Hitler y Mussolini: una amistad brutal

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Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Jue Ene 02, 2014 7:37 pm

La historia no muere en los archivos o en los sarcófagos , no se puede esparcir como las cenizas en el viento, continua siempre presente, no es un proceso rápido que nos haga avanzar, sino un horror impetuoso que nos atrapa. La historia es una muerte que se levanta de sus nacimientos

Sebastián Haffner


Junio de 1934. Venecia. Aeropuerto de San Nicolo. Benito Mussolini junto al embajador de Alemania en Roma Ulrich von Hassel esperaba al canciller alemán Adolf Hitler. Era el primer viaje de Hitler al extranjero, un sueño cumplido. Nada más salir el alemán del avión se dio cuenta de su desventaja: un sombrero, una gabardina clara y unos zapatos negros no podían competir con el uniforme impetuoso italiano.El orden gris contra las medallas relucientes, la caricatura contra el carisma. En 1926, un tal Hitler había escrito a la embajada italiana en Berlín solicitando una fotografía firmada del Duce. La petición se denegó educadamente, pero un busto enorme de Mussolini presidía el escritorio de Hitler en la sede del partido nazi en Munich.

El Fuhrer: " Le profeso una profunda amistad ". El Duce " No me cae nada bien ". El artista incomprendido y el arquitecto frustado visitan la biudad de los canales y los sueños, un gran centro de la cultura humana. Hitler se alojó en la Suite del Grand Hotel; por precaución, se dio fiesta al jefe de cocina del hotel que era judío. Cerca de este hotel murió Richard Wagner, ídolo de Hitler y el compositor predilecto para sus fantasías desmesuradas.

La primera conversación política en privado y sin interpretes tuvo lugar en el Veneto Continental: Hitler podía estar tranquilo, Mussolini también estaba vestido de paisano; pero, como enseguida se hizo evidente, aquél sería el único elemento de armonía entre los dos hombres. El canciller del Reich no quiso mantener la entrevista en el salón de techos altos, quizás porque, como dictador cohibido de origen humilde, le intimidaba el estilo aristocrático y el lujo esplendido del edificio. La conversación se traslado al parque, Hitler arengó a Nussolini durante una hora y media. El Duce apenas podía disimular la irritación. Los dos buscaban la salida de un laberinto: Austria. Hitler quería la anexión a Alemania pero Mussolini, amigo del canciller Dollfuss, se veía como el protector de la soberanía austriaca.

En Venecia, Hitler conoció a Mussolini en el cenit de su poder: su partido fascista era la organización política más grande del mundo. Mussolini declaró que el pueblo quería autoridad dirección y orden. Las masas recibían con satisfacción la vuelta de un gobierno fuerte porque según el Duce al pueblo italiano, como todas las naciones con inclinaciones estéticas, le encantan las estructuras bien definidas y la continuidad estilística.

Mussolini llevaba una década de ventaja a su discípulo Hitler en su régimen dictatorial y trato a la manera de Cesar de las masas. La Italia democrática se había transformado paso a paso en un estado fascista totalitario. El Duce ostentaba el poder desde el año 1922. Mientras uno sabía que tenía el país a sus pies; el otro, en el poder desde enero de 1933 avanzaba con paso firme y con gran ambición por las filas cerradas de un país fuertemente militarizado.

" Ha comenzado la gran era. Alemania se ha despertado --- declñara Hitler en un miting --- Hemos ganado el poder en Alemania, ahora nos tenemos que ganar al pueblo alemán.

En Venecia, durante la visita de dos días, Mussolini obsequió al canciller del Reich con un desfile de organizaciones milicianas fascistas, a Hitler aún se le veía incómodo, pero seguro que observaba esas formaciones pensando que el podía hacerlo mejor.

Entonces, en la plaza de San Marcos, cuando Mussolini se dirigió a 70 000 camisas negras, trasladados a Venezia en trenes especiales, a Hitler no se le permitió aparecer en el mismo balcón.

Hitler y Mussolini aún mantuvieron una conversación en el club de golf del Nido: una vez más lo hicieron solos y sin interpretes a pesar de las dificultades de Mussolini para entender el alemán. La esposa del embajador italiano en Alemania se referiría tiempo después a la gesticulación constante de Hitler, que recordaba una película de cine mudo interminable. Los dos hombres daban vueltas sin parar a una piedra, como si representase el obstáculo incómodo de Austria, protectorado de Mussolinoi y objeto del deseo de Hitler. El Duce dijo que había sido un encontronazo más que un encuentro.

Se programó un concierto: Verdi y Wagner. La noche era fría. La multitud preparada para aclamar a los dos dictadores, se había resfriado y dispersado. Hitler y Mussolini llegaron tarde, y en vez de un público entusiasta, se encontraron un patio prácticamente vacío

Durante aquellos días nadie hubiese dicho que Hitler pronto dominaría la relación con Mussolini y que la sometería a su noción brutal de la amistad.

Lo que sí era una relación de amistad, en el verdadero sentido del término era la que había entre Mussolini y el canciller Dollfuss; además, Austria era el país que se encontraba entre Italia y la codiciosa Alemania nazi. Por eso, Mussolini protegía Viena, porque su independencia , en determinadas circunstancias podía proteger Roma. En Viena, Hitler había aceptado no anexionarse Austria a Alemania, pero Mussolini no se fiaba. El 25 de junio de 1935, los nazis austriacos asesinaron Aa Dollfuss. Mussolini tildo a Hitler de asesino. El Duce consideró el asesinato de Dollfuss como un ataque personal y envió tropas a la frontera austriaca... pero eran simples divisiones , que casualmente hacían maniobras en aquella región.

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Antonio Machado
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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por Antonio Machado » Jue Ene 02, 2014 8:00 pm

Hola Pastelsjl, apreciado amigo:


Muy interesante el tema del Hilo que has iniciado, muy buenos los comentarios que has incluído en tu post inicial... gracias por compartir tus lecturas, reflexiones y fuentes.


La amistad entre Hitler y Mussolini es un tema mega-interesante para quienes estudiamos la SGM, lo mismo que la amistad entre el sátrapa y otros de sus altos seguidores (Hitler y Goering, Hitler y Goebbels, Hitler y Speer, etc.), son relaciones que han generado muchos debates, análisis y especulaciones de todo tipo que abarcan desde lo ideológico hasta lo patológico.


Gracias por ser tú quien haya puesto el tema sobre el tapete; por supuesto que me estoy suscribiendo al Hilo, esperamos tus nuevos posts con expectación.


Saludos cordiales desde Nueva York hasta la bella Lima,


Antonio Machado :sgm65:

"In libris libertas" ("En los libros está la libertad")

"Omnia cum Honore, Omnia cum Decorum" ("Todo con honor, todo con decoro")

“La religiosidad es una enfermedad infantil colectiva: las religiones son el sarampión de la Humanidad. Con el tiempo y la razón, las supersticiones religiosas desaparecerán de la imaginación humana.” Sigmund Freud.

