Hitler y el amor

Todos los personajes de la Segunda Guerra Mundial

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Eckart
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Mensaje por Eckart » Mié Ene 30, 2008 12:59 pm

Roy, Reminiscenses fue escrito durante la dictadura, por lo que creo más factible que la escritura de esas memorias estuviera condicionada, por motivos evidentes. La crítica de Laon da por hecha la existencia de un autor fantasma para las memorias finales de Kubizek, pero parece ser que esto no se ha podido demostrar definitivamente. Otro capítulo más de misterio.


Más madera: en Hitler in Vienna 1907-1913 aparece citado* un testimonio de Reinhold Hanisch que, si bien ha de ser tratado con mucha prudencia, suena verosímil dadas las circunstacias y conociendo episodios como los que ya hemos visto. Dice así:

"Entonces (Hitler) solía relatar una experincia que tuvo cuando era muy joven, para demostrar su autocontrol. Durante una de sus vacaciones de verano en el campo, conoció a una lechera que congenió con él y a la que también gustó. Una vez, cuando estaba ordeñando la vaca y él estaba solo con ella, esta actuó un tanto indiscretamente. Pero Hitler, de pronto pensó en las eventuales consecuencias y salió corriendo, como el casto José, tropezando con un cántaro de leche fresca".

*JONES, J. Sydney. Hitler in Vienna 1907-1913. Stein & Day Publishers New York: 1983. p. 197.

Un saludo.
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Mensaje por José Luis » Mié Ene 30, 2008 2:53 pm

¡Hola a todos!
Roy escribió:Yo no creo que las "memorias" de Kubizek ean muy fiables. El libro esta lleno de frases de Hitler que simplemente no aparecen en sus cuadernos anteriores.

Vease:
http://www.amazon.com/review/product/18 ... Descending
Opinion de Laon
Estimado Roy,

El peligro de tomar como válidas las reseñas de quienes tienen a bien hacerlas es que uno se puede llevar una desagradable sorpresa. Tal es el caso del autor de la reseña que has referenciado. Este hombre cita a Brigit (Brigitte) Hamann y su libro Hitler's Vienna: A Dictator's Apprenticeship , pero una de dos:

1) O no leyó por entero todo lo que cita o
2) Su reseña es claramente tendenciosa y sesgada.

Brigitte Hamann dedica un apartado de su libro (Kubizek and Jetzinger as Sources) precisamente a revisar críticamente el libro de Kubizek. Tras señalar algunas cosas que pondré a continuación, Brigitte Hamann afirma que el libro de Kubizek es, en conjunto, fiable y la fuente más importante para los años de Hitler en Viena.

Os traduco lo más interesante:

[El amigo de Hitler durante su juventud en Linz, August Kubizek, que iba a ser su compañero de habitación en Viena por unos cuantos meses, publicó sus memorias Adolf Hitler: Mein Jugendfreund (Adolf Hitler: El amigo de mi juventud) en 1953. Por carencia de otras cuentas de testigos oculares, este libro es la principal fuente para una cuenta de la primera vida de Hitler y por tanto necesita ser examinada críticamente.

Primero, algunos datos biográficos sobre Kubizek. Tras perder contacto con Hitler en julio de 1908, continuó estudiando música en Viena y se graduó en 1912. Fue contratado como segundo director del teatro de la ciudad de Marburg an Drau y trabajó allí mientras el amigo de su juventud, Hitler, pasaba años de indigencia en el albergue de hombres, sin perspectiva alguna de un futuro mejor. El estallido de la guerra impidió a Kubizek comenzar su nuevo trabajo en el teatro de la ciudad de Klagenfurt. El 1 de agosto de 1914 se casó con una violinista de Viena y se alistó. Durante el “invierno de los Cárpatos” en Galicia en 1915 sobrevivió con dificultad a una grave enfermedad infecciosa: “Perdí mi fortaleza para siempre”. Después de la guerra intentó convertirse en tutor privado y secretario municipal en Eferding, cerca de Linz, “donde organicé la vida musical de la pequeña ciudad”, Cuando en los veinte reconoció por azar al amigo de su juventud como orador político en una revista, su respuesta fue de lástima: “Estaba muy apenado de que no hubiera sido capaz de seguir con su carrera artística que yo había….Ahora tenía que ganarse la vida como orador en asambleas. Duro trabajo”.

