Von Oven el asesor de Goebbels

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Von Oven el asesor de Goebbels

Mensaje por Francis Currey » Dom Dic 11, 2005 8:16 pm

Von Oven, ayer asesor de Goebbels, hoy argentino

Tiene 93 años y vive en una casa de Bella Vista, Buenos Aires. Está enfermo, pero ante un periodista del diario español "El Mundo" recuerda bien a Goebbels, de quien fue mano derecha, y admite que como piloto bombardeó Guernica. El periódico también habló con Jorge Priebke, hijo de Erich, en Bariloche.

Wilfred von Oven vive hoy plácidamente en Buenos Aires. En la década del 40 bombardeó Guernica y colaboró con el ministro de propaganda nazi. El diario español "El Mundo" lo localizó y habló con él en el 60º aniversario de la II Guerra Mundial

"Lástima que se haya tomado la molestia de venir... se lo advertimos: el señor es... un muerto en vida. ¿Desea que llame a un taxi?", le dice al periodista una enfermera con rasgos tan teutónicos como los del paciente.

"El Mundo" describe que desde que se instaló en la Argentina con la ayuda de una red que rescataba a los prófugos del Tercer Reich, Wilfred von Oven no se mudó de casa. Reside en Bella Vista, un suburbio de Buenos Aires donde conviven ex oficiales de las fuerzas armadas argentinas y "vecinos de ojos azules y piel ajada que se entretienen cuidando el jardín o paseando a sus perros". "La pequeña Alemania" llama la gente a este barrio adonde el periodista llegó siguiendo a los nazis que tras la caída de Hitler (hace ahora justo 60 años) se ocultaron en el país. Según los servicios de inteligencia de EE. UU. y Gran Bretaña, más de 700 prófugos, todos ellos miembros de la cúpula nazi, encontraron refugio en Argentina.

"El anciano de 93 años escapa a la definición genérica de 'criminal de guerra' establecida por el Tribunal de Nüremberg, aunque haya matado a decenas, quizás centenares, de civiles", señala el periódico.

En su biblioteca hay varios ejemplares de "Con Josef Goebbels hasta el final", la biografía que Von Oven escribió acerca del ministro de Propaganda que fue su jefe y confidente. Junto a uno de los volúmenes hay una miniatura en bronce de un avión de combate. "Es un Messerschmitt B 109. Me lo obsequió Goëring (el mariscal jefe de la fuerza aérea germana) después de la ofensiva en España. Yo piloteaba uno de esos aparatos hasta que enfermé de la espalda. Vaya por Dios...".

Wilfred apenas dice de Goebbels: "Era un gran hombre, fue muy amable conmigo y hasta me presentó a Hitler. Pero ya está muerto y a los muertos hay que dejarlos en paz".

El diario recuerda que Von Oven, el funcionario que según el Instituto Wiesentahl redactaba los discursos de Goebbels, nació en 1912 en La Paz (Bolivia) donde su padre, Kurt, era el representante del consorcio Thyssen-Krupp, abastecedor de los arsenales de Hitler. De regreso a la madre patria, el padre inscribió a toda su familia en el partido nacionalsocialista.

- ¿Participó en el bombardeo de Guernica?

- Fue allí donde se me estropeó la columna, por lanzarme en picado sobre el objetivo, no de la forma que indica el manual. Así, de esta manera, expresa con mímica.

Antes de recibir a "El Mundo", el último encuentro de Von Oven con la prensa fue una entrevista que concedió en 2000 a Los Angeles Times. Entonces repudió los crímenes de Eichmann y de Josef Mengele, el doctor de Auschwitz que utilizaba a los prisioneros como conejillos de indias para sus experimentos genéticos. "El Holocausto es un invento de los hebreos para estrujar los bolsillos de los alemanes. Yo vivía con mis padres en Silesia cuando esas hordas de harapientos provenientes de Polonia y Rusia invadieron Berlín y usurparon los puestos más importantes en el gobierno, en la banca, en la prensa... la mayoría de esos apátridas murieron combatiendo en las filas de los partisanos y no en las cámaras de gas, como dicen", dijo esa vez.

Después de que la Luftwaffe le diera de baja por sus afecciones lumbares, el teniente Wilfred Von Oven pasó una temporada rehabilitándose en el Hospital Militar de Berlín para luego participar en la invasión de Rusia, en 1941.

Nuevamente inhabilitado, tuvo que resignarse a pasar el resto de la guerra enclaustrado en el despacho de Goebbels, "soportando los arrebatos de ira del hombrecillo acomplejado porque su fisonomía no cuadraba con el estereotipo de la raza aria", expresa el artículo.

Tras la rendición de Alemania, en mayo de 1945, Von Oven trata de pasar desapercibido ante las tropas aliadas que ocupan la ciudad de Kiel. Acosado por el hambre y los cazadores de nazis, pernocta en albergues y mendiga comida hasta que en 1951 Carlos Schultz, un alemán nacido en Argentina, lo traslada a Génova, Italia. Desde allí, Von Oven zarpa a Argentina a bordo del crucero de línea, D'Anunzzio.

- ¿Y cómo es que, ya en la Argentina, no adoptó una identidad falsa?

- La tuve o más bien me la impusieron para protegerme, pero al cabo de unos días acudí al registro civil a que me devolvieran la mía propia. Un hombre debe afrontar su destino y el destino de los alemanes es...

La enfermera interrumpe, inquieta, y dice: "Es hora de que el señor repose. Suficiente ha tenido ya. ¿Llamo a un taxi?".

Evito a la prensa porque habla pestes de mi padre. Pero los políticos son peores aún. Figúrese que el gobierno alemán ha tenido el descaro de quitarle la nacionalidad por su pasado nazi. Yo pregunto: ¿a qué se dedicaban esos santurrones en la época de Hitler? ¿acaso Joshka Fischer (ministro de Exteriores alemán) no fue miembro de las juventudes hitlerianas?".

El que habla con el periodista de "El Mundo" es Jorge Priebke, de 63 años e hijo de Erich Priebke, uno de los jerarcas nazis que se refugió en Bariloche y que hoy cumple prisión domiciliaria tras ser condenado por la masacre de las fosas ardeatinas (335 civiles de entre 14 y 75 años fueron ejecutados). Se le atribuye también la deportación de 2.100 judíos romanos a Auschwitz. Jorge sigue viviendo en la casa paterna, en Bariloche.

Según el periódico español, la imagen que Jorge conserva de su padre es la del héroe que ayudó al piloto Otto Skorzeny a rescatar a Mussolini, una proeza por la que el führer le confirió a ambos la Cruz de Hierro de primera clase. "Irónicamente -dice "El Mundo"- fue un miembro del comando que dirigía Skorzeny quien le arruino la vida a Priebke. En 1993 el norteamericano Sam Donaldson, corresponsal de la ABC, llegó a Argentina para entrevistar a Reinhard Kops, uno de los integrantes del equipo que rescató al Duce.

"Para qué malgastar tiempo con un soldado del montón cuando puede entrevistar a un asesino de la talla de Priebke. Eso dijo aquel traidor", se molesta Jorge ante el periodista. "A los rabinos no les costó nada obtener la colaboración de Rubén Beraja y Carlos Corach, (el uno asesor, el otro ministro de Menem) para entregar a mi padre. Los judíos se entienden entre sí".

Fuente: Río Negro Lunes 16 de mayo de 2005

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