Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Todos los personajes de la Segunda Guerra Mundial

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Kurt_Steiner
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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Mar Feb 08, 2011 7:14 pm

La familia de von Stauffenberg no tuvo noticias de que había sido herido hasta el 2 de abril. Unos días más tarde Claus llegó en barco a Livorno, desde donde fue trasladado en tren hasta Munich, donde ingresaría en el Primer Hopsital Militar de la Reserva, sito en la Lazarettstrasse. Su cirujano jefe, el doctor Max Lebsche, era considerado el mejor médico de su especialidad. Claus ingresó el 21 de abril, compartiendo habitaciones con el teniente Johannes Prinz zu Löwenstein, que estaba curando una herida recibida en una pierna. Su esposa, Nina von Stauffenberg, lo vistió por primera vez el 23 de abril; el 26 fue operado en el oído medio, intervención que lo debilitó considerablemente por espacio de una semana. Poco después le operaron de la rodilla, por la presencia de bacilos del tétano muy peligrosos. A todo esto, Stauffenberg rechazó todos los calmantes y somníferos. Cuando se fue recuperando, Claus insistó en vestirse y atarse los cordones de los zapatos él solo, ayudándose de sus tres dedos y sus dientes. Stauffenberg preguntó por el grupo de estudiantes de la "Rosa Blanca", algunos de cuyos miembros habían sido ejecutados por protestar contra el régimen. Una de sus visitas, el conde Markwart von Stauffenberg, hijo de su primo el conde Clemens von Stauffenberg, le comentó que la mayoría de los estudiantes no simpatizaba con el nazismo, pero tampoco con este grupo ni con su intento de revolución desde abajo.

Incluso en estas circunstancias, o quizás por ellas, Stauffenberg no dejó de criticar la manera con la que Hilter conducía la guerra, como hizo en presencia del general Kurt Zeitzler, jefe del Estado Mayor del Ejército, cuando éste le visitó a mediados de 1943.

Entre el 5 de julio y el 6 de agosto disfrutó de un permiso de convalecencia. Por su parte, el general Olbricht, jefe del Estado Mayor de la Oficina General del Ejército, pidió un traslado al frente. Propuso a Stauffenberg como el candidato más cualificado para sucederlo, pues habían trabajado juntos en el departamento del Estado Mayor. A principios de mayo, cuando Berthold consideró que "ya se podía hablar de todo con él", el conde Nikolaus Üküll fue a visitarlo. El tío Nux, en su calidad de comandante de la legión azerbayiana de al 162ª ID en Priluki en 1942-43, había utilizado a sus tropas para evitar los fusilamientos masivos perpetrados en el Este. Claus, por el momento, no se comprometió. Pero cuando su tío lo visitó de nuevo, dijo que puesto que los generales no habían conseguido nada, ahora debían tomar la iniciativa los coroneles.

El deseo de volver al frente que Claus expresó varias veces en esta época contradice el supuesto que entonces se hubiera comprometido a participar en la conspiración. Zeitler recordó que Stauffenberg había solicitado ser destinado al frente ruso antes de recuperarse incluso de sus heridas. Pero Zeitzler quiso darle tiempo para que se recuperara del todo, y lo puso a disposición del comandante en jefe del ejército de reemplazo. Se había decidido que Stauffenberg ocupase el puesto de jefe del Estado Mayor de la Oficina General del Ejército, que era un puesto de coronel con la posibilidad de convertirse en general de división. La designación de Stauffenberg para este puesto rea una gran distinción para un teniente coronel. Así y todo, Claus repetía que quería volver al frente.

Era un sentimiento compartido en el cuerpo de oficiales. Tresckow, en el Estado Mayor de su grupo de ejércitos, se sentía demasiado lejos del frente, tal y como escribió a su mujer el 9de julio de 1943. El teniente coronel von Hofacker y el coronel de Estado Mayor Mertz von Quirnheim se expresaron en el mismo sentido.

Durante sus largas semanas en el hospital militar, Claus repitió, como en delirio, "en tanto que oficiales del Estado Mayor todos somos responsables" y repetía que sentía que debía hacer algo para salvar Alemania". Aún desconfiaba de la conspiración civil por su caos y poca fiabilidad, políticos que no formaban parte de su círculo de amigos. Ahora, confiara más o menos en ellos, debía ponerse en sus manos.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Jue Feb 10, 2011 7:07 pm

Dentro de la misma resistencia, existían diferentes opiniones sobre el camino a tomar. Helmuth von Moltke consideraba que no se debía matar a Hitler; para Motlke, Hitler y su partid odebían cargar con la responsabilidad hasta el fin, pues sólo así se podría superar su ideología. El general Beck, el designado como futuro jefe del Estado, había dado vía libre al atentado en febrero; Goerdeler, el futuro canciller, lo rechazaba. Adam von Trott zu Solz, miembro del Ministerio de Asuntos Exteriores, dijo que no había ninguna perspectiva de negociar con las potencias occidentales, pero sí había motivo para suponer que sería posible hacerlo con la URSS. Antes del fracaso de Kursk y del derrumbe de Italia, los miembros del Círculo de Kreisau se hacían ilusiones sobre sobre el valor que tendría para Rusia una alianza con Alemania y juzgaron erróneamente las intenciones de Stalin a la vista de la fundación del "Comité Nacional para una Alemania Libre". Por lo visto, no se tomó la decisión de seguir explorando esta vía. Por el contrario Moltke viajó a Turquía, desde donde pensaba viajar hasta El Cairo para entrevistarse con el embajador norteamericano en esta ciudad, Alexander Kirk. En diciembre de 1943 Moltke comentó a algunos amigos que tenía en Estambul -y que estaban en posición de mediar entre los conspiradores y los aliados- el plan de una sublevación interna y de la apertura del frente occidental que iba a instalarse en Francia, a condición de que las potencias occidentalse ocuparan rapidamente España. Los norteamericanos y británicos ya tenían un plan para el caso del derrumbe interno alemán, el plan Rankin. Para ello von der Schulenburg fue a París, donde se entrevistó con el general von Stülpnagel. En sus entrevistas con el mariscal de campo von Kluge, Tresckow logró persuadirle de que colaborara con la resistencia, con al ayuda de von Gersdorff.

