Operación Aquatint

La guerra en el oeste de Europa

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Erich Hartmann
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Operación Aquatint

Mensaje por Erich Hartmann » Jue Jul 12, 2007 1:07 pm

Artículo de Manuel Florentín aparecido en el nº 28 de la revista La Aventura de la Historia, págs. 89-93.

Operación Aquatint

Los primeros comandos de la Segunda Guerra Mundial fueron sorprendidos por los alemanes en las costas de Normandía, el 12 de septiembre de 1942. De su misión secreta, apenas quedan más que unas tumbas en el cementerio civil de la iglesia de Saint Laurent-sur-Mer

Desde que Steven Spielberg estrenara hace casi tres años Salvad al soldado Ryan, las playas del Desembarco de Normandía registran cada vez mayor afluencia de turistas, procedentes de los cuatro rincones del mundo. Se agolpan en los restos de los búnkers alemanes y en las inmensas necrópolis militares de Colleville, Lacambe, Bayeux, Granville... en las que reposan millares de jóvenes, de uno y otro lado, que perdieron la vida aquel día más largo del 6 de junio de 1944 y en las jornadas siguientes.

En medio de la vorágine turística, pasan desapercibidas tres solitarias tumbas militares británicas que se hallan en el pequeño cementerio civil de la iglesia de Saint Laurent-sur-Mer. Se trata de un pueblo diminuto que, junto a sus vecinos Colleville y Vierville, forma el frente de la playa conocida como Omaha Beach, la más sangrienta del desembarco y la misma que usa Spielberg como leit motiv de su película. Pero estas tres tumbas no tuvieron nada que ver directamente con aquel famoso desembarco.

¿Quiénes eran aquellos soldados y qué les llevó a morir en aquellas playas? Las gentes del lugar, hasta hace poco, lo único que sabían es que se trataba de soldados que murieron allí una noche oscura y neblinosa de septiembre de 1942, en medio de un intenso tiroteo de ametralladoras y cañones que quebró sus sueños. También conocían sus nombres, recogidos en las lápidas: el mayor Gus March-Phillipps, de 34 años; el sargento A.M.Williams, de 22; y el soldado R. Leonard, de 42. En la de March-Phillips, aparecen sus condecoraciones, la DSO (Orden de Servicios Distinguidos) y la MBE (Miembro de la Orden del Imperio Británico), junto a un bello epitafio de su esposa; "Un caballero, amante esposo. El que ama, vuela, corre y disfruta: es libre".

Mientras que en la de Leonard llama la atención que, además de no llevar cruz como las otras, tiene por epitafio el último verso de La Internacional. Lo curioso es que no está escrito en inglés sino en alemán: Die Internationale wird die Menschheit sein.

Imagen

Tres lápidas junto a la iglesia de Saint Laurent-sur-Mer recuerdan la misteriosa operación Aquatint: de izquierda a derecha, la del sargento A.M.Williams, la del mayor Gus March-Phillipps; el, y la del soldado R. Leonard.(Fuente:http://6juin.omaha.free.fr/visitomaha/IMG_1922.JPG)

Los tres soldados que allí reposan formaban parte de un comando británico que llegó a estas playas el 12 de septiembre de 1942 para recabar información sobre las defensas alemanas, precisamente para que dos años más tarde tuviera lugar el desembarco aliado. Su misión llevaba el nombre en clave de Operación Aquatint.

Fracasos aliados

En marzo de aquel año de 1942, entre los días 26 y 28, se había producido la Operación Chariot, incursión británica contra la base de submarinos alemana de Saint-Nazaire, en la costa atlántica francesa. Pese al golpe psicológico sufrido por los alemanes, la operación no logró el objetivo de neutralizar la base y les costó a los británicos 169 muertos y doscientos prisioneros. Cinco meses después, el 19 de agosto, se produjo el desembarco anglocanadiense en Dieppe, que supuso un nuevo descalabro en el que tres mil hombres, la mitad de un contingente formado principalmente por canadienses, murieron o fueron hechos prisioneros en la misma playa del desembarco, perdiendo además los vehículos y armamento que llevaban. Tras este fracaso se intensificaron las incursiones y golpes de mano al otro lado del canal de la Mancha con el objetivo de elevar la moral de la tropa y, sobre todo, de buscar información sobre las defensas alemanas que impidieran un nuevo descalabro en un futuro desembarco.

