Todavía más tarde

¿Qué pasaría si…?

Moderador: José Luis

maximus

Mensaje por maximus » Dom Sep 10, 2006 3:42 am

Un ultimo detalle: la explotacion del petroleo arabe por Gran Bretaña tiene orientada su linea de suministro, refinerias y puertos hacia el Golfo Persico y el Indico. ¿Cuanto tardaría Alemania en reorientar esa producción hacia el Mediterraneo?
Error: los pozos de petróleo que se explotaban en el norte de Irak hacia 1942 (región de Kirkuk, hoy de actualidad) tenían un oleoducto que iba precisamente hacia el mediterráneo, con una terminal en Trípoli (Líbano, entonces bajo control francés) y otra hasta Haifa (Palestina, entonces bajo control británico).

De todas formas, si los alemanes, dentro de una dinámica de guerra de desgaste contra la URSS planean la invasión de Asia Central tendrían que procurar el abastecimiento de combustible para su ejército. Eso requeriría extraer y quizá incluso refinar el petróleo irakí y dirigirlo hacia Asia Central. No sería imposible porque existía la vía fluvial de mesopotamia y el ferrocarril ruso-iraní, que precisamente en aquellos tiempos angloamericanos y soviéticos estaban desarrollando para transportar suministros a la URSS.

En cuanto a que el Octavo Ejército escaparía de Egipto, no sería, desde luego sorprendente, porque los británicos demostraron ser maestros en el arte de retirarse a tiempo, como en Dunkerque o en Grecia. Sin embargo, me da la impresión de que la actitud del Octavo Ejército en la primera batalla de El Alamein (julio de 1942) fue de jugarse el todo por el todo antes que permitir que se perdiera Suez, lo cual es lógico dada la enormidad del desastre al que se arriesgaban.

En cuanto al tamaño del DAK, me estoy refiriendo a un "What if" en el que se proporciona a Rommel un número mucho mayor de unidades, lo que, sin saber mucho de estas geometrías, creo que convertiría al DAK en un ejército blindado completo. Incluso aunque los británicos salvaran a una parte sustancial del Octavo ejército y el Noveno Ejército en Palestina fuera más eficaz de lo que las escasas referencias que de él he leído me ha hecho pensar, no veo cómo no podrían en un par de meses, ya dueños de Suez, reacondicionarse para el siguiente asalto a Palestina.

Sobre la actitud del ejército egipcio, me limito a recordar lo leído sobre la actitud de los jóvenes oficiales nacionalistas árabes, como Nasser, menciones como las de los autores de "La guerra que había que ganar" acerca de que lejos de ser una ayuda para los británicos, el ejército egipcio era una fuente de inseguridad interna, e incluso un reportaje que vi en "Canal Historia" sobre las ambigua actitud política tomada por el rey Faruk a medida que Rommel parecía estar cada vez más cerca de capturar Egipto.


Un ataque angloamericano sobre el Mar Rojo me parece un tanto improbable porque desembarcar un ejército en pleno desierto, sin carreteras ni nada de nada sería un suicidio. Otra cosa sería que se partiera de Etiopía, conquistada a los italianos (la costa eritrea también es el Mar Rojo, ciertamente). Sería bajando el Nilo. Es una posibilidad, pero los alemanes recibirían suministros por la costa mediterránea mientras que los angloamericanos tendrían que dar media vuelta al mundo hasta Etiopía. Y todo esto sería siempre cuatro o cinco meses después del desastre de perder el Mediterráneo. Creo que sería más lógico atacar por el Atlántico, en su punto más débil: Canarias, Marruecos, quizá Portugal, si España lo invade.

En cuanto a que Franco se expusiera a perder las Canarias y su ridículo imperio colonial africano, me parece un riesgo que bajo las condiciones que he puesto, podría asumir. Habría formas de compensar esa pérdida, la anexión de Portugal y su inmenso imperio africano sería una de ellas.

maximus

Mensaje por maximus » Mar Sep 12, 2006 2:19 am

Más o menos, es así como me imagino una guerra de desgaste del III Reich contra la URSS y por qué pienso que el tiempo podría jugar a favor de los nazis.

Operaciones militares: cerrar todos los suministros angloamericanos a la URSS cortando sus comunicaciones y dedicar todos los esfuerzos bélicos a esto, excluyendo cualquier otro objetivo “decisivo”, tipo Moscú o avanzar más hacia el Volga, lo que exigiría alargar las líneas de suministro y un combate de tipo frontal que causaría más bajas.

Tras cortar el corredor iraní en la campaña de Asia Central (sucesiva a la conquista de Suez y del Cáucaso), debía tomarse Leningrado y cortar los ferrocarriles con los dos puertos del Norte (Arcángel, y sobre todo Murmansk), enlazando con los finlandeses. Ahora sólo quedaría una vía de comunicación de la URSS con el exterior: Vladivostok.

