León Degrelle

Todos los personajes de la Segunda Guerra Mundial

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Erich Hartmann
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León Degrelle

Mensaje por Erich Hartmann » Jue Jun 16, 2005 5:57 am


León Joseph Marie Ignace Degrelle
, nació el 15 de junio de 1906, en Bouillon, un pequeño pueblo de las Ardenas, en Luxemburgo. Su familia era católica, burguesa, de origen francés emigrados a Luxemburgo seis años antes del nacimiento de León, a raíz de la expulsión de los jesuitas y del gobierno anticlerical de Francia. León heredó la devoción y fe católicas que señalarían su rumbo por el resto de su vida.

Sus primeros estudios los cursó en un colegio de la Compañía de Jesús y culminó su educación en la Universidad Católica de Lovaina obteniendo un doctorado en leyes. Fue miembro de la Acción Católica y viaja a México como corresponsal para escribir sobre la guerra que encara Plutarco Elías Calles contra los Combatientes Cristeros que se enfrentan a la feroz dictadura de Plutarco. Degrelle, toma el grito de guerra de los cristeros "¡Viva Cristo Rey!" y a su regreso en Bélgica funda la Editorial Christus Rex.

Viaja constantemente por Sudamérica, EEUU y Canadá. Visita África, Oriente Medio y todos los países europeos. Degrelle es un convencido de que Europa tiene un destino común y que en consecuencia todos los países europeos deben unirse en pro de su común herencia cultural.

Político por excelencia, pronto se encuentra enfrentando a los corruptos partidos parlamentarios, incluyendo al Partido Demócrata Cristiano, que es respaldado por la alta jerarquía eclesiástica. Funda el Partido Rexista y comienza su lucha denunciando a la "Gran Banca Judaica" que ejercía una poderosa influencia en la economía belga. Su lucha no se limita al ámbito local sino que se extiende hasta el Congo Belga. El Partido Rexista es populista por excelencia y Degrelle trata por todos los medios de convencer a los marxistas con sus ideas de igualdad social.

El 29 de Marzo de 1932, Degrelle se casa con Marie-Paule Lemay con quien tuvo ocho hijos, siete hijas y un hijo.

El 21 de febrero de 1936, la Iglesia Católica rompe relaciones con el Partido Rexista y prohíbe a los católicos colaborar con ellos. El 24 de mayo, el Partido Rexista obtiene una estruendosa victoria en las elecciones parlamentarias ganando 34 escaños en el Parlamento Belga. Pero los demás partidos no se rinden y comienzan una lenta lucha para convencer a los jóvenes rexistas, logrando integrarlos en una falange en contra de Degrelle. Como resultado de estos hechos el Partido Rexista comienza a declinar y a desintegrarse, sin embargo, Degrelle logra ser reelegido en el parlamento.

La situación en Europa es crítica y Degrelle prevé que nuevamente Bélgica puede ser utilizada como un amortiguador entre Francia y Alemania para el momento en que se inicien las hostilidades. Pero además de preocuparse por la integridad del territorio belga, Degrelle ve más allá de las fronteras y del propio continente europeo.

A los 29 años de edad Degrelle ha refundado el sentimiento nacionalista belga y por tanto pronto se encuentra en contacto con otros nacionalistas europeos, como Cornelio Codreanu líder de la Guardia de Hierro en Rumania, José Antonio Primo de Rivera fundador de la Falange Española, Mussolini creador del Partido Fascista Italiano y Adolfo Hitler del Partido Nacionalsocialista en Alemania.

Mussolini invita a Degrelle a Roma, Churchill lo invita a Londres y Hitler lo recibe en Berlín. Degrelle se esfuerza por evitar una guerra en Europa, pero los partidos nacionalistas y los comunistas, todos juegan en pro de la guerra.

La guerra estalla en 1939, Degrelle hace lo posible por lograr la neutralidad de su país, pero el gobierno belga se inclina por los Aliados y el 10 de mayo de 1940, Alemania invade Bélgica. El Partido Rexista se pliega a la resistencia contra el invasor, pero Degrelle es apresado por la policía francesa, acusado de ser un espía. Degrelle es torturado y pronto se enfrenta a un jurado que tiene la intención de fusilarlo. Mientras se encuentra en prisión sobrevive a la masacre de Abbeville, donde un grupo de presos belgas, mujeres, niños y ancianos son asesinados.

El 28 de mayo de 1940, Bélgica se rinde y se establece un nuevo gobierno. El día 22 de Julio, Degrelle es liberado del campo de concentración de Vernet en Francia y regresa a Bélgica iniciando de inmediato la reconstrucción del Partido Rexista.

El 21 de junio de 1941, establece una alianza con los nacionalistas flamencos, un día antes de la invasión alemana a la Unión Soviética. Degrelle no olvida la ingerencia soviética y del judaísmo internacional en los asuntos belgas y crea la Legión Walonie, que luchará al lado de los alemanes en contra de lo que Degrelle considera ser el enemigo común: el Marxismo.

De soldado raso, Degrelle comienza a ascender los escalafones militares hasta llegar a General. Mediante una acuerdo con Himmler, la Legión Walonie se convierte en la 28 División de las Waffen-SS. Recibe la Cruz de Hierro y la Cruz de Caballero. Las acciones militares de Degrelle se comienzan a convertir en leyenda cuando ya está al mando de las divisiones Walonie, Carlomagno Vlandern. La suerte de la campaña en el este está echada y lleva a las fuerzas alemanas a buscar refugio tras sus propias fronteras.

En Julio de 1944 su hermano Edouard es asesinado y León es excomulgado. En Estonia, Degrelle es condecorado con las Hojas de Roble para su Cruz de Caballero. Para entonces los Aliados han ocupado Bélgica.

