Batalla del Delta del Nilo
Publicado: Mié Sep 02, 2009 12:14 pm
Verán ustedes, hace tiempo escribí la batalla de “Kursk en Egipto”, que sería más correctamente llamar “Zitadelle en Egipto”.
viewtopic.php?f=53&t=8247
Algunos de los elementos de esta historia (cuyo argumento esencial es establecer el 8 de noviembre de 1942 como el auténtico turning point de la ww2) fueron luego mejorados, gracias en parte a las aportaciones de otros foristas en “Gibraltar por Vichy”.
viewtopic.php?f=53&t=8873
Resumiendo, la historia consiste en que, al enterarse de la operación Torch (desembarco angloamericano en Marruecos y Argelia) Hitler decide reaccionar enviando a Marruecos y gibraltar el ejército que tenía preparado para ocupar la Francia de Vichy. Para ello, coacciona a Franco mediante a un ultimátum y consigue así la en principio renuente adhesión española al Eje.
Gracias a este desplazamiento de fuerzas, Hitler consigue una gran victoria al expulsar al ejército angloamericano de Marruecos y Argelia, más la gran victoria estratégica de dominar el estrecho de Gibraltar, y la mayor aún victoria política de hacer que España y Francia se adhieran al Eje (el mismo Eisenhower temía que sucediera esto si fracasaba Torch). También, para obtener el apoyo musulmán y obtener más soldados mercenarios, Hitler logra que España y Francia toleren la plena independencia de Marruecos y Túnez, a cambio de pingües compensaciones.
Rommel entra en Casablanca el 30 de Enero de 1943. El 8 ejército británico no ha podido conquistar Trípoli. Los alemanes en Rusia han abandonado Stalingrado, escapando de la bolsa.
Rommel ahora, conquistado Marruecos, tiene que reemprender la larga marcha hacia Suez, pero ahora su frente africano es el preferente, y no el frente ruso.
En Enero de 1943, cuando la victoria de Rommel en Marruecos es inminente, Hitler se desplaza a Ucrania y reúne a sus grandes generales del frente ruso (Mannstein, Kluge, Hoth, Paulus, Model...)
Les dice:
“Caballeros, el año pasado cometí un grave error al confiar en su valía. Contaba con ustedes para la conquista del Mar Negro y sus riquezas. En lugar de eso, se han estancado de nuevo en el invierno ruso, y por causa de eso tuve que privar de recursos al mariscal Rommel en Egipto. No volveré a cometer el mismo error. Este verano, los mejores recursos del Reich serán destinados a la campaña del mariscal Rommel, cuya misión es la conquista de Egipto, el cierre del Mediterráneo y, con ello, la conquista, por vía marítima, del Mar Negro que ustedes no supieron conquistar el verano pasado.
“En consecuencia, sólo espero de ustedes en este año que entra, que resistan los ataques bolcheviques y se mantengan firmes y a la expectativa. Les enviaré más soldados, pero no cuenten con más aviones, ni con más tanques ni con más combustible. Espero que, al menos, sigan siendo capaces de tener a raya a los rojos, mientras el mariscal Rommel consigue en el Mediterráneo la victoria estratégica que necesitamos y de la cual depende la victoria”.
Ni que decir tiene que los generales no se quedarían muy contentos con este discurso. pero son militares y tienen que obedecer.
A partir de febrero de 1943, Rommel comienza a acumular recursos para la conquista definitiva de Egipto, todo de acuerdo con un plan que ya fue trazado a mediados de noviembre anterior.
Pero en Washington, por esa fecha (febrero 1943), tiene lugar una tensa reunión, en la que participan Roosevelt, Churchill y los principales generales. El protagonista es el mariscal Montgomery que tras la victoria de El Alamein (Lightfoot, 23 de octubre de 1942) es su gran esperanza.
Por causa del cierre de Gibraltar y la necesidad de enviar todos los recursos a Marruecos para la batalla contra Rommel, Montgomery no pudo conquistar Trípoli y ahora sabe que ese puerto africano va a ser de nuevo el punto de partida del intento de Rommel de tomar Suez. Si ahora lo consigue, la guerra puede quedar sentenciada antes de que los recursos industriales y humanos de Estados Unidos entren en liza.
Montgomery expone su plan para salvar la situación. Considera que cuenta con unos seis meses antes de que Rommel pueda reunir una fuerza suficiente para vencer a los aliados en el norte de África.
