Vasily Chuikov

Todos los personajes de la Segunda Guerra Mundial

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Mijail Mijailovich
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Vasily Chuikov

Mensaje por Mijail Mijailovich » Dom Jul 02, 2006 6:52 pm

Vasily Ivanovich Chuikov (Васи́лий Ива́нович Чуйко́в)
(12 de febrero de 1900 - 18 de marzo de 1982) fue teniente general del Ejército Rojo de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial y dos veces Heroe de la Unión Soviética (1944, 1945).
Tras la guerra fue nombrado Mariscal de la Unión Soviética.

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Vasili Chuikov procedía de una familia campesina numerosa (12 hijos). Su patria chica era de la aldea de Serebriani Prudi, cabeza de comuna de la parte meridional de provincia de Moscú.
Se unió al Ejército Rojo durante la Revolución de 1917 para posteriormente estudiar en la Academia Militar de Frunze. Chuikov sirvió en la ocupación soviética de Polonia Oriental en 1939 y en la Guerra Ruso-Finlandesa de 1940. Fue enviado a China como asesor de Chiang Kai-shek.
En mayo de 1942 se le concedió el mando del 62º Ejército en la Batalla de Stalingrado. El 62º Ejército fue ascendido a 8º Ejército de la Guardia debido a sus acciones tras la victoria del Ejército Rojo en Stalingrado. Chuikov mandó el 8º de la Guarida en el Frente Bielorruso y dirigió su avance hacia Polonia, encabezando finalmente la ofensiva soviética que capturó Berlin en Abril de 1945.

En el punto de mando de Chuikov notaron que a través de las ruinas se abría paso un grupo de oficiales alemanes con una bandera blanca en las manos. El grupo fue llevado hasta el general Chuikov. Resultó que entre los parlamentarios estaba el general Krebs, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Alemania.
Por primera vez en el puesto de mando de Chuikov se informó de que Hitler se había suicidado y en nombre de Goebbels entregaba las condiciones de un armisticio.
La respuesta fue: “Nada de condiciones, solo la capitulación”.

Tras finalizar la guerra, Chuikov permaneció en Alemania, sirviendo posteriormente como Comandante en Jefe del Grupo de Fuerzas Soviéticas en Alemania desde 1949 hasta 1953, cuando fue nombrado Comandante del Distrito Militar de Kiev. Mientras servía en aquel puesto, el 11 de marzo de 1955 fue ascendido a Mariscal de la Unión Soviética. Entre 1960 y 1964 fue Comandante en Jefe de las Fuerzas de Tierra del Ejército Rojo. También sirvió como Jefe de la Defensa Civil desde 1961 hasta su retiro en 1972. Desde 1961 hasta su muerte, fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética.

Chikov fue un gran consultor en el diseño del Memorial de la Battala de Stalingrado en Mamayev Kurgan y tras su muerte fue enterrado allí. Fue el primer mariscal ruso enterrado fuera de Moscú.

Addenda sobre Stalingrado:
El Cuartel general lo envió a Stalingrado en los días más difíciles para la defensa de la ciudad. Vasili Chuikov cruzó el Volga en medio de los bombardeos y arrastrándose pegado a la tierra alcanzó, el 16 de julio de 1942, el refugio del Estado Mayor. Al general inquietaba el espíritu moral del ejército (hacía poco que habían interceptado un camión secuestrado por oficiales de una unidad para escapar a la retaguardia).
Además, a la derecha de la ubicación de Chuikov, en la parte alta del río Chir, una división de infantería austríaca acosaba con fiereza. Un cabo prisionero contaba como los austríacos ejecutaban despiadadamente a los soldados soviéticos heridos que se escondían en las trincheras.

Un poco mas al norte, los alemanes habrían logrado deteriorar la defensa y, haciéndose de la aldea de Kamensk aislar a una parte de los regimientos del 62º ejército que tendría que encabezar Vasili Chuikov.

El 25 de junio los alemanes lanzaron una ofensiva masiva. Para el ejército de Chuikov aquel fue el bautismo de fuego. En su mapa estaban marcados algunos puntos de apoyo que debían mantener los defensores de la ciudad: los corpachones de las fábricas, las ruinas de los edificios, los sótanos y los barrancos.
En Stalingrado ya no existía una línea compacta de defensa. En aquellos días, el general Chuikov pronunció unas palabras motivadas tanto por su fuerza de voluntad, como por una decisión temeraria, que han pasado a la Historia: “Al otro lado del Volga no hay tierra para nosotros”.