El fracaso de Dieppe y la fortificación alemana de Calais, el punto más estrecho del Canal, llevó a los aliados a contemplar Normandía como posible escenario de aquel esperado desembarco que sirviera para abrir un nuevo frente a Alemania. En septiembre de 1941 ya se había producido la Operación Chopper, incursión en las playas de Luc-sur-mer que reportó al Estado Mayor británico valiosa información sobre el lugar en el que desembarcarían las tropas anglocanadienses el 6 de junio de 1944.


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Última edición por Erich Hartmann el Lun Jul 16, 2007 12:21 pm, editado 1 vez en total.

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Mensaje por Erich Hartmann » Lun Jul 16, 2007 12:19 pm

Los comandos del mayor March-Phillips

Con el mismo objetivo de conocer las defensas alemanas en el área de Saint Laurent y Vierville, al oeste de Luc-sur-Mer, se puso en marcha la Operación Aquatint. La misión le fue encomendada al grupo de comandos del mayor Gus March-Phillips, uno de los mejor preparados del Small Scale Raiding Force. Tenían su cuartel general en Anderson Manor, mansión isabelina del sur de Inglaterra, desde la que organizaban continuas incursiones nocturnas al otro lado del canal en misiones de sabotaje, información y captura de prisioneros para interrogarles.

Diez hombres acompañaron al mayor March-Pillips la noche del 12 de septiembre de 1942. Los capitanes Hayes, Burlón y Howard, el teniente Hall, el alférez de navío Desgranges, los sargentos Williams y Winter y los soldados Holligs, Orr y Leonard. No pudo contar con uno de sus hombres más valiosos, el capitán Geoffrey Appleyard, que se había roto una tibia en una operación contra el faro de la isla de Casquet, cerca de Cherburgo. Appleyard les acompañó como oficial de navegación de la torpedera que les llevó a Saint Laurent.

La unidad era variopinta. En March-Phillipps, escritor en la vida civil, se personificaba cierto tipo de intelectual de la época de entreguerras, mezcla de hombre de pensamiento y acción. Howard era un aristócrata, lord Penrith; Desgranges era francés; Holligs, holandés; y Orr, polaco; Leonard, el del verso de La Internacional en su lápida,era en realidad Richard Lehniger un étnico alemán de los Sudetes, afiliado al SPD huido a UK y enrolado por el SOE bajo falso nombre.

El comando salió de la isla de Wight, en el canal de La Mancha, pasadas las ocho de la tarde. Evitaron las zonas minadas de la desembocadura del Sena y costearon hacia las playas normandas. Iban a baja velocidad para evitar que el ruido de los motores fuera detectado por los alemanes. La intensa niebla les cubría, pero también les impedía saber exactamente por dónde iban. Hacia las doce de la noche localizaron los acantilados de Saint Laurent.

El plan original era escalarlos por una vía identificada en fotos aéreas, bordear un primer grupo de casas y atacar el siguiente en donde se hallaba el destacamento alemán. El objetivo era obtener información de las peculiaridades del terreno, de las defensas alemanas y capturar prisioneros para ser interrogados en Gran Bretaña.

Tiroteo en la oscuridad

La torpedera se situó a 450 metros de la costa. Desde allí, en la oscuridad de la noche, era difícil localizar la zona de escalada, por lo que el comando optó por dirigirse a las playas en una embarcación ligera y buscarla sobre el terreno. Durante veinticinco minutos de tensa calma no supieron nada en la torpedera de lo que pasaba en tierra, hasta que de repente empezaron a oír explosiones y disparos de pistola y subfusil.

Desde lo alto del acantilado, se lanzaron granadas y bengalas multicolores. Poco después, las baterías costeras empezaron a abrir fuego indiscriminado hacia la oscuridad del mar. Por todas partes se oían disparos. Los alemanes intentaron poner en marcha un proyector para barrer la playa, pero afortunadamente para los británicos no tenía el alcance suficiente para localizar a la torpedera y además se les apagaba continuamente. A la una y veinte, los alemanes les localizaron y empezaron a hacer fuego sobre el barco. Desde la torpedera vieron que algunos hombres se acercaban a la embarcación ligera que había llevado al comando a la playa, pero no se distinguía si eran británicos o alemanes. Oyeron por radio órdenes de retirada, pero no veían que nadie se dirigiera hacia la torpedera. Appleyard recibió dos mensajes: March-Phillips envió uno incomprensible y otro, el capitán Hayes, en el que parecía ordenar que la torpedera levantase ancla porque estaba rodeado y no podía retirarse.