"Hace 300 años me hubieran quemado vivo en la hoguera cristiana de la Santa Inquisición, hoy las hordas nazis solamente queman mis libros: algo hemos avanzado". Frase pronunciada por Sigmund Freud, en tiempos en los cuales aún no se sabía del Holocausto, ese horror desatado por los Nazis del en contra de la admirable raza Judía.

"Las religiones son el opio de los pueblos". Karl Marx.

"Tú no vengas a rezar a mi casa, yo no iré a pensar a tu iglesia..."

"Odi profanum vulgus at arceo" ("Odio la vulgaridad y la mantengo a distancia"). De las "Odas" de Homero.

"Quien mira hacia afuera sueña, quien mira hacia adentro despierta" (Karl Gustav Jung, Filósofo y Psiquiatra Suizo, 1875-1961)
Última edición por Antonio Machado el Jue Ene 09, 2014 10:38 pm, editado 1 vez en total.
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.

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Re: Hitler y Himler: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Jue Ene 02, 2014 9:32 pm

Mientras tanto, el Fuhrer estaba en Bayreuth sirviendo la causa del arte en el festival de Wagner. Tiempo después, Hitler diría a un diplomático austriaco: " Le doy mi palabra de honor que no tuve que ver nada con los hechos del 25 de junio.

Roma. El centro del poder de Mussolini. En setiembre de 1929 el Duce se traslado al Palacio Venezia: Un palacio renacentista, construido con piedras del Coliseum. Era el punto culminante de una carrera marcada por la violencia, la corrupción y los asesinatos. " Cuando leo la historia del fascismo italiano --- escribió Hitler --- es como si leyese la historia de nuestro movimiento.

El despacho del Duce hacia 12 x 20 metros. Era una sala de dos metros de altura, cargado hasta el último rincón de significado en mármol. Hitler se inspiraría después para crear su cancillería del Reich, aunque adoptaría unas líneas aún más monumentales. El Gran Consejo Fascista también se reunía en el Palacio Venezia, no había debates ni votaciones, sólo un ritual platónico. Era un organismo fundado en octubre de 1922 en lo que la historia llamo " la marcha sobre Roma ". " O se nos da el gobierno --- declaró Mussolini en 1922 --- o lo tomaremos marchando sobre Roma ". Aquella marcha integrada por camisas negras, muy exagerada por la leyenda, en realidad fue un cúmulo de tropiezos por culpa de la lluvia y el mal aprovisionamiento, pero el ejército la contemplo con impotencia y el rey perdió los nervios. Nussolini fue nombrado Primer Ministro. Mientras, Hitler hacía de agitador en las cervecerías bávaras.

Roma. Más que un sitio, un espiritú, un espiritú imperial. La ambición de Mussolini, manchada de actos criminales, era restablecer la grandeza de la Roma Imperial. En 1935, Abisinia se convirtió en blanco por la explotación de las materias primas: " Aunque me ofreciesen el país en una bandeja de plata yo lo quiero obtener por la guerra" ... y el 5 de mayo de 1936 proclamo:

" Hombres y mujeres del Imperio, y amigos del Imperio de más allá de las montañas y los mares. Escuchad: El mariscal Badoglio me ha enviado este telegrama: Encabezando las tropas victoriosas, he entrado en Addis Abeba"

Lo que no les dijo a las masas que lo aclamaban era que sus soldados hacían servir armamento pesado y gases tóxicos para asesinar a africanos medio desnudos armados solo con lanzas y espadas. El desprecio por las vidas humanas se estaba convirtiendo en la política internacional fascistas. En Nuremberg, Hitler convertía en ley el odio racista

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Re: Hitler y Himler: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Vie Ene 03, 2014 7:32 pm

En la Liga de Naciones, Hitler a causa de Austria y Mussolini a causa de Abisinia, quedaron aislados; con la mirada hacia Berlín, el Duce había hablado de una unidad de destino cada vez más fuerte. En octubre de 1936, el ministro de Asuntos Exteriores más joven de Europa, Galeazzo Ciano visita la capital alemana para entrevistarse con el futuro ministro de Asuntos Exteriores de Hitler, Ribbentrop. Ciano tenia sólo 34 años y era yerno de Mussolini: Un invitado bienvenido al Berghof con sus vistas alpinas. El Fuhrer lo recibió acompañado del ministro de Asuntos Exteriores von Neurath. Hitler sabía que Ciano era afín a los alemanes y presumió delante suyo de lo que él consideraba la cultura alemana. En tres años, el Reich estaría preparado para entrar en guerra y en 4 años sería invencible, cautivo a Ciano y al Duce. De Austria no se hablo, pero mirando desde las grandes ventanas del salón y desde la terraza, Hitler dio voz a su deseo con locuacidad y sentimiento: " Desde aquí me veo obligado a contemplar una parte de mi patria alemana, Salzburgo, a través del telescopio". Lo que aparentemente le afligía el corazón, pronto infligiría el derecho internacional. Mussolini había declarado de una manera constante y enérgica: No se puede llegar a Roma sin Berlín o contra Berlín, ni a Berlín sin Roma o contra Roma."

Para reforzar esta noción visitó Alemania en 1937 inmerso en una magia de un escenario que pretendía mostrar una relación intensa y próxima. Fue un desfile triunfal de cinco días a bordo de unos trenes especiales que pasaban por unas guardias de honor kilométricas. La visita empezó en Munich, la cuna del movimiento nazi. Hitler ya no era el hombre incómodo de la gabardina que visito Venezia en 1934, ahora el Fuhrer irradiaba seguridad en si mismo. En cada aparición pública se hacía evidente que no era un hombre fuerte, sino un hombre de acción.

En Munich en 1933, Hitler quiso superar la marcha sobre Roma de Mussolini con una marcha sobre Berlín, pero fue una marcha desorganizada y que acabo ignominiosamente con la huida de Hitler.

En 1929 Hitler se instaló en la Printregentplatz de Munich en un piso de nueve habitaciones con su sobrina Geri Raubel con la ambición de convertitrla en una gran cantante wagneriana. En setiembre de 1931 la chica se suicido de un disparo en este piso. Después de un tiempo de conmoción, en el que se planteó retirarse de la política, Hitler prohibió que se volviese a recordar a aquella chica vivaz.

Hitler transformó la Konigsplatz de Munich, que antiguamente era una zona residencial distinguida de la ciudad, en un espacio frío y austero de clasicismo nazi. Ofrenda floral en los templos del honor, donde habían enterrados 14 compañeros de Hitler, llamados testigos de sangre. Hitler también quería que lo enterrasen aquí. Mussolini observó con admiración el paso de la oca alemana; contra la voluntad del rey lo introdujo al ejército italiano con el nombre de paso romano. El Duce exclamo con entusiasmo: " El pueblo alemán es impresionante con esta carta ganadora, Hitler se puede atrever a todo ". Entre tanta pompa y desfile quedó poco tiempo para conversaciones políticas, pero declaró que seguiría la política de Hitler y que reforzaría la política antisemita en su país. Se le había contagiado el odio a los judíos de los nazis y los dos hombres enseguida empozaron una guerra inminente contra las obsoletas democracias occidentales. En España ya había empezado un ensayo general sangriento: Guernica se convirtió en un símbolo destruida por las bombas alemanas e italianas.

