Cuba y la Segunda Guerra Mundial

La vida cotidiana en los países aliados

Moderador: David L

Responder
Avatar de Usuario
Francis Currey
Administrador
Administrador
Mensajes: 3176
Registrado: Vie Jun 10, 2005 8:50 am
Ubicación: España
Contactar:

Cuba y la Segunda Guerra Mundial

Mensaje por Francis Currey » Mié May 28, 2008 11:26 pm

Cuba y la Segunda Guerra Mundial

El siguiente artículo de María Julia Guerra publicado el 21 de mayo de 2006 en el diario cubano Granma, me ha sido enviado por un buen amigo de la isla, Diego, que desea compartirlo con todos los miembros del foro.

En el se narra la situación de Cuba en la Segunda Guerra Mundial y la historia personal de Ricardo Gómez Anzardo.

Cuba le declara la guerra a Japón el 8 de diciembre de 1941, y tres días después, el 11, a Alemania e Italia.

Entre el 15 y 28 de enero de 1942 se celebró la Conferencia de Río de Janeiro, donde los norteamericanos obtuvieron de varios gobiernos de América Latina la autorización para crear instalaciones militares, navales y aéreas, “con el objetivo de solidificar la lucha contra los países antidemocráticos”. Así, el gobierno cubano puso a disposición de Estados Unidos grandes áreas de San Antonio de los Baños, en La Habana; de Pinar del Río y Camagüey para la construcción de bases aéreas.

Más, no sólo eso, como “cooperación de guerra”, se accedió, a la solicitud, de la venta de las zafras azucareras completas comprendidas desde 1942 hasta 1945, incluyendo las mieles.

El Gobierno de Fulgencio Batista sabía lo que se traía entre manos: todas aquellas operaciones mercantiles “estratégicas” y de “cooperación de guerra” no eran gratuitas. Por eso el ingenio popular decía “Batista está en guerra con Hitler, pero no con su bolsillo”.

Apoyando a los Estados Unidos, Batista firmó, el 12 de diciembre de 1941, el decreto 3343, en cuyo artículo uno decía con respecto a los japoneses que quedaban sometidos a “la intervención y fiscalización del Poder Ejecutivo, y entregado a su cuidado y conservación los bienes de aquellos que hubieren sido detenidos o internados o que no residan en el territorio de la República”, considerándolos extranjeros enemigos y siguiendo el tratamiento dado por los Estados Unidos: concentrar a los nativos y descendientes en campos de confinamiento.

A las mujeres y niños los devolvieron a sus casas, y el primer grupo de hombres llegó a Isla de Pinos el 16 de abril de 1942.

341 japoneses, ciento catorce alemanes, trece italianos, dos chinos y un español, permanecieron en la Isla de Pinos.

Algo más. Dos días después del ataque de los japoneses a Pearl Harbor, la United Fruti vendió la península de Lengua de Pájaro, hoy Nicaro, al gobierno de Washington, y, a partir de 1942, la Federick Snare Corporation, con fondos de la Defense Plant Corporation, en colaboración con la Nicaro Nickel Company comenzó el levantamiento de la planta para procesar el níquel. El gobierno de Batista le dio al Ministerio de Bienes de Guerra de los Estados Unidos el derecho de extracción de mineral por espacio de 20 años, con una reserva de 35 millones de toneladas.


La historia de Ricardo Gómez Anzardo

“Ricardo era un joven muy agradable y, se pudiera decir, bonito. Así yo lo recuerdo de cuando se fue para los Estados Unidos. Vivíamos en Alcalá, él nació allí y desde ese lugar se fue”, refiere Luz de los Ángeles Pellitero, la viuda de José Gómez Anzardo, uno de los hermanos de Ricardo.

