Zhukov y Khalkhin-Gol
Publicado: Mié Oct 31, 2012 5:48 pm
¡Hola a todos!
La fama suele descansar en un frágil pedestal sujeto a los vaivenes de refuerzo y debilitamiento de hagiógrafos y críticos del afamado. De esta forma, hay mitos que perduran, mitos que se desmontan y nuevos mitos que se crean, surgidos de un afán por elogiar o vituperar, no pocas veces y en ambos casos de forma poco rigurosa, a la celebridad en cuestión. El caso del famoso mariscal Zhukov no es una excepción.
Aquí voy a exponer dos o tres cuestiones de cómo se ha tratado, en ciertos aspectos, el papel de Zhukov en Khalkhin-Gol entre finales de mayo y principios de septiembre de 1939 y cómo -unas veces por la falta de acceso a la documentación de archivo, otras veces por el prejuicio ideológico, y en no pocas por una mezcla de ambos factores- ha repercutido en la historiografía sobre Zhukov.
Para empezar, diré que el primer causante de muchas de las inexactitudes que se han escrito sobre el personaje fue el propio Zhukov al escribir sus memorias (algo que se puede aplicar a muchos otros militares famosos de la IIGM que escribieron y publicaron sus memorias). Las consecuencias negativas de las memorias de Zhukov han perdurado más que las de otras famosas memorias probablemente porque los documentos de archivo de la antigua Unión Soviética no han estado disponibles, en general, a los investigadores hasta hace relativamente poco tiempo (20 años). Pero incluso con las nuevas fuentes de archivo disponibles, todavía hay ciertos investigadores que porfían en el error o los prejuicios.
Al referirme así a las memorias de Zhukov no estoy significando que sean necesariamente una fuente de investigación descartable para el estudio del personaje y la guerra. Antes al contrario, constituyen una fuente fundamental. Pero, como ocurre con todas las memorias, han de observarse siempre con reservas y su información ha de someterse al cotejo con el resto de fuentes primarias y secundarias disponibles.
Zhukov no pudo publicar sus memorias durante el "reinado" de Khrushchev (1958-1964), aunque aprovechó buena parte de ese periodo para escribirlas. En 1969 el periodista e historiador americano Harrison E. Salisbury publicó una traducción no autorizada de unos artículos de Zhukov en un libro titulado Marshal Zhukov's Greatest Battles. Los artículos los había escrito Zhukov en la prensa soviética poco después de la caída de Khrushchev en octubre de 1964 (1). En abril de 1969 se publicaron las memorias de Zhukov como Vospominaniya i Razmyshleniya (M.: APN, 1969), un edición magnífica, según Roberts, que vio una traducción en inglés publicada como The Memoirs of Marshal Zhukov (London: Jonathan Cape, 1971). En julio de 1974, justo después de la muerte de Zhukov el mes anterior, se publicó en ruso una edición revisada de sus memorias en dos volúmenes por la misma editorial y con el mismo título de 1969. Esta edición fue publicada once años después en inglés como G. Zhukov, Reminiscences and Reflections, 2 vols. (Moscow: Progress Publishers, 1985) (2).
Estas ediciones de las memorias de Zhukov estuvieron sujetas a la censura soviética y sólo en 2002 se publicó una edición en ruso con los textos censurados en las ediciones previas (3).
Bien, en sus memorias, censuradas y no censuradas, Zhukov escribió que el 1 de junio de 1939, cuando estaba analizando en el CG del 3º Cuerpo de Caballería en Minsk los resultados de un juego de mapas recién terminado, un miembro del consejo del distrito militar, un tal Susaykov, le informó que había recibido una llamada de Moscú para que Zhukov reportara en persona inmediatamente a Voroshilov, el comisario de Defensa. Así que el día siguiente partió en tren hacia Moscú y allí se entrevistó con Voroshilov. Luego Zhukov pasa a relatar la entrevista y refiere que Voroshilov le preguntó: “¿Puede volar allí [a Mongolia] inmediatamente y, de ser necesario, asumir el mando de las tropas?”. Zhukov respondió que en cuestión de minutos. Voroshilov lo remitió al EMG y allí se reunió con Vasilevsky para estudiar la situación (4).