Después de una visita a Essen, la armería del Reich, y unas maniobras en Meclemburgo, llegó el punto culminante de la visita de Berlíín. Entonces todavía se llamaba Berlín, pero sería la futura Germanía. Las masas, las peores, son las que hacen de compañero de viaje, dan a los falsos dioses la ilusión funesta de ser dioses autenticos en un mundo no de gloria, sino de autoglorificación. Un país que venera falsos dioses se da cuenta muy tarde que la adulación comporta la subyugación.

Un espectáculo en el estadio Olímpico de Berlín que siguieron cerca de un millón de personas en una llamada manifestación que siguieron por radio los 115 millones de Alemania e Italia. Mussolini se declaro admirado delante de esta fusión de civiles y de divisiones del ejército, un triunfo del orden.

" Solo quice años de fascismo han cambiado la cara y el espíritu de Italia, nuestra revolución también ha dado una cara nueva a Alemania. Nueva, pero basada en una legítima herencia del pasado que es compatible con las necesidades de la vida moderna. Esta cara de la nueva Alemania es la que yo anhelaba ver"

Una infinidad de gente extasiada y los dos inspiradores de aquella euforia estaban exhultantes por lo que les unía: el deseo de poder, las ansías de grandeza y la dramaturgia mesiánica. Mussolini ya no podía oponer más resistencia al empuje de Hitler, a partir de este momento el Duce quedará indefenso y obediente en presencia del Fuhrer. En este preciso instante de exaltación y elevación ya había perdido. Aquellos momentos de placer inmenso en Berlín, contenían quizás el germen de su fin lamentable en una gasolinera milanesa ocho años después.

La villa Tornolia es la residencia privada de Mussolini desde 1929. Alquiler anual una lira. Aquí hacía el papel de padre de familia y sibarita con un gusto barroco que contrastaba con el ideal fascista de austeridad y disciplina. El Duce montaba a caballo y jugaba a tenis, practicaba la natación el boxeo y la esgrima. Hitler hacía el ridiculo pretendiendo ser un amante de la naturaleza. Hitler hacía el ridículo por su incapacidad de ser natural: Cuando el Fuhrer tenía ganas de pasear un rato al aire libre, caminaba 600 metros pendiente abajo por el obersalberg y luego se hacía volver a subir en coche.

La noche del 11 de marzo de 1938 las tropas de Hitler entraron en Austria, no informó al Duce de la invasión. El príncipe de Hesse, jefe de las tropas de asalto y yerno del rey de Italia entregó una carta a Mussolini que no tuvo otra salida que informar del hecho consumado al Gran Consejo Fascista. De madrugada, el príncipe llamo al Fuhrer para decirle que Mussolini se había tomado bien la noticia. Hitler quedo tranquilo: " Pues dígale que no lo olvidaré nunca. Estoy dispuesto a apoyarlo hasta el final"

Hitler entró en Ausrtria, su primera escala fue Braunau, su ciudad natal. La segunda parada Linz. La prensa habló de una campaña de flores. Linz tuvo un papel importante en la juventud de Hitler. No muy lejos de Linz estaba la tumba de sus padres.

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Vie Ene 03, 2014 9:51 pm

Hitler había vivido de 1906 a 1908 en la calle Blttengasse número 9 de Libz con la madre y la hermana. Mal estudiante, fue un chico marginado y despreciado por los hijos de empresarios y licenciados. Los años escolares serían un recuerdo amargo para toda la vida, pálido, tímido y ocioso adoptó un aire bohemio: pululaba, iba al teatro cada noche y sucumbía a la música de Richard Wagner. August Kobschek, el único amigo de juventud de Hitler, se refirió a una reacción estática después de ir a la Opera: Hitler quedó conmovido por el destino del rebelde y tributo de la Baja Edad Media Kolla de Linzo, aniquilado de manera trágica y extraña por la incomprensión del mundo. En la colina con las luices de Linz encendidas debajo suyo,, Hitler habló, con unas imágenes esplendidas y conmovedoras me describió su futuro y el de su pueblo. Cuando los dos amigos se encontraron en Bayreuth, treinta años después, Hitler dijo que allí empezó todo.

Viena era la capital que siempre odio. Fue aquí donde el estudiante de arte rechazado vivió en el ambiente siniestro de los albergues nocturnos y las pensiones. Se ganaba pintando postales que un compañero de pensión se encargaba de vender: tiempo después ordenaría el asesinato de este testigo de sus años de miseria en Viena.

Ahora Hitler entraba en la ciudad como vencedor con el apoyo de unas masas fanáticas. A diferencia de lo que paso con Dollfuss a los nazis no les hizo falta matar al canciller Schuschnigg que dimitió voluntariamente. Fue el preludio de la persecución de la persecución despiadada de los judíos y oponentes políticos. En Alemania pronto se quemarían las sinagogas.

Roma. La ciudad eterna. La capital del mundo. En auge o decadencia, en poder o en ruinas. El monumentalismo es caracteristico de esta ciudad y ha sobrevivido a las tempestades de los siglos, todos los nuevos poderes que se han inmortalizado en edificios cada vez más grandes y en estatuas cada vez más altas han acabado en el famoso museo al aire libre de las ruinas romanas. Hacía el final de su vida, Mussolii expresaría una idea remarcable.: " Los distadores no tienen alternativa, no pueden caer gradualmente. Se les ha de derrocar".

El Forum Mussolini, resplandeciente con un aire inexpugnable, tanto ahora como antes. A veces las ilusiones perduran. El Duce abandonó Austria. El defensor voriferante se convirtió en espectador impotente. La claca de Hitler. Ahora la presión para que se anexionase al Reich caía sobre Checoslovaquía, Bélgica y Suiza.

La gratitud de Hitler hacia Mussolini valía un viaje. En 1938 Hitler se dirigía hacia Italia contemplando el Tirol del sur por las entanas del tren como si pasase por un terriorio suyo aparentemente interminable. A las afueras de Roma, Mussolini había hecho construir una estación de tren especial para el canciller del Reich, la estación Ostience, El Duce organizo un espectáculo militar con el que pretendía superar todo lo que había visto en Alemania. La obra de un alumno modélico e inteligente. Hitler llegó a Italia con un gran grado de confianza gracias a la inoperancia de Francia y Gran Bretaña. Londres y Paris habían contemplado con pasividad como Alemania se tragaba a Austria. Para Hitler, era un gesto diplomático de aprobación tácita. El primero en recibir al canciller del Reich fue el rey de Italia y después el primer ministro Mussolini. La presencia del rey disgusto a Hitler que veía todos los símbolos aristocráticos como reaccionarios

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Sab Ene 04, 2014 9:15 pm

Los dos dictadores y compañeros de crímenes caminaron a grandes zancadas en medio de representaciones históricas mármol. Después de la visita de Hitler se promulgaron decretos antisemitas.. Hitler, aficionado a los automóviles, se vio obligado a entrar en la ciudad eterna dentro del carruaje de Su Majestad. Mussolimi, nombrado poco antes Mariscal del Imperio, se vio privado del privilegio de ir al lado del fuhrer por las esplendidas avenidas romanas que el mismo diseñó. Para acabarlo de arreglar, el canciller del Reich, el canciller del rey se vio obligado a alojarse en el Quirinal, el palacio del rey. Solo el entusiasmo de las masas le compenso el espectáculo que encontró más pesado de la visita a Roma: el protocolo real. Más tarde Hitler describiría así su viaje a Roma: " Cuando recibimos al Duce en nuestro país pensamos que fue agradable, pero esta visita a Italia fue otra cosa muy distinta".