A finales de julio el golpe de estado parecía inminente. Tresckow afirmó en Berlín que von Kluge estaba listo para actuar contra Hitler tras el fracaso de Kursk. Para el golpe se usaría el plan Valquiria ideado por Olbricht. Pero las fuerzas que se iban a emplear fueron enviados con urgencia a Italia. Había que volver a empezar de cero. Se buscó afianzar el apoyo de von Kluge y conseguir el de von Manstein, pero este se negó a participar. "Todo diálogo protagonizado por otro interlocutor que no sera el Führer sería funesto, pues mostraría al enemigo la existencia de una brecha en nuestras filas. El ejército nunca debe mezclarse con algo así". También se oponía a matar a Hitler, pues desgarraría al ejército.

Stauffenberg fue reclamado a Berlín en agosto, donde comenzó a entrevistarse con los golpistas, aunque con cuidado, para que no les descubrieran.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Sab Feb 12, 2011 6:18 pm

El 15 de septiembre Stauffenberg fue destinado al puesto de jefe del Estado Mayor de la Oficina General del Ejército, a las órdenes del general Olbricht, el cual estaba subordinado al teniente general Fromm, comandante del ejército de reemplazo. Pronmto el conde Nikolas Üxküll (el tío Nux) se instaló en Wansee para ayudar a Claus con los asuntos cuotidianos. Sabía que era demasiado tarde para salvar la independencia alemana, pero creia que todavía se podía demostrar al mundo que dentro de Alemania había oposición al régimen criminal, y que también había una esperanza de llevar a cabo el golpe de Estado. Esto, en su opinión, se debía a los efuerzos de Stauffenberg para unir y canalizar los esfuerzos de los conspiradores.

Imagen
El número 8 de la Tristanstreasse, en Berlín Wansee, la residencia de Stauffenberg.
members.iinet.net.au

El teniente de Estado Mayor Ulrich Bürker, jefe del departamento de organización del Estado Mayor Operativo de la Wehrmacht, informó a Stauffenberg en septiembre de 1943 de que la falta de hombres, munición y combustible iban a llevar a Alemania de manera inevitable a una catástrofe. A continuación le preguntó qué personas respaldaban los planes sobre los que habían hablando. Stauffenberg sólo nombró a Beck, y Bürker le dijo que no creía que éste no tenía suficiente fuerza de resolución. También le dijo que, para llevar a cabo con éxito un golpe de estado, necesitaban contar al menos con un mariscal de campo y su aparato de mano, y le advirtió que representaba el peligro del sistema policial de Himmler. Finalmente, cuando Bürker dijo que rae demasiado tarde para un putsch, Claus le contestó con brusquedad "¡Nunca es demsiado tarde!".

Uno o dos días después Bürker le dijo que su corazón estaba con él, pero que su cabeza no le permitía participar en la conspiración. Stauffenberg señaló a la fotografía de sus hijos y le dijo "lo hago por ellos". Con ayuda del conde Peter Yorck estableció contacto con el lider socialista Julius Leber, que compartía la preocupación de Claus por los trabajadores y los soldados del frente, además de otras cuestiones -Leber fue oficial durante la Gran Guerra, condecorado por su valor, y era católico-, y se ganó el respeto y el afecto de Stauffenberg. En los meses posteriores Stauffenberg fue conociendo a otros conspiradores (el conde Schwering von Schwanenfeld, Brücklmeier, Mesternmaier, Popitz, Jessen, von Hassel, Maas, Leuschner, Kaiser, Habermann) y trató con ellos la formación de un gobierno de transición, oponiéndose a la candidatura de Goerdeler como canciller. Discutió con Leuschner la conveniencia de escoger a un representante de los trabajadores del gabinete. Leuschner y Leber querían que una gran coalición de izquierdas tuviera una papel determinante en la Alemania del futuro., pero, tras lo acontecido en 1918, no querían volver a cargar con la responsabilidad de la derrota. En todo caso, querían que Leuschner fuera el vicecanciller y Leber el ministro de interior.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Dom Feb 13, 2011 4:57 pm

En otoño de 1943 Tresckow presentó a Stauffenberg y a Gordeler. A éste, Stauffenberg le pareció un hombre de principios muy elevados. En noviembre de 1944, dos meses después de ser condenado a muerte, escribió en la prisión que Stauffenberg había sido un cabeza cuadrada y que había seguido una línea política poco clara al arrimo de los socialistas y de los comunistas.

En la cuestión del atentado Stauffenberg mantenía una postura inequívoca. La de Goerdeler, en cambio, era ambigua: se oponía al asesinato por motivos morales y religiosos. Pero las diferencias no acababan aquí. Stauffenberg expresó serias dudas sobre Popitz. Es posible que Goerdeler lo considerara una extralimitación de competencias, pero la prevención de Stauffenberg tenía otros motivos: Popitz había instantado conspirar con Himmler contra Hitler, y había llevado al abogado del Reichsführer a una reunión con Olbricht y Popitz. Stauffenberg le dijo von Hassell que Popitz era vigilado estrechamente por los nazis.

Stauffenberg, que dejó en manos de Goerdeler las negociaciones con socialdemócratas y los sindicatos, no era partidario de contactar con los comunistas, pero para comienzos de 1944 cambió de opinión, y los contactos comenzaron en junio. Al final de las reunión, el único acuerdo fue las garantía sde colaborar de ambos grupos. Lo que no sabían los asistentan a esta reunión era que uno de ellos era un informador de la Gestapo. En breve los comunistas y el socialdemócrata Rechwein fueron detenidos el 4 de julio, y Leber lo fue al día siguiente.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Mar Feb 15, 2011 5:24 pm

Con el fin de avanzar la organización del golpe de estado, Tresckow se ocupó de que el comandante de estado mayor Hans Ulrich von Oertzen fuera trasladado al cuartel general del III Cuerpo, cerca de la Fehrbelliner Platz, calle Hohenzollerndamm, 144. Stauffenberg también fue destinado allí para que se familiarizara con Berlín y sus alrededores. Ambos trabajaron juntos en la planificación de la toma de los puntos importantes de Berlín, como los cuarteles de las SS, los ministerios, los centros de comunicación y las emisoras de radio. Utilizaron el despacho del teniente de la reserva Heinz Günther Albrecht, ordenanza del jefe del estado mayor del cuartel general del III Cuerpo, general de división von Rost, siendo Albrecht quien les proporcionaba información sobre los movimientsos de tropas y sus efectivos y los acompañaba para proteger el secretismo de su actividad. Entre los visitantes a los que Stauffenberg recibió en este despacho se contaba el conde von Helldorf, el almirante Canaris, el coronel de estado mayor Georg Hansen, de la Abwehr, el general Olbricht y el teniente de la reserva Werner von Haeften, hermano de Hans-Bernd von Hansen, diplomático que pertenecía al círculo de Kreisau.

