CAÑÓN ELÉCTRICO AMETRALLADOR DE ALCANCE 250 KM
Publicado: Vie Ago 12, 2005 2:11 am
El cañón ametrallador de 250 kilómetros de alcance, así como lo oyen. Aquí les traigo un artículo interesantísimo que encontré navegando en el web. Es un artículo publicado en la revista alemana Signal, Sp nº 22, 2º número de noviembre de 1941.
EL CAÑÓN AMETRALLADOR DE 250 KM DE ALCANCE
750 disparos por minuto son algo imposible para el cañón de pólvora: la gran elevación de la temperatura durante el fuego y el problema de la carga, que ya no puede dominarse técnicamente, hacen imposible tan enorme cadencia de tiro. Sólo la electricidad pone en manos del constructor del porvenir los medios de comunicar a las granadas la velocidad inicial necesaria.
¿Es posible construir un cañón automático que aumente gigantescamente los rendimientos de las ametralladoras? ¿Un cañón maravilloso de gran calibre, de máximo alcance y de la mayor cadencia de tiro?
El técnico empieza por sacudir la cabeza: ¡Imposible! Piense usted sólo en... y entonces enumera una cantidad verdaderamente estremecedora de dificultades técnicas.
De repente se le ocurre un pensamiento: Sin embargo, hace ya algún tiempo, que surgió la idea de un cañón eléctrico en el que se aceleran magnéticamente los proyectiles. ¿Podría acaso resolverse el problema de este modo? ¿Qué alcance deberemos fijar?
-250 kilómetros.
¿Y qué calibre?
-Deberían bastar 15 centímetros.
¿Qué cadencia de tiro?
-De 500 a 1.000 disparos por minuto.
Y comienza a meditar, a dibujar, a calcular, a arrojar sobre el papel fórmulas y curvas. Lo que al principio la parecía aún un juego, una utopía demasiado audaz, comienza a tomar cuerpo. Las ideas se suman lentamente.
Surgen dificultades, pues tampoco el constructor de una utopía puede rebasar, los limites de la razón, se deshechan soluciones, aparecen otras en su lugar. Aquí puede verse el resultado de tal trabajo: un supercañón de largo alcance sin detonación ni fogonazo, del cual salen los proyectiles despedidos a velocidad inconcebible por la corriente eléctrica. El proyectil permanece en el tubo sólo 1/10 de segundo aproximada mente. Son innecesarios el cartucho y la carga propulsora.
Como el proyectil está suspendido en el cañón y recibe eléctricamente la rotación, son superfluos los anillos de conducción y el rayado del cañón.
Para obtener este rendimiento de tiro se necesita una carga de algo más de 1.000.000 de kilovatios, conducida por líneas de alta tensión. Esto es más de lo que puede producir la mayor central eléctrica alemana. Pero de la gran barra colectora de varias centrales se podrid suministrar esta corriente durante las horas de la noche. La corriente necesaria para una ráfaga de 10 minutos de duración, en los cuales se disparasen 7.500 granadas, costaría unos 5.014 Reichsmark.
Como conclusión citemos aún brevemente los datos de un cañón normal de 15 centímetros. Su alcance es de unos 22 kilómetros; su cañón tiene 6 metros aproximadamente; el proyectil sale con una velocidad de 750 metros por segundo. Una dotación bien instruida efectúa 4 disparos por minuto, pero sólo durante corto tiempo.
El cañón ametrallador eléctrico es hoy todavía una utopía; quién sabe si no será realidad dentro de veinte o treinta años...
A continuación le muestro las imágenes de los bosquejos de este cañón eléctrico, también tomados de la revista ya referenciada.
¡Electricidad en vez de pólvora!
Un cañón de metal ligero de 70 metros de longitud lleva numerosas bobinas magnéticas. Si se hace pasar corriente eléctrica por la primera, el proyectil de acero es arrastrado al interior y adquiere así determinada velocidad. Poco antes de que llegue a la mitad de la bobina se conmuta automáticamente la corriente a la bobina inmediata. El proyectil se aproxima a ella con la velocidad adquirida en la primera y llega el radio de acción de la segunda, que acelera de nuevo su movimiento. De esta forma crece el impulso de bobina en bobina hasta que la granada sale finalmente por la boca del cañón con la enorme velocidad de 1.800 metros aproximadamente por segundo. La necesaria rotación se imprime al proyectil también eléctricamente.
La pieza artillera durante la marcha
El cañón esta integrado por tres partes de la misma longitud que con tractores puede transportado en cualquier momento sobre plataformas especiales hasta los porta-cañones que se encuentran dispuestos en diferentes puntos. Como el costoso y complicado cañón sólo se necesita breve espacio de tiempo en cada lugar, puede emplearse para varias piezas. La construcción de metal ligero semejante a un puente está unida fijamente al cañón, las plataformas son desmontables.