Cuando Hitler se convirtió en canciller del Reich en 1933, Kubizek lo felicitó por escrito. En su respuesta (“¡Mi querido Kubizek!”) Hitler escribió, el 4 de agosto de 1933, Una vez que el tiempo de mis más difíciles luchas ha terminado, estaría muy encantado de revivir personalmente el recuerdo de los años más hermosos de mi vida. Quizás puedas visitarme. Pero Kubizek no tuvo ni la oportunidad ni el dinero para el viaje…

Los dos antiguos amigos no se vieron de nuevo hasta el 9 de abril de 1938, por vez primera en treinta años, en el Hotel Weinzinger de Linz, un día antes del referéndum sobre el Anschluss que ya había tenido lugar. Hitler le dio la bienvenida diciendo, ¡Gustl! Pero dirigiéndose a él con el Sie, el pronombre formal de la tercera persona……

[Me salto algunos pasajes que sólo son biográficos y de encuentros hasta el momento que nos interesa]

(…) Cuando el secretario privado de Hitler, Martin Bormann, se dirigió a él (Kubizek) para escribir sus memorias junto con las de la juventud de Hitler para el archivo de partido del NSDAP, Kubizek recibió su único favor: en 1943 obtuvo una promoción especial……siendo la razón que “el Sr. Kubizek fue un amigo de Hitler durante su juventud” que estaba “ocupado escribiendo las memorias del tiempo que él y el Führer pasaron juntos”. Las esperanzas de Kubizek de recibir un puesto como músico profesional a través de Hitler quedaron en nada.

Kubizek encontró el escribir difícil……Para facilitar su trabajó utilizó un guía turístico de Viena, copió sus descripciones de las atracciones turísticas de Viena y reportó los edificios que el joven Hitler apreciaba y los que no. También incluyó pasajes antisemitas, por ejemplo, sobre su visita conjunta a la cafetería de los estudiantes: “La cafetería estaba abarrotada de judíos. Realmente te sentías como si hubieras sido transferido a Palestina….”. Este primer manuscrito tenía aproximadamente 150 páginas impresas y es creíble en tanto en cuanto concierne con las experiencias personales, particularmente en relación a la música y el teatro.

Después del final de la guerra, Kubizek fue arrestado sobre la base de su relación personal con Hitler. Pasó 16 meses en el campo de Glasenbach, donde estuvo sujeto a un permanente –y fútil- interrogatorio. Sus memorias y las cartas de Hitler sobrevivieron en una pared de su casa en Eferding.

Tras su liberación en abril de 1947, Kubizek estaba desempleado…..Durante ese tiempo de necesidad encontró al librero del distrito gubernamental de la Alta Silesia, Dr. Franz Jetzinger, que estaba trabajando en un libro sobre Hitler y estaba intentado obtener información de Kubizek.

[Hamann da unos datos biográficos de Jetzinger]

(…) Después de 1945 (Jetzinger) planeó utilizar este expediente (sobre la vida militar de Hitler) como armazón para su libro sobre Hitler. Entrevistó a testigos oculares, entre ellos, Kubizek, que estaba esperando que Jetzinger utilizara su influencia para ayudarle a recuperar su antigua posición. Kubizek hizo un gran trabajo para Jetzinger, escribió largas respuestas a sus preguntas, copió las cartas y postales de Hitler, que todavía eran desconocidas completamente para los especialistas, y le entregó el primer borrador de sus memorias.

A cambio, Jetzinger refrescó la memoria de Kubizek preguntándole cuestiones, y, en el curso de largas conversaciones, le dio detalles sobre su propia investigación de archivos. Kubizek comenzó a escribir su “propio pequeño libro”. Amplió su antiguo manuscrito y ahora también usó Mein Kampf como referencia. Mientras trabajaba en su primer borrador, aseguró, tenía una copia del libro pero no la leyó.