La condesa Ehrengard von der Schulenburg, la secretario del comandante genreal del III Cuerpo, el teniente general Joachim von Kortzfleisch, fue introducida en la conspiración por von der Schulenburg y Rost. Se ocupaba de escribir a máquina los planes, teniendo que quemar los esbozos anticuados en el lavabo y acto seguido lavar las pilas ennegrecidas. Stauffenberg tardó sólo tres días en reunir toda la información sobre las fuerzas militares del área de Berlín, y volvió a trabajar en la Oficina General del Ejército, en la Bendlerstrasse.

Las órdenes para la operación "Valquiria" fueron concebidas tras la catástrofe de 1941 como un medio para movilizar las reservas. En la primavera de 1942, las órdenes se diferenciaron entre Valquiria I y Valquiria II, ocupándose la primera del destino de las reservas al frente y la segunda de preparar las unidades par entrar en combate en tres niveles -local, en Alemania o en las regiones fronterizas-. En el verano de 1942 Stauffenberg ya había trabajado en esas órdenes en el departamento de organización del Estado Mayor.

Estas órdenes quedaron obsoletas en octubre de 1942, cuando cinco divisiones Valquiria II fueron organizadas y destinadas al frente. El 31 de julio de 1943 Olbrich cursó unas nuevas órdenes con la firma del jefe del ejército de reemplazo, en virtud de las cuales los cuarteles general de los cuerpos de ejército debía formar gurpos de combate con unidades de reemplazo y de formación. El presunto objetivo de estas medidas era la "prevención de disturbios internos".

A partir del 20 de agosto de 1943 cada viernes los responsables de los cuarteles generales de los cuerpos de ejércitos y de los distritos militares debían comunicar ala Oficina General del ejército la situación de personal y equipo de las unidades potenciales de Valquiria. El 6 de octubre Olbricht cursó una orden suplementaria que establecía que las unidades del frente estacionadas temporalmente en Alemania deberían incluirse dentro de Valquiria. Rost amplió estas medidas con energía e imaginación, visitando instalaciones de las SS y del NSDAP en Berlín, las emisoras de radio, examinó las medidas previstas en caso de emergencia y determinó que unidades eran fiables. La más fiable era el 9º Batallón de reemplazo de Potsdam a las órdenes del comandante Meyer y su ayudante, el teniente von Gottberg. Esta unidad ocuparía los ministerios de Berlín.

El 11 de febrero de 1944 Stauffenberg introdujo un cambio importante en Valquiria: para acelerar la organización de las formaciones listas para entrar en combate, la nueva directriz estipulaba que se organizaran regimientos reforzados de infantería motorizada a partir de los antiguos grupos Valquiria y permitía que se organizaran formaciones con tropas de distritos militares y prohibía las reorganizaciones no autorizadas de unidades de reemplazo. Estas medidas posibilitaban reunir y enviar rápidas reservas al ejército de campaña sin poner en marcha todo el sistema Valquiria ni despojar a un distrito militar de todas sus tropas.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Vie Feb 18, 2011 10:38 pm

A finales de 1943 se intentó que Hitler visitar el Grupo de Ejércitos del Centro, como había hecho en marzo de 1943, con la idea de eliminarlo entonces. No hubo manera de convencer a Hitler para que visitara el frente. En noviembre Stauffenberg entró en contacto con el capitán barón Axel von dem Bussche, un veterano de Francia y Rusia, condecorado con la Cruz de Caballero y herido tres veces en combate. Bussche le contó los sucesos de Dubno, Ucrania, donde el 5 de octubre de 1942 fue testigo de la matanza de unos tres mil judíos a manos de las SS y la milicia ucraniana. Stauffenberg dijo que estaba al corriente de estos asesinatos masivos y que era precisamente esto lo que lo había movido a actuar. Von dem Bussche estaba decidido a ofrecerse como voluntario para matar a Hitler, aunque esto significar su muerte, por lo que se comenzó a estudiar la mejor manera de conseguir que von dem Bussche pudiera acercarse a Hitler. El momento sería durante una presentación de nuevo equipo.

Se le ofrecieron explosivos británicos con un detonador ácido como el usado en marzo de 1943, que eran poco fiables, por lo que se decidió usar explosivos alemanes y un detonador que von dem Bussche conociera, para que nadie pudiera sugerir que el enemigo había colaborado con los asesinos de Hitler. Finalmente, un ataque aéreo destruyó el equipamiento que debía exponerse y el plan se tuvo que anular. Von dem Bussche regresó al frente y fue gravemente herido en enero de 1944. El 20 de julio seguía hospitalizado, y todavía guardaba los explosivos y detonadores, tras ser interrogado por la Gestapo, el conde Groeben se deshizo de ellos arrojándolos a un lago.

