Gunichi Mikawa nació el 29 agosto 1888; en 1910 se graduó en la Academia Naval Japonesa de fora brillante, lo que le permitió gozar de atractivos destinos como el crucero Asama, el acorazado Satsuma y el crucero de batalla Kongo, en elq ue sirvió durante la I Guerra Mundial. En 1919 Mikawa, a al sazón capitán de corbeta, fue elegido como emisario japonés en la Conferencia Naval de Londres, y un año después agregado naval en París.
A su regreso al Japón, ya como capitán de navío, recibió sucesivamente el mando de los cruceros pesados Aoba y Chokai, y del acorazado Kirishima, a lo largo de la década de 1930. En 1937 su fugaz carrera se vio jalonada por un nuevo hito: el asceno a contraalmirante en 1936 y el mando de la 2ª Flota, que ostentó hasta que el estallido de la Guerra lo llevó al mando de la 8ª Flota del Sur Pacífico, con el empleo de Vicealmirante. Será al mando de esta agrupación con el que consiguió su victoria naval más brillante, el hundimiento el 9 de agosto de 1942 de la escuadra de cruceros pesados australianos y estadounidenses en la Isla de Savo; amparado por la oscuridad, sn radar, y sin ser detectado, Mikawa, a bordo del Chokai, su buque favorito, dio cuenta de de los cruceros Vincenns, Quincy, Astoria y Canberra, y pudo haber cambiado el curso de la Guerra de haber hundido también al medio centenar de transportes de tropas que sesteaban al este de la Isla.
La Guerra, sin embargo, era cada vez más favorable para los Aliados; no obstante Mikawa, al frente de la 8ª Flota, protagonizó notables acciones en Guadalcanal y en Nueva Guinea a lo largo de 1943. Al año siguiente el Alto Mando, consiente de que la lucha en el mar estaba perdida, se encomendó a él y le otorgó el mando de la 2ª Flota, encargada infructuosamente de la defensa de las Filipinas. Tras la Batalla de Leyte, el último combate a cañón de la historia naval, Mikawa regresó a Japón, atormentado por no haber podido evitar la derrota de su país, pese a haber sido uno de sus más agudos almirantes, y pasó el resto de su larguísia vida (falleció en 1981, a los 93 años) dedicado a sus aficiones favoritas: el cuidado de las flores y la papirofelxia.
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