El Dniéper, 1943

La guerra en el este de Europa

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Mensaje por Grossman » Dom Mar 01, 2009 2:17 am

¡Saludos cetme!

Me alegro de que te interese :)
Espérame y yo volveré, pero espérame mucho
Espérame cuando las tristes lluvias lleguen, y cuando el calor llegue no dejes de esperar
Espérame y yo volveré para que la muerte rabie
No comprenderán jamás los que jamás han esperado, cómo tú del fuego me salvaste
Es que sencillamente me esperaste como nunca nadie me esperó
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Mensaje por Grossman » Dom Mar 01, 2009 2:26 am

Tierra quemada ... Los objetivos eran varios. Uno era dificultar el futuro aprovisionamiento del ER mediante la destrucción de las líneas de ferrocarril. Para lo que utilizaban una máquina tractora provista de un enorme gancho en la parte posterior que al avanzar iba rompiendo traviesas, dejando los rieles retorcidos.
Hola:

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Fuente de todas las fotos: http://forum.axishistory.com/viewtopic. ... 0747&hilit

Recibía los nombres “Schienenwolf” (=lobo de vía) o “Schwellenpflug” (=arado de traviesas).

Un saludo
Grossman
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Mensaje por Grossman » Dom Mar 01, 2009 3:42 am

ARKADII SAICHET "Aproximación a Kiev. 1943"
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Fuente: http://www.borodulincollection.com/war/ ... ages/4.htm

6. Chernigov-Poltava (26 agosto – 30 septiembre)
2ª Parte (15 - 30 septiembre)

La pérdida de Nezhin el 15 de septiembre activó las alarmas en el OKH y Hitler ordenó a Kluge acelerar la retirada tras la línea Panther-Wotan y así liberar fuerzas para el GrESur. Pero se desdijo antes de acabar el día, indicando a Kluge “no tener demasiada prisa”, coincidiendo ahí con las preferencias del mariscal, que tardó tres días en cursar la orden, con previsión de concluirla el 10 de octubre. Manstein, por su parte, ordenó al 4ºPz separarse del 8ºE y su flanco derecho virar al oeste en un eje norte-sur para cubrir Kiev. Y a Wöhler retroceder lo más rápido posible para evitar un desgaste inútil de fuerza combativa y poder cubrir el hueco que había quedado entre el 4ºPz y el 8ºE.

La liberación de Priluki, que estaba fuera de la zona asignada al F-Central, por parte del 60ºE, provocó alguna tirantez entre Vatutin y Rokossovski “me manifestaron descontento porque Cherniakovski, con mi permiso, ocupó Priluki, que se hallaba fuera de los límites de nuestra línea divisoria” (1). Entre los días 16-18 de septiembre el F-Central recibió un cuerpo mecanizado de Guardias, cruzó el Desna a ambos lados de Chernigov, aplastó la división húngara que guardaba la ciudad al este, y el día 19 la liberó. El flanco del 2ºE (Weiss) estaba colapsado.

Ese día las primeras unidades del 13ºE (Pukov) lograron cruzar el Dniéper al norte de Kiev, en la confluencia del Prypiat. El día 23 la cabeza de puente tenía unas dimensiones de 35x35 km rodeando el afluente. Su presencia era prioritaria para defender las posiciones desde las que se iba a atacar Kiev de un previsible contraataque alemán del norte.

Unos kilómetros más al sur y cerca ya de Kiev, en Dimer, el 60ºE (Cherniakovski) logró pasar también el Dniéper, alcanzando la cabeza de puente el día 30 una profundidad de 12-15 km por una anchura de 20. Rokossovski escribió lo siguiente sobre un fiasco del impetuoso general (2):
  • “Cherniakovski recibió una orden mía de profundizar en la zona ocupada, y atacando al oeste y sudoeste envolver Kiev. Pero al jefe del ejército le atraía, como si fuese un imán, la ciudad. Y dirigió el ataque principal hacia el sur, a lo largo del Dniéper. Cherniakovski no tuvo en cuenta que, para el enemigo, lo más fácil era organizar la resistencia precisamente en esta dirección, a lo que contribuían las características del terreno y la proximidad de la ciudad, dese donde el enemigo lanzaba al combate todas las fuerzas de que disponía.

    El deseo de Cherniakovski de progresar lo más cerca posible de Kiev impidió que el ejército profundizase la cabeza de puente. Se perdieron varios días en ataques infructíferos. El enemigo aprovechó esta demora, aproximó fuerzas a la dirección de peligro y detuvo la progresión de nuestras unidades. Tampoco se logró ensanchar la cabeza de puente a lo largo de la orilla.”
Algo mas al norte del 13ºE, el 61ºE (Belov), en su avance en dirección Chernigov cruzó el Desna, alcanzó el Dniéper y ocupó otra cabeza de puente.

El avance, entre el 20-23 de septiembre, del 65ºE (Batov) y el 48ºE (Romanenko) hacia Gomel, el mas importante nudo ferroviario y de carreteras de la mitad sur del GrECentro, hizo reconsiderar a Kluge lo de no tener prisa. Los combates eran duros porque los alemanes aprovechaban las condiciones de un terreno pródigo en bosques y ciénagas y tuvieron que esperar a final de mes para pisar las orillas del Sozh al norte de Gomel, con lo que finalizó el papel del F-Central en esta ofensiva.

Su vecino, el F-Voronezh (Vatutin) rodeó Poltava por el noroeste y avanzó en dirección Pereslav, buscando cruzar el Dniéper en su codo en la zona entre Bukrin y Kanev.

“Héroe de la Unión Soviética” era la más alta condecoración de la Unión Soviética, que suponía para el galardonado derecho a una pensión vitalicia, a privilegios de vivienda y otros, reconocimiento público, etc. La recibirían aquellos oficiales y soldados que se distinguieran en el cruce del Dnieper. Las técnicas para cruzar eran burdas, pero se llevó a cabo a una escala tan masiva y con tanta persistencia que resultó eficaz.

Cerca de Bukrin, cuatro soldados de una compañía de subfusileros de Guardias cruzaron el Dniéper en la noche del 22 de septiembre en un bote de remos, escalaron el margen derecho- que en ese punto tenía unos 100 metros de altura, intercambiando fuego con unidades alemanas cuando llegaron arriba. Al día siguiente toda la compañía se hallaba al otro lado y poco después el 3er Ejército de Tanques de Guardias (Rybalko) emprendió el cruce, para lo que se empleó el mas variopinto material flotante: barriles de gasolina, maderas, puertas, paja envuelta en ponchos, etc. Los cuatro subfusileros recibirían la condecoración de “Héroe de la Unión Soviética”. Un poco mas al norte, su vecino, el 40ºE también conquistó una parcela en la otra orilla. Las posiciones de ambos ejércitos, sin embargo, eran bastante precarias por falta de armamento antitanque, recibiendo, por añadidura, ataques de la aviación alemana. El Stavka tenía un interés especial en esa cabeza de puente, por constituir una buena posición desde donde -junto con la que ocupaba el 60ºE al norte de Kiev- lanzar los ataques para liberar la ciudad, y decidió reforzarla mediante una operación aerotransportada. Una ejecución precipitada, errores en su planificación, fallos en la inteligencia (no detectó la concentración de fuerzas alemanas las horas anteriores), así como climatología adversa dieron al traste con el ataque aerotransportado, el segundo y último que realizó el ER en este conflicto. Los detalles de dicha operación pueden seguirse en el post “Operación Aerotransportada del Dniéper, 1943” en viewtopic.php?f=5&t=9780.

La fuerte defensa alemana de Poltava retrasó el avance del F-Estepa (Konev) hasta el día 23. El 25 de septiembre llegó al Dniéper la primera unidad, el 7ºEG (Shumilov) y después el 69ºE que pasaron el río al sureste de Kremenchug el día 29.