En Stalingrado mostró desde los primeros días la fortaleza de su espíritu militar. Chuikov ordenó cavar un blindaje para el mando de su ejército en la Colina de Mamaiev, a solo 400 metros de la línea del frente.
Nunca abandonó ese peligroso lugar, no obstante que la guardia del puesto de mano tenía a veces que entrar en combate con el enemigo que se había abierto paso. Sus ordenes eran rígidas. Es conocido el caso cuando ordenó fusilar al jefe de una brigada por haberse replegado de la ciudad y trasladado el mando al otro lado del Volga.

Bajo el mando de Chuikov combatieron las unidades aerotransportadas, como las denominaban entonces, las fuerzas de élite del Ejército Rojo. Para ellas trazó Chuikov bajo los bombardeos en el blindaje la nueva táctica de combates en la ciudad. Por vez primera comenzaron a actuar allí los grupos de asalto móviles. Para estos el General tenía instrucciones precisas y ejemplares que comenzaban con las siguientes palabras: “Irrumpan en la vivienda los dos, tú y la granada”.

Los alemanes se acercaban a Stalingrado. La ciudad era objeto de un intenso bombardeo aéreo y la población fue evacuada. En tanto, en Berlín esperaban las noticias de la caída de Stalingrado, pero el tiempo avanzaba y lo que parecía inevitable no sucede.
Y solo al cabo de las semanas, cuando el frente se estabilizó, Stalingrado detuvo la ofensiva de los alemanes, el Estado Mayor fue consciente de ello y comenzaron a aparecer los planes de como aprovechar la posibilidad que se presentaba.

La idea misma del “caldero de Stalingrado” no tenía nada de nuevo: en las dos campañas de verano precedentes, los alemanes ya habían armados unas cuantas bolsas y calderas propicias. Pero una defensa como en Stalingrado era algo excepcional desde el punto de vista de la ciencia militar, pues todo se hacía contraviniéndose los postulados y dogmas establecidos. Extender el ejército en la forma de una estrecha franja a lo largo del Volga, similar a la falange de Macedonia e imprimirle la fortaleza de los famosos escuderos de Alejandro, teniendo a la espalda el filo de dos kilómetros, atacado constantemente por los aviones enemigos. Permanecer con el mando del ejército poco menos que en la línea del fuego.

Testimonio de Vasili Chuikov sobre los combates en Stalingrado:
“Por doquier se libraban combates encarnizados. Solo en un día, el 15 de septiembre, la estación ferroviaria de Stalingrado pasó cuatro veces de una mano a otra. Pero, hacia la noche era nuestra. Sobre la colina de Mamaiev me cuesta decir ahora en manos de quien estaba en la noche del 4 al 5 de septiembre. Pero en la mañana del 16, después de feroces combates, el regimiento 42 del coronel Erin la recuperó.

Durante varios días se libraron combates por el funicular. Me parece todavía escuchar el informe del jefe de la división, Dubanski. El coronel informaba de que la situación había cambiado. Antes nos encontrábamos en la cima del funicular, y abajo estaban los alemanes. Mientras que ahora expulsamos a los alemanes de abajo, pero una parte de ellos se abrió paso hacia arriba y en los pisos superiores se libra ahora un combate.
No habiendo logrado éxito en el centro de la ciudad, el enemigo decidió en octubre hacerse de la parte norte, del distrito de las fábricas. Pero allí tampoco logró hacer retroceder mi 62 ejército hasta el Volga."

En Volgogrado, en la Colina de Mamaiev sobresale el Panteón del recuerdo, en cuyos muros están inscritos millares de nombres de los defensores que cayeron en Stalingrado. No lejos del Panteón reposa también Vasili Chuikov. La colina de Mamaiev figuraba en los mapas de los tiempos de la guerra como la “altura 102”. Desde ese lugar se dominaba la ciudad y se divisaban las estepas del Volga.
Vasili Chuikov pidió en su testamento ser enterrado en ese lugar, cerca de las fosas comunes de sus soldados.
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"Al que no sabe, cualquiera lo engaña.
Al que no tiene, cualquiera lo compra."

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