El 2 de mayo de 1945 Himmler lo nombra General-SS. Ese día Degrelle viaja a Copenhague y tres días después se encuentra en Oslo, pero poco después las fuerzas alemanas se rinden en Noruega y Degrelle debe escapar a España. Embarca en un avión de transporte cruzando las líneas aliadas en medio de un nutrido fuego de los antiaéreos. El avión cae en la Bahía de San Sebastián al norte de España, donde Degrelle, gravemente herido, obtiene refugio político.

Los Aliados amenazan invadir España a menos que sean entregados Degrelle y Pierre Laval. Ante la presión, Franco entrego a Laval pero se comprometió a mantener a Degrelle hasta que pudiera moverse del hospital. Degrelle pasa un año hospitalizado, casi totalmente enyesado e inmóvil, pero apenas pudo mover su brazo derecho comenzó a escribir su libro "Campaña en Rusia" que fue publicada en Francia en dos ediciones.

Un año después Degrelle se refugia en un monasterio, pero en Bélgica sus familiares y amigos fueron encarcelados y torturados. Sus hijos fueron internados en centros de detención en varios países de Europa y se les cambió los nombres para evitar que la familia pudiera reunirse de nuevo. Las autoridades belgas ordenaron que no se les permitiera entrar en contacto entre sí o con sus padres.

Se le juzga en ausencia y el 29 de diciembre, se le retira la nacionalidad y es condenado a muerte por las potencias vencedoras. El nuevo gobierno belga pasó una ley llamada Lex Degrellana que declaraba ilegal poseer, transferir o recibir, cualquier libro de Degrelle o que hablara sobre él.

Permaneció en España amparado por su amigo Francisco Franco y se dedicó a escribir varios otros libros, entre ellos, "Almas Ardiendo", "Memorias de un Fascista" y "Carta al Papa". Trabajó como obrero de construcción y de la misma forma como de soldado raso llegó a general, de obrero llegó a fundar su propia compañía de construcción. Fue tan exitosa su empresa que el gobierno de EEUU le encargó la construcción de campos aéreos en España. Mientras tanto, amigos leales a Degrelle y su causa lograron ubicar a todos sus hijos y devolverlos a su padre.

Durante 40 años Degrelle pidió ser juzgado públicamente por una corte belga, pero se le negó ese derecho. Una y otra vez el gobierno belga respondió con el silencio a esa petición. Por otro lado, en varias oportunidades atentaron contra su vida en España. El 5 de julio de 1961, la policía española apresó al ciudadano israelí Zuis Alduide Idelon y a Suison Jake De Mon con pasaporte francés. En poder de esa personas se encontraron armas, medio millón de dólares y un equipo de anestesia. Ambos confesaron ser un comando israelí con la misión de secuestrar a Degrelle. Posteriormente la policía apresó al jefe de la banda local, un español llamado Rubio de la Goaquina, comunista declarado y seis de sus cómplices. Este es solamente uno de los casos de persecución que sufrió Degrelle.

Degrelle escribió: "Si las Waffen-SS no hubieran existido, los soviéticos habrían invadido toda Europa en 1944. Habrían llegado a París antes que los americanos."

El 31 de marzo de 1994 León Degrelle murió en una clínica de Málaga.

Fuente: Exordio

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fangio
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León Degrelle y la Bolsa de Tcherkassy - Entrevista

Mensaje por fangio » Mar Jul 12, 2005 3:25 pm

Entrevista hecha a Degrelle por la "Asociación Cultural 'Amigos de León Degrelle'". Quizás más de uno la haya leído prefviamente pero de todas maneras me pareció interesante transcribirla aquí.

LA EPOPEYA DE TCHERKASSY

Asociación Cultural “Amigos de León Degrelle”

P. —¿En que estado volvió a encontrar el frente ruso, meses después de la
capitulación de Stalingrado?
R.— En noviembre de 1943 nos encontramos en Rusia con una situación militar
absolutamente distinta. Aunque le pueda sorprender, le diré, no obstante, que el desastre de Stalingrado no fue en realidad un verdadero desastre.
¿Perder un ejercito? Cualquier jefe militar que haya realizado grandes conquistas ha perdido ejércitos. Los romanos los perdieron: ¡Varo, devuélveme mis legiones! Napoleón también los perdió. Recuerde sus derrotas en España o en el Beresina. Y los rusos, en 1941 y 1942, perdieron unos cinco millones de hombres. ¡Eso si fue algo gordo!
Trescientos mil soldados del Reich— de siete millones— hundidos en la fosa helada de Stalingrado no era un desastre, sino un accidente. Un accidente importante, pero un accidente. El mariscal Timochenko había perdido mas hombres en su fracasada ofensiva de Ucrania diez meses antes. Los alemanes perdieron una batalla, pero, como hubiese dicho De Gaulle, no por eso la guerra estaba perdida.
Sin duda, un golpe mucho mas duro que el de Stalingrado, y al que el publico concedió bastante menos importancia, fue la batalla de Kursk, en julio de 1943.
Allí tuvo lugar el duelo decisivo. Fue entonces, indudablemente, cuando Hitler perdio la guerra en la URSS.

P.— ¿Por que? ¿En que se funda su opinión?
R.— Hitler, contra su propio instinto, se comprometió en aquella lucha por
instigación de sus principales generales, que seguían obsesionados por los grandes choques frontales, fuerza contra fuerza, a la manera del Verdun de 1916.
Hitler era la astucia, la imaginación y la habilidad. Como estratega de nuevas concepciones, el se había resistido ante esa idea de un enfrentamiento masivo en Kursk, y solo acepto esa batalla con inquietud y a regañadientes. Fue el duelo mas importante entre carros de combate durante la segunda guerra mundial. Unos cuatro mil carros de un lado y cuatro mil por el otro. Operación perdida de antemano por Alemania al haber sido traicionada.

