Francia 1944

La guerra en el oeste de Europa

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Francia 1944

Mensaje por TMV » Vie Ago 25, 2006 5:55 pm

Extraído de los relatos del Teniente general Bodo Zimmerman en el libro The Fatal Decisions (Siegfried Westphal)

Bodo Zimmerman, que se retiró del ejército alemán en 1920, fue llevado al Estado Mayor General en 1939.

De 1940 a 1942 fue jefe de Operaciones del comandante en jefe de los ejércitos del Oeste, y del Grupo de Ejércitos D desde 1942 hasta la rendición de Alemania.

En abril de 1944 fue ascendido a Teniente General.

1.- La fanfarronada del muro del Atlántico

Para ocultar la verdadera debilidad de las defensas occidentales alemanas, Hitler ordenó la construcción de fortificaciones a lo largo de la costa, especialmente del Canal de la Mancha, durante el año 1942. Se levantaron enormes estructuras de hormigón, pero fue naturalmente imposible completar estas grandes fortificaciones en todas partes, y mucho más armar ese “Muro del Atlántico”. La costa mediterránea francesa, que las fuerzas alemanas no ocuparon sino en noviembre de 1942, no fue fortificada en forma alguna. Debido a la escasez de suministros, la mayor parte del armamento para el “Muro del Atlántico”, incluso minas y alambradas, fue sacado del viejo “Muro del Oeste”, a lo largo de la frontera franco-alemana.

El Mando Supremo acostumbraba trasladar las fatigas y a menudo diezmadas divisiones del frente oriental al este, con el fin de que pudieran descansar y cubrir sus bajas. Tan pronto como esas divisiones eran reformadas y reequipadas, regresaban a Rusia. Así, nuestro orden de batalla, en el que frecuentemente aparecían numerosas divisiones que no eran sino esqueletos, era engañoso. Y la sangría de tropas aptas para el combate continuaba. Un ejemplo típico de esto lo constituyó la llegada de los rusos.

Por orden del Mando Supremo de las Fuerzas Armadas (O.K.W), veinte de los mejores batallones equipados fueron trasladados del oeste, con su armamento pesado, al frente oriental. Como compensación, se prometieron a Rundstedt 60 batallones de los llamados “voluntarios del Este”, la mayor parte de ellos antiguos prisioneros de guerra rusos, mal entrenados y equipados. ¿De qué podían servir tales tropas contra el tremendo peso de la habilidad técnica del enemigo? ¿Qué razón había para creer que esos “voluntarios” siquiera fingirían luchar contra sus aliados occidentales. Era una verdadera locura.

Durante la primavera de 1943, Rundstedt intentó informar a Hitler de la verdadera situación existente en el oeste. Fue tiempo perdido. La entrevista celebrada en Obersalzberg, de 3 horas de duración, consistió en un monólogo de Hitler durante 2 horas, en el que explicó sus puntos de vista en el frente oriental, seguido de 1 hora para tomar el té, en la que estaba prohibido mencionar asuntos oficiales. Fácilmente puede imaginarse la creciente irritación de Rundstedt, mientras se agitaba, inquieto, en su silla. Cuando pudo hacer, más tarde, ciertamente, fue explicar algunos cáusticos comentarios acerca de su jefe supremo y ordenar la preparación de un detallado informe sobre las defensas costeras en el Oeste, para ser remitido al O.K.W.
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Mensaje por TMV » Vie Ago 25, 2006 5:57 pm

Durante ese año, la interferencia de la RAF y la aviación americana en Francia aumentó en volumen y eficacia, afectando a la Administración alemana, la industria, las construcciones ferroviarias y, finalmente, los propios ferrocarriles. La construcción de defensas a lo largo de la costa del Canal se hacía más y más difícil, labor que no era ciertamente facilitada por los típicos sistemas administrativos que consistían en trasladar millares de trabajadores de la construcción, ocupados en los fuertes costeros, a la edificación de rampas de lanzamiento para loas muy secretar armas V. Esto se hizo sin informar a Rundstedt.