Al norte del 7ºEG, el 37ºE llegó al río sin ser detectado por los alemanes en un tramo pobremente defendido. Para sacar provecho de su “invisibilidad” lo cruzó de noche, omitiendo la preparación artillera. Disponía de muy pocos pontones porque su transporte se había comprometido gravemente por falta de combustible. Para pasar la 62ªDI y 92ªDI había solo 8 pontones pesados tipo N2P (se ven en la foto de la 1ª parte) y seis barcazas ligeras A-3. Soldados y partisanos rastrearon las orillas buscando las barcazas que los alemanes habían hundido y consiguieron poner a flote un número de ellas. Atando estas barcazas, así como plataformas, a los pontones, transportaron los carros de combate. Equipos de soldados-leñadores se destinaron a cortar árboles para hacer puentes de tronco, balsas y embarcaderos, para reparar los puentes volados por los alemanes. Se empleó esquifes de pesca y pequeñas embarcaciones motoras. En algunos lugares se improvisó un empleo anfibio de los carros T-34, sellándolos con masilla y haciéndolos entrar a toda velocidad en la corriente, con el resultado de que algunos la consiguieron atravesar, pero los hubo que no llegaron a la otra orilla, pereciendo sus tripulaciones ahogadas. Otro procedimiento con los carros era, con los averiados, sumergirlos formando un fila para que, ejerciendo de puente poco sumergido, otros carros pudieran pasar por encima.

Línea de frente y situación de las fuerzas el 30 de septiembre
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Vemos a continuación los números de efectivos y bajas en el lado soviético de la Ofensiva Chernigov-Poltava y la comparación con Smolensk y Donbas (3):
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El 30 de septiembre, al final de la Ofensiva de Chernigov-Poltrava, el ER había conseguido el objetivo principal de la campaña: ganar a los alemanes en la carrera hacia el Dniéper. ¿Todo el Dniéper? ¡No! Quedaba aun un territorio al oeste de la línea Panther-Wotan entre Zaporezhe y Melitopol, que resistía el embate del Frente Sur (Ofensiva de Melitopol, 26 agosto – 5 noviembre). Pero las cabezas de puente sobre el río representaban una gravísima amenaza para la posición alemana y -a falta de datos sobre tropas- las manifestaciones que hemos estado viendo de sus comandantes dan indicio de la gravedad de las pérdidas de soldados y material que experimentaron los Heere. En cuanto al territorio intercambiado, los mapas lo dicen todo y solo queda por señalar el factor tiempo: apenas habían pasado cinco semanas desde la liberación de Kharkov; la Wehrmacht, que el 5 de julio aun era una fuerza imponente en este teatro de guerra, se había convertido en prácticamente un espectro solo dos meses después.

Un saludo cordial
Grossman
Fuentes:
Las 4 básicas ya se mencionaron en la 1ª parte (1-4)
(1) ROKOSSOVSKI KK “El deber de un soldado”. Inédita (2007) p.251
(2) Ibid. p.253
(3) GLANTZ DM, HOUSE J “When Titans Clashed. How the Red Army Stopped Hitler”. University Press of Kansas (1995) p.297
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Mensaje por partisano » Dom Mar 01, 2009 2:11 pm

Hola:
Como diria Michaleen Flynn (Barry Fitzgerald) en "El hombre tranquilo" del maestro Ford. Este post de define con una palabra.
" Homérico "
Excelente el post.Muchas gracias por el esfuerzo y enhorabuena por el resultado. Para nota. :sgm111:
Saludos.
Conocer el pasado,comprender el presente,conquistar el futuro...
El hombre nace libre,responsable y sin excusas. Jean Paul Sartre

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Mensaje por Grossman » Lun Mar 02, 2009 1:36 pm

¡Caray partisano, menudo elogio, muchas gracias! La verdad es que esfuerzo si que hay, pero muy recompensado con el seguimiento que recibe el tema y las palabras de aliento.

Cuando concluya con la "Operación Aerotransportada del Dniéper", dejaré aquí el testimonio del soldado Litvin que sirvió durante esta ofensiva en el 60ºE del intrépido Cherniakovski, y continuaré con la Ofensiva de Briansk.

Un saludo a todos
Grossman
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Mensaje por Grossman » Dom Mar 08, 2009 11:52 pm

6.2 Testimonio: un siberiano en la Ofensiva de Chernigov-Poltava
1ª parte

Nikolasi Litvin, nacido en Siberia en 1923, hijo de agricultores, ingresó en el Komsomol a la edad de 15 años y cuando estalló la guerra se alistó como paracaidista aunque nunca llegó a realizar un salto de combate.

En 1943 formaba parte de la 3ª Batería del 6º Batallón Antitanque Independiente de Guardias de la 4ª División Aerotransportada de Guardias (4ªDAG) del 18º Cuerpo de Infantería de Guardias (18ºCIG). Servía un cañón antitanque de 45mm remolcado por un Jeep Willys, con función de reserva móvil antitanque.

El cañón era el de tubo largo, equipado con un visor PP-9 que permitía una buena precisión de tiro y acertar a cualquier tanque a una distancia de 500m. El modelo de tubo corto, en cambio, se utilizaba contra infantería y otros objetivos blandos.

Cañón antitanque de 45 mm
Imagen
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Ca%C3%B1% ... 3-K)_45_mm

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Fuente: http://www.inert-ord.net/russ02i/mort_at/index.html

“Nuestra posición era, habitualmente, unos 70-100m detrás del frente. A mas distancia perdíamos efectividad por el tamaño y debilidad del arma. En ocasiones nos enviaban a la línea de frente para disparar unas cuantas andanadas, pero enseguida volvíamos a la posición retrasada.”

Durante la batalla de Kursk y la Operación Kutuzov (Orel) Litvin formó parte del 13ºE (Pukhov) del Frente Central, en la parte norte del saliente, donde resultó herido cuando su batería fue bombardeada por un Stuka. Transferido después brevemente al 70ºE y después al 60ºE (Cherniakovski) con el 18ºCIG al completo.

Avance hacia el Dniéper

"Cuando finalmente cedió la resistencia enemiga nuestra división avanzó hacia el sudoeste, en la dirección general de Kiev. Pasamos de largo Glukhovo y Krovelets y ganamos Konotop sobre la marcha, sin lucha. En Bajmach capturamos unos 20 soldados de Vlasov, rusos que se habían pasado al otro lado.

El comandante de la batería el Capitán F. Nishchakov, que acababa de reemplazar al Teniente Bondarev, se dirigió al cuartel general del regimiento a recibir órdenes, y mientras esperábamos, aquellos de nosotros que estábamos sentados, quedamos dormidos de inmediato. El Capitán Nishchakov volvió con órdenes de combate. La batería debía apoyar un nuevo avance protegiendo de un posible contraataque enemigo con tanques. Antes del amanecer fuimos enviados a la línea de salida, en la localidad de Sambor.

Llegamos a las afueras de Sambor cuando comenzó a salir el sol. Una mujer ucraniana salió de una cabaña cercana y nos explicó que los alemanes habían salido de la población solo 10 minutos antes, en carretas de caballo. Agitada, explicó también que dos alemanes rezagados se bajaron delante de su cabaña, entraron y le robaron huevos y leche. Nos señaló la dirección que habían seguido y algunos de nuestros muchachos fueron en su persecución, los alcanzaron y mataron a los zampones de huevos y leche. Un observador comunicó que había localizado las restantes carretas en retirada. El capitán dio orden a la batería nº 1 de destruirla. Tres disparos acabaron con los caballos de tres de las carretas. Los alemanes abandonaron las otras tres y corrieron a ponerse a cubierto. El capitán ordenó a dos vehículos dirigirse hacia los carros. Estos tenían cabida cada uno para 8 ocupantes. En los alrededores hallamos tres alemanes muertos y dos heridos. Nishchakov ordenó al teniente Seliutiny, que mandaba una sección de la batería, y a Sasha Kornilov, el conductor del primer pelotón, tomar ocho hombres y perseguir a los alemanes escapados. Nosotros nos quedamos donde los carros. El destacamento perseguidor alcanzó a los alemanes, estos abrieron fuego, pero los rodearon y eliminaron. Cogimos de los carros todo lo que nos pudiera ser útil para vivir y para luchar.

Tras la destrucción de la caravana de suministros alemana llegó el Coronel Guardia Nikolaev, comandante de la artillería divisionaria. También el Capitán Guardia Kleshev, el comisario de la división, que ahora se denominaba “vicecomandante del departamento político de la división”.

Enganchamos de nuevo nuestros cañones y proseguimos el avance, que transcurría por la misma carretera donde había tenido lugar el ataque. Pasamos al lado de los caballos heridos, los carros destrozados y los cuerpos de los alemanes que habían intentado resistirse, y continuamos hacia el suroeste."


Gaivoron

"Conducíamos despacio. Parábamos con frecuencia para examinar con detenimiento el terreno delante nuestro. Estábamos solos. No había unidades de infantería ni delante ni a nuestros lados. Nuestra batería la formaban 4 cañones de 45mm, aproximadamente 40 hombres, 35 subfusiles PS y una MP alemana, sin contar pistolas y granadas. ¡Ahora éramos la vanguardia del avance! Mi propio Willys iba el primero de la pequeña columna. El Coronel Nikolaev iba en el, junto con la dotación de mi cañón. Los otros oficiales de la batería y de la división iban en los vehículos que nos seguían.