Refrigeración por aire comprimido
Los arrollamientos del electroimán están atravesados por estrechos canales de aire que aparecen entre las bobinas y llevan aletas de refrigeración. Para que el proyectil no tenga que empujar cada vez lodo el aire del cañón y modere su velocidad, el cañón está rayado entre las bobinas de la magneto.
La pieza eléctrica de fuego rápido en posición de tiro
El porta-cañón está emplazada a 15 metros de profundidad del suelo. En posición de reposo, su extremo superior se encuentra a la altura del terreno (dibujo a la izquierda). En esta posición se llevan los carros de transporte hasta los soportes camuflados, los cañones se descienden de las plataformas y se fijan en los porta-cañones. Después se retiran las plataformas, se quita el camufleo de la pieza y se hace adoptar al cañón un ángulo de 55 grados aproximadamente. La pieza está preparada para hacer fuego. Las municiones le llegan automáticamente por el pivote del porta-cañón, de manera que el cañón puede girar hacia los lados sin interrupción del acceso de municiones. Los movimientos necesarios son muy escasos, pues para batir a 250 kilómetros de distancia una zona de 1 kilómetro de ancho, la boca del cañón necesita desviarse sólo 14 centímetros.
El cañón eléctrico visto desde el cielo.
En la cámara de municiones
La llegada de 750 granadas por minuto sólo puede realizarse con ayuda de la "cinta sin fin", que es "abastecida" en la cámara de municiones desde muchos puntos simultáneamente, de acuerdo con un plan exactamente fijado. Un potente electromotor sube los proyectiles a una velocidad de 10 kilómetros por hora sobre la cinta transportadora hasta la pieza, que toma automáticamente las granadas gracias a la fuerza magnética de la primera bobina.
El puesto de mando eléctrico
Aquí desemboca la gran línea eléctrica de alta tensión que abastece de corriente al cañón. Su corriente continua de alto voltaje se transforma parcialmente en corriente trifásica que se dirige a las distintas bobinas de la pieza a través de un corto cable especial. Un avión de reconocimiento observa la zona de explosión de las granadas y transmite por radio sus
observaciones al puesto de mando. La regulación de la altura y dirección del porta-cañón se efectúa con un telemando eléctrico.
Espero les haya gustado el artículo, un arma de artillería muy curiosa.
EL CAÑÓN AMETRALLADOR DE 250 KM DE ALCANCE
750 disparos por minuto son algo imposible para el cañón de pólvora: la gran elevación de la temperatura durante el fuego y el problema de la carga, que ya no puede dominarse técnicamente, hacen imposible tan enorme cadencia de tiro. Sólo la electricidad pone en manos del constructor del porvenir los medios de comunicar a las granadas la velocidad inicial necesaria.
¿Es posible construir un cañón automático que aumente gigantescamente los rendimientos de las ametralladoras? ¿Un cañón maravilloso de gran calibre, de máximo alcance y de la mayor cadencia de tiro?
El técnico empieza por sacudir la cabeza: ¡Imposible! Piense usted sólo en... y entonces enumera una cantidad verdaderamente estremecedora de dificultades técnicas.
De repente se le ocurre un pensamiento: Sin embargo, hace ya algún tiempo, que surgió la idea de un cañón eléctrico en el que se aceleran magnéticamente los proyectiles. ¿Podría acaso resolverse el problema de este modo? ¿Qué alcance deberemos fijar?
-250 kilómetros.
¿Y qué calibre?
-Deberían bastar 15 centímetros.
¿Qué cadencia de tiro?
-De 500 a 1.000 disparos por minuto.
Y comienza a meditar, a dibujar, a calcular, a arrojar sobre el papel fórmulas y curvas. Lo que al principio la parecía aún un juego, una utopía demasiado audaz, comienza a tomar cuerpo. Las ideas se suman lentamente.
Surgen dificultades, pues tampoco el constructor de una utopía puede rebasar, los limites de la razón, se deshechan soluciones, aparecen otras en su lugar. Aquí puede verse el resultado de tal trabajo: un supercañón de largo alcance sin detonación ni fogonazo, del cual salen los proyectiles despedidos a velocidad inconcebible por la corriente eléctrica. El proyectil permanece en el tubo sólo 1/10 de segundo aproximada mente. Son innecesarios el cartucho y la carga propulsora.
Como el proyectil está suspendido en el cañón y recibe eléctricamente la rotación, son superfluos los anillos de conducción y el rayado del cañón.