Comprensible fue la ira del mariscal cuando averiguó que le habían quitado sus trabajadores.

Entretanto a finales del verano de 1943 se dictó una orden básica, llamada “Directriz núm. 51 del Führer”, en la que se manifestaba que el teatro occidental de operaciones sería el sector decisivo de defensa. El punto de máximo esfuerzo, o Schwerpunkt, de la defensa alemana, estaría en el Canal. Para apoyar esta política, la mayor parte de la producción de las nuevas armas pesadas, así como las necesarias municiones, serían mandadas a Rundstedt, No contento con esa razonable directriz estratégica, Hitler dio asimismo instrucciones operacionales a su comandante en jefe del Oeste. La mencionada directriz establecía que no debía permitirse que el enemigo asentara el pie en la costa, sino rechazarlo al mar inmediatamente. La costa debía ser sostenida a toda costa, prohibiéndose cualquier retirada.

La contestación de Rundstedt, que llegó a poder del O.K.W en otoño, consistió en el detallado informe que ordenó preparar después de su abortada entrevista con Hitler algún tiempo antes. Su efecto en el cuartel general supremo fue parecido al estallido de una bomba.

El informe decía que la mayor parte de los soldados alemanes en el frente occidental eran demasiado viejos. No era raro encontrar oficiales alemanes con miembros artificiales. Se había formado un batallón con hombres que sufrían enfermedades en el oído. Mas adelante se creó la división 70, integrada por individuos el estado de cuyo estómago requería una dieta especial (esta división luchó más tarde heroicamente en las islas Walcheren, a pesar de que muchos de sus soldados estaban presos de constantes dolores). En cuanto a movilidad, la mayor parte de las unidades en el Oeste no eran lo suficientemente flexible, y en algunos casos carecían totalmente de flexibilidad, y, por tanto, eran de solo limitado valor táctico. Había grave falta de armas pesadas, y especialmente tanques. Las repetidas crisis en el Este anularon las esperanzas de recibir refuerzos, contenidas en la Directriz núm. 51 del Führer. Solo unas pocas divisiones de paracaidistas y carros constituían una excepción de ese desalentador cuadro y podían ser consideradas teóricamente aptas para operar.

No acababan aquí las desventuras. No existía reserva estratégica alguna en el Oeste, aunque tal reserva debía intervenir rápida y efectivamente en el punto de máximo esfuerzo, tan pronto empezara la invasión. La fuerza aérea era tan débil que no podía esperar impedir las operaciones de la RAF y la aviación americana. La Marina consistía en algunas lanchas rápidas y un par de flotillas de torpederos. Debido a la escasa profundidad de sus aguas, los submarinos no podían operar adecuadamente en el Canal.
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Mensaje por TMV » Vie Ago 25, 2006 5:58 pm

Este informe causó gran impresión en Hitler, que nuevamente prometió el envío de refuerzos. En realidad, esos refuerzos llegaron solo en pequeñas cantidades, y algunas veces quedaron totalmente anulados, puesto que la sucesión de crisis en el Este obligaba a su traslado al frente Oriental.

En cuanto a la fuerza aérea, Hitlet prometió que grandes grupos de bombarderos y cazas serían llevados a Francia tan pronto como la invasión empezara. Incluso Hitler debió haber sabido que entonces sería demasiado tarde. Quizás lo sabía; acaso esas “órdenes” no eran sino un ejemplo de sus poderes de autoengaño.

Así transcurrió el año 1943 en Francia, mientras al otro lado del Canal la fuerzas británicas y americanas se preparaban para la gigantesca operación que indudablemente habría de decidir el resultado de la guerra, que Rundstedt creyó tendría lugar durante la primavera del año siguiente.