Al anochecer nos aproximamos a Golenok. Paramos en un montículo cercano. Delante nuestro veíamos la apacible localidad en medio de un suave valle. Examinamos los alrededores con los binoculares, después desenganchamos los cañones, dirigiéndolos hacia la población. Nos preparamos para la batalla y enviamos una patrulla exploradora, mandada por el Capitán Guardia Kleshev. No había soldados enemigos en la población y los exploradores dieron la señal: “limpio”.

Entramos con cautela, guardando una distancia de 100-150m entre los vehículos. Nos detuvimos en lados opuestos de la calle. El Teniente Seliutin ordenó buscar emplazamientos para los cañones. Los habitantes comenzaron a aproximarse. El primero era un adolescente de unos 12 o 13 años. Nos miró fijamente y nos preguntó: “¿Sois soviéticos o alemanes?”. Le respondimos: “Somos soldados del victorioso Ejército Rojo”. El joven comenzó a dar saltos y a gritar a sus vecinos. Tres ancianos se nos acercaron, examinándonos. Todos llevábamos hombreras, y los oficiales estrellas cosidas encima. ¡En los territorios ocupados muy poca gente conocía que se habían este tipo de insignias y rangos en el ejército del proletariado!

El oficial político suplente, el Capitán Guardia Kleshchev reunió a todos los vecinos y comenzó a explicarles la situación en el frente y en el país. El comandante de la batería Nishchakov y el Coronel Nikolaev recogían información sobre el enemigo. El SMERSH hacía sus pesquisas, buscando colaboradores de los alemanes.

Colocamos los cañones en posiciones de disparo. La mitad de la dotación vigilaba los cañones y el resto rastreamos el pueblo bajo el mando del capitán del Departamento Especial (contrainteligencia). El Coronel Nikolaev y el Capitán Nishchakov estaban decidiendo los próximos pasos que había que dar. El objetivo del día era Gaivoron, a 8-10 km de distancia. Eran las 5 de la tarde. No habíamos parado a descansar y nuestros estómagos protestaban. Los lugareños nos trajeron comida y samogon (bebida destilada rusa), pero no bebimos. Estábamos aun de servicio y en posición de disparo.

Tras dos horas de permanecer en esta posición solicitamos permiso al comandante de artillería para continuar hacia Gaivoron. Argumentamos que no se había oído sonido alguno de posible combate cercano, pero lo que realmente perseguíamos era preparar una buena cena y comérnosla antes de que llegara el grueso del 9º Regimiento. El coronel rechazó nuestra petición. Unos minutos mas tarde apareció súbitamente un escuadrón de caballería. El comandante de artillería les ordenó explorar presencia enemiga en Gaivoron.

45 minutos después de que hubiesen partido, el comandante de la dotación de nuestro cañón, Sargento Guardia Korol’kov y yo repetimos la petición de adelantar la batería hacia Gaivoron. El coronel transigió ahora y obtuvimos la autorización. El día estaba terminando y podíamos avanzar hasta alcanzar el escuadrón explorador de caballería.

Enganchamos los cañones pero mientras nos preparamos para partir descubrimos que uno de nuestros vehículos tractores se había averiado. Se ordenó a la guarnición, bajo el mando del Capitán Kleshchev, permanecer como guarnición y defender la localidad en caso de ataque enemigo.

Los restantes tres cañones partimos. Cruzamos una vía de tren y tomamos la carretera que llevaba a Gaivoron. Faltaban aproximadamente 5 km para alcanzarla. Circulábamos despacio, con una distancia de unos 100 m entre los vehículos. Los cañones estaban preparados para la acción, las bocas destapadas. Avanzábamos sin ver rastro de la caballería que nos debía preceder. Pasamos un molino de viento y faltaba solo 1 km para alcanzar la población.

El coronel ordenó detenerse y escondernos tras un almiar que había a la izquierda de la carretera. Permanecimos así esperando la caballería. No se oía nada, no había señales de nadie. Al anochecer el coronel permitió al comandante de la batería avanzar hacia Gaivoron. La orden del movimiento era circular a una distancia de 100 m entre vehículos, silencio, todas las armas a mano, granadas preparadas, no toser, no fumar.

Nuestro Jeep iba en cabeza, con el coronel y el capitán del SMERSH. Coloqué mi subfusil sobre la capota. Bordeamos campos de labor hasta que llegamos a las primera cabañas de Gaivoron. Ya estábamos en el crepúsculo. Nos detuvimos, permaneciendo en los asientos. Una mujer salió tras la puerta de un patio. Miró las estrellas de nuestras hombreras y supo que éramos rusos. Levantó los brazos: “¿Qué os proponéis hacer? ¡La ciudad está llena de alemanes!”. El coronel le preguntó por mas detalles y su marido, que regresaba del centro de la ciudad, le describió la situación. Mientras entraban en su casa para hablar, nos ordenaron desenganchar nuestros cañones y tomar posiciones en el cruce cercano. Los artilleros preparaban los cañones mientras que nosotros, los conductores, acercábamos las cajas de munición. Yo llevé cinco cajas de munición de fragmentación, una de munición antiblindaje y dos de proyectil de shrapnel.

El vecino explicó al oficial que en la ciudad había aproximadamente 400 carros de suministros, y que en un jardín a unos 300 m había tres cañones de bajo calibre, apuntando en nuestra dirección. No había visto tanques ni otras armas pesadas.

15 minutos después, con muy poca luz ya, localizamos los caballos de tiro de los carros y oímos conversar tranquilamente en alemán. Los ojeadores observaban cuidadosamente lo que ocurría en sus sectores y los demás nos preparamos para la batalla. La mitad de la gente permanecía junto con los cañones y el resto tomaba posiciones de seguridad alrededor de cada cañón.

Dos de nuestros cañones de 45mm apuntaban al centro de la ciudad, con los cañones enemigos de 37mm y el grueso de la tropa alemana en los puntos de mira. El tercero de nuestros cañones apuntaba a 90º de los otros, cubriendo la aproximación desde la carretera por la que habíamos entrado. Situamos los vehículos tras una casa envuelta en una zarza. Los conductores debíamos cubrir las aproximaciones de la retaguardia de las baterías.

El oficial que nos mandaba era el Capitán Antipenko, un oficial del Departamento Especial. Una vez guardados los vehículos y ocupadas las posiciones de combate, me dirigí al capitán para pedirle permiso para emplear la ametralladora ligera alemana que llevaba conmigo desde que dejamos Ponyri, pero que no había tenido ocasión aun de usar en combate. Tenía dos cajas de cinta (500 cartuchos). El capitán me concedió el permiso.

El Coronel Nikolaev nos ordenó adoptar una defensa circular y esperar la llegada del 9º Regimiento que nos seguía. Nos ordenaron no comenzar la batalla hasta que esta fuerza principal hubiese llegado. El Coronel Nikolaev ordenó al comandante de la batería, Nishchakov, enviar a su ordenanza al regimiento aerotransportado para explicarles nuestra situación y que aceleraran su partida. El Coronel Nikolaev mandó que lo acompañara el jefe de pelotón, el Sargento Seliutin, y al conductor del primer cañón, Sargento Sasha Kornilov, llevarlos en su vehículo.

Se hizo la oscuridad completa. A medianoche el Teniente Seliutin volvió del regimiento y con el un mayor (el oficial de operaciones del regimiento), dos oficiales mas, un operador de radio y dos avtomatchiki. Se reunieron y decidieron atacar al enemigo esa noche. La señal para el ataque sería una salva de nuestros cañones."


(continuará)

Fuente: LITVIN N “800 Days on the Eastern Front”. University Press of Kansas (2007) p.23-32
(traducción de Grossman)
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Mensaje por Grossman » Vie Mar 13, 2009 1:28 am

6.2 Testimonio: un siberiano en la Ofensiva de Chernigov-Poltava
2ª parte

"Poco después de medianoche pudimos oír un tintineo de cacharros acercándose desde donde habíamos llegado nosotros. Varios de los soldados habían sido descuidados a la hora de sujetar los cacharros de comer y al marchar golpeteaban contra las palas de cavar o los cuchillos finlandeses. Comprendimos que el grueso del Regimiento se estaba acercando, pero los alemanes, que hasta entonces parecía que estuvieran desprevenidos, también oyeron el ruido y se pusieron en alerta.