La primera propuesta de Montgomery no puede ser más decepcionante: retroceder sin lucha hacia el Este cuando Rommel intente reconquistar Cirenaica una vez más. Montgomery no quiere exponerse a una batalla de carros en el desierto libio. No quiere exponer al 8 ejército a una batalla contra un Rommel que puede contar con seis divisiones panzer.
Propone, por tanto, retroceder ordenadamente hacia El Alamein de nuevo. Alargará así las líneas de suministro de Rommel. Al abandonar Cirenaica destruirá por completo los puertos que los alemanes puedan utilizar para aprovisionarse. El almirante Cunningham y la aviación aliada bloquearán, por los demás, cualquier ruta de suministros a esos puertos, una vez reparados por el enemigo.
Rommel nunca pasará de El Alamein. Si para vencerlo en Lightfoot, Monty tuvo un 8 ejército con 3 cuerpos de ejército, 4 divisiones blindadas y 200.000 hombres, ahora, para defenderse, tendrá un ejército con 5 cuerpos, 6 divisiones blindadas y 350.000 hombres. Si en Lightfoot tuvo 500 aviones, ahora tendrá 1000. Si entonces tuvo 1000 tanques y 1000 cañones, ahora tendrá también el doble. Igualmente, pide que al almirante Cunningham se le de la más formidable flota que jamás se haya visto en el Mediterráneo: 6 portaaviones y 6 acorazados, incluyendo todos los del modelo King George V.
El lema es: “no pasarán”.
Y en 1944, con la supremacía aérea total y los recursos de Estados Unidos, la guerra podrá ganarse.
Finalmente, incluso si fallaran las formidables defensas de El Alamein, Monty tiene un plan de emergencia para defenderse en el Delta del Nilo, el plan "Nelson". Para ello tendrá el refuerzo de un ejército completo de reserva: el V ejército americano a las órdenes de Mark Clark, con tres cuerpos y casi doscientos mil hombres, americanos, británicos y canadienses. En total, medio millón de hombres defenderán Egipto.
Aunque a Churchill no le hace ninguna gracia que se planee retroceder sin lucha hasta El Alamein, admite que es mucho lo que se juega para arriesgarlo a una deportiva batalla de tanques en Libia entre Rommel y Montgomery. Tratarán de convencer a los rusos de que se trata de una retirada estratégica. Se les tratará de compensar moralmente enviándoles más suministros.
Que se cumpla.
El 5 de julio de 1943 se produce la batalla de Zitadelle. Rommel ha recorrido más de mil kilómetros casi sin combatir desde Trípoli hasta El Alamein. Pero no todo ha resultado como Montgomery se esperaba.
Para empezar, el número de aviones del Eje es mayor del esperado: entre mil y mil quinientos, incluyendo aviones italianos de nuevo diseño e incluso alguna escuadrilla francesa. Para conseguir esto, la Luftwaffe ha tenido prácticamente que abandonar el frente ruso y descuidar mucho la defensa aérea del Reich. Aunque los aliados tratan de reforzarse, para la batalla habrá casi igualdad en el aire.
Después, los ingenieros alemanes han sido sorprendentemente rápidos en reparar los puertos de Cirenaica saboteados por los británicos al retirarse. Los han reparado e incluso los han ampliado. Rommel debe contar con un ejército al ataque de más de 200.000 hombres perfectamente equipados. Aunque cuenta con soldados italianos y tropas coloniales españolas y francesas, parece que cuenta con cuatro o cinco divisiones Panzer y un total de más de cien mil soldados alemanes, el triple de los que tuvo en Lightfoot.
En el mar, el almirante Raeder se encuentra en Italia gobernando con mano de hierro la lucha en el Mediterráneo central. Ha logrado introducir la flota alemana en el Mediterráneo y ha obtenido el control total de las flotas italiana y francesa. Ha obligado a Doenitz a sacar todos sus submarinos del Atlántico y ha situado en el Mediterráneo central un enjambre de un centenar de submarinos operativos, alemanes, italianos y franceses, todos apoyados por la acción coordinada de la aviación. El resultado es que, en tres meses de batallas, el almirante británico Cunningham ha perdido más de la mitad de la flota (dos portaaviones y tres acorazados se han ido al fondo), la isla de Malta ha quedado neutralizada y Rommel ha podido recibir casi todos sus suministros. Por supuesto, la flota del Eje también ha sufrido graves daños (el Vittorio-Veneto se ha ido al fondo), pero ha cumplido su misión.