El comandante en jefe de los ejércitos del Oeste no se hacía ilusiones en cuanto a la violencia del ataque y el enorme virtuosismo técnico con que sería apoyado. Los desembarcos aliados en Sicilia y Salerno habían demostrado de cuán poco sirvieron el heroísmo y espíritu de sacrificio de los soldados de Kesselring contra la superioridad aérea de la artillería naval del enemigo.
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Mensaje por TMV » Vie Ago 25, 2006 6:31 pm

2.- Rommel

A medida que aumentaba el ritmo de los ataques aéreos aliados, el estado mayor del comandante en jefe de los ejércitos del Oeste se sentía preocupado por la seguridad personal del mariscal, aunque él no prestaba atención alguna a la incursiones. Mientras se encontraba ausente de su cuartel general, se construyó un refugio antiaéreo en el jardín de su casa en Saint Germain, siendo hábilmente enmascarado. Pero cuando lo vio, declaró categóricamente que nada le induciría jamás a “poner pie en el interior de semejante cosa”.

A finales de 1943, Hitler ordenó a Romel que inspeccionara las defensas costeras del Oeste, desde Dinamarca a la frontera española. No tenía tropas algunas a su mando, acompañándole únicamente su competente estado mayor. Sin embargo el cuartel general confiaba obtener valiosa ayuda de la iniciativa, experiencia y profundos conocimientos técnicos de Rommel. Además, se esperaba que su presencia en el Oeste sería de gran utilidad como arma propagandística.

En su primera conferencia con Rundstedt esbozó la situación brevemente, hablando de la mala calidad de las tropas, la peligrosa debilidad de la aviación, y la casi total ausencia de unidades de la Marina, haciendo especial hincapié en el principal defecto de la organización defensiva, es decir, la falta de una poderosa reserva central.

Lo veo todo muy negro dijo.

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Mensaje por TMV » Vie Ago 25, 2006 6:32 pm

Durante el invierno el O.K.W decidió dar a Rommel un mando en el Oeste. La intención original de Hitler fue que Rommel mandara una gran fuerza móvil, cuyo objeto sería contraatacar y vencer a las fuerzas de invasión en el primer momento. Sin embargo, no se contaba con formaciones adecuadas.

Con la aprobación de Rundstedt, el mariscal Rommel recibió el mando del Grupo de Ejércitos B, que cubría en frente de invasión. A sus órdenes estaban las divisiones que se encontraban en Holanda, el XV ejército a lo largo del Canal, y el VII en Normandía y Bretaña. Cuando efectuó su visita de inspección, Rommel comprendió que solo el sector del Canal tenía cierta fuerza defensiva. En esos momentos se encontraba en situación de hacer algo más que simples recomendaciones, y se dispuso a trabajar.

Las defensas fueron intensamente reforzadas durante la primavera. A Rommel se debieron dos innovaciones:

1.- La creación de los llamados “Espárragos de Rommel”, que consistían en el planteo de postes en sectores previamente considerados adecuados para el aterrizaje de planeadores.

2.- La siembra de obstáculos submarinos y minas en las playas.


Los obstáculos submarinos obligaron a los aliados a cambiar sus planes, pues desembarcaron con la marea baja en vez de hacerlo con la marea alta. Se esperaba que estarían lo suficientemente preocupados, viéndose obligados a aplazar la invasión, aunque solo fuera durante algunos meses.

El objetivo de Rommel y Rundstedt era ganar tiempo. Con ese fin se intentó ganar al enemigo estableciendo estados mayores, aparentemente cuarteles generales de divisiones y cuerpos acorazados, en distintos lugares de Francia. Esos supuestos cuarteles generales no podían engañar al enemigo durante mucho tiempo. Había demasiados agentes franceses y británicos en Francia para que la triquiñuela tuviera resultado durante más de un mes o dos.

Sin embargo, la energía y decisión de Rommel produjeron magnífico efecto en las tropas. Su moral mejoró grandemente aunque las hacía trabajar tan intensamente que en verano empezaron a aparecer señales de fatiga.

Continuará...
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Mensaje por TMV » Sab Ago 26, 2006 6:17 am

3.- Las defensas costeras de Normandia.

El sector del Canal fue siempre considerado como el más probable punto de desembarco, por se la parte de la Costa más cercana a Inglaterra.
Las defensas costeras de Normandia no contaban, en general, con fuerzas suficientes, porque los sectores asignados a las divisiones eran demasiado grandes.