Para gran sorpresa de Jetzinger, las memorias de Kubizek fueron publicadas tan pronto como en 1953, bajo el título Adolf Hitler: Amigo de mi Juventud. Las aproximadamente 150 páginas habían crecido ahora a 352. La escritura es mucho más relajada y legible que en los borradores previos, aparentemente habiendo sido completamente pulida por un hábil editor. Los pasajes llenos de admiración por el “Führer” han desaparecido, pero todavía Kubizek no deja duda sobre su amistad con Hitler, tal como enfatizó en una carta a Jetzinger: “Sólo he tenido un amigo en mi vida: Adolf Hitler”. Pero en cuanto a sus declaraciones relativas al tiempo que pasó con Hitler, Kubizek no cambió casi nada.

Hubo algunas historias que elaboró después, como el romance con Stefanie. Con respecto a las fechas no es muy fiable, y algunas veces lo engaña su memoria. Algunos de sus errores han entrado en el registro de Hitler, por ejemplo, la noción de que su casera en Viena, la señora Zakreys, era polaca en vez de checa. Como cita el número 29 –en vez del correcto número 31- como el de la casa en Stumpergasse donde vivió Hitler, la casa equivocada continúa siendo fotografiada como la casa de Hitler en esa época. Sin embargo en conjunto, Kubizek es fiable. Su libro es una fuente rica y única para los primeros años de Hitler, por no hablar de las cartas y postales que incluye del joven Hitler.] (pp. 50-56).

Hamann sigue describiendo algunas cuestiones, como la del antisemitismo de Hitler, y la mala disposición de Jetzinger hacia Kubizek en sus críticas al libro de éste (sin duda, que lo publicara antes que el de Jetzinger fue un palo para éste), y subrayando que la mayoría de los historiadores tomaron más en serio el de Jetzinger que el de Kubizek (que murió en 1956). Pero finalmente, Hamann se decanta claramente por la fuente de Kubizek como la más fiable.

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Mensaje por José Luis » Mié Ene 30, 2008 6:50 pm

Ya, Roy. Pero cuando en este topic estoy citando dos pasajes concretos de Kubizek sobre el tiempo de su estancia en Viena junto a Hitler, y entras tú diciendo que crees que las memorias de Kubizek no son muy fiables, dando el enlace de la reseña, entonces me veo obligado a matizar esa generalidad que tú has hecho previamente.

Ya Kershaw en su biografía sobre Hitler, tomo I, advierte de las reservas que hay que tener con las memorias de Kubizek, citando precisamente a Brigitte Hamann, de la cual he traducido los pasajes del post anterior. E igualmente lo ha hecho el amigo Eckart en una intervención precedente en este topic. Tener reservas sobre una fuente no es equivalente a rechazarla, como has matizado en tu último mensaje.

Pero en lo que hay unanimidad es en que los detalles de su experiencia junto a Hitler en Viena, relatados en sus memorias, son razonablemente fidedignos.

Y por eso yo he citado, directamente de Brigitte Hamann como indiqué, las anécdotas de la 'madam' y la 'estudiante de piano' que relata Kubizek en sus memorias, y que son dignos de crédito.

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Mensaje por José Luis » Mié Ene 30, 2008 7:27 pm

Kasparov escribió:¡Hola a todos!

Gracias por el aporte José Luis. No había leído antes el pasaje de la bata. Me tendré que hacer con el libro que citas.

Saludos
Aquí tienes el libro de Kubizek en español:
http://wehrwolf-welsung.blogspot.com/20 ... entud.html

En el último enlace, encontrarás los psajes que he citado.

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Mensaje por Kasparov » Jue Ene 31, 2008 4:02 pm

¡Hola a todos!