“Isolina Anzardo Infante y Rafael Gómez López, tuvieron once hijos: Víctor Rafael, Ricardo, Manuel, Ramón, Alberto, Rolando, Javier, José, Mario, Luis y Dania. Ricardo era el segundo; él se casó en los Estados Unidos con Lolita, pero yo no recuerdo si ella era cubana, sé que tuvieron dos niñas: Norma y Nidia, y que después que él murió en la guerra ella vino a conocer a toda la familia. Ya todos vivíamos aquí en Holguín”, rememora Luz de los Ángeles.

Y, a renglón seguido añade: “Ricardo se operó allá de una hernia para poder ir a la guerra. La madre aquí sufrió mucho, igual que toda la familia, y él pidió que si moría lo enterraran aquí en Holguín”.

Ricardo Gómez Anzardo, nació en Alcalá el 14 de enero de 1909, y murió en un hospital de Holanda el 3 de diciembre de 1944, tras ser herido en una acción de guerra en Alemania, durante la II Guerra Mundial.

Pertenecía a la Segunda División del Ejército de los Estados Unidos, la cual desembarcó en Normadía el 6 de junio de 1944. En los recortes de periódicos entregados al Archivo por Rafael Gómez Ricardo, su sobrino, se dice que fue herido en la batalla de las Ardenas, en Alemania y luego trasladado a un hospital en Holanda, donde falleció. Para una aclaración histórica decimos que no es posible que fuera en esa batalla pues ella se produjo cuando ya él estaba muerto: la batalla de las Ardenas, la más grande del frente Occidental fue del 16 al 24 de diciembre de ese mismo año.

Los restos de Ricardo Gómez Anzardo fueron traídos para Holguín, a solicitud de su madre, y velados en la funeraria La Moderna y enterrados con todos los honores militares en el cementerio de esta ciudad el 29 de octubre de 1949.

Otros holguineros que combatieron en la II Guerra Mundial, como parte del ejército de los Estados Unidos, fueron Armando Díaz Fernández, Fernando Virreyes Garcel y Mario Raful.

De Armando se ha narrado una linda historia de amor, pues se casó unos días antes de partir para el frente con Laura Pérez Anzardo, prima de Ricardo, y ella murió al poco tiempo, el 5 febrero de 1945, aquí en Cuba. Tras el triunfo de la Revolución él regresó a Holguín y todos los días visitaba la tumba de su amada.

En el libro Del Hudson al Elba o de Nueva York a Alemania, Armando cuenta su historia de amor, pero, además, narra cómo fue herido el 5 de abril de 1945, cerca de Cassel, Alemania.

“...Súbitamente el barrage de artillería nos sorprendió. Todos nos tiramos de bruces... Estábamos distante unos de otros, lo suficiente para que un solo proyectil no pudiera herir a más de uno. De repente sentí una conmoción, y ya no supe más de mí.” Una granada le había herido.

Armando participó en la toma de Leipzing y de otras ciudades y poblaciones de Alemania con el Primer Ejército norteamericano, y luego de terminada la guerra fue asignado a Masburgo, donde permaneció por algún tiempo. Nunca pasó de ser soldado, y sobre ello escribió en su libro: “...notaba que mi manera de pensar y mi acento extranjero, así como mi desprecio por las religiones, despertaban un marcado recelo entre mis compañeros y jefes. Probablemente, por eso era que nunca me recomendaban para que me diesen grados superiores. A esto, y ser cubano, atribuía yo el hecho de que nunca hubiera sido ascendido. A veces lo atribuía a mi comportamiento, un tanto rebelde, pero esta sospecha desaparecía cuando veía ascender a otros más rebeldes, más incultos; pero de descendencia anglo-sajona”.

De Virreyes y Raful no sabemos en qué frente combatieron, pero sí que fueron de los jóvenes que desembarcaron por playa Corinthia en mayo de 1957 y que salvaron la vida gracias a la solidaridad de los campesinos y de la ayuda de compañeros del Movimiento 26 de Julio. Virreyes emprendería el camino de la Sierra Maestra y Raful volvería al exilio, de donde regresó cuando triunfó la Revolución.