La Marina era en gran parte responsable de ello. Los servicios de información naval afirmaron que la costa entre el Sena y la península de Contentin no era apropiada para el desembarco de grandes formaciones; debía descartarse la parte occidental de la península como sector de asalto, mientras que el lado oriental se creía estaba adecuadamente cubierto por la poderosa fortaleza Cherburgo. Esta última y tradicional suposición, sostenida hasta que la invasión demostró era errónea, condujo a la estimación excesiva del sector que la fortaleza podía cubrir.

Su frente terrestre era 25 millas demasiado largo, y, cuando llegó el momento, la fortaleza no pudo ser sostenida por su guarnición.
Desde abril de 1944 se acumulaban pruebas de que Normandía podría ser el escenario de la invasión. Sin embargo no fueron nunca concluyentes, y el sector del Canal siguió siendo el principal punto defensivo. No podrían retirarse tropas de allí para defender Normandía.

Sin embargo, Hitler, que compartía el presentimiento acerca de Normandía, ordenó que la 91 división aerotransportada y el VI ejército de paracaidistas fueran estacionados en el sector que podría ser más amenazado por los paracaidistas o tropas transportadas en planeadores.

Incidentalmente, a pesar de su nombre, la división y el regimiento habrían de luchar como infantería corriente.

Seguirá...
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Mensaje por TMV » Mar Ago 29, 2006 11:43 am

4.- Situación aérea en el Oeste

El creciente peso de los ataques aéreos, tanto de día como de noche, puso de manifiesto la relativa impotencia de la Luftwaffe.

Las líneas ferroviarias francesas y belgas, así como las instalaciones de la Luftwaffe, eran sus principales objetivos. Los movimientos de tropas en tren se hicieron cada vez más difíciles, hasta que el refuerzo de la costa hubo de ser hecho casi totalmente por carretera.

Cuando los puentes del Sena y del Loira fueron metódicamente destruidos, incluso el movimiento por carretera se tornó difícil y muy lento. Entretanto las bases de la Luftwaffe fueron trasladadas de la costa hasta las cercanías de París. Las incursiones aéreas cubrían tan grandes sectores que el estudio de las zonas atacadas daba poca indicación acerca del lugar en que se llevaría a cabo la invasión.

Los espaciados reconocimientos aéreos alemanes sobre el sur y sudeste de Inglaterra no aportaban mayores luces. En realidad, el mando alemán nada conocía acerca del punto elegido por los aliados, que podría encontrarse en cualquier parte del Canal o en Normandia. La mayor ventaja con que contaban los aliados era que, en vista de la falta de información adecuada, los alemanes debían estar preparados para la invasión en cualquier punto de esa extensa costa; pero cuando el asalto se produjera, tendria lugar en un sector relativamente pequeño, con concentrada fuerza técnica y con las tropas mejor equipadas y preparadas con que los aliados podían contar. Este reconocimiento ocasionó repetidas alarmas, especialmente en las noches en que el estado del tiempo y la marea hacían posible el desembarco.
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Mensaje por TMV » Vie Sep 01, 2006 3:18 pm

5.- Orden de batalla alemán en Normandia el 5 de junio de 1944.

Tres divisiones sostenían la parte crítica de la costa normanda. De este a oeste eran la 716, 352 y 709 divisiones de infantería. Esta última era asimismo responsable de la defensa de Cherburgo.

Un regimiento de la 243 división de infantería se encontraba en el sector noroeste de Normandia, y sus otros dos, así como la 91 división aerotransportada y el Sexto regimiento de paracaidistas, estaban estacionados cerca de la base de la península de Cotentin, como defensa como desembarcos aéreos. Debido a su formación y a las muy altas mareas en la zona, la costa oeste de la península no era considerada como punto de peligro, siendo guardada por una sola brigada, principalmente ciclistas, llamada XXX brigada móvil.

A petición del comandante en jefe de los ejércitos del oeste, el comandante militar de Francia trasladó el 1.057 regimiento a Normandia. Esta unidad estaba pobremente equipada y tenía pocas armas pesadas.
Las tres divisiones costeras del sector en el que se llevo a cabo el desembarco habían de cubrir zonas de 25 millas de longitud y había relativamente pocos puntos fortificados.