P.— ¿Como traicionada?
R.— Es una historia para contar algún día— y lo haré en mi libro "Hitler, sus traidores y sus espías"— como Hitler, en su propio Gran Cuartel General, fue traicionado con una terrible constancia durante toda la segunda guerra mundial, y como sus ordenes eran enviadas automáticamente al mando soviético. ¡Mas de dos mil mensajes y ordenes suyas! Se transmitían al instante, vía Suiza, para conocimiento de Stalin. Cinco días antes de que la operación de Kursk comenzase— ¡cinco días antes!— Kruschev, como comisario del pueblo por el frente Sur, ya estaba allí con todo el plan alemán en su cartera. Y así, en todas partes, los alemanes cayeron en la trampa. En todos aquellos lugares donde tenían que desembocar, les esperaba una mesa de antitanques rusos. En una semana esta batalla se convirtió en un aniquilamiento masivo de las tropas acorazadas del III Reich.
Provisionalmente, ya no había otra salida que la de servirse del espacio; es decir, retroceder, retroceder hasta el Dnieper, en una retirada extremadamente difícil. Esa retirada casi imprevista estuvo llena de fallos y errores, hasta tal punto que el Dnieper mismo fue franqueado en diversos sitios por las tropas soviéticas, que tomaron Kiev y que, con ello, pudieron emprender en Ucrania una enorme maniobra de cerco hacia el sudoeste.

P.— Y ustedes los valones, ¿cayeron de lleno en ese desastre?
R.— La noche en que, a finales de noviembre de 1943, nos aproximamos hacia las nuevas líneas de resistencia, el espectáculo era extraordinario. Nuestros trenes avanzaban dentro de una verdadera trinchera de fuego. Los rusos ya estaban a la derecha. Y también a la izquierda.
Allí me di cuenta de una cosa: de que el valor no es una actitud natural Yo, que había librado tantos combates y que había tenido ya no sé cuantas luchas cuerpo a cuerpo, tuve miedo en aquel momento. No crea que yo jamas he tenido miedo. Los que nunca tienen miedo son anormales. para no tener miedo hay que dominar al miedo con antelación. Es un terrible esfuerzo de la voluntad que hay que renovar continuamente Hay que domar a la bestia humana, que normalmente se atemoriza y se encabrita ante el peligro, y sobre todo ante la muerte, como cualquier otro animal. El valor todo valor moral. Es el alma la que alimenta al hombre valiente.
Si aquella noche yo sentí que me invadía esa especie de pánico interno todos los demás también debieron sentirlo. La misma noche escribí a mi secretario de Bruselas una tarjeta postal en la cual le decía: Hemos entrado hasta el fondo por el gollete de la botella y ahora nos ahogaran.
Eso tardaría tres meses en realizarse. Pero así ocurrió.

P.— ¿Que posiciones ocupaba la Brigada Valonia?
R.— Desde la misma mañana de nuestra llegada fuimos enviados a la orilla de un gran río glacial que se llamaba Olchanka, afluente del Dnieper. El mismo Dnieper desplegaba en el extremo norte de nuestras posiciones sus crecidas aguas negras, que rodeaban unas islas arenosas, pronto cercadas por unos inmensos témpanos blancos. Nosotros, los valones, ocupábamos un sector de una veintena de kilómetros. Era increíble lo que sucedía en estos sectores del frente ruso: se tenia una compañía por aquí, otra por allá y otra mas lejos, con unos vacíos por los cuales se infiltraba el enemigo. Nosotros, de la misma manera, hacíamos sorprendentes incursiones en su terreno, muy lejos detrás de sus posiciones.
Pero eso no podía durar. No era posible. Sentíamos que el cerco ruso se
estrechaba. Cada semana era mas fuerte y nos iba encerrando por todos los lados.
Hicimos ataques desesperados, como el de Teklino, a primeros de enero .1944, para despejarnos un poco y volver a recuperar terreno. En ello perdimos mucha gente. reconquistamos un gran bosque, en el que se escalonaban setecientas fortificaciones rusas. Y vimos, como macabro espectáculo, a prisioneros alemanes clavados en los arboles, con los órganos sexuales cortados y colocados en la boca. Y también a mujeres que se lanzaban sobre nosotros por centenares, jóvenes combatientes espléndidas. ¡Que penosa tarea la de tener que, entrenares a unas chicas guapas que se lanzan al asalto!..
Pero por todos los lados surgían cada vez mas asaltantes. Cada día era peor. E1 28 de enero de 1944 el nudo corredizo se cerro al sur y quedamos cercados en la bolsa, igual que el Vl Ejercito de Paulus en Stalingrado.

P.— ¿Como lograron salir de ella?
R.— Se ha hablado menos, de nuestro cerco y de nuestra liberación de Tcherkassy, porque la victoria de los sovierts en Stalingrado, inflada con estrépito por una inusitada propaganda resonó en el mundo entero. Por el contrario, la propaganda aliada tuvo bien cuidado en minimizar la derrota de los soviets en Tcherkassy.
Actualmente ya no ocurre eso. La verdad histórica se ha abierto paso. La batalla de Tcherkassi será algún día una de las grandes batallas que se comentaran en las escuelas militares, porque fue admirable en precisión y sangre fría.

P.— ¿En que consistió?
R.— En aquella ratonera forcejeamos, día a día y noche tras noche, en un peligro constante de la muerte. El cerco se iba cerrando cada vez mas y nos dejo aislados.
En el momento mas espantoso, en el mes de febrero de 1944, cuando normalmente estaríamos a cuarenta y cinco bajo a cero, bruscamente unas lluvias torrenciales, !El cielo entero! cayeron en tromba sobre nuestras cabezas. Entre las riadas de barro aun tratábamos de salvar millares de cañones y de los camiones que ya ni había medio de de llevar mas lejos. Machacado por la artillería soviética, todo este material, triturado o sumergido, se perdería.
Para darle un pequeña idea de lo que era el esfuerzo de cada hombre, durante estos veintitrés días yo libre personalmente diecisiete encuentros cuerpo a cuerpo pegado a unos colosos que le matarían a uno si antes no acaba con ellos.
Rodando sobre el suelo en el barro, en la nieve, uno encima del otro, con
heridas por doquier.
Cada uno de nuestros soldados vivió decenas de veces tales horrores, En mi libro "La campaña de Rusia" también prohibido en Bélgica, cuento con amplitud como fueron aquellas semanas tan espantosamente trágicas.

