FALL GELB y LA BATALLA DE FRANCIA

La guerra en el oeste de Europa

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Gaetano La Spina
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FALL GELB y LA BATALLA DE FRANCIA

Mensaje por Gaetano La Spina » Jue Ago 02, 2007 8:17 am

Las doctrinas de guerra que existían entre alemanes y franceses eran totalmente contrarias. La doctrina de guerra francesa estaba sintetizada en la obra del general Chauvineau titulada Una invasión est-elle encore posible? , donde se planta lo eficacia de la actitud defensiva y la panacea del frente continuo. Se decía en esta obra que “Francia, nación armada, debe evitar comenzar con una ofensiva estratégica. Los efectivos militares, el ejército de la nación, no lo permiten. Supondría, cosa absurda, jugarse la suerte a los dados. Se trataba pues de una estrategia de contención provisional para el posterior contraataque, basado en las experiencias de 1914, cuando se contuvo el ataque alemán de Moltke. Se buscaba evitar una derrota inicial, como lo sucedido en 1870 en la guerra franco prusiana.

Ante la nueva realidad de la posibilidad de ser desbordadas las defensas por el ataque de carros blindados enemigos actuando en masa, se pensaba que ese ataque concentrado sería fácil de contener, mediante la movilización inmediata (de nuevo la experiencia de 1914) de tropas transportadas en camiones y algunos carros blindados, cuya función sería reforzar las zonas de posible incursión mecanizada enemiga, que habrían sido previamente sembrada de minas y cañones anticarro. De hecho, las brechas abiertas inicialmente por los alemanes a través del Mosa, el día 13 de Mayo, fueron realizadas no por los carros de combates, sino por los ingenieros de infantería de las divisiones blindadas, transportados rápidamente por aviones ligeros de despegue y aterrizaje corto, Fieseler Storch. Pues la realidad de la defensa francesa fue que, no se desplegaron las minas ni se colocaron los cañones anticarro, y el transporte de la infantería era demasiado lento. A esto hay que añadir el exceso de método del sistema de combate francés.

En la Instruction sur l emploi tactiques des grandes unités (1936) , se indica: “La batalla ofensiva reviste la forma de sucesivas acciones de fuerza, precedida de tiempo de descanso” (Artículo 202). Se establecían diferentes pasos para entablar finalmente una lucha ofensiva, en la que se establecían tres fases de acción. Una fase preliminar, que a su vez se subdividía en tres partes (aproximación, toma de contacto, y el encuentro); todo esto en función al transporte y afinamiento de puntería de la artillería terrestre de campaña, arma principal en la concepción del ejército francés. Después de la esta larga fase preliminar se procedería con las otras dos fases, de “ejecución” y la de “explotación”. Solo el general De Gaulle había objetado esta metodología frente a sus superiores, siendo sus sugerencias ignoradas. Tampoco se preveía una mayor participación de la aviación militar francesa en actividades ofensivas en apoyo al ejército, por lo que los franceses no desarrollaron un avión equivalente al Stuka alemán, para el bombardeo en picado, pieza clave de la Blitzkrieg.

De manera que, el método de utilización de los carros blindados de combate franceses, implicaba su dispersión, repartiendo los tanques entre las divisiones de infantería desplegadas a lo largo del frente continuo defensivo francés, en particular al norte de la línea Maginot, donde era previsible una incursión alemana irrespetando la neutralidad de los Países Bajos. En contraparte, la estrategia de guerra alemana se basaba en la consecución de la sorpresa como el mejor método, lo que implicaba la velocidad de acción. Gracias al tratado de Rapallo de 1922, se logró organizar un centro de pruebas en Kazán en 1926, en donde constructores y oficiales alemanes se familiarizaban con los diversos problemas técnicos y tácticos planteados por los nuevos medios mecanizados de combate. Para esto utilizaban al principio carros disfrazados de tanques con cañones de madera. La ubicación geoestratégica de Alemania no le permitía practicar un sistema de guerra dilatoria al estilo francés, seguida, cuando se presentase un movimiento en falso del adversario, de fuertes contraofensiva. Su posición central en Europa, rodeada de países históricamente enemigos, habría la posibilidad de riesgo en una guerra en dos frentes, como sucedió en el conflicto de 1914-18. En general se trataba de una versión actualizada del famoso plan Schlieffen, para lograr la destrucción de los ejércitos franceses en pocas semanas.