La única reserva inmediata con la que podía contar Rommel, como comandante del Grupo de ejércitos B, era la 21 división acorazada, en el sector al este del Orne. La masa de esa división estaba concentrada en la zona de Caen, aunque parte de su infantería acorazada había sido trasladada más cerca de la costa, como medida de seguridad.
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Mensaje por TMV » Sab Sep 02, 2006 2:31 am

6.- El tiempo y la marea.

Las mareas el tiempo y el viento eran fuentes de constante preocupación para el ejército alemán. Se adoptó el sistema de alertar a las tropas que guarnecían el punto en que esos tres elementos parecieron favorecer un desembarco durante las primeras horas del día. El número total de alertas de madrugada que se dieron es realmente astronómico. La tensión a que estaban sometidas las tropas, que construían defensas apresuradamente y se entrenaban sin descanso, era considerable, y quizás incluso excesiva.

Durante los días 4 y 5 de junio la situación del tiempo fue considerada no adecuada para un desembarco en la costa de Normandia, opinión por los expertos navales.

El Coronel-General Dollmann, comandante del Séptimo ejército, que moriría de un ataque al corazón durante el ataque de Normandia, ordenó el cese temporal de las “alertas”, llamando a sus oficiales superiores a Rennes el día 5, par aun ejercicio de mapas.

El día 5, la velocidad del viento en Normandia Oriental era de Fuerza 5, dirección Estesudeste. La Fuerza del mar estaba entre 4 y 5 (marejada y picada).

Las embarcaciones alemanas que intentaron hacerse a la mar par ala colocación de minas se vieron obligadas a regresar a puerto, cuando las condiciones tormentosas amenazaron con hacerlas zozobrar, debido a su pesada carga. La luna estaba casi llena.

Por tanto, a pesar de que la marea baja en Normandia oriental debía producirse entre las 5.00 y las 6.00 horas del día 6, no parecía existir posibilidad de un inmediato ataque en ese sector de la costa.
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Mensaje por TMV » Sab Sep 02, 2006 2:49 am

7.- Primer indicio de la invasión

Alrededor de las 21.15 horas del 5 de junio, el jefe de información del Estado Mayor del comandante en jefe de los ejércitos del Oeste estaba presa de gran agitación, debido a que el personal a sus órdenes acababa de descifrar un mensaje británico radiado. Los aliados acostumbraban a comunicar por radio con sus numerosos agentes del oeste, y no era infrecuente que los expertos alemanes lograran descifrar las aparentemente inofensivas transmisiones.

Esta era, sin embargo, de muy diferente naturaleza, pues ordenaba la movilización total de la resistencia francesa para la noche siguiente.
Sólo podía significar una cosa: la invasión se produciría de un momento a otro.

Los alemanes habían tomado detalladas disposiciones, que fueron inmediata y automáticamente puestas en práctica. Rundstedt y su jefe de estado mayor fueron informados, como asimismo el cuartel general de Rommel. El mariscal regresaba de Obersalzberg, adonde se había trasladado para entrevistarse con Hitler, y no se le esperaba antes de la tarde siguiente. Se dieron órdenes para una alerta general, aunque no se pudo comunicar personalmente con muchos oficiales superiores del Séptimo ejército, puesto que se encontraban regresando a de Rennes a sus respectivas unidades. Se comunicó al cuartel general supremo en Alemania el texto del mensaje descifrado, así como las medidas tomadas.

Todo se hizo rápidamente. No sucedió nada durante unas horas. Alrededor de las dos de la madrugada el ejército alemán ubicado en Normandia se disponía a creer que se trataba solo de una falsa alarma, cuando el Grupo de ejércitos B, comunicó haberse producido lanzamiento de paracaidistas en Normandia poco después de la medianoche.

Esos paracaidistas estaban apoyados por tropas transportadas en planeadores. Era evidente que se estaban produciendo 3 desembarcos en gran escala, 2 en la península de Cotentin, al noroeste y oeste de Comentan, y el tercero al este de Orne.