Cuando nuestra infantería estuvo a unos 50 metros de nuestras posiciones una ametralladora pesada alemana abrió fuego disparando una larga e imprecisa ráfaga. Nuestros hombres se dispersaron alejándose por ambos lados de la carretera en búsqueda de posiciones de ataque. Algunos se quedaron en las cunetas para distraer la atención alemana y atraer su fuego.

Los refuerzos eran una avanzadilla (peredovoi otriad) de infantería de un batallón que nos había estado siguiendo, pero las fuerzas restantes de nuestro batallón aun estaban lejos. Cuando los elementos de la avanzadilla alcanzaron la línea de ataque, el Coronel Nikolayev dio la orden a la batería de abrir fuego. Primero dirigimos los cañones al jardín donde el enemigo tenía los suyos de 37 mm. Aun no se había disipado el estruendo de nuestros primeros disparos cuando vimos al Capitán Nishchakov correr súbitamente hacia los carruajes enemigos, volver a nuestra posición con un par de caballos, atarlos al Willys y salir corriendo de nuevo.

El fuego de nuestros cañones y armas automáticas sorprendió a los alemanes, muchos de los cuales se hallaban durmiendo. En los primeros 15 minutos del combate no tuvimos pérdidas pero gradualmente el enemigo despabiló y organizó la resistencia. Los fogonazos revelaron nuestras posiciones por lo que los alemanes disparaban sus piezas de 37mm con mas acierto. Mientras vendábamos a nuestros heridos continuamos este duelo de cañones. Tras 10-12 minutos de batalla no lamentamos ningún muerto pero varios de nuestros artilleros estaban heridos.

Al final quedamos muy pocos para manejar los tres cañones. En el tercero solo quedaban el conductor y el operador trasero, el Sargento Piotr Goriachikh, en el segundo solo el Sargento Korol'kov y yo, y en el primero solo el conductor, Sasha Kornilov.

Al desplazarse la lucha hacia el centro de Gaivoron se redujo la necesidad de nuestros cañones. El Capitán Nishchakov nos ordenó llevarlos donde estaban aparcados los vehículos. Lo hicimos y enviamos a nuestros heridos atrás. Ahora solo quedábamos cuatro: el capitán de la batería, Nishchakov, el sargento del segundo cañón, Korol'kov, el operador trasero, Goriachikh y yo.

A las 2.00 AM llegaron a Gaivoron elementos de batallón avanzado del regimiento aerotransportado que nos seguía. También ellos fueron recibidos por la ametralladora pesada alemana. El comandante de la artillería regimental nos ordenó eliminarla.

El Sargento Korol’kov me invitó a realizar una incursión de reconocimiento. Era necesario hallar una nueva posición de disparo y la ruta para acceder a ella. Me puse a averiguar el patrón de disparo de la ametralladora: ráfagas cortas y largas durante 2 o 3 segundos y después una pausa en el fuego de 25 a 30 segundos. Después lo mismo cada vez. Las trazadoras pasaban encima nuestro cayendo unos 20 metros atrás. Escogimos una nueva posición en uno de los cruces cercanos que alcanzaríamos con nuestro Jeep a través del huerto de la granja y después acabaríamos de empujar el cañón manualmente hasta un patio.

El Sargento Korol’kov esperaba en la granja. Mientras, yo volví al Jeep, lo puse en marcha y lo acerqué a la calle. Me detuve a esperar oír la siguiente ráfaga de la ametralladora, cuyo fin me permitiría cruzar la calle barrida por su fuego. Traqueteo y silencio. Delante del vehículo volaban trazadoras rojas y verdes. Dejé el motor en marcha y me arrastré por la cuneta. Los alemanes no podían oírlo porque los disparos de los cañones explotaban cerca y había un ruidoso intercambio de fuego automático. La luz que llegaba por las ventanas iluminaban mi camino.

Justo cuando me arrastraba fuera del Jeep oí el aullido de un proyectil acercándose. Rápidamente me puse a cubierto bajo el tejado de una casa cercana. El Sargento Korol’kov se tiró al suelo tras el escudo. El proyectil explotó a unos 15 metros, algunos fragmentos rompieron las ventanas de la casa donde me había refugiado y tres se incrustaron en la pared, encima mío. Yo mismo quedé cubierto de arcilla y cal. Examiné el Jeep, estaba intacto. Desenganchamos el cañón y soltamos los escudos inferiores para que protegieran nuestras piernas si nos disparaba la ametralladora mientras colocábamos la pieza en posición.

Empujamos el cañón a la esquina opuesta del cruce. Korol’kov se quedó junto al cañón preparándolo para la acción, mientras yo volvía al Jeep a por la munición. Escogí una caja de proyectiles de fragmentación y lo llevé hasta la calle. A continuación le até un trozo de cable telefónico alemán y así, dando tumbos lo arrastré al otro lado de la calle hasta donde estaba el cañón. Lo cargamos y preparamos los otros proyectiles.

La ametralladora se iluminó con otra ráfaga. Acurrucados tras el escudo del cañón, las balas no nos atemorizaban. Inmediatamente Korol’kov colocó las llamaradas de la ametralladora en el punto de mira y disparó. El cañón rugió. Vi su parte trasera dirigirse hacia mi en el retroceso hasta llegar al límite. Se abrió la recámara y con un sonido tintineante saltó una vacía y humeante vaina. Cargué un nuevo proyectil. La recámara cerró con un característico clic y el tubo del cañón volvió a su posición normal. Grité: “¡retroceso normal!” y otro disparo salió, y otro, y un cuarto. Tras siete disparos paramos a observar el resultado de nuestro trabajo. Korol’kov había acertado. Conté para mi mismo los segundos: 25, 30, 45, 75. La ametralladora enemiga estaba en silencio.

Disponíamos de tres disparos mas. Aunque la ametralladora estaba en silencio, el sargento dirigió los disparos al mismo objetivo. Cargué y el cañón disparó hasta agotar las diez cargas. Korol’kov se incorporó mirando mientras yo recogía todas las vainas vacías y las colocaba en la caja de munición. Debíamos devolverlas a la unidad de pertrechos, de lo contrario tendríamos problemas. Encontré nueve pero la décima se resistía a mi examen inicial.

Pasaron de 3 a 5 minutos y la ametralladora seguía muda. El Sargento Korol’kov envió un informe al Capitán Nishchakov de que su orden se había cumplido. Mientras, yo seguía con la búsqueda de la vaina que faltaba. La encontré en una zanja a unos 7 metros de distancia. Volvimos a la posición anterior donde la valla de zarzas de la parte trasera de la granja. La batalla se alejó hacia el centro de la población. El comandante de la artillería y todos los oficiales que dirigían la batalla decidieron aproximarse mas a los combates. El Coronel Nikolaev pidió al Capitán Nishchakov un hombre para ser su ordenanza. Escogió al Sargento Korol’kov que se fue con los oficiales.

Quedábamos tres, con tres cañones, unos 300 proyectiles, y un Jeep con medio depósito de combustible. Empezó a verse luz. La resistencia enemiga aumentaba.

Nishchakov nos ordenó tomar una nueva posición de disparo sobre una ligera elevación, unos 250 metros al norte de donde nos hallábamos. Cogimos uno de los cañones y lo pusimos en disposición de disparo. Cogí 8 cajas de munición. Dejamos el Willys y los otros dos cañones en una hondonada a unos 70 metros de la posición de tiro. Preparamos el cañón, cavamos y preparamos los proyectiles: una caja de perforantes, otra de perforante-incendiarias, dos de shrapnel y diez de fragmentación. Terminada la preparación el comandante nos dio permiso para descansar. Mientras, él daba un vistazo a los alrededores buscando emplazamientos para los morteros de 82mm y los obuses.

Cuando volvió nos contó que los morteros y obuses tenían solo de 12 a 16 proyectiles por pieza. Atrás había quedado la asignación de casi tres días. Los comandantes acordaron que si el enemigo se nos aproximaba mucho, dispararíamos por encima de ellos para que hicieran cuerpo a tierra. A continuación los morteros soltarían un haz de fuego que los destruiría dondequiera que estuviesen echados. El haz de fuego es un modo de alcanzar una posición de forma que los proyectiles de fragmentación caen sobre una zona con un patrón solapado, con el resultado de que ningún trozo de suelo queda sin ser alcanzado por algún fragmento y es imposible que algún hombre quede indemne.