P.— ¿Y usted no era aun el comandante jefe de la Brigada de asalto Valonia?
R.— Efectivamente, yo solo era oficial de ordenes del comandante en jefe Lucien Lippert.
Después de haber sido mucho tiempo soldado, cabo, suboficial, segundo teniente, teniente y capitán, mande durante unos meses una compañía.
Aprendí, pues el oficio en todos sus escalones. No es mas complicado tener entre las manos una unidad militar que dirigir una gran empresa comercial, una fabrica o un departamento ministerial. Hay que tener ante todo el don de la autoridad, observar todo y ganar fraternalmente el espíritu y el corazón de los hombres.
Técnicos militares muy preparados se encuentran en abundancia. Las escuelas de guerra los fabrican en serie, del mismo modo que otras preparan excelentes ingenieros o magníficos especialistas en cuestiones comerciales. El papel del jefe no es saberlo todo y hacerlo todo, sino el de utilizar, para objetivos concretos y muy claros, a especialistas mas competentes que el, bien se trate del jefe de la Renault, de un jefe de Estado o del jefe de una brigada de asalto.
Durante el cerco de Tcherkassy yo todavía solo era el colaborador mas inmediato de Lucien Lippert. No nos separábamos nunca; combatíamos juntos y comíamos juntos el rancho; los últimos como es natural, pues Lippert no aceptaba meter la cuchara en su rancho enfriado, si no veía antes recibir su ración al ultimo de sus soldados . Todos le queríamos y le admirábamos . Y entonces recibimos en pleno corazón el golpe cruel: Lucien Lippert caía al frente de nosotros en Novo-Buda, por el duro impacto de una de esas balas explosivas, de punta cortada, en las que los rusos eran pródigos, y que le reventó el pecho.

P— ¿Fue a partir de este hecho cuando usted se convirtió en comandante jefe de
la Brigada Valonia?
R.— Entonces tuve que asumir el mando directo de nuestra brigada. Estábamos al limite de las posibilidades de resistencia de las fuerzas cercadas. Hacia tres días que ya no recibíamos el menor alimento. Comíamos nieve, nieve y nada mas.
El frío y la helada se habían apoderado de todo. Nos acuciaban por todas partes.
Los ataques se reanudaban sin respiro. Las cargas enemigas nos caían desde arriba por todos los lados.
En semejantes condiciones tuve que dar una especie de pequeño golpe de Estado: tomar el mando de nuestra unidad. De hecho, nada me autorizaba a ello, ya que hubiera tenido que esperar a que el alto mando de las Waffen SS —que andaba lejos de nosotros— procediese a un nombramiento.
Si no hubiera tomado la delantera, probablemente nos habían enviado un mando alemán. De este modo, ganando a los despachos en velocidad, me proclame comandante jefe.
El comandante jefe de la Sturmbrigade "Wallonien", ahora soy yo. En las unidades alemanas todo el mundo acepto mi decisión, al margen de los reglamentos.
Otra complicación. Hitler, que seguía la batalla muy de cerca, me ordeno por radio que partiera con los últimos aviones que transportaban heridos. Yo respondí : ¡No y no! ¡No me iré! Si quiere que monte en un avión, me pegare un tiro en la cabeza al pie del aparato! Finalmente Hitler acepto que me quedara.
Un oficial superior alemán, testigo de mi respuesta, escribió y publico después de la guerra el relato de ese dialogo. Se acercaba el momento final. Los refuerzos de medios blindados del general Hube, que debían salvarnos, se aproximaban, pero no lograban tomar contacto con nosotros, atascados por el suelo helado que les paralizaba.

P.— Entonces, ¿como pudieron ponerse a salvo?
R.— En el cerco de Tcherkassy se encontraban, casi estranguladas, once grandes unidades militares.
Nos reunimos los once comandantes jefes. El general Gilles, jefe de la División Vikinga, pregunto con toda crudeza: ¿Hay entre nosotros algún voluntario pare llevar a cabo la operación de punta en la ruptura? Los generales presentes, hombres de cincuenta y sesenta años, estaban agotados físicamente, después de tres semanas de lucha incesante, llevada a cabo sin dormir y casi sin comer. Les consumían las preocupaciones y las catástrofes que se arremolinaban alrededor nuestro como moscas furiosas. Todos eran excelentes estrategas, como lo eran la mayoría de los generales alemanes. Pero tantas pruebas habían agotado sus fuerzas. se nos concedía, como máximo, un tres por cien de posibilidades de supervivencia. ¡Y, sin embargo, había que romper aquellas barreras de muerte!
Yo resulte herido cada cinco días como media, y unas horas antes me alcanzaron en el brazo y en el costado derecho. Pero era fuerte. Nada, ni las heridas, ni la falta de sueno— tenemos buena madera, decía mi padre—, ni el hambre, ni la sed me vencieron nunca. Yo había adoptado como lema: <<Pase lo que pase, hay que dar la cara>>.
A la pregunta de Gilles conteste que yo era el voluntario. Física y moralmente aun podía lanzarme en el gran esfuerzo final. Pero yo solo no hubiera hecho nada, naturalmente. Fue el increíble heroísmo de mis soldados el que forzó el destino. No queríamos capitular. Si había que morir, solo estábamos dispuestos a hacerlo en combate.