En el Palacio nadie llevaba camisa negra y los sirvientes hacían reverencias. Nada de saludo romano y menos aún Heil Hitler.

El canciller del rey tildó al rey de muñeco; por su parte, Victor Mnuel III dijo de Hitler que era un degenerado que se ponía colorete para disimular la palidez. El monarca y el fuhrer. Ninguno de los dos quiso ceder al otro la prioridad protocolaria. Se ideo un sistema de señales para que Hitler y Victor Manuel llegasen a la vez a las escaleras.

Trayecto en coche en el Vittoriano, el templo de la nación. El papa Pio XII abandonó Roma en señal de protesta. Durante la visita oficial resonaron términos nobles: profunda amistad, intereses vitales, progreso saludable... y las masas los aclamaban como si estuviesen hablando de sus propias necesidades. Pero de lo que se trataba era de la guerra bajo el disfraz del patriotismo.

Hitler evaporó la angustia del Tirol del sur con la esperanza de obtener carta blanca em Checoslovaquia. Ciano no lo creía capaz de ejecutar esa ocupación. Cuando se produjo, poco después, puso fin a sus simpatías hacia Alemania,

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Sab Ene 04, 2014 11:23 pm

El Duce presentó orgulloso su ejército inflado: muchas armas eran simples imitaciones y también presentó su versión del paso de la oca, el paso romano. Para el rey, un horror estético. En la tribuna también estaba Mafalda hija del rey y esposa del príncipe de Hesse. Años después moriría en el campo de concentración de Buchenwald.

Los dictadores pasaron revista a la flota de Napolés. Mussolini representó el papel de comandante de la armada en un escenario muco más poderoso que su potencia de combate real. Pero el Duce estaba contento porque Hitler lo estaba. Cada maniobra, cada desfile le hacia creer la ambición y la audacia y Mussolini no se hubiera imaginado nunca que aquella audacia y ambición para conquistar el mundo pronto le reduciría a él, el amigo de Hitler a simple peón en el tablero de ajedrez.

Aquella noche una visita a la Opera y un banquete en el Palacio Real. La experiencia veneciana de Hitler se repitió:se volvió a equivocar de indumentaria. Los anfitriones fueron de uniforme y él con americana, pero al menos el escenario era irreprochable: la abadía de Napolés.

Después de aquel espectáculo grandioso la comitiva volvió a Roma para continuar el régimen habitual de propaganda y aclamación. Hitler estaba exultante:

" Es mi voluntad inamovible y mi legado al pueblo alemán que la frontera que la naturaleza creó entre Alemania e Italia siempre se mantenga inviolable: sé que así Roma y Germanía tendrán un futuro glorioso. Duce, has apoyado a Alemania en momentos decisivos, yo y el pueblo alemán mostraremos la misma amistad con Italia en tiempos difíciles".

Mussolini estalló de alegría: el Tirol del sur continuaría siendo italiano, por una sola cez Hitler hacia una concesión.

Florencia. La capital de Miguel Angel. Aquí se despertó el artista que Hitler llevaba dentro. Mucho después de aquella visita diría: " Cada palacio de Florencia y de Roma vale más que todo el castillo de Windsor. Me hubiera gustado pasear por Italia como un pintor desconocido". Llegaría el día que este sería el deseo más ferviente de un mundo destrozado por las bombas, que Hitler no hubiese pasado de ser un pintor desconocido

Florencia conmovió al fuhrer la ciudad más bonita del mundo y por fin un día sin el rey que se quedó en Roma. Hitler pensó la forma de agradecer a su anfitrión y decidió rebautizar la plaza Adolf Hitler de Berlín con el nombre de Mussolini: "Será todo un honor ceder mi lugar al Duce". Pero no se refería a su lugar en la historia

Cuando Hitler se disponía a subir al tren que lo conducía Alemanía, Mussolini le encajo la mano con firmeza y le dijo: " Ahora nada nos podrá dividir". Se reencontrarían unos meses después-

En setiembre de 1938 tuvo lugar en Munich la conferencia de los jefes de gobierno de Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania Chamberlain, Daladier, Mussolini y Hitler. Un último intento de preservar la paz. Mentalmente Hitler ya tenía un pie en los Sudetes, y otro en Francia. Le dijo a Mussolini que la cumbre sería un éxito o la solución sería por las armas. No no se respeto el derecho internacional, No invitaron a Checoslovaquía. Hitler y Mussolini guardaron las formas, pero antes y después de la cumbre no escondieron en absoluto su actitud hacia las democracias occidentales. Hitler insultó a los británicos diciendo que eran gente con paraguas salida del mundo obsoleto de la burguesía. Mussolini se refirió a los franceses como un pueblo devastado por el alcohol, la sífilis y el periodismo. La conferencia fue un éxito pero no satisfizo a Hitler. Checoslovaquía, la última democracia de la Europa Central, se sacrifico por un tratado destinado a garantizar la paz que no se respetaría. Pero Hitler no quería que le cediesen la región de los Sudetes, quería la guerra.

Mussolini veía venir lo que pasaría y quería estar en el bando vencedor: " Mejor que pase con nuestra ayuda que no con nuestra oposición"

En sus capitales respectivas a Mussolini y Hitler los recibieron como héroes. portadores de la paz: igual que a Chamberlain en Londres y a Daladier en Paris. Mussolini estaba convencido que la cesión de los Sudetes a Alemania preservaría la paz.

Se firmo el pacto de acero, que como símbolo de la lealtad a la alianxza, se llamó inicialmente pacto de sangre.. Italia se convirtió inevitablemente en vasalla del III Reich. Era un pacto de apoyo militar que ya no distinguía entre ataque y defensa. A partir de ahora, Mussolini, como él expresó efectivamente en una ocasión marcharía al lado de Hitler hasta el final

1939. Fin de la guerra civil española. Italia tuvo unas perdidas severas. Berlín dio la bienvenida a la legión condor un ensayo general

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Lun Ene 06, 2014 10:05 pm

En Roma Ciano le expreso al Duce su oposición al pacto de acero, pero ya era demasiado tarde: Mussolini había quedado atrapado en la política agresiva de Hitler, y también en sus propias ambiciones imperiales que lo habían convertido en el cómplice voluntario de un verdugo. Mussolini seguiría a Hitler hasta el final. La historia es memoria depende de como y donde se preserve.

Con mucha frecuencia se habla de las lecciones de la historia, son como unos tesoros de un valor incalculable. Se entierran más que se descubren. Pero a veces también se exponen para mitificar los errores del pasado y recordarnos que la historia sobre todo depende de nuestra disposición a olvidar.

