La Agencia de Viajes Naujocks

[Von Richardsen]

Saludos, camaradas foristas.

Aquí les va un artículo sobre la falsificación de documentos que he estado elaborando en base a la lectura a un interesante libro sobre servicios secretos alemanes.
Espero que les guste. A continuación, la primera parte.

La Agencia de Viajes Naujocks

A finales de la década del 30 surgió en el SD (Sicherheitsdients, Servicio de Seguridad e Información del Partido Nazi, compuesto totalmente por miembros de las SS) lo que se dio en llamar Agencia de Viajes Naujocks, por estar impulsada por la persona del mismo nombre. Dicha “Agencia” era en realidad un servicio técnico dentro del SD dedicado a las reproducciones de documentos y papel moneda.
La Agencia se creó a partir de la iniciativa del comandante de las SS Alfred Naujocks, al conocer este el arresto de un colega suyo del SD. Dicho colega, poseía grandes aptitudes para el trabajo de inteligencia, hablaba varios idiomas y tenía una carrera en el Servicio Secreto, que, aunque corta, hasta entonces había sido siempre brillantísima. Durante largo tiempo se había estado adiestrando minuciosamente a ese hombre, al que luego se le proporcionó un costoso equipo y una fuerte suma de dinero. Una falla en los documentos falsos que se le habían proporcionado causó su arresto en Francia, lo que atormentó a Naujocks y le hizo pensar en la posibilidad de mejorar la falsificación de los documentos y pasaportes, la cual era bastante deficiente.
Hasta aquí hemos estado hablando de Naujocks, pero ¿quién era este Naujocks? Alfred Naujocks es un viejo militante nazi, un nazi de los primeros tiempos, aunque no tenga más que 26 años. Hijo de un tendedero de Kiel, Naujocks ingresó al Partido Nacionalsocialista a la edad de 15 años, bajo la influencia de un tal Gröthe. Durante tres o cuatro años, participa en innumerables disturbios callejeros. Su entusiasmo por el Partido no deja de aumentar. Naujocks es un especialista de la violencia. Primero soldador en una fábrica de locomotoras, luego se deja atraer por Berlín, ciudad que no conoce. A finales del invierno 1931-1932, abandona Kiel y se dirige a la capital, donde Gröthe ha sido asignado al SD. Los dos amigos vuelven a encontrarse, entre muestras de alegría, y Gröthe pone a Naujocks bajo su égida. Luego de algunos años, Naujocks consigue un ascenso de la mano de Heydrich, al denunciar una especie de alianza entre su jefe, un tal Kublinski y el adjunto de Goering (Himmler y Heydrich no se llevaban muy bien con Goering por aquellos tiempos) y va escalando posiciones hasta convertirse en una persona importante dentro de la organización hasta llegar al grado de comandante de las SS.
Continuemos donde hemos quedado. Con la idea de hacer algo al respecto de la falsificación delos documentos, Naujocks se traslada a la Prinz-Albrechtstrasse y se hace recibir por Heydrich y extiende ante él una colección de pasaportes destinados a los agentes secretos de las SS.
“-Obsérvelos bien-le dijo-, están tan mal hechos que no engañarían a un niño-
“-Pues bien-respondió Heydrich-, ocurre que no podemos hacerlos mejor.
“-¿De dónde provienen?
“-Pertenecen a personas que han muerto o que están en campos de concentración. De cualquier modo, ya no los necesitan.
Heydrich examinó un página de un pasaporte.
“-Ya ve que a veces es necesario borrar ciertos sellos y modificar un nombre. Dada la calidad especial del papel utilizado, no puede nunca realizarse un trabajo perfecto. El papel está tratado químicamente para desanimar a los falsificadores.
“-Sin embargo, estoy convencido de que podemos hacerlo mejor”
“-¿Qué propone?”
“-Que fabriquemos nuevos pasaportes exactamente iguales a los verdaderos.”
Heydrich sacudió la cabeza lentamente.
“-Eso no es tan sencillo como usted cree. Ya hemos estudiado la cuestión y se me ha dicho que resulta imposible.”
“-Estoy convencido de lo contrario.”
“-¡Muy bien!¡Pruebe! Pida el expediente que he preparado sobre este problema. Consúltelo. Volveremos a hablar del asunto.”

Continuará...

Un cordial saludo.

[Von Richardsen]

Bueno, aquí está la 2ª parte, se tardó un poco, pero aquí está al fin.