Salió el sol. Se oía el sonido del combate que tenía lugar en algún punto en las afueras del sur de la localidad. El primero en despertar fue el Sargento Goriachikh. El Capitán Nishchakov y yo estábamos debajo del cañón, en un hueco en el que nos habíamos quedado dormidos inmediatamente.

Al mediodía era mi turno para vigilar desde el puesto de observación. Durante 30 minutos todo estuvo en paz. Ví que nuestros vecinos de la derecha, los artilleros de los obuses regimentales no habían cavado la posición y eran claramente visibles. A las 2.00 de la tarde comenzaron a silbar balas de fusil alrededor. Me oculté tras el escudo del cañón y comencé a buscar el origen de los disparos. Al frente no hallé nada. Una bala que pasó cerca de mi cabeza me permitió averiguar su trayectoria. Miré hacia la izquierda donde estaba el molino de viento y lo examiné durante un rato. Cuando la tarde anterior nos aproximamos a Gaivoron el molino quedaba a nuestra derecha y nadie nos disparó. Era evidente que en algún momento de la noche, probablemente mientras evacuábamos a los heridos, los alemanes consiguieron infiltrarse en nuestra retaguardia. Nos dijeron que durante la noche los alemanes habían ocupado el cruce de la vía de tren que habíamos pasado por la mañana, por lo que, cuando los vehículos con los heridos estuvieron listos para partir, di mi ametralladora ligera alemana y mis 2 cajas de cartuchos a la pequeña escolta del convoy.

Ahora, examinando de nuevo el molino de viento, vi el humo de un rifle y otra bala silbó pasando de largo. Alguien nos disparaba desde el eje del molino. Tras ver un segundo disparo se lo comuniqué al Capitán Nishchakov. Cuando dos balas mas silbaron a nuestro alrededor ordenó girar el cañón a la izquierda y cargarlo con proyectiles de fragmentación. Efectuamos tres disparos. El primero se llevó el tejado del molino y tras el tercero la torre giratoria se vino abajo. Para asegurar la eliminación del enemigo que ocupaba el molino Nishchakov disparó dos proyectiles incendiarios, prendiendo los restos.

Unos 40 minutos después vi movimiento enemigo. Aprovechando la cobertura de los arbustos, estaban entrando a una acequia que se hallaba frente a nosotros. Con los binoculares comprobé que se trataba de infantería armada con subfusiles. La acequia les brindaba una buena posición de disparo y estaban concentrando mas hombres en ella. Se lo comuniqué al Capitán Nishchakov, que dio orden de prepararse para el combate. Preparamos cargas de shrapnel y fragmentación y yo examinaba a los alemanes a través del visor del cañón.

La acequia se hallaba aproximadamente a 500 metros delante nuestro. Tras un breve período de observación Nishchakov me ordenó acercarme a los vecinos de la derecha, los de los morteros y obuses, y explicarles la situación. Volví hacia mi cañón dejando a los oficiales de las unidades vecinas discutir como cooperar en el combate que se avecinaba. La infantería enemiga no estaba cerca aun, lo que nos dio tiempo para preparar nuestras armas y granadas. Nos sentíamos confiados. Disponíamos de unos 150 proyectiles de fragmentación y 30 de shrapnel, que suponía una cantidad de munición suficiente para eliminar a 100 alemanes. Mientras acabábamos de prepararnos los subfusileros alemanes comenzaron, todos a una, a moverse.

Los alemanes se acercaban, sin disparar, con los subfusiles en las manos y granadas atadas a sus bombachos. El Capitán Nishchakov se sentó tras el visor para apuntar el arma. Esperó hasta que los alemanes hubiesen avanzado 50 metros. Abrió fuego. El primer disparo mató a un oficial alemán. Los alemanes se giraron a donde tuvo lugar la explosión y quedaron confusos: había humo pero ni cráter ni oficial. El proyectil lo alcanzó en el pecho, haciéndolo -literalmente- pedazos, sin dejar cráter en el suelo.

Aun así, los alemanes continuaron su ataque. Nishchakov hizo tres disparos mas, que explotaron en ambos extremos del frente de avance enemigo, y en el centro. Cayeron muertos unos diez alemanes. Después escogió un grupo compacto de alemanes, apuntó al hombre que estaba en medio y le disparó al pecho, con lo que la explosión alcanzó a todos los que estaban su alrededor.

Entonces los atacantes comenzaron a correr al unísono hacia delante a la vez que disparaban. Nosotros incrementamos el ritmo de los disparos. Los alemanes comenzaron a dispersarse pero siguieron avanzando durante unos 30 segundos. Realizamos unos 25 disparos mas. Los alemanes se echaron al suelo. Nishchakov disparó 20 proyectiles mas, apuntando donde yacían agrupados. Después entraron en acción los morteros dejando un haz de fuego, con unos tres proyectiles por pieza. El campo de batalla comenzó a oscurecerse.

Tras el ataque de los morteros pasaron de 5 a 8 minutos y los alemanes volvieron a avanzar, aunque ahora eran muchos menos. Uno de ellos constantemente miraba hacia atrás a la línea de hombres. Blandía una pistola y gritaba algo. Nishchakov le apuntó y el líder cayó. Los demás volvieron a echarse al suelo. Ahora se hallaban a unos 300 metros de nuestra posición. Dispararon los subfusiles pero yo no oía las balas, probablemente porque ahora no les estaba prestando atención. Yo traía las cajas de munición y preparaba la que tenía que dispararse. Goriachikh cargaba el cañón y vigilaba el retroceso. El Capitán Nishchakov, el comandante de la batería, apuntaba y disparaba.

Los alemanes permanecieron en sus posiciones durante diez minutos y nuestro cañón permaneció en silencio. Probablemente pensaron que habíamos agotado nuestra munición y comenzaron a formar pequeños grupos de dos o tres hombres, para recoger a sus heridos y llevárselos a la acequia. Esperamos a que se hubiesen formado una media docena de estos grupos y abrimos fuego de nuevo, eliminando a cinco. Entonces los supervivientes dejaron a los heridos y se dirigieron hacia el almiar tras el que el día antes nos habíamos puesto a cubierto antes de entrar en Gaivoron. Aproximadamente 15 subfusileros se parapetaron detrás. Nosotros no podíamos ir y echarlos de allí así que disparamos proyectiles incendiarios, pero la paja no prendió. De pronto divisamos a un motorista alemán que, provinente de Gaivoron, se refugió también tras el almiar, sin dar tiempo al Capitán Nishchakov a apuntarle. Este disparó con proyectiles perforantes y después de fragmentación y finalmente consiguió hacer arder la paja.

Por la tarde llegó una batería de cañones de 76mm perteneciente al Primer Regimiento de Artillería de Guardias, mandado por el Teniente Coronel Kachin. Solo ahora sentíamos la intensidad de nuestra fatiga y hambre. Los colegas del regimiento de artillería prepararon rápidamente los cañones y dispararon a objetivos que no divisábamos. Mientras, nosotros preparamos nuestros cañones de 45mm para llevárnoslos, lo que nos llevó aproximadamente una hora. Llegó un camión ZIS-5 de la división, que remolcó dos de los cañones. El otro lo enganchamos a mi Jeep.

Volvimos por la misma carretera por la que habíamos llegado el día anterior. Ahora el molino de viento estaba derruido. Al anochecer llegamos a nuestro destino donde fuimos recibidos como héroes. Entre los que nos recibieron estaban nuestros camaradas heridos en los combates de la noche anterior. La mayoría de ellos habían preferido permanecer con el batallón a ser hospitalizados.

Los alemanes que defendían Gaivoron se retiraron y al día siguiente, el 18 de septiembre, liberamos la localidad de Ich’nia. En este punto la resistencia alemana parecía tambalearse, probablemente por sus pérdidas en hombres y material en los recientes combates. Nuestro avance aceleraba el paso. El Frente de Voronezh se hallaba 70 km por detrás nuestro."


(continuará, y veremos de que guisa -en cuanto a indumentaria- el 15ºRgt.Aerotransportado ganó una cabeza de puente sobre el Dniéper)

Fuente: LITVIN N “800 Days on the Eastern Front”. University Press of Kansas (2007) p.32-39
(traducción de Grossman)
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Mensaje por Grossman » Sab Mar 14, 2009 11:21 pm

6.2 Testimonio: un siberiano en la Ofensiva de Chernigov-Poltava
3ª parte y última

Cruzando el Dniéper

“Durante una semana estuvimos moviéndonos de un flanco a otro, apoyando las tropas aerotransportadas cuando se necesitaba nuestro pequeño cañón. El éxito de los últimos combates había embotado nuestro sentido del miedo y confiábamos en que nuestra munición shrapnel nos llevaría siempre a la victoria en los combates.