En la torpedera tampoco lo tenían fácil, una bala había afectado a la caja de transmisiones y al sistema de alumbrado, y a duras penas podían mover el barco. Finalmente consiguieron alejarse y cuando dejaron de oír disparos regresaron, situándose a novecientos metros de la costa con la luz de infrarrojos encendida para facilitar la huida de quien pudiera hacerlo. Nadie lo logró. Sobre las dos y media volvieron a ser localizados y esta vez tuvieron que huir perseguidos por el fuego de costa y de las patrulleras alemanas que habían acudido al lugar. Tras atravesar un campo de minas, afortunadamente sin incidentes, la torpedera llegó finalmente a Portsmouth a las diez y media de la mañana.



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Mensaje por Erich Hartmann » Lun Jul 16, 2007 12:56 pm

Un perro condecorado

Aquí termina el informe del capitán Appleyard, firmado el 16 de septiembre de 1942. Pero ¿qué pasó con los hombres de March-Phillips? Según se ha podido reconstruir a partir de lo que oyeron y vieron los vecinos del lugar, lo que contaron los supervivientes y por la información oficial alemana, el comando, tras desembarcar, dejó la playa y se adentró en el interior. Pronto se dieron cuenta de que la zona estaba plagada de alemanes. Ese mismo día dos unidades se habían alojado en el hotel casino de Vierville, justo encima de las playas en las que había desembarcado el comando. Al advertirlo, March-Phillipps decidió replegarse con sus hombres. En el camino de regreso a la embarcación se toparon con una patrulla a la que neutralizaron. Pero cuando se hallaban registrándoles, otra patrulla los descubrió y se dio la señal de alarma. En realidad les descubrió el perro de la patrulla, que resultó herido en el tiroteo y fue condecorado por su acción.

De todas partes salían soldados alemanes. El capitán Hall, que había neutralizado a un centinela y se disponía a llevarlo a la embarcación, fue golpeado y apresado a su vez. March-Phillipps trató de reagrupar a sus hombres en la playa para iniciar la retirada. Lo intentaron en la embarcación que les llevó a tierra pero había sido inutilizada en el tiroteo. En ese momento fue alcanzado de muerte March-Phillips.

Imagen
Graham Hayes

Hayes asumió el mando y ordenó por radio a la torpedera que levara anclas, mientras los hombres se dispersaron tratando de alcanzarla a nado. El sargento Tom Winter fue herido de bala en el intento, lo cuál le obligó a regresar a la costa. Un alemán intentó rematarlo cuando se hallaba tendido en la arena; se salvó porque erró el tiro y porque los alemanes se distrajeron con un compañero, no identificado, al que mataron mientras se defendía utilizando las granadas como mazas.

Los alemanes ordenaron a la mañana siguiente a un grupo de lugareños que lo recogieran de la playa. Vieron que estaba descalzo, por lo que había intentado huir a nado. No se sabe qué hicieron los alemanes con su cuerpo, ya que no se trata de ninguno de los tres enterrados en Saint Laurent, cuyos cadáveres ya habían sido alineados cerca del ayuntamiento. Los cuerpos de March-Phillipps, Williams y Leonard fueron enterrados por la mañana con honores militares. Una treintena de soldados alemanes disparó una salva al aire y depositó flores en sus tumbas. A los lugareños se les prohibió acudir al entierro. Sólo lo presenció el alcalde.

¡Volveremos!

Tres hombres del comando lograron refugio durante la noche en distintas casas, pero fueron apresados cuando intentaron huir por la mañana. Los supervivientes, algunos malheridos como Winter, fueron llevados en camión a Caen, donde fueron separados. Cuando se los llevaban, algunos habitantes del lugar pudieron oír un grito en francés que decía "¡Volveremos!".

Se trataba de André Desgranges, quien logró huir después a Inglaterra y regresó luego a Francia como agente de enlace con la Resistencia. Desgranges relató que los hombres del comando fueron maltratados por sus captores. Él mismo estuvo encadenado de tal manera que para comer sólo podía usar la boca.

El único miembro del comando que escapó aquella noche fue el capitán Graham Hayes quien vivió una dramática odisea. Huyó a nado, pero al no dar con la torpedera regresó a tierra y pidió refugio en una casa. Le lavaron, le dieron ropa civil y le escondieron en un pajar. Los alemanes no dieron con él, a pesar de las intensas búsquedas con perros que hicieron en los días siguientes. Pasado un tiempo, sus anfitriones lo sacaron del lugar en tren como si fuera un simple pasajero francés. Lo alojaron en una casa de campo en Pin, cerca de Lisieux. Pertenecía al doctor Hautechaud, jefe de la Resistencia en la zona, que moriría más tarde torturado en el campo de concentración de Dora, mientras que de su mujer nunca se volvió a saber nada tras ser detenida.