No dejas de sorprenderme amigo JL.
Mil gracias.
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Mensaje por sensorama » Jue Ene 31, 2008 7:10 pm

Hola a todos:
Sobre la sexualidad de Hitler todo son conjeturas. Alejados ya de fantasias como que era sadomasoquista etc. solo nos queda creer que Hitler prescindió de la sexualidad como prescindió de muchas otras cosas para dedicarse a la política. Hay que decir que el Fuhrer era tremendamente tímido para las cosas más mundanas. No le gustaba desnudarse en público (hasta su mismo medico se las veía y deseaba para lograrlo), ni montar a caballo, ni nadar... imaginaos entonces todo lo referente al sexo. Si llegara a mantener relaciones sexuales con alguna mujer se exponía a que lo chismorreara por ahi. Y él era muy celoso de su intimidad. Por otra parte creo que él pretendía estar por encima de esos deseos. Es un poco como su vegetarianismo. Yo creo que a Hitler le bastaba con mantener una conversación con alguna mujer (alguna secretaria generalmente) para relajarse de sus preocupaciones. Segun Speer mantenía relaciones sexuales con Eva Braun.

Con respecto a la homosexualidad ningún autor ha podido demostrarlo. Y aunque lo fuera es imposible que una persona como Hitler dejara rastros al respecto. Él mismo toleró la homosexualidad de muchos de sus colaboradores, a pesar de que oficialmente el nacionalsocialismo combatiera la homosexualidad. La única persona que fue su amigo y que le tuteó fue homosexual.

Saludos!

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Mensaje por José Luis » Jue Ene 31, 2008 10:02 pm

sensorama escribió:Hola a todos:
Sobre la sexualidad de Hitler todo son conjeturas. Alejados ya de fantasias como que era sadomasoquista etc. solo nos queda creer que Hitler prescindió de la sexualidad como prescindió de muchas otras cosas para dedicarse a la política.
Ya, pero el problema es que "decidió" esa rara abstinencia (sólo se puede prescindir de lo que ya se tiene) cuando ser político era algo que ni siquiera se había planteado. Los años de Viena que relatamos (1907-13) quedan muy lejos de la posguerra, cuando Hitler desembocó en la política.

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Mensaje por sensorama » Vie Feb 01, 2008 10:12 am

Ya, pero el problema es que "decidió" esa rara abstinencia (sólo se puede prescindir de lo que ya se tiene) cuando ser político era algo que ni siquiera se había planteado. Los años de Viena que relatamos (1907-13) quedan muy lejos de la posguerra, cuando Hitler desembocó en la política.
No creo que prescindir del sexo sea una rara abstinencia. Millones de personas lo hacen bien voluntariamente o por las circunstancias de sus vidas. Con respecto a que Hitler no se había planteado ser político en los años de Viena tampoco lo tenemos muy claro. Sabemos que Hitler tenía en su cabeza muchas ideas cuando era adolescente. Y que siempre se sintió diferente a los demas. Desde luego, un chico normal y corriente como el resto no lo era.

Tampoco creo que solo se pueda prescindir de lo que ya se tiene. Esta es la definición de "prescindir" que nos da un diccionario:

"eliminar, quitar, reemplazar, privarse, desprenderse, excluir, desterrar, relegar, apartar, suprimir, descartar, omitir, abandonar, desairar, desentenderse, desembarazarse, renunciar, desechar, despreciar"

Saludos

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Mensaje por Eckart » Vie Feb 01, 2008 10:40 am

sensorama escribió:Con respecto a que Hitler no se había planteado ser político en los años de Viena tampoco lo tenemos muy claro.
Yo creo al contrario, que está bastante claro. Alguien que desde joven quiere ser político, no espera 8 ó 10 años a topar por mera casualidad con un partido para afiliarse a él. Su único objetivo demostrado durante esos años era el arte, la academia de bellas artes. Inclusive su traslado a Munich tenía como objetivo lo mismo: la pintura. No te quepa la menor duda de que si ya hubiera tenido claro en ese periodo que quería ser político, lo suficientemente claro como para abstenerse del sexo (innecesariamente), lo hubiera reflejado en Mein Kampf para seguir agrandando su mito. Lo que indicó en su libro es que salió de Viena con el objetivo de ser pintor de arquitectura (y como tal se registró al alquilar su habitación en Múnich), lo cual es totalmente verosímil, conociendo su vida y obra en tal época.