No lejos de Bobrovitsa nuestra batería recibió la orden de apoyar a la unidad adelantada que se hallaba bloqueada por fuego de artillería autopropulsada y ametralladoras de gran calibre. Nishchakov y Seliutin realizaron un reconocimiento. Nos dirigimos rápidamente a la línea de frente, desenganchamos los cañones y los desplegamos sin cavar el suelo. El enemigo nos localizó y comenzó a dispararnos con sus ametralladoras pesadas, pero estábamos a salvo porque los cañones ya se hallaban en posición de disparo, habíamos bajado los escudos y los artilleros nos habíamos agrupados detrás. El comandante de la batería, el Capitán Nishchakov, ordenó abrir fuego rápido hacia las posiciones de las unidades de artillería autopropulsada y las ametralladoras alemanas. Nuestro tercer cañón consiguió en poco tiempo poner en llamas a uno de los vehículos, mientras, el que era nuestro objetivo se puso a cubierto. Los restantes cañones disparaban a las ametralladoras. Con uno de los autopropulsados en llamas y el otro en retroceso, el fuego ametrallador enemigo se debilitó. El comandante del destacamento adelantado ordenó avanzar a sus hombres y nosotros recogimos los cañones. En la segunda sección resultó herido el amunicionador Egorov. Egorov era, además, el zapatero de la batería y estábamos preocupados por sus heridas. Pero rehusó ir al hospital y, como yo hice cuando fui herido en Ponri, pasó la convalecencia en la cocina de la división.

Nuestra 4ª División Aerotransportada de Guardias continuó el avance en dirección Kiev, pero Priluki quedaba a nuestra derecha. Allí los alemanes mantenían una guarnición y nos parecía peligroso avanzar mas dejando esa fuerza enemiga atrás. Obtuvimos permiso para detener nuestro avance hacia Kiev por 24 horas y liberar Priluki. Para este propósito cada regimiento de la división formó un destacamento móvil y las baterías de nuestro batallón fueron repartidas, una a cada regimiento. Mi batería fue asignada al 9º Regimiento. Por la noche habíamos tomado la ciudad. Cada uno de nuestros cañones disponía de 110 cartuchos con los que fue fácil destruir un buen número de camiones, vehículos de infantería mecanizada y artillería autopropulsada. Esa tarde, la 42ª División que tenía la asignación de liberar Priluki, llegó y nos encontró ocupando la ciudad.

Pensábamos que debíamos dirigirnos a Kiev y participar en su liberación, pero cuando nos acercábamos a la ciudad se ordenó a nuestras columnas desviarnos hacia la localidad de Domantova, que se hallaba en la orilla occidental del Dniéper a 60 km al norte de Kiev (ver mapa 1). Nuestra división concentró allí todos sus elementos, bajo la protección de los bosques, y nos preparamos para forzar el cruce. Los alemanes mantenían la orilla opuesta, que era elevada y dominaba la suave pendiente de la nuestra.”


Aquí el editor del libro, Stuart Britton, informa que en ese lugar el río tenía una anchura de 500 a 700 metros y una profundidad de 6 u 8 metros, y que el lado opuesto estaba defendido por unidades del 59º Cuerpo del 4º Ejército Panzer. Los archivos históricos de la 4ª División Aerotransportada de Guardias señalan en los mapas militares una elevación de 114,4 metros, que permitía una posición dominante sobre el Dniéper en el lugar designado para cruzarlo, así como sobre las aproximaciones desde Gubin y Ditiakique. La misión de cruzar y conquistar esa elevación fue encomendada al 15º Regimiento Aerotransportado de Guardias de la 4ª División Aerotransportada de Guardias. Lo comandaba el Teniente Coronel Birenboim, quien decidió, en lugar de un ataque directo, dividir sus fuerzas para cruzar el río al norte y al sur de la posición alemana. Litvin describe uno de esos cruces.

Mapa 1. Los combates a lo largo del Dniéper entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre de 1943
Imagen
Fuente: LITVIN N “800 Days on the Eastern Front”. University Press of Kansas (2007) p.41
Vemos a la derecha la posición del 60ºE (60 A), del 18º Cuerpo de Infantería de Guardias (18 GRC) y la trayectoria de la 4ª División Aerotransportada de Guardias (4 GAD) hasta liberar Gubin.

“El 15º Regimiento Aerotransportado recibió la orden de seleccionar un grupo de asalto para forzar el cruce del Dniéper la noche del 29 al 30 de septiembre. El Teniente Coronel Birenboim seleccionó una compañía de unos 100 hombres bajo el mando del Teniente G.F. Bastrakov. Dado que no todos los hombres sabían nadar y algunos acababan de volver del hospital, se construyeron tres grandes balsas sobre las que se montaron ametralladoras.

Tan pronto se hizo oscuro la noche del 29 de septiembre la compañía de asalto de Bastrakov se puso en marcha. Pasada la mitad del río, a unos 150 metros de la orilla opuesta, los alemanes notaron algo y dispararon un cohete de señales. Dos bengalas iluminaban el río y los alemanes pudieron ver la pequeña flotilla (sic) y comenzaron a disparar a las balsas. Bastrakov, sabedor de que la mitad de sus hombres no sabían nadar, ordenó: “¡todo el mundo al agua!”. Todos saltaron por la borda. Los que no sabían nadar se agarraron a los costados, el resto nadó hasta la lejana orilla. Los alemanes, viendo las balsas vacías, pensaron que habían barrido a los rusos, y cuando las bengalas se apagaron sus posiciones quedaron en silencio.

Cuando los nuestros llegaron a la otra orilla y se reunieron, Bastrakov les ordenó quitarse los uniformes, quedando en ropa interior. No quería que los mojados y pesados uniformes entorpecieran los movimientos. Los hombres se liberaron de los chaquetones y chaquetas, cogieron los subfusiles y se encaramaron sigilosamente por la pendiente. Los alemanes dispararon otra bengala. Nuestras tropas profirieron un sonoro “¡Ura!” y se abalanzaron sobre los alemanes que reaccionaron como si estuviesen viendo fantasmas, estaban claramente confundidos por la súbita “aparición” en ropa interior blanca. Los nuestros invadieron sus trincheras y abatieron a prácticamente todos los enemigos, también a los que intentaban huir. Mas tarde volvieron a donde habían ocultado su ropa, para vestirse. Por sus acciones en el paso del Dniéper Bastrakov fue galardonado con el título de «Héroe de la Unión Soviética»”


El editor, Britton, cita una fuente del Ministerio de Defensa Soviético que explica que Bastrakov ganó el galardón por sus acciones heroicas en la conquista de Gubin el 3 de octubre de 1943, defendiéndola al día siguiente de siete contraataques alemanes. Bastrakov moriría en combate en enero de 1944 cerca de Cherkassy.

“Nuestros zapadores comenzaron inmediatamente a construir un puente de tablones a través del Dniéper, justo por debajo de la superficie, para ocultarla al reconocimiento aéreo alemán. Cerca construyeron otro de pontones, de 400m, que fue bombardeado, no así el sumergido. Al amanecer los regimientos de nuestra división estaban pasando aun por ambos puentes.”


Aquí acaban las experiencias de Litvin en esta operación. Próximamente: Ofensiva de Bryansk.
Un saludo a todos
Grossman
Fuente: LITVIN N “800 Days on the Eastern Front”. University Press of Kansas (2007) p.39-43
(Traducción de Grossman)
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Mensaje por blue1942DV » Dom Mar 15, 2009 1:53 am

Excelente post, los relatos del final son impactantes, no se puede dejar de leerlos, se te agradece tan monumental esfuerzo. Finalmente de que trata el tipo de munición shrapnel, en la que tan confiados de su efectividad estaban estos intrepidos artilleros rusos?.....


Saludos, quedo esperando ansioso el siguiente post.

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Mensaje por Grossman » Dom Mar 15, 2009 2:44 am

¡Hola, blue1942DV, me alegro mucho de que te guste el topic!

