¡Hola a todos!
beltzo escribió:
La verdad no acabó de ver que indicios son más fuertes a favor de la incriminación de Rommel, el testimonio de Hofacker no esta nada claro, no me negaras que Fraser le ha puesto unas cuantas pegas. Yo ofrecí los puntos 2º,3º y el 4º por parecerme los más relevantes, con respecto al 5ª punto que tu has sacado a colación, no lo considere importante porque en la edición que yo tengo dice: [En esta fase, por supuesto, todavía no se habían fijado los detalles sobre el inminente atentado así que los comentarios de Finckh, si los hizo, habrían sido solo un tanteo] Lo que casa perfectamente con la idea que ya manifesté anteriormente, y me cito: [En realidad mi convencimiento es que Rommel no tuvo información sobre este atentado ni procedente de Speidel ni de ningún otro, aunque como es lógico si supiera que el asesinato de Hitler era una de las hipótesis barajadas.]
Hola, Beltzo. Bien, voy a a poner los indicios que, a mi juicio, apuntan directamente al conocimiento por parte de Rommel de que los conspiradores planeaban asesinar a Hitler. Empezaré con los que ya he puesto a lo largo del topic.
1)
Hofacker-Rommel, 9 de julio de 1944. En primer lugar, es incuestionable la existencia de una conversación privada entre ambos personajes. En segundo lugar, nadie más que ellos los dos estuvo presente en ese aparte. Por tanto, lo que digan los demás protagonistas de la historia y los que ahora la examinamos sobre lo que se habló en esa conversación privada es pura especulación, más o menos fundada.
Sin embargo, es importante lo que dijeron Hofacker y Rommel, si dijeron algo, sobre esa conversación privada. Y esos son los indicios.
A la tarde de celebrarse esa reunión privada, es decir, el mismo 9 de julio, Hofacker comentó a su amigo el barón von Falkenhausen que le había mencionado a Rommel que se planeaba asesinar a Hitler. Esto lo sabemos por Falkenhausen, que anotó la información de Hofacker un año después de que se produjera.
2)
Hofacker-Gestapo. En los interrogatorios a Hofacker, la Gestapo sacó dos imputaciones, a saber: una en la que Hofacker admitía haber informado a Rommel de que se iba a atentar contra Hitler; otra en la que el informado había sido Speidel, pasando este último seguidamente la información a Rommel. En esas imputaciones, en una o en las dos, no lo sabemos con certeza, se basó Hitler para sentenciar a Rommel. Burgdorf y Maisel llevaban el protocolo de la imputación de Hofacker a Rommel el 14 de octubre, protocolo que éste leyó.
3) Conversación entre
Eberbach y Choltitz grabada por los británicos. En dicha conversación, que ya he reproducido, Eberbach afirma que el 17 de julio de 1944, cuando Rommel lo visitó a su CG, le dejó meridianamente claro que había que eliminar a Hitler.
4) En mayo de 1944, el general
Wagner llegó a Francia para coordinar las preparaciones del golpe de estado con Rommel. Wagner informó a Rommel de los anteriores intentos de asesinato contra Hitler, pero Rommel se opuso a esa solución. Temía que convirtieran a Hitler en un mártir, y prefería arrestar a Hitler para que lo juzgara un tribunal alemán. (Hoffmann,
The History of the German Resistance...., p. 352-3).
5) El 25 de junio de 1944, el coronel
Eberhard Finckh, nuevo jefe suplente del EM del Grupo de Ejércitos B (Rommel), reportó a Rommel, informándole de que Stauffenberg estaba planeando asesinar a Hitler. Rommel todavía se resistía a esta solución (Hoffmann, Op. Cit., p. 354).
6)
Gisevius en su declaración jurada ante el Tribunal de Nuremberg, que ya he puesto, afirmó que Rommel quería matar a Hitler y, de ser posible, a Göring y Himmler.
7) General
Maisel ante el Tribunal de Desnazificación de Munich, 1949, afirmó que había dudado durante mucho tiempo de la incriminación de Rommel en el atentado de Hitler, pero que cuando el general Burgdorf le leyó el protocolo de la imputación de Hofacker sobre Rommel, no le quedó duda alguna de la culpabilidad de Rommel y de lo fundadas que eran las acusaciones contra él. Nadie invalidó el relato de Maisel en el tribunal (Desmond Young,
Rommel, Vol. III. Barcelona: Cïrculo de Amigos de la Historia, 1972, pp. 161-162).
Como todos estos testimonios no pueden ser contrastados con otros que los confirmen, es por ello que no adquieren la categoría de pruebas, sino indicios. Pero ahí están, y contra ellos no se ha podido presentar prueba alguna para invalidarlos, sólo otros indicios que, en muchos casos, como los que se refieren al estado de ánimo de Rommel, no llegan ni siquiera a ser indicios, sólo meras suposiciones. Y debo recordar que ya no discutimos si Rommel consentía en un plan para asesinar a Hitler, sino si estaba enterado de que tal plan existía.
En cambio, podemos presentar pruebas de que Rommel estaba dispuesto a desafiar en última instancia las órdenes de Hitler, si éste no se avenía a razones, negociando y rindiendo sus ejércitos a los aliados. No sólo tenemos la carta (el llamado ultimátum) que redactó a Hitler el 15 de julio (y que Kluge mandó, junto con otra suya, poco antes de suicidarse), sino numerosos testimonios cuya veracidad sí podemos contrastar en este caso, y por ello son pruebas en toda regla.
Los comentarios que nos ha brindado el compañero Roy (que muestran un estado de ánimo y unas expresiones de Rommel aparentemente en total contradicción con esto último que escribí), pertenecen a Irving, como ya he dicho, y son la presentación parcial y sesgada que realizó Irving en una conferencia de 1990:
http://www.ihr.org/jhr/v10/v10p417_Irving.html
Su libro sobre Rommel, académicamente, es un auténtico despropósito en el tratamiento que da a sus fuentes, presentando testimonios, una y otra vez, fuera de contexto. Pero si alguien no está de acuerdo con esto que digo, que abra un topic aparte para discutirlo.
Finalmente, por mi parte, creo que hay indicios razonables para concluir como “SUJETA A DUDA” la opinión generalizada entre la mayoría de historiadores que sostienen que Rommel no sabía nada de la conspiración para asesinar a Hitler, que se materializó finalmente el 20 de julio de 1944.
Saludos cordiales
José Luis