En el céntrico parque Carlos Manuel de Céspedes, de Banes, existe un pequeño monumento que recuerda a los hijos de esa tierra que en distintos frentes, durante la II Guerra Mundial, ofrendaron su sangre y sus esfuerzos a la causa contra el nazismo.

Allí aparecen los nombres de Fructuoso Álvarez Ortigosa, Mario Cisneros Devesa, Eduardo Cruz Proenza, Iván Cruz Proenza, Arthur Gibbons, Laurence Gibbons, Héctor Hernández Almira, William Hillary Delpos, Martín Charles Laffie, Luis Martín Balesta, Ramón Ortuño del Valle, Guillermo Pascual Moreira, Gilberto Rojas Ávila, Jorge Rojas Betancourt, Belarmino Luis Remedios, Héctor Sánchez Maturel, Félix R. Santiago Rodríguez, Edwad Dayle Sera, Geo Suárez Ojeda, Calin Taylor, Ian Taylo, Donald Afredo Gray, John Anthony Belly y Sergio Cisneros Devesa.

Todos estos jóvenes, sin duda, se encontraban en los Estados Unidos trabajando en las más disímiles y humildes tareas y de manera voluntaria fueron a combatir contra el nazismo. Armando Díaz, contó que la comisión de reclutamiento de las Fuerzas norteamericanas iba a las fábricas y allí, quien quería llenaba la planilla.

Sabemos que otros muchos, nacidos en el territorio que hoy forma la provincia de Holguín, también pelearon en esa contienda.

Las masas entran en combate

En tanto, el Partido Unión Revolucionaria Comunista y el Comité Nacional Antifascista aglutinaban a las masas y ayudaban a la formación de un fuerte sentimiento en contra de las hordas nazifascistas.

La política principal de los comunistas cubanos estaba dirigida al derrocamiento del fascismo a la par que desarrollar el sentimiento de solidaridad con la Unión Soviética.

Llamaba al pueblo a que se uniera para combatir al quintacolumnismo, el agio, la especulación; luchaba por la paralización de los desalojos de campesinos, la reorganización de la economía nacional sobre una base de guerra, la observancia del pago de impuestos de guerra de las capas más pudientes de la población y su extensión a las compañías petroleras, azucareras y latifundistas...

La creación del Frente Nacional Antifascista (FNA)contribuyó a enraizar estas demandas y contribuyó a la comprensión, por parte de la población, del papel que jugaban las masas en la contienda.

El FNA se creó en todas las provincias del país y en muchos de sus municipios, barrios y centros laborales, con los elementos más decididos y combativos de las diversas clases sociales, con las más disímiles creencias, pero con una identidad plena en la lucha contra el fascismo.

Organizó innumerables colectas económicas y de ropa, calzado, medicinas y otros elementos materiales para ayudar a las zonas europeas que combatían contra el fascismo. E, igualmente, mítines de solidaridad con la URSS, y condena al Eje.

Marineros en Guerra

El día primero de julio de 1942 quedó establecido en el área del Caribe un sistema de convoyes para poder navegar y operar, especialmente entre el estrecho de Florida y Cuba. El nazismo desató una cruenta guerra submarina es estas aguas. Por supuesto, la Marina de Guerra de los Estados Unidos, por conveniencia de ese país, comenzó a prestar ayuda a los viejos y destartalados barcos mercantes cubanos que hacían la travesía.

Norberto Collado Abreu, el timonel del yate Granma, quien hace muy poco falleció en La Habana, fue uno de los jóvenes que voluntariamente lucharon contra el fascismo en las aguas caribeñas, en una ocasión declaró:
“...En aquellos tiempos de la Segunda Guerra Mundial yo era muy jovencito, pero sentía unos deseos enormes de pelear contra los alemanes. Recuerdo que en la calle Consulado (La Habana) se montó una oficina para el reclutamiento de voluntarios para pelear contra el Eje. Como yo no tenía edad suficiente, mi padre tuvo que firmar la planilla por mí.