Otto Preston Chaney, Zhukov (University of Oklahoma Press, 1996), p. 62, también sigue la cuenta de la llamada a Zhukov el 1 de junio de 1939 para acudir a Moscú. Alvin Coox, Nomonhan: Japan Against Russia, 1939 (Stanford, California: Stanford University Press, 1990), p. 251, escribe que el 1 de junio de 1939 Zhukov, entonces en Minsk, recibió una llamada telefónica de Moscú para que reportara inmediatamente a Voroshilov, el comisario de Defensa. Al día siguiente, ya en Moscú, Voroshilov encargó a Zhukov que viajara a Mongolia para ver qué estaba sucediendo y, posiblemente, para hacerse cargo del mando. Y lo mismo hace Robert Forcyzk en su Georgy Zhukov (Osprey, 2012), p. 13, con la llamada a Zhukov de 1 de junio de 1939.
Y alguien tan crítico con Zhukov, tan ideológicamente sesgado (anti-comunista), y tan poco riguroso en el manejo e interpretación de las fuentes como Viktor Suvorov, también sigue esa cuenta, haciendo llegar a Zhukov al CG del 57º Cuerpo Especial el 5 de junio de 1939, tal como relata el mariscal en sus memorias (5).
La realidad, sin embargo, fue que Zhukov no fue llamado a Moscú por Voroshilov el 1 de junio, sino el 23 de mayo de 1939, y la reunión tuvo lugar el 24 de mayo. Y no se envió a Zhukov con la idea de asumir el mando del 57º Cuerpo Especial, sino sólo para inspeccionar cómo estaban las cosas. Conocí este hecho (y otros muchos sobre Khalkhin-Gol y Zhukov) leyendo el estudio de Isaev sobre Zhukov (6). Y la biografía de Roberts, que en esta precisa cuestión descansa principalmente en V. Krasnov (7), vino a constatar lo dicho por Isaev. La diferencia, especialmente en lo concerniente a su misión, puede parecer algo baladí, atribuible simplemente a un error de memoria de Zhukov, pero el asunto tiene más enjundia de lo que parece a simple vista.
Las memorias censuradas de Zhukov no dicen mucho sobre las purgas militares que Stalin y su aparato policial emprendieron a partir de 1937, aunque se extienden un poco más en su edición no censurada. Roberts recoge el relato en el que Zhukov se defendió con éxito en una reunión de los miembros dirigentes del partido comunista del 6º Cuerpo de Caballería que lo acusaron de mantener buenas relaciones con los “enemigos del pueblo”. Zhukov salió airoso del asunto defendiéndose con la rudeza y voluntad que lo caracterizaban. La imagen que intenta trasladar Zhukov es la de alguien que no compartía la ilegalidad e injusticia de los arrestos de las purgas, y que, según sus hijas Era y Ella, vivió todo ese tiempo esperando que lo arrestaran en cualquier momento, por lo que tenía su maleta siempre preparada. De hecho, sigue Roberts, en la entrevista que Zhukov concedió en 1971 al escritor y periodista soviético Konstantin Simonov, el mariscal declaró:
“La experiencia emocional más difícil de mi vida estuvo relacionada con los años 1937-1938. Estaban preparados los documentos forzosamente fatales sobre mí...En general, el asunto era como esto: yo acabaría de la misma manera como habían acabado muchos otros...Y luego, después de todo esto, ¡de repente llegó la llamada! Me ordenaron ir a Khalkhin-Gol...Fui allí feliz” (8).