P.— ¿Como lograron abrirse paso en Tcherkassy?
R.— Esa ruptura fue en verdad algo atroz. Durante toda la ultima noche tuve que mantener a las unidades valonas en retaguardia, pare proteger la estrecha hondonada en la que se iban acumulando las tropas que partirían al alba hacia su liberación. Todo esto bajo una fantástica lluvia de proyectiles de la artillería soviética. Hacían explosión por todas partes, en la nieve o sobre el suelo helado. Los caballos se restregaban el hocico con el suelo, con sus partes rotas y los intestinos desparramados. Ya he descrito en mi "Campana de Rusia" aquella noche de horror. Las isbas ardiendo iluminaban fantásticamente la matanza. Las tropas, en medio de aquel tornado, tenían que subir al otro lado de un río y agruparse para salir. Un carro desfondo el único puente de madera de este profundo barranco. Obstruía todo. Hicieron falta dos horas de esfuerzos inauditos hasta que logramos hacerle caer en el precipicio. Solo a las cinco de la madrugada, cuando todo ya estaba dispuesto en la otra orilla, lleve a mis valones de atrás hacia adelante y nos pusimos en cabeza de la columna que iba hacia la liberación.
¿Liberación? Nos dijeron que las tropas acorazadas del general Hube, que venían en nuestro socorro, habían llegado a cinco kilómetros de nosotros. Parados por el hielo, estaban en realidad a 17 kilómetros. Diecisiete kilómetros que había que franquear librando un espantoso cuerpo a cuerpo! La nieve caía en copos macizos. Afortunadamente. Ella nos libro de las ráfagas de la aviación soviética. Pero los cosacos nos atacaban desde todas las direcciones y los carros rusos salían por todas partes.
Ocho mil combatientes, es cierto, murieron en el curso de la ruptura de
Tcherkassy. Pero cincuenta y cuatro mil hombres, al final de la noche, estaban al otro lado, una vez cruzadas las líneas soviéticas.

P.— Pero ocho mil muertos es algo horrible.
R.— Si ocho mil muertos es algo horrible. Pero en Stalingrado, el mariscal
Paulus prefirió capitular y abandonar a los rusos ciento nueve mil prisioneros; de ellos, solo ocho mil supervivientes regresaron de las prisiones soviéticas.
En Tcherkassy se salvaron cincuenta y cuatro mil hombres, es decir, mas del 80 por cien de los efectivos. Se salvaron porque a fuerza de heroísmo y de vigor arrollaron en el frente ruso, dando prueba de que seguían siendo los mas intrépidos, y que sus jefes aun eran superiores a los enemigos por su conocimiento de la estrategia y de la táctica, por su sentido de la autoridad y del mando y por la fuerza de su carácter y valor personal.
Un segundo Stalingrado, psicológicamente, hubiese minado de un modo terrible la moral del pueblo alemán. Para el también, Tcherkassy resultaba necesario. No era posible dejar a los propagandistas aliados lanzarse por segunda vez, como graznantes aves rapaces, sobre un nuevo revés en el frente del Este.
Este fracaso de los soviets resultaba aun mas he dispensable si se quería salvar a Europa. Con esa resistencia encarnizada habíamos mantenido, a lo largo de todo el invierno 1943-1944, la barrera que detuvo durante tres meses mas la ofensiva de la URSS. Sin esa resistencia desesperada de los soldados de Tcherkassy, la marea soviética hubiese llegado desde el principio de 1944 a los Balcanes y se hubiera desbordado por Europa. Habría ocupado París, sin la menor dude, antes de que el primer americano mascando chicle hubiese desembarcado en las costas francesas.
Recuerde que en 1940 los alemanes llegaron en mes y medio a los Pirineos, porque Sedan no había aguantado. Si también nosotros hubiésemos abandonado la lucha, en lugar de cerrar tenazmente la ruta de Tcherkassy hacia Rumania, y luego hacia el Occidente ¿Que habría ocurrido? Que los franceses y los belgas hoy conocerían la misma suerte que los checos y los polacos.

Nuestros muertos de Tcherkassy fueron los muertos de Europa.

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Mensaje por Torres » Mar Jul 12, 2005 5:29 pm

Muy buena la entrevista, Fangio.
Está publicada o la has cogido de internet??
Un saludo.

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Mensaje por José Luis » Mar Jul 12, 2005 7:50 pm

¡Hola!

Algunas de las opiniones de Degrelle son de puro cachondeo, si se me permite el vulgarismo.

Veamos:

[Aunque le pueda sorprender, le diré, no obstante, que el desastre de Stalingrado no fue en realidad un verdadero desastre.
¿Perder un ejercito? Cualquier jefe militar que haya realizado grandes conquistas ha perdido ejércitos. (…)Trescientos mil soldados del Reich— de siete millones— hundidos en la fosa helada de Stalingrado no era un desastre, sino un accidente. Un accidente importante, pero un accidente. (…) Sin duda, un golpe mucho mas duro que el de Stalingrado, y al que el publico concedió bastante menos importancia, fue la batalla de Kursk, en julio de 1943
.]

Se necesita ser un fanático o un estúpido para expresar estas afirmaciones sin más. Decir que la pérdida del 6º Ejército en Stalingrado no fue un verdadero desastre sino un mero accidente o un accidente serio es la mejor tarjeta de presentación de Degrelle para no seguir leyéndolo. Se olvida mencionar que esos 300.000 hombres, en buena parte, constituían la flor y nata de la Wehrmacht (Heer). También se olvida mencionar que fue la primera derrota contundente y de gravísimas consecuencias, tanto militares como socio-políticas, del ejército alemán en la guerra. Y además, si luego lo compara con Kursk, pone la mejor guinda a su absurdo. Kursk fue un serio revés para la Wehrmacht porque en esa ofensiva (Operación Ciudadela), los alemanes perdieron para siempre la poca iniciativa estratégica que les quedaba. Pero si se examina Ciudadela en términos de pérdidas de hombres y material, los resultados finales no resisten jamás una comparación con lo sucedido en Stalingrado.