Un saludo.
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Mensaje por José Luis » Vie Feb 01, 2008 11:57 am

¡Hola a todos!
sensorama escribió: No creo que prescindir del sexo sea una rara abstinencia. Millones de personas lo hacen bien voluntariamente o por las circunstancias de sus vidas.


Bien, esto es una cuestión de pareceres que va muy unida a las circunstancias y al mundo en que uno se desenvuelve. Me imagino que desde la perspectiva, por ejemplo, de un monje que vive enclaustrado en un monasterio, la abstinencia sexual es lo normal. En el mundo que yo me he desenvuelto, y especialmente en el mundo de mi juventud -cuando era joven-, la relación de pareja era y es lo frecuente, lo que predomina, y el sexo, además de una función y necesidad biológicas, es un placer que complementa, y a veces decide, esa relación de pareja.

Es cierto que siempre ha existido una minoría de personas que renuncia a conocer (o habiéndolas conocido renuncia después) las relaciones sexuales. Es el caso de personas que se entregan a la vida religiosa o ascética (curas, monjas, monjes, etc.). Luego están quienes por motivos fisiológicos o psicológicos no pueden mantener relaciones sexuales, y también habrá quienes simple y llanamente no quieran saber nada de eso, por las razones que sean.

Pero este grupo de individuos constituye una minoría tan ínfima con respecto a la totalidad de la población mundial que bien puede concluirse que la práctica del sexo (aunque esa práctica no sea regular, o se dé más en unas etapas de la vida que en otras) entre la población es la norma, y su abstinencia la excepción.

Sin embargo, esta excepción es mucho más insólita en el caso concreto de Hitler, que no iba para cura (como Stalin en un tiempo) ni para monje. En el caso de Hitler no hay ninguna razón conocida para su renuncia a conocer y mantener relaciones sexuales -al menos en su etapa de Viena- que no fueran las de su desprecio general hacia las mujeres y su aparente aversión al sexo (sobre el que tenemos algunos indicios para suponer que desconocía en esa época). Por eso hablé de misoginia.
sensorama escribió: Con respecto a que Hitler no se había planteado ser político en los años de Viena tampoco lo tenemos muy claro. Sabemos que Hitler tenía en su cabeza muchas ideas cuando era adolescente.
Sí, sabemos que tenía muchas ideas. Pero la de meterse a político nunca la he leído. Además, a parte de lo dicho por Eckart, un individuo como Hitler jamás podría llegar a jugar un papel importante en la política nacional durante la época guillermina. Y esto lo sabia muy bien Hitler, que no se podía hacer ilusiones al respecto. Fue la "revolución" de noviembre de 1918, la que posteriormente tanto denigró, la que posibilitó que un individuo de su extracción social pudiese entrar y escalar en la política. Esto jamás habría podido ocurrir en la Alemania guillermina.
sensorama escribió: Tampoco creo que solo se pueda prescindir de lo que ya se tiene. Esta es la definición de "prescindir" que nos da un diccionario:

"eliminar, quitar, reemplazar, privarse, desprenderse, excluir, desterrar, relegar, apartar, suprimir, descartar, omitir, abandonar, desairar, desentenderse, desembarazarse, renunciar, desechar, despreciar"
No hace falta perderse en las distintas acepciones de una voz. El que una persona prescinda de algo que no conoce, en este caso el sexo, parece un poco absurdo. Más propio, a mi juicio, sería decir que renuncia o descarta la posibilidad de conocer el sexo.

Pero de esto último no hago debate. Sólo fue un matiz que creí oportuno señalar.

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Mensaje por sensorama » Vie Feb 01, 2008 12:51 pm

Alguien que desde joven quiere ser político, no espera 8 ó 10 años a topar por mera casualidad con un partido para afiliarse a él
Si no recuerdo mal (no tengo el libro ahora delante) fue Kubizek quien relato la famosa escena en la que ambos salieron de la opera wagneriana y se dirigieron a un lugar en donde Hitler se encontraba medio en éxtasis. Años después Hitler le confesó que fue entonces cuando "comenzó todo". Desde luego el joven Hitler quiso dedicarse a la pintura o a la arquitectura pero no creo (a titulo personal) que Hitler decidiera dedicarse a la política solo despues de 1918.