Hayes estuvo en casa de los Hautechaud varios meses antes de alcanzar París, des- de donde un tal Orkl le acompañó hasta los Pirineos para que huyera a través de España. La Gestapo detuvo y ejecutó a Orkl cuando regresaba a París. Su sacrificio fue estéril: la Resistencia comunicó a Londres que Hayes había salido sano y salvo de Francia, pero, realmente, fue localizado por la Guardia Civil y entregado a los alemanes.

La Gestapo abrió una investigación en Saint Laurent y practicó varias detenciones indiscriminadas, entre otros quienes le habían dado cobijo: Septime Humann y la señora Septevaux. Más tarde serían liberados por falta de pruebas, ya que a Hayes no le sacaron ninguna información. Las señoras Brunville y Haxo que guardaban la documentación y los galones de Hayes, los quemaron por miedo a que los alemanes los encontraran y las detuvieran.

Después de terminar la guerra se supo por un piloto británico, derribado en junio de 1943, que Hayes había estado en la prisión de Fresnes en una celda debajo de la suya. Ambos se habían comunicado entre sí golpeando signos morse en una tubería. Hayes llevaba en Fresnes ocho meses. El 13 de julio de 1943 Hayes fue fusilado y enterrado en una fosa común del cementerio de Ivry-sur-Seine. Le aplicaron la Orden de comandos de Hitler.


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Mensaje por Erich Hartmann » Lun Jul 16, 2007 12:56 pm

Dos supervivientes

De los demás miembros del comando, con excepción de Winter y Desgranges, no se volvió a saber nada. Se cree que fueron ejecutados y enterrados anónimamente. Winter sufrió heridas que le dejaron graves secuelas. Tras pasar por un hospital militar alemán, fue internado en un campo de concentración en Polonia, en donde descubrió cómo huir, pero consciente de que sería imposible llegar a Gran Bretaña, contactó con la Resistencia polaca, a la que instruyó en el manejo de explosivos. Cada noche salía del campo y regresaba por las mañanas. Los alemanes sospecharon de él, lo juzgaron y lo condenaron a diez años de aislamiento. El caos que se produjo con el avance soviético le permitió huir y ganar las líneas aliadas.

El único que pudo aportar alguna información sobre las playas al mando aliado fue André Desgranges. No sirvió de mucho: dos años después, en el mismo lugar en el que murieron March-Phillips, Williams y Leonard, perderían la vida 2.500 jóvenes norteamericanos y otros 1.000 resultaron heridos. Por respeto a unos y otros, en aquellas playas que aún conservan el nombre clave de Omaha Beach, nadie se baña desde entonces. •

Manuel Florentín
Periodista



El Small Scale Raiding Force


Los hombres que intervinieron en la Operación Aquatint formaban parte del Small Scale Raiding Force (SSRF), una de las principales unidades británicas de operaciones especiales de los primeros momentos de la Segunda Guerra Mundial. Fue organizada por el teniente coronel Dudiey Clarke, el hombre que puso en marcha las unidades de comandos en 1940 tras el desastre de Dunkerque. Se había inspirado en la actuación de los guerrilleros españoles contra Napoleón y en la de los bóers, cuyas unidades móviles se llamaban Kommando. El objetivo de los comandos, en palabras del entonces primer ministro Winston Churchill, era crear "una fuerza de asalto de unos 20.000 hombres, reclutados entre las unidades existentes, que esté lista para tirarse al cuello de pequeñas unidades enemigas".

Uno de los principales mandos del SSRF, el capitán Geoffrey Appleyard, manifestó en sus memorias que esta unidad era el mejor trabajo que le podía tocar a un militar, ya que no había burocracia ni rutina cuartelera y, en cambio, había mucha acción. La primera base de operaciones del SSRF se estableció en Plymouth, en donde los hombres seleccionados fueron sometidos a un duro entrenamiento.

Sus incursiones tenían lugar principalmente al otro lado del canal de la Mancha, pero también las realizaron en la costa española y africana, a donde llegaban a bordo de un viejo velero, para no levantar sospechas, armado con un cañón escondido. Los grupos de acción del SSRF eran normalmente reducidos, con gran número de oficiales entre sus integrantes. Sus misiones consistían en dar golpes de mano detrás de las líneas enemigas y recabar información sobre sus posiciones. Es decir, eran el complemento a las grandes operaciones de comandos, como las llevadas a cabo en las islas Lofoten, Spitzberg, Vaagso y Saint-Nazaire.

