, langostas, pollo, pâté de foei gras, faisán, queso y frutas, café, licores, etc." o en la del 2 de noviembre:"!Otra vez una comida pesada, con entremeses, trucha, pato y champiñones, queso, helados, frutas, café y licores!Espero que sea la última de estas cenas; interfieren con mi trabajo y mi hígado."
Mientras, en Gran Bretaña circulaban, entre otros, estos rumores:
- Que la FEB estaba a punto de retirarse de Francia "porque la guerra había terminado".
- Que Hitler había importado 30.000 gorilas del Brasil para entrenarlos para que atacasen de inmediato la Línea Maginot.
- Que el gobierno estaba adulterando la margarina con grasa de gato y permitiendo que los restaurantes pusiesen carne de gato en el pastel de carne y riñones, un plato típico inglés.
- Que se estaba pactando un acuerdo de paz para que Gran Bretaña, Francia y Alemania atacasen a la Unión Soviética.
- Que los soviéticos tenían un dispositivo en sus paracaidas que podía propulsar hacia arriba a un paracaidista o piloto derribado si no le gustaba el lugar en el que estaba a punto de caer.
- Que el primer gran ataque aéreo alemán contra Gran Bretaña estaba previsto para la próxima semana, probablemente el martes.
Fuente:"La Segunda Guerra Mundial" Vol.5, Ed. Time Life Folio,1995. Pag: 58 a 61 y 66.
Gordon Waterfield-Periodista britanico en Francia:
La guerra fantasma hizo mucho daño a los soldados franceses, la Línea Maginot hizo mucho daño; la idea general era que se trataba de una fortaleza inexpugnable y de que lo único que teníamos que hacer era sentarnos, esperar a que los alemanes llegaran y abatirlos a tiros. Yo visité la Línea Maginot y quedé horrorizado por el efecto que debería haber tenido en la tropa. La visité cerca de Estrasburgo y los alemanes estaban al otro lado del Rhin, construyendo defensas. Le dije a un coronel (El coronel estaba muy orgulloso de sus defensas), le dije:"Magnífico hormigón este, muy buen hormigón", y le pregunté:"¿ Tienen este hormigón en el otro lado?", "Oh, no, por supuesto que no"."¿Se le ha ocurrido atacar al otro bando y destruir su hormigón?""No,no,no sería una buena idea."Entonces me quedé en un puesto de observación del Rhin y ví a los alemanes lavando ropa y jugando al fútbol, y le dije al centinela:"¿Por qué no les dispara, por qué no les dispara?"."No-dijo-, se están portando bien, ellos no nos disparan, ¿ por qué vamos a dispararles?" Todo esto estaba muy bien;probablemente, si yo hubiera sido centinela, tampoco habría querido crear problemas.Pero los generales deberían haber lanzado al ataque a sus hombres, para mantener alta su moral y comprobar la fuerza de los alemanes, la resistencia de sus fortificaciones.Pero no se hizo.
Capitán André Beaufre-Estado Mayor francés:
Fue un periodo de decadencia, de gran decadencia, causada probablemente por el derroche de esfuerzo de la primera guerra mundial.En términos generales, creo que sufríamos una enfermedad que no era exclusiva de los franceses: haber ganado una guerra y creer que teníamos razón y éramos muy inteligentes.
Fuente de los dos párrafos: "Un Mundo en Guerra", de Richard Holmes.Ed. Memoria Crítica, 2008.Pag. 94 y 96.
En Berlín, durante un apagón, una "escolta voluntaria" aprovecha la ocasión para acompañar a una señorita
En Gran Bretaña, Lady Juliet Duff posa junto a una ventana tapada y al lado de su mayordomo y su chófer, ambos en el éjercito.
Frente a la Línea Maginot, cerca de Estrasburgo, una banda alemana toca piezas francesas.
Soldado alemán instalando un altavoz para emitir música y propaganda a los aburridos franceses.
Un soldado alemán lanza globos con octavillas, con insinuaciones de esposas desamparadas y novias infieles... todo para hundir más la moral de los enemigos.
Una pancarta en el lado alemán dice "El pueblo alemán no atacará al pueblo francés, si los franceses no atacan a los alemanes", más propaganda para mantener el frente inactivo.
Para mantener una estricta rutina, un oficial médico francés inspecciona las uñas de unos cocineros recién reclutados
A muchos metros de profundidad, dentro de la Línea Maginot, soldados franceses toman un baño de luz ultravioleta.
Un relajado soldado francés en su puesto de vigilancia con su ametralladora.
Fuente de todas las fotos: "La Segunda Guerra Mundial" Vol.5, Ed. Time Life Folio, 1995.Pag: 55, 66, 67,70, 71 y 73.
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