Para obtener este rendimiento de tiro se necesita una carga de algo más de 1.000.000 de kilovatios, conducida por líneas de alta tensión. Esto es más de lo que puede producir la mayor central eléctrica alemana. Pero de la gran barra colectora de varias centrales se podrid suministrar esta corriente durante las horas de la noche. La corriente necesaria para una ráfaga de 10 minutos de duración, en los cuales se disparasen 7.500 granadas, costaría unos 5.014 Reichsmark.
Como conclusión citemos aún brevemente los datos de un cañón normal de 15 centímetros. Su alcance es de unos 22 kilómetros; su cañón tiene 6 metros aproximadamente; el proyectil sale con una velocidad de 750 metros por segundo. Una dotación bien instruida efectúa 4 disparos por minuto, pero sólo durante corto tiempo.
El cañón ametrallador eléctrico es hoy todavía una utopía; quién sabe si no será realidad dentro de veinte o treinta años...
A continuación le muestro las imágenes de los bosquejos de este cañón eléctrico, también tomados de la revista ya referenciada.
¡Electricidad en vez de pólvora!
Un cañón de metal ligero de 70 metros de longitud lleva numerosas bobinas magnéticas. Si se hace pasar corriente eléctrica por la primera, el proyectil de acero es arrastrado al interior y adquiere así determinada velocidad. Poco antes de que llegue a la mitad de la bobina se conmuta automáticamente la corriente a la bobina inmediata. El proyectil se aproxima a ella con la velocidad adquirida en la primera y llega el radio de acción de la segunda, que acelera de nuevo su movimiento. De esta forma crece el impulso de bobina en bobina hasta que la granada sale finalmente por la boca del cañón con la enorme velocidad de 1.800 metros aproximadamente por segundo. La necesaria rotación se imprime al proyectil también eléctricamente.
La pieza artillera durante la marcha
El cañón esta integrado por tres partes de la misma longitud que con tractores puede transportado en cualquier momento sobre plataformas especiales hasta los porta-cañones que se encuentran dispuestos en diferentes puntos. Como el costoso y complicado cañón sólo se necesita breve espacio de tiempo en cada lugar, puede emplearse para varias piezas. La construcción de metal ligero semejante a un puente está unida fijamente al cañón, las plataformas son desmontables.
Refrigeración por aire comprimido
Los arrollamientos del electroimán están atravesados por estrechos canales de aire que aparecen entre las bobinas y llevan aletas de refrigeración. Para que el proyectil no tenga que empujar cada vez lodo el aire del cañón y modere su velocidad, el cañón está rayado entre las bobinas de la magneto.
La pieza eléctrica de fuego rápido en posición de tiro
El porta-cañón está emplazada a 15 metros de profundidad del suelo. En posición de reposo, su extremo superior se encuentra a la altura del terreno (dibujo a la izquierda). En esta posición se llevan los carros de transporte hasta los soportes camuflados, los cañones se descienden de las plataformas y se fijan en los porta-cañones. Después se retiran las plataformas, se quita el camufleo de la pieza y se hace adoptar al cañón un ángulo de 55 grados aproximadamente. La pieza está preparada para hacer fuego. Las municiones le llegan automáticamente por el pivote del porta-cañón, de manera que el cañón puede girar hacia los lados sin interrupción del acceso de municiones. Los movimientos necesarios son muy escasos, pues para batir a 250 kilómetros de distancia una zona de 1 kilómetro de ancho, la boca del cañón necesita desviarse sólo 14 centímetros.
El cañón eléctrico visto desde el cielo.
En la cámara de municiones
La llegada de 750 granadas por minuto sólo puede realizarse con ayuda de la "cinta sin fin", que es "abastecida" en la cámara de municiones desde muchos puntos simultáneamente, de acuerdo con un plan exactamente fijado. Un potente electromotor sube los proyectiles a una velocidad de 10 kilómetros por hora sobre la cinta transportadora hasta la pieza, que toma automáticamente las granadas gracias a la fuerza magnética de la primera bobina.
El puesto de mando eléctrico
Aquí desemboca la gran línea eléctrica de alta tensión que abastece de corriente al cañón. Su corriente continua de alto voltaje se transforma parcialmente en corriente trifásica que se dirige a las distintas bobinas de la pieza a través de un corto cable especial. Un avión de reconocimiento observa la zona de explosión de las granadas y transmite por radio sus
observaciones al puesto de mando. La regulación de la altura y dirección del porta-cañón se efectúa con un telemando eléctrico.
Espero les haya gustado el artículo, un arma de artillería muy curiosa.