Los hechos y los documentos oficiales ponen en cuestión toda esa imagen que Zhukov intentó proyectar como una expectante víctima de las purgas, de las que, en última instancia, se libró por ser destinado a Khalkhin-Gol para hacerse cargo del mando del 57º Cuerpo Especial. En realidad, las purgas militares sólo le reportaron beneficios, pues si se convirtió en comandante del 3º Cuerpo y luego del 6º Cuerpo de Caballería fue precisamente porque sus antiguos comandantes habían sido purgados. Y a Khalkhin-Gol no fue enviado para hacerse con el mando, sino para investigar cómo estaban dirigiendo Feklenko, el comandante del 57º Cuerpo Especial, y sus subordinados las operaciones con los japoneses. Difícilmente se enviaría allí a investigar a un comandante que a su vez estaba siendo investigado por supuesta traición, un comandante que, en cualquier momento, podía ser arrestado y condenado. Todo apunta a lo contrario; se envió allí a Zhukov porque era un comandante capacitado y de enérgica voluntad, y un miembro del Partido Comunista que se había ganado la plena confianza de sus superiores. Así que Zhukov seguro que mantuvo una actitud ante las purgas militares de Stalin como la que sostuvo la mayoría de los que sobrevivieron a ellas: mostrando confianza en Stalin y comportándose como lo que Stalin y sus adláteres entendían entonces por un buen comunista.
Zhukov llegó al CG del 57º Cuerpo Especial, en Tamtsak-Bulak, poco después de recibir sus órdenes de Voroshilov el 24 de mayo de 1939. El 30 de mayo envió un informe a Voroshilov con sus primeras opiniones de lo que había encontrado (9).
Otro día hablaré de los combates que tuvieron lugar en julio de 1939 y sobre los que Zhukov omite ciertos detalles importantes en sus memorias, y en los que sus biógrafos, incluyendo Roberts, pero a excepción de Isaev, tampoco se detienen. Luego trataré de los perversos intentos de Suvorov para desacreditar el papel fundamental de Zhukov en la victoria de Khalkhin-Gol, y remataré con un breve análisis sobre dicha campaña.
(1) Geoffrey Roberts, Stalin's General. The Life of Georgy Zhukov (London: Icon Books, 2012), p. 9. Ese libro de Salisbury ha sido publicado en España recientemente: Mariscal Georgi K. Zhukov, Grandes Batallas de la Segunda Guerra Mundial (Barcelona: Ediciones Península, junio de 2009). Tuve el placer de contribuir modestamente en el esclarecimiento de conceptos y terminología militar en la traducción de D. Ricardo García Pérez, quien tuvo la gentileza de regalarme un ejemplar del mismo. Por otra parte, la biografía de Roberts, que he adquirido hace pocas semanas, es, sin duda, el mejor estudio en inglés del mariscal soviético hasta la fecha.
(2) Ibid., pp. 9, 320 notas 15 y 16. No tengo conocimiento de la posible publicación de estas memorias en español.
(3) Жуков Г К., Воспоминания и размышления. В 2 т. (М.: Олма-Пресс, 2002). Se mantiene el título (Memorias y Reflexiones) con que se inició la publicación de 1969. Su lectura online está disponible en la biblioteca virtual http://militera.lib.ru/memo/russian/zhukov1/index.html
(4) Ibid., 161-162; Zhukov, Reminiscences and Reflections. Vol. 1 (Moscow: Progress Publishers, 1985), pp. 177-178.
(5) B. Суворов, Тень победы (М.: АСТ, 2002), capítulo 2, p. 1. Véase http://militera.lib.ru/research/suvorov7/index.html
(6) A. Исаев, Георгий Жуков (М.: Яуза, Эксмо, 2006), p. 28.
(7) V. Krasnov, Zhukov: Marshal Velikoi Imperii (Moscow: Olma-Press, 2005), citado en Roberts, p. 324, nota 1, para el texto de la orden de Vorishilov.
(8) Roberts, Op. Cit., pp. 46-47.