Brennero. Una de las pocas fronteras que Hitler y Mussolinii declararon inviolables. En marzo de 1940, Mussolini recibió a Hitler después de la invasión de Polonia y antes de la de Francia, de la que el fuhrer no dijo nada a su amigo. Mussolini, el fascista europeo con el mandato más largo, estaba visiblemente incómodo.En palabras de Hitler parecía un escolar que no hubiese hecho los deberes. Mussolini se presentó al encuentro como el decano de los dictadores, decidido a desviar la acometida de Hitler del oeste hacia el este, pero al final de la entrevista al Duce se le volvieron a ver las ansías de saqueo y admiración por Hitler, unos complejos que lo convirtieron en sirviente delfuhrer. Hitler no lo hizo nunca participe de sus planes, siempre lo trato de forma humillante, como una retaguardia.

Mussolini recibía desde Roma las noticias de las victorias alemanes. La ocupación de los países del Benelux y la ocupación de Francia. Presa del pánico, Mussolini se lanzo a su propia guerra, a desgana del rey italiano e incluso contra la voluntad de los generales. El 10 de junio de 1940 desde el balcón del Palacio Venecia anuncia que Italia había entrado en guerra contra Francia al lado de Alemanía. Una decisión por interés propio porque Hitler no necesitaba a Mussolini.

El17 de junio Francia solicito un alto elfuego al III Reich. Al día siguiente, Italia lanzó un ataque al sur de Francia. Mussolini visita Munich para dar explicaciones a Hitler .Una prueba de resistencia para el eje presentada, como siempre, como una extertorea demostración propagandística de armonía. El Duce esperaba una crítica por su situación, pero aún así no había perdido ni una gota de voracidad.La codicia es contagiosa. Ahora Mussolini tenía en el punto de mira,Círcega, Siria, Túnez y Malta, Egipto y Sudán. Pero siempre había yna contradicción irreconciliable entre las ambiciones crecientes del Duce y el papel secundario que Hitler le asignaría en el campo de batalla. Mussolini era consciente.En Munich se le vio abatido. El fuhrer no le confeso en ningún momento sus planes de invadir Rusia.El fuhrer es ahora un jugador que ha hecho saltar la banca comenta en Munich el conde Ciano.

El fascismo europeo había inculcado a su pueblo la idea de que el único ser verdadero era el guerrero. Ahora la interacción entre el hombre y la máquina se manifestaba en una aplicación homicida del progreso industrial por tierra,mar y aire.

Las ansias bélicas de Mussolini se volvieron una obsesión: Invadió Grecia pensando que esta vez si podía ir a Obersalzburg con una victoria rápida bajo el brazo. Fue otra humillación. Hitler lo supo volviendo de España donde había intentado inútilmente obtener la alianza con Franco para la guerra contra Gran Bretaña. Desvió el tren hacia Florencia para reunirse con Mussolini que le preparo rápidamente un recibimiento entusiasta. Pero Hitler ya no veía Forencia como la ciudad más bonita del mundo, sino como una fuente de irritación. Cada vez veía más claro que Mussolini no estaba a la altura de los planes que él había forjado. Hitler mostró una moderación sorprendente en las entrevistas con el Duce, aunque la necesidad de ayudar a Italia contra Grecia lo podía obligar a posponer su campaña contra Rusia. La apariencia de aquella unión de fuerzas era engañosa. Hitler abandonó la ciudad tenso, se sentía ya entre dos frentes con Rusia y Gran Bretaña. Churccill pronto declararía que la guerra continuarpia hasta que el mundo estuviese libre del maleficio de Hitler.

Brennero. Una vez más. El 2 de junio de 1941, el fuhrer convocó otro encuentro en una misiva entregada a Ribbentrop por el ministro de Asuntos Exteriores en la que no se mencionaba el motivo de la reunión. " Estoy harto que me tomen por un perrito" dijo Musolini, pero naturalmente obedeció a su amo y a pesar de los malentendidos la atmósfera era buena. Entre unos agresores fascistas una buena atmósfera, la fe en una guerra que dejaría a Europa libre de judíos, en palabras de Hitler. Una vez más, Hitler no le comunicó a su aliado que estaba a punto de lanzar una campaña contra la Unión Soviética y se despidió cordialmente de su perrito.

En su residencia veraniega de Rocholi, Mussolini recibió una llamada telefónica del conde Ciano que le informó que Hitler invadió la Unión Soviética. Su primera reacción fue decir " Yo no molestó a mis sirvientes de noche: en cambio, a mi los alemanes me despiertan sin ningún miramiento". Oficialmente apoyo la guerra relámpago de aniquilación de Hitler. Mientras Mussolini miraba hacia el Adriático, Hitler decide ir por tierra.

Su nuevo cuartel general en el este era la llamada Guarida del lobo situado en Prusia Oriental. Hitler adoptó el apodo del lobo de su época de combatiente de la I guerra mundial. Mussolini quería participar en la campaña de Rusia, cosa que Hitler veía como un estorbo, aún así el Duce envió una fuerza expedicionaria formada por tres divisiones deficientemente armadas y equipadas. Era un cálculo político perverso: si quieres participar en el tratado de paz, primero has de colaborar con el genocidio.

A finales del verano de 1941 mussolini visito la guarida del lobo. El centro de mando desde donde Hitler asolaba el mundo le parecía una cámara de tortura mental. Un espacio de hormigón que aprisionaba a los mismos que planeaban las victorias.

En abril de 1942 tuvoi lugar un encuentro germano---italiano en el palacio de Kleisheim cerca de Salzburgo. En Roma los contrarios de Mussolini con el apoyo del rey habían ganado adeptos. El Duce era doblemente vulnerable porque Hitler consideraba que la intervención italiana en el norte de África, como de costumbre, solo entorpecía sus planes. La arena del desierto encallaba el engranaje del eje. Las conversaciones sobre el norte de África continuaron en el Berghof. La guerra se habías encallado en todos los sitios. La nieve de Obersalzberg no tenía ni punto de comparación con el invierno ruso. Pero si que parecía una señal de la naturaleza.

Los dos estadistas reunidos ya no parecían tan imperturbables como antes. Viéndolos, se les adivinaba una preocupación que estaba por encima de sus ambiciones. Pero no tenía nada que ver con el peso de la responsabilidad, la esclavización de pueblos enteros. Era una medida política política y el exterminio de los judíos una realidad. Cada muestra de perplejidad ante los mapas era un segundo de paz. Cada nueva arruga en los rostros, cada gesto nervioso era una esperanza para el mundo.

Los fascistas no vieron nunca el parlamento como un lugar muy honorable, Mussolini hacía dieciocho meses que no comparecía. El 2 de diciembre de 1942 compareció delante de la cámara en Roma para atacar furibundamente a Churchill y Roseltvelt con una apariencia enfermiza y descuidada continuaba balbuciendo el discurso de la gran lucha por la nueva Europa. Mientras tanto, Hitler se trataba cada dos días su estado depresivo.

