Al producirse el ataque japonés contra las Filipinas, el teniente Willibald Bianchi formaba parte del 45º de Infantería de la División Filipinas, una unidad del ejército regular estadounidense destinado en el archipiélago desde 1920. Estaba formada por personal nativo con oficiales y suboficiales noreamericanos. Bianchi había recibido su plaza de teniente tras graduarse en la universidad estatal de South Dakota en 1940.
El 45º de Infantería permaneció en reserva en Luzón hasta que quedaron claras las intenciones niponas. La División Filipinas luchó en diversas acciones para retrasar el avance enemigo y, hacia finales de enero de 1941, Bianchi y sus hombres ocupaban posiciones defensivas en la peninsula de Bataan, en la Posición de la Reserva de Batalla, una línea que se extendía desde Bagac a Orion. El 25 de enero, Bianchi se ofreció voluntario para mandar un pelotón que atacaría una opsición de ametralladoras japonesa. El ataque debía ser apoyado por varios tanques M3 Stuart, de dudoso valor contra las trincheras japonesas.
Pronto Bianchi fue herido en una mano por fuego de ametralladora enemigo. Por ello se deshizo de su fusil y, armado con una pistola, usando todas las coberturas que pudo, se acercó hasta la ametralladora, a la que acalló con una granada. Pero había sido herido dos veces en el pecho y no podía andar. Como pudo se subió a uno de los tanques Stuart destruídos y comenzó a usar la ametralladora de la torreta hasta que la explosión de una granada lo dejó sin conocimiento. Por esta acción recibiría la Medalla de Honor del Congreso.
Así comenzó su ordalía como prisionero de los japoneses. Durante la infame Marcha de la Muerte Bianchi mantuvo los ánimos de sus compañeros y se privó de comer para que sus compañeros tuvieran más para ellos. Durante tres años Bianchi sufrió los rigores del campo de prisioneros hasta que, cuando los aliados desembarcaron en las Filipinas, fue embarcado junto a varios centenares de prisioneros en un mercante y enviado a Japón para servir como trabajadores forzosos. El barco nunca llegó a su destino pues fue hundido por avoines americanos el 9 de enero de 1945. Los pilotos no sabían que transportaba prisioneros. No hubieron supervivientes.
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