Llega el día. 5 de julio de 1943 en El Alamein, operación “Zitadelle”.
Rommel ataca frontalmente al 30 cuerpo de ejército británico. Utiliza el material superpesado trabajosamente acarreado desde Alemania. Los británicos no están preparados para enfrentarse a los Tigres y los Ferdinand, de los que apenas saben nada. A mediodía, el ariete alemán ha quebrado las defensas británicas. Montgomery puede ahora converger todas sus fuerzas blindadas en la melée, pero se da cuenta de que sería una batalla de tanques que tal vez perdiese y con ella, tal vez, toda la guerra.
Ordena que no se sacrifiquen más blindados. Que se ejecute la “operación Nelson”: la lucha en el Delta del Nilo.
La operación tiene, como primera parte, un retroceso coordinado de los 5 cuerpos de ejércitos aliados. Como segunda parte, retroceder dentro del Delta del Nilo hasta el ramal principal del Delta Occidental (el que desemboca en Rashid-Rosetta, donde la famosa piedra). Una vez allí, organizar la defensa y converger con el V ejército americano.
La parte final es abrir todos los diques. En plena temporada de inundación del Nilo, el Delta entero se convertirá en una marisma. El puerto de Alejandría se perderá probablemente, pero será saboteado a conciencia. Para abastecer a los aliados quedarán los puertos de Port Said y Suez. Cunningham podrá utilizar para su flota también los puertos de Haifa y Beirut, ya en Asia. La inundación paralizará los medios blindados de Rommel, y la superioridad numérica asegurará la victoria aliada.
La retirada es casi un éxito. Rommel habrá aniquilado por completo una división blindada británica, pero el II cuerpo americano (integrado en el 8 ejército) recibirá tarde la comunicación de la retirada. Rommel lanzará contra ella su reserva, aniquilando a la 2 división blindad americana y obligando al general Patton a rendirse con 30.000 de sus hombres.
En lo demás, Montgomery consigue su objetivo. Mientras se libra en Alejandría una formidable batalla callejera, el 8 ejército británico y el 5 ejército americano convergen al Este de la rama occidental del Delta. Suman más de cuatrocientos mil hombres y están dispuestos a luchar hasta el último en el barrizal en el que se ha convertido el Delta inundado, lo cual, es por cierto, una catástrofe para millones de egipcios.
viewtopic.php?f=53&t=8247
Algunos de los elementos de esta historia (cuyo argumento esencial es establecer el 8 de noviembre de 1942 como el auténtico turning point de la ww2) fueron luego mejorados, gracias en parte a las aportaciones de otros foristas en “Gibraltar por Vichy”.
viewtopic.php?f=53&t=8873
Resumiendo, la historia consiste en que, al enterarse de la operación Torch (desembarco angloamericano en Marruecos y Argelia) Hitler decide reaccionar enviando a Marruecos y gibraltar el ejército que tenía preparado para ocupar la Francia de Vichy. Para ello, coacciona a Franco mediante a un ultimátum y consigue así la en principio renuente adhesión española al Eje.
Gracias a este desplazamiento de fuerzas, Hitler consigue una gran victoria al expulsar al ejército angloamericano de Marruecos y Argelia, más la gran victoria estratégica de dominar el estrecho de Gibraltar, y la mayor aún victoria política de hacer que España y Francia se adhieran al Eje (el mismo Eisenhower temía que sucediera esto si fracasaba Torch). También, para obtener el apoyo musulmán y obtener más soldados mercenarios, Hitler logra que España y Francia toleren la plena independencia de Marruecos y Túnez, a cambio de pingües compensaciones.
Rommel entra en Casablanca el 30 de Enero de 1943. El 8 ejército británico no ha podido conquistar Trípoli. Los alemanes en Rusia han abandonado Stalingrado, escapando de la bolsa.
Rommel ahora, conquistado Marruecos, tiene que reemprender la larga marcha hacia Suez, pero ahora su frente africano es el preferente, y no el frente ruso.
En Enero de 1943, cuando la victoria de Rommel en Marruecos es inminente, Hitler se desplaza a Ucrania y reúne a sus grandes generales del frente ruso (Mannstein, Kluge, Hoth, Paulus, Model...)