Tras avanzar por Asia Central, intentar el contacto con los japoneses, el bloqueo del transiberiano en algún punto y provocar así la conquista del puerto de Vladivostok por Japón. Esto exigiría largos trabajos de mejoras en las comunicaciones de la extensa zona del norte de Asia Central (estepas y desiertos): carreteras, ferrocarriles, aeródromos.

En todo lo demás, conservar lo ganado en actitud defensiva, utilizar las defensas naturales (ríos Don y Volga, al sur) donde fuera posible, mejorar los suministros y comunicaciones de las tropas en el frente, preparar una fuerte defensa móvil y mejorar el rendimiento de las tropas aliadas.

En total, tras conquistar el Cáucaso, las zonas más pobladas de Asia Central (al sur de las estepas) y la región de Leningrado, la población de la URSS quedaría reducida a poco más de 100 millones de habitantes, que serían en buena parte refugiados de las zonas occidentales ocupadas. Esto, sin embargo, no les impediría, haciendo un gran esfuerzo, seguir movilizando aproximadamente diez millones de hombres y mujeres en armas, pero comenzarían a tener problemas para mantener la producción agrícola e industrial, sobre todo si dejan de recibir suministros angloamericanos a partir de mediados-finales de 1943.

Por parte del Eje, mejorar la explotación económica de las tierras conquistadas: sobre todo, el trigo de Ucrania, minerales, mano de obra esclava o semiesclava. El petróleo del Cáucaso sería menos importante, pues se dispondría del de Arabia y Persia.

Frente a los casi diez millones de uniformados del Ejército Rojo, el Eje aspiraría a tener en armas, al menos, a siete millones que contarían con superioridad táctica y de armamento. De estos, serían tres millones de alemanes, evitando siempre que las bajas totales excedieran del medio millón anual (un tercio fallecidos, máximo). Los demás serían dos millones de aliados-mercenarios musulmanes que actuarían en Asia Central, tanto exsoviéticos (uzbecos, caucasianos, kirgises, turcomanos…) como de otros lugares (árabes, persas, afganos, pakistaníes…) y otros dos millones de otros aliados de ejércitos regulares, como los turcos, españoles, franceses, italianos, rumanos y los eslavos renegados, ucranianos o rusos.

La industria europea, controlada por Alemania, debía proveer a este enorme ejército de alimentos, armas y material de transporte. En teoría, a medida que el tiempo pasara la industria europea se adaptaría cada vez mejor a los requerimientos del único poder político efectivo (Hitler). Igualmente, mejoraría la explotación de los recursos primarios: cosecha del trigo ucranio, explotación del petróleo árabe.

También iría mejorando la eficiencia de las fuerzas militares aliadas al Eje.
Hay que recordar asimismo los proyectos de nuevas armas alemanas: cohetes, nuevos submarinos, aviones a reacción, en los cuales iban por delante de sus enemigos.


Los alemanes afirmarían su poder político en Europa: evitarían trifulcas entre españoles, italianos y franceses, tanto como entre los inevitables señores de la guerra musulmanes de Oriente, y darían pasos decisivos para la anexión gradual de los pueblos europeos racialmente afines mediante diversas estrategias. Entre estos habría naciones ocupadas (como Holanda y Noruega) y otras neutrales (como Suecia y Suiza). El objetivo final sería un III Reich con aproximadamente 120 millones de habitantes arios, una especie de segunda reunificación tras la de Bismarck (que unió a prusianos, bávaros, etc) basada ahora en criterios raciales más que lingüísticos e históricos.


Para detener cualquier contraataque angloamericano desde el mar, a los alemanes les bastaría con una fuerza bien equipada de veinte o treinta divisiones más los ejércitos aliados, que podrían transportar tanto por medios aéreos, terrestres o marítimos (el Mediterráneo) adonde fuera necesaria. Bastaría con 200 divisiones de tropas alemanas, de las cuales estarían 150 en Rusia. Ocupando la ribera sur del Mediterráneo y defendiendo los intereses del nacionalismo árabe-musulmán, los alemanes tendrían el control del Norte de África, pero en su momento intentarían también controlar la totalidad del continente africano, no tanto por su valor económico o estratégico, sino como botín de guerra a repartir con los aliados del Eje. Esto conllevaría el desarrollo de las comunicaciones de la zona a un nivel incluso más amplio que en Asia Central.

El momento crítico de la guerra de desgaste habría de ser el verano de 1944.

Por esas fechas, los alemanes habrían de tener ya una buena cosecha de trigo ucraniano, perfectamente explotados los recursos naturales disponibles (petróleo…), bien equipadas, coordinadas y entrenadas a sus tropas aliadas, consolidado su poder político en Europa, cortadas las comunicaciones de la URSS con el resto del mundo y aniquilada la capacidad ofensiva –o contraofensiva- del ER.