Con respecto a Hitler y el amor no creo que haya que darla excesivas vueltas. Sabemos que en su adolescencia se enamoró de una chica a la que ni siquiera conoció. Y sabemos perfectamente que estuvo enamorado de Geli. Dudo que estuviera enamorado de Eva Braun pero simplemente porque no tuvo tiempo de enamorarse porque su relación con Eva comenzó justo cuando su vida iba a estar muy ocupada. Solo al final de su vida accedió a contraer matrimonio con ella como un premio a su fidelidad.

Saludos

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Mensaje por Kurt_Steiner » Vie Feb 01, 2008 1:39 pm

Una duda, compañeros.

Tengo entendido que Geli Raubal se suicidó tras encontrar una nota de Eva Braun en un bolsillo de una prenda de Hitler. ¿Alguien sabe si eso es cierto?

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Mensaje por José Luis » Vie Feb 01, 2008 7:30 pm

Kurt_Steiner escribió:Una duda, compañeros.

Tengo entendido que Geli Raubal se suicidó tras encontrar una nota de Eva Braun en un bolsillo de una prenda de Hitler. ¿Alguien sabe si eso es cierto?
Más bien todo lo contrario. Quiero decir que si había alguien de la pareja con problemas de celos en ese tiempo, ese alguien era Hitler y no Geli. Era Geli la que quería escapar a la presión insoportable a la que estaba sometida por un Hitler enfermo de celos. Eva Braun no jugó ningún papel en el episodio de la misteriosa muerte de Geli.

El cuerpo de Geli fue hallado el sábado 19 de septiembre de 1931 en el suelo de su habitación, sangrando por una herida cerca de su corazón. Tenía el cuerpo cubierto de sangre y un brazo extendido hacia una pistola, una Walther 6.35. La bala, que no dio en su corazón, había penetrado su pulmón.

Según Ronald Hayman [Hitler and Geli (New York: Bloomsbury Publishing, 1999), p. 160], sobre la mesa había una carta sin terminar, y no era una nota de suicidio. Estaba dirigida a alguien de Viena (a un profesor de música o a una amiga). El tono era alegre y la carta se interrumpía en la palabra “und” ("y"): “Cuando vaya a Viena –espero que pronto- iremos juntos a Semmering y…”.

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Mensaje por Kurt_Steiner » Vie Feb 01, 2008 7:38 pm

Cierto, José Luis. Me olvidaba de como se puso Adolf cuando se enteró del affaire de Geli con Emile Maurice.

Una muerta la de Geli que resulta extraña se mire por donde se mire. En fin, la historia y sus caprichos. Extraño que un suicida se dispare en el pecho. Extraño que se permita el entierro de un suicida en territorio sagrado.

Una muerte que pasa desapercibida con los millones que vinieron después.

Las mujeres que estaban cerca de él tenían una extraña tendencia a acabar mal. Renate Muller, Suzi Liptauer, María Reiter, por ejemplo.

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Mensaje por Eckart » Sab Feb 02, 2008 2:57 pm

Eckart escribió:Inclusive su traslado a Munich tenía como objetivo lo mismo: la pintura.
Estos días ando muy escaso de tiempo y eso tiene consecuencias evidentes, así permitidme que vuelva sobre esto para rectificar lo arriba citado. El motivo principal que llevó a Hitler a abandonar Austría fue el de huir del servicio militar que todavía tenía pendiente. Lo atestiguan dos hechos: uno fue que menos de un año antes el parlamento había acordado aumentar la presión sobre los insumisos, endurecer las penas contra ellos y, al mismo tiempo, aumentar la edad hasta la que se podía ser llamado a filas, los 35 años. Antes, esta edad era los 24 años. Hitler hubiera cumplido sus 24 en abril de 1913 y hubiera quedado ya exento de hacer el servicio. Parece claro que ante el cambio de la legislación, Hitler entendió que tendría casi imposible poder librarse de hacerlo. El otro motivo fue que al abandonar el hogar para pobres en el que vivía, no dejó constancia alguna en los registros oficiales sobre su destino, quedando este como "desconocido".

Un saludo.
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