Les dice:
“Caballeros, el año pasado cometí un grave error al confiar en su valía. Contaba con ustedes para la conquista del Mar Negro y sus riquezas. En lugar de eso, se han estancado de nuevo en el invierno ruso, y por causa de eso tuve que privar de recursos al mariscal Rommel en Egipto. No volveré a cometer el mismo error. Este verano, los mejores recursos del Reich serán destinados a la campaña del mariscal Rommel, cuya misión es la conquista de Egipto, el cierre del Mediterráneo y, con ello, la conquista, por vía marítima, del Mar Negro que ustedes no supieron conquistar el verano pasado.
“En consecuencia, sólo espero de ustedes en este año que entra, que resistan los ataques bolcheviques y se mantengan firmes y a la expectativa. Les enviaré más soldados, pero no cuenten con más aviones, ni con más tanques ni con más combustible. Espero que, al menos, sigan siendo capaces de tener a raya a los rojos, mientras el mariscal Rommel consigue en el Mediterráneo la victoria estratégica que necesitamos y de la cual depende la victoria”.
Ni que decir tiene que los generales no se quedarían muy contentos con este discurso. pero son militares y tienen que obedecer.
A partir de febrero de 1943, Rommel comienza a acumular recursos para la conquista definitiva de Egipto, todo de acuerdo con un plan que ya fue trazado a mediados de noviembre anterior.
Pero en Washington, por esa fecha (febrero 1943), tiene lugar una tensa reunión, en la que participan Roosevelt, Churchill y los principales generales. El protagonista es el mariscal Montgomery que tras la victoria de El Alamein (Lightfoot, 23 de octubre de 1942) es su gran esperanza.
Por causa del cierre de Gibraltar y la necesidad de enviar todos los recursos a Marruecos para la batalla contra Rommel, Montgomery no pudo conquistar Trípoli y ahora sabe que ese puerto africano va a ser de nuevo el punto de partida del intento de Rommel de tomar Suez. Si ahora lo consigue, la guerra puede quedar sentenciada antes de que los recursos industriales y humanos de Estados Unidos entren en liza.
Montgomery expone su plan para salvar la situación. Considera que cuenta con unos seis meses antes de que Rommel pueda reunir una fuerza suficiente para vencer a los aliados en el norte de África.
La primera propuesta de Montgomery no puede ser más decepcionante: retroceder sin lucha hacia el Este cuando Rommel intente reconquistar Cirenaica una vez más. Montgomery no quiere exponerse a una batalla de carros en el desierto libio. No quiere exponer al 8 ejército a una batalla contra un Rommel que puede contar con seis divisiones panzer.
Propone, por tanto, retroceder ordenadamente hacia El Alamein de nuevo. Alargará así las líneas de suministro de Rommel. Al abandonar Cirenaica destruirá por completo los puertos que los alemanes puedan utilizar para aprovisionarse. El almirante Cunningham y la aviación aliada bloquearán, por los demás, cualquier ruta de suministros a esos puertos, una vez reparados por el enemigo.
Rommel nunca pasará de El Alamein. Si para vencerlo en Lightfoot, Monty tuvo un 8 ejército con 3 cuerpos de ejército, 4 divisiones blindadas y 200.000 hombres, ahora, para defenderse, tendrá un ejército con 5 cuerpos, 6 divisiones blindadas y 350.000 hombres. Si en Lightfoot tuvo 500 aviones, ahora tendrá 1000. Si entonces tuvo 1000 tanques y 1000 cañones, ahora tendrá también el doble. Igualmente, pide que al almirante Cunningham se le de la más formidable flota que jamás se haya visto en el Mediterráneo: 6 portaaviones y 6 acorazados, incluyendo todos los del modelo King George V.
El lema es: “no pasarán”.
Y en 1944, con la supremacía aérea total y los recursos de Estados Unidos, la guerra podrá ganarse.
Finalmente, incluso si fallaran las formidables defensas de El Alamein, Monty tiene un plan de emergencia para defenderse en el Delta del Nilo, el plan "Nelson". Para ello tendrá el refuerzo de un ejército completo de reserva: el V ejército americano a las órdenes de Mark Clark, con tres cuerpos y casi doscientos mil hombres, americanos, británicos y canadienses. En total, medio millón de hombres defenderán Egipto.
Aunque a Churchill no le hace ninguna gracia que se planee retroceder sin lucha hasta El Alamein, admite que es mucho lo que se juega para arriesgarlo a una deportiva batalla de tanques en Libia entre Rommel y Montgomery. Tratarán de convencer a los rusos de que se trata de una retirada estratégica. Se les tratará de compensar moralmente enviándoles más suministros.