Aquel octubre con ocasión del 20° aniversario de la marcha de Roma, Hitler envió un emisario de segunda fila en la jerarquía nazi, Rober Ley. Al mismo tiempo, los aliados empezaron a bombardear Milán y Génova. Las ciudades alemanas hacía ya dos años que las bombardeaban

Mussolini encontró en la roca del caminante un bastión de soledad para pasar la vejez. El castillo medieval restaurado esta en la Emilia Romania, la regfión natal del Duce. Mussolini se retiro en el invierno de 1942--1943 afligido de dolores de estómago buscando la soledad y la paz, como si pudiese haber, para quien ha sembrado la devastación y la muerte. Desde la torre, Mussolini veía al fondo del valle su Predapio natal. Mussolini nació aquí en 1883 seis años antes que Hitler, ya en la escuela tuvo fama de rebelde, incluso en su infancia, contrariamente a la de Hitler, rebelaba una vena radical que lo convertiría primero en anarquista, después en socialista y finalmente en fascista.

Mussolini era hijo de una maestra y un herrero del pueblo. En esta capilla --- que nos muestra el documental--- creó un monumento sentimental que transfiguró a sus progenitores. Idealizó a su padre, un hombre rústico, que como el padre de Hitler, le pegaba a menudo.
continuará

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Mié Ene 08, 2014 8:37 pm

Mussolini recupera la iniciativa, remodela el gobierno y se traslada al palacio Kishi para asumir el mismo la cartera de Asuntos Exteriores; cesó a su yerno y a todos aquellos que consideraba contrarios a la guerra. Hitler y Mussolini se volvieron a reunir en el Palacio de Kishi en abril de 1943: Después de los hechos de Dtalingrado, Mussolini tenía la esperanza de convencer a Hitler para que firmase la paz con la Unión Soviética. Era la prioridad en ese momento . Pero el Duce, afectado de nuevo por dolores de estómago, era un fombre débil y volvio a ceder ante la retórica de Hitler, que afirmaba que se tenía que aguantar .Mussolini, como siempre, se quedó sin argumentos ante la insistencia triunfalista de Hitler que Rusia caería en pocos meses. Al final del encuentro, algunos dijeron que los dos parecía dos inválidos. " No, dijo el medico de Mussolini, parecen dos cadáveres".

Wl 10 de julio los aliados desembarcan en Sicilia. La embajada italiana en Berlín tuvo noticia de un informe alarmante que Hitler recibió. Se decía que la situación en Italia amenazaba la seguridad del Reich. Hi

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Mié Ene 08, 2014 10:03 pm

TLER DECIDIOMussolini recupera la iniciativa, remodela el gobierno y se traslada al palacio Kishi para asumir el mismo la cartera de Asuntos Exteriores; cesó a su yerno y a todos aquellos que consideraba contrarios a la guerra. Hitler y Mussolini se volvieron a reunir en el Palacio de Kishi en abril de 1943: Después de los hechos de Dtalingrado, Mussolini tenía la esperanza de convencer a Hitler para que firmase la paz con la Unión Soviética. Era la prioridad en ese momento . Pero el Duce, afectado de nuevo por dolores de estómago, era un fombre débil y volvio a ceder ante la retórica de Hitler, que afirmaba que se tenía que aguantar .Mussolini, como siempre, se quedó sin argumentos ante la insistencia triunfalista de Hitler que Rusia caería en pocos meses. Al final del encuentro, algunos dijeron que los dos parecía dos inválidos. " No, dijo el medico de Mussolini, parecen dos cadáveres".

Wl 10 de julio los aliados desembarcan en Sicilia. La embajada italiana en Berlín tuvo noticia de un informe alarmante que Hitler recibió. Se decía que la situación en Italia amenazaba la seguridad del Reich. Hitler decidió reunirse con Mussolini inmediatamente. Tomaron un trayecto de tren de Trevisso a Busche y después desde la pequeña estación a feltre en coche. Pasaron por delante del monumento de los franceses caídos combatiendo al lado de Italia contra Alemania en la I guerra mundial.

Alemanes e italianos llegaron por carretera sinuosas al encuentro que se mantuvo en secreto: Había temor contra un atentado contra la vida de Hitler y su entorno. No fue un encuentro entre lideres mundiales., sino de unos hombres perseguidos y temerosos de que la historia los dejase en la estacada en cualquier momento. En plena reunión llegó la noticia del bombardeo de Roma, Mussolini, enfermo, se quedo paralizado. Fue incapaz de pedirle a Hitler que lo desligase de la alianza. Dijo a sus consejeros: " Sobre esta fachada de calma, se esconde una angustia profunda." ¿ Nos hemos de istanciar de Alemania ? ¿ Estamos dispúestos de retirarnos de la escena mundial ? Hitler lo sermoneó durante tres horas prometiéndole ayuda militar contra los aliados. Una vez más, el Duce reaccionó como si le ofreciesen una píldora, incluso sabiendo que los efectos serían breves.

Mussolini volvió a Roma, sabía que lo querían destituir, pero aún así no impidió que el Gran Consejo Fascista se reuniese y le retirase el poder la noche del 25 de julio de 1943. Siguió prácticamente en silencio la sesión de diez horas en la que se decidía su futuro. Ni la llamada de la historia, ni su sentimiento de superioridad. lo podían despertar de ese estado de resignación. Aquella misma noche lo llevaron a su despacho, desde donde llamo a su amante Clara Petacci: " Se acabo --- le dijo--- huye a algún lugar seguro". Al día siguiente. el rey convocó a Mussolini en su residencia de verano. La esposa del Duce, Rachelle, no entendía la calma mostrada por su marido. Le advirtió que no fuese, pero no le hizo caso..

Mientras iba a ver al rey se desvió para ir a ver a su pueblo. Se arriesgó a ver la ruina que su política dejo en los barrios romanos. En la villa Saboya, residencia real, Victor Manuel, mordiéndose las uñas nerviosamente le informo que Badoglio era el nuevo jefe de gobierno. y que disolvería el partido fascista. Nadie movió un dedo para ayudar a Mussolini, al Duce, al Mariscal del Imperio cuando se lo llevaron en una ambulancia presuntamente por seguridad

En la guarida del lobo, Hitler recibió la noticia de la caída del Duce, se enfureció y quiso saber donde estaba Mussolini. Sufría por las consecuencias políticas. A partir de este momento, viviría con el temor de que también lo traiciona.

Badoglio quería continuar la guerra al lado de Alemania. Mientras tanto, los italianos después de 21 años de fascismo volvieron a hacer las cosas a su manera. Los mismos que aclamaban al Duce ahora destruían todo lo que les recordaba al dictador y a su propia funesta sumisión. Lo mismo pasaría en Alemania.

Llevaron a Mussolini a la isla de Ponza. Durante la travesía, Mussolini dictó una carta extraña en la que deseaba lo mejor al nuevo jefe de gobierno Badoglio. Se declaraba un sirviente fiel del rey y lo aprobaba explícitamente la continuación de la guerra al lado de Alemania.