Al volver a su oficina en la Dellbrueckstrasse, Naujocks se sentía un poco desanimado. Había exagerado un poco al decir que era posible fabricar pasaportes tan exactamente iguales a los auténticos que nadie podría darse cuenta de la imitación. La verdad es que un pasaporte es el fruto de años de trabajo y reflexión. Se concibe de forma de que resulte imposible la tarea del falsificador. Por ejemplo, varios países empleaban una calidad de papel especial fabricado a mano. Luego de haber llevado a cabo una encuesta entre los productores alemanes de papel, Naujocks cayó en la cuenta de que este era un arte prácticamente desaparecido y que los pedidos de esa clase de papel se hacían habitualmente a raras empresas especializadas de Suiza o Gran Bretaña. Sin embargo, la firma de Spechthausen, próxima a Berlín, aceptó, ante su demanda, estudiar la posibilidad de fabricar un pequeño cupo de ese papel, y, a tal efecto, emprendió numerosas experiencias. Algunas sociedades químicas cooperaron con ella en el análisis de las sustancias especiales destinadas a desconcertar a los falsificadores y contenidas principalmente en el papel de los pasaportes suizos. Pudieron descubrirse las fórmulas de tales sustancias, pero este trabajo exigió semanas de esfuerzo, durante las cuales Naujocks efectuó importantes “gastos”.
Otro problema que Naujocks debe solucionar: la falsificación de los sellos utilizados en los puesto fronterizos más diversos. Empieza por hacer fotocopiar, página por página, los pasaportes de sus colegas del SD. Pero no tarda en darse cuenta de que para efectuar ese trabajo de modo conveniente, necesita no sólo 100 o 200 pasaportes, sino varios centenares de ellos y, con preferencia, de las nacionalidades más diversas. Enseguida da con la fórmula salvadora. Obtiene la aprobación de Heydrich –que se la concede de mala gana- y se presenta en la Oficina Central de Pasaportes, donde celebra una fructífera entrevista con el director de la misma. Pocos días después, todos los viajeros que llegan a Alemania oyen la pregunta de si se han registrado “conforme a las nuevas normas”. No, claro. Ignoran esas nuevas disposiciones. Entonces se les retiene el pasaporte durante 24 horas, “simple formulismo”, se les entrega un recibo y, al cabo del plazo previsto, se les restituye el documento. Durante la retención, los fotógrafos de SD proceden a tomar clichés de cada página, en película de grano extrafino.
Naujocks no tarda en nadar en medio de millares de fotocopias que se recortan cuidadosamente, para clasificar todos los sellos conseguidos así. Millares de nombres de puestos fronterizos conocidos y poco conocidos de toda Europa, del mundo entero, se acumulan en los archivadores de Naujocks, que declara a sus amigos: “¡Mi colección de timbres es la mayor del mundo!” Y es cierto. Una operación sin precedentes se lleva a cabo con un éxito absoluto en todos sus puntos.


Naujocks no se contenta con pasaportes. Colecciona también tarjetas de identidad, permisos de estancia, formularios oficiales, membretes de cartas, etcétera, todo lo que puede imprimirse y servir a un espía. La “Agencia de Viajes Naujocks” funciona a pleno rendimiento y emplea a 45 personas de la Dellbrueckstrasse, en jornada completa.
Cuando la calidad de los papeles y clichés parece haberse conseguido, superados los últimos obstáculos, Naujocks decide intentar una experiencia difícil. Busca a un sargento SS empleado en la sección administrativa del Servicio Secreto y le ofrece 15 días de vacaciones en Suiza y una importante suma de dinero, con la condición de que se haga pasar por ciudadano helvético y utilice un pasaporte de la Confederación. El sargento acepta y se pone en camino.
Antes de que llegue a la frontera, Naujocks telefonea a la policía suiza para advertirle que un individuo de tal nombre pretenderá al día siguiente introducirse en Suiza, provisto de pasaporte falso. Lo que tiene que ocurrir, ocurre. El sargento de las SS es detenido en la frontera. Se examina su pasaporte por todas partes, lo someten a pruebas de rayos ultravioleta y, al final se lo devuelven acompañado de las correspondientes excusas. No cabe duda de que el hombre ha sido víctima de algún individuo sin escrúpulos o con un siniestro sentido del humor. Al cabo de 15 días, el sargento regresa a Alemania, por una ruta distinta, y en otro despacho fronterizo examinan su pasaporte. Pasa sin dificultad. Cuando se presenta ante Naujocks y le refiere los contratiempos sufridos, éste le da las más efusivas gracias: la prueba es concluyente.

Fuente: Historias del Servicio Secreto Nazi, André Brissaud , Editorial Noguera.

Espero que les haya resultado interesante. Cualquier opinión es bienvenida.

Un cordial saludo.

[Ignatius 56]

Intertesante post el tuyo, Von Richardsen, principalmente para mí, que estoy en el ramo... , no pienses mal es que trabajo en una Agencia de Viajes pero de las de verdad ¡eh!.
Saludos.

[Von Richardsen]

Muchas gracias por los comentarios, Josep Lluís Arsac Pañella. Me alegra mucho que este tema haya gustado.

Un cordial saludo.

[José Luis]

¡Hola a todos!

Una pequeña aportación.



Fuente: United Kingdom National Archives. M15 Release Material. Document KV 2/280. Alfred Naujocks, miembro de las SS y SD en la década de 1930. Bajo mando de Heydrich se dedicó a asesinar a los oponentes del régimen nazi. Estuvo involucrado en 1939 en operaciones de engaño para sugerir que los polacos habían invadido Alemania y en la captura de los agentes británicos en Venlo. Posteriormente confeccionó documentación falsa, incluyendo divisa británica. También fue sospechoso de crímenes de guerra, especialmente en Dinamarca.

Saludos cordiales
José Luis

[Von Richardsen]

Hola José Luis!

Si, he leído sobre las actuaciones en el exterior de Naujocks y tengo por ahí un relato sobre una operación suya para destruir una emisora de radio en el extrajero, veré si lo puedo publicar.

Cordiales saludos.