Que se cumpla.
El 5 de julio de 1943 se produce la batalla de Zitadelle. Rommel ha recorrido más de mil kilómetros casi sin combatir desde Trípoli hasta El Alamein. Pero no todo ha resultado como Montgomery se esperaba.
Para empezar, el número de aviones del Eje es mayor del esperado: entre mil y mil quinientos, incluyendo aviones italianos de nuevo diseño e incluso alguna escuadrilla francesa. Para conseguir esto, la Luftwaffe ha tenido prácticamente que abandonar el frente ruso y descuidar mucho la defensa aérea del Reich. Aunque los aliados tratan de reforzarse, para la batalla habrá casi igualdad en el aire.
Después, los ingenieros alemanes han sido sorprendentemente rápidos en reparar los puertos de Cirenaica saboteados por los británicos al retirarse. Los han reparado e incluso los han ampliado. Rommel debe contar con un ejército al ataque de más de 200.000 hombres perfectamente equipados. Aunque cuenta con soldados italianos y tropas coloniales españolas y francesas, parece que cuenta con cuatro o cinco divisiones Panzer y un total de más de cien mil soldados alemanes, el triple de los que tuvo en Lightfoot.
En el mar, el almirante Raeder se encuentra en Italia gobernando con mano de hierro la lucha en el Mediterráneo central. Ha logrado introducir la flota alemana en el Mediterráneo y ha obtenido el control total de las flotas italiana y francesa. Ha obligado a Doenitz a sacar todos sus submarinos del Atlántico y ha situado en el Mediterráneo central un enjambre de un centenar de submarinos operativos, alemanes, italianos y franceses, todos apoyados por la acción coordinada de la aviación. El resultado es que, en tres meses de batallas, el almirante británico Cunningham ha perdido más de la mitad de la flota (dos portaaviones y tres acorazados se han ido al fondo), la isla de Malta ha quedado neutralizada y Rommel ha podido recibir casi todos sus suministros. Por supuesto, la flota del Eje también ha sufrido graves daños (el Vittorio-Veneto se ha ido al fondo), pero ha cumplido su misión.
Llega el día. 5 de julio de 1943 en El Alamein, operación “Zitadelle”.
Rommel ataca frontalmente al 30 cuerpo de ejército británico. Utiliza el material superpesado trabajosamente acarreado desde Alemania. Los británicos no están preparados para enfrentarse a los Tigres y los Ferdinand, de los que apenas saben nada. A mediodía, el ariete alemán ha quebrado las defensas británicas. Montgomery puede ahora converger todas sus fuerzas blindadas en la melée, pero se da cuenta de que sería una batalla de tanques que tal vez perdiese y con ella, tal vez, toda la guerra.
Ordena que no se sacrifiquen más blindados. Que se ejecute la “operación Nelson”: la lucha en el Delta del Nilo.
La operación tiene, como primera parte, un retroceso coordinado de los 5 cuerpos de ejércitos aliados. Como segunda parte, retroceder dentro del Delta del Nilo hasta el ramal principal del Delta Occidental (el que desemboca en Rashid-Rosetta, donde la famosa piedra). Una vez allí, organizar la defensa y converger con el V ejército americano.
La parte final es abrir todos los diques. En plena temporada de inundación del Nilo, el Delta entero se convertirá en una marisma. El puerto de Alejandría se perderá probablemente, pero será saboteado a conciencia. Para abastecer a los aliados quedarán los puertos de Port Said y Suez. Cunningham podrá utilizar para su flota también los puertos de Haifa y Beirut, ya en Asia. La inundación paralizará los medios blindados de Rommel, y la superioridad numérica asegurará la victoria aliada.
La retirada es casi un éxito. Rommel habrá aniquilado por completo una división blindada británica, pero el II cuerpo americano (integrado en el 8 ejército) recibirá tarde la comunicación de la retirada. Rommel lanzará contra ella su reserva, aniquilando a la 2 división blindad americana y obligando al general Patton a rendirse con 30.000 de sus hombres.
En lo demás, Montgomery consigue su objetivo. Mientras se libra en Alejandría una formidable batalla callejera, el 8 ejército británico y el 5 ejército americano convergen al Este de la rama occidental del Delta. Suman más de cuatrocientos mil hombres y están dispuestos a luchar hasta el último en el barrizal en el que se ha convertido el Delta inundado, lo cual, es por cierto, una catástrofe para millones de egipcios.