Stauufenberg siguió buscando colaboradores, e intentó reclutar, a finales de noviembre de 1943, a Mertz von Quirnheim. En enero de 1944 Stauffenberg, Freytag Loringhoven, Gersdorff y Schlabrendorff hablaron sobre la posibilidad de conseguir más explosivos. Freytag Loringhoven prometió ocuparse de ello. También hablaron de los métodos de asesinato intentados hasta la fecha. En esta reunión se decidió recurrir al explosivo plástico y al método de la cartera.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Sab Feb 19, 2011 9:36 pm

Se sustituyó a von dem Busche por el subteniente Ewald Heinrich von Kleist, hijo de Ewald Heinrich von Kleist-Schmenzin, un político conservador y un enemigo irreconciliable de Hitler. Servía en el 9º Regimiento y había sido destinado al batallón de reemplazo de Postdam tras haber sido herido en combate. En una entrevista con von der Schülenburg le preguntaron si estaba dispuesto a matar a Hitler sacrificando su propia vida. Ese mismo día, 29 de enero, se entrevistó con Stauffenberg, con el que habló por espacio de seis horas, y que le dijo que pronto sería inútil cualquier intento de salvar a Alemania terminando la guerra. Kleist pidió tiempo para pensárselo, pues dudaba de si un atentado a estas alturas serviría para algo más que para dar pábulo a otra leyenda de la puñalada por la espalda. Finalmente, dijo que si. Se escogió otras exposición de armamento, pero se anuló al no estar presente Himmler. En aquella época Stauffenberg consideraba imprescindible dar muerte a Hitler, Göring y Himmler.

Aún se llevaría a cabo otro intento, por el cual el capitán de caballería Eberhard von Breitenbuch asesinaría a Hitler disparándole con una pistola que ocultaría en sus pantalones. Pero, en el último momento, cuando iba a acceder a la conferencia en la que debía matar a Hitler, se le prohibió el acceso, pues no estaba permitida la entrada a los ordenanzas.

Se habían agotado todas las posibilidades para cometer el atentado Y no volvería a presentarse otra oportunidad similar hasta finales de junio, cuando el propio Stauffenberg dispuso de acceso a Hitler. Ya en 1942 Stauffenberg se había declarado dispuesto a cometer el atentado, y después de ser herido en Túnez siguió insistiendo, en que, de ser necesario, él mismo mataría a Hitler. Pero no tuvo acceso al Führer hasta que fue designado jefe del Estado Mayor del general Fromm, a mediados de mayo de 1944.

En junio se sumó a la conspiración Mertz von Quirheim, que había sido trasladado desde el frente al Estado Mayor. Así, se preveía que Stauffenberg llevaría a cabo el atentado y Mertz dirigiría el golpe en Berlín. Incluso entonces Stauffenberg seguía preocupado por la cuestión de la justificación religiosa y ética del atentado. Nadie le pidió que cometiera el asesinato, no sólo por su invalidez, sino porque era considerado imprescindible en Berlín. Cuando se le presentó la oportunidad de matar a Hitler en la segunda mitad de abril, Stauffenberg o quiso dejarla pasar.

El 6 de junio desembarcaron los aliados en Normandía, lo que llevó a Stauffenberg a preguntar a Tresckow si el golpe de estado tenía sentido, puesto que ya no era viable ningún objetivo político. Tresckow le contestó que debía producirse a toda costa, para mostar al mundo y ante la historia que la resistencia alemana había arriesgado el todo por el todo, hasta sus propias vidas, para detener a Hitler.

Existían algunos problemas. En Berlín se habían producido algunos cambios contrarios a los intereses de los conspiradores. El general von Kortzfleisch, commandante del distrito militar, no era un oponente del régimen y no se podía contar con él. El jefe de su Estado Mayor, el general de división Herfurth, no estaba a la altura de la tarea asignadas. El general von Haase -comandante militar de Berlín- y Olbricht se entregaron al proyecto en cuerpo y alma, pero ninguno era conocido por su audacia. Mertz von Quirnheim era un aliado importante, pero no tenía ni la reputación ni la energía de Tresckow.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Jue Feb 24, 2011 4:56 pm

El 7 de junio Fromm y Stauffenberg viajaron al Berghof para exponer la situación militar a Hitler. Se hallaban presentes, además de Hitler, estaban Göring, Himmler y Speer, el único de ellos que no parecía un psicópata, según Stauffenberg. No existe ningún indicio que Stauffenberg intentar atentar contra Hitler ese día. Mertz estaba de permiso y no podía dirigir el golpe desde Berlín en ausencia de Stauffenberg. El que unos días después éste preguntara a Tresckow si todavía tenía sentido cometer el atentado después de la invasión aliada, muestra que no tenía intención de actuar el día 7. Además, no podía actuar por su cuenta sin consultar con los lideres de la conspriación.

La urgencia aumentaba día tras día. Tresckow quería que Stauffenberg fuera a Francia, visitara al tenitente general Speidel (jefe del estado mayor de Rommel) y lo convenciera para que dejara un agujero lo bastante grande en el frente occidental para que las potencias occidentales pudieran invadir Alemania. Entre tanto, había comenzado la gran ofensiva soviética contra el Grupo Centro, que había quedado practicamente aniquilado. El 22 de junio Reichwein y Leber se reunieron con dos líderes del Partido Comunista, Anton Saefkow y Franz Jacob. El 4 de julio, durante su segunda reunión, los dos comunistas y Reichwein fueron arrestados, siguiéndoles Leber al día siguiente. Esto supuso un gran golpe para Stauffenberg, que se sentía responsable por ello. Montó en colera al enterarse de ello y dijo que había que liberarlo y que se debía actuar de inmediato.

El golpe en Berlín parecía complicarse. Tras la marcha del general de división von Rost, nombrado por sorpresa a finales de maroz de 1944 comandante en jefe de una división de infantería, Berlín había dejado de ser el factor decisivo en la organización de la insurrección. El comandante militar de la plaza, el teniente general von Hase, era unafctor importante de la insurrección. Además del batallón de policía militar Gross Berlín, dirigido por el conjurado teniente coronel Heinz, Hase tenía bajo su mando al batallón de Guardia Grossdeutschland, la única unidad, a parte de las tropas acorazadas, capaz de trasladarse con rapidez al centro del a ciudad. El único problema era que no se podía contar seguramente con este batallón, mandado por, el comadannte Remer, un antiguo líder de las Juventudes Hitlerianas y condecorado con la Cruz de Caballero. Al parecer no se hizo intento alguno por ganarse su atención y se sabái de él que era partidario del régimen actual. Por ell ose pensó en trasladarlo a Italia, pero Hase rechazó la sugerencia. Era un oficial, y cumpliría con sus órdenes (siempre y cuando las considerara legítimas, se debería añadir). Pero Hase consideraba que la muerte de Hitler haría que su lealtad regresara al ejército, que contaría con la legitimidad.