Sus operaciones tuvieron poco valor desde el punto de vista estratégico, pero afectaban a la moral de los alemanes. En sus incursiones los hombres del SSRF destruían baterías antiaéreas, faros, puentes y vías ferroviarias. No en todas las operaciones lograban sus objetivos, pero aunque no lo consiguieran, tendían emboscadas a alguna patrulla alemana o a algún centinela; se cobraban sus vidas o se los llevaban prisioneros a Inglaterra para ser interrogados.

Sus acciones provocaron tal irritación que Hitler formuló, en octubre de 1942, un mes después de la Operación Aquatint, la Orden sobre comandos, por la que se ordenaba la ejecución de los integrantes de estas unidades que cayeran prisioneros. Una orden que violaba la Convención de Ginebra y que se aplicó con estricto rigor.

M.F.

más del Small Scale Raiding Force (SSRF)
http://www.combinedops.com/SSRF.htm
http://en.wikipedia.org/wiki/No._62_Commando

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Mensaje por Erich Hartmann » Lun Jul 16, 2007 12:59 pm

Boinas verdes sobre las cenizas de Aquatint

El fracaso de la Operación Aquatint tuvo un efecto negativo en la moral de los comandos británicos, ya que sus protagonistas eran considerados como los mejores del Small Scale Raiding Force. Pero sirvió para que el mando británico se decidiera a estructurar mejor este tipo de operaciones. Tres meses después, en diciembre de 1942, se creó en el castillo escocés de Achnacarry un duro campamento de instrucción militar para operaciones especiales, bajo las órdenes del teniente coronel Charles Vaughan. Un veterano militar, con fama de duro, por cuyas manos pasarían 25.000 hombres de nacionalidad británica, francesa, norteamericana, belga, holandesa, noruega y polaca, principalmente.

Los ejercicios se hacían con fuego real lo cuál ocasionó cuarenta bajas en tres años. El premio a unos meses de duro entrenamiento era una boina verde, una insignia para llevar en el hombro con un águila sobrevolando un subfúsil y dos bombas, y el discurso de despedida de Vaughan: "No crean que han sido adiestrados para no hacer nada. Participarán en incursiones y operaciones. Algunos recibirán heridas, quizá graves. Puede que pierdan una pierna o un brazo. Pero ahora no se preocupen, siempre habrá trabajo para ustedes en Achnacarry". De Achnacarry saldrían los míticos boinas verdes que dirigió lord Lovat en la toma de Ouistreham durante el desembarco de Normandía, dos años después de la Operación Aquatint. M.F.


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josan
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Mensaje por josan » Lun Jul 16, 2007 8:11 pm

En relacioncon lo escrito por el compañero Hartmann sobre los comandos britanicos en francia,David Fraser en su libro "Rommel el zorro del desierto",cuenta que un comando britanico de origen hungaro George Lane-en realidad Lanyi-,fue capturado y amenazado con ser fusilado por saboteador.Al parecer tuvo suerte,pues fue llevado a presencia del mariscal,que converso con el,y no fue ejecutado.
Ya sabemos que Rommel era contrario a la "Kommandobefhel"de Hitler.
Ya me gustaria saber el destino final de este hombre.¿Alguien lo sabe?Un saludo.

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Re: Operación Aquatint

Mensaje por Antonio Machado » Dom Ago 26, 2012 7:16 pm

Hola Josan, estimado amigo:

Aquí un artículo de Wikipedia sobre George Lane (Lanyi), está escrito en Inglés, no ofrecen la versión en Castellano:

http://en.wikipedia.org/wiki/George_Lane_(commando)

Saludos cordiales desde Nueva York,

Antonio Machado.
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.

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Re: Operación Aquatint

Mensaje por Kurt_Steiner » Vie Ago 16, 2013 8:01 pm

Según http://en.wikipedia.org/wiki/George_Lan ... officer%29

Lane fue trasladado a la cárcel de Fresnes tras su charla con Rommel y luego a la prisión para oficiales de Spangenberg, cerca Fulda, Oflag IX/A-H. Logró escapar de ahí hacia el final de la guerra y esconderse en un hospital, donde lo encontraron las tropas norteamericanas. Fue condecorado con la Cruz Militar en 1944 por su papel en la incursión de Tarbrush.

En 1943 se había casado con Miriam Rothschild, de la que se divorció en 1957. Se llevaron bien, pese a ello. Entre 1955 y 1963 vivió y trabajó en EEUU como asesor de bolsa y en 1963 se instaló en Londres, casándose con Elizabeth Heald. Falleció en 2010, a los 95 años de edad.

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