El Grupo de ejércitos B informó que se estaban tomando las medidas necesarias, y que la lucha era muy fuerte. Incidentalmente, aunque el Grupo de ejércitos B no lo sabía en aquellos momentos, el confiado comandante de la 91 división aerotransportada, que regresaba de Rennes, penetró en una de las zonas de desembarco aéreo y fue matado instantáneamente.

Durante el transcurso de la noche se pudieron identificar las tropas aliadas (divisiones aerotransportadas americanas 82 y 101, y la Sexta británica.
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Mensaje por TMV » Sab Sep 02, 2006 2:49 am

7.- Primer indicio de la invasión

Alrededor de las 21.15 horas del 5 de junio, el jefe de información del Estado Mayor del comandante en jefe de los ejércitos del Oeste estaba presa de gran agitación, debido a que el personal a sus órdenes acababa de descifrar un mensaje británico radiado. Los aliados acostumbraban a comunicar por radio con sus numerosos agentes del oeste, y no era infrecuente que los expertos alemanes lograran descifrar las aparentemente inofensivas transmisiones.

Esta era, sin embargo, de muy diferente naturaleza, pues ordenaba la movilización total de la resistencia francesa para la noche siguiente.
Sólo podía significar una cosa: la invasión se produciría de un momento a otro.

Los alemanes habían tomado detalladas disposiciones, que fueron inmediata y automáticamente puestas en práctica. Rundstedt y su jefe de estado mayor fueron informados, como asimismo el cuartel general de Rommel. El mariscal regresaba de Obersalzberg, adonde se había trasladado para entrevistarse con Hitler, y no se le esperaba antes de la tarde siguiente. Se dieron órdenes para una alerta general, aunque no se pudo comunicar personalmente con muchos oficiales superiores del Séptimo ejército, puesto que se encontraban regresando a de Rennes a sus respectivas unidades. Se comunicó al cuartel general supremo en Alemania el texto del mensaje descifrado, así como las medidas tomadas.
Todo se hizo rápidamente. No sucedió nada durante unas horas.

Alrededor de las dos de la madrugada el ejército alemán ubicado en Normandia se disponía a creer que se trataba solo de una falsa alarma, cuando el Grupo de ejércitos B, comunicó haberse producido lanzamiento de paracaidistas en Normandia poco después de la medianoche.

Esos paracaidistas estaban apoyados por tropas transportadas en planeadores. Era evidente que se estaban produciendo 3 desembarcos en gran escala, 2 en la península de Cotentin, al noroeste y oeste de Comentan, y el tercero al este de Orne.

El Grupo de ejércitos B informó que se estaban tomando las medidas necesarias, y que la lucha era muy fuerte. Incidentalmente, aunque el Grupo de ejércitos B no lo sabía en aquellos momentos, el confiado comandante de la 91 división aerotransportada, que regresaba de Rennes, penetró en una de las zonas de desembarco aéreo y fue matado instantáneamente.

Durante el transcurso de la noche se pudieron identificar las tropas aliadas (divisiones aerotransportadas americanas 82 y 101, y la Sexta británica.
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Mensaje por TMV » Sab Sep 02, 2006 3:07 am

8.- Primera reacción de Rundstedt

Aunque en aquellos momentos era imposible saber si los aliados intentaban atacar en otros sectores, sus divisiones atacantes habían de ser apoyadas mediante desembarcos navales (era obvio), puesto que, de lo contrario, esas tropas de elite paracaidistas y aerotransportadas serían inevitablemente aniquiladas.

Se debían esperar desembarcos navales a primera hora del día. Por las zonas donde se produjeron las invasiones aéreas, el asalto seguramente se produciría entre el Orne y St. Vaast la Hogue.

No podía saberse en aquellos momentos si aquella era la operación principal o sólo el preliminar de otro desembarco a lo largo de la costa. Sin embargo, Rundstedt opinaba que si los aliados lograban establecer una cabeza de playa firme, harían de ella un punto de máximo esfuerzo. Era, por lo tanto, necesario que las tropas de invasión aliadas fueran derrotadas mientras aún podía hacerse.