Efecto de la munición shrapnel
Imagen
Fuente: HOGG IV “Los cañones 1939-45” San Martín p.26

Proyectil shrapnel y funcionamiento (detalles en la fuente)
Imagen
Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Shrap ... nglish.jpg que es una traducción de http://ru.wikipedia.org/wiki/%D0%A4%D0% ... rapnel.jpg

El shrapnel es una munición antipersonal cuyo uso declinó después de la PGM, aunque se empleó en la Guerra Civil Española (de lo que puede dar fe mi padre, de cuando estuvo en el Frente del Ebro). Los soviéticos fueron prácticamente los únicos que la emplearon en la SGM. El proyectil contiene una gran cantidad de bolas de plomo sobre una placa impulsora, bajo la cual hay una carga de pólvora. La espoleta se regula para que esta explote a una altura determinada sobre el enemigo. La explosión empuja entonces la placa impulsora que hace salir disparadas las bolas hacia el frente. Es como si al enemigo le disparan con una escopeta de caza desde arriba.

Un saludo
Grossman
Fuentes:
- HOGG IV “Los cañones 1939-45” San Martín p.24
- http://en.wikipedia.org/wiki/Shrapnel_shell" onclick="window.open(this.href);return false;
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Mensaje por blue1942DV » Dom Mar 15, 2009 2:59 am

Valla los rusos, si que se valian de cualquier medio para diezmar a los ejercitos alemanes. Debio haber sido aterrador estar avanzando en una incursion con todo este plomo estallando sobre la cabeza.

Gracias por la atencion prestada Grossman. Reitero gran trabajo.


Saludos.

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Mensaje por Grossman » Vie Mar 20, 2009 3:28 am

MAX ALPERT "Near to the unknown settlement, on the anonimous height..." 1943
ImagenFuente: http://www.borodulincollection.com/war/ ... a-1/12.htm

7. Briansk (1 septiembre – 3 octubre)
El ER cuidaba mucho de vérselas directamente con el poderoso 9ºE (Model) con sus 26 divisiones y 6 Kampfgruppen, buscando en su lugar sus mucho mas débiles flancos: el 4ºE de Heinrici que contaba con 11 divisiones y 7 Kampfgruppen (en el área de Smolensk: Operación Suvorov) y el 2ºE con sus solo 7 divisiones y 2 Kampfgruppen
Esta es la clave de esta ofensiva, que se comprende, no tanto por el enfrentamiento del Frente de Briansk con el 9º Ejército, como por lo que acontecía en los flancos de ambas formaciones.

La de Briansk, la cuarta ofensiva de la Batalla del Dniéper, debía haber comenzado a la vez que la de Smolensk (Operación Suvorov, 7 agosto – 2 octubre), con objeto de clavar ahí fuerzas alemanas, y quitarles la posibilidad de reforzar las que libraban decisivos combates en el sur. Pero el Frente de Briansk (Popov) estaba acabando de limpiar la zona de Orel, coordinado con el frente vecino del sur, el Central (Rokossovski), y la dureza de los combates supuso un retraso de varias semanas respecto a los frentes del norte, el del Oeste (Sokolovski) y el de Kalinin (Eremenko).

El Stavka ordenó transferir el 50ºE del F-Oeste al F-Briansk, que disponía ahora de 530.000 hombres dispuestos en 5 ejércitos:
  • 50ºE (Boldin)
    3erE (Gorbatov)
    11ºE (Fedyuninsky)
    11ºEG (Bagramian)
    63ºE (Kolpakchi)
El 9ºE estaba formado por 4 cuerpos de infantería y un cuerpo Panzer
  • 12ºCI (Röhrich)
    23ºCI (Friessner)
    35ºCI (Wiese)
    55ºCI (Herrlein)
    46ºCPz (Gollnick) (1)
Su distribución la vemos en el mapa 1. Donde comprobamos que el área del 9ºE era bastante mas ancha que la que correspondía al F-Briansk.

Mapa 1, del frente en zona y vecindad de Briansk el 1 de septiembre
Imagen
Fuentes: mapa de elaboración propia; situación de las unidades de GLANTZ DM “Soviet Military Deception in the Second World War”. Frank Cass (1989) p.211 y MADEJA WV “RussoGerman War: Summer-Autumn 1943. Battle Situation – East Front”. No.31 (2003) p.27

Se planificó que el ataque principal tuviera lugar en el flanco derecho, donde el 50ºE, junto con unidades del 3º y el 11º, efectuaría una profunda incursión para ganar la espalda enemiga. Para distraer a los alemanes de estos preparativos, el 11ºEG y el 63ºE realizarían antes un ataque en el flanco izquierdo. La cosa no funcionó. El 50ºE atacó una zona donde los alemanes tenían 4 divisiones y la defensa se vio favorecida por las condiciones del cenagoso y difícil terreno. El enemigo, además, había detectado el despliegue y reforzado adicionalmente las defensas del sector.

Poco antes, el 10ºE (VS Popov) del F-Oeste que en las acciones de la Operación Suvorov (Smolensk) había hallado un punto débil en la defensa alemana en la zona de Dubrovka, al norte de Briansk, logrando una profunda penetración y capturar un buen número de soldados enemigos mal preparados (2). Popov (F-Briansk) sugirió entonces al Stavka explotar el éxito que del 10ºE. La idea era que el 50ºE (Boldin) se desplazara hasta el norte, al sector del 10ºE y penetrara a lo largo del Desna en la retaguardia del enemigo. El Stavka autorizó el plan y ordenó al 10ºE ceder parte de su sector y las 2 divisiones que se hallaban en el.

Como ahora hay dos Popov, un poco de aclaración: Markian Mikhailovich Popov era el que mandaba el F-Briansk, mientras que Vasilii Stepanovich Popov “solo” el 10ºE integrado en el F-Oeste. Como curiosidad, hubo 26 generales con ese apellido luchando en la 2GM, tres eran búlgaros y el resto soviéticos (3).

Markian M. Popov
Imagen
Fuente: http://ru.wikipedia.org/wiki/%D0%9F%D0% ... 0%B8%D1%87
Markian Mikhailovich Popov. Veterano de la Guerra Civil Rusa. A pesar de una relación peligrosamente fluctuante con Stalin, siempre comandó grandes unidades y muchas veces de dos en dos: frentes Norte y de Leningrado en 1941, después ejércitos 40º y 61º, después fue segundo comandante de los frentes de Stalingrado y Suroeste durante la batalla de Stalingrado, después comandante de los ejércitos 5º de Choque y 5º de Tanques (cuyo 24º Cuerpo de Tanques se marcó un raid de 240 km en la retaguardia alemana), después tuvo el mando del Distrito Militar de la Estepa y desde junio de 1943 el del Frente de Briansk (4).

EL 29 de agosto Popov transfirió 2 divisiones y sus sectores del 50ºE (Boldin) a los ejércitos 3º y 11º. El resto del 50º debía desplazarse 100 km y concentrarse al sur de Kirov, donde se le uniría el 2º Cuerpo de Caballería de Guardias (2ºCCG) y atacar desde allí en dirección suroeste. Hay que apuntar aquí que, aunque en apariencia condenada a la extinción, en terrenos cenagosos la caballería daba sopas con hondas al arma mecanizada en cuanto a movilidad.

El éxito de esta operación dependía de la capacidad de ocultar sus movimientos a los alemanes. Para ello se establecieron 6 rutas paralelas y se realizaron obras de ingeniería para facilitar la rapidez y ocultación del tránsito. La disciplina maskirovka era fundamental para que los alemanes no detectaran el masivo movimiento que tenía lugar a una distancia de apenas 7-13 km de ellos. Una estrecha supervisión por parte del estado mayor, una extensa red de control del tráfico y una supervisión aérea debían ayudar a la invisibilidad.

Mapa 2, del movimiento del 50ºE hasta Kirov el 30 de agosto
Imagen
Fuente: modificado de http://www.armchairgeneral.com/rkkaww2/ ... g30_43.jpg

La noche del 29 de agosto el 50ºE (Boldin) se fue reagrupando en condiciones de total oscuridad, concentrándose a la mañana siguiente en los bosques cercanos a las posiciones de partida. El 2 de septiembre todo el 50ºE se hallaban en el área de concentración. El reconocimiento llevado a cabo por los soviéticos reveló, sin embargo, que los alemanes habían detectado todo el movimiento y reforzado su defensa, lo que coincidía con la información de prisioneros. Se averiguó posteriormente que las nubes de polvo levantadas por el movimiento de tropas por la noche no se habían disipado por la mañana y fueron detectadas por el reconocimiento aéreo contrario.