Al día siguiente de su llegada a Ponza, Mussolini cumplió 60 años. El capellán local le regalo el libro la vida de Jesucristo. En la isla había una estación de recepción de la Luftwaffe que alertó de un posible secuestro de Mussolini. Se le traslado de Ponza a la base naval de la Madalena, delante de la costa de Cerdeña.

El Duce recibió con retraso un regalo de Hitler: las obras completas de Nietsche encuadernado en cuero azul. Según el filosofo no vivimos para el futuro, sino para preservar el pasado.

Las masas entusiastas y el movimiento exultante que lo hicieron ascender al título de Duce y lo hicieron legendario. El mismo impulsó con que Hitler también ascendió y superó al italiano pero no evitaría que, al igual que él, también cayese. Las ideologías siempre atacan al punto más débil de las personas: su creencia en un mundo nuevo.

Brennero. El punto en que Hitler y Mussolini habían jurado constantemente la inviolabilidad de la frontera alpina. El 30 de julio la maquinaria bélica italiana entró en Italia, encabezada por la guardia personal de Hitler de las SS, la llamada Leibstandarte Adolf Hitler que se retitó del frente oriental. Inmediatamente después del encarcelamiento de Mussolini, Hitler ideó un plan extraordinario: capturar al rey y a Badoglio y ocupar toda Italia, incluido el Vaticano. Le advirtieron que era imposible, pero no hizo caso.

El 8 de setiembre Badoglio capitulo delante de los aliados. El eje Berlín--Roma dejo de existir. Hitler, furioso, ocupó lo que aún era ocupable. Destrozó todo lo que pudo de su país de sus sueños artísticos

continuar

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Mié Ene 08, 2014 10:28 pm

El documental de este hilo se llama Hitler Mussolini a Brutal friendschip. No puse la fuente porque el CD donde lo grabé no incluía la presentación del historiador Joan B, Cullá. En cuanto llegué a casa, revisaré el CD y anotaré toda información, el título exacto el año y y los productores que creo que es una producción de Arte franco-alemana

Me alegro mucho por el seguimiento que tiene mi hilo

Saludos

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Jue Ene 09, 2014 10:04 pm

El hilo que estoy desarrollando es un documental producido por Arte den 2007 con el mismo nombre Hitler mussolini una amistad brutal. Collaboran con este documental las televisores alemanas RBB emisora de Berlín y Brandenburgo y una emisora del sur de Alemania SWR ademas con la italiana Luce.

El campo de Fossoli donde Mussolini encarcelaba a sus judíos se convirtió en un campo de la muerte nazi. Un punto de paso previo a la deportación a los campos de trabajo. Entre los prisioneros habían muchos soldados que habían osado hacer lo que la cobardía no le permitió hacer a Mussolini: negarse a continuar luchando.

Un avión medico llevo al Duce al continente, después, ascendiendo por el gran Sasso de los abruzzos, un tren cremallera lo condujo a un hotel de montaña a 3000 metros de altitud. Más tarde, el dictador diría a su esposa: " el único lugar que badoglio encontró para encerrarme fue la prisión más alta del mundo ". Los guardias eran admiradores suyos y se ponían bajo la ventana formando iniciales M de Mussolini y H de Hitler. Desde aquí, Mussolini oyó un discurso de Hitler por la radio en el que comparaba la firmeza alemana con la traición italiana. Hitler quería establecer un gobierno fascista en el norte de Italia y necesitaba a Mussolini. El 12 de setiembre un comando de las SS rescató al prisionero. A partir de este momento, la política internacional degeneró en un thriller mediocre. El responsable del rescate fue un miembro de las SS Otto Skorzeny y estaba decidido entregar personalmente Mussolini al fuhrer. En tro en la minuscula avioneta Fiesseler Storch y estuvo a punto de provocar que se estrellase.

Mussolini paso la primera noche en libertad en el Hotal Imperial de Viena. Más tarde, en el palacio Principe Carlos de Munich, Hitler lo llamó para preguntarle si estaba dispuesto a volver a la vida política. y lo invitó a la guarida del lobo. La esposa del rey le advirtió en una ocasión que no fuese a ver al rey, ahora le suplicaba que no fuese a ver a Hitler, pero la adicción del Duce pudo más que ella. La amistad de Hitler tenía un objetivo político: volver a asentar al fascismo italiano y castigar a los traidores. Parecía que pensase que recuperar Italia impediría su propia caída.

Mussolini, más o menos controlado a distancia por Hitler, se instaló en el castillo de Hirsberg en la alta Baviera, bajo la protección de las SS, convirtió con su familia que Hitler también rescató. Recibía a menudo la visita de fascistas italianos que, bajo el pretexto de aconsejarlo, intrigaban por sus intereses personales. Entre ellos estaba el conde Ciano, yerno de Mussolini, y una de las personas que el Duce destituyó. Políticamente, Mussolini era un enfermo terminal conectado a un respirador artificial. Aquel hombre de físico corpulento y poderoso quedo reducido a una figura menuda y trágica. La presión alemana lo había revivido, pero sólo fue para llevarlo a nuevas cotas de locura.

La región del lago Gasrda al norte de Italia fue el lugar escogido para el nuevo estado fascista: la República Social Italiana, también llamada República de Saló. localidad donde se encontraba la sede del ministerio de Asuntos Exteriores.

Mussolini no sabía donde lo llevaban hasta poco después de abandonar Hirschberg, según la versión de los observadores, el Duce no creía en la restauración de su poder, pero veía aquel regalo de un nuevo estado, como una formula esplendida de encarcelamiento con privilegios especiales. A 40 kilómetros de Saló estaba estaba la sede del gobierno del nuevo Duce,, la vila D Orsoline´. Era un idilio político, sellado herméticamente por los controles en los accesos por carretera: treinta miembros de la guardia personal de Hitler y un comando italiano protegían la residencia, incluso había una batería antiaérea.

Mussolini aún soñaba con reunir una fuerza suficiente de combate y castigar Roma por traicionar el fascismo. pero Hitler no quería un nuevo ejército italiano, necesitaba a los soldados para reforzar sus frentes: una nueva humillación para Mussolini. De todos modos, el nuevo Duce, que volvía a tener cierto poder popular, aunque en mucha menor medida, continuaba siendo el de siempre y capituló: hizo una demostración de orgullo nacional y cedió los soldados a Hitler

También cedió en otra cuestión. En enero de 1944 en Verona se juzgaron a los fascistas de Roma que lo traicionaron.. La mayoría huyeron. pero se capturaron seis, entre ellos al conde Ciano, que cometió el error de volver a Italia. Fue el confidente del Duce y ubo de sus más próximos colaboradores durante años.. Se casó con la hija predilecta de Mussolini y era el padre de sus nietos. Los condenaron a muerte. Mussolini tenía el poder de indultar a Ciano, pero no era lo que esperaba el fuhrer. El Duce tenía que escoger entre lo que le dictaba el corazón y Hitler. Refiriéndose a aquella boche, en su residencia privada de Garniano, Mussolini dijo tiempo después: me afligía un conflicto terrible entre las emociones personales y las razones de estado". ¿ Descibía un conflicto sincero o simplemente se engañaba a si mismo ? Durante su vida aquel hombre sacrifico personas por el poder. El 11 de enero de 1944 se ejecutaron los prisioneros condenados a muerte, entre ellos Ciano. Fue una muerte dolorosa: el pelotón de ejecución no apunto bien

continuara

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por pastelsjl » Vie Ene 10, 2014 9:59 pm