[Hitler, contra su propio instinto, se comprometió en aquella lucha por
instigación de sus principales generales, que seguían obsesionados por los grandes choques frontales, fuerza contra fuerza, a la manera del Verdun de 1916.
Hitler era la astucia, la imaginación y la habilidad. Como estratega de nuevas concepciones, el se había resistido ante esa idea de un enfrentamiento masivo en Kursk, y solo acepto esa batalla con inquietud y a regañadientes
]

Otras afirmaciones del estilo. Siendo verdad que Ciudadela no era una operación que convenciese totalmente a Hitler (a la manera de Barbarroja o Azul, por ejemplo), es totalmente incuestionable que Hitler decidió por sí mismo, a pesar de los muchos consejos que recibió en contra. Cualquiera que conozca cómo era el carácter de Hitler sabe que siempre estaba dispuesto a jugar en el filo de la navaja, y que nunca desaprovechó la más mínima oportunidad de atacar. Bueno, y decir que Hitler era un estratega de nuevas concepciones, que era la astucia, la imaginación y la habilidad está en la misma línea de fanatismo de los que expresan que era un absoluto incompetente en asuntos militares.

En cuanto a lo de las traiciones que cuenta Degrelle más adelante, bien; es cierto que hubo muchas filtraciones de militares alemanes sobre los planes de la Wehrmacht (ya en fecha tan temprana como en las fechas previas de la Campaña del Oeste de 1940) a lo largo de la guerra. Pero insinuar que Ciudadela fue un fracaso por culpa de esas filtraciones es simplemente otra estupidez. Amén de que el gran saliente de Kursk era un sitio obvio de ataque, tal como sabían alemanes y rusos, hubo, aparte de las filtraciones alemanas, otras muchas operaciones de inteligencia soviéticas y extranjeras que apuntaban las intenciones futuras de los alemanes. Pero, independientemente de todas esas informaciones de inteligencia, la desproporción de fuerzas reunidas en torno a Kursk era tan abismalmente perjudicial para la Wehrmacht que el resultado final de Ciudadela no podía ser otro. Y eso que el resultado final, técnicamente hablando, de los enfrentamientos producidos entre el 5 y 18 de julio (duración de la ofensiva alemana, excepto en el norte del saliente donde se interrumpió el 13 de julio) en torno a Kursk fue muy favorable a los alemanes.

Finalmente, aparte del interés que más o menos puedan producir las impresiones de Degrelle como protagonista de algunos episodios de la guerra, sus apreciaciones generales dejan mucho que desear. Como su ideología.

Saludos cordiales
José Luis
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sino como un hombre
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Mensaje por David L » Lun Feb 20, 2006 8:22 am

En todo el mundo se sabía que León Degrelle encontró en la España de Franco acogida y refugio ante los numerosos juicios de posguerra que contra los partidarios del nazismo se estaban celebrando por toda Europa especialmente. Aunque el franquismo no dudó en entregar a las autoridades aliadas a otros colaboracionistas, como fue el caso de Pierre Laval, en el caso de Degrelle se permitieron el lujo de permitirle aparecer en público, siendo fotografiado por la prensa en la recepción que el Ayuntamiento de Madrid ofreció en 1954 a los presos de la División Azul que habían regresado en el Semiramis. Las autoridades belgas pusieron el grito en el cielo y pidieron sanciones para España, pero el régimen franquista aguantó el tirón y campeó el temporal, cosa a la que ya estaba más que acostumbrada.

Un saludo.
Última edición por David L el Jue May 11, 2006 8:49 am, editado 3 veces en total.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

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Mensaje por fangio » Vie Feb 24, 2006 2:39 am

Parece ser que Degrelle trascendió en el tiempo, hasta tiene una página de internet: Asociación Cultural "Amigos de León Degrelle".
Si hay alguien interesado:

http://www.leondegrelle.org/

Saludos,

FANGIO

maximus

Mensaje por maximus » Lun Feb 27, 2006 6:45 pm

Recuerdo una entrevista a Degrelle, en la que decía que él había pertenecido a la Waffen SS y que por lo tanto no se le podía implicar en crímenes de guerra.

¿alguien sabe por qué los belgas le pedían la pena de muerte?, ¿no es cierto que los franceses, pasados el primer o segundo año de posguerra, ya no condenaban a muerte a los franceses de la "Charlemagne" y los indultaban pronto?

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David L
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Mensaje por David L » Jue Mar 02, 2006 9:47 pm

El problema de León Degrelle con la justicia belga de posguerra no era solamente producto de su incorporación a las Waffen SS; Degrelle lideraba uno de los dos partidos colaboracionistas con los alemanes, el partido REX, el cual, si bien al ser invadida Bélgica se mostró poco amistosa con los invasores, a principios de 1941 giraría en la órbita del colaboracionismo con Alemania, ocupando muchos de sus miembros puestos importantes dentro de la Administración belga junto al otro partido colaboracionista de origen flamenco, el VNV. Una vez que la guerra empieza a cambiar de rumbo y a ser desfavorable al Eje, la resistencia comunista empieza a luchar con las armas y a asesinar a numerosos rexistas, los cuales comienzan una especie de guerra civil reprimiendo duramente cualquier ataque a sus militantes.

Por lo tanto, se le acusaba de colaboracionismo y de traidor a la patria, su pena de muerte estuvo vigente hasta 1974, a pesar de que a finales de los años 60 consiguió la nacionalidad española y para Bélgica era un extranjero, aun así la justicia belga decretó la llamada "Lex Degrelliana" que alargaría la condena a muerte hasta el año mencionado anteriormente, 1974, sin que Degrelle fuera ya ciudadano de ese país.

Un saludo.
Última edición por David L el Jue May 11, 2006 8:50 am, editado 1 vez en total.
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Barbarossa
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Mensaje por Barbarossa » Lun Mar 27, 2006 8:47 pm

Como explica Hartmann, Degrelle, pilotando el avión personal que le prestó Albert Speer, se refugió en 1945 en España.

Su avión, con el depósito de combustible completamente vacío, logró hacer un aterrizaje de emergencia en la playa de la Concha, en San Sebastián.

A raíz de las heridas, fue hospitalizado en el entonces Hospital Militar de Guipúzcoa, en cuya fachada se conservaba, hasta no hace mucho, una placa conmemorativa.