En el oeste había dos divisiones acorazadas que técnicamente estaban bajo el mando del cuartel general supremo, y no del comandante en jefe de los ejércitos del Oeste, oficialmente llamadas reserva del O. K. W. Se trataba de la XII división acorazada SS Hitlerjugend, en Francia occidental, y la división acorazada Lehr, estacionada al sudoeste de París.

Sin esperar la aprobación de la O. K. W., Rundstedt puso esas 2 divisiones a las órdenes del Grupo de ejércitos B, ordenando que se dirigieran a Caen. Asimismo activo el Cuartel General llamado Grupo acorazado del Oeste, mandado por el general Geyr von Schweppenburg, que debía librar la batalla de carros que los alemanes esperaban produjera la expulsión de las fuerzas americanas y británicas del continente tan pronto como hubieran desembarcado.

El plan, que consistía en asestar un fuerte golpe con todas las fuerzas alemanas, nunca se llevó a cabo. Las unidades se retrasaron en el camino, especialmente debido a los bombardeos, y cuando por fin llegaron al campo de batalla hubieron de entrar en acción por separado.
Un factor decisivo en el fracaso del plan de Rundstedt fue la interferencia del O. K. W.
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Mensaje por TMV » Sab Sep 02, 2006 2:34 pm

9.- Primeras horas

Aproximadamente a las 6 de la mañana del 6 de junio, el comandante en jefe de los ejércitos del oeste recibió 2 mensajes muy importantes:

- El primero llegaba del frente. Bajo gran protección de artillería y aérea, grandes fuerzas aliadas intentaban desembarcar entre las desembocaduras de los ríos Orne y Vire, y también más hacia el norte, en la base de la península de Cotentin.

- El segundo, recibido unos minutos más tarde, era del O. K. W. En términos violentos, Rundstedt era amonestado por las órdenes dadas a las 2 divisiones acorazadas que, como se había informado, no debían haber sido movidas sin el previo consentimiento del O. K. W.

“No se decirse puede aún con seguridad el lugar en que se producirá la invasión principal, y, además, nada se ha decidido todavía”.

A pesar de la insistencia de Rundstedt de que el desembarco tenía ya lugar. El O. K. W, insistió en sus puntos de vista. A consecuencia las 2 divisiones acorazadas fueron detenidas.

Durante la mañana y primera hora de la tarde diversos mandos superiores, entre ellos Blumentritt y Rundstedt, telefonearon repetidamente al O. K. W, para averiguar cual era la decisión de Hitler acerca de esas 2 divisiones. Al parecer Hitler estaba durmiendo y nadie osaba despertarle. Sólo después de su acostumbrada conferencia, entre las 3 y las 4 de la tarde, Hitler decidió autorizar la entrada en acción de las divisiones, las cuales reanudaron de inmediato la marcha.

Ya era demasiado tarde. Durante la mañana, a las 11.00 horas, Normandia estaba cubierta por una sombría niebla, que hubiera ofrecido a las divisiones cierta protección contra los ataques aéreos y ayudando a su rápido movimiento. La niebla desapareció y todo el camino que habían de recorrer las 2 divisiones era intensamente patrullado por la aviación aliada. De día no se podía transitar entre Paris y Normandia.

Al mediodía del 6 de junio se vio claramente que los aliados, haciendo pleno uso de su superioridad técnica, había logrado llevar a cabo pequeños desembarcos (con la marea baja a causa de los obstáculos submarinos), al norte de Caen, en el sector de Bayeux y en las cercanías del estuario del río Vire. Más al norte en el sector de St. Mère Eglise, se llevaban a cabo otros asaltos, que no habían logrado aún asentarse firmemente en la costa.

La lucha contra las tropas aerotransportadas que aterrizaron en la península de Cotentin era favorable a los alemanes; en particular, los elementos de la 82 división aerotransportada americana eran atacados concéntricamente por las tropas de reserva alemanas, encontrándose en peligro. El gran número de bajas sufrido por ambos lados, demostraba la violencia de la lucha. Más tarde se supo que los fuertes vientos llevaron parte de la 82 división más al interior de lo previsto, separándolos del grueso de la unidad, que aterrizó más cerca de la costa oriental.

