; un raconto de las operaciones destacadas............................Operaciones destacadas del ala sur del Grupo de Ejércitos Centro: julio de 1943 - abril de 1944.
I. Parte. De Orel al Dniéper.
Las posiciones germano-rusas entre Belgorod y Kirov eran un signo de interrogación en el verano de 1943; en la mitad inferior, los rusos estaban en la línea interior y formando un arco alrededor de Kursk que se proyectaba profundamente dentro de las líneas alemanas; en la mitad superior la proporción se invirtió. Aquí la línea alemana se extendía hacia el este en el arco alrededor de Orel.
La zona geográfica del signo de interrogación se convirtió en el escenario de la última gran ofensiva del ejército alemán oriental en julio de 1943. En él participaron los Grupos de Ejércitos Sur y Centro con fuerzas consideradas considerables dadas las fuerzas alemanas en ese momento, pero pequeñas en relación con la tarea y el enemigo. El ataque no se basó ni en una idea político-estratégica decisiva para la guerra ni en un objetivo operativo amplio. Más bien, fue una operación con un propósito limitado. La parte alemana esperaba otro gran ataque ruso en el verano de 1943. La dirección militar alemana no quiso afrontarlo pasivamente, sino que se anticipó a través de su propia iniciativa activa para asegurar la ventaja en la acción.
Parecía haber una posibilidad para la realización de su intención, asestar un golpe devastador contra los ejércitos en la zona de Kursk. La batalla ofensiva tenía como objetivo rectificar el extenso y agotador arco del frente (Belgorod Sevsk-Maloarchangelsk) y hacer avanzar las posiciones alemanas hasta la línea más corta entre Belgorod y Maloarchangelsk. En última instancia, se esperaba que el acto de ataque mejorara la situación de la propia posición inicial antes de la esperada ofensiva rusa de verano: destruyendo partes considerables del ejército ruso, logrando un proceso de formación acortado que ahorre fuerzas y salvando divisiones de la línea de batalla para formar reservas militares operativas.
Un ataque en forma de pinza contra la base sin una ofensiva simultánea contra el frente del arco enemigo alrededor de Kursk tenía como objetivo asegurar el éxito. Para ello, las divisiones de ataque del Grupo de Ejércitos Sur tenían que atacar desde Belgorod al norte, y las del Grupo de Ejércitos Centro (9. Ejército) desde Orel al sur, ambas con el punto de unificación en Kursk.
La sombra que se cernía sobre esta operación desde el principio era la amenaza al flanco oriental y la retaguardia del 9. Ejército alemán, que atacaba al sur desde Orel y comandado por el Coronel gGeneral Model. Sólo si el 2. Ejército Panzer alemán, que también estaba bajo el mando de Model, fuera capaz de mantener libre la espalda del 9. Ejército manteniendo sus posiciones a ambos lados de Bolchow, podría justificarse el riesgo del ataque contra Kursk.
Sin embargo, es muy probable que la intención de salir de la batalla en mejor posición y más fuerte que antes se hubiera podido lograr con menos riesgo y menos bajas si se hubiera preferido una retirada voluntaria del arco norte del frente (Orel) a una de ataque al sur (Kursk). Al optar por ceder el área alrededor de Orel y retirar las propias fuerzas a ambos lados de Briansk, probablemente se habría cumplido una parte del objetivo de rectificar el frente y retirar fuerzas de la línea de batalla para formar reservas para la Conducción Superior sería más fácil. Sin embargo, se debería haber prescindido de la otra parte, más cuestionable, del objetivo de destruir gran parte del ejército ruso.
Sin embargo, los dirigentes militares alemanes se apegaron a la consecución del objetivo general. Preferían la solución ofensiva, aunque las condiciones previas para el éxito eran cada vez más desfavorables. La sorpresa del enemigo quedó en entredicho porque el Alto Mando alemán retrasó la fecha del ataque de una semana a otra, poniendo inevitablemente en peligro la preservación del secreto y el camuflaje de los preparativos del ataque. Además, los rusos trajeron refuerzos a la zona de Kursk, de modo que el equilibrio de fuerzas de ambos bandos se desplazó aún más en desventaja para el atacante. El comportamiento de las tropas rusas en las posiciones avanzadas y las medidas tomadas por los líderes enemigos en la retaguardia no dieron ninguna indicación de que el defensor pudiera tener alguna intención de evadir el ataque alemán que lo amenazaba evacuando voluntariamente el arco de Kursk. Por el contrario, todas las señales apuntaban al hecho de que el avance alemán contra Kursk se enfrentaría al menos con una defensa decidida y tal vez incluso con un enemigo que contraatacaría.