La reacción de Popov (F-Briansk) fue rápida. Tras visitar al Popov del 10ºE y a Sokolovski (F-Oeste) propuso al Stavka desplazar el 50º al sector del 10º para lanzar desde allí su ataque al flanco alemán. Para facilitar la ocultación el plan era renunciar a la artillería propia, tomando prestada la del 10º, y desplazar solo las unidades esenciales para el ataque inicial: 2 divisiones de infantería, una brigada de tanques y algunas unidades adicionales. También esta vez accedió el Stavka y el 50º (Boldin) se reagrupó 35 km al noroeste, tardando menos de dos noches en completarla. El ataque comenzaría el 7 de septiembre y se agregó a estas fuerzas el 2ºCCG. Para aumentar la confusión enemiga Boldin (50ºE) planeó un ataque secundario con dos divisiones de infantería al sureste de Kirov, donde los alemanes esperaban el ataque principal, precedido de una intensa preparación artillera. Estos últimos movimientos no fueron detectados por la inteligencia alemana en toda su dimensión, solo el de algunas divisiones.

Siguiendo los planes, el ataque del 50º (Boldin) comenzó el 7 de septiembre. El ataque secundario se atascó inmediatamente pero el principal penetró exitosamente en las defensas alemanas y por la tarde fue explotado por el 2ºCCG, que logró alcanzar la retaguardia del centro del 9ºE (Model). Puede considerarse que la eficacia de la maskirovka y la rapidez de reacción mostrada constituyeron dos de las claves del éxito del 50ºE en esta acción (5).

El 2ºCCG tomó Zhukovka, el 12 de septiembre. Los intentos de Model (9ºE) de cerrar el frente estaban condenados al fracaso ante la amenaza de inminente colapso de los debilitados ejércitos que se hallaban en sus flancos, el 4º de Heinrici y el 2º de Weiss. El ataque del F-Oeste (Sokolovski) el día 14 sobre el 4ºE hizo a Kluge y Manstein conchavarse para una retirada simultánea sin permiso del OKH, pero no fue necesario porque por la noche este autorizó al 9ºE el repliegue tras el Desna.

El día 15, alarmado por la pérdida de Nizhin, el OKH dio la orden de retirarse hasta la línea Panther-Wotan en el Dniéper. Una vez la hubiera alcanzado el GrECentro transferiría 4 divisiones al GrESur. Hitler dijo a Kluge que no tuviera prisa en alcanzar el Dniéper, y a la vez, que liberara rápidamente las 4 divisiones, lo que da idea de la empanada mental que llevaba el hombre que regía el destino de la Wehrmacht. Esta había comenzado a evacuar Briansk el día 14 y el 17 Stalin pudo anunciar su liberación. A continuación el flanco izquierdo del F-Briansk se puso a la altura del derecho del F-Central.

Los acontecimientos empeoraron considerablemente en los flancos del 9ºE entre el 20 y el 23 de septiembre. Al norte, los frentes de Kalinin y Oeste derrotaban a los ejércitos 3ºPz (Reinhardt) y 4º (Heinrici), y al sur el F-Central (Rokossovski) amenazaba Gomel, el mayor nudo ferroviario y de carreteras de la mitad sur del GrECentro. Se aceleró entonces la retirada alemana, y el avance soviético hasta el Sozh -cabeza de puente al norte de Gomel incluida- se completó el 3 de octubre (6).

Mapa 3, de los sucesivos frentes entre el 9 de septiembre y el 3 de octubre
Imagen
Fuentes: mapa de elaboración propia; situación de frente y unidades de MADEJA WV “RussoGerman War: Summer-Autumn 1943. Battle Situation – East Front”. No.31 (2003) p.27 y http://www.armchairgeneral.com/rkkaww2/ ... ct3_43.jpg

Vemos a continuación el número de efectivos y bajas de las ofensivas tratadas hasta ahora (7)

Imagen

Donde destaca la baja proporción de bajas que sufrió el ER en esta operación, comparado con las anteriores. Si consideramos que la ofensiva tuvo lugar contra uno de los ejércitos alemanes mas poderosos, comandado por un experto en la guerra defensiva y sobre un terreno propicio para la defensa, estas cifras son ilustrativas del carácter que tuvo esta ofensiva, mucho mas “táctica” que “épica”.

Y puestos a comparar: Stavka versus OKH. Un Stavka que accede varias veces a las propuestas de Popov, que cambia de manos los ejércitos y los sectores cuando hace falta, que es flexible cuando surgen dificultades. En el lado alemán, por el contrario, la cesión de unidades que establece el OKH depende en último término de la contrapuesta voluntad de los comandantes de los Heerengruppe, cuya libertad operativa, por otro lado, es entorpecida por las negligentes intromisiones del Führer. En resumidas cuentas: el OKH manda donde no debe y no lo hace donde debería.

Pues esto es todo lo que tengo sobre Briansk. Para las próximas ofensivas volveremos hacia el sur para ver la de Melitopol, continuación de la del Donbas, y la del Bajo Dniéper, el primer gran asalto a la Ucrania Occidental.

Un saludo a todos
Grossman
Fuentes:
(1) http://www.lexikon-der-wehrmacht.de/inh ... Heer-R.htm" onclick="window.open(this.href);return false;
(2) http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Smolensk_(1943" onclick="window.open(this.href);return false;)#Briansk_maneuver
(3) “The Generals of WWII” en: http://generals.dk/do-search.php?nation ... evenshtein" onclick="window.open(this.href);return false;
(4) “Slaughterhouse. The Handbook of the Eastern Front”. The Aberjona Press (2005) p.129
(5) GLANTZ DM “Soviet Military Deception in the Second World War”. Frank Cass (1989) p:202-8
(6) ZIEMKE EF “Stalingrad to Berlin. The German Defeat in the East”. University Press of the Pacific (1983) p.167-70
(7) GLANTZ DM, HOUSE J “When Titans Clashed. How the Red Army Stopped Hitler”. University Press of Kansas (1995) p.297
Espérame y yo volveré, pero espérame mucho
Espérame cuando las tristes lluvias lleguen, y cuando el calor llegue no dejes de esperar
Espérame y yo volveré para que la muerte rabie
No comprenderán jamás los que jamás han esperado, cómo tú del fuego me salvaste
Es que sencillamente me esperaste como nunca nadie me esperó
****************** Konstantin Simonov ******************

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El Dniéper, 1943

Mensaje por Schwerpunkt » Dom Mar 29, 2009 2:00 am

Debo de dar la enhorabuena a Grossman for su mastondótico esfuerzo en dar información sobre una campaña decisiva de la II Guerra Mundial. Siempre me ha llamado la atención que no se prestara mas atención a una campaña tan gigantesca como fue la reconquista de Ucrania Oriental y la perforación de la famosa Ostwall donde el río Dnieper era parte primordial...

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Mensaje por Grossman » Lun Mar 30, 2009 10:43 am

¡Hola!

Gracias, Schwerpunkt. Una cosa lleva a la otra: la desigual y escasa atención que los autores han prestado a esta colosal campaña es lo que hace mastodóntico el esfuerzo necesario para recopilar las mini-aportaciones de unos libros que llenan ya un metro de mi estantería.

Aprovecho para rectificar el anuncio de la Ofensiva de Melitopol, que sufrirá un pequeño retraso porque antes –está punto de salir- habrá un “break” para tratar el papel de las fuerzas aéreas en la campaña.

Un saludo cordial
Grossman
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El Dniéper, 1943

Mensaje por Schwerpunkt » Lun Mar 30, 2009 12:41 pm

Grossman escribió:Aprovecho para rectificar el anuncio de la Ofensiva de Melitopol, que sufrirá un pequeño retraso porque antes –está punto de salir- habrá un “break” para tratar el papel de las fuerzas aéreas en la campaña.
Estimado Grossman, otro aspecto que siempre me ha dejado perplejo es la escasísima atención a las campañas aéreas en el frente del Este. Al margen de las biografías sobre los ases alemanes y su tremendo impacto en la guerra aérea en el este no hay apenas relatos comprensivos -excepto los libros de Christer Bergström- Incluso David Glantz no le dedica prácticamente espacio a un aspecto tan importante. El único que hace alguna contribución mediana es Steven Zaloga que trata al menos de situar la guerra aérea en el contexto de cada campaña.

Y a riesgo de llevar el agua a mi molino... te recomiendo que eches un vistazo a un topic que he abierto sobre la casi inexistente ofensiva estratégica de la Luftwaffe en el Frente Oriental.

Sólo añadirte que sigo con enorme interés tus contribuciones sobre el Frente del Este.

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