Ralph Stephin. 2 de junio de 1944:" Cuando se acerca el momento en que tendremos que hacer cosas muy importantes para este país, os quiero dejar este mensaje por si me pasase algo y no volviese. En casa no debéis estar nerviosos esperando noticias de la invasión y preocupados porque yo soy uno de los soldados que participaran, quiero que sepáis que no tengo miedo, me siento fuerte y valiente. Nos acompañan vuestras plegarias desde casa, pero hemos de liberar al mundo de este nazismo horroroso que amenaza con tragarnos a todos."
El 6 de junio de 1944 las tropas americanas, británicas y canadienses se dirigen a una franja de 80 kilómetros de la costa de Normandia. Hace cuatro años que los alemanes ocupan Francia, ha llagado e momento que los aliados los desaloje, Es el día D.
Percy Jacobson. Montreal.: " Con una voz tranquila y nada emocionada, el locutor de la corporación canadiense de emisiones, nos dijo que empezó la invasión de Europa. Era las 6 de la mañana del 6 de junio, martes. Yo estaba estirado en la cama en el hotel Royal York. No sentí nada, no estaba emocionado. Ne vestí y me fui a desayunar al Murray. Me sorprendió que el ascensorista nop me comentase nada, empece a pensar si lo había soñado".
Teniente J. M. Treiston: " Por fin ha comenzado el gran espectáculo. No te puedo tranquilizar porque ya sabes porque estoy aquí y pronto tendré que ocupar un lugar en el otro lado. Te escribiré tan a menudo que pueda, te prometo que aprovechare todas las ocasiones que pueda. Procura no sufrir mucho y no hagas caso de las llamadas de teléfono exageradas. "
Allan Richmond Thompson: " Vimos tierra un poco a estribor un poco a estribor y a continuación una imagen que no olvidaré nunca: Miles de barcos delante de la costa, había tantos que no se veía la playa. Arriba nuestro, un grupo de 12 o 15 Spitfires daban vueltas atentos a cualquier ataque enemigo. A lo largo de la costa estaban los grandes acorazados y los cruceros. Dejaban ir una andanada con sus cañones inmensos con una explosión. Nos ordenaron que bajáramos los vehículos por la rampa hacia el agua. "
El día D uno de cada diez soldados aliados es canadiense. El comandante Charles Christie Hill forma parte de la segunda oleada de canadienses que desembarcan en las estrechas playas de Normandia:
" cOMANDANTE cHarles Christie Hill. 7 de junio de 1944: " Amor mio, no te puedo decir donde estoy, aunque supongo que la radio dijo donde desembarcaron los canadienses; no sé cuantos desembarcos hubo aparte del nuestro, ni cuantos frentes ahí. No fui el primero que desembarque, pero casi. El pueblo donde fuimos a parar podría ser cualquiera de los que hay en el río San Lorenzo. La cobertura aérea fue muy buena y los únicos aviones alemanes que vi fueron los que cayeron abatidos por nuestros Spitfires. No sufras. Te quiero y Dios me protegerá. "
Mientras se abren paso tierra adentro, los aliados encuentran una tenaz resistencia alemana: en seis días de combate mueren o resultan heridos más de 2800 canadienses, pero a pesar de los reveses,, los canadienses junto a las tropas británicas. consiguen ocupar la ciudad francesa de Caen a principios de julio y hacen una gran cantidad de prisioneros alemanes.
Allan Richmond Thompson. 19 de junio de 1944. " La mayor batalla de tanques que se ha visto nunca tiene lugar en Caen. A intervalos de pocos minutos, los typhoons rugen por la pista. Un oficial alemán, cuando lo interrogamos, me dijo que los typhoons, equipados con cohetes, siembran el pánico entre los soldados y tanquistas alemanes".
Desde Normandia, Don Danken de los Reales Rifles de Winnipeg escribe a una amiga suya, una enfermera canadiense:
" Querida señorita enfermera, cualquier día saldré de este infierno o bien con un permiso o bien con un trozo de metralla. Quizás, si no me agacho a tiempo caeré en tus amorosas manos para que me arregles"
11 de julio de 1944. " Señor y señora Danken. Les escribo esta carta con mucha pena. Perdonen, no se escribir cartas así. Su hijo hacía poco que era jefe de mi pelotón y tuvo un accidente fatal. Los chicos y yo lo enterramos en un huerto.Dejamos un pote con rosas sobre la tumba y además fuimos a buscar madera clara a un bosque cercano. y le hicimos una cruz. Atentamente M. Brunwald. Sargento delos Reales Rifles de Winnipeg."
En los frondosos bosques del norte de Manitoba, cerca de la casa de la familia Danken, ponen el nombre de su hijo a un río de aguas bravas.
A pesar de la constante amenaza de los submarinos alemanes, los pescadores canadienses se tienen que ganar la vida. Para empeorar la situación, pueden hablar tranquilamente por radio sobre la localización de los bancos de peces; pero por motivos deseguridad, tienen prohibido tener contacto con tierra firme.
En el puerto de Halifax llegan y se van barcos de todo el mundo. En la parte interior del puerto que es muy grande, conocida como la cuenca de Bedford, caben más de 100 barcos. La segunda guerra mundial depende del puerto de Halifax que se ha convertido en un puerto internacional. Con el éxito de las tropas aliadas en la Europa occidental. Algunos de los barcos que llegan traen el rechazo de la guerra: prisioneros alemanes. A los prisioneros que llevan a campos como el de Sorrello en Quebecq, Fredichton en New Brunswick o Park Lake en Alberta. A lo largo de la guerra más de 600 prisioneros intentan huir de los campos canadienses a 18 no los encuentran nunca.
continuará