La Sexta división aerotransportada británica, al este del Orne, estaba relativamente quieta.

La 21 división acorazada, que era la reserva móvil de Rommel, debió haber atacado allí de inmediato, por iniciativa propia, pero prefirió esperar hasta recibir órdenes. Cuando la división recibió órdenes de entrar en acción, el Séptimo ejército prefirió utilizarla para limpiar la cabeza de playa al norte de Caen y aliviar los puntos fuertes alemanes cercanos en ese sector, en lugar de atacar a los británicos.

La división acorazada debió cruzar el Orne, operación que le llevó algún tiempo. A últimas horas de la tarde, atacó la cabeza de playa, llegando sus vanguardias a la costa, aliviando varios puntos fuertes de los alemanes. En aquellos momentos nuevas fuerzas británicas aerotransportadas aterrizaros detrás de la división acorazada, que se replegó.

El resultado neto de los combates del día fue:

Los aliados establecieron cabezas de playa iniciales, las cuales fueron rápida y constantemente reforzadas. Lograron romper la costra de las defensas costeras alemanas. Una gran flota llegó a la zona, de la que salieron innumerables barcazas de desembarco (repletas de soldados, tanques, cañones y municiones) que alcanzaron la costa.

Las tropas de defensa alemanas estaban clavadas en el terreno debido a las granadas de los cañones navales y bombas de la aviación, sin poder casi observar lo que ante ellas estaba sucediendo.

La batalla contra las dos divisiones aerotransportadas americanas estaba indecisa. Los aleados luchaban duramente, avanzando hacia la retaguardia de las fuerzas costeras alemanas al norte del Vire. Si lograban abrirse paso hasta la playa, el asalto sería coronado, pudiendo entonces recibir refuerzos.
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Mensaje por José Luis » Sab Sep 02, 2006 3:43 pm

¡Buenos días a todos!
TMV escribió:7.- Primer indicio de la invasión
Todo se hizo rápidamente. No sucedió nada durante unas horas. Alrededor de las dos de la madrugada el ejército alemán ubicado en Normandia se disponía a creer que se trataba solo de una falsa alarma, cuando el Grupo de ejércitos B, comunicó haberse producido lanzamiento de paracaidistas en Normandia poco después de la medianoche.

Esos paracaidistas estaban apoyados por tropas transportadas en planeadores. Era evidente que se estaban produciendo 3 desembarcos en gran escala, 2 en la península de Cotentin, al noroeste y oeste de Comentan, y el tercero al este de Orne.

El Grupo de ejércitos B informó que se estaban tomando las medidas necesarias, y que la lucha era muy fuerte. Incidentalmente, aunque el Grupo de ejércitos B no lo sabía en aquellos momentos, el confiado comandante de la 91 división aerotransportada, que regresaba de Rennes, penetró en una de las zonas de desembarco aéreo y fue matado instantáneamente.
EstimadoTMV,

No olvides que el autor del relato que estás introduciendo estaba metido en la conspiración para asesinar a Hitler. El alcance de su cuenta sobre "el primer indicio de la invasión" es muy débil, y es que en mi opiniómn Bodo tenía buenas razones para no profundizar en las horas cruciales del 5-6 de junio de 1944.

http://wwwsegundaguerr.superforos.com/v ... php?t=1155

Saludos cordiales
José Luis
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Mensaje por TMV » Sab Sep 02, 2006 4:09 pm

Hola Jose Luís

Lo se amigo, estaba preparando un pequeño post el número (10) titulado "La historia a 1/4" y con el cual finalizaba la serie y en el cual tenía previsto incluir la URL de tu trabajo (por cierto muy bueno) junto con diversas personas implicadas.

Gracias sinceras por tu colaboración.

Un aludo
Kühnheit, Kühnheit, immer Kühnheit...
http://www.callejondelpau.es

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