También se contaba con las secciones Brandenburgo estacionadas cerca de Berlín. Estaban mandadas por el coronel Lahousen, que fue reemplazado por el coronel barón Alexander von Pfuhlstein, que simpatizaba con los conspiradores. El general Fellgiebel aislaría el cuartel genreal de Führer durante la insurrección, y el comandante von Hösslin, un veterano condecorado de África, aislaría la Guardia del Lobo. Von Oertzen y von der Lacken visitaron la brigada de infantería Grossdeutschland en Cottbus para comprobar su estado y la disponibilidad de la brigada. Mientras, se buscaba una personalidad enérgica para asumir el mando de las diversas fuerzas militares de Berlín. Von Tresckoww no podía abandonar su puesto en el frente oriental, pero preparó un destacamento para el día del golpe de estado, formado por varios batallones del regimiento de caballería incorporados al II Ejército, que, el 15 de marzo, se conviriteron en la 3ª Brigada de Caballería.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Vie Feb 25, 2011 7:27 pm

Mientras tanto, los intentos de persuadir a von Kluge de que capitulara en el oeste fueron en vano, puesto que el mariscal creía que el frente occidental no tardaría en venirse abajo. Por su parte, el teniente coronel von Boeselager preparaba el traslado por vía aérea de sus batallones de caballería a Berlín el día del golpe de Estado, lo que comenzó a llevarse a cabo el 15 de julio. Los seis escuadrones de 31º Regimiento de caballería se trasladron a Brest y de ahí a un aeródromo polaco. Pero en la tarde del 20 de julio, tras recibir la notícia de que el atentado había fracasado, volvieron al frente.

El general Fromm, comandante del ejército de reemplazo, seguía sin comprometerse en firme con los conspiradores.

El 11 de juluio de 1944 se abortó un posible atentado contra Hitler porque ni Göring ni Himmler estaban presentes en una "confederencia matutina" celebrada en el Berghof. El capitán Karl Friederich Klausing, que, como ordenanza, acompañó a Stauffenberg al Bergohf ese día, culpó del fracaso a la renuencia de Stieff, que ya había vacilado en numerosas ocasiones anteriores. El 14 de julio Hitler se trasladó al cuartel general de Pruisia Orienta, a la Guarida del Lobo. El 15 de julio, Fromm, Stauffenberg y Klausing asisiteron a una reunión en la Wolfschanze. Todo estaba preparado para el atentado.

El método de asesinato estaba condicionado no sólo por las minusvalías físicas de Stauffenberg, sino para asegurar su superviviencia. Beck le había ordenado que no pusiera, en caso alguno, su vida en peligro, ay que era el único capaz de dirigir el golpe. Los acontecimientso del 15 y del 20 de julio demostraron que Beck tenía razón. Olbricht carecía del vigor necesario y Mertz de la autoridad que hacía falta para dirigir el golpe. Lo máximo que se podía esperar de Fromm era que tolerase el golpe. Si no lo hacía, debía ser arrestado.

De lso detonadores disponibles, los más idicados eran los explosivos ácido británicos, que eran silenciosos. Los minutos de retardo variaban en función de la temperatura, del grosor del alambre, del ácido y el algodón. El 20 de julio se usaron detonadores con un tiempo de retardo teórico de 30 minutos.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Dom Feb 27, 2011 3:02 pm

En el programa de las reuniones del 15 de julio figuraba la cuestión de las divisiones de bloqueo para el frente oriental, quince divisiones que debían ser formadas por el ejército de reserva y adiestradas por las SS, además de cuestiones relativas a las posiciones defensivas, entre otros asuntos. Al no saber de antemano cuando entraría Hitler en la sala de conferencias, Stauffenberg no podía activar la bomba antes del inicio de la sesión. No era factible manipular el explosivo debajo de la mesa con sus tres dedos y con una pinza que habían preparado expresamente para él. Así pues, tenía que activar antes del detonador o encontrar un pretexto para abandonar la reunión con su cartera y encontrar un lugar donde realizar la operación a solas. Otra opción era que un ayudante activara la bomba y luego intercambiaran las carteras. Quizás este era el papel de Stieff. No obstante, como podemos ver en la fotografía en la que Stauffenberg espera a Hitler delante de la cabaña de conferencias, Claus no lleva cartera alguna.

En Berlín, casi en el mismo momento en que Stauffenberg volaba hacia la Guardia del Lobo, al menos cinco horas antes del atentando, Mertz ordenó a las escuelas del ejército que estuvieran en situación de alarma para llevar a cabo Valquiria. Así pues, Claus estaba listo para cometer el atentado, con o sin la presencia de Himmler y Göring. Nadie le dijo que no le dejarían actuar si no estaba presente Himmler. En una reunión sostenida el 14 de julio con el teniente general Thiele y el coronel Hahn, los jefes de estado mayor de Fellgiebel para las comunicaciones del ejército en Berlín y las de la Wehrmacht en Mauerwald, el generalquartiermesiter, general Eduard Wagner, insitió en que no se podía llevar a cabo el atentado si Himmler no estaba presente. Así informó Thiele a Fellgiebel y Stieff, con intención de que informaran a Stauffenberg. El comportamiento de Beck, Olbrich y Hoepner durante la tarde del 15 de julio demuestra que estaban de acuerdo con este punto de vista.

Al recibir en el último momento la orden de no seguir adelante si Himmler no estaba presente, Stauffenberg tuvo que anular sus planes. Pero la intentona del 15 de julio no era un experimento casual. Era claro que tanto él como Mertz contaban con llevar a cabo el atentado y el golpe de estado, que ahora era frustrado por Fellgiebel, Stieff y Wagner. En dos ocasiones telefoneó a la Bendlerstrasse para conseguir el aprobado a su acción, pero Olbrich, Bkech y los otros jefes presentes en Berlín no lo autorizaron. Cuando Mertz telefoneó a Stauffenberg para decirle que no podía actuar, éste le dijo: "Ali, tú sabes que en ultima estancia, esto es una cosa tuya y mía, ¿qué dices?" Mertz respondió: "¡Hazlo!". Pero Hitler ya se había marchado.