Hoy en día, ese Hospital Militar ha sido reconvertido en Palacio de Justicia, de manera que si alguien quiere visitar el primer lugar que acogió a Degrelle en España no tiene más que entrar en ese edificio cuya entrada es pública.

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fangio
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Mensaje por fangio » Dom Jul 02, 2006 4:10 am

Vamos a ponerle más fotos a esta biografía comenzada por Hartmann:

Degrelle con su uniforme del Partido Rexista
Imagen

Discurso de Degrelle en uniforme del Partido Rexista
Imagen

Degrelle con el grado de Teniente (2do por izq.) y el Reichsführer-SS Heinrich Himmler
Imagen

Dos más de Degrelle con uniforme del Ejército (Heer)
ImagenImagen
Fuente: www.ullteinbild.de

Degrelle con uniforme camuflado de las Waffen-SS
Imagen

Foto color con el grado de Capitán (SS-Hauptsturmführer)
Imagen
Fuente: IVAN, miembro (si mal no recuerdo) del foro de www.wehrmacht-awards.com

Degrelle condecorado por Hitler. Se puede ver también a Herbert Gille y a Hermann Fegelein
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Desfile hecho después de la victoria de Tcherkassy (en realidad lo que se logró fue romper el cerco)
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Foto aparentemente tomada en 1976, ya en España
Imagen

Saludos,

FANGIO

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Mensaje por David L » Mar Sep 25, 2007 2:36 am

La verdad es que si uno analiza la trayectoria de Degrelle durante la guerra y la posterior posguerra nadie podrá dudar de que fue un tipo al que la suerte le acompañó a lo largo de toda su vida. Sale ileso de la derrota belga en 1940; cae prisionero de los alemanes, pero se incopora con facilidad a la política del país; lucha en el frente del Este durante cuatro años, en la defensa de Berlín, y no sufe prácticamente ningún rasguño. Vuela desde Noruega hasta San Sebastian y logra atravesar con el combustible justo lo suficiente para llegar a un país como España, con un caudillo militar como Jefe de Estado que lo acoge como refugiado. Con la ayuda de miembros de la oficial Falange inicia una nueva vida en la que no le faltaron los éxitos en los negocios......después de todo lo que pasó desde 1939 hasta la Guerra Fria, creo que es como para hablar de Degrelle como de un tipo con mucha suerte.

Un saludo.
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Mensaje por caimanov » Mié Sep 26, 2007 10:15 pm

Me parece interesante esto que extraigo de la página citada anteriormente por mis compañeros:

1906: 15 de Junio: Nace Léon Degrelle en Bouillon.

1921: Degrelle alumno del Colegio de Notre-Dame de la Paix de Namur.

1924: Escandalo Maurras en el Colegio de Notre-Dame de la Paix de Namur.

1925: Octubre: Degrelle inglesa en la Universidad de Lovaina.

1926: Diciembre: Condena del Papa Pío Xl de la "Action Francaise".

1927: Octubre: se hace cargo de la revista "L'Avant Garde".

1928: Julio: Aparición de su libro "Jeunes plumes et vielles barbes de Belgique".

1929: Degrelle comienza a colaborar con la revista " Le XXe Siecle".

1930: Enero: Degrelle viaja a México. Octubre: Degrelle director de las ediciones Rex

1931: 10 de Octubre: lanzamiento de la revista "Soirees"

1932: 29 de Marzo: Degrelle se casa con Dn Marie-Paule Lemay. 30 de Septiembre: lanzamiento de "Rex". Noviembre: Elecciones generales.

1933: 4 de febrero: lanzamiento de "Vlan!". Abril: Se lanza "Foyer". 31 de Julio: Degrelle propietario de ediciones Rex.

1934: Enero: La A.C.J.B. se separa de Rex.22 de Marzo: Se fusionan "BVlan!" y "Rex".
Mayo: Rex es expulsado de los locales de la A.C.J.B. Noviembre: Campaña contra el Abad Moreau.

1935: l de Mayo: Primer mitin de Degrelle en el Circo Real de Bruselas.Octubre: Campaña contra los "Banksters". 2 de noviembre: "Golpe de Courtrai".

20 de Noviembre: Decreto episcopal del Cardenal Van Roey, prohibiendo la participación de sacerdotes en actividades de Rex.

1936: 21 de febrero: El partido Católico rompe oficialmente con Rex y prohibe a sus miembros colaborar con Rex.

23 de febrero: Mitin a Namur. Degrelle confirma el programa del partido.

Abril: La A.C.J.B. advierte a sus jovenes en cuanto a Rex.

3 de Mayo: se lanza el diario "Le Pays reel".

5 de Mayo: Segers pierce el juicio contra Degrelle. 24 de mayo: Elecciones generales. Victoria de Rex: 21 diputados y 12 senadores (11 49% de los votos). 7 de Junio: Huelga general en el puerto de Amberes. 14 de Junio: Se decreta la huelga general en la minera.
24 de Junio: Final de la huelga.
10 de Julio: "Escandalo Sindic".
15 de Septiembre: Atentado de Seraing.

Septiembre: Degrelle visita Hitler en Alemania en una gira turistica y de forma inesperada.

7 de octubre: Acuerdo Rex-V.N.V.
25 de octubre: Marcha sobre Bruselas.

1937: 19-24 de Enero: Los "Seis dias de Rex".5 de Marzo: Dimision de Olivier.

9 de Abril: condena de Monsenor Van Roey de Degrelle y Rex.
11 de abril: Eleccion parcial en Bruselas. Derrota de Leon Degrelle (19% de los votos).
11 de Junio: Dimision de Hubert d'Ydewalle.
15 de Junio: Dimision de Pierre Daye como presidente del grupo parlamentario en el congreso.
23 de junio: Los nacionalistas flamencos denuncian el acuerdo Rex-V.N.V.

25 de octuble: Caida del gobierno de Van Zeelalld. 6 -7 de Noviiembre: Congreso rexista. 10 de Diciembre: Xavier de Grünne dimite como Presidente del grupo rexista en el Senado.