(9) Ibid., 53.
Saludos cordiales
JL
La fama suele descansar en un frágil pedestal sujeto a los vaivenes de refuerzo y debilitamiento de hagiógrafos y críticos del afamado. De esta forma, hay mitos que perduran, mitos que se desmontan y nuevos mitos que se crean, surgidos de un afán por elogiar o vituperar, no pocas veces y en ambos casos de forma poco rigurosa, a la celebridad en cuestión. El caso del famoso mariscal Zhukov no es una excepción.
Aquí voy a exponer dos o tres cuestiones de cómo se ha tratado, en ciertos aspectos, el papel de Zhukov en Khalkhin-Gol entre finales de mayo y principios de septiembre de 1939 y cómo -unas veces por la falta de acceso a la documentación de archivo, otras veces por el prejuicio ideológico, y en no pocas por una mezcla de ambos factores- ha repercutido en la historiografía sobre Zhukov.
Para empezar, diré que el primer causante de muchas de las inexactitudes que se han escrito sobre el personaje fue el propio Zhukov al escribir sus memorias (algo que se puede aplicar a muchos otros militares famosos de la IIGM que escribieron y publicaron sus memorias). Las consecuencias negativas de las memorias de Zhukov han perdurado más que las de otras famosas memorias probablemente porque los documentos de archivo de la antigua Unión Soviética no han estado disponibles, en general, a los investigadores hasta hace relativamente poco tiempo (20 años). Pero incluso con las nuevas fuentes de archivo disponibles, todavía hay ciertos investigadores que porfían en el error o los prejuicios.
Al referirme así a las memorias de Zhukov no estoy significando que sean necesariamente una fuente de investigación descartable para el estudio del personaje y la guerra. Antes al contrario, constituyen una fuente fundamental. Pero, como ocurre con todas las memorias, han de observarse siempre con reservas y su información ha de someterse al cotejo con el resto de fuentes primarias y secundarias disponibles.
Zhukov no pudo publicar sus memorias durante el "reinado" de Khrushchev (1958-1964), aunque aprovechó buena parte de ese periodo para escribirlas. En 1969 el periodista e historiador americano Harrison E. Salisbury publicó una traducción no autorizada de unos artículos de Zhukov en un libro titulado Marshal Zhukov's Greatest Battles. Los artículos los había escrito Zhukov en la prensa soviética poco después de la caída de Khrushchev en octubre de 1964 (1). En abril de 1969 se publicaron las memorias de Zhukov como Vospominaniya i Razmyshleniya (M.: APN, 1969), un edición magnífica, según Roberts, que vio una traducción en inglés publicada como The Memoirs of Marshal Zhukov (London: Jonathan Cape, 1971). En julio de 1974, justo después de la muerte de Zhukov el mes anterior, se publicó en ruso una edición revisada de sus memorias en dos volúmenes por la misma editorial y con el mismo título de 1969. Esta edición fue publicada once años después en inglés como G. Zhukov, Reminiscences and Reflections, 2 vols. (Moscow: Progress Publishers, 1985) (2).
Estas ediciones de las memorias de Zhukov estuvieron sujetas a la censura soviética y sólo en 2002 se publicó una edición en ruso con los textos censurados en las ediciones previas (3).
Bien, en sus memorias, censuradas y no censuradas, Zhukov escribió que el 1 de junio de 1939, cuando estaba analizando en el CG del 3º Cuerpo de Caballería en Minsk los resultados de un juego de mapas recién terminado, un miembro del consejo del distrito militar, un tal Susaykov, le informó que había recibido una llamada de Moscú para que Zhukov reportara en persona inmediatamente a Voroshilov, el comisario de Defensa. Así que el día siguiente partió en tren hacia Moscú y allí se entrevistó con Voroshilov. Luego Zhukov pasa a relatar la entrevista y refiere que Voroshilov le preguntó: “¿Puede volar allí [a Mongolia] inmediatamente y, de ser necesario, asumir el mando de las tropas?”. Zhukov respondió que en cuestión de minutos. Voroshilov lo remitió al EMG y allí se reunió con Vasilevsky para estudiar la situación (4).