Imagen
En Rastenburg, el 15 de julio. Stauffenberg a la izquierda, Hitler en el centro, Keitel a la derecha
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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Jue Mar 03, 2011 9:52 pm

El vuelo de regreso a Berlín se efectuó en un Heinkel He 111. El vuelo en un avión de este tipo podía durar una hora y media o dos horas. Sin embargo, la comisión investigadora de la Gestapo probó que había tomado dos horas y media recorrer la distancia entre Rastenburg y Berlín. En Berlín Stauffenberg se encontró con que nadie había ido a recogerlo, de manera que tuvo que pedir un coche para ir a la Bendlerstrasse. Entre taento, Haeften telefoneó a la Bendlerstrasse a las 16 horas y notificó que Hitler había muerto. Aún les llevaría media hora llegar hasta la Bendlerstrasse.

Al parecer los conspiradores no habían acordado cómo proceder en el caso de que atentado no se saldara con la muerte de Hitler. Los acontecimientos demuestran que algunos de los conspiradores esperaban distanciarse del golpe y esperaban escapar de las consecuencias. Thiele supo por Fellgiebel poco después de la una que el golpe había fracasado. Thiele y Olbricht decidieron que, por el momento, lo más sensato era no hacer nada y se fueron a comer.

Mertz debió recibir las noticias al mismo tiempo que Olbricht, e intentó traer a Berlín las tropas de la escuela de tropas acorazadas de Krampnitz. Hacia las dos de la tarde, el comandante von Oertzen transmitió la alarma al jefe de la escuela y le dijo que se preaprara para marchar. El comadnante Rode, al mando del 2º Grupo de Formación, cogió dos vehículos blindados y se acercó al cuartel de Lichterfelde, desde donde informó que todo estaba tranquilo. La escuela de Infanetría de Doberitz fue puesta en estado de alerta a las 14 horas y Mertz ordenó que se preparan las órdenes de alarma para todos los distritos militares. A las 16.05 Mertz no logró persuadir a Olbricht para que ordenara la segunda fase de Valquiria, pero este ya daba por perdida la cuasa de la insurrección y se lamentaba porque Mertz le había regalado a un segundo plano, como le dijo a Gisevius. Alrededor de las 16 horas no opuso más resistencia y dio permiso a Mertz para que cursara las ordenes y se fue a ver a Fromm, junto con Mertz. Pero Fromm no quiso saber nada, pues ya sabía por Keiitel que Hitler no había muerto. Valquira 2 fue transmitida, igualmente.

A las 16.30 Stauffenberg y von Haeften llegaban a la Bendlerstrasse.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Vie Mar 04, 2011 9:51 pm

Stauffenberg aseguró a Olbricht que Hitler estaba muerto. Olbricht se lo repitió a Fromm, que replicó que Keitel le había informado de lo contrario. Stauffenberg reiteró que él había visto como se llevaban el cadáver de Hitler y que Keitel mentía. Olbricht pidió a Fromm que se uniera a la conspiración, porque, hiciera lo que hiciera ahora, ya no podía salvarse y no podría escapar de las sospechas. Fromm le dijo que todos estaban arrestados. Stauffenberg, sin perder la calma, le contestó que él estaba arrestado. Fromm fue conducido fuera de su despacho a punto de pistola y encerrado, junto con su ordenanza. Ahora había que comprobar que se cumplieran las ordenes cursadas. Mientras, el general Helmuth Stieff traicionó a los conspiradores e informó de lo que sucedía al general Wagner, que le ordenó que se pusiera en contacto con Keitel (pese a esto, Stieff sería arrestado y ejecutado por su papel en la conspiración).

En Berlín, los conspiradores pidieron al general von Kortzfleisch, el comandante del III Distrito militar (Berlín), que se desplazara al despacho de Fromm, donde fie recibido por Beck, Olbricht y Hoeppner. Von Kortzfleisch se negó a creer que Hitler había muerto y fue retenido cuando intentó escapar. El teniente general von Thünger fue enviado al CG del III Distrito para reemplazar a von Kortzfleisch.

Hacia las 18.30 horas la radio informó que Hitler había sobrevivido y que pronto se dirigiría a la nación. Los conspiradores no habían logrado dominar la radio y, con esta emisión, empezó el derrumbe. Poco después, cuando Remer fue a detener a Goebbels, éste le pasó el teléfono, y Remer escuchó la voz de Hitler, que le ordenó detener a los amotinados. Mientras tanto, las unidades iban respondiendo a las órdenes Valkiria según sus lealtades. La brigada de infantería acorazada Grossdeutschland de la reserva recibió las ordenes entre las 15 y las 16 horas. El comandante de la brigada estaba de maniobras, y no se pudo contactar con él. A las 16.26 el ayudante de la brigada, el teniente Delius informó al comandante del regimiento de infantería acorazada Grossdeutschland, el teniente coronel Stirius, de las ordenes Valquiria. El grueso de las tropas de la brigada debía trasladarse al su de Berlín. En ausencia del comandante de la brigada, Stirius aplicó las ordenes Valquiria, que fueron confirmadas por el coronel Schulte-Heuthaus, cuando llegó al puesto de mando. A las 17 y a las 17.15 se ordenó ocupar las estaciones de radio. Antes de las 18 horas se ordenó a las unidades que se pusieran en marcha. A las 18 se descubrió que Hitler estaba vivo y que en Berlín se había puesto en marcha un putsch. A las 18.45 las tropas de la brigada ocuparon la radio de Berlín. Hacias las 20.30 horas llegó la contraorden: Valquiria había sido anulada y se ordenó que las tropas regresaran de vuelta a sus cuarteles. El coronel Schulte-Heuthaus llegó a las 19 al cuartel general del III Distrito y encontró una gran confusión. Nadie se fiaba de nadie. Finalmente, los presentes en el cuartel general marcharon al ministerio de Propaganda, donde Remer les informó de la situación. Poco después, la brigada Grossdeutschland dejó de estar en estado de alerta y se retiró a sus cuarteles.