En el verano de 1944 los candidatos norteamericanos a las elecciones presidenciales son proclamados junto con sus programas. Recordemos la relación entre estos comicios presidenciales y los hechos bélicos: 1916 (mantenimiento de la neutralidad en la primera guerra mundial, entrada en la guerra al año siguiente), 1940 (igualmente, garantías expresas de neutralidad de todos los candidatos, convenciones de ambos partidos en junio, entrada en la guerra al año siguiente), 1951, un poco antes, (comienzo de las negociaciones por la paz en Corea), 1968 (comienzo de las negociaciones por la paz en Vietnam, anuncio hecho en Mayo). En suma, antes de las elecciones, los candidatos han de ofrecer la paz, sea manteniendo la neutralidad, obteniendo la victoria o anunciando negociaciones con el enemigo.

Si para el verano de 1944 no se ha conseguido ninguna victoria frente a Alemania, a los candidatos norteamericanos no les quedará más remedio que anunciar negociaciones a fin de obtener una paz justa, ya que la opinión pública no aceptaría continuar la guerra hasta la rendición incondicional contra un enemigo invencible.

Para entonces, los japoneses estarán perdiendo su guerra en el Pacífico, por lo que les resultará inevitable subordinar algunos de sus intereses a los de los alemanes: Siberia Oriental ha de ser conquistada por Japón antes de ese verano y allí se establecería una especie de protectorado quizá menos bárbaro que el poder nazi en los territorios europeos arrebatados a la URSS, pues los japoneses no estaban interesados en la explotación de Siberia ni tenían los prejuicios raciales de los alemanes. Asimismo estaría la cuestión musulmana (¿independencia para los “moros” del sur de Filipinas?) y la India, en la que la aspiración japonesa a una India unida liderada por el líder socialista Bose daría paso a la aceptación de un poderoso Pakistán musulmán (puesto que el Partido del Congreso indio, unionista, tenía una ideología de índole socialista y occidental, más proclive a llegar a acuerdos con los angloamericanos o soviéticos). En cualquier caso, Japón sería la única fuerza preponderante en Extremo Oriente, renunciando el III Reich a suceder a franceses, holandeses y británicos en sus intereses colonialistas en esta zona del mundo. Para favorecer las negociaciones de paz con Estados Unidos, Japón debía renunciar a ocupar posesiones americanas en el pacífico central y para Filipinas había de hallarse una solución.

Recordemos que tanto en 1951 como en 1968, sin embargo, las negociaciones iniciadas fueron muy largas y no excluyeron los combates. mediante éstas se mantenían La guerra podría alargarse todavía muchos meses.

Ahora bien:

-excluiría grandes operaciones de desembarco angloamericanas y, frente a los alemanes, se reduciría a enfrentamientos aeronavales. A partir de 1944, las innovaciones tecnológicas y el agotamiento de la URSS permitirían a los alemanes volver a acercarse a la paridad del poder aéreo, perdido en 1943 (destrucción de Hamburgo). Asimismo, la flota del Eje, aunque siempre muy inferior a la flota angloamericana, estorbaría cualquier intento de desembarco en Europa o entorno del Mediterráneo.
-aceleraría la ofensiva contra Japón… y extremaría la resistencia japonesa. Iwo Jima y Okinawa demostraron a la opinión pública que quizá no valiese la pena pagar el altísimo precio que exigía la victoria total.
-quizá provocase el colapso final de la URSS, que pediría un armisticio. Una república siberiana de Extremo Oriente bajo protección japonesa, donde el fanatismo racial alemán no tendría peso podría ser una amenaza para los soviéticos en tanto que todo el que pudiese huiría a ella en busca de un poco de paz nipona
.
En las negociaciones rusogermanas por el armisticio (que desde el lado soviético podrían justificarse con el ejemplo de Lenin y el tratado de Brest-Litovsk en 1918), los nazis podían mostrar cierta condescendencia contra un enemigo tan valeroso. Stalin conservaría el poder, su capital en Moscú y sus fuerzas armadas bajo ciertas limitaciones. El comunismo había de perder su carácter internacionalista, se purgaría a los judíos, se renunciaría a recuperar los territorios perdidos y Rusia no recuperaría las comunicaciones con el exterior.

Quedaría, como siempre, la incógnita del arma atómica. Hasta primavera de 1945, en la realidad no se comprobó que era factible. Por otra parte, es verosímil que, si hacia 1944 la guerra la están ganando los nazis, éstos reciban información sobre el proyecto americano y den mayor impulso a su propio proyecto atómico para el que contarían –o creerían contar- con suficientes recursos humanos y financieros. Estados Unidos tal vez no se atreviera a utilizarla por el temor de que el III Reich la utilice también. Recordemos, asimismo, que entre los avances de tecnología militar hechos por los alemanes en los últimos tiempos, estaban los misiles disparados desde submarinos. Probablemente hacia 1944 o 45, los submarinos alemanes ya habrían logrado bombardear las ciudades costeras norteamericanas.

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