Otto Preston Chaney, Zhukov (University of Oklahoma Press, 1996), p. 62, también sigue la cuenta de la llamada a Zhukov el 1 de junio de 1939 para acudir a Moscú. Alvin Coox, Nomonhan: Japan Against Russia, 1939 (Stanford, California: Stanford University Press, 1990), p. 251, escribe que el 1 de junio de 1939 Zhukov, entonces en Minsk, recibió una llamada telefónica de Moscú para que reportara inmediatamente a Voroshilov, el comisario de Defensa. Al día siguiente, ya en Moscú, Voroshilov encargó a Zhukov que viajara a Mongolia para ver qué estaba sucediendo y, posiblemente, para hacerse cargo del mando. Y lo mismo hace Robert Forcyzk en su Georgy Zhukov (Osprey, 2012), p. 13, con la llamada a Zhukov de 1 de junio de 1939.
Y alguien tan crítico con Zhukov, tan ideológicamente sesgado (anti-comunista), y tan poco riguroso en el manejo e interpretación de las fuentes como Viktor Suvorov, también sigue esa cuenta, haciendo llegar a Zhukov al CG del 57º Cuerpo Especial el 5 de junio de 1939, tal como relata el mariscal en sus memorias (5).
La realidad, sin embargo, fue que Zhukov no fue llamado a Moscú por Voroshilov el 1 de junio, sino el 23 de mayo de 1939, y la reunión tuvo lugar el 24 de mayo. Y no se envió a Zhukov con la idea de asumir el mando del 57º Cuerpo Especial, sino sólo para inspeccionar cómo estaban las cosas. Conocí este hecho (y otros muchos sobre Khalkhin-Gol y Zhukov) leyendo el estudio de Isaev sobre Zhukov (6). Y la biografía de Roberts, que en esta precisa cuestión descansa principalmente en V. Krasnov (7), vino a constatar lo dicho por Isaev. La diferencia, especialmente en lo concerniente a su misión, puede parecer algo baladí, atribuible simplemente a un error de memoria de Zhukov, pero el asunto tiene más enjundia de lo que parece a simple vista.
Las memorias censuradas de Zhukov no dicen mucho sobre las purgas militares que Stalin y su aparato policial emprendieron a partir de 1937, aunque se extienden un poco más en su edición no censurada. Roberts recoge el relato en el que Zhukov se defendió con éxito en una reunión de los miembros dirigentes del partido comunista del 6º Cuerpo de Caballería que lo acusaron de mantener buenas relaciones con los “enemigos del pueblo”. Zhukov salió airoso del asunto defendiéndose con la rudeza y voluntad que lo caracterizaban. La imagen que intenta trasladar Zhukov es la de alguien que no compartía la ilegalidad e injusticia de los arrestos de las purgas, y que, según sus hijas Era y Ella, vivió todo ese tiempo esperando que lo arrestaran en cualquier momento, por lo que tenía su maleta siempre preparada. De hecho, sigue Roberts, en la entrevista que Zhukov concedió en 1971 al escritor y periodista soviético Konstantin Simonov, el mariscal declaró:
“La experiencia emocional más difícil de mi vida estuvo relacionada con los años 1937-1938. Estaban preparados los documentos forzosamente fatales sobre mí...En general, el asunto era como esto: yo acabaría de la misma manera como habían acabado muchos otros...Y luego, después de todo esto, ¡de repente llegó la llamada! Me ordenaron ir a Khalkhin-Gol...Fui allí feliz” (8).