Entre confusión y contraórdenes pasó la tarde para muchas de las unidades destinadas en Berlín. Entre las 18 y las 22 horas Stauffenberg realizó numerosas llamadas telefónicas a varios distritos militares, dando órdenes y confirmando que Hitler había muerto. Muchos de los distritos simplemente no hicieron nada, unos esperando ordenes escritas y otros por desconfianza o, simplemente, por falta de iniciativa. El golpe se había extendido por Praga, Viena y París. En la capital checa, el general Schaal puso en vigor las ordenes Valquiria con tal vigor que lo llevaron a la cárcel cuando acabó el golpe; estuvo detenido hasta la caída del régimen nazi, en abril de 1945. En Viena el general von Essebeck, que conocía bien a Stauffenberg desde la campaña de Francia, arrestó al representante del Gauleiter local, a un jefe de las SS y varios miembros del partido y la administración nazi, además de los jefes de la Gestapo y la SD. Sin embargo, los agasajó con coñac y cigarrillos. Cuando Keitel llamó a Viena, von Essebeck obedeció las nuevas ordenes y abandonó a los golpistas. En París, von Stupnagel llevó a cabo con energia las medidas golpistas, deteniendo a los oficiales de las SS y ocupando los puntos vitales de la capital. Von Kluge, sin embargo, no creyó que Hitler estuviera muerto y no actuó (lo que no le libraría de las sospechas de Hitler ni de su eventual suicidio). Von Stupnagel tuvo que anular las medidas y poner en libertad a sus prisioneros.

El golpe se había derrumbado.

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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por Kurt_Steiner » Sab Mar 05, 2011 4:55 pm

A las 19:55 Stauffenberg y Beck telefonearon al jefe del Estado Mayor del Grupo de Ejércitos Norte, teniente general Kinzel. Stauffenberg explicó que la notícia difundida por la radio de que Hitler estaba vivo era mentira y que el genreal Beck estaba al frente de un nuevo gobierno. El nuevo mando ordenada que el grupo de ejércitos se retirara de Curlandia para salvar Prusia Orienta. Beck habló también como Kinzel y le dijo que el grupo de ejército debía marchar hacia al oeste, tan lejos como fuera posible, sin dejar que el enemigo le cercara. El mariscal de campo von Witzleben, designado comandante en jefe de la Wehrmacht, había ido al cuartel general de Zossen, pensando en que tendría que dirigir a las fuerzas armadas desde ahí, pero sólo descubrió, de boca del Generalquartiermeister Wagner, que Hitler seguía vivo y se marchó hacia la Bendlerstrasse. Estaba furioso. Ni la capital ni las estaciones de radio estaban en manos de los conspiradores. Al final se fue a caa.

Al conocerse que Hitler seguía vivo, algunos oficiales en la Bendlerstrasse, resueltos a demostrar su lealtad, organizaron un contraataque. El coronel von Roell, jefe de la sección II del estado mayor de Fromm, se puso en contacto con la Guarida del Lobo para confirmar si Hoepner había sido nombrado comandante en jefe del ejército de reserva, y le dijeron que no era cierto. Con otros dos oficiales se marchó de la Bendlerstrasse, poco después de la llegada de von Witzleben. En Lübben informaron de todo a maisel, que se aseguró de que todos los distritos militares tuvieran ordenes contrarias a las de los insurgentes.

En el estado mayor de Olbricht unos jóvenes oficiales organizaron un contragolpe más efectivo al verse enfretnados con la posibilidad de ser acusados de participar o tolerar el putsch. Así, tres jefes de sección y un jefe de subsección del EStado Mayor se reunieron con Olbricht hacia las 9 de la noche, sin quedar satisfechos por sus explicaciones. Armados, regresaron de nuevo y exigieron ver a Fromm. Olbricht se ofreció a acompañarlos para ver a Hoepner. Por el camino, alguien, al parecer Kalusing, disparó contra el grupo, produciendose un intercambio de disparos. Stauffenberg, vistiendo su chaqueta blanca del uniforme de verano, disparó con su pistola belga y fue herido en el hombro izquierdo. Stauffenberg regresó a la antesala de Fromm y pidió a una de las secretaerias que contactara con París, descubriendo que el golpe había fracasado en la capital francesa.

Con Fromm devuelta a su despacho, el destino de los conspiradores estaba sellado. Les acusó de alta traición y les dijo que estaban arrestado. El general Beck intentó suicidarse, disparándose dos veces en la cabeza, pero no logró matares y un suboficial tuvo que rematarlo. Olbricht pidió permiso para escribir, que le fue concedido, mientras Hoepner afirmaba que no estaba implicado e intentó exculparse. Fromm también le permitió escribir una declaración. Todo este rato Stauffenberg permaneció de pie, en silencio. Al final, Fromm declaró que un tribunal militar formado por él mismo y otros oficiales había condenado muerte al coronel Mertz von Quirnheim, al teniente genreal Olbricht, a Stauffenberg (cuyo nombre se negó a pronunciar) y al subteniente von Haeften. Stauffenberg declaró que la responsabilidad de los sucedido era únicamente súya, pues los demás había actuado como soldados a sus órdenes. Fromm no dijo nada y Stauffenberg, Mertz, Olbricht y Haeften fueron conducidos al patio, colocados delante de un montón de arena contra el muro del edificio y fusilados uno por uno.

Cuando Stauffenberg fue llevado delatne del montón de arena, antes de que los soldados dispararan, gritó "¡Viva la santa Alemania!" (Las ultimas palabras de Stauffenberg, son, según Röhrig "Es lebe das geheiligte Deutschland!" o "Es lebe das heilihe Deutschland!"; otras fuentes indican "Heiliges Deutschland!").

Los cadáveres de los cinco fusilados fueron llevados al cementerio de la Mathäikirche, en Schönenberg, conde los enterraron con sus uniformes e insignias. El 21 de julio Himmler ordenó que sus cuerpos fueran exhumados, quemados y las cenizas esparcidas.