La zona geográfica del signo de interrogación se convirtió en el escenario de la última gran ofensiva del ejército alemán oriental en julio de 1943. En él participaron los Grupos de Ejércitos Sur y Centro con fuerzas consideradas considerables dadas las fuerzas alemanas en ese momento, pero pequeñas en relación con la tarea y el enemigo. El ataque no se basó ni en una idea político-estratégica decisiva para la guerra ni en un objetivo operativo amplio. Más bien, fue una operación con un propósito limitado. La parte alemana esperaba otro gran ataque ruso en el verano de 1943. La dirección militar alemana no quiso afrontarlo pasivamente, sino que se anticipó a través de su propia iniciativa activa para asegurar la ventaja en la acción.
Parecía haber una posibilidad para la realización de su intención, asestar un golpe devastador contra los ejércitos en la zona de Kursk. La batalla ofensiva tenía como objetivo rectificar el extenso y agotador arco del frente (Belgorod Sevsk-Maloarchangelsk) y hacer avanzar las posiciones alemanas hasta la línea más corta entre Belgorod y Maloarchangelsk. En última instancia, se esperaba que el acto de ataque mejorara la situación de la propia posición inicial antes de la esperada ofensiva rusa de verano: destruyendo partes considerables del ejército ruso, logrando un proceso de formación acortado que ahorre fuerzas y salvando divisiones de la línea de batalla para formar reservas militares operativas.
Un ataque en forma de pinza contra la base sin una ofensiva simultánea contra el frente del arco enemigo alrededor de Kursk tenía como objetivo asegurar el éxito. Para ello, las divisiones de ataque del Grupo de Ejércitos Sur tenían que atacar desde Belgorod al norte, y las del Grupo de Ejércitos Centro (9. Ejército) desde Orel al sur, ambas con el punto de unificación en Kursk.
La sombra que se cernía sobre esta operación desde el principio era la amenaza al flanco oriental y la retaguardia del 9. Ejército alemán, que atacaba al sur desde Orel y comandado por el Coronel gGeneral Model. Sólo si el 2. Ejército Panzer alemán, que también estaba bajo el mando de Model, fuera capaz de mantener libre la espalda del 9. Ejército manteniendo sus posiciones a ambos lados de Bolchow, podría justificarse el riesgo del ataque contra Kursk.
Sin embargo, es muy probable que la intención de salir de la batalla en mejor posición y más fuerte que antes se hubiera podido lograr con menos riesgo y menos bajas si se hubiera preferido una retirada voluntaria del arco norte del frente (Orel) a una de ataque al sur (Kursk). Al optar por ceder el área alrededor de Orel y retirar las propias fuerzas a ambos lados de Briansk, probablemente se habría cumplido una parte del objetivo de rectificar el frente y retirar fuerzas de la línea de batalla para formar reservas para la Conducción Superior sería más fácil. Sin embargo, se debería haber prescindido de la otra parte, más cuestionable, del objetivo de destruir gran parte del ejército ruso.
Sin embargo, los dirigentes militares alemanes se apegaron a la consecución del objetivo general. Preferían la solución ofensiva, aunque las condiciones previas para el éxito eran cada vez más desfavorables. La sorpresa del enemigo quedó en entredicho porque el Alto Mando alemán retrasó la fecha del ataque de una semana a otra, poniendo inevitablemente en peligro la preservación del secreto y el camuflaje de los preparativos del ataque. Además, los rusos trajeron refuerzos a la zona de Kursk, de modo que el equilibrio de fuerzas de ambos bandos se desplazó aún más en desventaja para el atacante. El comportamiento de las tropas rusas en las posiciones avanzadas y las medidas tomadas por los líderes enemigos en la retaguardia no dieron ninguna indicación de que el defensor pudiera tener alguna intención de evadir el ataque alemán que lo amenazaba evacuando voluntariamente el arco de Kursk. Por el contrario, todas las señales apuntaban al hecho de que el avance alemán contra Kursk se enfrentaría al menos con una defensa decidida y tal vez incluso con un enemigo que contraatacaría.
Fuente: Streiflichter aus den Operationen des Südflügels der Heeresgruppe Mitte : vom Juli 1943 bis April 1944. Hossbach, Friedrich. Allgemeine schweizerische Militärzeitschrift : ASMZ. Band(Jahr): 117(1951). Heft 4.
Saludos. Raúl M
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