“Claro, la preparación militar corría a cargo de los americanos, y como yo soy negro, no me dieron oportunidad. Entonces uno de los empleados de esa oficina me dijo que yo podía tener mejores oportunidades si me enrolaba en la Marina... tan pronto me alisté en la Marina, me enviaron con otros siete jóvenes a los Estados Unidos...

Al terminar los estudios, y para que usted comprenda el grado de discriminación existente, no me permitieron regresar a Cuba con mis compañeros, tuve que hacerlo en el barco mercante Transporte Columbia"

Collado laboró en la custodia de los convoy, y el 15 de mayo de 1943 participó en un combate contra un submarino alemán, el cual fue destruido.

Entre 1942 y 1944 murieron 77 marineros mercantes en las acciones de guerra marítima contra Cuba, sin contar los que no teniendo trabajo en la Isla se enrolaron en barcos de otras nacionalidades.

Parafraseando a Martí: en estos instantes recordamos las presentes glorias, mezcladas con amargos dejos del pasado, la lucha de este pueblo cubano que se arrancó la daga hundida en su pecho y batalla por la paz y la solidaridad todos los amaneceres.

Ober
Usuario
Usuario
Mensajes: 2
Registrado: Sab Mar 15, 2008 7:33 am
Ubicación: Cuba

Cuba y la Segunda Guerra Mundial

Mensaje por Ober » Mar Oct 06, 2009 6:01 am

Muy bueno el articulo, pense que solo un cubano habia participado en la 2da GM que peleo en el ejercito sovietico y alcanzo el grado de alferes, no recuerdo el nombre. Gracias a este me entero de que habian mas pero en otro ejercito y da la casualidad que nacieron en mi provincia.
saludos

Avatar de Usuario
Hundi
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 4224
Registrado: Dom Oct 18, 2009 10:36 pm
Ubicación: Guatemala
Contactar:

Cuba y la Segunda Guerra Mundial

Mensaje por Hundi » Sab Nov 14, 2009 2:52 am

podrian ampliar la informacion del alferes de origen cubano que habla el camarada en su post.

saludos
[size=85]Hago de mi futuro una utopía, pues pretendo comprender, esta voluble vida...[/size]
[size=85][color=#FF0000]Una vida sin vicios es una vida sin virtudes.[/color][/size]

stefano
Expulsado
Mensajes: 12
Registrado: Mié Oct 22, 2008 7:37 pm

Cuba y la Segunda Guerra Mundial

Mensaje por stefano » Dom Ene 10, 2010 8:29 am

es 1 ironia EEUU llamar los paises el Eje de antidemocraticos.... ah.. los EEUU tuvieron relaciones ambiguas con el Eje... los paises latinos entraron en la guerra por sumisión a EEUU.. nada +... Cuba era 1 semicolonia de EEUU en la epoca...

Avatar de Usuario
Rubén.
Miembro
Miembro
Mensajes: 470
Registrado: Dom Oct 31, 2010 2:22 am
Ubicación: España. Toledo (a veces Mallorca)
Contactar:

Cuba y la Segunda Guerra Mundial

Mensaje por Rubén. » Mar Dic 28, 2010 8:14 pm

Muy buen artículo.
Entre 1942 y 1944 murieron 77 marineros mercantes en las acciones de guerra marítima contra Cuba, sin contar los que no teniendo trabajo en la Isla se enrolaron en barcos de otras nacionalidades.


Según la wikipedia murieron 79 marineros cubanos, no 77.(http://en.wikipedia.org/wiki/World_War_ ... dnote_Cuba" onclick="window.open(this.href);return false;

Otra web dice 80fallecidos. (http://www.eurasia1945.com/muertos.htm" onclick="window.open(this.href);return false;)

Nunca entenderé esto de las bajas, varían hasta tres y cuatro veces dependiendo donde mires.

Rubén el Stuka.

Responder

Volver a “Los países aliados”

TEST