Berthold von Stauffenberg fue detenido, juzgado por el Tribunal Popular y condenado a muerte el 10 de agosto, junto con el conde Fritz Dietlof von der Schulenburg y el capitán de corbeta Alfred Kranzfelder, siendo ahorcados esa misma tarde. Cäsar von Hofacker fue torutados por varios meses, sin que se le pudiera extreaer ninguna información, juzgado el 30 de agosto y ejecutado el 20 de diciembre de 1944. Alexander von Stauffenberg fue detenido en virtud de la Sippenhaft, una ley destinada a castigar a las famílias de los "traidores". También fue detenida, por unas horas, su esposa Melitta, que siguió con su labor de investigación aeronáutica. Utilizó su labor para velar por su marido y otros prisioneros. El 8 de abril de 1945, Melitta fue derribada por un caza aliado, y murió a consecuencias de las heridas recibidas. Alexander von Stauffenberg sobrevivió a la guerra y al régimen nazi. Murió en 1963.

La condesa Nina von Stauffenberg y sus hijos también fueron arrestados, como el resto de la família Stauffenberg. También sobrevivieron a la guerra. Nina von Stauffenberg falleció el 2 de abril de 2006.

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Radio-Etiopia
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70° Aniversario de Stauffenberg

Mensaje por Radio-Etiopia » Dom Jul 20, 2014 1:42 pm

Con motivo del 70° aniversario del attentado de Stauffenberg contra Hitler, aqui está una nota en los medios alemanes:
http://www.sueddeutsche.de/politik/aufs ... -1.2052896

y otra en la BBC
http://www.bbc.com/news/magazine-28330605

Un saludo

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steppenwolf
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Re: Claus Philipp Maria Graf Schenk von Stauffenberg

Mensaje por steppenwolf » Mié Ago 06, 2014 10:46 pm

Hola,
He arrastrado esta nota desde el hilo Noticias (Mar Jul 01, 2014 ) porque me parecio que aquí es donde se debe comentar esta noticia.
viewtopic.php?f=43&p=351092#p351092
UHU escribió:Buen dia.

La canciller alemana, Angela Merkel, rindió hoy homenaje a los militares alemanes de la “Operación Valkiria”, el atentado frustrado contra Adolf Hitler hace 70 años, que será recordado con una nueva exposición permanente en Berlín. EFE

En el acto de inauguración de la muestra, la canciller ensalzó el valor de éstos y otros muchos “héroes silenciosos” que lucharon y se arriesgaron con el fin de “intentar parar el terror del nazismo”, “porque sabían que algo había que hacer, por el mundo y por la historia”.

Uno de ellos era Claus Schenk von Stauffenberg, comandante del Estado Mayor y organizador del atentando contra Hitler conocido como la “Operación Valkiria”, junto con militares como Ludwig Beck y civiles como Carl Friedrich Gordeler.

Stauffenberg colocó el 20 de julio de 1944 un maletín con una bomba activada bajo la mesa donde Hitler tenía previsto reunirse con su Estado Mayor en su cuartel general de Prusia Oriental, en Ketrzyns (actual Polonia), la conocida como Guarida del Lobo.

Cuatro de las veinticuatro personas que se encontraban en la sala cuando explotó el maletín murieron, pero Hitler sólo sufrió heridas leves, ya que uno de los presentes empujó con el pie el maletín antes de la detonación, alejando así la carga mortal de su objetivo.

El atentado resultó frustrado y sus participantes condenados a muerte, pero con su acción dejaron claro que había una resistencia latente en el régimen alemán nacionalsocialista compuesta por muchos más, con distintos motivos ideológicos, políticos o religiosos, que “también merecen ser recordados”, dijo Merkel.

“Ellos son sólo una parte de la resistencia, pero hay muchos otros que fueron deportados, capturados o asesinados”, declaró la canciller, que subrayó la importancia de exposición como la inaugurada hoy para las nuevas generaciones.

“Todos los jóvenes deben conocer el pasado para comprender el presente y no abrazar extremismos”, sentenció.

Fuente:http://www.lapatilla.com/site/2014/07/0 ... e-70-anos/

Imagen
Foto: http://www.lapatilla.com/site/wp-conten ... Merkel.jpg
Tras las expresiones “políticamente correctas” de la canciller Mærkel hay que reflexionar un par de puntos:

1.- Ciertamente no se les debe regatear el coraje por intentar un acto semejante, pero lo que habría que poner en duda es que lo hacían como dice Mærkel “por el mundo y por la historia”.

Si revisamos la lista de nombres y biografias de los implicados se descubre fácilmente su origen derechista y aristocrático. En realidad eran criptomonarquicos que concientes de la imposibilidad de la victoria militar y sabedores de lo que les venia por Oriente actuaron mas en defensa de sus intereses de clase que “por el mundo y por la historia”.

No actuaron por el mundo, ni siquiera por Alemania. Añoraban los buenos viejos tiempos (no tan lejanos para no ser recuperables) de la época del Kaiserreich. Despreciaron desde su fundación a la plebeya Republica de Weimar, después nunca perdonaron el asalto al poder de la vulgar masa parda con un cabo como líder. Después de Stalingrado entraron en pánico de lo que se avecinaba. Actuaban en base a sus intereses y por su supervivencia como clase.

Tampoco eran ningunos pacifistas, su meta no era la paz sino continuar la guerra, la guerra de conquista y de profilaxis política, continuar la guerra contra la Union Sovietica pero en alianza con los angloamericanos, la misma esperanza perseguida por los nazis hasta el último dia de guerra.

Y en eso de “y por la historia”, mejor ya no hablamos.

2.- Naturalmente que si, a pesar de todo debe recordarse ese intento de resistencia, lo que cabrea es que se tome a este grupo como representante de toda la resistencia, siendo que lo moral seria un lugar donde se rindiera homenaje al la resistencia de todos los colores, no solo a la aristocrática y a la judía. En tanto no se reconosca y se rinda tributo a la resistencia de izquierda se mantendrá esa deuda con la historia.

Saludos
S.W.

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