1938: 10 de Julio Congreso rexista de Lombeek-Notre-Dame.60.000 militantes presentes. 16 de octubre: Elecciones municipales.

1939: Febrero: Escandalo Martens. Dimiten los dlirigentes del Rex-Flandes.
2 de abril: Elecciones generales. 4 diputados y 4 senadores (4,43% de los votos).
7 de abril: Elecciones municipales.
I de septiembre invasion de Polonia.
3 de Septiembre: Declaracion de guerra de los aliados contra Alemania.

1940: 12 de abril: Dimision del senador Virneron.
16 de abril: Dimision del senador Boon.
10 de mayo: Invasion alemana detencion de Degrelle.
28 de mayo: Rendicion belga.
22 de Junio: Francia finaliza el armisticio.
22 de Julio: Degrelle liberado del campo de concentracion de Vernet (Francia).

1941: 10 de Mayo: Acuerdo con los nacionalistas flamencos.
20 de Mayo: Reorganizacion de movimiento.

21 de junio: "Operacion Barbarroja". Ataque a Rusia.

1942: 17-28 de febrero: Batalla de Glomovaja-Balka. 39% de caidos.

Degrelle recibe la Cruz de Hierro de 2n Clase. Pronto sera ascendido a alferez condecorado con la Cruz 1n Clase.

19-28 de agosto: Batalla de Tcheriakov. Cae en combate John Hagemanns jefe de las Juventudes rexistas.

1943: 17 de febrero: Discurso de Degrelle en el Palacio de Deportes de Bruselas. Cambio radical en su orientacion potica hacia el pangermanicismo.

Mavo: Acuerdo Himmler-Degrelle pare ingresar en la Waffen-SS.

1944: Febrero: Victoria de Tcher-kassy. Degrelle es condecorado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro.

5 de Marzo: Mitin en el Palacio de Chaillot en Paris.

Abril: Desfile triunfal en Bruselas. Mitin en el Palacio de los deportes.

Julio: Asesinato de su hermano Edouard. Degrelle excomulgado.

Atentado contra el Alcalde Englebin. Represalias rexistas.

Julio-Septiembre: Batalla de Estonia. Degrelle condecorado con las Hojas de Roble (80% de bajas).

Belgica ocupada por los aliados.

Noviembre: Degrelle nombrado Jefe de Borgona "Volksfuhrer".

26 de diciembre: Recibe plenos poderes de Hitler en los territorios liberados en Valonia. Ofensiva de las Ardenas.

29 de Diciembre: Degrelle condenado a muerte en rebeldia por un Consejo de Guerra celebrado Bruselas y retirada su nacionalidad.

1945: Febrero-Abril: Batallas de Pomerania.
30 de abril: Muere Adolf Hitler en Berlin.

2 de mayo: Himmler nombra general de las Wallen SS a Degrelle.

8 de mayo: Rendicion incondicional alemana. EXILIO EN ESPANA.

1946-1947: La Depuracion. Son fusilados Jose Streel, VictorVandevelde, Victor Matthys y otros muchos dirigentes asi como militantes.

1994: 31 de marzo: Fallece Léon Degrelle en el Sanatorio Parque San Antonio de Malaga-ciudad.
Sus cenizas son esparcidas en su Bouillon natal y en la montaña de Oberzalsberg, Baviera.


PD: se que Degrelle fue el primer carnet extranjero de FE, lo que le valio años ams tarde la condecoración de viejo guardia.

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Mensaje por vonkluge » Lun Jun 02, 2008 12:26 am

Si no le gusta la ideologia, es su problema. Leon Degrelle es , era, un hombre valiente independientemente de que a Vd. le gusten o no sus ideologias. Y ademas lucho por ellas. Y hay un pequeño detalle, el estuvo alli, nosotros, no.
"Os lo merecéis todo, pero no espereis nada" General Juan Yagüe, a sus tropas.

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Mensaje por Francis Currey » Lun Jun 02, 2008 1:25 am

Parafraseando a José Luis
Se necesita ser un fanático o un estúpido para expresar estas afirmaciones sin más
Luchar a cualquier precio por esas ideas no le convierte en un valiente, ni siquiera en alguién consecuente.
independientemente de que a Vd. le gusten o no sus ideologias
Con todo respeto tal y como figura en la normativa a nadie en este foro nos gustan esas ideologias, si a vd si le atraen sin duda este no es su foro.

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Mensaje por Francis Currey » Lun Jun 02, 2008 8:37 am

En primer lugar no trate de manipular este debate, en ningún momento le he dicho o impuesto su gusto o criterio. Pero le insisto en que este no es un foro para aquellos que admiran a Degrelle.

Parece no recordar que este Sr. pasará a la historia por ser en profundo negacionista, él como usted dice si estuvo allí y aún así se atrevió a negar el dolor y el sufrimiento del pueblo judío. ¿No recuerda esas declaraciones en julio de 1985 a la revista Tiempo? Esas en las que los campos de concentración no eran máquinaria destructora de un pueblo, las mismas en las que negaban la existencia de las cámaras de gas y en las que Mengele no era un asesino solo un médico normal

Degrelle estuvo allí, nosotros como usted dice no. El hecho de no haber estado alli no me impide dejar que se olvide la historia y quien fue Degrelle.

Por cierto para Degrelle Hitler era el modelo a seguir ¿otro valiente? "el hombre más grande de nuestra época es Hitler". citado en su discurso del día 04 de enero de 1943. No creo que haya que añadir nada más sobre la valentia de este señor.
Sin histrionismos y bastante serio y objetivo
Entre otras cosas por no tolerar actitudes negacionistas tal y como hizo Degrelle
Si tengo que creer a alguien, lo elegire yo en virtud de lo que yo lea y me informe.
Pues lea, eso sí no le recomiendo la basura publicada por él o su asociación.

Por mi parte la normativa del foro es muy clara, el tema esta zanjado para mi.

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