Los hechos y los documentos oficiales ponen en cuestión toda esa imagen que Zhukov intentó proyectar como una expectante víctima de las purgas, de las que, en última instancia, se libró por ser destinado a Khalkhin-Gol para hacerse cargo del mando del 57º Cuerpo Especial. En realidad, las purgas militares sólo le reportaron beneficios, pues si se convirtió en comandante del 3º Cuerpo y luego del 6º Cuerpo de Caballería fue precisamente porque sus antiguos comandantes habían sido purgados. Y a Khalkhin-Gol no fue enviado para hacerse con el mando, sino para investigar cómo estaban dirigiendo Feklenko, el comandante del 57º Cuerpo Especial, y sus subordinados las operaciones con los japoneses. Difícilmente se enviaría allí a investigar a un comandante que a su vez estaba siendo investigado por supuesta traición, un comandante que, en cualquier momento, podía ser arrestado y condenado. Todo apunta a lo contrario; se envió allí a Zhukov porque era un comandante capacitado y de enérgica voluntad, y un miembro del Partido Comunista que se había ganado la plena confianza de sus superiores. Así que Zhukov seguro que mantuvo una actitud ante las purgas militares de Stalin como la que sostuvo la mayoría de los que sobrevivieron a ellas: mostrando confianza en Stalin y comportándose como lo que Stalin y sus adláteres entendían entonces por un buen comunista.
Zhukov llegó al CG del 57º Cuerpo Especial, en Tamtsak-Bulak, poco después de recibir sus órdenes de Voroshilov el 24 de mayo de 1939. El 30 de mayo envió un informe a Voroshilov con sus primeras opiniones de lo que había encontrado (9).
Otro día hablaré de los combates que tuvieron lugar en julio de 1939 y sobre los que Zhukov omite ciertos detalles importantes en sus memorias, y en los que sus biógrafos, incluyendo Roberts, pero a excepción de Isaev, tampoco se detienen. Luego trataré de los perversos intentos de Suvorov para desacreditar el papel fundamental de Zhukov en la victoria de Khalkhin-Gol, y remataré con un breve análisis sobre dicha campaña.
(1) Geoffrey Roberts, Stalin's General. The Life of Georgy Zhukov (London: Icon Books, 2012), p. 9. Ese libro de Salisbury ha sido publicado en España recientemente: Mariscal Georgi K. Zhukov, Grandes Batallas de la Segunda Guerra Mundial (Barcelona: Ediciones Península, junio de 2009). Tuve el placer de contribuir modestamente en el esclarecimiento de conceptos y terminología militar en la traducción de D. Ricardo García Pérez, quien tuvo la gentileza de regalarme un ejemplar del mismo. Por otra parte, la biografía de Roberts, que he adquirido hace pocas semanas, es, sin duda, el mejor estudio en inglés del mariscal soviético hasta la fecha.
(2) Ibid., pp. 9, 320 notas 15 y 16. No tengo conocimiento de la posible publicación de estas memorias en español.
(3) Жуков Г К., Воспоминания и размышления. В 2 т. (М.: Олма-Пресс, 2002). Se mantiene el título (Memorias y Reflexiones) con que se inició la publicación de 1969. Su lectura online está disponible en la biblioteca virtual http://militera.lib.ru/memo/russian/zhukov1/index.html
(4) Ibid., 161-162; Zhukov, Reminiscences and Reflections. Vol. 1 (Moscow: Progress Publishers, 1985), pp. 177-178.
(5) B. Суворов, Тень победы (М.: АСТ, 2002), capítulo 2, p. 1. Véase http://militera.lib.ru/research/suvorov7/index.html
(6) A. Исаев, Георгий Жуков (М.: Яуза, Эксмо, 2006), p. 28.
(7) V. Krasnov, Zhukov: Marshal Velikoi Imperii (Moscow: Olma-Press, 2005), citado en Roberts, p. 324, nota 1, para el texto de la orden de Vorishilov.
(8) Roberts, Op. Cit., pp. 46-47.
(9) Ibid., 53.
Saludos cordiales
JL