Disiento de tu opinión. El comunismo es una reacción radical y revolucionaria a las diferencias sociales, podemos decir que provocadas por el capitalismo, pero esto sería muy matizable. El comunismo no termina con el capitalismo en sí mismo, sino con la religión, la tradición, la democracia, los nacionalismos, etc, es decir, no puede considerarse la antinomia capitalismo-comunismo dado que el capitalismo es un sistema económico mientras el comunismo es un principio ideológico mucho más global. Ahora bien, el miedo al radicalismo provoca radicalismo, y es ahí cuando surgen los fascismos europeos, como reacción al moviento revolucionario radical comunista. Esa reacción intenta satisfacer y atraer a simpatizantes del comunismo, de ahí que en sus ideas haya realmente coincidencias con éste, como la protección de los trabajadores y el intervencionismo del estado. Por ejemplo, el nacionalsocialismo tenía una fuerte vertiente socialista que era aprobada por Hitler en sus inicios porque era necesario atraer a las masas obreras y alejarlas del comunismo. No obstante el nacionalsocialismo habría que tratarlo aparte del resto de fascismos.Martin Niemöller escribió:Este es uno de los puntos a los que quería llegar. Esta opnión, muy respetable como cualquier otra y también sostenida por muchos autores es la que no me convence, y lo explico -sintéticamente- de esta manera:
El comunismo surge como una reacción al capitalismo, por lo tanto la antinomia original es capitalismo-comunismo. El fascismo y el nazismo son posteriores, y paradójicamente comparten pese a su virulento anticomunismo algunos aspectos con éste: son regimenes totalitarios y anticapitalistas, con economías dirigidas por el Estado. Además estas expresiones políticas no surgen con fuerza en otros países que también son abiertamente anticomunistas, como EEUU, Inglaterra y Francia, sólo por citar algunos; por esto sigo opinando que los movimientos fascistas hubierna existido igual, aún no existiendo el comunismo porque sus ideas son también diametralmente diferentes a cualquier concepción democrática
En EEUU, Gran Bretaña y Francia no surge con fuerza el comunismo porque el nivel de vida de las clases más desfavorecidas no es tan bajo al existente por ejemplo en Rusia o en España, sin ir más lejos. Al final es la desesperación, el hambre y la injusticia lo que lleva a las personas a dejarse seducir por ciertas ideas políticas, y es el miedo a esas ideas revolucionarias y el miedo a perder su status social, su cómoda vida y su concepto tradicional de ésta el que lleva a otras a dejarse llevar por ideas radicales contrapuestas.
El fascismo como tal nunca habría surgido sin el comunismo.