Gracias a las prácticas realizadas por Heinz Guderian, de maniobras de carros contra la infantería y la caballería, se pensaba en la idea de que los carros de combate podrían evitar un afianzamiento posicional de los ejércitos franceses, como sucedió sobre el Marne en 1914. Decía Guderian que en 1914, Moltke había vencido al francés Joffre en las Ardenas, pero no había logrado transformar esa ventaja inicial en una victoria definitiva por carecer de un instrumento de explotación lo bastante rápido y fuerte. De manera que no se podía imponer a los blindados desplazarse al ritmo de la infantería, ya que así se les privaría de la posibilidad de aprovechar las ocasiones favorables momentáneas que se presentarían en el campo de batalla. Estas consideraciones condujeron al teniente general Guderian a recomendar la incorporación de divisiones blindadas, entre las grandes unidades que componían al ejército, actuando los tanques independientemente de la infantería. Estas unidades incluirían una formación de ingenieros encargada de allanar los cortes del terreno y los obstáculos artificiales practicados pro el enemigo. El desplazamiento de estas unidades dependía de una eficiente comunicación de transmisiones radioeléctricas para su avance coordinado . Sin embargo, no existía aún comunicación radial entre las unidades Panzer avanzadas, y los efectivos de aviación que se encontraban ya en el aire.

Imagen
fuerzas blindadas francesas desplegadas y capacidades de sus cañones, pags32y 37 libro "French Tanks of World War II (2) Cavalry Tanks and AFVs" (Osprey New Vanguard 213)

GENERAL CHARLES DE GAULLE, intentó contragolpear con sus tanques los flancos alemanes, sin contar con el debido apoyo de la aviación francesa.

El apoyo aéreo debía ser pedido por radio hacía la base aérea avanzada más cercana, por lo que los tanques alemanes debían llevar grandes cruces blancas pintadas en su parte superior, además de utilizar bengalas de colores, para indicar su posición. El rápido avance de algunas unidades de carros alemanes, y el carácter eminentemente táctico de la Luftwaffe, traería algunos inconvenientes en los avances muy adelantados, ya próximos a la costa del canal de la Mancha, como veremos. Ante el descubrimiento de los planes de invasión a Francia y los Países Bajos, por el hecho fortuito de que una avioneta Messerschmitt Bf 108 aterrizase en territorio enemigo en enero de 1940. Este hecho, produjo la destitución del general Felmy, comandante de la Luftflotte II, siendo reemplazado por Albet Kesserling. Posteriormente, se conservó el plan original de avance a través de los Países Bajos, con la importante variante aportada por el teniente general Erich von Manstein, en el que el ataque principal se haría por el sur de línea Maginot, con el objetivo de cruzar el río Mosa a la altura de Sedán, y dirigirse luego hacia el estuario del Somme.
De manera que se reforzó en este renovado plan, al grupo de Ejércitos del Sur (Ejércitos A) con nuevas unidades de carros blindados procedente del norte (Ejércitos B). En resumen, la idea de “cuña blindada” de Guderian, establecía la concentración en masa de unidades de carros blindados de combate, en los puntos menos defendidos del frente continuo francés, esto implicaba el ataque por sorpresa a través de la parte norte de la Línea Maginot, a través de Luxemburgo y el bosque de Las Ardenas.



El definitivo plan “Fall Gelb” consistía en un ataque del Grupo de Ejércitos B a través de los Países Bajos y Bélgica, ambos países neutrales. La idea era atraer los ejércitos aliados franceses e ingleses hacía al norte, en Bélgica. De esa manera el Grupo de Ejércitos A, con sus 7 divisiones rápidas acorazadas atravesarían el río Mosa viniendo desde Las Ardenas, y dirigiéndose hacía el Canal de la Mancha, para así cercar a los ejércitos aliados. “En el norte, el general von Bock, al mando del Grupo de Ejércitos B, tenía el apoyo de la Luftflotte II del general Albert Kesserling […] con un total de 29 divisiones. El ataque principal por Las Ardenas se confió al general Von Rundsted, al mando del grupo de ejércitos A, con 7 divisiones Panzer y 3 motorizadas. En el sur, el Grupo de ejércitos B, a las órdenes de l capitán general von Leeb, tenía la misión de contener al ejército enemigo a los largo de la Línea Maginot”

FUENTE: HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, Tomo 3, Salvat Ediciones, 1979.
"Y él (Zeus), de su cabeza, dió a luz a Atenea de ojos glaucos, terrible, belicosa, conductora de ejércitos, invencible y augusta; a quién le encantan los tumultos, guerras y batallas" Hesíodo "Teogonía"

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