En 1944 el ejército rojo avanzaba en el este, los alemanes ocuparon Roma y desembarcaron en Normandia. Hitler pensaba en su propio fin. Curiosamente, Mussolini aún no pensaba en su fin y fue a ver a sus tropas a Alemania. Después de las humillaciones y las derrotas, de haber sido traicionado y desposeído del poder político, las tropas lo volvieron a hacerse sentir el Duce de siempre que naturalmente aceptó la invitación de visitar a su amigo. Cuando entro en la guarida del lobo, le cayo el alma a los pies. El tren se paro en una vía muerta. El fuhrer iba envuelto en una capa negras, como un ángel de la muerte. " Duce--- le dijo--- hace un momento intentaron matarme con una bomba de relojería". Era el 20 de julio de 1944. Stauffenberg atentó contra la vida del fuhrer. Mussolini dijo que el fuhrer tuvo mucha suerte de sobrevivir pero que, naturalmente, sólo una persona con suerte podía liderar una gran nación Fue el último encuentro entre Hitler y mussolini.

Milán fue la ciudad donde todo empezó y donde todo acabaría. En diciembre de 1944, Mussolini pronosticó en un discurso la victoria de Hitler y bdijo que las armas secretas de los alemanes pronto cambiarían el curso de la guerra. Aquí empezó todo.. En 1912 Mussolini fundo el diario Il Popolo que años después defendió fervientemente la guerra contra Austria y Alemania. En Milán a Mussolini lo reclamaron para ir a la guerra, se declaraba un enemigo acérrimo de los alemanes Después de caer herido volvió a Milán con el espíritu militar intacto: tenía una pistola y diversas granadas de mano en el escritorio.

También en Milá,. en la plaza San Sepolcro, Mussolini fundo el Partido Fascista en 1919, que tres años más tarde protagonizaría la marca sobre Roma... y aquí acabo todo. Muchas veces el final llega después de que el protagonista piense que se ha escapado. Mussolini, aún se pensaba que tenía una función como Duce. Trasladó a Milán la sede del gobierno de su nueva república: aún pensaba que podía servir al pueblo con sus discursos inacabables, ya que en la practica no podía hacer nada más. El pueblo de la nueva república estaba cada vez más desmoralizado y los partisanos tenían cada vez más adeptos.

De la prefectura de Milán al Corso Monforte. Mussolini dijo que le gustaba y se quiso quedar. Fue la última sede de su gobierno durante 48 horas. Dos días caóticos, llenos de debates confusos sobre una idea igualmente confusa: continuar luchando para sacar alguna cosa.

sobre el escritorio prácticamente vacío del Duce había una obra del escritor romántico Monkhe: cuando un visitante le pregunto sobre el libro, Mussolini le contestó sonriendo " No nos queda nada más"-

Hitler se trasladó a los bunkers de la Cancillería del Reich en Berlín. Bajo la amenaza de la destrucción inminente, lo que se llamó una amistad se convirtió se convirtió en una gélida recriminación: " Mussolini nos abocó a una campaña insensata contra Grecia, podríamos haber atacado Rusia en mayo de 1941 y habríamos acabado la campaña antes del invierno. Siempre he evitado condenar a Italia, pero me arrepiento de no haber hecho caso del sentido común que recomendaba llevar con contundencia la alianza con aquel país"

Mussolini huyo de Milán: tenía motivos para temer la ira de los que ahora tomaban ventaja. Eran los marginados, los perseguidos, los derrotados. Mientras tanto, el ejército rojo combatía en Berlín. El ejército de un pueblo que hizo los sacrificios más extraordinarios.

La huida de Mussolini se acabó en el lado Como. El Duce y su comitiva se añadieron a un convoy antiaéreo alemán que quería llegar al Tirol del Sur. En la pequeña población de Dongo, los partisanos los pararon en un control de carretera. Hubo un breve intercambio de disparos y unas largas conversaciones. La guardia de Mussolini lo convencieron para disfrazarse con un uniforme alemán, pero los partisanos lo descubrieron encogido detrás de un camión. El último intento de salvación de Mussolini fue bajo bandera alemana.

Al día siguiente 15 fascistas del entorno de Mussolini fueron fusilados en Dongo cerca del lago. Mussolini y Clara Pettacci murieron lejos de allí a la entrada de la vila del monte abatidos con una metralleta. Los cadáveres de la pareja liquidada se llevaron a Milán y se exhibieron delante de la multitud enfurecida en la plaza Loreto. La misma plaza donde meses atrás soldados alemanes fusilaron a unos partisanos italianos para disuadir al resto.

Hitler no quiso un final como aquel. Dos días después se suicidó. Después del suicidio, los mismos hombres de Hitler incineraron el cadáver. Al Duce, en cambio, lo enterraron en un lugar de honor en Predapio, en la crpta de la familia Mussolini actualmente un lugar de peregrinaje.

Hoy la casa donde nació Mussolini es un casal juvenil donde se exponen instalaciones de arte que cuestionan la historia; pero no pretende preguntar a los otros que paso, sino que uno mismo se pregunte que pasa ahora.

En el lugar donde nació Hitler en Braunau:

" Por la paz la libertad y la democracia, nunca más fascismo advierten los millones de muertos" se lee en una piedra de Mauthausen enfrente de la casa donde Hitler nació.

Actualmente el edificio acoge un taller destinado a mejorar la vida de las personas con discapacidad


Espero que hayáis disfrutado con la lectura.

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por von Thoma » Sab Ago 23, 2014 10:26 pm

Curiosamente se puede apreciar como Hitler apreciaba sinceramente a Mussolini,
pero no era correspondido por el Duce en la misma proporción.
Nunca he comprendido la verdadera razón de esta insólita postura por parte de Hitler.
«El derecho de creer es el derecho de quienes no saben»

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Re: Hitler y Mussolini: una amistad brutal

Mensaje por IsabelRosa » Lun Ago 25, 2014 6:31 am

Recuerdo haber leído en la biografía de Goering (de David Irving ), que éste se trasladó a Italia tras el fracaso del putsch de 1923, buscando encontrarse con Mussolini o, por lo menos, con algún dignatario fascista de alto nivel.
Pero no fue así. Lo hicieron esperar meses, junto con su primera esposa (tenía muy mala salud ), sin mucho dinero y enviando constantes misivas, casi súplicas, en su intento de conectar a los dos : a Mussolini y a Hitler.
No fue recibido ni respondido en sus reclamos, y toda la vida se resintió por este destrato.

Es lógico suponer que Mussolini, quien en 1923 estaba eliminando a todos sus opositores dentro de Italia, además de concentrar poder en su persona , no quisiera saber nada con el emisario de un (austríaco, para colmo !) supuesto líder puesto en prisión y aún no recuperado de un violento fracaso.

Isabel

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